domingo, 4 de noviembre de 2012

Homenaje al Niño Rosa en MORÓN



Del quejío de una estrofa afloran sentimientos bajo ese dolor lacerante que emerge a través del desgarro de las cuerdas de una garganta con su guitarra. Es el Cante Jondo, -cultura ancestral arraigada en lo más profundo de nuestras raíces- bajo la estela de un pueblo situado en la propia Frontera de su Esperanza.

El pasado sábado 3 de noviembre de 2012, a las 21,00 horas tuve la satisfacción de asistir en el Teatro Oriente de Morón de la Frontera –tierra de la Cal y del Flamenco- al acto de presentación del nuevo disco del cantaor de flamenco de Morón, Antonio Gallardo Gallego, más conocido popularmente como el "Niño Rosa", que con sus 91 primaveras y con una excelente calidad de voz nos deleita en su nuevo trabajo con una variedad de cantes como la soleá, malagueña, bulerías, siguiriya y un largo etcétera. El Niño Rosa estuvo arropado por sus amigos y aficionados en la presentación de su nuevo trabajo “Tres guitarras para 90 años de sabiduría”.

Es evidente que este nuevo trabajo de Antonio complementa aquel de Aires (Memorias del Cante) junto a Pepe Palomo, lo que aumenta nuestro patrimonio cultural sin olvidarnos de su participación en el antiguo LP doble titulado “De donde nace la Cal: su cante y su guitarra”, en el que colaboró junto a Antonio Ruiz el Carpintero, Pepe Lebrón, Paco Camacho, Juan Luís Cabrera, Pepe Palomo, el toque de Diego Torres Amaya, Paco el Leri, Manolo Morilla, Manolo Coronado, Juan del Gastor, entre otros, patrocinado por la Fundación Fernando Villalón y el Ayuntamiento de Morón, lo que quedará como un magnífico legado para ser transmitido a las generaciones venideras y ser apreciarlo en toda su esencia.


La Concejal de Cultura Nieves Ortiz, Miguel Núñez y Jerónimo Velasco




El acto estuvo presentado por la Concejal de Cultura Nieves Ortiz, acompañado por Jerónimo Velasco, quien dijo unas palabras muy sentidas haciendo mención especial a los guitarristas Paco Delgado el Leri, Domi y Dani de Morón así como a las personas que han hecho posible con su apoyo este documento sonoro terminando con un ¡Viva el flamenco, Viva Morón! y Miguel Núñez, gran conocedor del mundo flamenco que evocó la figura del cantaor Antonio Gallardo Gallego,"El Niño Rosa".



Miguel Núñez comentaba en su magnífica disertación que posiblemente haya sido la primera vez que alguien haya grabado un registro de voz a sus 91 años. Es posible que haya sido un récord. "Pepe Palomo me presentó al cantaor Antonio de la Rosa" y éste me hablaba del Emporio flamenco del Madrid de la época. Coincidía con el Niño Rosa que para ser cantaor había que poseer dos cualidades esenciales:

La primera era la facultad de la voz y la segunda tener mentalidad, lo que es lo mismo concepto del cante. Antonio de la Rosa ha vivido muy de cerca estos dos conceptos.

La vida del artista era muy dura, antes y ahora. En su época era muy frecuente cantar en ventas y tablaos donde se forjaba la escuela del cante. Una esencia que ya se ha perdido pero queda el testimonio sonoro que nos podemos hacer una idea del cante de una época.



También comentaba Miguel que le ha impresionado el Niño Rosa porque todas las letras se le entienden perfectamente con una vocalización perfecta a sus 91 años aunque su voz está cansada pero no rota. No busca el lucimiento pero matiza perfectamente las estrofas. La variedad del cante que maneja con una fidelidad, claridad y sinceridad admirable.

Antonio "El Niño Rosa", cuando se viene de Madrid a Morón se encuentra con Don Porhen y Diego del Gastor en la Venta de Esparteros.

Hay unos testimonios sonoros con mucha delicadeza de dar una fervorosa esencia de la Semana Santa de Morón con Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta con la Saeta antigua no flamenca, sino un canto litúrgico, la procesión de la Madrugada.


