martes, 31 de mayo de 2016

El castillo de Almodóvar del Río


Desde Morón, tierra de la cal y del flamenco, enarbolamos nuestras naves en esta ocasión, para dirigirnos al castillo de la antigua Al Mudawar al Adna (Almodóvar del Río), a pocas leguas de la antigua “Madinat al-Zahra”, muy cerca de la Corduba musulmana que llegara a ser en tiempos pretéritos el faro de Europa y lugar de peregrinación de los más grandes científicos, filósofos, astrónomos y matemáticos de la época.

“Al-Mudawar" -circular- y “al-Adna" -el más próximo-, por estar muy cerca de la antigua Córduba musulmana.

El origen de la fortaleza (740) es árabe. Durante los siglos VIII, IX y X, la fortaleza y su término formaron parte de la cora de Córdoba; en el siglo XI quedará adscrita primero a la taifa de Carmona y luego a la de Sevilla; con los almorávides se reintegró a la jurisdicción cordobesa y, por último, en el siglo XII y parte del XIII pasará a depender de la corte almohade de Sevilla.

Los príncipes Omeyas nos legaron la antigua Córduba como la ciudad más culta e importante de Occidente pero su despotismo y opulento estilo de vida iban generando un caldo de cultivo, en el que los antígenos lo formaban las tropas bereberes como clase social más descontenta.

Almanzor –Abú Amir- deslegitimó la dinastía debilitando la figura del califa Hisham II, -hijo de Alhaken II- al ser demasiado joven para reinar.

En las obras de construcción de la capilla llevadas a cabo en el siglo XX se encontraron muros de origen visigodo lo que lleva a pensar la existencia en su día, de una aljama árabe.




Atravesando el río Guadalquivir como cauce de civilizaciones -entre Sanluqa, Isbiliyya y la antigua Córduba-, llegamos al pueblo de Posadas (Córdoba), desde cuyo término por la A-431 a escasas leguas, se comienza a divisar la imponente silueta del castillo de Almodóvar del Río. En ese punto geoestratégico establecerían los primeros andalusíes una fortaleza (al qasb) situada en la parte más elevada de un cerro casi "inexpugnable" que dominaba toda la comarca con el río navegable Wad al-kabir como testigo de su historia. Cinco siglos de civilización islámica (740-1240) la contemplan.



Leyenda de Zaida

En el año 1091 entraron los almorávides con su ejército en la Península Ibérica. Se trataba de un pueblo nómada, guerrero y anárquico cuyo objetivo era conquistar el Alcázar de Córdoba. En éste vivían el príncipe Fath Al Ma´mum y la princesa Zaida.

Comienza la guerra y ante los malos resultados de la misma para el príncipe Fath Al Ma´mum, decide mandar a su mujer Zaida y a toda su familia a buscar refugio en el castillo de Almodóvar.

El día 28 de marzo de 1091, el Alcázar es asaltado, y el príncipe muere luchando contra sus enemigos. En el momento de la muerte de su esposo, Zaida, se despertó sobresaltada y subió a la torre del Homenaje, presintiendo que algo había sucedido. Desde allí, miró hacia Córdoba y observó como venía el caballo blanco de su amado.

Al día siguiente los Almorávides conquistan el castillo y encierran a la princesa en la mazmorra, donde muere de pena y dolor. Se dice que su espíritu sigue presente en el castillo y año tras año, cada 28 de marzo, cuenta la leyenda que la princesa Zaida pasea por las murallas del castillo gimiendo y llorando, anhelando la llegada de su amado Fat Al Ma´mum.




La destrucción de Madinat al-Zahra -la ciudad brillante- por el bereber al-Musta´in bi-llah (el que busca el auxilio de Alá) llevó definitivamente a la guerra o "fitna". Con ello se produce el desmoronamiento definitivo de la unidad política de al-Ándalus en reinos de taifas que se hundirán progresivamente al ser presionados por los cristianos a partir de la batalla de las “Navas de Tolosa” en 1212.

Entre coras, taifas, almorávides y almohades llegamos al año 1240 en que fuera incorporada a la Corona de Castilla, durante el reinado de Fernando III el Santo, rey de Castilla y de León. 

Pedro I, rey de Castilla y León entre 1350 y 1369, llamado “El Cruel” o “El Justiciero” llegó a habitar la fortaleza en 1360 como residencia de paso en sus viajes entre Córdoba y Sevilla. También lo utilizó como prisión y para guardar sus tesoros. 

"Se dice que incluso trasladó los tesoros a Sevilla por el río Guadalquivir, entonces navegable, en pequeños barcos de ribera". 

Muere en 1369 en Montiel a manos de su hermano bastardo Enrique de Trastámara, futuro rey de Castilla y León, con el nombre de Enrique II. Durante este periodo histórico alcanzará el castillo mayor relevancia. No debemos de olvidar que desde este lugar situado estratégicamente se controlaban las comunicaciones entre Sierra Morena y el río Guadalquivir.

Pero no será hasta 1473 cuando término al-Mudawar aparezca por vez primera con el nombre de Almodóvar del Río. En el año 1513 el Castillo será entregado al maestre de la Orden de Calatrava. 



