sábado, 2 de septiembre de 2017

Visita al Teatro Romano de Cádiz



Gades, gracias a la intrepidez de sus habitantes en las costas del mar. Ha experimentado un tal incremento de la fortuna de todo orden que,a pesar de alzarse en el extremo de las tierrases la más famosa de todas las islas.
Estrabón III, 1,8




Breve introducción

La victoria romana en el 206 a.C. en la batalla de Ilipa (Alcalá del Río) supuso el final de la Segunda Guerra Púnica y la expulsión definitiva de los cartagineses de Hispania. Gracias a la victoria de Publio Cornelio Escipión Emiliano “El Africano” en la Segunda Guerra Púnica el Imperio Romano comienza a llamar al Mar Mediterráneo “Mare Nostrum”, anteriormente denominado “Mar Medi Terraneum”.

Con la firma de un pacto o foedus, la Gadir fenicio-púnica -la actual Cádiz- abrió sus puertas a los ejércitos romanos, manteniendo su organización administrativa a cambio de contraprestaciones económicas y de un compromiso de alianza. Su estatus de ciudad federada le eximía de pagar el “stipendium” y le permitía mantener sus costumbres, instituciones e idiosincrasia particulares, así como su capacidad para legislar, acuñar moneda y comercializar con entera libertad. Desde estos momentos la acción de Roma fue imparable, y aunque tuvo que vencer la resistencia de numerosos pueblos consiguió su propósito de doblegar a cántabros y astures. Durante el reinado de Augusto, en el año 19 a.C., se inició un periodo de paz, la “Pax Augusta”, que significó la integración plena de Hispania en la órbita romana.

La actual provincia de Cádiz era una parte de la circunscripción administrativa del “conventus” gaditano, que abarca la mayor parte de la zona costera de la provincia de la Bética. que estaba a su vez dividida en cuatro conventos jurídicos, cuyas capitales eran Corduba (Córdoba), Astigi (Écija), Hispalis (Sevilla) y Gades (Cádiz). Baelo Claudia formaba parte de la provincia Bética.

Además de Cádiz, los núcleos de población más importantes fueron Abdera (Adra), Sexi (Almuñécar), Malaca (Málaga) o Hasta Regia (cerca de Jerez de la Frontera).





Nos dicen las páginas de la historia que Julio César comenzó en el 69 a.C. en la Bética Romana “Hispania Ulterior” con su capital en la antigua Corduba romana con el primer cargo de cuestor con la misión de ocuparse de los asuntos económicos asistiendo a los gobernadores de provincias en la alimentación de las tropas, pagadurías, etcétera. 

Julio César tuvo que recorrer periódicamente amplios territorios para administrar justicia. De esta forma, conocerá importantes ciudades de la época como la antigua Corduba (Córdoba), Hispalis (Sevilla), Astigi (Écija) o Gades (Cádiz), considerada por entonces como el límite del mundo conocido. 

La antigua Gades poseía importantes oráculos como el de Melqart-Hércules, en lo que hoy es Sancti Petri en Chiclana de la Frontera, que llegó a ser un importante centro de peregrinación para filósofos e historiadores, taumaturgos “que practican la santería y la magia” e incluso personajes públicos como el cartaginés Anibal o los romanos Fabio Máximo o el mismo Julio César que acudían para rogara los dioses la protección y prestigio en sus campañas militares o la protección en el viaje de regreso a la capital del Imperio "Roma" a cinco días de navegación desde Gades.

Al santuario de Melqart dedicado al “dios del sol y de la navegación” iban los fieles para pedir un feliz viaje de regreso o dar las gracias por haber llegado hasta allí sanos y salvos.

Para César era una visita obligada, pues admiraba tanto a Alejandro como a Hércules, identificado en Cádiz con Melqart. El héroe griego Heracles –llamado Hércules por los romanos– había llegado a ese extremo occidental del mundo que era Cádiz, y había fundado las míticas columnas que llevan su nombre, una a cada lado del estrecho de Gibraltar, más allá del cual sólo había un abismo insondable. Tanto Pompeyo como el propio César, inspirados por las hazañas de Alejandro, albergaban claras tendencias hacia un poder personal.

