jueves, 27 de septiembre de 2018

La imagen del "moro" en la memoria colectiva del pueblo español



“En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen los unos a los otros. Por el contrario, sólo ha servido para separar, para quemar, para torturar”.

José Saramago







En nuestro reciente viaje al Norte de Marruecos atravesando las montañas del Rif entre Tánger, Tetuán y Chauen "tierra de Yebalas" comenzaban a proyectarse sobre mis frágiles entendederas -con la prudencia necesaria del viajero que viaja por vez primera al reino alauita-, aquel cuaderno de Historia 16 nº 319 adquirido en la librería anticuario Raimundo de Cádiz, donde aparecía en su portada: "¡Qué vienen los moros!, escrito por la historiadora Maria Rosa de Madariaga, en cuyas páginas interiores venía reflejada aquella "Imagen del moro en la memoria colectiva del pueblo español y retorno del moro en la guerra civil", que aunque se ha ido diluyendo con el paso de los lustros, aún permanece en la retina colectiva de los españoles aunque sea en pequeñas alícuotas, desde la simpatía que despertaba la población morisca hasta llegar al miedo que despertaba el ejército moro en la población española durante la trágica guerra civil española (1936-1939).



Desde tiempos de zagal recuerdo algunos términos peyorativos acuñados por el nacionalcatolicismo de la época:
  • “El atraso de España se debe a los ocho siglos de presencia musulmana".
  • "La presencia musulmana es un paréntesis en la historia de España".
  • "Clavar el puñal en la espalda como los moros”.
  • "Hay moros en la costa”.
  • "Utilizar al moro como carne de cañón”.
  • “Despeñaperros”, como topónimo.
  • "Santiago Matamoros", como patrón de España...
  • El último "Suspiro del Moro", en referencia al último rey nazarí Boabdil cuando abandonaba Granada en busca de su destierro a la Alpujarra, aunque no existe constancia histórica del suspiro. Por el contrario, sí existe constancia 
    escrita de que tal "suspiro" fue un invento del el cronista-bufón de Carlos V, fray Antonio de Guevara, encargado de divertir al Emperador durante su estancia en la Alhambra durante 1526, lo que le traerá como premio el obispado de Guadix y Mondoñedo. 
  • O recientemente, la destrucción de la Rawda o cementerio real nazarí con las obras de la A-44 a su paso por Mondújar.
Cabe imaginar que también en la retina colectiva del otro lado del Estrecho "en la antigua Berbería" puedan tener reminiscencias similares como fue la expulsión de los moriscos (1609-1614), las Guerras de Marruecos "del Rif" o el Protectorado español (1913-1956) entre otros desencuentros históricos.

El origen del término “Despeñaperros” hay que buscarlo en la época de la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, cuando un ejército formado por varios reinos cristianos de la península (Castilla, Aragón, Navarra y Portugal) vencieron a las tropas almohades. Tras ella, a los derrotados “infieles”, se les insultaba llamándolos “perros“, siendo lanzados por los precipicios y peñascos de la zona, por lo que a partir de ese momento, se empezaría a llamar geográficamente “Despeñaperros”. 

Con esta carta de presentación, no es de extrañar que con el tiempo el mundo cristiano convirtiera al Apóstol Santiago en el patrón de la lucha contra los musulmanes bajo el desafortunado término “Santiago Matamoros” exportado a América bajo el término de "Mataindios". En la Iglesia del Salvador de Sevilla existe un enorme cuadro en cuya parte inferior dice: 

“El Señor San Millán de la Orden de San Benito que en la batalla de Simancas, mató 80.000 moros”.



Y cabe preguntarse, ¡de donde vienen semejantes antagonismos y desencuentros entre dos civilizaciones, dos religiones o dos culturas antagónicas que por culpa de la ignorancia llegara a considerarse malditos en tiempos del Cardenal Cisneros los libros escritos en grafía árabe!. Sin embargo, son dos grandes pueblos que están condenados a entenderse por razones de buena vecindad

Es evidente que en torno a la religión se han vertebrado países y “civilizaciones” aunque la tolerancia muchas veces ha brillado por su ausencia. La religión se ha utilizado como una especie de sextante o brújula que nos ha permitido a nivel de civilización cierta cohesión para orientar y canalizar en cierta medida “nuestro rumbo”. 

