sábado, 20 de diciembre de 2025

Visita a Ronda con nuestros amigos Antonio y Manuel

 

La puerta de Felipe V fue construida por los ingenieros y constructores del rey, entre 1742 y 1748


¡Para Manuel, Jesús y Antonio!..


Cuando el grajo vuela bajo en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, orientamos nuestro sextante didáctico hacia la ciudad de Ronda [donde el grajo se posa incluso en los balcones cuando hace un frío respetable], en compañía de nuestros amigos Manuel y Antonio.

Hicimos un alto en el camino en la venta El Tikutin, en en pueblo de Algodonales, donde estimulamos nuestro paladar con una tostada de zurrapa de lomo blanco con café, como mandan las reglas del buen yantar, para afrontar con ciertas garantías nuestra didáctica y grata jornada que se avecinaba por aquellos lares.



Como grato recuerdo adquirimos el tradicional pan de pueblo cocido en horno de leña, y cortado longitudinalmente para estimular nuestro paladar en el desayuno con el tradicional aceite [azzeit] de oliva virgen como zumo de la aceituna [azzaytúna].





Lo primero que nos encontramos aquella gélida y soleada mañana al llegar a Ronda fue una estatua ecuestre en bronce de un bandolero, cuya figura rinde homenaje a personajes tan emblemáticos como por ejemplo, José María Hinojosa Cobacho “El Tempranillo” (1805-1833), famoso fascineroso que ejerciera su influencia por la Serranía de Ronda.

 

Por tanto, al tener nuestras raíces en la tierra de Villalón, con la figura de El Pernales, se nos viene al pensamiento el poema del poeta de Andalucía la Baja “Los Siete Niños de Écija”, en la que retrata fielmente el bandolerismo romántico.

Tal vez haya sido la poesía de Fernando Villalón pionera en facilitarnos esa visión romántica del bandolero como héroe social, una especie de “Robin Hood” con el “Tragabuches, Juan Repiso, Satanás y Mala-Facha, José Cándido, el Cencerro y el capitán Luís de Vargas “el que a los pobres socorre y a los ricos avasalla”.

 

Ronda ha sido a lo largo de su historia una continua fuente de inspiración para los artistas y viajeros románticos.



Diligencia de Carmona
la que por la vega pasas
caminito de Sevilla
con siete mulas castañas,

cruza pronto los palmares,
no hagas alto en las posadas,
mira que tus huellas huellan
siete ladrones de fama…

Fernando Villalón (1881-1930)

 

Desde el monumento al bandolero orientamos nuestro sextante hacia la Carrera Espinel, en honor a Vicente Espinel [llamada anteriormente Calle La Bola] famoso por haber introducido la quinta cuerda en la guitarra a las cuatro que existían entonces. 




En la céntrica Plaza del Socorro se encuentra una fuente dedicada a Hércules acompañado de dos leones entre dos columnas, que significan Africa y Europa.

En la Asamblea de Ronda de 1918 como símbolo de identidad andaluza, se adoptó la bandera de Andalucía con la leyenda. En dicha Asamblea se adoptó la bandera verde, blanca y verde de Andalucía, y el Himno con su Escudo, que nos muestra a Hércules "Dominator Hercules Fundator" (Hércules, dominador y fundador) domando dos leones entre las columnas del Estrecho de Gibraltar, simbolizando la fuerza fundadora y la unión de Europa y África, con el lema "Andalucía por sí, para España y la Humanidad".

El color verde de la bandera andaluza corresponde al color de los omeyas y el blanco, al imperio almohade. Dos de las épocas con mayor esplendor de un poder político en el territorio de la actual Andalucía, según la óptica de Blas Infante.

 



Atravesamos el Puente Nuevo para dirigirnos a la Plaza Duquesa de Parcent, donde se encuentra el Ayuntamiento y la fuente de la duquesa. Un poco más adelante se encuentra el monumento a Sor Angela de la Cruz en la fachada del Convento de las Hermanas del mismo nombre.




