martes, 9 de diciembre de 2025

Presentación del libro “Teresa Terry, La Negra del Puerto de Santa María” en la tierra de Villalón

 


La mañana del 7 de diciembre orientamos nuestro sextante didáctico en busca del Bar Pavía de Morón para asistir a la presentación del libro “Teresa Terry, La Negra del Puerto de Santa María”, del escritor Jesús Cosano, quien precisamente me presentó el amigo Paco Pavía aquella soleada mañana un poco antes de la presentación del libro, y que tuvo la amabilidad de firmármelo.

Sobre la una y cuarto de la tarde comenzaba el interesante acto cultural con afluencia de mucha gente cabal, entre ellos cabe destacar la presencia del investigador local de flamenco Luis Javier Vázquez, que ha escrito sobre la figura de Silverio Franconetti, el Fillo y El Tenazas de Morón. "Eso es cantar por derecho”.


Interviene como introductor Paco Pavía, antropólogo y amigo de todos los paisanos cabales asistentes a tan magno acto cultural, que daba comienzo con la música de fondo de su amigo Raúl Rodríguez, a quien le fue imposible asistir a dicha presentación. No obstante, Raúl envió un emotivo escrito donde elogiaba al autor del libro, y que fue leído en su nombre por el escritor, dramaturgo y licenciado en Filología Hispánica Antonio Miguel Morales, y que recogemos entre breves pinceladas:
  • Es necesario reconocerse en el Otro, que también eres tú.
  • La presencia del negro ha sido siempre silenciada. Sólo los hombres de luz han sido capaces de leer más allá.
  • Jesús Cosano saca una parte importante de nuestro pasado que nunca debió haber pasado al olvido. Es necesario rescatar los restos perdidos de la memoria negra.

Paco Pavía nos recuerda que Jesús Cosano lleva más de cuarenta años investigando la historia de las poblaciones negras en la Península ibérica. Ha sido director de la Fundación Luis Cernuda desde 1987 hasta 1995, años en los que se hizo realidad entre otros proyectos “Los encuentros del son cubano y el flamenco”.

En 1997 junto a Gualberto García, Isabel Pozuelo, Santiago Auserón, Kiko Veneno, Darsi Fernández, Bladimir Zamora, Sigfredo Ariel y otros amigos, crea la Fundación Afro-Hispano-Americana de cultura CEIBA, y la revista “Palabras de la Ceiba”, que le dieron continuidad a la idea de recuperar las culturas y las historias de las negras y negros de España.

Ceiba es símbolo de vida, fuerza y conexión espiritual en las culturas indígenas.

Como artista plástico realizó las exposiciones: Negros de arena y cal, Los flamencos de Guinea, Los negros Curros y Los negros de Sevilla. Impartió conferencias sobre los negros en el flamenco en América y varias ciudades de España. La Junta de Andalucía reconoció en el año 2007 su aportación a la cultura andaluza, a la labor cultural desarrollada durante todo ese tiempo, y al descubrimiento y aportación de documentos desconocidos que enriquecen el patrimonio cultural andaluz.

Decía Paco Pavía sobre el autor del libro que es el investigador más importante del siglo XXI sobre la influencia del mundo africano en la península ibérica. También fue el responsable de que Miles Davis tocase dos veces en Sevilla y paseara por sus calles y bares, visitando varios estudios de jóvenes pintores sevillanos para admirar y adquirir sus obras.

Esta influencia negra ha sido silenciada tanto por la historiografía como por las autoridades políticas y económicas. Raúl Rodríguez camina junto a Jesús Cosano, levantando las alfombras de este mundo tan ocultado conscientemente por los poderes políticos y económicos. Al poder no le interesa sacar a la luz estos temas. Como dice Raúl en su Razón de Son: «las razas no son tan puras, ni somos tan diferentes».

Destacó además Paco, que el autor del libro está sacando a la luz una alfombra sucia, siendo necesario como dijo su autor al comienzo del acto “quitar las conchas para encontrar el origen”, destacando que el libro posee una documentación “sin ojana” con un texto asequible para cualquier lector, mencionando la triste y cierta frase “No hay mayor beneficio que tener esclavos”, incluso en la sociedad de hoy, destapando cuestiones económicas, sociales y culturales.

Además nos ilustró con el significado de algunos apellidos como:
  • Prieto, que significa negro.
  • Moreno, descendiente de esclavos, etcétera.
  • Engo, tiene raíz africana.
  • Mandinga y mondongo vienen de Africa.




Vamos con el autor del libro

Desde muy joven, Jesús se fue empapando de los fandangos y del flamenco en Villanueva de los Castillejos, en Huelva, escuchando teorías sobre el origen del flamenco. Ya Cervantes, Lope de Vega y Calderón nos hablaban en sus obras de los moriscos, gitanos y negros que no paraban de cantar y bailar. Jesús fue descubriendo poco a poco los encuentros del son cubano y el flamenco.

Jesús al comienzo de la presentación señaló que ya desde joven comenzó a “quitar las conchas para encontrar el origen”. Cuando era muy joven (tendría unos 15 o 16 años), se aficionó al flamenco y sentía la necesidad de explicarse sus orígenes, de dónde venían esas músicas y danzas que aparecieron de la nada en los inicios del siglo XIX en algunas familias y lugares de Andalucía.

En aquellos tiempos, los grandes eruditos y estudiosos de esas músicas, teorizaban sobre esos orígenes y unos, decían que si venía de la India o del centro Europa y que fue introducido en España con la llegada de los primeros gitanos; otros, argumentaban que era el pueblo sefardí; otros, hablaban del pueblo morisco y el norte de África; otros, que si procedía de Egipto “egiptanos”…, pero nadie o casi nadie hablaba de las negras y negros que llegaron a España esclavizados y durante más de trescientos años vivieron, nacieron y murieron en territorio peninsular. ¿Cómo era posible que se hubieran olvidado de esas negras y negros que, sufriendo y malviviendo en este país, bailaban, cantaban y hacían música y que protagonizaron muchas las obras de Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Lope de Rueda, Luis de Góngora, Calderón de la Barca…, y sobre todo, cuando justamente lo que hacían esas negras y negros era nutrir la cultura popular con sus ritmos y danzas: el guineo, la chacona, el cumbé, el zarambeque, la zarabanda, el tango, el zambapalo, la rumba, el fandango, el manguindoy, el zorongo…, músicas y danzas de negros que a lo largo del tiempo ayudaron a formar el tejido de la música popular de España.

