viernes, 7 de febrero de 2020

El dinero [como documento histórico]




Madre, yo al oro me humillo, 
Él es mi amante y mi amado, 
Pues de puro enamorado 
Anda continuo amarillo. 
Que pues doblón o sencillo 
Hace todo cuanto quiero. 
Poderoso caballero 
Es don Dinero…

Francisco de Quevedo


En nuestra enésima visita al Museo de Cádiz ubicado en Plaza de Mina nos encontramos una sala llena de paneles ilustrativos, entre monedas antiguas y lingotes de plata, dedicada al origen y longeva historia del poderoso caballero "don dinero". Mis frágiles entendederas me proyectaban la etimología de algunos términos como moneda “moneta”, dinero “denarius”, salario “salarium” o la ceca [dar al-sikka o casa de la moneda en la Córdoba islámica] entre otros…

En otra exposición ubicada en el Muelle de las Delicias en enero de 2016 sobre "Los Guerreros de Xi´an en Sevilla" nos ilustramos sobre la dinastía Qin Shi Huang Di que al unificar su Imperio simplificó el sistema de acuñación introduciendo un único modelo de moneda. 

Así nacería la “Moneda Banliang”, con una perforación en forma de cuadrado en el centro. Sus reformas cambiarán para siempre China. Bajo su mandato se introduce un sistema uniforme de escritura y se unifican pesas y medidas.

Las medidas como el pesaje estaban estandarizados, de manera que si no se siguen las pautas marcadas, se aplicaban fuertes correctivos. Para fomentar aquel sistema centralizador se prohíben formas de pago tradicionales como las conchas de tortuga en favor de las monedas de bronce perforadas.



Nos recordaba el primer panel ilustrativo que una moneda es un disco de metal, con diseño por sus dos caras, con un peso establecido y la marca de la autoridad emisora, con la que se garantiza su valor.



Lingote de plata procedente de América (1687). Museo de Cádiz


Etimológicamente, el término moneda procede del latín “moneta”, sobrenombre de la diosa Juno Moneta en cuyo templo de Roma se instaló, en el año 269 a.C., la primera ceca o taller de fabricación de monedas. 

En tiempo de los sumerios en el 3.000 a.C., se utilizaba la sila de cebada [equivalente a 1 litro de volumen] como el primer dinero conocido de la historia mientras en la antigua Mesopotamia en el 2.150 a.C. aparece el siclo de plata.

En el 640 a.C. el rey Aliates de Lidia, en la Anatolia occidental [actual Turquía] comenzaba a acuñar monedas en oro y plata garantizando su valor. Comenzaba el poder a apoyarse en la moneda.

Y dinero deriva de “denarius”, nombre de la moneda romana de plata para diferenciarlo del aureus “oro que equivalía a 25 denarius en plata” o el sestercio “sestertius, de bronce”.

Salario deriva del latín "salarium", que significa pago en sal durante el antiguo Imperio romano, donde muchas veces se hacían pagos a los soldados con sal, la cual valía su peso en oro. 

Nos dice el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento que fueron 30 piezas de plata el precio por el cual Judas Iscariote traicionaría presuntamente a Jesús. 

De Constantino en adelante, el Estado romano inundó la economía de “oro solidus”, que se convirtió en el símbolo de un nuevo orden y marca distintiva del Imperio. Una libra de oro equivalía a 72 monedas de oro.

La moneda posee tres elementos diferenciales: el metal, el peso y los tipos o representaciones por ambas caras (anverso y reverso). Antes del uso de la moneda el hombre conseguía lo que necesitaba por medio del trueque o el intercambio. Este sistema variaba según las sociedades que lo practicaban, pero generalmente se trataba de productos naturales como el cacao, arroz, pieles de animales, incluso cabezas de ganado, de cuyo término latino "pecus" deriva el término pecunia (rebaño). 


Museo de Cádiz


Origen de la moneda

La moneda surgió por primera vez, tras una lenta evolución, en el siglo VII a.C. el Lidia (Asia Menor), la actual Turquía. Era de electrón -aleación de oro y plata-, y su forma aún no era redonda y regular, representado en una cara la marca del punzón -denominada marca incusa-, y en la otra cara, un animal. 

El uso de la moneda se extendió rápidamente por toda la Magna Grecia y el sur de la península Itálica. Estas primeras monedas griegas eran de plata constituyendo en muchos casos verdaderas obras de arte. Los tipos representados solían ser divinidades y temas relacionados con las ciudades que emitían las monedas, como productos básicos de su economía o personajes y hechos relacionados con su historia local.