César decide volver a Roma el año 68 a.C. y en el 61 vuelve a la Hispania Ulterior como gobernador “propretor”, obteniendo éxitos militares en Lusitania gracias a Balbo. Deroga en Cádiz las consideradas “leyes bárbaras” y tras cerca de dos años regresa al corazón de la República de Roma donde se disputaban el poder dos facciones políticas, entre intrigas y conjuras. César se marcha a las Galias con su amigo y confidente Balbo y pone pie en Britania. Las hostilidades entre Pompeyo y César estallan en el 49 a.C. y César se encuentra ante el dilema de levantarse en armas contra el gobierno de Roma “cruzar el Rubicón”. 

César otorga a los gaditanos en el 49 a.C. la plena ciudadanía romana. Pero Julio César será asesinado el 15 de marzo del 44 a.C.



Óleo de Federico Godoy (1894) "César visita el templo de Cádiz".


En el subsuelo del Barrio del Pópulo -que conserva en sus calles el antiguo trazado medieval-, se localiza el teatro romano. Coincide con el área delimitada por el recinto fortificado de la antigua villa medieval cuyo perímetro amurallado podía percibirse en su totalidad a comienzos del siglo XVI, diferenciándose con claridad la villa de los arrabales. 

El conjunto defensivo, de origen islámico, será reconstruido en el siglo XIII por Alfonso X tras la conquista castellana. Un texto musulmán cita al “Castillo del Teatro” como recuerdo del teatro romano que será abandonado en el siglo IV a.C. y sobre sus ruinas los musulmanes edificaron una alcazaba. En 1467 el Marqués de Cádiz reedificó la fortaleza. Muchas gradas del teatro han desaparecido por la acción del tiempo y del mar.

Durante el proceso de unas prospecciones arqueológicas en el año 1980 para delimitar al área ocupada por la fortificación medieval de Cádiz, se identificó con el teatro romano una galería subterránea de trazado semicircular. Fue un gran descubrimiento para la historia de la ciudad y a partir de entonces de inició el proceso de intervenciones que han permitido sacar a la luz una parte importante de su estructura. Pero vamos a conocer un poco de su historia.

El teatro y las termas eran lugares importantes para la reunión y ostentación social. Las estatuas e inscripciones eran muy abundantes en las ciudades romanas. Los altos cargos especialmente, los emperadores y su familia eran retratados para presidir o adornar con sus imágenes los Templos, Foros y Basílicas. La figura colosal de Trajano procede de la Basílica de Baelo Claudia y representa al primer emperador de origen hispano vestido con toga y apoyado en el cuerno de la abundancia. 

Las fuentes nos hablan repetidamente de la importancia del Puerto Gaditano, de la regularidad de los viajes de Gades a Ostia (el puerto de Roma) cuyo trayecto se recorría en nueve días. También nos refieren la frecuencia de la relación comercial con el norte de África. Estrabón nos recuerda que la población gaditana permanecía en el mar más tiempo que en tierra firme.

Toda esta actividad productiva se canalizaba a través de una red de comunicaciones terrestres, fluviales y marítimas. Éstas últimas fueron las más utilizadas para el comercio, especialmente las de larga distancia por ser, con diferencia, el medio de transporte más barato. La minería, el trigo, el aceite y los salazones de pescado fueron los elementos más importantes de la actividad productiva en la Península Ibérica durante la época romana Hispania exportaba materias primas y productos alimenticios e importaba fundamentalmente artículos manufacturados y de lujo.




Desde su fundación por los fenicios en la Antigüedad, Cádiz fue un enclave comercial de extraordinaria importancia. La flota gaditana estuvo presente en todo el Mediterráneo, dedicándose sus habitantes al comercio de salazones, minerales y, en época romana, al transporte de cereales y aceite como tributo en especie, desde Gades a la capital imperial.

Tal como lo atestigua el geógrafo Estrabón, una parte de la población pasaba largas temporadas en Roma, donde se les reconocería como comerciantes notables. Muestra de su consideración social son las dos inscripciones localizadas en las gradas números 11 y 12 del anfiteatro Flavio con la referencia “Gaditanorum”, que indicaban las gradas reservadas para los gaditanos en el Coliseo ente los siglos II y III de nuestra era.


Personajes tan relevantes como Cicerón o el griego Estrabón mencionan en sus obras el Teatro de Gades, lo que indica el esplendor que vivió la antigua en la Antigüedad Clásica.