…Una sinuosa, angosta y empinada carretera desemboca en la cumbre de una colina de 250 metros de altura. Una gran puerta de entrada ubicada en la “Torre Pequeña” en la que destacan dos enormes hojas de puerta que miden 5 metros de altura con dos aldabones, nos esperan para disfrutar de una grata jornada cultural. En la parte superior-derecha destaca el escudo “Corral”, apellido de la casa, quien comprara el castillo en el año 1629 al rey Felipe IV.

Una amable señorita en la recepción del castillo, confundiéndonos con unos “giris” se dirige hacia nosotros: “¡What are you from!”, respondiéndole: “Somos de Morón de la Frontera”.

La entrada nos acerca hacia el “Patio de Armas” donde se encuentra una fuente de piedra, en cuya parte central destaca un azulejo mosaico con el castillo de Almodóvar. Nuestra retina capta al instante la “Torre del Homenaje” desde cuya parte más elevada se observa una bella panorámica de la fortaleza en su conjunto junto a la ribera Wad al-kabir, navegable en tiempos pretéritos. Es cierto que pasear por las murallas, torreones y adarves nos hace retroceder en el tiempo.


La Torre del Homenaje es una imponente torre albarrana cuya altura es de 33 metros, siendo la más alta de dicha fortaleza. Fue construida durante el siglo XIV y es la más grande de la provincia de Córdoba tras el castillo de Belalcázar. 

La Torre del Homenaje está formada por 4 cuerpos: 

En el sótano se encuentra la lúgubre mazmorra. Encima se encuentra la sala de castigo de forma octogonal y escasa luz. En la parte intermedia de planta cuadrada se realizaba el pleito del homenaje como ritual más importante del castillo. Por último, el cuerpo superior es la azotea de la torre, el principal punto de vigilancia de la fortaleza. 

Desde el punto de vista artístico, cabe destacar la bóveda octogonal sobre pechinas realizada en piedras molinaza de Montoro. Y desde el punto de vista histórico, hacer mención especial al escudo de Castilla y León labrado sobre la puerta de entrada que data de la época de Alfonso XI.


Siguiendo nuestra ruta por la Torre Redonda, encintada con ladrillos, se puede contemplar el Pleito Homenaje o acto de vasallaje. 




El pleito del homenaje era un fuerte vínculo entre el señor y su vasallo. Mediante una especie de contrato feudal el vasallo como hombre libre entra al servicio de su señor al que juraba fidelidad mientras que el señor le proporcionaba protección en una ceremonia denominada “Homenaje”. De ahí proviene el nombre de las Torres del Homenaje porque en ellas se realizaba dicha ceremonia que consistía en tres etapas:

Homenaje (sumisión), Fe (jurar ante la Biblia o reliquia de algún santo) e Investidura.

Tras la ceremonia el vasallo tiene la obligación en caso necesario, de presentarse ante su señor con armadura, escuderos y una pequeña tropa, todo pagado por él.

Por unas sinuosas escaleras descendimos a la mazmorra que era la sala de castigo. Posee un agujero en el centro con una profundidad de 8 metros, siendo el único medio de acceso una cadena de hierro que pende del techo. Los muros de piedra tienen un grosor de 2,40 a 3.50 metros.

La segunda línea defensiva de la fortaleza denominada “Adarve del Revolcadero” comunica el patio interior con el Torreón del Moro y con la puerta original de la entrada al castillo. Allí se encuentra un gran matacán por el cual se lanzaba aceite o agua hirviendo, fuego e incluso piedras para impedir el ataque del enemigo.

Paseando entre los adarves llegamos al “Torreón del Moro”, por sus arcos de herradura en sus ventanales, tan asimilados a la construcción morisca en España. Además de cumplir las funciones propias de una torre, cumplía una segunda función, la de vigilancia de la zona intermedia del recinto fortificado. Entre líneas defensivas y adarves llegamos a la “Torre Cuadrada”. Junto a ésta se encuentra una pequeña muestra de la evolución de las espadas con el paso de los años. Algunas existieron y otras pertenecen a la literatura o a la mitología.



Las espadas primitivas estaban hechas de piedra, hueso o madera. Las espadas de bronce ya eran conocidas por los egipcios en el 2.000 a.C. Posteriormente se descubrieron las espadas realizadas en hierro que eran más duras y resistentes, hasta que se perfeccionaron las espadas de acero. Siempre ha sido un arma personal, efectivas sólo en combate cuerpo a cuerpo. También se utilizaban en los juramentos de honor o lealtad y tenía un significado de rendición, sumisión o de degradación, si se producía su ruptura. 

Destacan la “Tizona” y “Colada”, que pertenecieron al caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como “El Cid Campeador”, prototipo de caballero que participara con Alfonso VI en la conquista de Toledo (1085) y en la conquista del Reino de Valencia (1094).

El alfanje proviene del árabe hispánico “al-janyar”, que significa puñal. Una espada de hoja ancha y curva, con filo en un solo lado, que se empleó en la Península Ibérica durante la Edad Media y hasta el Renacimiento. También había réplicas de la espada vikinga, falcata o espada ibérica por excelencia, la espada de los templarios. 

La orden del temple fue fundada en 1118 para asegurar la custodia de los Santos Lugares y proteger las rutas de peregrinación. Los caballeros templarios se consideraban Caballeros de Dios, honra de la Iglesia y de la Cristiandad. Nuestra retina capta en un escenario idóneo la espada escocesa, la del Almirante Colon, el mandoble de los Reyes Católicos o el mandoble de Carlos V entre otras réplicas interesantes.