En la mitología griega, Caronte era el barquero de Hades “inframundo” encargado de guiar las almas de los difuntos al otro lado del río Aqueronte “río del dolor” si tenían un óbolo -moneda griega de plata- para pagar el viaje, razón por la que en la Antigua Grecia los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua, costumbre importada por la Antigua Roma. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar 100 años por las riberas del río Aqueronte.

Las primeras monedas eran fundidas, técnica que también fue la adoptada por Roma para sus primeras monedas en el siglo III a.C.

La fundición era una técnica simple y rápida pero de peor calidad. Consistía en verter metal líquido en moldes de arcilla u otro material refractario, en el que previamente se habían grabado los tipos de las dos caras de la moneda. Las cavidades tenían a veces forma de árbol, con canales por los que corría el metal. Cuando el metal se solidificaba se cortaban, dejando una marca característica en las monedas obtenidas por este procedimiento.

En 1519 Hernán Cortés junto con los conquistadores españoles quedaron anestesiados por el oro azteca. Era evidente que los pueblos indígenas no entendían semejante obsesión al utilizar éstos como trueque las semillas de cacao [xocolātl] o los rollos de tela.


Bolsa de Madrid


Durante la época Azteca, el comercio creció mucho en Mesoamérica. El cacao llegó a ser más valorado que el oro, convirtiéndose en moneda corriente.

Los españoles se enteraron por los mayas de Yucatán que el cacao era “Moneda del Reino”, así como fuente de alimento y bebida. Pronto, Cortés y sus secuaces descubrieron que las “almendras” se podían utilizar para comprar cosas y pagar los salarios de sus peones nativos, como los esenciales cargadores. Así lo describió el cronista milanés Pedro Mártir de Angleria:

..."¡Oh feliz moneda! No solo es una bebida útil y deliciosa sino que no permite la avaricia ya que no puede guardarse largo tiempo…".

No mucho después de la caída de Tenochtitlán, el salario diario de un cargador era de 100 granos de cacao, lo que pone en perspectiva la siguiente lista parcial de precios de mercancías en Tlaxcala que aparece en un documento de 1545:
  • Una buena Pípila (hembra de pavo) 100 granos
  • Un Pavo 200 granos
  • Una liebre o conejo de monte 100 granos
  • Un conejito 30 granos
  • Un aguacate 3 granos
Algunos países siguen usando como recuerdo en sus monedas actuales el objeto usado como intercambio por sus antepasados, como Ghana que representa como tipo de sus monedas la concha de molusco llamada caurí.


Escudos de oro y plata de la Fragata "Mercedes"


Para fabricar monedas se requieren unos recursos metálicos que varían según la riqueza del país o entidad emisora. Los metales más utilizados desde la Antigüedad eran el oro y la plata, que al principio se utilizaban puros y más tarde aleaciones con metales de inferior calidad. También se utilizaba el cobre y sus aleaciones, como el bronce y el latón. 


Banco de España. Madrid


La acuñación

La acuñación de martillo fue el procedimiento más usual desde que se inventó la moneda. Se colocaba el cospel o trocito de metal entre dos troqueles o cuños de bronce o hierro, uno fijo en el suelo, con el anverso, y otro móvil con el reverso, que se manejaba con la mano. Se golpeaba con un martillo de tal manera que quedaban impresas las dos caras.

A partir del siglo XVI se mecanizó este proceso, perfeccionando y acelerando la producción de monedas. Se comenzó a utilizar el sistema de molino o noria por animales o por fuerza hidráulica.

Felipe II instaló una moderna máquina en 1582 en Segovia, denominada “Ingenio de la moneda”. Y posteriormente se adoptó la prensa de volante o balancín, que se extendió durante el siglo XVII, y que permitió grabar las dos caras y el canto de la moneda simultáneamente. 

A lo largo del siglo XIX se fueron instalando las prensas movidas por vapor, y con la electricidad las mejoras han ido aumentando hasta nuestros días.


Pagos y tributos

La primera función que debe cumplir una moneda es la de ser medida de valor, tener un valor constante y servir para pagar. Las primeras monedas se hicieron para pagos de campañas militares y a los funcionarios, así como para costear la construcción de edificios públicos. Posteriormente se vieron sus ventajas y se ampliaron su uso al pago de impuestos y otras necesidades. 