Muy cerca del convento se encuentra el Palacio de Mondragón, un palacio mudéjar-renacentista y actual Museo de Ronda, donde ilustramos nuestras frágiles entendederas sobre la historia de Ronda. Un museo didáctico de carácter histórico-arqueológico, donde nos dice la leyenda que durante la época andalusí fue la residencia del rey Abbel Malik o Abomelic, hijo del sultán de Fez, Abul Asan.

Los Reyes Católicos fueron ilustres huéspedes del Palacio durante la conquista. Posteriormente, el capitán Melchor de Mondragón [quien destacó en la revuelta morisca en la zona de Istán, Sierra de las Nieves, Málaga], y el Marqués de Villasierra.

 

Allí nos ilustramos sobre el mundo del hombre primitivo y de su hábitat natural, el origen de la alfarería, la edad de los metales, la metalurgia, el mundo funerario, Acinipo o Ronda la Vieja, los fenicios, romanos y cartagineses, la antigua Al Andalus, entre un largo etcétera.

Cuando la Europa cristiana, en el año 1000 estaba bajo el influjo del fin del mundo, el matemático, astrónomo, geógrafo, físico, filósofo, historiador y farmacéutico persa Al-Biruni calculó el radio de la Tierra demostrando que nuestro planeta giraba alrededor del Sol. También confirmaron la esfericidad de la Tierra siglos antes de que Colón descubriera el Nuevo Mundo.
  • Ibn Firnás [810-887]
  • Ibn Bayyah "Avempace" [1070-1138]
  • Ibn Tufail "Abentofail" [1110-1185]
  • Ibn Rušd "Averroes" [1126-1198]
  • Moisés ben Maimón "Maimónides" [1135-1204]...
El primer Renacimiento en Europa se dio en Al Ándalus en lengua árabe contribuyendo con más de mil traducciones de los clásicos griegos al árabe siendo llevadas posteriormente al latín por los eruditos cristianos. De este modo, fueron receptores del legado griego al traducir a célebres pensadores de la Antigua Grecia a la lengua árabe, lo que produjo un gran avance cultural y científico en contraposición con el oscurantismo del occidente cristiano.

Recordar que Alhakén II creó una biblioteca andalusí tolerante y universal con más de 400.000 volúmenes que abarcaba todas las disciplinas del conocimiento. Poseía en su palacio de Madinat al-Zahra un taller de escribanía con encuadernaciones de altísima calidad y copistas. Tendrían que pasar muchos siglos para poder encontrar en Europa una biblioteca con tanta altura de miras como la que poseía el culto Alhakén II que también destacó por el respeto a los cristianos y judíos.

Libros que trajeron desde Bagdad, Damasco, Alejandría, Roma y Bizancio cuyas versiones fueron traducidas posteriormente al latín en la famosa Escuela de Traductores de Toledo, protegida por Alfonso X el Sabio en la que trabajaron musulmanes, cristianos y judíos.

Averroes será un andalusí con proyección europea al convertirse en un puente entre el medievo y el Renacimiento. Con sus verdades metafísicas "dos caminos" tendrá una importante influencia en la Escolástica [que intentaba fundamentar y ordenar el dogma cristiano] al traducir las obras de Aristóteles del griego al árabe abriendo nuevos caminos.

Aristóteles y Averroes serán de algún modo cristianizados por Tomás de Aquino "Fe y Razón" al consolidarse la Escolástica.

 



Por la plaza de María Auxiliadora, donde se encuentra el Monumento a San Juan Bosco, nos acercamos a la Puerta de los Molinos, donde iniciamos un pronunciado descenso por una empinada y sinuosa escalera que nos permite llegar hasta la Muralla de la Albacara [al-baqqāra o vaquería] y el Mirador del Viento, donde nos sorprende una bella vista frontal del Puente Nuevo como testigo de nuestra presencia.