Así las cosas, Jesús se puso a investigar toda esta historia sobre la presencia de los esclavizados negros en las tierras españolas. La enorme cantidad de publicaciones y la documentación existente por los diferentes archivos españoles y del mundo, le permitió trabajar durante más de cuarenta años, y aún hoy continúa haciéndolo.

Jesús Cosano fue director de la Fundación Luis Cernuda durante siete años, entre 1987 y 1995. Desde la Fundación Luis Cernuda se impulsaron programas: Los Encuentros de Música de Cine, el Festival de Jazz de Sevilla, el de Danza de Itálica; la Cátedra ambulante de historia y técnica de Cine, la creación de la sala de exposiciones de la Fundación Los Encuentros del son cubano y el flamenco, una de las primeras iniciativas que ocurrieron en España para el estudio del flamenco y las músicas del Caribe, etcétera.

La idea de los encuentros de son cubano y el flamenco surgió en Madrid, en 1993. En los inicios del año 1996, la continuidad de los Encuentros del son cubano y el flamenco se truncó. Nuevos políticos responsables de la cultura local optaron por otros modelos. Ese camino que se iniciaba para recuperar la historia del negro en España quedó varada. No es bueno depender de instituciones públicas ni del humor del político de turno.

Con esta apreciación se me viene al pensamiento un fandango muy conocido:

“Desgraciao aquel que come el pan en manita ajena. Siempre mirando a la cara si la ponen mala o güena”

“Los flamencos de Guinea”, porque uno de esos villancicos hacía referencia y asociaba por primera vez –mucho antes de lo que hasta esa fecha se conocía– , la palabra “Flamenco” a Música, a Danza, a África, a Negros, a Guinea. Es decir, la primera vez que en España se conoce -hasta el día de hoy- la palabra flamenco asociada a música y danza resulta que es para nombrar a negros africanos: “los flamencos de Guinea”. ¿Da que pensar verdad?

En 1725, aparece la palabra flamenco asociada a los negros de Guinea, en las letras de un villancico de Cádiz.

Ya está bien
Que en esta iglesia
Vengan a cantar los
Flamencos de Guinea

...No siempre a esta catedral,
han de entrar con media lengua,
a cantar sus villancicos,
los flamencos de Guinea...

En el año 2017, Jesús Cosano comienza un nuevo proyecto “Los Invisibles”, en los que a través de un profundo trabajo de documentación e investigación de archivos, desvela una parte de la historia oculta de España, su historia negra.

Un día una amiga le leyó un trabajo que había hecho sobre recorridos por la Sevilla de los negros, y le animó a que escribiera.

Sus libros están estructurados en relatos cortos para no cansar al lector, unidos por un pequeño hilo de ficción que permite ir apareciendo a las protagonistas reales de sus historias: las mujeres y hombres negros de España. Todo ello sin perder el rigor. Los libros tienen multitud de notas al margen y una extensa bibliografía que puede ayudar al cualquier lector que quiera profundizar en esa historia.




En Granada cuando la expulsión de los moriscos, los que se quedaron fueron sus esclavos negros… Aún hoy quedan testimonios de los lugares donde se quedaron: las Cuevas del Sacromonte y el nombre de su calle: el Barranco de los Negros.

Uno de los motivos que la población negra fuera borrando su huella fue el paulatino amulatamiento de la población negra que vivía en España. Los documentos nos van explicando cómo en los primeros años de la trata de esclavos son mayoría de negros los que nacen y mueren en territorio peninsular. Cien años más tarde esos mismos documentos nos enseñan que el número de negras y negros que se registran cómo nacidos o fallecidos en las iglesias de Sevilla, disminuye y aumenta considerablemente el de mulatas y mulatos.

Los padres de las criaturas que nacen nunca aparecen. Cuando los bautizan, en los documentos aparece la madre esclava, los niños que se bautizan, los propietarios de esas esclavas que tienen sus hijos, los padrinos que certifican esos nacimientos pero los padres nunca. Y curiosamente, muchos de esos propietarios de esclavos son miembros de la Iglesia.

La mujer negra era doblemente silenciada. Hubo mujeres fuertes y valientes como Chikaba, la primera escritora en castellano de la que se tiene noticia, que llegó a estas tierras capturada por los españoles cuando tenía 7 años. O la mulata Leonor de Guzmán, la mujer que fue expulsada de la corte de Madrid por su vida libre. O Guantes de Ámbar, la actriz que actuaba en las fiestas que la corte de España realizaba por su territorio. Todos pasaron por la vida y la historia de España en absoluto anonimato. Más de dos millones de niños, mujeres y hombres -contabilizó el historiador francés y estudioso de la negritud, Alessandro Stella-, vivieron en España en un periodo de trescientos años.

El Pueblo Negro ha contribuido a la historia con sus saberes y las geografías del mundo. Es necesario hacer visible todo lo que los países colonialistas con España a la cabeza, le ha negado al Pueblo Negro.

Cuando en el año 1759, procedente de Nápoles, llega a Madrid Carlos III para tomar posesión de su reinado en España, iba acompañado por la “Casa de los Negros”. Un grupo de esclavos reales –tenían el apellido Borbón, con profundos conocimientos artísticos. Las obras de uno de ellos, Josep Carlos de Borbón, están depositadas en el Museo del Prado. Otro, Antonio Carlos de Borbón, había sido arquitecto de obras reales, entre ellas la Real Fábrica de Porcelana del Retiro.

La viuda blanca del negro Genaro Carlos de Borbón, otro esclavo real que había sido el encargado de las caballerizas reales, cuando falleció su marido le pidió al rey Carlos III ayuda para costear los estudios del hijo que ambos tuvieron. Y el rey le responde:

“Que habiendo tenido su hijo la desgracia de haber salido mulato no puede ponerse en ningún colegio ni darle principio de carrera”.

Se puede decir más alto pero no más claro; era el color lo que impedía al hijo mulato, adquirir conocimientos en la España del siglo XVIII.

La entrada masiva de negras y negros en España, capturados en África, comienza a efectuarse desde finales del 1300. Es decir, desde que españoles, italianos, franceses y sobre todo portugueses, navegando por el Océano Atlántico comienzan a sobrepasar el cabo de Bojador y volver a la península. Hasta esos años no se conocían las técnicas de navegación para doblar ese cabo que era considerado “el fin del mundo”.