Para desarrollar transacciones comerciales no hacían falta monedas, como lo demuestra el hecho de que grandes pueblos dedicados al comercio como los egipcios, mesopotámicos o fenicios no las necesitaban. Sin embargo, sus ventajas, como el ser manejable, fácil de llevar e identificar hicieron que se convirtieran en un vehículo importante para el comercio y un instrumento de cambio eficaz en las transacciones.


Símbolo de riqueza

Las monedas, por estar fabricadas con metales nobles siempre han sido símbolos de poder, riqueza y prestigio. Para algunos pueblos poder acuñar monedas significaba un alto prestigio que demostraba su capacidad económica. 

El poderío económico de Florencia fue creciendo a lo largo del siglo XIII teniendo su máxima expansión en el siglo XIV gracias a la industria de la lana, de la seda y de las operaciones bancarias con una vasta red de contactos que abarcaban la mayor parte del mundo cristiano e incluso del islámico. Eran expertos en finanzas y comercio, que adoptaron la moneda del oro, llegando el florín a desplazar a las fluctuantes piezas de plata como moneda mundial de la época. La producción, el comercio y los préstamos [el verdadero negocio] eran manejados por las mismas manos. Los Médicis remuneraban las enormes sumas que le habían sido confiadas por sus clientes entre el 8 y el 10%, mientras que el que cobraban por sus préstamos, podía superar el 25%. Los florentinos eran los socios capitalistas más importantes de la época, estacando como poderosos banqueros los Strozzi o los Médicis.

La práctica de atesorar y ahorrar monedas han sido de las más usuales a lo largo de la historia, tanto particulares como por gobiernos. Los llamados “tesorillos” como el reciente descubrimiento del “Tesoro de Tomares” eran guardados en vasijas de cerámica, bolsas de cuero…y los que han llegado hasta nosotros aportan gran cantidad de datos para la historia de la sociedad de la época. 

Las monedas han sido usadas en muchas ocasiones como adorno personal, formando parte de joyas, como colgantes, amuletos, o han servido para decorar espadas, vasijas u otros objetos. El metal precioso con que están realizadas, así como su valor artístico han contribuido a la generalización de este uso. También se han usado con valor simbólico, como las trece monedas o arras que se entregan a los esposos en la ceremonia del matrimonio.


¡Ante el altar del dinero, todo el mundo se arrodilla!


El mensaje de las monedas

La moneda es un objeto de uso común, que pasa diariamente por nuestras manos sin que, a veces, nos fijemos en ella. Sin embargo, encierra un mensaje y nos transmite una información. Los tipos representados en ella y las leyendas grabadas nos hablan de la sociedad y la cultura que la creó, lo que la convierten en un importante documento histórico.


Economía

El mensaje gráfico que nos aporta las monedas nos indica la fuente de riqueza de un pueblo representándose los productos que abundan en la zona, los que se comercian y son la base económica local. Así los atunes de las monedas de Cádiz, las espigas de trigo y el arado de Obulco, o el racimo de uvas de Acinipo. 

Las representaciones religiosas son muy frecuentes, sobre todo en la Antigüedad. Imágenes de divinidades solas o con sus atributos, templos, santuarios, representaciones mitológicas o símbolos religiosos abundan entre los tipos de monetales. El mitológico Hércules en las monedas gaditanas y la lechuza de las monedas atenienses o los templos de Abdera, Tarraco o de Vesta son algunos ejemplos de ello.


Historia local

Los temas que aluden a la historia y las leyendas son también representados en las monedas. Se refieren a acontecimientos importantes como la construcción de monumentos, victorias militares o deportivas, celebraciones, o hechos relacionados con la fundación de una ciudad. Por ejemplo, las carreras de cuadrigas en la Magna Grecia y Roma.


Imagen de poder

En tiempos en los que no existía la prensa, radio o T.V., la moneda fue el vehículo oficial de propaganda política de los gobernantes, ya que llegaba a todos los lugares y pasaba por las manos de muchas personas. Los mensajes que aluden al buen gobierno y a los beneficios que ese buen gobierno aportan al pueblo y a la sociedad. 

La imagen del poder más usual es la representación del retrato del gobernante en el anverso, costumbre que comienza con Alejandro Magno. Y los buenos resultados de su gobierno son expuestos en los reversos, como alusiones a pueblos vencidos, escudos de las casas gobernantes, o imágenes alegóricas del buen gobierno. 

Las monedas suelen llevar leyendas que informan sobre el gobernante que emite la moneda, el tipo representado, fechas, valores, etc... Aunque las primeras monedas griegas eran anepígrafas [que no porta ninguna inscripción o leyenda] pronto se generalizó la costumbre de añadir inscripciones monetales o leyendas. 