La Torre del Maestre tiene 27 metros de altura. En su interior se encuentra el “Palacio Neogótico” del Conde de Torralva.

El esplendor que goza el castillo en la actualidad se le debe al interés por la historia y la cultura que demostró D. Rafael Desmaissiéres y Faria, XII Conde de Torralva, autor de la mayor de las restauraciones habidas en el castillo de Almodóvar llevadas a cabo entre los años 1902 y 1936. Llegó a convertirlo en uno de los castillos mejor conservados de Andalucía y uno de los más bellos de España. Cuatro años antes del fin de la restauración, el Conde de Torralva falleció y no pudo ver cumplido el mayor de sus sueños, poder vivir en esta impresionante fortaleza.

La Torre de Escucha es la más pequeña del recinto con un importante papel en la vigilancia nocturna, avisando de la existencia de ruidos sospechosos. Se construyó en el periodo almohade, en el siglo XII. 

Sin olvidar la “Torre de las Campanas” o “de la Miga”, la “Torre de las Cenizas”. Todas ellas hacen en su conjunto que este magnífico castillo sea considerado un auténtico escenario de cine donde Ava Gadner y Omar Sharif rodaran la película “Harem” en 1986.

Durante la Edad Media, el patio de armas estaba lleno de construcciones de madera que servían de alojamiento de la tropa. En tiempos de guerra, la población se refugiaba entre sus muros. Para solucionar el abastecimiento de agua en las épocas de asedio, se construyeron dos aljibes. Uno situado en la plaza de armas y otro, a mayor altura, situado frente al Revolcadero. Ambos suman aprox. 300.000 litros, siendo el de mayor capacidad el situado en la Plaza de Armas.


Junto al campo de liza nos encontramos la capilla, la taberna, el armero y el vestidor del rey. Muy cerca del patio de armas se encuentra el campo de liza donde se observa el armero, un lugar del castillo de fácil acceso para la tropa y custodiado por oficiales y guardias que estaba destinado a guardar todo tipo de armas y municiones que se utilizaba también como taller de reparación de armas. Allí se fabricaban los yelmos calentando las láminas de metal para darle forma con el martillo y el fuego sobre un molde. 

El castillo tenía una poterna o salida de emergencia que comunicaba el Castillo con el cerro sin necesidad de pasar por la puerta de entrada.


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A pocas leguas del castillo de la antigua Al-Mudawar se encuentran las ruinas de la mítica Medina al-Zahra, muy cerca de la antigua Córduba musulmana. De nuevo enarbolamos nuestras naves para deleitarnos en su museo y posteriormente visitar la ciudad brillante de Abderramán III en honor a su favorita Zahra. 


Pero eso formará parte de otra historia que compartiré con los amigos. 


Desde el castillo de la antigua al-Mudawar entre murallas, torres y pabellones que parecen salidos de un cuento, para el blog de mis culpas...

Foto: Manolo Muñoz Sousa

miércoles, 25 de mayo de 2016

“Últimos días en Colliure, 1939 y otros estudios breves sobre Antonio Machado” por Jacques Issorel


Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
“Caminante no hay camino,
Se hace camino al andar…”

Fue una clara tarde, casi del lento verano. La fuente de la Fundación Fernando Villalón vertía sobre el mármol blanco su monotona cadencia de agua mientras Jacques Issorel -hablando en perfecto castellano- estimulaba nuestros tímpanos con su clase magistral. Sin duda alguna, un acto relevante en la vida cultural de mi pueblo, ubicado en la frontera de su propia esperanza.

El pasado lunes 23 de mayo de 2016 tuvimos la satisfacción de asistir en el patio de la Casa de la Cultura de Morón de la Frontera -antigua casa de don Jerónimo Villalón-Daóiz Halcón, hermano del ilustre poeta don Fernando Villalón-, a un acto significativo en la vida cultural de Morón. La presentación del libro “Últimos días en Colliure, 1939 y otros estudios breves sobre Antonio Machado” (Editorial Renacimiento, 2016) por el conocido hispanista francés Jacques Issorel, catedrático emérito de la Universidad “Vía Domitia” de Perpiñán (Francia), que no dejó indiferente a ninguno de los allí asistentes. 

Jacques Issorel es profesor de lengua y literatura española en la Universidad de Perpiñán desde 1971. Visita Morón por vez primera en el año 1977.

El acto cultural estuvo presentado por Juan Diego Mata, director de la Biblioteca Pública Municipal “Cristóbal Bermúdez Plata” quien elogió la figura y obra de Jacques Issorel, conocido en Morón de la Frontera por ser un gran conocedor y divulgador de la vida y obra del poeta de “Andalucía la Baja”, Fernando Villalón. Una parte importante de la obra de Jacques Issorel se ha dedicado al proceso de elevar la indiscutible talla del poeta Fernando Villalón situándolo en el mapa de la gran poesía española de la Edad de Plata.


Comenzó el acto Jacques Issorel con una breve biografía sobre el poeta Antonio Machado destacando que durante sus 64 años tuvo varias fechas importantes en su vida en las que fue evolucionando, pasando de ser un bohemio parisino en su primera época hasta llegar a ser un escritor comprometido. 

Anterior a 1904 Antonio Machado tuvo una vida de bohemia con su hermano Manuel, traductor de la Editorial Garnier. En esos años escribiría en la revista satírica “La Caricatura”. Antonio Machado frecuenta con asiduidad la Biblioteca Nacional en París casi todos los días de la semana, leyendo a los clásicos como Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, etcétera.