Portugal y España iniciaron el tráfico de seres humanos en la época moderna, siendo Cádiz un puerto activo en este aspecto hasta el siglo XIX.

A partir de ese momento, Palos, Moguer, Ayamonte, Huelva, El Puerto de Santa María en España y Lagos, Arenilha, Portimao, Faro y Lisboa en Portugal, comienzan a llenarse de negras y negros capturados en las costas mauritanas –azenegas– y posteriormente, Senegal y el resto a medida que avanzaban los portugueses por la costa occidental africana.

Desde esos años, el mercado de africanos se incrementa en todo el sur de la península. Y la ciudad de Sevilla y su puerto en uno de los más activos centros de compra y venta de esclavos. Y no sólo en el sur. Los puertos de las costas mediterráneas, Málaga, Almería, Alicante, Valencia y Barcelona, también. Especialmente activos en este comercio de negros africanos por el Mar Mediterráneo, fueron los florentinos amigos de los Reyes Católicos (que tenían licencia real para traficar en España), Bartolomeo Marchioni, Giannotto Berardi y Cesare Barzi. Estaban establecidos cada uno de ellos en ciudades estratégicas de ese comercio: Lisboa, Sevilla y Valencia respectivamente, y entre los tres, nutrían de esclavos sus puertos.

La empresa aseguradora Lloyd´s, la mayor empresa aseguradora del mundo, tiene también su leyenda negra durante los siglos XVIII y XIX en este ámbito de negreros, y no ha tenido más remedio que pedir disculpas por su pasado esclavista. No le ha quedado más remedio que realizar una promesa de pagar una compensación a las minorías étnicas que sus ancestros explotaron, después de que ellos fueron compensados por el Imperio británico cuando la esclavitud fue declarada ilegal. 

El proyecto universitario de la University College London [UCL] sobre Esclavitud revela la identidad de 47.000 dueños de esclavos que, al abolirse el esclavismo, recibieron 20 millones de libras esterlinas de la época por la pérdida de su “propiedad”.

Cuando los esclavos eran asesinados o arrojados al mar [la echazón o arrojar la carga por la borda] para sofocar una rebelión, dicha contingencia era cubierta por el seguro [entre 45 a 100 libras por cada desafortunado]. Así que cualquier esclavo enfermo era arrojado por la borda, y la ganancia estaba asegurada. Los primeros seguros marítimos y las primeras fortunas tuvieron sus raíces en el comercio de esclavos.




Teresa Terry [personaje de ficción] es una joven licenciada de la Universidad de Princenton, que durante los años 2015 y 2016 viaja por España para investigar los procesos seguidos a mujeres negras esclavizadas en los archivos de la Inquisición en Las Palmas de Gran Canaria, y recorrer y visitar los pueblos vinculados con la memoria e historia de los pueblos africanos a lo largo y ancho de la geografía española, especialmente Cádiz, El Puerto de Santa María y Sevilla. Se graduó la segunda de su promoción. De haber sido la primera hubiese sido la primera mujer negra en obtener ese título en aquella racista universidad privada de Princeton hasta mediados del siglo XX. Teresa se había especializado en la historia de los pueblos africanos de la Diáspora.

Teresa se había encontrado el apellido Terry en los documentos en su época de estudiante, cuando en su época de aprendizaje, llegó al capítulo de la esclavitud en Cuba. Ahí aparecen algunos de los Terry que poseían personas esclavizadas y que los compraban y vendían. Teresa Terry era la cuarta generación de una familia esclava de Nueva Jersey.  

Teresa visitó la iglesia de Santa Ana en Garachico, pueblo de Tenerife, y se encontró con otra mujer que junto a ella contemplaba uno de los grandes cuadros que colgaban de sus paredes "La confesión de San Juan Nepomuceno", descubriendo ambas aquella realidad social en las islas de esclavitud servidumbre de mujeres y hombres africanos. Ambas [Teresa y Agueda Kumba] eran descendientes de familias esclavizadas, y las dos tenían sangre blanca y se dedicaban a la investigación...

Tras dieciocho meses en las Islas Canarias, Teresa Terry se traslada a Cádiz y al Puerto de Santa María, para pisar la tierra de donde proceden una rama de sus antepasados: los Terry. Allí conocerá la historia de muchos negreros que lograron sus enormes fortunas gracias al comercio de carne humana. Las marcas de las cadenas de la esclavitud en España olvidadas intencionadamente por los poderes económicos, poco a poco emergen a través de jóvenes escritores. Aquellos negreros tenían una estrecha y cercana relación con la Corona que le permitían sus movimientos para forjar una estrecha red con la oligarquía.

Mediante el Asiento de Negros [siglos XVI al XVIII], España otorgaba derechos de exclusividad a los ingleses para vender en las Indias españolas a miles de seres humanos previamente capturados en Africa. Ambas Coronas ganaban la cuarta parte de las ganancias [Ana de Inglaterra y Felipe V estuvieron implicados]. Aquel inmenso patrimonio de enormes fortunas le permitieron a los esclavistas gaditanos construir enormes mansiones en el corazón de Cádiz, como por ejemplo, en la Plaza de San Antonio. Además adquirieron grandes haciendas, tierras, molinos, esclavos, etcétera.

En 1765 por Real Cédula se concede permiso a la Compañía Gaditana de Negros, permiso para capturar, comprar y vender hombres, mujeres y niños, por un periodo de diez años.

No cabe duda de que Teresa Terry había acumulado un enorme arsenal de conocimientos sobre la historia de la población negra en España, pero también de los negreros depredadores como siniestros personajes (propietarios de las personas esclavas). Muchos negreros acaudalados por la trata de seres humanos formarán parte de los consejos de administración de la banca, de la construcción de barcos, e incluso de la política.

Las murallas y baluartes de Cádiz fueron construidos entre otros, por mano de obra esclava. 

Teresa Terry, visitará la Sevilla se las negras, negros y negreros, la Hermandad de los Negritos, la calle Conde Negro, la iglesia de San Ildefonso, que fue sede de la hermandad de los Mulatos, hoy El Calvario, la iglesia de los Terceros, con el símblo de la esclavitud, la S y el clavo, etcétera.

En Cádiz, son frecuentes los localismos como deformaciones fonéticas de expresiones inglesas:
  • “Guachisnai”. “¿What´s your name?”. ¿Cómo te llamas?
  • “Al liquindoi”. “Look and do it”. Estar al loro.
  • “Chumino”. “Show me now”. Muéstrame ahora, los ingleses a las prostitutas.
  • “Sorry, mi arma”. ¡Perdón, mi alma!

