viernes, 20 de julio de 2012

Tarifa, la madre que parió al viento


Monumento a Guzmán el Bueno en Tarifa

Recientemente hemos  visitado la ciudad de Tarifa cuyo origen se pierde en lo más remoto de los tiempos desde el Paleolítico más meridional con sus pinturas rupestres hasta los fenicios, romanos y árabes que  poblaron sus tierras como  punto geográfico más meridional de Europa y cercano a África entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo que tiene su punto más angosto en el  ”Estrecho de Gibraltar”.

Etimológicamente,  Tarifa es posible que provenga de Tarif ibn Mallik, caudillo de Tarik que desembarcó en aquéllas tierras actuando como cabeza de puente para la entrada del Islam en España ya que contaba con la complicidad del gobernador del Estrecho, el conde don Julián.


"Según cuenta la leyenda envió a su hija Florinda a la corte de Toledo para ser educada fijándose en ella el rey don Rodrigo, forzándola. Florinda, tras consumarse el acto envía a su padre una serie de regalos entre los que pone un huevo podrido. Don Julián ofendido, comprendió lo que había sucedido y fue a Toledo a reclamar a su hija entablando conversaciones con Musa para desembarcar en la Península Ibérica".


Castillo de Guzmán el Bueno
Recuerdo aquella legendaria figura que nos enseñaban en la escuela hace muchos años en la vieja enciclopedia Álvarez sobre Guzmán el Bueno llamado Alfonso Pérez de Guzmán allá por el siglo XIII, fundador de la Casa de Medina Sidonia, con aquélla épica defensa de Tarifa la leyenda  que para no entregar la plaza a los sitiadores el mismo Guzmán el Bueno les facilitó el puñal para que ajusticiaran a su propio hijo.


Siguiendo con nuestra ruta, entramos con un viento de levante insoportable por la Puerta de Jerez como uno de los monumentos más emblemáticos, siguiendo por el perímetro de sus murallas que permanecen en perfecto estado de conservación hasta que llegamos al castillo de Guzmán el Bueno situado sobre una elevación del terreno frente al mar, desde donde se divida perfectamente África. De ahí parte la muralla que rodea Tarifa, construido en piedra en el año 960 por orden del califa Abderramán III. El castillo fue reformado para la defensa de los piratas a principios del siglo XVII y durante el siglo XVIII se adaptaron para la instalación de artillería. 


A partir de ahí, llegamos caminando hasta el castillo de Santa Catalina donde no muy lejos se encuentra  el puente de la isla de la Paloma como punto más meridional de Europa que separa el Atlántico y el Mediterráneo. En 1808 se construyó el camino de la isla que hasta entonces estaba separada de Tarifa. 

Puente de la isla de la Paloma que separa el Mediterráneo del Atlántico

Me acordé de aquel  dicho que existe en Tarifa «la madre que parió al poniente y la madre que parió al levante» en la capital europea del viento como ha sido denominada y con razón ya que el dichoso viento es el actor principal  que protagoniza la vida de sus habitantes siendo posible que el fuerte viento de levante produzca a no pocos  “cierta angustia”. Estuvimos medio día y fue más que suficiente para comprobarlo ya que hasta unas cervezas que intentábamos tomar “volaban” por la madre que parió el viento que  desarbolaban nuestros sentidos abandonando un poco nuestro paseo  ya que nunca tuve intención de mandar mis naves contra los elementos.

Muralla que rodea la vieja ciudad de Tarifa

Un auténtico placer que podemos extrapolar  desde Trafalgar, Caños de Meca, Barbate, Zahara de los Atunes hasta el Faro de Camarinal, la antigua Baelo Claudia con su ensenada hasta llegar a Tarifa de la que no pudimos disfrutar por el fuerte viento de levante que desarboló nuestras defensas ya que las dichosas arenas nos golpeaban como si fueran alfileres en nuestras cabezas y piernas. Era casi imposible pasear por el puente de las Palomas.


En aquella zona al viento que viene del oeste lo llaman poniente y al viento que viene del este no llaman levante y no es un viento ideal para la práctica del kitesurf- desplazarse por el agua encima de una tabla utilizando una cometa- ya que su fuerza sopla en dirección al mar y es muy peligroso. 


Tarifa, con sus magníficas playas de aguas poco profundas y arenas blancas, lugar privilegiado donde los movimientos migratorios de aves y mamíferos marinos proporcionan un espectáculo natural digno de ser conservado para las generaciones venideras.

Desde Tarifa para el Blog de Antonio Cuevas


3 comentarios:

  1. desde manzanares, Ciudad Real, :

    me ha gustado este artículo.
    es Ud un buen embajador turistico de la provincia de Cadiz.

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  2. Visitar la antigua Cádiz histórica y las magníficas playas vírgenes de Bolonia y Zahara de los Atunes, estimulan siempre nuestros sentidos. Gracias amigo anónimo por haberle gustado este artículo. Saludos

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  3. Muchisimas gracias, Antonio, por el texto tan explicativo y divertido.

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