Antonio Machado obtiene el grado de bachiller a los 25 años. Tardó tanto en acabarlo debido a que la enseñanza tradicional no le interesaba en absoluto, después de haber pasado antes por la Institución Libre de Enseñanza.

En 1903 publica Soledades escrito en 1902. El año 1904 será una fecha clave a sus 29 años, desde el punto de vista humano y económico. Muere su abuela en 1904 y la economía de los Machado se resiente al encontrarse sin ingresos para vivir. El poeta expresa su malestar, su deseo de amor frustrado.

Desde el punto de vista literario e intelectual publica una reseña de "Alias Tristes" de Juan Ramón Jiménez.

…yo no puedo aceptar que el poeta sea un hombre estéril que huya de la vida para forjarse quiméricamente una vida mejor en que gozar de la contemplación de sí mismo. Y he añadido, ¿no seríamos capaces de soñar con los ojos abiertos en la vida activa, en la vida militante?...

Antonio Machado en 1904 le manifiesta por carta a Unamuno que el poeta si se dedica solo a su mundo interior se convierte en un hombre estéril. Será a partir esa fecha cuando Antonio Machado esté preparado para saltar la tapia de su corral. A partir de esta reseña, los avatares de la vida le llevan a una completa madurez.

Otra fecha clave será 1907 cuando en abril va a Soria y descubre la belleza de la primavera en el paisaje castellano. Escribe “A orillas del Duero” y el poema “Acacias” donde se rebela su estado de ánimo.

Será a partir de 1907 cuando entrelaza poesía y militancia que unas veces confluyen y otras derivan por distintos derroteros. El amor dinamiza y fortalece al poeta en su nueva vida. Su militancia a través de la pluma literaria comienza con el primer escrito de Antonio Machado en Soria “Nuestro patriotismo y la marcha de Cádiz”.

Castilla miserable, ayer dominadora, 
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora...
Somos los hijos de una tierra pobre e ignorante, 
de una tierra donde todo está por hacer...

Sabemos que no es patria el suelo que se pisa,
sino el suelo que se labra;…

Pero Leonor muere en 1912 y Antonio pide el traslado a Baeza (1912-1919).

Campos de Castilla se publicaría en 1912

Del pasado efímero 

…Este hombre no es de ayer ni es de mañana, 
sino de nunca; de la cepa hispana 
no es el fruto maduro ni podrido, 
es una fruta vana 
de aquella España que pasó y no ha sido, 
esa que hoy tiene la cabeza cana.


Y del mañana efímero

La España de charanga y pandereta
cerrado y sacristía,
devota de Frasquelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,…

Hasta ahora la militancia había sido literaria pero a partir de ahora comienza su compromiso con la Liga Educación política española de Ortega y Gasset (1914). Será el primer eslabón de una larga cadena de compromisos de afirmar sus convicciones republicanas ante sus enemigos.

En 1914 se produce la I Guerra Mundial. España fue neutral, pero el conflicto acentúa el enfrentamiento en España entre derechas e izquierdas.

Las izquierdas eran aliadófilos (derecho, libertad, la razón).

Las derechas eran germanófilas porque veían el modelo de la derecha tradicional “disciplina, orden, autoridad”. 

En los últimos meses del año 1919 un grupo de intelectuales segovianos, a los que se une Antonio Machado, crearon la Universidad Popular Segoviana con el fin de acercar la cultura al pueblo, realizando cursillos para los obreros y criadas (analfabetos) dando clases gratuitas. Entre 1919 y 1931 crea en Segovia junto a otros la Liga de los Derechos Humanos y lo nombraron presidente. 

Otra vez aparece Antonio Machado en primera fila y su nombre aparece en los miles de periódicos.

Antonio Machado no es ajeno a la complicada situación que atraviesa el país. Todo lo contrario, se implica con otros intelectuales en multitud de actos e iniciativas que buscan la defensa de los derechos y libertades que están siendo vulnerados o sacrificados en pro del orden. Así, el 4 de marzo de 1922 firma el manifiesto de la Liga española para la Defensa de los Derechos del Hombre. Machado será el Presidente de la delegación segoviana de la Liga.

Los acontecimientos políticos y sociales siguen preocupando a Machado y a la intelectualidad de la época. El 11 de febrero de 1926, Machado firma el manifiesto de la Alianza Republicana con el objetivo común de poner fin a la Dictadura de Primo de Rivera y a la monarquía. Al manifiesto se adhirieron personalidades de diversa procedencia como Blasco Ibáñez, Marañón, Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset y Unamuno.

El 31 de julio en plena Guerra Civil, Antonio Machado participa en un Manifiesto publicado en el diario “Sol” a favor del pueblo y de la República en defensa de las libertades y contra el fascismo tanto en España como en el extranjero.

En 1936 Antonio quiere permanecer en Madrid pero ya le faltan las fuerzas.

¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas.

Madrid, 7 de noviembre de 1936.

Cuando el 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil española, Antonio Machado reside en Madrid con su madre Ana Ruiz, su hermano José y su esposa Matea Monedero junto a sus tres hijas. 

Desde el año 1931 enseña francés en el Instituto Calderón de la Barca y más adelante en el Instituto Cervantes.