José Cándido Expósito, el primer torero que murió en una plaza de toros

Un bebé mulato era abandonado el 30 de noviembre de 1734 en el Orfanato Casa de Expósitos de Santa María del Mar de Cádiz, siendo adoptado por una familia de Chiclana. Pronto se aficionó al toreo y el 25 de abril de 1758 tomaba la alternativa en Madrid convirtiéndose en una figura del toreo de la época. El 23 de junio de 1771, el quinto toro de la tarde "Coriano" de la ganadería de Bornos acabó con su joven vida de 36 años. Fue el primer torero que murió en una plaza de toros.

Un cante por martinete "En el Puerto murió el Cándido..." será recogido en 1881 por "Demófilo" (Antonio Machado Álvarez), padre de los inmortales poetas Manuel y Antonio Machado, en el libro Colección de Cantes Flamencos.

"En er Puerto murió er Cándido
y ayi remató su fin;
le mató un toro de Bornos
por librá a Chiquilin....

Al otro día siguiente
salieron toos los toreros
vestíos de negro luto
por la muerte e su maestro"

Otro torero con sangre negra que destacó en el Puerto de Santa María fue Jerónimo José Cándido, hijo de José Cándido Expósito, quien en 1810 protagonizó la primera corrida de toros que José Bonaparte, entonces rey de España, presenció en Andalucía.


Preguntas

Tras el acto de presentación del libro "Teresa Terry, La Negra de El Puerto de Santa María", comenzaba el turno de preguntas donde algún cabal preguntó si hubo esclavos en Morón de la Frontera. Para ello recurrimos al Archivo Municipal de Morón que nos muestra un importante documento:




Autos a instancia de Pedro Gómez Caro contra Jerónimo de Perea por 145 pesos de plata del valor de una venta de esclava negra [1670].

Archivo Municipal de Morón. Signatura 854


Durante la Edad Media la presencia de esclavos en Morón constituyó un hecho habitual. Esclavos negros, mulatos y moriscos formaban parte de la sociedad local en el estrato social más desfavorecido.

A modo de ejemplo podemos ver la venta en 1670 por parte de Pedro González Caro a Gerónimo de Perea de una esclava negra, una niña de nueve años, de nombre Dominga, que había traído de Portugal, mercado esclavista que se abastecía de sus dominios africanos, al precio de 145 pesos de plata. Los datos están extraídos del proceso por denuncia del primero contra el segundo por no pagar el importe y querer devolverle la esclava. La esclavitud sería abolida en España en 1837, aunque desde muchos años antes ya no había esclavos en la península. Sin embargo, pervivió durante más tiempo en los territorios españoles de Puerto Rico, hasta 1873 y Cuba, hasta 1880.


Siguiendo con las preguntas, otro cabal preguntó si derribar o retirar monumentos a esclavistas era la forma correcta de actuar. Es cierto que habrá opiniones para todos los gustos. Unos, pensarán que derribarlos o retirarlos a un museo es de alguna manera contribuir a la desmemoria. Otros, pensarán que hay que respetar la historia y que dejarlos en pie, aunque con una placa que explique además, todas las barbaridades que hizo dicho esclavista para que no se produzca una amnesia histórica en las generaciones venideras. Decenas de estatuas de negreros podrían retirarse en breve en Reino Unido desatando un debate sobre la memoria historia y el colonialismo.

En marzo de 2018, el Ayuntamiento de Barcelona ordenó retirar la estatua de Antonio López y López, el primer Marqués de Comillas, de la plaza que llevaba su nombre, debido a su implicación en el comercio de esclavos.



Terminó la presentación del libro firmando Jesús Cosano numerosos ejemplares de su libro "Teresa Terry, La Negra de El Puerto de Santa María", que seguro nos invita a la reflexión, no dejando indiferente a nadie, ya que es necesario reflotar estas páginas olvidadas intencionadamente de nuestra historia.

Tan magno acontecimiento cultural que fomenta el debate estuvo maridado con una buena cerveza o vino de la tierra, acompañado de grata música, que para ello, el bar Pavía tiene una experiencia acreditada en este rincón de Morón de algunos lustros.

Desde el Bar Pavía, en compañía del autor del libro, Jesús Cosano y Paco Pavía, en la presentación del interesante libro "Teresa Terry, La Negra de El Puerto de Santa María", para el blog de mis culpas...



P.D. Todo lo explicado en la presentación del libro me hace pensar en una visita realizada a una parte de la Sevilla negra y también al Museo de los Esclavos en Lagos (Portugal):

Se cree que la zambomba como instrumento musical tiene su origen en el Congo, desde donde se expande hacia la Península Ibérica a través del tráfico de esclavos durante el siglo XV. Los negros se juntaban para tocar y cantar en la plaza del Atambor, donde hoy se encuentra el bar Las Columnas, en pleno casco histórico de la capital hispalense.

El nombre de este instrumento musical de fricción probablemente proviene de la palabra congoleña “zimbembo”, que hace referencia a los antiguos cantos fúnebres o ritos de iniciación de los jóvenes. Con el tiempo, dicho término evolucionó y se incorporó a los cantos de Navidad en Andalucía, especialmente en Jerez, donde es considerado junto a Arcos de la Frontera como Bien de Interés Cultural (BIC) de interés etnológico.



El símbolo de "la S y el clavo" se puede observar en la trasera de la Iglesia de los Terceros, en la Plaza Ponce de León. En este caso el signo del esclavo "es-clavo" ha sido utilizado metafóricamente como "Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación" como sinónimo de hermandad o asociación de fieles.

La esclavitud en Sevilla se encuentra asociada al símbolo de la S y el Clavo (sine iure, sin derechos). Originariamente, es una marca que los negreros hacían en sus cuerpos con hierro candente a las personas que capturaban y así señalar su condición de esclavos, y que forma parte destacada de no pocas insignias, escudos y otros atributos de la Archicofradía de la Virgen de los Milagros, patrona de la ciudad y de otras cofradías de Andalucía y de España.



