martes, 8 de abril de 2014

MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA (1013-2013)



El pasado lunes 7 abril de 2014 tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de la Exposición “MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA” enmarcada en los actos para la celebración del milenio 1013-2013. Una didáctica exposición que ha sido pensada tanto para los escolares como adultos.

Inmediatamente se me viene a la retina del recuerdo aquel término peyorativo escuchado en nuestra infancia no pocas veces, -castillero- para denominar aquéllas las personas que vivían al abrigo del castillo y de sus torres “habitables”, junto a las cuevas y casas humildes de teja vana entre 1842-1967.

Es evidente la alegría que ha causado esa gran quijotada del grupo Trasto Teatro en el intento de fusionar un centro de artes escénicas junto a la Historia con mayúsculas del castillo de Morón que desde tiempos ancestrales ha permanecido en el ostracismo ¡Ojalá la suerte y la ilusión les acompañe en este proyecto!


Una iniciativa que está impregnando en el imaginario colectivo de Morón, frontera de su propia esperanza y que puede servir como punto de partida para la regeneración de una vez por todas de nuestro vestigio arquitectónico más antiguo con el que cuenta Morón.

Tampoco se me olvida aquella interesante conferencia en la Casa de la Cultura aquel desapacible y lluvioso 22 de octubre de 2013 “Morón, Reino de Taifa 1013-2013” por el arabista y profesor de la Universidad de Sevilla, Rafael Valencia Rodríguez que contribuyó de alguna manera para abrir el apetito cultural de cualquier paisano.

Como manifiesta el dramaturgo y moronero Raul Cortés, se trata de un arte que intenta resucitar otro arte, el patrimonial o lo que es lo mismo un enfermo sin recursos cuidando a otro enfermo en “cuidados paliativos” -si se me permite la expresión-, que evite tanta artrosis degenerativa de las torres junto a los escasos lienzos de muralla que aún permanecen milagrosamente erguidos, a pesar de la indiferencia y el olvido de todos, que como efecto colateral ha generado a lo largo de siglos el ostracismo y el destierro de nuestro urbanismo que le ha dado totalmente la espalda por su escasa altura de miras.


Volviendo a la didáctica exposición presentada por Carmen Montero, que nos recuerda que una tribu bereber, los Banu Dammar -de los montes Dammar en Túnez- contaba con las mismas fronteras que en tiempos de la Cora, limitando con los vecinos de Arcos, Ronda, Carmona y el poderoso reino de la antigua Isbiliya.

En el año 1013 ocurre la destrucción de Madinat al-Zahra por el bereber al-Mustain que concede a loz ziríes el territorio de Granada y a los Banu Dammar el de Morón.

En poco más de 50 años, gozó de un esplendor económico, social y cultural, no faltando las intrigas palaciegas. Un reino habitado por un mosaico étnico entre árabes, bereberes, muladíes, mozárabes y judíos, aprendiendo a convivir. Un territorio con personalidad propia entre 1013-1066.


Tras la caída del Califato de Córdoba, cada general se hizo fuerte en su castillo. La seguridad dependía de la diplomacia y del ejército. Durante un tiempo Mawror hizo frente a la antigua Ishbiliya formando una liga con los reinos de taifas de Arcos, Ronda y Granada, pero esta última nos traicionaría.

"En 1053 partimos en comitiva hacia Sevilla siendo encarcelados y asesinados. Sólo sobrevivió el rey de Ronda como ejemplo para los ziríes de Granada".

Manad ben Muhammad, Imad ad-Dawla siguió sufriendo el asedio del soberano Al-Mutadid que incendiaba las cosechas y cercaba el comercio. Su hijo cederá la plaza a cambio de un alojamiento y una pensión. Finaliza aquí la historia del reino de Mawror anexionado definitivamente a Ishbiliya en el año 445 de la Hégira, 1066 de la era cristiana.




Nos recuerda la exposición que la arquitectura islámica era el reflejo de un modo de vivir; simple y sobria al exterior y rica en el interior donde se enmascaraba el uso de materiales pobres. Los musulmanes no conciben elevar una fachada significativa, el esplendor lo dejan para el patio como contemplación. Desde el exterior se observa un alto muro en el que se abre una puerta como único hueco. Unas celosías de madera protegen del exterior las pequeñas ventanas abiertas en la segunda planta. El zaguán, empedrado con cantos rodados, dibuja formas geométricas. Bajo las galerías del patio, están las habitaciones y, en el piso superior, una estrecha escalera de empinados peldaños, nos conduce al espacio de las mujeres.

El patio es el centro de la vivienda, rodeado por unas galerías cuyas columnas sostienen el techo. Una alberca adorna su centro y un surtidor refresca el ambiente. El agua es el elemento más importante en la arquitectura islámica, realzando el esplendor por medio del reflejo en sus albercas que dispersan el sonido y la frescura, por sus canales rehundidos de mármol blanco. Se utilizaban en la arquitectura islámica el arco de herradura, el arco lobulado y los atauriques.



Poseían un complejo sistema agrícola con técnicas de regadío, almacenamiento y transporte de agua a través de acequias de ladrillo o cavadas en la tierra, norias de importación siria, colocadas en los cursos fluviales.


Detalle de una huerta en la exposición


La religión actuaba como elemento aglutinante de los diferentes grupos étnicos de Al Andalus. En la mezquita se oraba y se aprendía y el cadí administraba justicia sentado en el suelo. Los maestros asombraban a sus discípulos recitando en voz alta los libros que habían aprendido de memoria.

El alminar estaba ubicado junto a un gran patio con árboles, para aliviar el calor. En la fuente de agua fría se lavan las manos y los pies para purificarse (patio de las abluciones) y en el interior, las salas con columnas, el mihrab, orientado a la Meca, y el mimbar desde el que se predica a los fieles.