Si los judíos desempeñaban el monopolio del comercio y de las artes acaparando riquezas, la población morisca era potencial competidora en la agricultura frente a los cristianos viejos (limpieza de sangre). Por tanto, era necesario eliminarlos de la competencia vedándoles el ejercicio a determinadas actividades comerciales. 

La ignorancia de la época permitía identificar al morisco con el turco, moro e incluso árabe “eran infieles al fin y al cabo”, proyectando en nuestras frágiles entendederas que el presunto peligro vendría del Norte de África, al otro lado del Estrecho de Gibraltar, pudiendo poner en peligro de nuevo la integridad del nuevo estado.


La Casa de Dar al Islam “los andalusíes” actuaron como verdadero hilo de transmisión entre la cultura mediterránea y Al Ándalus. A ellos le debemos las traducciones de los clásicos griegos: la medicina de Hipócrates y Galeno, la geografía, astronomía y trigonometría de Ptolomeo, la geometría de Euclides, la física de Arquímedes, la crítica de Aristarco, y la metafísica de Apolonio, Empédocles y Aristóteles que serán traducidas posteriormente al latín en la famosa Escuela de Traductores de Toledo, protegida por Alfonso X el Sabio en la que trabajaron musulmanes, cristianos y judíos. 

Traducciones del griego al árabe y de éste al latín permitieron que el conocimiento fuese conocido en Europa para dotar de base la filosofía medieval y escolástica.

Pero tras la conquista de Granada con la idea de una cruzada permanente contra el Islam tras ocho siglos de la denominada “Reconquista” será el nacionalcatolicismo refractario de nuevo cuño amparado por un clero fanatizado el encargado de la expulsión de los judíos en primer lugar y de la población morisca posteriormente, creando una imagen del “moro” como enemigo tradicional de España que se irá cimentando y alimentando con hostilidad mediante la imagen de corsarios y moriscos españoles refugiados en Berbería.

Después de la expulsión de los judíos el 31 de marzo de 1492 considerada la mayor expresión de intolerancia ocurrida en Europa durante este periodo comenzará el primer acto de otro “genocidio y etnocidio” como resultado de un nuevo proceso histórico cuyo epílogo será “la expulsión de los moriscos” a partir de abril de 1609. 

El Cardenal Cisneros aprovechó la “Revuelta del Albaicín para asaltar la Biblioteca de la Madraza “Universidad granadina” que venía funcionando desde 1349, cuya biblioteca con textos coránicos será llevada a la plaza de Bib-Rambla, donde serán quemados en la hoguera más de 5.000 libros en lengua árabe, muchos de los cuales habían contribuido a preparar el camino para el Renacimiento. Será una de las más tragedias culturales más grandes de Europa al perderse unos escritos que provocaban la envidia de los erúditos de toda Europa.


La sabiduría colectiva de Al Ándalus yacía en la plaza de Bab al-Rambla, el lugar adecuado elegido por Cisneros para realizar una enorme hoguera. Muchos de los que perpetraron tal ignominia no sabían ni leer ni escribir. Varios centenares de manuscritos importantes, serían transportados más tarde por mar a las bibliotecas privadas de Fez.

Los libros en lengua árabe fueron considerados “malditos” para el nuevo marco histórico, siendo pastos de las llamas coránes, tratados de astronomía y astrología, tratados científicos, poemas, títulos de propiedad, etcétera, que acabarán en la hoguera como producto de la intolerancia del nuevo estado refractario.

Todas estas circunstancias servirán como caldo de cultivo para sembrar el descontento y humillación en la población morisca con el resultado de una insurrección que comenzaría en 1500 hasta 1501 recibiendo como castigo la población morisca el bautismo o el exilio si no abjuraban de su religión. El problema iba a dilatarse durante más de un siglo. 

El cardenal Jiménez de Cisneros “centinela de la Iglesia de Roma” estaba convencido de que sólo podrían vencer a los “infieles moriscos” si se aniquilaba por completo su cultura.

En 1497 Pedro de Estopiñán, caballero al servicio del duque de Medinasidonia conquistará Melilla. El Peñón de Vélez de la Gomera en 1508, el Peñón de Alhucemas en 1673, Larache en 1610…Ahora las incursiones o razias serán del lado de España. Un sentimiento de hostilidad hacia el español por parte del “moro” o viceversa.