En el otoño, cediendo a las amistosas presiones de León Felipe y Rafael Alberti, consiente en abandonar la capital asediada y bombardeada por las tropas franquistas.

Antonio viejo y cansado publica solo en La Vanguardia veintinueve artículos, lo que demuestra su gran generosidad. Al mismo tiempo realiza discursos en la radio.

El viernes 16 de julio de 1937 se publica en la portada de La Vanguardia “El poeta y el pueblo”, un discurso de Antonio Machado para el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas celebrado en Valencia.

Se puede observar que Antonio Machado siempre estuvo sin vacilar al lado del gobierno republicano. A lo largo de sus 35 años de vida creativa siempre fue coherente con sus actos.

Según su biógrafo Ian Gibson

Su nombre queda limpio y glorioso ante la historia.

Foto. Fundación Fernando Villalón

Después de realizar una breve biografía sobre Antonio Machado, Jacques Issorel hizo referencia a su libro comentando que ha sido el resultado del azar y de la necesidad de escribir todos estos recuerdos para poder transmitirlos.

En este libro se relatan los últimos veintiséis días de la vida del poeta en el Hotel Bougnol-Quintana, rodeado del cariño de la dueña del hotel, Pauline Quintana y de los habitantes del pueblecito catalán como Juliette Figuéres y Jacques Baills, testigos directos, cuyos testimonios presenta Jacques Issorel a fin de componer un detallado informe de los últimos pasos del poeta en Collioure que coincide con la derrota republicana.

En abril de 1938, las autoridades republicanas ruegan al poeta que abandone Valencia y se refugie en Barcelona, donde permanecerá con su familia hasta enero de 1939. El 15 de enero de 1939, las tropas "nacionalistas" toman Tarragona. Barcelona está amenazada y comienza el terrible éxodo de 500.000 españoles republicanos que huían ante el avance de las tropas franquistas en medio de la confusión y la desesperación.



El 22 de enero, tres días antes de la caída de la capital catalana, Machado y su familia forman parte del convoy que se dirige a la frontera francesa. La noche del día 27 atraviesan Port Bou bajo la lluvia. En la estación de Cerbére extenuados y tiritando de frío, pasan la primera noche en tierra francesa en un vagón olvidado en una vía muerta. Al día siguiente, el 28 de enero, la familia Machado toma el tren hasta Collioure acompañados de Corpus Barga. La madre de Machado preguntaba al oído a Corpus Barga:

“¿Llegamos pronto a Sevilla?.”

Llegó a Collioure el poeta con su anciana madre, su hermano José y la esposa de éste, Matea Monedero, un 28 de enero de 1939. Jacques Baills jefe de la estación de Perpiñán vio llegar el 28 de enero de 1939 a cuatro personas vestidas de negro en el andén. Allí conoció a Antonio Machado. Le preguntaron si conocía un hotel y éste le señaló el Hotel Quintana donde se alojaba. Jacques Baills llevaba a su madre en brazos. Cuando llegaron observó el nombre de Antonio Machado en la lista del hotel y le preguntó si era el poeta que había leído.

Me atreví a preguntarle si el profesor que estaba en el hotel era Antonio Machado, el poeta que conocía. Y entonces sin darse importancia ni nada, sin ni siquiera sonreir, me dijo:

-Sí, soy yo”
Jacques Baills


"De repente Baills se vio enfrente de un poeta cuyos poemas había copiado a mano en su cuaderno de alumno de clases nocturnas para adultos, que se había aprendido de memoria».

Por primera vez desde que salieron de Barcelona, Machado y su familia duermen en una cama en el Hotel Bougnol-Quintana. Los sufrimientos físicos y morales que tuvo que soportar Antonio Machado desde que salió de Madrid agravaron una salud ya precaria. Gran fumador, enfermo de corazón, el poeta ve con toda claridad que tiene un organismo gastado y que carecían de todo al llegar a Francia.

Monumento a Antonio Machado en Baeza

Antonio Machado muere el 22 de febrero de 1939, a las tres y media de la tarde. El entierro del poeta sería al día siguiente, 23 de febrero. Cuando se bajo a Antonio Machado de la habitación donde estaba para llevarlo al cementerio, el ataúd estaba envuelto en una bandera republicana. Mientras tanto se había corrido la voz de que había muerto Antonio Machado. Aunque la gente no lo conocía, se sabía que acababa de desaparecer uno de los más grandes poetas de la España republicana. El féretro sería llevado a hombros hasta el cementerio por algunos milicianos de la Segunda Brigada de Caballería “Andalucía”.



Su humilde entierro estuvo a la altura de la humildad de un hombre íntegro, siempre ligero de equipaje.

Una familia amiga de Madame Quintana (Marie Deboher) cedió un panteón para que enterraran provisionalmente a Antonio Machado. Su madre Ana Ruiz moriría tres días después. Será enterrada provisionalmente en una fosa municipal del cementerio de Collioure. 

Pero en el año 1945 la familia necesitó usar dicho panteón y el comité de Antonio Machado del que Jacques Baills era tesorero, «decidió entonces lanzar una suscripción a fin de que se construyera una tumba para el poeta y su madre».


Al carecer de tumba propia el poeta, el Comité de Antonio Machado, Josep María Corredor y Pablo Casals se interesaron por el asunto y en 1957 lanzaron un llamamiento a través de una suscripción popular para que se construyera una tumba digna para el poeta en Colliure. Afluyeron donativos del mundo entero. El Ayuntamiento de Collioure cedió gratuitamente el terreno en el que fue construida la tumba. 