Los Balbo fueron considerados notables de Gades en Roma. El gaditano Lucio Cornelio Balbo “El Mayor”, amigo y consejero de César, financió junto a su sobrino Balbo ”El Menor” la ampliación del recinto urbano de Gades “la Neápolis de Balbo”. La planificación de la “nueva Gades” debió ajustarse a las características propias del urbanismo romano, basadas en un plano ortogonal presidido por notables edificios públicos, entre los que se conocen templos, un anfiteatro y un teatro, así como infraestructuras como calzadas, acueductos y alcantarillados. Desgraciadamente se conoce bastante poco de su trazado urbano.

Lucio Cornelio Balbo, Balbo el Mayor, perteneció a una rica e importante familia gaditana de origen semita; fue amigo de Pompeyo, de quien recibió la ciudadanía romana junto a los suyos y más decididamente de César, a quien sirvió fielmente.

Balbo el Menor, sobrino del anterior, hizo una importante carrera civil y militar, culminada con el proconsulado de África, siendo el primer Provincial, no nacido en Italia, en alcanzar los honores del triunfo. Buscó atraerse el favor popular, con iniciativas que fortalecieran su imagen un tanto autoritaria- como la celebración en Gades de los “Ludis teatrales” en el edificio erigido en el año 43 a.C.

Ambos personajes con su capacidad política, explican muchos de los derroteros de la Historia de aquellos importantes años.



Los primeros teatros romanos eran estructuras efímeras, levantadas en madera, pues por ley debían desmontarse después de celebrar una determinada festividad. No fue hasta el año 55 a.C. cuando Pompeyo erigió el primer teatro estable en Roma haciendo que la cavea del teatro apareciera como una grandiosa escalinata de acceso al templo que coronaba el edificio. Este teatro fue el primero levantado en llano, presentando importantes novedades arquitectónicas tales como una fachada semicircular con varios órdenes de columnas y arcos superpuestos en altura. Su construcción marcó el inicio de un rápido proceso evolutivo que culminó en la época de Augusto con la erección de los teatros Marcelo y Balbo en la misma capital. 

El público accedía al teatro por distintas zonas según su condición social a través de unas puertas labradas en piedra denominadas vomitorios. Los teatros romanos aprovechaban la pendiente natural para asentar el graderío.

Aunque en Cádiz ya se celebraban espectáculos teatrales con anterioridad no fue hasta el último cuarto del siglo I a.C. cuando se planificó la construcción de un edificio estable, en piedra, destinado a tales fines.

El teatro romano de Gadesse levantó hacia los años 70 ó 60 a.C. En su construcción “in montibus” se aprovecharon los desniveles del terreno para apoyar el graderío, siendo considerado el teatro más antiguo de la Península Ibérica, además de ser uno de los de mayores dimensiones.



Para construir la galería fue necesario recortar previamente la roca natural y luego, con sillares perfectamente labrados en la misma piedra, se levantó el muro externo.la galería cubierta está formada por una bóveda de medio punto o de cañón, que canalizaba la circulación de espectadores a la zona media del graderío a través de los vomitorios. El teatro tiene forma de semicircunferencia para conseguir la acústica deseada. 

El material más utilizado es el hormigón “opus caementicium” consistente en un mortero de cal con guijarros y arena, lo que le otorgaba una enorme solidez siendo más económico que la cantería tradicional. La piedra ostionera junto con el mármol ocuparán un lugar importante en su construcción.




Destaca la galería para la distribución de espectadores situada bajo las gradas, con sólida bóveda anular de hormigón. Arquitectónicamente el edificio destaca por sus dimensiones, pues los 118 metros de diámetro -400 pedes- que abarca la planta semicircular, permite equipararlo con los teatros más grandes de occidente, siendo el segundo mayor de Hispania después del de la capital de la Provincia Baetica. Su capacidad puede estimarse en torno a los 10.000 espectadores.

Asimismo, el edificio se caracteriza por contar con una galería anular abovedada que discurre por debajo de las gradas. La función de este nivel de circulación interno, conservado a lo largo de más de 75 metros, era proporcionar al rango de los caballeros -el ordo equestre- un acceso exclusivo a sus asientos en la imacavea, manifestando así, la fuerte distinción social existente en el mundo romano -discrimina ordinum-.

El teatro romano de Gades nos ofrece un ejemplo excepcional configurado en todos sus elementos. Tenía una función polivalente al servicio de la vida política y religiosa.