 


La angostura de sus calles empedradas invita al viajero a perderse por sus rincones cargados de historia


Sin prisas nos íbamos acercando a la Pasarela del Tajo, en cuyo primer tramo de 250 metros tuvimos que detener nuestros pasos [por la construcción del siguiente tramo de la pasarela]. Es posible que para Semana Santa de 2026 la pasarela llegue a los baños árabes como epílogo de la ruta, lo que será un verdadero estímulo para volver de nuevo. Una fusión entre historia y naturaleza que pasa por el mirador de la Cueva del Moro con unas vistas espectaculares.




Desde el Mirador del Tajo se puede observar:
  • Sierra Blanquilla
  • Sierra del Palo
  • Sierra de Juan Diego
  • Ermita de la Virgen de la Cabeza
  • Hacho de Montejaque
  • Parque Natural de Grazalema
  • Peñón de Mures


Ronda reflejada en el río Guadalevín


La Cueva del Moro es una obra de ingeniería nazarí que captaba las aguas del río Guadalevín. Tiene 231 escalones que descienden 60 metros hasta el río. Lo peor no es bajarlos, sino subirlos, ya que las personas con problemas de artrosis o similares deben de extremar la precaución, o por el contrario, quedarse disfrutando de los jardines de Forestier.


Equipo técnico en labores de supervisión


La nueva pasarela del Caminito del Tajo de Ronda nos introduce en el monumento natural que forman parte de las entrañas de Ronda a través del Desfiladero del Tajo que recorre las paredes del Cañón a través del río Guadalevín [que proviene del árabe, “Wadi al Laban” o río de leche] hasta la base del Puente Nuevo, como monumento más emblemático de la ciudad.

 


El Puente Nuevo fue construido entre 1751 y 1793. Hasta 1839 llegó a ser el puente más alto del mundo con una altura de 98 metros, y que une la zona histórica con la parte moderna de la ciudad.

El Tajo de Ronda, en la garganta excavada por el río Guadalevín, corta el profundo tajo en dos partes:

Por un lado, la antigua medina andalusí amurallada por los musulmanes con su alcázar y barbacana, donde la Puerta de Almocábar brilla con luz propia. 

Y por otro lado del barranco, pasando el Puente Nuevo, nos encontramos con el viejo arrabal donde se encuentra ubicado el Mercadillo y su famosa Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería, inaugurada en 1785, con dos monumentos emblemáticos de la tauromaquia: Cayetano Ordóñez “El Niño de la Palma” y Antonio Ordóñez.



Algunos turistas contemplando la belleza del Puente Nuevo de Ronda




El Puente Nuevo construido por el arquitecto Martín de Aldehuela es una magnífica obra de ingeniería [1793] que impresiona a quien lo observa. Asomarse al Tajo hace aflorar sin pretenderlo una expresión popular conocida como “El Balcón del Coño”.




Mucha gente al asomarse al Mirador del Tajo de Ronda, lo primero que le sale del alma es la popular expresión "¡Coño!", expresión que se entiende desde el Cabo de Gata hasta el Finis Terrae.


De vuelta de la pasarela del Tajo nos dirigimos hacia la Alameda homónima, donde nos encontramos dos bustos: uno de Orson Welles y el otro, de Ernest Hemingway.



También se encuentra el Paseo de Blas Infante "Padre de la Patria Andaluza" con su monumento homónimo, la Glorieta de Miki Haruta, el Paseo de Hemingway y Kazunori Yamauchi que nos acerca al Puente Nuevo.

 


En el Paseo de Blas Infante y al lado de la Plaza de Toros de estilo neoclásico terminada por Martín de Aldehuela e inaugurada en 1785, se encuentra el monumento "Ronda al Toro de Lidia", realizado por Nacho Martín en 2005.

