miércoles, 23 de julio de 2014

En busca de la "Ruta del Tempranillo"


Tempranillo has empesao…tempranillo!.


Después de transitar por el "Camino Inglés" desde Gibraltar hasta Ronda -antigua ruta de los almorávides y almohades- e impregnar nuestra retina mediante la Recreación Histórica "Sangre y Amor en la Sierra", en la Plaza de los Asomaderos de Grazalema ambientada en la época de 1832 junto con la “Ronda Romántica” ubicada en la Alameda del Tajo y el Puente Nuevo, era necesario poner viento en popa entre mares de olivos hacia la cuna y muerte de nuestro protagonista con mayúsculas. 

Los viajeros románticos proyectaron una imagen pintoresca de las rutas románticas que perviven en la memoria de muchos pueblos y comarcas. Grazalema, Ronda, Alameda, Jauja o Corcoya sólo son un ejemplo de ello.

Prosper Merimeé, Richard Ford, Henry O´Shea, Samuel Edward Cook -que fue el primer viajero que se adentro por las Alpujarras, durmiendo en  Alameda en su viaje de Écija a Granada- o el pintor que retrató al “Tempranillo” J.F. Lewis dejaron constancia de una época.


La pérdida de Gibraltar actuará de alguna forma como catalizador para el desarrollo del bandolerismo andaluz al convertirse la ciudad en puerto franco, lo que generaba un caldo de cultivo ideal para el comercio ilegal. El contrabando con Gibraltar se convierte según algunos estudiosos en una “escuela de bandoleros” como paso previo antes de asaltar los caminos.
Eran ataques puntuales que beneficiaban a los que menos tienen, los desheredados. Los campesinos que le ofrecían cobijo, al considerar que el bandolerismo erosionaba el poder que los oprimía mediante la miseria y la injusticia, convirtiéndose muchos cortijos en auténticos refugios de bandoleros.
Un espíritu generoso y caritativo que roban sin piedad a unos para ceder generosamente a otros el producto de lo robado, lo que otorga un acto de nobleza, siendo sus acciones muy efectivas con la navaja en la faca y el trabuco naranjero al conocer el terreno que pisaban, a pesar de carecer de formación militar.




Si a todos estos ingredientes serranos se le añade que hemos interceptado una “partía de bandoleros” que realizaba el "Camino Inglés" desde Gibraltar hasta Ronda, desplazándose hasta Montellano para llegar a la Utrera de Diego Corrientes, no cabe duda de que aunque no seamos estudiosos en la materia -doctores tiene la historia y la serranía- se pueden obtener unos mimbres de calidad que actúen de alguna manera como catalizador de nuestro apetito cultural.

Según el libro "Bandoleros de la Serranía de Ronda" de Isidro García Cigüenza el hijo del "Tempranillo" se casó el 18 de septiembre de 1853 en Badolatosa con Mª Araceli Reyes Cobacho. Tuvieron una hija llamada Gerónima en recuerdo de su abuela, que a su vez tuvo una hija, biznieta del "Tempranillo" sin dejar descendencia.
Por tanto, se me hacía grato buscar las huellas del “Tempranillo”, considerado “el Rey de Sierra Morena”. Entre mares de olivos me fui introduciendo en el territorio donde ejerció su influencia en tiempos pretéritos hasta llegar al pueblo malagueño de Alameda donde comienza mi ruta.

Según cuentan crónicas antiguas de mi pueblo -Revista de Temas Moronenses nº 5, diciembre de 1992 en un artículo de Juan Torres "Bandoleros" (pág. 12) en el cortijo "Arroyo de las Rozas" de Morón, ubicado entre Morón y Pruna, el Tempranillo mató de un trabucazo a un teniente de los migueletes llamado José de Cote apoderándose de su caballo y 15.000 reales en oro envueltos en papel de estraza..."

Según el libro de la biografía de José María "El Tempranillo"  del historiador José A. Rodríguez, en su página 141 se puede encontrar la historia del oficial Cote. Se fija el día exacto en que ocurrieron los hechos, José María "El Tempranillo" vuelve a matar a un hombre, en este caso un oficial del ejército como consecuencia lógica entre perseguido y perseguidor, incluso se cita en el texto la advertencia que José María dirige a su hostigador "detente que te mato", y al no cumplir la advertencia el bandolero dispara su escopeta y el militar cae muerto un 20 de julio de 1828. Sitúa este hecho, en las cercanías de las Rozas de Morón, más concretamente en el Cortijo de las Encarnación.