Muchas esclavas tenían un gran parecido con su propietario. Aquello era un secreto a voces en las mujeres esclavas de Africa, América y Europa, ya que eran violadas con asiduidad por sus propietarios blancos, quedaban embarazadas, y sus hijos incrementaban la servidumbre de sus amos. Muy pocos amos los reconocían como hijos suyos. En la mayoría de los casos, mantenían el apellido de sus propietarios. Los niños con siete años ya eran aptos para el trabajo en la caña de azúcar. Los propietarios de mujeres esclavas estimulaban la reproducción natural para tener mayor número de esclavos. Una esclava embarazada era doblemente rentable para el negrero. Los hijos de las esclavas nacían esclavos.

Cuando los negreros volvían a España era normal que lo hicieran acompañados de sus esclavos o ex-esclavos como servidumbre. Una inmensa fortuna sustentada en la venta de niños, mujeres y hombres africanos. Las enormes fortunas habían nacido del tráfico de seres humanos y el trabajo y la vida de miles de hombres y mujeres esclavizados. Muchos bancos de Londres, París, Madrid y Nueva York se nutrían con los grandes capitales procedentes del tráfico y mano de obra esclava de millones de hombres y mujeres, lavando su dinero manchado de sangre en forma fondos, acciones, títulos y bonos que los esclavistas depositaban en ellos. Incluso algunos construían universidades, bibliotecas y capillas en las iglesias.

De la noche a la mañana, esos negreros y sus descendientes se habían convertido en respetados “emprendedores” para una parte de la nación. Y para más “inri” no pocos han sido enterrados bajo suelo sagrado.

Los esclavos que llegaban por vía marítima en las naves portuguesas traían marcas e hierros puestos por los mercaderes para que no pudieran escapar. Solían echarles argollas en los pies, en el cuello y en los brazos y los señalaban con marcas y pinturas. En ambos carrillos les ponían una S y un clavo -es decir, la palabra "esclavo"- para que todos supieran que era cautivo y no libre: "herrado en el rostro con una s y un clabo".

A veces al llegar a Sevilla los marcaban en la frente o en otro lugar con las letras DSA -que quería decir "De SevillA"-, a juzgar por la claridad con que así lo exponen los documentos.

El precio de las hembras solía ser superior al de los varones, especialmente aquellas que tenían entre once y veinte años. Más caras si eran blancas (berberiscas). En Sevilla, no solían subastarse, sino que se vendían en las Gradas de la Catedral o se ofrecían a los transeúntes.

 Alma mater hispalense Siglo XVI Sevilla




Los esclavos negros subidos en los escalones de la Catedral de Sevilla eran vendidos al mejor postor para realizar las labores más duras mientras que el clero, compraba a las mujeres como concubinas. El precio de una hembra en edad fértil aumentaba su valor.

Cuesta admitir que gran parte del progreso de Europa haya estado basado en el inhumano y cruel comercio de esclavos cuya magnitud aún hoy es difícil de cuantificar. Millones de seres humanos separados de su hábitat y de sus familias por la fuerza.

Aunque el pasado a veces se convierte en una herencia incómoda, dicen las páginas de la historia que España llegó a ser un importante epicentro de la esclavitud en el mundo. Los esclavos se utilizaron por las potencias coloniales en las minas de oro y plata, y más tarde las grandes plantaciones de azúcar, algodón, cacao y tabaco, como pilares de la economía colonial. Las encomiendas, que en teoría deberían proteger y evangelizar a la población indígena, en la práctica será una forma de esclavitud encubierta.

Una historia silenciada de la esclavitud en Sevilla que de alguna manera nos proyecta no sólo la luz de lo que fuimos, sino también nuestras sombras como sociedad, al tener una importante participación en la ignominia del tráfico con seres humanos.

El término “ahorro” proviene del árabe hispánico “hurr” o libre. Ahorrar una parte del dinero para comprar su libertad.

Las ideas de la Ilustración a finales del siglo XVIII junto con los brotes revolucionarios comenzaron a cuestionar la legitimidad de la esclavitud en Europa. El pensamiento ilustrado verá la esclavitud como incompatible con los principios de libertad y dignidad humana. La Revolución Francesa marcará un punto de inflexión y en 1789 se produce "la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano" que proclamaba la igualdad de todos los hombres, sentando las bases teóricas para rechazar la esclavitud; aunque en la práctica tomará impulso el comercio clandestino con la connivencia de las autoridades coloniales que operaban al margen de la ley. Pero la mayoría de las veces, cuando llegaba la ley a las colonias se convertía en papel mojado.

Muchas fortunas de la época se forjarán en las colonias del trabajo, la sangre y el sudor de los trabajos forzados de los esclavos en las plantaciones de azúcar y de algodón.

María Cristina de Borbón [cuarta esposa de Fernando VII y Reina regente de 1833 a 1840]; su hija, la reina Isabel II o el militar Leopoldo O´Donnell, entre otros, se lucraron con el trabajo esclavo en las colonias.




Cuando los negros eran viejos, los echaban de las casas con el título de libres, para que siguieran siendo esclavos del hambre. La única libertad a la que aspiraban aquellos desafortunados era la de la muerte. 




Sarcófago del Arzobispo Don Gonzalo de Mena. Anónimo [1401]
Capilla de Santiago, en la Catedral de Sevilla


Don Gonzalo de Mena y Roelas, arzobispo de Sevilla funda en 1393 el Hospital de la Gracia [para personas de raza negra] y una Hermandad para integrarlos en la sociedad de la época, convirtiéndose en la primera congregación religiosa de estas características en el mundo. Será conocida a partir del siglo XVIII como la "Hermandad de los Negritos, siendo anteriormente conocida como la Hermandad "de los Morenos". Hasta el siglo XIX no podían pertenecer a esta hermandad personas que no fueran de raza negra.

La situación de los esclavos era tan penosa que se veían obligados a vivir en la marginalidad de los arrabales. El Hospital de Gracia recogía a los ancianos negros que habían sido esclavos expulsados de las casas de los propietarios [de misa diaria] cuando ya no podían prestar sus servicios.

Muchos negreros lavaban su conciencia dotando con esclavas negras algunos conventos. Se supone que para hacer méritos y permanecer menos tiempo en el Purgatorio. La congregación de los jesuitas destacó por ser la mayor propietaria de africanos esclavizados, más de 20.000, para sostener sus vastas operaciones, haciendas, escuelas y operaciones financieras en América. 

Unos enormes beneficios que servirán para que muchos negreros invirtieran sus ganancias en la compra masiva de propiedades, como palacios, haciendas, cortijos y campos de labor.

