martes, 17 de abril de 2012

El cacique. Origen del término

Cacique Agueygana recibe al conquistador Ponce de León
La etimología del término cacique hace referencia a su origen taíno que eran los habitantes precolombinos de Centroamérica que designaban a los jefes indígenas  a través de los cuales los conquistadores españoles gobernaron sus colonias en el Nuevo Mundo y que el sacerdote e historiador español Francisco López de Gómara en 1552 hace referencia en su libro "Historia General de las Indias" cuando  menciona al cacique Guakanagari como jefe de un cacicazgo en la isla La Española durante la llegada de Cristóbal Colón en 1492.

En el siglo XIX y XX, muchos españoles utilizaban el término cacique fuera de su contexto original para mencionar  a la oligarquía en el hábitat rural. "El cacique" poseía una enorme influencia en su latifundio y era un fiel representante del centralismo de la época que imponía sus ideas y gobernaban en la España rural por encima de las leyes vigentes, del mismo modo que los conquistadores gobernaron a los indios ingenuos e ignorantes bajo enormes áreas de desigualdad social con grandes tasas de analfabetismo, un alto grado de subdesarrollo, lo cual generaba un caldo de cultivo idóneo para que la justicia social brillara por su ausencia y el desencanto social creciera exponencialmente.

La imagen de los caciques que ha quedado en la retina del recuerdo queda reflejada perfectamente en la obra de Lorca con "La Casa de Bernarda Alba" y en Miguel Delibes con "Los Santos Inocentes" por citar algunos ejemplos, tiempos pretéritos de los campos andaluces de Andalucía la Baja en la que los señoritos cortijeros a caballo con sombrero de ala ancha y vestidos con sus buenos trajes y con botas de piel miraban por encima del hombro a cualquier jornalero en sus haciendas ó cortijos y cuando venían al casino del pueblo alardeaban de su despotismo con los jornaleros, los cuales carecían de valor humano para éste y eran sometidos a toda clase de abusos. Muchas veces el encargado que nombraba el cacique era aún más déspota con los jornaleros que el propio señorito.


Para más inri, como se observa en los Santos Inocentes, los jornaleros se tenían que quitar la gorra en señal de sumisión al patrón y eran explotados a cambio de un mísero jornal que les impedía dar de comer dignamente a su familia e impedía al mismo tiempo poder dar algún estudio a sus hijos para mejorar así sus condiciones de vida. De esta manera, al no proporcionarle recursos, el cacique se garantizaba de algún modo para el futuro una nueva mano de obra sumisa y "esclava" como porqueros, cabreros, muleros, pastores...

El cacique en tiempos de  Cánovas y Sagasta  era como dijo Joaquín Costa un residuo del feudalismo que controlaban la vida política, económica y social del medio rural en unos tiempos en que el subdesarrollo  de los municipios y su manipulación era lo más característico, consiguiendo que la administración -nada eficiente- y la justicia estuvieran al servicio de los poderosos brillando por su ausencia en la defensa del ciudadano.


Hoy en día el término caciquismo se usa peyorativamente para denunciar cualquier imposición  ó  actitud  política con el fin de utilizar el aparato del Estado  como red de clientelismo  para fines personales o de partidos ignorando a la ciudadanía, actitud inmoral que erosiona la esencia y los cimientos de la Democracia, vaciándola de contenido y deformándola. 

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