Visitando esta comarca, nos puede dar la impresión de que el tiempo se ha detenido de alguna manera entre veredas y trochas rodeado de su hábitat natural destacando las encinas, palmitos y lentiscos. En esta comarca el bandolerismo siempre ha estado en el ambiente ya que para salir de la pobreza extrema no existía otra opción que hacerse contrabandista o bandolero aunque siempre permaneciendo en el filo de la navaja al estar perseguidos por la ley y no pocas veces delatados para cobrar alguna recompensa. Una corta vida llena de cansancio, mal aspecto, con barba de muchos días y sudorosos transitando múltiples senderos en busca de alguna guarida que los protejan.

"El bandolero que no tiene leyenda, el que no lo canta el pueblo, ese no es un bandolero, ese es un bandido".

En esta "DEHESA DE LAS ROSAS" existe un azulejo que inmortaliza la celebración del indulto de los famosos bandoleros andaluces JOSÉ MARÍA "EL TEMPRANILLO" y JUAN CABALLERO de Estepa en julio de 1832 reinando en España  S.M. Fernando VII.


Localización: 37°04'12.1"N 5°18'19.1"W





Carmen -responsable del Museo del Campo Andaluz de Alameda- me acompaña amablemente a visitar el magnífico patio interior de la Iglesia Parroquial Inmaculada Concepción ilustrándome sobre la historia del mismo deteniéndome antes en la fachada exterior para contemplar un bello azulejo.



“El Tempranillo” está enterrado tras el altar mayor de la iglesia. En el año 1833 era un cementerio, siendo remodelado en 1987 por el cura D. Andrés Alfambra.

Observando el magnífico patio-mausoleo, la retina se dirige hacia dos copias de azulejos en cerámica de los únicos cuadros que realiza a José María "El Tempranillo" el pintor inglés J.F.Lewis en 1833 en su visita a España. La tumba está coronada por una cruz de piedra con inscripciones que dice:

D.O.M. POR JOSÉ MARÍA EL TEMPRANILLO
 20.000 REALES OFRECIÓ FERNANDO VII AL QUE LO ENTREGARA VIVO O MUERTO
INDULTADO 22 DE JUNIO 1833

MUERE DE UN TRABUCAZO POR LA ESPALDA EN ALAMEDA
A 24 DE SEPTIEMBRE DE 1833
R.I.P. REY DE SIERRA MORENA

Desde Alameda como primer destino de nuestra ruta, nos desplazamos hasta Corcoya donde visitamos las Cuevas donde se refugió el célebre bandolero junto a la Ermita de la Fuensanta elegida por José María para recibir el indulto de Fernando VII.


Cuenta la tradición popular que José María tenía una gran conciencia religiosa, lo que le llevaba a visitar al santero de la Ermita de la Fuensanta. En estas cuevas el Tempranillo pasaba las noches. En la cueva pequeña dormía él y en la cueva grande dormía su caballo. Este recóndito y bello lugar era el sitio perfecto para ocultarse y pasar unos momentos de tranquilidad y sosiego alejado del asalto y la persecución.

El castigo que les esperaba a los bandoleros después de que Fernando VII eliminara la horca en 1832 como pena de muerte, era el garrote vil. En ocasiones el cuerpo del bandido era descuartizado y sus miembros repartidos por las localidades donde el había realizado sus fechorías, “para dar ejemplo”.

En dirección a Badolatosa se encuentra Jauja, cuna de José María El Tempranillo. Muy cerca de la que fue su casa se encuentra el Centro de Interpretación del Bandolerismo Andaluz donde el amigo Pedro nos instruye sobre las raíces del bandolerismo y su mundo, la copia de la partida de bautismo del "Tempranillo", el bando de detención por el Gobierno de Fernando VII, trabucos granaderos de la época acompañado de una diversa literatura de los Viajeros Románticos. Unos paneles interpretativos dan a conocer la vida de los bandoleros en su corta pero intensa vida y al mismo tiempo nos introduce en la Andalucía del siglo XIX con sus características sociales y económicas.
El protagonista de nuestra ruta que la literatura popular ha convertido en mito nace el 21 de julio de 1805 en Jauja, hijo de los jornaleros Juan Hinojosa y de María Cobacho. Eran unos tiempos donde la incultura, el hambre y la miseria campaban a sus anchas por los campos andaluces y extremeños haciendo verdaderos estragos en la población a lo que hay que añadir un periodo de inestabilidad política con Carlos IV y Fernando VII,  dando como resultado el desastre de Trafalgar (1805) y la Guerra de la Independencia española contra los franceses (1808-1814).