La palmera fue traída por los árabes  a  Al Ándalus

La torre de San Miguel fue un alminar árabe situado en dirección noreste-sureste en dirección a la Meca y por tanto la antigua Iglesia de San Miguel estuviese construida sobre el solar de una antigua mezquita donde el almuédano llamaba a la oración a los fieles desde el alminar.



Cultivaron la literatura, la ciencia, la filosofía y el arte islámico como se pudo demostrar con la captura de Toledo en 1085, lo que hizo adelantar inmensamente los conocimientos de los cristianos revelando la esfericidad de la tierra 400 años antes de Colón.

A ellos le debemos también las traducciones de los clásicos griegos: la medicina de Hipócrates y Galeno, la geografía, astronomía y trigonometría de Ptolomeo, la geometría de Euclides, la física de Arquímedes, la crítica de Aristarco, y la metafísica de Apolonio, Empédocles y Aristóteles.

Recordar que Alhakén II, creó una biblioteca andalusí tolerante y universal con más de 400.000 volúmenes que abarcaban todas las disciplinas del conocimiento. Poseía en su palacio de Madinat al-Zahra un taller de escribanía con encuadernaciones de altísima calidad y copistas. Tendrían que pasar muchos siglos para poder encontrar en Europa una biblioteca con tanta altura de miras como la que poseía el culto Alhakén II que también destacó por el respeto a los cristianos y judíos.

Libros que otorgaban una amplia visión de la vida de los hombres, que trajo desde Bagdad, Damasco, Alejandría, Roma y Bizancio cuyas versiones fueron traducidas posteriormente al latín en la famosa Escuela de Traductores de Toledo, protegida por Alfonso X el Sabio en la que trabajaron musulmanes, cristianos y judíos.

Traducciones de Platón, Aristóteles, Séneca, Plotino, Luciano de Samosata y los grandes padres de la Iglesia desde San Ireneo a San Agustín permitieron que el conocimiento fuese conocido en Europa para dotar de base la filosofía medieval y escolástica.

Castillo de Morón y torre de San Miguel (antiguo alminar)

Los números que utilizamos en las matemáticas se denominan arábicos porque los idearon los árabes. Los musulmanes difundieron conocimientos procedentes de china como la fabricación y uso del papel. Por tal motivo, crearon tantas bibliotecas.

Escribieron muchos libros de viajes, geografía e historia. Cultivaron la música y la poesía ocupó un papel fundamental en la sociedad.

La circulación de mercancías gira en torno a los centros urbanos de la medina. Famoso era el aceite del Aljarafe como las zonas olivareras de los contornos de la Cora de Morón.

Todo estaba en el zoco, bajo el estricto control del zabazoque, responsable de fijar los precios y vigilar los fraudes. En torno a los zocos existía la alcaicería para los productos valiosos como la seda y la alhóndiga como depósito de mercancías y alojamiento para los mercaderes.


Existían mercaderes que realizaban largos viajes hasta Oriente para llevar y traer productos a través del Mar Mediterráneo que impulsaron el avance de las ciencias y de la cultura.


Las monedas que se usaban en esta época en Al-Andalus se realizaban en la Ceca [existían varias casas de la moneda] siendo las más importantes el Dinar de oro y el Dirhan de plata que valía la décima parte del Dinar omeya. También existían monedas de cobre de escaso valor -fals-. La palabra dinar deriva del denario romano (dinero).


También nos enteramos en la exposición que Umayya ibn Galib es poeta y ulema de origen moronense 942-1022. Como ulema enseñó los preceptos del islam y asesoró a los gobernantes en sus decisiones. Como poeta, ha quedado como legado un poema dedicado al Alcázar de Córdoba.

Necrópolis musulmana en el Cerro de la Atalaya de Morón
Foto. Archivo de la Biblioteca Pública Municipal

Un video nos muestra una excavación denominada “Intervención de urgencia en la necrópolis musulmana del Cerro de la Atalaya" en Morón de la Frontera (Sevilla) realizada entre el 22 de febrero y el 22 de abril de 1999 por los arqueólogos locales Domingo Álvarez Montes y Paqui Duarte Jiménez.

Foto. Archivo de la Biblioteca Pública Municipal


La necrópolis musulmana [maqbara] estaba situado en el Cerro de la Atalaya y data de los siglos IX al XIII. El eje del cementerio está orientado en disposición noreste-sureste.

Al cadáver se le efectuaba el rito malikí [escuela de derecho del islam sumni]. Tras leer el Corán, se lavaba, perfumaba y amortajaba el difunto en lienzo blanco y se enterraba sobre el costado derecho en dirección sureste (a la Meca), procediendo a cubrir la fosa excavadas directamente en la tierra con tejas, ladrillos o lajas de piedra…

Reyes de la Taifa de Morón

Abu Tuziri al Dammari 1013 que llegó a Al Andalus en tiempos de Almanzor.

Nuh b. Abi Tuziri 1013-1041

Muhammad b. Nuh, Izz ad-Dawla 1041-1053

Mamad ben Muhammad Imad al-Dawla 1053-1066

A partir de 1066 Mawror pasa a formar parte de la antigua Isbiliyya.

Desde la Exposición "MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA! para el blog de mis culpas...


Términos interesantes

Muladíes: Habitantes de la Península que abrazaron la religión musulmana en Al Andalus.
Mozárabe: Cristianos que vivían en el reino musulmán de Al Andalus

MudéjaresMusulmanes  que vivían en territorio conquistado por los cristianos.

Tolerancia: Coexistencia y convivencia entre culturas  en base al respeto de las ideas o creencias, aún cuando éstas sean contrarias a las propias.


Enlaces interesantes

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