Las primeras filas del teatro estaban reservadas a los miembros más destacados de la sociedad, que lucían sus mejores galas, y las restantes eran ocupadas por el pueblo según su condición social. Los actores representaban tragedias, comedias y dramas satíricos con los rostros cubiertos por máscaras que, con el tiempo, fueron sustituidas por el mimo y el pantomimo que alcanzaron mayor popularidad por su carácter irreverente y divertido.

Por debajo del graderío discurre una galería que sólo era accesible desde las entradas principales del teatro -aditus- y que proporcionaba un acceso exclusivo a quienes ocupaban los asientos de la imacavea, a través de los vomitorios. Construida a modo de cripta, se encuentra iluminada a intervalos regulares por lucernarios.



Se denomina cavea al graderío concéntrico de asientos ocupado por los espectadores del teatro. Se organiza en tres sectores o maeniana, denominados “ima, media y summacavea” conforme al sentido ascendiente de la pendiente. Cada uno se divide a su vez en cunei, sectores triangulares separados entre sí por las escaleras radiales o scalariae y pasillos -praecinctiones- que permiten el acceso a los asientos -gradus- que eran sillares de piedra. Actualmente sólo se conservan en las dos primeras filas, pues abandonado el teatro la piedra debió emplearse en otras construcciones de la ciudad.


Fundamenta. Son las estructuras o “cimientos” que sirven de base de sostén para el teatro, asegurando su estabilidad sobre el terreno y conteniendo la pendiente del graderío. A las gradas se accede bien directamente o a través de vomitorios conectados con la galería anular abovedada.



Suma cavea es el sector más elevado, habitualmente coronado con un pórtico columnado. Aunque no se conservan restos materiales se plantean 18 cuñas de cinco gradas, divididos por 10 escaleras. Era el lugar destinado para los libertos, esclavos, mendigos o transeúntes.

El Porticus de la Summa cavea era la zona más alejada del escenario donde se situaban las mujeres y los niños.



Media cavea consta de 20 filas de gradas divididas en 10 porciones por medio de nueve tramos de escaleras. La parte más alta se encuentra delimitada por un pasillo accesible sólo desde la fachada exterior. En ese lugar se colocaba el público en general, trabajadores libres, ciudadanos y funcionarios públicos…




Imacavea estaba destinada para los equites, de alto status económico. Existía una ley que obligaba a reservar las primeras 14 filas de los edificios de espectáculos públicos para los equites, lo que da idea de la importancia económica que tenía la ciudad.




Proedria. Tres filas de asientos más cercanos al escenario reservados para las clases sociales más elevadas como senadores, magistrados, sacerdotes….

Los praecintios eran pasillos que separaban en los teatros romanos a las clases sociales bien diferenciadas.

La escena. Frente al graderío cerrando por completo el edificio se levanta una fachada arquitectónica denominada el frente escénico “scaenaefrons” donde los actores representaban las obras, tragedias, comedias, mimos o pantomimas. Su alzado consta de un pódium sobre el que se elevan varios órdenes de columnas “la columnatio”, que puede distribuirse en dos o más pisos de altura. Al fondo se abren tres puertas: la central, de mayores dimensiones se denominaba “valva regia”, mientras que las laterales, de menores dimensiones “valva e hospitalia”. No se tienen datos que permitan reconstruir la estructura escénica del teatro de la antigua Gades, sólo la situación del pódium, pudiendo servir como reflejo de cómo pudo ser la escena.



En Cádiz se han producido numerosos hallazgos funerarios de la época romana, sobre todo en el istmo “la actual Puerta de Tierra”, lugar por donde discurría la Vía Augusta. Los enterramientos se disponían en torno a esta calzada y otros caminos secundarios, organizados en áreas separadas por muros o alineaciones de ánforas clavadas en la arena.

Coexistieron los rituales de inhumación, de tradición fenicio-púnica, y cremación, que comenzó a practicarse con la incorporación de la ciudad a la órbita romana. Hay gran variedad de enterramientos: fosas en la arena, tumbas construidas con sillares de piedra ostionera, con tegulae (tejas), enterramientos infantiles en ánforas, “columbarios”, tumbas familiares con cámaras subterráneas provistas de varios nichos, etc. Era muy habitual señalizarlas con cipos y estelas, elementos de tradición fenicio-púnica, aunque también se localizan pedestales y altares funerarios en mármol, elementos más relacionados con las costumbres romanas.

Desde Cádiz para el Blog de mis culpas....




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