lunes, 9 de junio de 2008

Viaje fotográfico a Baelo Claudia



El pasado domingo 8 de junio de 2008 visitamos las ruinas de la antigua ciudad romana Baelo Claudia, en el VIII Paseo Fotográfico con la Fundación Fernando Villalón de Morón.




Baelo Claudia está situada en la orilla norte del Estrecho de Gibraltar y emplazada en la parte oeste de la ensenada de Bolonia, entre la Sierra de la Plata y San Bartolomé, formando un arco que la dejan enmarcada entre montañas, de tal forma que el mar es su mejor medio de comunicación.

Baelo Claudia seguía con exactitud los modelos urbanísticos clásicos de Roma construida conforme a una cuadrícula octogonal, cuya precisión era casi perfecta, con calles perpendiculares entre las que destacan dos principales, el decumanus maximus, orientada hacia el oeste y el cardo maximus, de norte a sur. En la unión de ambas se solía situar el foro la plaza pública, en torno a la cual se desenvolvía la vida administrativa, política y religiosa.

También existió un completo abastecimiento de agua potable por medio de tres acueductos que traía el agua desde ocho kilómetros que arranca en Punta Paloma. En la parte alta se supone que estaban destinadas a las viviendas más populares.


Es considerado el conjunto urbano más completo de toda la Península Ibérica, gracias a las excavaciones realizadas, donde destacan monumentos importantes como son la basílica, el teatro, el mercado y el templo de Isis. Así se explica la monumentalidad de algunos edificios como la basílica o el teatro, desproporcionados para la población estable que tendría la ciudad.





Destaca la industria pesquera, fundamentalmente el atún que constituyó su principal fuente económica. Su origen es de época fenicia y púnica, alcanzando gran desarrollo en el mundo romano. 


La pesca del atún de almadraba, su tratamiento y conservación, en salazón, constituyó una industria floreciente en toda la costa gaditana y fue la causa fundamental para el nacimiento y prosperidad de Baelo Claudia. Esta industria necesitaba abundante mano de obra de carácter temporal.



La Costa de Trafalgar (Taraf al-Ghar andalusí) con Conil, Barbate, Zahara de los Atunes junto a Tarifa han sido depositarios de un ancestral método de pesca, denominado “Almadraba”. Estos pueblos están ubicados en una privilegiada zona geográfica cercana al Estrecho de Gibraltar -Gebel al Tarik-  que ha sido desde tiempos remotos una encrucijada de pasos migratorios del atún rojo y otras especies marinas.  

Los fenicios, griegos y cartagineses observaron que llegando la primera luna de mayo, los grandes atunes rojos migraban desde las frías aguas del Océano Atlántico a las cálidas del Mare Nostrum para desovar, cruzando el Estrecho de Gibraltar –Gebel al Tarik- como paso obligado, muy cerca de las costas y regresaban de nuevo en otoño al punto de origen. La costa del Estrecho de Gibraltar ha sido desde tiempos ancestrales una zona privilegiada de pesca gracias a la migración anual del atún.

Fueron los fenicios  los primeros en utilizar la almadraba de tiro como arte de pesca construyendo factorías de pescado en la zona y de ese modo obtener esos valiosos recursos del mar calando durante los meses de marzo y abril. En el año 1100 a.C. los fenicios enseñaron el arte de la pesca con almadrabas de tiro y técnicas de salazón a los habitantes de esta tierra. La ruta del atún -desde tiempos ancestrales- ha marcado la historia y la cultura de estos pueblos con esencias marineras.

Los romanos de Baelo Claudia relanzan esta actividad y extienden la fama de sus productos por todo el Imperio. Baelo Claudia estuvo ligada en esencia a las industrias del salazón del pescado, donde se fabricaba el famoso garum, una salsa realizada con vísceras fermentadas de pescado que eran altamente apreciada en la época, convirtiéndose en la salsa gastronómica más apreciada en Roma y según Plinio, con un valor sólo comparable sólo al de los perfumes.

Los restos de vísceras del atún en salazón se dejaban en salmuera al sol y se envasaban en ánforas para ser exportadas por mar al resto del Imperio Romano. El atún de almadraba llegaba todas partes del Imperio procedente de las capturas de las almadrabas del sur de la Península Ibérica.


La pesca del atún de almadraba, su tratamiento y conservación, en salazón, constituyó una industria floreciente en toda la costa gaditana y fue la causa fundamental para  el nacimiento y prosperidad de Baelo Claudia -Bolonia-, donde el atún de almadraba constituyó su principal fuente económica que ha llegado hasta nuestros días de una manera artesanal. 

Desde el puerto de Baelo Claudia llegaban productos de la Bética tan prestigiosos como el aceite de oliva y el vino que se almacenaban en las ánforas fabricadas en los alfares así como el garum, una salsa de pescado que provenía de Baelo Claudia realizada con vísceras de fermentadas que servía de condimento indispensable en la mesa romana. A través del Mare Nostrum llegaban a Roma, la capital del Imperio Romano.




Los árabes heredaron este ancestral y noble arte de pesca creando el término almadraba. La Baesippo romana pasará a ser Barbat en época musulmana que siempre ha vivido del mar. 

Al final del paseo fotográfico, completamos la jornada disfrutando en sus magníficas playas, de su bello entorno y de su gastronomía donde el atún de almadraba sigue gozando de gran prestigio como en la antiguedad.

Para terminar la jornada subimos a la cima de las dunas y observamos no muy lejos, el faro de Camarinal desde donde se observa la playa de los alemanes, muy cerca de Zahara de los Atunes.

Desde Baelo Claudia para el Blog de mis culpas...







martes, 3 de junio de 2008

Leyenda del Gallo de Morón



Cuentan las antiguas crónicas que, allá por los años de mil quinientos, el pueblo de Morón se encontraba dividido en dos bandos, cada uno capitaneado por sus respectivos alcaldes.