El noble morisco español tras siglos de convivencia pasará a ser considerado por el nuevo estado teocrático y refractario un enemigo al que se había combatido durante ocho siglos en nombre de la Cristiandad. Las persecuciones de los moriscos españoles a comienzos del siglo XVII contribuyeron a afianzar la imagen del español como enemigo radical del Islam reavivando dicha hostilidad hacia los españoles la llegada masiva de moriscos al Norte de África. 


El 7 de octubre de 1571 tuvo lugar la batalla de Lepanto contra los turcos que amenazaban parte oriental de Europa. España con don Juan de Austria -hermanastro de Felipe II- se puso al frente de la Santa Alianza con Venecia y Roma como aliados. Miguel de Cervantes participó en dicha batalla a bordo de la nave “Marquesa” perdiendo la movilidad de su mano izquierda, lo que le valió el sobrenombre de “el manco de Lepanto”. A las 4 de la tarde había triunfado la Cristiandad sobre la Media Luna y la sangre ambos bandos teñirían las aguas del Mediterráneo. 

En el Quijote, Miguel de Cervantes da testimonio de la importancia de aquella histórica batalla.

El 20 de septiembre de 1575 Miguel de Cervantes en compañía de su hermano Rodrigo abandonaba Italia en la galera “Sol” zarpando del puerto de Nápoles rumbo a España, pero el rumbo de los vientos deparaba a Cervantes una trágica jugada. Tras cinco días de tranquila navegación a lo largo de la costa norte de Italia, la galera “Sol” junto con otras dos galeras, se desprendieron de una flotilla mayor como consecuencia de una fuerte tormenta con fuerte viento hacia la costa francesa “Les Saintes Maries”, donde tres barcos corsarios berberiscos arremetieron contra ellas. Los supervivientes fueron hechos prisioneros y reducidos al cautiverio, entre ellos Miguel de Cervantes y su hermano, Rodrigo. 

Este dramático acontecimiento en la vida de Cervantes, aparece reflejado en La Galatea. Tras cinco años de cautiverio sería liberado el 19 de septiembre de 1580 por el fraile trinitario fray Juan Gil a cambio de un rescate de 500 escudos de oro. Dicho cautiverio del "príncipe de los ingenios" permanecerá durante mucho tiempo en la retina colectiva de los españoles.


La explotación del protectorado de Marruecos a partir de 1912 y la instalación de empresas mineras en el Rif hará que surja un movimiento yihadista contra el colonizador español o europeo “extranjero en definitiva”. 

· La Primera Guerra contra el Sultanato de Marruecos por la defensa de Ceuta, entre 1859-1860.

· Primera guerra del Rif contra las cabilas que rodeaban Melilla, entre 1893-1894.

· La Guerra de Melilla contra las cabilas rifeñas, entre julio y diciembre de 1909.

· Segunda Guerra del Rif o de Marruecos de 1911-1927.

La actuación de la España colonial en el Norte de África durante el siglo XIX y la presencia de marroquíes durante nuestra trágica guerra civil española irá forjando y modelando aquel desencuentro entre ambos pueblos grabado en nuestra retina colectiva. 

El colonizador español tendrá que demostrar su superioridad sobre el colonizado rifeño “moro salvaje y cruel como enemigo ancestral”, lo que se traducirá en actuaciones de rechazo mutuo y sentimientos contradictorios aunque el español se reconoce demasiado en el otro “el moro” aunque tendrá que demostrarle al europeo que es “superior” y que África no comienza en los Pirineos “español-europeo frente a marroquí-africano”. 

El nacionalcatolicismo se ocupará de atribuirle el atraso de España a los ocho siglos de presencia musulmana pero nunca a los privilegios y prebendas de la nobleza y clero mientras el pueblo llano se encontraba en la más absoluta y ancestral miseria. Poco a poco se irá imponiendo la imagen del moro poco sociable con una sarta de vicios: holgazán, traidor, falso, embustero, rastrero, marrullero, codicioso, salvaje y cruel entre otros adjetivos descalificativos. 

La guerra del Rif (1921-1926) contribuirá a mantener viva en el pueblo español una imagen terrible del moro mientras que las clases populares seguirán yendo a morir para defender los intereses de las clases privilegiadas que los explotaban mientras los ricos se salvaban del servicio militar pagando una suma al Estado “redención en metálico”. 

Durante la revuelta minera de 1934 los obreros reivindicarán mejores condiciones de trabajo y mejoras sociales pero el Gobierno de derechas de la CEDA bajarán los salarios agrícolas de 12 pesetas diarias en 1931 a 4 pesetas diarias en 1934 produciendo una enorme regresión social. Para combatir la revuelta minera el Gobierno traerá tropas de Marruecos (la legión, regulares y mercenarios moros). 