Tras la construcción de la tumba, Machado y su madre pudieron reposar, el uno junto al otro, en el cementerio de Collioure donde siempre ha permanecido vivo el recuerdo de Antonio Machado como símbolo de la España republicana vencida y exiliada. 

El traslado de los restos mortales de Antonio Machado y su madre, tuvo lugar el 16 de julio de 1958.

La guerra Civil española supuso una enorme ruptura en el desarrollo de la vida española que contribuyó a ahondar las diferencias ideológicas de su tiempo. En España se jugaba el futuro de las democracias europeas ante el empuje del nazismo y fascismo. Pero las potencias occidentales no tuvieron altura de miras al darse cuenta demasiado tarde de que la Guerra Civil española resultaría el detonante de lo que ellos sufrirían después en sus carnes con el nazismo en la II Guerra Mundial.

Josep María Corredor le comentó a Jacques Issorel que había en Perpiñán un señor que había tratado a Antonio Machado en Collioure durante la breve estancia del poeta en el Hotel Bougnol-Quintana. Gracias a Josep María, conocería días después a Jacques Baills, el antiguo jefe suplente de la estación de Collioure que vio bajar del tren de las cinco y media de la tarde, procedente de Cerbére, aquel 28 de enero de 1939 a Antonio Machado. Su madre, Ana Ruiz, su hermano José y Matea, la esposa de este. Baills les orientó hacia el Hotel Pauline Quintana, donde él mismo se alojaba.

Casi ochenta años después de la muerte del poeta Antonio Machado su obra y su vida permanecen intactas. A comienzo de los años 80, a iniciativa de Manolo Valiente, un artista "moronense" exiliado en Francia, la Fundación Antonio Machado de Colliure decide colocar un buzón sobre la tumba del ilustre poeta para conservar todos los testimonios de admiración. Cada año la Fundación Antonio Machado conmemora el domingo más próximo al 22 de febrero, el recuerdo de la muerte del poeta.

Existen unos sólidos lazos entrelazados entre Colliure y nuestro poeta Antonio Machado que han convertido al pequeño pueblo francés en un centro de peregrinación de admiradores del poeta que moviliza a los hijos de los republicanos, a profesores y alumnos o turistas para dejar simplemente unas flores, unas estrofas, cartas y mensajes en el mítico buzón, que lee y archiva la Fundación Antonio Machado de Collioure con el objetivo de mantener vivo el recuerdo del poeta, su obra y pensamiento.

La Fundación Antonio Machado de Collioure fue creada en 1977 a iniciativa de Monique Alonso, Antonio Gardó y Manolo Valiente (1908-1991) siendo presidida por el alcalde de Collioure. La Fundación conserva y archiva todas las cartas y documentos que recibe el buzón situado en su tumba de Colliure.




Antonio Machado escribiría en Collioure un solo verso y anotó en inglés el comienzo del monólogo de Hamlet "To be or not to be" sobre un papel arrugado que su hermano José encontró en el bolsillo del gabán varios días después.

El autor del libro analiza ese último verso que Machado escribió antes de morir. Un solo verso, tan rico y tan expresivo que es todo un poema.

“Estos días azules y este sol de la infancia”.

Terminó la presentación del libro con el apartado de “ruegos y preguntas” comentando Jacques Issorel sobre las tentativas de repatriar los restos del poeta Antonio Machado a España que han fracasado a causa de la oposición de José Machado y posteriormente de los depositarios del poder que les dejó el hermano del poeta.

“Nosotros (José Machado) nos oponemos a todo traslado de estos dos cuerpos a España como una disposición contraria en el actual estado de cosas a los sentimientos que impulsaron a Antonio Machado y a Ana Ruiz a desterrarse.


El epílogo del acto cultural concluyó con la firma de ejemplares “Últimos Días en Collioure, 1939 y otros estudios breves sobre Antonio Machado” por parte de su autor Jacques Issorel.

A Antonio Machado, hombre íntegro, decente y siempre ligero de equipaje le gustaba viajar en un vagón de tercera. Sin embargo Sevilla, Soria, Baeza, Segovia, Madrid, Rocafort y Colliure serán siempre lugares de primera en los grandes lugares machadianos.




Conocer nuevos testimonios sobre la vida y obra de nuestro poeta nacional don Antonio Machado reactiva y nutre nuestro apetito cultural. Su legado nos pertenece a todos cuya muerte prematura en palabras del escritor Caballero Bonald supuso “la desaparición dramática de un hombre decente”.

Ahora nos queda pasar unas horas en compañía de uno de los escritores líricos más importantes de España don Antonio Machado, gracias a Jacques Issorel.

Desde la Fundación Fernando Villalón, con Jacques Issorel para el blog de mis culpas...



P.D. Para mí ha sido una inmensa satisfacción que Jacques Issorel -al que tuve la satisfacción de conocer esa misma tarde del 23 de mayo de 2016-, me dedicara un ejemplar de su libro "Últimos días en Colliure, 1939 y otros estudios breves sobre Antonio Machado”. 