En la Antigüedad la fecha se puede saber a través de diversas formas, como por los nombres de los magistrados, o las titulaciones. La cifra referida a la Era cristiana aparece por primera vez con Felipe II, y a partir de Isabel II son dos las fechas sobre las monedas, una de mayor tamaño referida a la orden de emisión, y otra dentro de una estrellita al año real de acuñación.


CECAS

Durante el Califato de Alhaken II el caudillo Almanzor ocuparía el cargo de director de la ceca de Córdoba en el 967 “Dar al-Sikka”. 

La relación oro-plata era: 1 dinar = 10 dirham en los primeros años pasando después a 12, el felús era la sexagésima parte del dírham según el geógrafo e historiador persa Ibn al-Faqiq.

La ceca era el lugar donde se fabrica la moneda. En el caso de Grecia, por ejemplo, son las ciudades las que emiten y hacen monedas, en Roma se comenzó fabricando en el templo de Juno Moneta y posteriormente fue aumentando el número de cecas. En época moderna se usa el término Casa de la Moneda.

Nombre del gobernante “Filipo I, Alejandro (Magno), Augusto, Trajano, Fernando VI"… 

El nombre del gobernante aparece por primera vez en monedas de Filipo II de Macedonia y a partir de este momento suele ir acompañado de epítetos honoríficos. El nombre de los emperadores romanos va acompañado de sus títulos y honores, formando una extensa leyenda. Por el contrario en la Edad Media la titulatura es corta, quedando reducida al nombre del monarca y su título, a veces abreviado o con la fórmula que alude a la monarquía como don divino.

Los judíos españoles ocuparon un papel destacado en la economía de los reinos peninsulares, siendo más conocidos por su participación en el comercio monetario y en las finanzas. Fueron banqueros, cambistas, administradores de las rentas del Estado y recaudadores de impuestos. Estuvieron cercanos al poder que necesitaba de su préstamos para acometer la gran empresa de la denominada "Reconquista". 

Los Reyes Católicos recurrieron para hacer frente a los gastos de la conquista de Granada a la captación de recursos entre sus súbditos, contribuyendo los judíos con el pago de un impuesto personal y con el préstamo obligatorio de dinero a cargo de las juderías más importantes, que la corona devolvía a corto plazo.


Textos religiosos

Las leyendas religiosas son muy frecuentes, algunas son cortas con frases alusivas a divinidades o a Dios. Otras son textos extensos como los que aparecen en las monedas islámicas, totalmente epigráficas, con invocaciones del Corán.

"José fue vendido a los ismaelitas por 20 siclos de plata [Génesis 37:28].

La expresión del valor de la moneda se hacía por medio de símbolos o marcas, como la X de los denarios o los puntitos de los divisores del as en época republicana romana. El nombre o denominación de la moneda es habitual en la época moderna y en la actualidad.


De la peseta al euro

La peseta, tras 133 años de historia, desaparece el 31 de diciembre de 2001. La primera acuñación oficial de la peseta fue en 1868, pero con anterioridad se acuñaron monedas que también fueron denominadas pesetas. Así, unas pequeñas monedas de plata que circularon en Cataluña entre 1700 y 1714, durante la Guerra de Sucesión; otras acuñadas en Barcelona en 1808 durante la ocupación napoleónica, denominadas pesetas por los franceses, y por último en Mallorca y Cataluña entre 1823 y 1840. 

En 1868 un decreto declara la peseta como unidad monetaria española. Era una moneda de plata que pesaba 5 gramos. Se fabricó en oro, plata y bronce. La moneda de oro equivalía a 100 pesetas, la de plata era de 1, 2 pesetas, y de 50 y 20 céntimos. Por último las de bronce de 10 y 5 céntimos. 

En 1874 se imprimieron los primeros billetes en pesetas, con valores de 25, 50, 100, 500 y 1000 pesetas.



Oro, plata y vellón. Ceca de Toledo. Sinagoga del Tránsito de Toledo (siglos XI al XV).

El 15 de agosto de 1971, el presidente de los Estados Unidos Richard Nixon anunciaba que el dólar dejaba de estar respaldado por el oro físico.

Existe una teoría sobre el símbolo del dólar [$] que proviene del antiguo Peso hispano mexicano con un valor de 8 reales de plata denominado "el dólar español" que en 1785 fue adoptado como moneda oficial de Estados Unidos durante las primeras colonias americanas. En 1792, la Casa de la Moneda estadounidense creaba el dólar americano, mucho menos popular que el dólar español, ya que era más pesado y tenía mejor plata, quedando ilegalizado el dólar español de 1857. El símbolo $ proviene del peso español.