"Dios nos libre del corazón de aquellos beatos"


Algunas posturas sobre la esclavitud a lo largo de la historia

En la época de Aristóteles [siglo IV a.C.] la esclavitud estaba admitida socialmente concibiendo el modo de vida griego como el ideal para la vida humana. Aristóteles admite la inferioridad femenina y la esclavitud con el convencimiento de que existen esclavos por naturaleza.

Aristóteles defendió la esclavitud en un mundo griego que para desarrollarse tenía que producir opresión y miseria en algunas capas de la sociedad. Y Aristóteles le otorgó carta de naturaleza: existen hombres destinados a una vida superior y otros, a otra inferior. Pensaba que los hombres fuertes “esclavos” eran necesarios para los trabajos y los inútiles para estos menesteres eran útiles para la vida política. Aristóteles permaneció ciego en el asunto de la esclavitud y de la mujer [amparado por la Iglesia posteriormente]. Platón será el filósofo de referencia hasta que Tomás de Aquino en el siglo XIII cristianizó a Aristóteles.


Antigua Roma

Se podía perder la libertad por tres razones: las conquistas, la piratería y las guerras civiles. La propia Iglesia poseía esclavos en las tierras de los monasterios, amenazando incluso con la excomunión, a quienes incitaran a los esclavos a revelarse contra de sus amos.


Pablo de Tarso [siglo I] justificaba la esclavitud

En Efesios 6:5-8, Pablo afirma: “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como a Cristo”.


Agustín de Hipona (354-430)

Consideraba que la esclavitud era necesaria para salvar a la Humanidad de sus propios pecados predominando esa filosofía. Será a partir del siglo XIII con Santo Tomás de Aquino, cuando el aristotelismo con su culto a la razón nutrirá al catolicismo durante siglos.


Isidoro de Sevilla (556-636)

Dios impuso al género humano la pena de esclavitud, a causa del pecado del primer hombre. De modo que a quienes ve que no les es congruente la libertad, les impone misericordiosamente la esclavitud. Y aunque el pecado original haya sido perdonado a todos los fieles por la gracia del bautismo, sin embargo, el justo Dios dispuso la vida de los hombres de modo que hizo a unos siervos, a otros dueños, a fin de que el libertinaje hacia el mal obrar de los siervos quedara restringido por la autoridad de los dueños”.


Santo Tomás de Aquino (1225-1274)

Santo Tomás fue un legitimador de instituciones como la esclavitud. Históricamente la Iglesia ha defendido la legitimidad de la esclavitud o los derechos humanos recurriendo en ambos casos a la “Suma Teológica”.


Fray Bartolomé de las Casas [1484-1566] en la Controversia de Valladolid de 1550

Para relevar a los indios de las penosas tareas impuestas por los españoles verá positivo importar negros africanos para tal fin, olvidando que éstos últimos también eran hijos de Dios. Después se retractará y lamentará, reconociendo que la esclavitud de los negros era igualmente injusta y una opresión.

En 1537 la Iglesia prohibió la esclavitud de los amerindios. Pero, no será hasta 1839 cuando haga lo mismo con la esclavitud africana. Enrique el Navegante, que era negrero, fue incluso felicitado por Ia Iglesia "por dar a los paganos la oportunidad de conocer la fe cristiana”.

Fue el comerciante de esclavos John Hawkins [1532-1595], quien ejerció a gran escala su “gran carrera como negrero”. Tras su “exitosa primera expedición” [1564-1565], la reina de Inglaterra Isabel I [1533-1603] le prestó un barco para una segunda expedición, cuyo nombre para más “inri” será “Jesús of Lübeck”. En sus bodegas transportaría cuatrocientos esclavos en 1564. La reina Isabel I sería socio de tan "magna empresa". John Hawkins sería nombrado caballero y en su blasón heráldico llegó a colocar la figura de un negro encadenado.

La demanda de esclavos en las plantaciones de azúcar, café y algodón era tan elevada y el negocio de carne humana tan "fructífero" que los esclavistas fletaban barcos negreros de manera clandestina desde África hacia América. Los barcos negreros iban sobrecargados para amortizar pérdidas mientras que los traficantes de esclavos amasaron ingentes fortunas.

Los barcos negreros, procedentes de África, llegaban al puerto de Nueva York cargados de esclavos que se vendían como mano de obra, en lo que hoy se denomina Wall Street, el corazón del distrito financiero.



Bibliografía

"Teresa Terry, la Negra del Puerto de Santa María"

domingo, 7 de diciembre de 2025

Zambombá en la Hacienda Las Bridas como prólogo de la Navidad



El pasado 6 de diciembre como prólogo de las fiestas navideñas orientamos nuestro sextante desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, en busca de la Hacienda las Bridas, ubicada en la carretera Morón y Pruna km 14. Atrás dejamos nuestro castillo con sus viejos sillares y lienzos de murallas cuya artrosis degenerativa [demuestra el paso del tiempo y el ingrato olvido de su pueblo] oteaba nuestra presencia.



¡Y prendido en la magia de los caminos, éste bloguero va!


Visitando esta comarca [Carretera de Morcillo, Las Mezquetillas, Abrevadero del Pilar, la Peñagua, Charco Charcal, El Pontón, La Laiz, Ventorrillo Elvira, Venta de Armijo y Hacienda las Bridas hasta llegar a la Dehesa Arroyo de las Rosas y Sierra de San Juan] nos puede dar la impresión de que el tiempo se ha detenido de alguna manera entre antiguas veredas y trochas rodeadas de un hábitat natural donde destacan las encinas, acebuches, palmitos o lentiscos, una flora autóctona arraigada en el paisaje que forma parte de su rico ecosistema. 




Una comarca donde en tiempos pretéritos el bandolerismo tuvo una notable presencia con los fascinerosos José María "El Tempranillo" y Francisco Ríos González "El Pernales".

No muy lejos de las Bridas, antes de llegar al cruce de Villanueva de San Juan, se encuentra a mano izquierda, la "DEHESA ARROYO DE LAS ROSAS”, donde existe un azulejo que inmortaliza la celebración del indulto de los famosos bandoleros andaluces JOSÉ MARÍA "EL TEMPRANILLO" y JUAN CABALLERO de Estepa en julio de 1832 reinando en España S.M. Fernando VII.