He pasado leyendo unas gratas horas en compañía de una de las más bellas voces líricas de España. Un hombre bueno, íntegro y comprometido con la España republicana hasta sus últimas consecuencias, lo que le ha convertido en el símbolo de una de las dos Españas, vencida y exiliada con el cruel desgarro que provoca ese dolor lacerante del exilio que helara el corazón para siempre a una de las dos Españas y  que como decía Rafael Alberti: 

"La Guerra Civil española no es solo una página capital de la historia moderna sino una de las claves históricas del presente y del futuro de España. La actual democracia le debe mucho al dolor de esas heridas".

Tal vez sea cierto que en su último verso tan expresivo “Estos días azules y este sol de la infancia”, se reúnan el alfa y el omega, Sevilla y Collioure, como el espléndido adiós de un poeta comprometido hasta sus últimas consecuencias y que descansa en Collioure, donde le llevó su destino.

¡Gracias, Jacques Issorel!, por su conferencia magistral que nos ha acercado un poco más la vida y obra de nuestro querido poeta don Antonio Machado, siempre "ligero de equipaje".

¡Qué grata tarde, la de aquel día 23 de mayo de 2016 en la Casa de la Cultura de Morón, antigua casa de don Jerónimo Villalón-Daóiz Halcón, hermano del ilustre poeta don Fernando Villalón-. Sin duda alguna, un acto significativo en la vida cultural de mi pueblo ¡Morón!, situado en la frontera de su propia esperanza!...





…Usted no es de “los ríos
que fueron al mar,
que es el morir”.

Usted, Don Antonio, es
de los ríos que van
a la Eternidad, que
es el vivir.


Manolo Valiente







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viernes, 13 de mayo de 2016

En busca de las huellas de don Antonio Machado



Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales.
Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así
tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.

Antonio Machado

Decía el gran cantautor Paco Ibáñez que tan magistralmente se ha inspirado en las poesías de Luís de Góngora, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti, Luís Cernuda, León Felipe, Miguel Hernández, etcétera…

“Si una canción, una puesta de sol o unos versos te siguen emocionando, entonces estás vivo”.

Desde la tierra de Villalón, de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza, emprendemos nuestra propia ruta machadiana -intentando hacer camino al andar-, en busca de esa enorme huella que nos dejó como legado ético nuestro gran poeta de la "Generación del 98". 

Se conoce como la "Generación del 98" a un grupo de escritores nacidos entre 1864 y 1876 que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social que desencadenó la pérdida de los últimos jirones de nuestro imperio (Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898). Muchos intelectuales sintieron aquella derrota como una humillación y como un fracaso político. De aquel año 1898 viene el dicho "Más se perdió en Cuba".

Si la batalla de Trafalgar -21 de octubre de 1805-, trajo como "efecto colateral" que España pasara a un segundo plano al dejar de ser hegemónica en los mares del mundo dejando el liderazgo a la marina inglesa, el año 1898 con la guerra con Estados Unidos fue el epílogo definitivo del imperio más grande y frágil que jamás haya existido.

Sin embargo, el año 1898 es testigo del nacimiento de Federico García Lorca, considerado uno de los mejores poetas y dramaturgos del siglo XX.

Don Antonio Machado siempre ligero de equipaje murió hacia el exilio “casi desnudo, como los hijos de la mar”. El autor de Campos de Castilla fue un ejemplo de honestidad e integridad humana y ética con mayúsculas, síntesis de la cultura y antítesis de la guerra cuya vida y obra que al igual que Federico García Lorca, Miguel Hernández y Juan Ramón Jiménez, más allá de la poesía compartían su lealtad a la República pagando un altísimo precio al ser represaliados con el exilio, la cárcel o la muerte. 

Por tanto, han pasado por derecho propio a la Memoria Colectiva del pueblo español, -esa que permanece perenne y que no puede ser adulterada por substratos o reminiscencias ideológicas almacenados en los pozos de la historia-. 

Las huellas de Antonio Machado proyectan gratas sensaciones que nos transmite el alma del poeta y mejor persona, que llegó a ser en el buen sentido de la palabra, un hombre bueno.

La vida de Antonio Machado es un ejemplo de integridad humana; fue una vida llena de soledades acompañadas de las penurias de un docente en aquéllos tiempos pretéritos, al que la trágica Guerra Civil le desgarró el alma -como a decenas de miles de personas-, con un dolor lacerante en su corazón acompañado de la enfermedad y el exilio cuyas trágicas consecuencias fueron su propia muerte y la de su madre Ana Ruiz, en Colliure.



Se percibe cierta emoción al encontrarnos por vez primera en el patio de los limoneros (Palacio de las Dueñas) donde dejó reflejada su infancia en sus bellos poemas; el aula donde impartió sus clases en Soria, Baeza, Segovia y su triste destino en Colliure, en un largo peregrinar hacia la mar.

En Colliure se encuentran los restos mortales de Antonio Machado. Su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinación para admiradores del poeta y republicanos españoles -como si de un "santo laico" se tratara-. 

Los últimos días de Antonio Machado simbolizan también la derrota de la Segunda República en la Guerra Civil.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.


…Comenzamos nuestra ruta visitando el jardín de los limoneros en el Palacio de las Dueñas de Sevilla, un bello lugar donde se rezumen los efluvios de su infancia, inmortalizado en sus famosos versos.

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.



Los primeros años en Sevilla de nuestro inmortal poeta Antonio Machado transcurren en una de las viviendas del célebre Palacio de las Dueñas, -sito en la calle del mismo nombre-, junto a sus padres y abuelos. Fue el segundo de cinco hermanos; su padre era flamencólogo y su abuelo médico y profesor. En 1881 su padre publica la “Colección de cantes flamencos”, bajo el pseudónimo de Demófilo.