El 1 de enero de 2002 entró en vigor la nueva moneda llamada euro. La creación de nuestra nueva moneda ha sido un proceso de años. El Acta Única Europea (1986) y el Tratado de la Unión Europea (1992) han contribuido a crear la Unión Económica y Monetaria sentando los cimientos de nuestra moneda única.

La tercera fase de la UEM comenzó el 1 de enero de 1999, cuando se fijaron los tipos de cambios irrevocables. Los Estados miembros que forman la parte de la zona del euro empezaron a ejecutar una política monetaria común, se adoptó el euro como moneda de curso legal y las monedas de los Estados miembros participantes se convirtieron en subdivisiones del euro. Un cambio sin precedentes.


Almirante Vernon. Monedas conmemorativas de la Toma de Portobelo y de la pretendida Toma de Cartagena de Indias. Museo Naval de Madrid


Las monedas tienen una cara común para todos los países y una cara específica para cada país, mientas que los billetes son iguales en el conjunto de la zona del euro. Entre las formas de dinero más utilizadas, además de las monedas, están los billetes, cheques y tarjetas de crédito. También es dinero otros objetos usados para realizar pagos, como fichas, bonos de transporte, tarjetas telefónicas…, y las nuevas modalidades que se usarán en el futuro.

En el siglo XXI la guerra de Libia de 2011 fue un castigo a Muammar Gaddafi por renunciar al dólar y tener la iniciativa de intentar abandonar el sistema bancario mundial instando a emplear el dinar de oro en el comercio internacional, ofreciendo crear un único estado africano con un espacio económico común, lo que provocó una respuesta violenta por parte de Estados Unidos y de Europa:

“Libia amenazaba presuntamente la estabilidad financiera de la Humanidad”.

Estados Unidos suele aplicar severas medidas contra aquellos países que se opongan a la hegemonía del dólar “Irak y Libia no sobrevivieron a este pulso quedando totalmente desestructurados”. Por el contrario, China y Rusia están aumentando sus reservas de oro para respaldar sus monedas evitando comprar en dólares.

Muamar el Gadafi quería acabar con el dominio del dólar estadounidense en Oriente Medio por medio de la introducción del dinar respaldado por oro, pero sus intentos fracasaron. China por el contrario, posee un papel de primerísimo orden en la economía mundial y tal circunstancia podría otorgar mayor peso e influencia a su moneda “el yuan”.

Dicen algunos expertos que la fortaleza del oro no es más que un reflejo de la debilidad del dólar. China como principal superpotencia emergente y principal consumidor de petróleo del mundo junto con los principales productores de petróleo son Rusia, Irán y Venezuela dentro de su política geoestratégica podrían reconocer el yuan respaldado por la fortaleza del oro.

La guerra comercial entre ambos colosos nos recuerda aquel proverbio africano que dice: 

“Cuando los elefantes luchan, la hierba sufre”.

No debemos de olvidar que la esclavitud surge como comercio de seres humanos “por dinero” apoyado en tiempos pretéritos incluso por bulas papales que legitimaba el comercio de esclavos sin entrar en el comercio con los indios. Es irónico que el primer barco de transporte de esclavos inglés se llamaba “Jesús”, cuando Éste predicaba el amor al prójimo. 

También grades lobbys y club a nivel mundial deciden que países deben ser invadidos por intereses estratégicos o que zona del planeta es necesario desestabilizar “por un puñado de dólares”. 

Tampoco debemos de olvidar que a comienzos del nuevo milenio se ha creado la Europa del capital por encima de la Europa de los derechos de los ciudadanos y así nos luce el pelo por el “maldito parné...".


Desde el Museo del Louvre con el cuadro "el cambista y su mujer" de Quentin Massys [1514], para el Blog de mis culpas...


P.D. Karl Marx [El Capital] considerado como una de las figuras más influyentes en la historia de la Humanidad y uno de los mayores pensadores del Milenio anunció un teoría que posiblemente nadie haya podido mejorar:

"La historia de la Humanidad es el resultado de la lucha de clases".

Un eterno conflicto que se remonta desde tiempos muy pretéritos, "antes de que Dios fuera Dios y los peñascos, peñascos", lo que ha hecho que se enfrenten dos concepciones antagónicas del mundo: el movimiento obrero y la burguesía.


Bibliografía

Museo de Cádiz


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