 

Ronda ha sabido transmitir el peso de su legado histórico conservado bajo un marco inigualable, al mismo tiempo que estimula nuestra imaginación, lo que nos retrotrae a tiempos pretéritos de la antigua Al Ándalus, al bandolerismo del siglo XVIII, a la literatura de Washington Irwing o a los óleos del universal pintor Francisco de Goya, y que han quedado grabado en la retina de nuestro recuerdo y de la Memoria Colectiva.


Tampoco podemos olvidar aquélla serie de televisión emitida a mediados de los años 70 que recordamos gratamente “Curro Jiménez” cuyas localizaciones fueron grabadas en la Serranía de Ronda.

 

El alminar de San Sebastián del siglo XIV [minarete que formó parte de una antigua mezquita y que posteriormente sería cristianizada con un campanario cristiano], nos acerca por la cuesta empedrada de Santo Domingo a la Casa del Rey Moro. El alminar consta de tres cuerpos, dos musulmanes del siglo XIV y el tercero, cristiano, al que se le añadió un campanario.

Las callejuelas sinuosas, angostas y empedradas con cantos rodados nos acercan a la Puerta de Felipe V, a los baños árabes, al Puente Viejo, a la Fuente de los Ocho Caños, a la iglesia de Padre Jesús y al monumento a Aniya la de Ronda [tía de Diego del Gastor, creador del toque de Morón].

La medina musulmana de Ronda alcanza su máximo esplendor durante el periodo que el Reino Nazarí [Al-Nasr] de la antigua Garnatha se convierte en el último bastión del Islam en la antigua Al-Andalus (siglo XIII al XV).

Su posición estratégica en el último periodo de fronteras, convertirá a esta ciudad en paso obligado entre Granada y el Norte de África, a través del Estrecho de Gibraltar (Gebel-al-Tarik) como importante referente en el cruce de culturas.



Antigua Ruta de los Almorávides y Almohades 

Ronda nos extrapola a la antigua medina musulmana cuando observamos la Puerta de Almocábar, a mitad de camino de dicha ruta, transitada en la antigüedad por viajeros desde Tarifa y Algeciras hacia la antigua Elvira –Granada–, donde confluían todas las rutas desde la desaparición del Califato de Córdoba en el siglo XI hasta el eclipse del Reino Nazarí 1492.

Su estratégica situación le ha conferido un gran valor defensivo en tiempos pretéritos y era punto obligado de las rutas comerciales que llegaban desde el Estrecho de Gibraltar, Tarifa, Algeciras y Cádiz por la puerta amurallada de Almocábar [del andalusí al maqabir o cementerio], a mitad de camino entre el Estrecho de Gibraltar y la antigua Elvira –Granada– denominada “La Damasco de Occidente”. 

En Ronda confluían todas las rutas comerciales tras la desaparición del Califato de Córdoba en el siglo XI hasta el eclipse del Reino Nazarí 1492.

La importante ruta de los Almorávides y Almohades, que transitaba por Ronda, evoca la profunda relación existente entre la antigua Al-Ándalus, territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán entre el año 711 y 1492 y los pueblos del norte de África separados por el estrecho de Gibraltar جبل طارق (Yabal Tāriq, Monte de Táriq), situado geoestratégicamente en la angostura que lleva su nombre y ha sido un referente importante en el cruce de culturas.

Y Ronda formaba parte de las rutas de los Almorávides y Almohades. Una transitaba desde Cádiz hasta Arcos, Grazalema, Zahara de la Sierra, Olvera y Setenil de las Bodegas hasta el corazón de Ronda para proseguir hasta el reino nazarí de Granada, ensalzada como la “Damasco de Occidente”.

La otra ruta nos lleva desde Tarifa y Algeciras -a la que se unía Medina Sidonia- y nos lleva hasta Gaucín, Algatocín, Atajate y Ronda para proseguir hasta la antigua Elvira "Granada".

El 22 de mayo de 1885 es tomada Ronda por las tropas cristianas.