Y a mano derecha se encuentra la Sierra de San Juan, llena de encinas y chaparros. Desde la Sierra de San Juan hasta el Peñón de Zaframagón, a través de la Vía Verde de la Sierra se puede observar a los buitres leonados con su vuelo majestuoso que dominan los cielos de la comarca aprovechando las corrientes de aire caliente que les sirve para sustentarse en el aire con el mínimo esfuerzo. Sustentan sus nidos en las cornisas de los altos riscos y en los inaccesibles acantilados, desde donde observan camuflados entre el color de su plumaje sin ser observados. 

Muchas veces los he visto beber por la mañana temprano en un abrevadero para el ganado existente en la finca La Párraga cuando venía de la Semilla ubicada en la Sierra de San Juan. Son animales rapaces que intimidan no solo a otros buitres, sino también a las personas que intenten acercarse, ya que llegan a medir hasta 2,60 metros de longitud con sus alas extendidas.




Aquella gélida mañana llegamos a la Hacienda las Bridas donde nos esperaba como regalo de bienvenida un chupito de anís para posteriormente disfrutar de una zambombá en compañía de nuestros amigos y paisanos alrededor de la leña de chaparro crepitando y calentando el ambiente. Era la primera vez que el que escribe estas letrillas asistía a una zambombá para cantar los villancicos tradicionales aflamencados. 

Si la memoria no me juega una mala pasada, recuerdo la primera vez que visité la hacienda de las Bridas, allá por año 1995. Entonces prestaba mis servicios en la Residencia de Mayores de San Francisco de nuestro pueblo. Nuestro paisano Juan Martín Valle "Lorenzo" [Q.E.P.D.] invitó a todos ancianos de la Residencia, a las Hermanas de la Caridad y a los auxiliares que acompañábamos a las personas mayores en el autobús [que como algunas veces mandaba la Base Aérea de Morón] a café o chocolate con pasteles. Antes de la merienda hubo un bonito espectáculo de caballos. Fue una tarde inolvidable para las personas mayores. ¡Quién le iba a decir al que escribe estas humildes letrillas que pasado no pocos lustros iba a volver por esos lares!

Las raíces de la zambombá se pierden en los antiguos patios de vecinos andaluces, donde sus moradores se reunían alrededor de una hoguera en un ambiente de convivencia, alegría y celebración navideña, acompañado de los típicos pestiños, mantecados, alfajores y el tradicional aguardiente, que  tomado con precaución formaba parte de aquellas bellas estampas navideñas que permanecen no solo en la nostalgia, sino también en la memoria colectiva de nuestra tierra.

Antiguamente y cercana la Navidad los vecinos buscaban refugio en los antiguos patios de vecinos de las casas. Las mujeres elaboraban los pestiños y polvorones mientras que los hombres llevaban el vino de las tabernas junto a la hoguera, creando una atmósfera mágica entre guitarras, panderetas, cantes y palmas. Eran unos tiempos donde no se conocía la prisa, y donde había vino, se bebía vino; y donde no había vino, agua fresca.




La botella de anís con relieve formaba parte de la percusión de la época, que al ser golpeada con una cuchara metálica formaba parte del sonido tradicional de la zambombá navideña. Un legado oral que ha permanecido en la memoria colectiva, y cuyo material sonoro han heredado las nuevas generaciones.

La zambomba es una orza o recipiente de barro cubierto con piel de cordero tensada, que al frotarse con una varilla que atraviesa el centro de la membrana tensada de piel de cordero, y produce un sonido áspero, grave y ronco. Acompañado de una guitarra y un cajón flamenco brilla con luz propia durante estas fechas entrañables al calor de la lumbre. Era la música popular de tradición oral, transmitida de padres a hijos y nietos.

La zambomba influenciada por el flamenco forma parte de la identidad cultural de un pueblo. Desde el siglo XIX su música se enriquecerá con nuevas formas y melodías. 

En las Bridas disfrutamos de una gastronomía tradicional de campo maridada con un buen vino o cerveza, para los amantes del lúpulo, mientras que en el patio exterior los troncos de leña de olivo y de chaparro introducidos en medios bidones de chapa crepitaban, convirtiéndose sus rescoldos en poder calorífico tan elevado que nos permitía a todos entrar en calor en torno a la hoguera, lo que invitaba rodeado de encinas, a la relajación y al descanso de la rutina diaria.

Haciendo un poco de historia, se cree que la zambomba como instrumento musical tiene su origen en el Congo, desde donde se expande hacia la Península Ibérica a través del tráfico de esclavos durante el siglo XV. Poseer esclavos durante el siglo de Oro en Lagos [donde se estableció el primer mercado de esclavos en 1444], así como Lisboa en Portugal y Sevilla era un signo de prestigio social [destinados al duro trabajo o al servicio doméstico]. En Sevilla queda patente una calle al Conde Negro dedicada a Juan de Valladolid, juez de los esclavos negros y mulatos de la ciudad, cercana a la Hermandad de los Negritos.

Cuando se piensa en los esclavos negros no hace falta irse a los campos de algodón de Virginia o Carolina del Sur… Pocos conocen que Sevilla fue uno de los grandes centros esclavistas de Europa durante el Siglo de Oro, cuando en Sevilla se encontraba el único puerto legal para el comercio con América siendo el centro neurálgico del Imperio español con la Casa de Contratación. 

Los negros se juntaban para tocar y cantar en la plaza del Atambor, donde hoy se encuentra el bar Las Columnas, en pleno casco histórico de la capital hispalense.

El nombre de este instrumento musical de fricción probablemente proviene de la palabra congoleña “zimbembo”, que hace referencia a los antiguos cantos fúnebres o ritos de iniciación de los jóvenes. Con el tiempo, dicho término evolucionó y se incorporó a los cantos de Navidad en Andalucía, especialmente en Jerez, donde es considerado junto a Arcos de la Frontera como Bien de Interés Cultural (BIC) de interés etnológico, con la intención de salvaguardar esta celebración navideña andaluza, aunque es cierto que la masificación puede ponerla en peligro y perder su esencia.

La zambombá, que hunde sus raíces desde el siglo XVIII se ha convertido en otra de las señas de identidad de Andalucía “Así canta la Ciudad de Gallo por Navidad”. Esta zambombá se presentaba como una experiencia única, y por tanto, no podíamos desaprovechar la ocasión.

Los villancicos tradicionales se fusionaron con el cante jondo. Actualmente los villancicos navideños se cantan por bulerías como cante nacido para el baile y la fiesta, donde no faltan los tangos y otros palos del flamenco. El pueblo con el tiempo los ha ido aflamencando.