Óleo de Rafael Viniegra. Museo de Cádiz. Promulgación de la Constitución de 1812. 

Sin embargo, toda esta complejidad de tristes acontecimientos para la historia de nuestro país fue capaz de alumbrar las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 que supuso el cambio hacia una nueva era de progreso y de razón.
Pero como casi siempre, dimos de nuevo marcha atrás en el reloj de nuestra historia anulando cualquier movimiento de progreso tan sólo para defender los privilegios de unos pocos. Fernando VII vuelve a España en 1813  instaurando de nuevo el absolutismo y derogando la obra legislativa de las Cortes de Cádiz.

Hubo un lema acuñado por los absolutistas españoles, ¡Vivan las caenas!, cuando en 1814 volvió Fernando VII de su destierro. Con ello se pretendía rendir pleitesía al rey absolutista al ignorar la Constitución de 1812. Hay anales en la Historia de España que producen un dolor lacerante debido al despropósito. Como efecto colateral de esta ausencia de altura de miras, se producirá la emancipación de nuestras colonias en América y con ello surge una ola de indignación entre los escritores denominada la Generación del 98.

En Jauja nace José María, en Grazalema ocurren los hechos más relevantes de su vida como fueron su boda, la muerte de su esposa María Jerónima Francés al dar a luz y el nacimiento de su hijo siendo bautizado en la Iglesia Parroquial de Grazalema el 10 de enero de 1932. 

En Corcoya recibe el indulto de Fernando VII para servir a la ley y en el pueblo de Alameda (Málaga) en el cortijo de Buenavista -con tan sólo 28 años- es herido mortalmente el 22 de septiembre de 1833 por otro bandolero compañero suyo. La casualidad quiso que también se llamara José María su asesino apodado “el Barberillo” natural de Estepa, quien le dio muerte desde un ventanuco del cortijo. Un trabucazo por la espalda acabó con su joven vida. Al día siguiente José María Hinojosa Cobacho “El Tempranillo” es enterrado en el Patio de 
la Parroquia de la Purísima Concepción, en Alameda, Málaga.
El radical cambio en la vida del Tempranillo no fue aceptado por muchos de sus correligionarios. La muerte de este legendario bandolero puso el fin de una época romántica del bandolerismo andaluz.


Asociación Cultural de Recreación Histórica "Bandoleros de Grazalema"

…“Una partía, los caciques templando de noche y día. 
¡Qué viene galopando  José María!” 

Canción de Carlos Cano


Junto a la tumba de José María (El Tempranillo" en Alameda (Málaga)

La literatura popular ha convertido en mitos a estos personajes , lo que ha contribuido para que muchos viajeros visiten los pueblos donde el bandolerismo ejercía su influencia, dinamizando de alguna manera su frágil economía. Senderos de la historia que enlazan unos pueblos con otros junto a la blancura de la cal, entre callejuelas angostas y sinuosas con reminiscencias andalusí que impregnan nuestros sentidos sin olvidar las recetas gastronómicas que nuestro paladar agradece y permanece en la retina de nuestro recuerdo.

La peculiaridad de algunos bandoleros perpetúan en la memoria colectiva de los pueblos. Las nuevas generaciones redescubren las rutas románticas -que nos hacen singulares-  para su estudio y puesta en valor.
En definitiva, ¡un auténtico patrimonio etnológico!.

Desde la Ruta del Tempranillo para el Blog

P.D. Mi agradecimiento a Carmen, responsable del Museo del Campo Andaluz, en Alameda (Málaga) y a Pedro, responsable del Centro de Interpretación del Bandolerismo Andaluz en Jauja (Córdoba) por su didáctica información.

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