Pila bautismal en la iglesia San Juan de la Palma de Sevilla, donde fueran bautizados los poetas Manuel y Antonio Machado.


Portada de la Iglesia gótico-mudéjar, en San Juan de la Palma, en Sevilla


Mientras tanto, Antonio Machado y su hermano Manuel acuden a la escuela de párvulos de don Antonio Sánchez. Los recuerdos de Antonio en su ciudad natal son todos infantiles.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Machado fue un poeta comprometido, universal y uno de los más importantes de la Generación del 98. Nació en el mismo palacio, como recuerda una lápida colocada por el ayuntamiento de Sevilla en el año 1985, en la galería del patio principal:



“En una vivienda de este palacio nació el 26 de julio de 1875 el poeta Antonio Machado. Aquí conoció la luz, el huerto claro, la fuente y el limonero. Ayuntamiento de Sevilla, 1985”.

En 1883 la familia de Antonio Machado decide trasladarse a Madrid porque a su abuelo Antonio Machado y Núñez le han concedido una cátedra en la Universidad Central, fijando su nueva residencia en la calle Claudio Coello. Pronto irá a la Institución Libre de Enseñanza, muy distinta de la escuela sevillana recordada por el poeta.

Los profesores de la Institución Libre de Enseñanza -que fuera fundada por Francisco Giner de los Ríos en 1876-, tienen un trato cercano con los alumnos. No se aprende de memoria sino a través de la observación y del diálogo socrático. No hay exámenes siendo frecuentes las excursiones y salidas al campo, ciudades y pueblos cercanos a Madrid. Todo era pedagogía. Antonio Machado recordaría siempre con afecto su paso por la Institución Libre de Enseñanza. 

En Madrid, Antonio Machado recordaría siempre con afecto su paso por la Institución Libre de Enseñanza donde se educó y a cuyos maestros siempre guardó vivo afecto y profunda gratitud -Joaquín Sama, Manuel Bartolomé Cossío pero sobre todo, el fundador y alma de la Institución, don Francisco Giner de los Ríos, catedrático de Derecho y amigo de su padre, que no desdeñaba en dar clases a párvulos y bachilleres, pues estaba convencido de que el porvenir de España se ventilaba en la escuela-. 

Con la Institución Libre de Enseñanza descubriría Antonio Machado la Sierra de Guadarrama. En su elegía al maestro Giner, en 1915:

Allí el maestro un día
soñaba un nuevo florecer de España.


De aquella época data su amistad con intelectuales como Federico García Lorca y la intensa correspondencia que mantuvo con Miguel de Unamuno. A la muerte de don Francisco Giner de los Ríos, Machado le dedicó un bello poema “el viejo alegre de la vida santa”. En un artículo de 1905 escribió:

“…Los párvulos aguardábamos, jugando en el jardín de la Institución, al maestro querido. Cuando aparecía don Francisco, corríamos a él con infantil algazara y lo llevábamos en volandas hasta la puerta de la clase…En su clase de párvulos como en su cátedra universitaria, don Francisco se sentaba siempre entre sus alumnos y trabajaba con ellos familiar y amorosamente. El respeto lo poníamos los niños o los hombres que congregaba el maestro en torno suyo. Su modo de enseñar era el socrático, el diálogo sencillo y persuasivo. Estimulaba el alma de sus discípulos –de los hombres o de los niños- para que la ciencia fuese pensada, vivida por ellos mismos”.

Instituto San Isidro en Madrid. Foto: Cristóbal Manuel

En junio de 1899 realiza su primer viaje al París de la pintura impresionista. Allí traba amistad con Oscar Wilde y Pío Baroja. En 1902 realiza su segundo viaje a París, donde conoce al poeta consagrado Ruben Darío. A su regreso comienza su amistad con Juan Ramón Jiménez.


Pero Antonio Machado siente nostalgia de Madrid y vuelve preocupado por su futuro. Tiene veinticinco años y aún no es ni siquiera Bachiller cuando su hermano era ya licenciado en Filosofía y Letras.

Después de haber realizado sus primeros estudios en la Institución Libre de Enseñanza, comienza sus estudios de bachillerato como alumno libre en 1889 en el Instituto de San Isidro y al año siguiente en el Instituto Cardenal Cisneros que no concluirá hasta once años después, en 1900. El 25 de septiembre de 1900, consigue su título y se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid.

“Mi adolescencia y mi juventud son madrileñas”.

En 1901 aparecen sus primeros poemas publicados en la revista modernista "Electra". A primeros de agosto de 1902, Antonio regresa a Madrid y a finales de enero de 1903 aparece la primera edición de "Soledades", primer libro de poesías de Antonio Machado.

En 1906 prepara las oposiciones a la cátedra de francés de instituto de segunda enseñanza.

En abril de 1907 obtiene una de las cátedras de francés y elige Soria. El 1 de mayo toma posesión de la cátedra tras una breve visita a la ciudad del Duero y a su regreso escribe el poema "A orillas del Duero". Ese mismo año se publican "Soledades, Galerías y otros poemas".


Desde el Palacio de las Dueñas en Sevilla -donde Antonio Machado pasara su infancia-, para el Blog de mis culpas...





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