Una expresión artística que refleja la historia, la cultura y las costumbres de todo un pueblo, evolucionando pero sin perder su esencia. Un Patrimonio Inmaterial que nos invita a seguir manteniendo las raíces de nuestro pasado y  que contribuye a disfrutar de la vida.

El origen de los villancicos se remonta a tiempos muy pretéritos. Algunos lo remontan a las postrimerías del siglo XIII, ya que las Cantigas de Alfonso X el Sabio muestran una forma similar tanto en métrica como en música. Proviene de los antiguos villanos, en latín “villanus” que habitaban las villas, gente de clase humilde que cantaban aquellas composiciones musicales sencillas de la vida cotidiana, coplas satíricas, amorosas, de desamor, morales, críticas a la sociedad, etcétera.

Algunos autores indican que los villancicos podrían hundir sus raíces en el zéjel árabe-andalusí del siglo XII, cuyos poemas finalizan con un estribillo de carácter popular llamado jarcha.

Durante la Edad Media y el Renacimiento aquellas pequeñas rimas llegaron a popularizarse tanto que la Iglesia en el siglo XVI, con la Contrarreforma encontró en los villancicos una buena herramienta para acercar la doctrina cristiana al pueblo y las adoptó para difundir el mensaje bíblico popularizándose sobre todo durante la época navideña.

Los villancicos se han extendido a todos los idiomas, siendo de los más populares “Ya vienen los Reyes Magos”, “25 de diciembre”, “La Marimorena”, “Noche de Paz", "Campana sobre campana", "Los peces en el río", "Mi burrito sabanero", "Arre, borriquito", "Blanca Navidad", "Feliz Navidad", "El tamborilero", "Hacia Belén va una burra”, “Ay, del chiquirritín”, “Campana sobre Campana” o “Jingle Bells" y "We Wish You a Merry Christmas", o algo más moderno “All I want for Christmas is you”, entre otros, sin olvidar los villancicos aflamencados que ponen el broche de oro al prólogo de la época navideña.



Y si se canta acompañado de una buena candela con sus brazas ardientes que proporcionan un calor intenso para combatir el frío de la serranía, una guitarra y buen vino, se podrá disfrutar aún más de la cercana Natividad del Señor, y el día será más completo. 

Cuando disfrutamos de estos eventos y miramos hacia la serranía, tierra donde los bandoleros ejercían su influencia en tiempos pretéritos, siempre nos podemos acordar del poema "Diligencia de Carmona", del poeta y paisano de Andalucía la Baja Fernando Villalón:

"Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas,
el que a los pobres socorre
y a los ricos avasalla".



Aperitivo de chorizo a la parrilla

  • Aperitivos camperos de bienvenida, con tapas de queso, tortilla campera, chorizo, morcilla y productos del campo.
  • Potaje campero sobre las 15:30 horas.


  • Tras el almuerzo, nos esperaba la tradicional Zambombá flamenca con el grupo La Lumbre.
  • Durante la zambombá y tras ella nos esperaban las irresistibles tortas fritas como receta de nuestras abuelas, con su chocolate correspondiente, para estimular el paladar de los comensales con mejor yantar.
  • El sol buscaba su ocaso y comenzaba a caer la helada de la sierra. Fue entonces cuando pasamos al salón principal donde los esperaban los con montaditos acompañado de la música que amenizaba el ambiente para aquellos, a los que aún les quedasen energías.
Se supone que fueron los árabes quienes introdujeron la torta frita en la antigua Al Ándalus, siendo los españoles quienes la llevaron posteriormente a América, trayendo a su vez del Nuevo Mundo el cacao [del náhuatl, cacáhuatl], el chocolate [xocoatl], tomate [tomatl], cacahuete [cacáhuatl], aguacate ["ahuacatl"], etcétera, así como otras palabras que enriquecen nuestro vocabulario: cacique, caimán, canoa, cóndor, coyote, huracán, llama, puma, tabaco, tequila, tucán...

El gazpacho andaluz tal y como lo conocemos actualmente carecía de tomate que vino de América. Anteriormente se le denominaba gazpacho mozárabe elaborado con pan, ajo, agua, sal y aceite de oliva. 





Al terminar la zambombá y para que no decayera el ambiente, Manuel Serralbo, hijo del inolvidable cantaor Manolo Paradas y hermano del tocaor Domi Serralbo, formó el taco con su guitarra en torno a una buena candela alimentada con abundante leña de chaparro que combatía la gélida tarde que se nos echaba encima, mientras que el resto de los amigos de Shotoyama acompañábamos los villancicos tradicionales con las tradicionales palmas, mientras seguían pasando las tortas fritas con el chocolate correspondiente, como manda la liturgia de estos eventos.

¡No cabe duda de que después de las fiestas navideñas tendremos el propósito de adelgazar tras la llegada de los Reyes Magos, e iremos en busca de un nutricionista para recuperar esos hábitos saludables perdidos!

Y para colmo de satisfacción, nos enteramos en Las Bridas, de que el C.B. Morón tras un disputado encuentro, había ganado su partido de baloncesto al C.B.Toledo.



Tras una jornada de grata convivencia entre amigos de Shotoyama, se acercaba la hora de retornar a nuestro lugar de origen ubicado en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco.

Lo primero que se observa durante el viaje de retorno y a escasas leguas de distancia es nuestra vieja alcazaba, que nos observa con sus viejos sillares y lienzos de murallas. Pero sobre todo, el ingrato olvido de todos [llegó a ser alkevirato según el libro "los alkevires de Morón" de Ramón Auñón, reino de taifa, entre 1013 a 1066, y vigía de la Frontera entre el Reino de Castilla y el Reino nazarí de Granada, a manos de la Orden militar de Alcántara].

Tan sólo nos queda una cosa por decir para finalizar estas humildes letrillas, y es felicitar a la persona que ha organizado este evento "José Ángel Vidal", porque no cabe duda, de que detrás de todo existe un gran trabajo.

¡Cuando las cosas están bien organizadas, que bien se saborean!

 

Desde la Hacienda Las Bridas, en compañía de nuestros amigos, para el blog de mis culpas…




P.D. Aunque la zambombá no es considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, sí se encuentra intrínsecamente ligado al Flamenco,  en el cual se incluye, que sí es considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, desde el 6 de noviembre de 2010, en Nairobi (Kenia).

La fiesta de la Zambomba de Jerez y Arcos de la Frontera han sido declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) y de interés etnológico por la Junta de Andalucía el 14 de diciembre de 2015.



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