Apenas concluida la conquista de Ronda, el secretario real de los Reyes Católicos y cronista Andrés Bernáldez escribió:

[…] “los moros tenían una mina secreta en Ronda adónde descendían para extraer el agua que necesitaban de tres pozos que habían construido al borde del agua […]. El marqués de Cádiz fue informado al respecto, y él mismo, junto con sus soldados, lucharon allí, y tras abrir una entrada en la pared en el fondo del barranco encontraron unas escaleras, pusieron a gente dentro para que defendieran el agua desde dentro de la mina. De este modo el marqués de Cádiz se apoderó del abastecimiento de agua, lo que afectó gravemente a los moros, que no pudieron resistir […]”.

La Mina de agua estaba protegida por una coracha [qawraja]

Cabe imaginar la nostalgia y añoranza que sentiría aquella población musulmana, y más tarde morisca al verse obligado por la fuerza de las armas a abandonar su propia tierra y escuchar al mismo tiempo como celebraban el ansiado momento los cristianos viejos su desarraigo, con el repique de campanas sobre los alminares cristianizados en las antiguas medinas que abandonaban, como dijera el poeta rondeño del siglo XIII.


Ya llora al ver sus vergeles
y al ver sus vegas lozanas
ya marchitas,
y que afean los infieles,
con cruces y con campanas,
las mezquitas.

Abul Beka, poeta rondeño del siglo XIII

Unas señas de identidad de un pueblo que junto con la memoria y el conocimiento quedarán borradas del mapa de la península definitivamente. La nueva invención política Iglesia-Estado comenzaba a polarizar sentimientos con el único objetivo de afianzar sus privilegios en el nuevo marco histórico, como quedará demostrado más adelante con la quema de más de cinco mil libros escritos en lengua árabe quedaban reducidos a cenizas en la Plaza de Bab al Rambla, lugar emblemático de Granada, ordenado por el Cardenal Cisneros en 1502. Arderá la Memoria de los libros escritos por los vencidos.

"Allí donde se queman libros, se acaban quemando hombres"

Antes de continuar nuestra ruta hicimos un alto en el camino en el bar Zokalo, cercano a la Calle de la Bola, donde degustamos una cerveza acompañada de una tapa de callos.

Varios turistas japoneses sentados en el bar pedían un plato grande de “callos con galbanzos, muchos galbanzos”. Se ven muchos turistas del “Sol Naciente” visitando Ronda.

 



Aniya la de Ronda

Desde la Fuente de los Ocho Caños, fuente pública labrada en piedra del siglo XVIII, comenzamos a ascender por una calle empinada y empedrada "Santa Cecilia" donde nos encontramos con el monumento a Ana Amaya Molina “Aniya la Gitana o la de Ronda” (1855-1933), cantaora y guitarrista citada por Federico García Lorca en su conferencia "Importancia Histórica y artística del primitivo cante andaluz llamado Cante Jondo" leída en Granada el mismo año que nuestro paisano Diego Bermúdez Cala “Tenazas” de Morón ganara el I Concurso de Cante Jondo celebrado en Granada (13 y 14 de junio de 1922 en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra), organizado por Federico García Lorca y Manuel de Falla en el que el guitarrista Andrés Segovia formara parte de aquel ilustre jurado.

Aniya la de Ronda era tía del guitarrista y creador del toque de Morón, Diego Del Gastor. Recientemente el escritor local y paisano Luis Javier Vázquez Morilla ha sacado del ingrato olvido a Diego Bermúdez Cala "El Tenazas de Morón" perpetuando así la memoria de nuestro ilustre paisano.




Puerta de la Cíjara

 

Después de disfrutar de aquel entorno que nos brinda el tajo por su otra parte junto al Puente Viejo, comenzamos a ascender por una escalera empedrada denominada el Paseo de Chefauen hasta llegar a la Puerta de la Cíjara, que forma parte de la antigua muralla andalusí de Ronda y por la cual, se entraba en la medina. Allí se localizaban los baños árabes, de los mejores conservados de la Península ibérica.