El Niño Rosa, al finalizar el  memorable acto con un grupo de amigos


Concluye Miguel Núñez que con este trabajo, el Niño Rosa hace un regalo a Morón como un recuerdo sonoro de su tierra muy digno, dando personalidad al cante. Un bello recuerdo que Antonio nos va a dejar impregnado de sinceridad y dignidad. El aficionado de hoy ya no puede escuchar flamenco en las tabernas ya que la televisión acabó con dichas fuentes de información.

Es evidente que no damos importancia a lo que tenemos de cerca. El flamenco es un arte expresivo. Antonio interesa por su forma de hablar en unos tiempos que el arte se va haciendo en la misma medida en que nos vamos deshaciendo. Antonio posee una sensibilidad especial para transmitir el cante de una forma expresiva parecida al original con una vocalización perfecta.

En este trabajo Antonio está acompañado por tres guitarras admirables, tres tendencias diferentes (Paco Delgado "El Leri", Domi y Dani de Morón).


Niño Rosa años 40, acompañado a la guitarra de Cristóbal Jiménez   
Foto: Rafael Gómez Teruel



En días pasados tuve la oportunidad de escuchar al Niño Rosa en Radio Morón [junto a su amigo Jerónimo Velasco] manifestar que antes existía mucha afición al flamenco y que la gente iba a escuchar de verdad a los cantaores a las tabernas. El cante es un producto andaluz, sobre todo en Sevilla y Cádiz sin olvidar Huelva con sus fandangos, Málaga, Jaén…

Desde que nació admira a Vallejo, Chacón, Marchena, Pinto, Canalejas, Mairena, Caracol y otras figuras del cante. Estuvo cantando en Madrid pero se hartó por las circunstancias y se vino a Morón. No ha vivido del cante aunque tuvo oportunidad para ello en los años 40 y 50 pero no se adaptaba a los teatros.

Recalca que hay que aprender de Silverio, del cante de Diego Bermúdez “El Tenazas”-hablamos de 1930- en unos tiempos en que se cantaba en las gañanías, los arrieros en las veredas con las reatas de mulos, en las tabernas que hasta los años 60 estaban llenas de cantaores. 

“Conocí al Tenazas en los años 30 siendo un chiquillo, cuando escuchaba y cantaba los cantes del pueblo”.

Antonio conoce todos los palos del flamenco y los domina. Comenta que Manolo Morilla ha sido su guitarrista predilecto y que le enseñó a cantar con la guitarra.

El emotivo acto terminó con unos cantes -uno por cada guitarrista que lo acompaña en su nuevo trabajo (malagueñas, soleá y bulerías). El Niño Rosa deleitó al público asistente siendo correspondido por un afectuoso aplauso que emocionó al cantaor, que difícilmente olvidará tan señalado día.

Manifiesto mis escasas dotes en el mundo del flamenco pero no cabe duda de que escuchando al Niño Rosa aflora la emoción por los poros de la piel y como dijo el gran poeta Antonio Machado, es en el buen sentido de la palabra bueno.

Hay que ser valiente para subirse al escenario del Teatro Oriente de Morón con cerca de 91 años y deleitarnos con algunos cantes acompañado del gran guitarrista Dani de Morón.

Me comentaba posteriormente el Niño Rosa en una charla magistral que nos regaló en Retamares de Morón sobre palos y toques del flamenco, que Diego del Gastor dominaba todos los toques del flamenco, pero en las bulerías dejó impregnado su inconfundible sello. 

"Diego del Gastor me estuvo acompañando con su guitarra durante más de cuarenta años".

Nos comentaba Antonio que la Saeta antigua era un canto litúrgico. Fue Chacón quien le dio su aire flamenco. Por otra parte, observando en el Teatro Oriente de Morón al japonés Takeshi Mine, es evidente que Morón, tierra de Cal y del Flamenco, se puede convertir en un lugar de encuentro de la interculturalidad del flamenco con letras mayúsculas.

¡Nunca un homenaje ha podido ser más merecido!  Ojalá, los próximos homenajes a los artistas no tengan que esperar que cumplan 90 años, por razones obvias, aunque nunca es tarde para rescatarlos del injusto olvido. Es digno de elogio que la Universidad de Sevilla otorgara con su presencia la solemnidad que tan magno acto requiere, al ser el Flamenco considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.


Desde el Teatro Oriente de Morón, para el Blog de mis culpas, en el homenaje al Niño Rosa.




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