En
la actual era de la información, donde los equipos de cualquier disciplina deportiva tienen su
propia página web con su blog respectivo, sus buenas equipaciones, etcétera, se me viene a la retina del recuerdo aquéllos finales de los años 70 y comienzo de los 80, cuando siendo aún adolescentes y llenos de ilusión por el basket, nos juntábamos en el patio del Colegio Salesianos
de Morón para jugar al baloncesto entre nosotros
los domingos a las diez de la mañana ya que la mayoría estaba estudiando ó trabajando durante la semana. ¡Cómo
disfrutamos! en aquel campo de baloncesto del Colegio Salesianos donde en
la portería del fondo, en el lateral izquierdo existía una gran loza de
cemento levantada donde por desgracia, nos dejábamos alguna que otra
vez nuestros frágiles tobillos.
Una época donde practicábamos baloncesto sin entrenador intentando coordinarnos lo mejor posible entre nosotros hasta que pensamos en federarnos para participar en las competiciones provinciales. Los primeros jugadores éramos socios del equipo para poder contribuir en la medida de lo posible a pagar el gasolil de los coches que siempre nos llevaban -uno era el seat 1500 de nuestro jugador Jerónimo Clavijo que tenía carnet de conducir en aquéllos tiempos-. Recuerdo con cariño a Jerónimo, Paco
Martín, Antonio Ramón, Jesús Escalera -máximo encestador provincial-, Antonio Rivero, José Ramón,
Cristian, Rodri, Eduardo, Antonio Guillén y el que escribe estas letrillas en el blog de mis culpas para rendir, si se me permite un merecido homenaje con letras mayúsculas a aquéllos pioneros del basket federado. Grupo al que posteriormente se unió Luís
Illera, Joaquín Ramos, Jerónimo Retamal, Joaquín González, etcétera.¡No me quiero dejar a nadie sin nombrar!.
El primer
nombre que tuvo el club aunque por poco tiempo fue el de Morón
Círculo Mercantil, pero a los pocos días nos comunica su frágil directiva que
sólo nos podían dar ayuda moral (en aquel entonces ya contábamos con dos
curas en el equipo Miguel Ángel y Luís Illera, así que de moral
estabamos completos), ya que no tenían dinero ni para el combustible ni
para los árbitros, con lo que aquellas ilusiones se vinieron abajo.
Pero
la fuerza de aquel equipo con su ilusión correspondiente sorteó los
obstáculos y siguió adelante. Fuimos al programa de deportes de
Radio-Morón, cadena SER con el emérito locutor José Luís García Suárez a
lanzar un S.O.S. por las ondas y nos llamó Joaquín, entonces propietario de Deportes-Bar La Mora del barrio de Santa María para facilitarnos una
equipación para salir dignamente a las canchas provinciales ya que cada uno de nosotros tenía un pantalón corto de diferente color. Aquel año,
con toda la inexperiencia quedamos quinto clasificado ganando el primer partido al Jenofonte de Carmona, pero lo más
importante fue que el C.D. Arunci-como se llamó posteriormente-, sembró aquélla semilla que recogió convenientemente el actual Club Baloncesto Morón para llevar el
nombre de nuestra ciudad a cotas inimaginables, de la que
muchos ex jugadores de baloncesto del antiguo C.D. Arunci son testigos al estar en la actual directiva.
Eran
tiempos donde teníamos que esperar en invierno con el frío de enero incluso hasta las nueve de la noche para poder entrenar a baloncesto ya que el futbol sala dominaba la
esfera del deporte local. No existía marcador electrónico, sólo unas páginas de cartulina con el número correspondiente y teníamos que bajar las canastas a mano con un artilugio con manivela colocado en la pared que cuando bajábamos las porterías ya estábamos un poco cansado. Sólo existía un polideportivo con el desaparecido Silverio como cuidador municipal de las instalaciones con sus escasos recursos. Al terminar
los entrenamientos en aquel suelo de lozas de cemento, nos esperaba la ducha de agua helada ya que el agua
caliente brillaba por su ausencia.
Recuerdo el partido de inauguración, que vino el antiguo Caja de Ronda con la Base Naval de Rota y jugamos con el Utrera. Poco a poco se fue identificando el equipo de baloncesto de Morón con su magnífica afición forjada a través de muchos años y que hoy es ejemplo de apoyo incondicional a su equipo, del cual son testigos todos los equipos que nos visitan y reconocen.
Recuerdo que el primer partido que ganamos fue al Jenofonte de Carmona, pero eso no importa, solo por recordarlo.¡Ojalá algún día se le pudiera reconocer -moralmente- a este grupo de adolescentes que se enfrentaron por vez primera al antiguo Militar de Sevilla, Mercantil,
Labradores, Arquitectura, General Maroto, etcétera hoy supera la
mayoría los cuarenta años y algunos los cincuenta, por el Patronato de
Deportes de Morón en su magnífica Gala anual, a aquel equipo su
reconocimiento moral ya que fue la semilla que abrió el camino a las
actuales generaciones de jóvenes para practicar baloncesto en Morón y
que en la actualidad es un magnífico referente del baloncesto en la
comarca, provincia y Andalucía.
Espero que alguien recoja algún día ese reconocimiento moral al antiguo equipo emérito aruncitano, -si lo estima conveniente-, que contribuyó de alguna manera con sus escasos recursos a sembrar aquélla semilla que posteriormente germinó felizmente en el actual Club Baloncesto Morón.
Sin otro particular, un
cordial saludo