 



Desde aquí accedemos al Corralón de las Murallas junto a la Puerta de Almocábar (al-maqabir, cementerio musulmán) por estar a extramuros de la antigua medina. La Puerta de Almocábar era la puerta principal de acceso a la medina musulmana en el siglo XIII en el sector sur.

Desde aquel lugar, se observa la Iglesia del Espíritu Santo, que fuera erigida por los Reyes Católicos sobre la antigua mezquita que existía en el Arrabal Alto. Se le denominó "Sancti Spiritus" para conmemorar el día en que fue tomada la ciudad de Ronda [22 de mayo de 1485].

 

Tres puentes centenarios comunican la Ronda Vieja con la Moderna: el Puente Nuevo –símbolo de la ciudad-, el Puente Árabe y el Puente Viejo.





Baños árabes de Ronda

Entre callejuelas angostas y empedradas descendimos hasta llegar a los Baños Árabes -al hammam-, que se nutrían de las aguas del río Guadalevín antes de atravesar el impresionante tajo. Su máxima importancia quedará reflejada en el urbanismo, como lo demuestran los baños árabes, posiblemente los mejor conservados de la Península Ibérica, con el permiso de los de Jaén y los del Bañuelo [Hammam al-Yawza o Baño del Nogal], en Granada.

Ronda, al estar en la confluencia de varias rutas comerciales era un paso obligado para los viajeros y forasteros que visitaban la ciudad, sirviendo como antesala para la posterior visita a la mezquita. Por tal motivo, muchos de los baños árabes se ubicaban junto a las puertas [Bab] de las medinas.

Una visita a los baños árabes de Ronda transporta nuestra imaginación a una atmósfera de aquéllos tiempos andalusíes donde las cuerdas vocales del almuecín brillaba con luz propia llamando a los fieles a orar desde su alminar.

 


Desde las murallas de Ronda se divisaban muchas leguas de distancia


Los baños árabes de Ronda le daban una mayor categoría urbana a las medinas. Se construyeron entre los siglos XIII y XIV. La estructura del edificio es musulmana y construida en ladrillo. Las tres salas reciben la luz a través de lucernarios estrellados. La obra estaba formada por pilares cruciformes y arcos rebajados cubierta por una cúpula de ladrillos.

Estaba formado por una entrada por una sala de ingreso al baño como punto inicial y final en el proceso de aseo, con sus letrinas y vestuarios.

Posteriormente pasaban a la recepción o vestuario (bayt al- maslaj), sala fría (bayt al-barid), templada (bayt al-wastany) y caliente (bayt al-sajun), hipocausto y caldera. Formaba parte del ritual religioso por un lado y como foco de vida social por otro.

Para suministrar agua a los baños árabes de estas dimensiones en una importante medina andalusí como Ronda era necesario disponer de un caudal de agua suficiente y tal contingencia se solucionaba construyendo dichos baños árabes junto al cauce de los ríos.

El agua se extraía mediante una noria de sangre que extraía el agua mediante numerosos cagilones que la depositaba mediante canalizaciones hasta una gran alberca ubicada junto a la leñera como primer habitáculo del baño donde se encontraba la caldera. No se calentaba el agua sino el aire, transmitiendo el calor por vía subterránea (hipocausto) a la sala caliente y templada. El vapor de agua se conseguía arrojando cubos de agua sobre el suelo candente en la sala caliente. El aljibe tenía la función de llenar los recipientes.

Los baños árabes eran un lugar de encuentro, charla y reposo que procuraba la higiene y limpieza necesaria que exige la religión musulmana. Sin embargo, los cristianos lo consideraban un lugar pecaminoso, siendo clausurados con el tiempo.