Era tal la rivalidad existente entre ellos que cualquier problema, por simple que fuera, se convertía en una cuestión de fuerza y poder, por lo que continuamente la tranquilidad y sosiego del pueblo se veía rota por estos apasionados enfrentamientos.

Se afirma que, cuando se trataban temas relacionados con los nombramientos de las nuevas autoridades locales, las disputas tomaban entonces tintes de motín, por lo que su repercusión llegaba hasta la capital, donde se consideraba a Morón como uno delos pueblos más rebeldes y difíciles de gobernar de todo el reino.


Exposición urbana "Sin plumas y kakareando", octubre de 2022

Es más, la Chancillería de Sevilla y de Granada, y aun la misma Corte de Madrid, insisten los cronistas, estaban asombrados ante los asuntos de Morón, pues no sabían que hacer, ya que aunque mandaran jueces imparciales, las dos facciones, usando todas las artimañas, trucos y trampas posibles no los reconocían, ya que afirmaban que el orgullo de Morón no admitía ningún arbitraje ajeno, aunque éste viniese respaldado por el más alto tribunal.

Pero como estas divergencias y rencores, en lugar de apagarse cada vez eran más y más hondas, a la Chancillería de Granada no le quedó otro remedio que volver a intervenir en los asuntos de Morón. Así, en la primavera de 1597 mandó a Morón el doctor Juan Esquivel (Audiencia Regional de Andalucía) que, a tenor de las crónicas tenía pocas luces amén de un carácter fuerte y poco tratable.


El Gallo de la Alameda el 12 de octubre, esculpido por Otilio Ruiz Valladares e inaugurado en junio de 1999


En junio de 1999, Otilio Ruiz Valladares [Las Cabezas de San Juan 1945], realiza una nueva escultura de casi cuatro metros de altura y 1.500 kilos de peso sobre el Gallo de Morón. Sería un encargo de la Corporación Municipal presidida por el entonces alcalde José Párraga Mendoza, que se colocó en la rotonda de la Alameda [Cruce de Cuatro Caminos].

Aunque es cierto que el Gallo de Otilio provocó cierta polémica en un principio, sin embargo, en poco tiempo llegó a convertirse en un verdadero icono local y en un lugar de encuentro para celebraciones deportivas.



El Gallo de la Alameda, 28 de febrero "Día de Andalucía"


Además, se dirigía de forma grosera a los señores de Morón, a quienes provocaba diciendo, entre otras cosas, que donde él estuviera no había más gallo que él, razón por la que los lugareños le comenzaron a llamar el " Gallo de Morón".

Cansado todo el pueblo de sus tonterías y palabrerías, así como de sus insultos y provocaciones, motivó que los grandes señores de la villa se reuniesen para vengarse de todo lo que estaba diciendo y haciendo.

De este modo, una noche con engaños fue sacado sigilosamente al Camino de Canillas el doctor Esquivel, donde le desnudaron de todas sus ropas y, dándole una paliza con varas de acebuche, le "invitaron amablemente" a marcharse con la condición de que si volvía a presentarse, lo pasaría mucho peor, ya que no lo contaría jamás.

Desde ese día, en las calles de Morón se canta una coplilla que recuerda a todo el mundo este suceso, y que dice así:

Anda que te vas a quedar
como el Gallo de Morón,
sin plumas y cacareando
en la mejor ocasión.


¡El Gallo de Morón y su bello entorno histórico es captado por el objetivo de  cientos de cámaras fotográficas para inmortalizar una décima de segundo de nuestro tiempo!


Anécdotas "Sin Plumas"

1. Diógenes [412-323 a.C.] saboteaba las clases de Platón [427-347 a.C.] en los mismos jardines de la Academia [fundada por Platón, en honor a Academo], en las afueras de Atenas, cuando éste discutía sus interpretaciones de Sócrates.

Cuando Platón dijo que Sócrates definió al hombre como “un bípedo sin plumas”, Diógenes desplumó un pollo, lo llevó a la Academia de Platón y lo soltó allí diciendo “ahí os traigo un hombre”. Después de este incidente la definición de ser humano de Platón se completó con el añadido “con uñas anchas y planas”.


2. Un paisano de la tierra de Villalón paseaba un día de verano con su gorra "Sin Plumas" por las calles de Torremolinos, Málaga, España. Una pareja de gays llamaba su atención creyendo que el término "Sin plumas" se referia a su condición sexual. Cuando nuestro paisano le aclaró que no se refería a condición sexual alguna sino tan sólo a una marca de ropa de su pueblo [Morón, donde se encuentra el célebre Gallo] denominada "Sin plumas", le pidieron disculpas y "pelillos a la mar".



Gallo de Morón
Francisco Fortes. Colección Juan Fortes


El Ayuntamiento de Morón de la Frontera, gobernado por Juan Manuel Rodríguez, concede la Medalla de Oro de la Ciudad en 2016 al Monumento del Gallo de Morón, en reconocimiento a su trascendencia como símbolo de la historia, la cultura y el carácter del municipio. De este modo se institucionaliza al icono local como símbolo de la ya popularmente conocida como “Ciudad del Gallo” y donde muchas empresas y club deportivos utilizan el Gallo como símbolo, logotipos y merchandising e incluso en campañas electorales. 

La familia Fortes desde tiempos pretéritos ha convertido a nuestro peculiar personaje "El Gallo" en algunas de sus creaciones para nuestra magnífica Cabalgata de Reyes con más de 50 años de historia.



Fuente

Juan José García López, Cronista Oficial de la Villa

Exposición sobre el Gallo en el Espacio Santa Clara de Morón 



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