 



En la parte alta de la Calle Santa Cecilia nos encontramos con el “Templete de los Ahorcados” o de la Virgen de los Dolores que data de 1734. Se trata de una capilla abierta de origen desconocido consagrada a la Virgen de los Dolores que la literatura popular ha considerado tradicionalmente como un lugar de ejecución inspirándose para ello en las esculturas que animan sus soportes “que representan figuras humanas delgadas y atadas al fuste con una soga alrededor de sus cuellos, de expresión siniestra”.

 


La Ruta Romántica

“…el cuadro más pintoresco una banda de arrieros atravesando por el paso de una montaña: primero se oyen los campanilleros, que turban con su monótono sonido el silencio de la elevada cumbre…”

Washington Irwing



Prosper Merimée en su visita a Ronda en 1830 glosaba que “sin duda estábamos ante la ruta más romántica del mundo”. Es cierto que sin pretenderlo aquellos viajeros románticos convirtieron la Ruta Romántica en bellas estampas pintorescas y en pionera del turismo español.

Redescubrir la Ruta Romántica puede ser considerado como una puesta en valor del antiguo “Camino inglés” que ha pasado a formar parte de la Memoria de los Pueblos en la Serranía de Ronda, Grazalema, el Valle del Genal y el Valle del Guadiaro, rememorando tiempos pretéritos.




El Mural de los Viajeros Románticos en la Calle Armiñán rinde homenaje a los escritores y artistas del siglo XIX, que nos recuerdan también el “Camino Inglés”, un camino muy transitado que coincide con una de las rutas que los almorávides y almohades nos han legado.

Gibraltar como punto de origen a través de Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, Gaucín -Sair Guazan-, encrucijada de caminos donde paraban las diligencias con las postas en el siglo XVIII y XIX para pernoctar y proseguir a la jornada siguiente, Benarrabá -de los Banu Rabbah-, Algatocín -de Al-Atusiyin-, Benalauría -de Ben al Auria-, Benadalid -de Ben-Addalid-, Atajate -con su amplia red de senderos que comunicaban la serranía- hasta llegar a su destino Ronda en el Barrio de San Francisco por la Puerta de Almocábar.

Otros viajeros proseguían hacia las Alpujarras y la antigua Elvira-Granada-, considerada hasta 1492 como la Damasco de Occidente.

Los arrieros transportaban sus reatas de mulas o recuas de borricos cargados de grandes fardos con productos que escaseaban en la Península como el tabaco, café, azúcar y telas –que no pagaban impuestos- atravesando peligrosos desfiladeros entre riscos y senderos donde asechaba algún que otro bandolero junto a la bota de cuero con el vino y el agua pendiente del arzón de sus monturas. Los arrieros preferían dormir al raso por cuestión de seguridad.

Etimológicamente el término arriero viene de arrear, persona que trajina con bestias de carga de un lugar a otro. Existe un refrán popular en nuestra tierra que dice: 

¡Arrieros somos y en el camino nos encontraremos!

Hicimos un alto en el camino en el bar La Bodega, cercano a la Puerta de Almocábar, para recuperar la energía que habíamos perdido subiendo tantos escalones. Nos esperaba una buena cerveza fría o una copa de vino de Ronda acompañado de croquetas, ensaladilla, pescado y pluma ibérica con patatas y café de postre.


La tarde más se oscurece, y el camino que serpea hasta la tierra de Villalón nos recuerda que era hora de partir hacia la tierra de la Cal y del Flamenco, pero con las alforjas cargadas de ilusión para seguir soñando caminos y volver de nuevo a la Ciudad Romántica.


Desde Ronda, con nuestros amigos Manuel y Antonio, para el blog de mis culpas…




P.D. Cuando se visita Ronda, Sevilla, Córdoba o Granada con la ruta de las Alpujarras como legado andalusí se nos viene a la memoria aquella memorable frase de Federico García Lorca cuando manifestó el 10 de junio de 1936 sobre la "Toma de Granada" en 1492 por los Reyes Católicos que se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza única en el mundo, para dar paso a una ciudad pobre.



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