Si don Pelayo expulsó presuntamente a los moros de Asturias, no le importó nada a Franco “elegido por la causa de Dios” que las tropas moras profanasen Asturias en 1934 y posteriormente el resto de España durante la trágica guerra civil española. La República verá aparecer de nuevo al moro, no en África sino de nuevo en la Península, surgiendo las visiones terroríficas del pasado.

Si Francia había creado cuerpos autóctonos bajo el mando de un oficial europeo e Inglaterra había hecho lo propio en la India, ¡la España colonial no iba a ser menos!. La participación de tropas marroquíes en el ejército franquista producirá un profundo trauma en la población civil durante la Guerra Civil de 1936. 


La idea de reclutar y organizar fuerzas en las cabilas rifeñas “moros amigos” era un medio de ahorrar vidas a los soldados españoles. Muchos rifeños acudían a alistarse por culpa de las malas cosechas que se traducían en hambre y miseria para la población. Muchos rifeños se alistaban en las tropas españolas del norte de África para obtener un salario, un fusil y adiestramiento militar. 

Gracias a la excelente cosecha de 1921 muchos rifeños lograrán unirse al movimiento de resistencia de las tribus “insumisas”. Desertarán en masa para unirse a los cabileños sublevados en el Rif encabezados por Ibn Abd-el-Krim El-Jatabi que será aplastado y reprimido brutalmente, siendo sustituidos los caídes por otros afectos a España. 

El primer testimonio sobre la utilización de armas químicas se le debe a Ramón J. Sénder (él mismo sirvió en África cuando la Guerra del Rif), quien en su novela “Imán” narra las trágicas experiencias de un soldado de origen campesino y, a través de éste, los efectos del gas en las tropas españolas. 


En los años de la República se siguió practicando, respecto a las tribus del Rif, la misma política que bajo la dictadura de Primo de Ribera. Para evitar la deserción y contener contentas a sus tropas moras los oficiales españoles les dejaban cometer todo tipo de violencias y atrocidades que quedaban impunes (robos, saqueos y violaciones amparados por sus jefes). 

Durante la guerra civil, decenas de miles de marroquíes serán “atraídos” por el bando franquista con la promesa de altos salarios. Pero la población verá que muchos de los regulares cabileños que pasaron a España no volverán quedando las familias sin noticias y sin dinero. Por tanto, hablar de voluntarios marroquíes es una verdadera falacia.

Miles de familias empujadas por el hambre, enviaron a sus hijos al matadero bajo la única consigna: ¡disparar o a morir en combate para ir al paraiso!". Cuando los supervivientes volvieron a Marruecos, comprobaron "in situ" que después de tantas promesas incumplidas, algunos supervivientes mendigan con sus raquíticas pensiones.

Los moros que trajo Franco
en Madrid quieren entrar.
Mientras queden milicianos
los moros no pasarán.


Coplilla popular al comienzo de la Guerra Civil.

Los feroces guerreros con turbantes ayudaron a Franco en su cruzada contra el "infiel ateo". Después de tantas promesas, solo les quedaba el olvido y la indiferencia.

«Cuando florezcan los rosales de la victoria, nosotros os entregaremos las mejores flores». 

«Valientes soldados marroquíes, os prometo que cuando acabe la contienda a los mutilados les daré un bastón de oro». 


Arengas de Franco a los moros.

La insuficiencia de la paga era compensada por el robo y el saqueo fomentado por sus mandos franquistas. La toma de las ciudades adquiría caracteres de razia: entrada a sangre y fuego, violaciones, incendios, asesinatos de la población civil. Las atrocidades de las tropas marroquíes en territorio peninsular no diferían de las cometidas en el Rif.

Por tanto, Franco no sólo utilizó al “moro” como carne de cañón, sino también como arma psicológica contra el pueblo español por el terror que inspiraba el "moro". Se trataba de desmoralizar y aterrorizar a los soldados republicanos “rojos” descargando su odio y resentimiento contra los españoles del otro bando, con la complicidad de los mandos. 

Pero de todos los actos de barbarie de los “moros” en España, los que más traumatizaron a la población y que quedarán grabados en la memoria colectiva fueron las mutilaciones: destripar, cortar la cabeza, las orejas, las narices, los testículos, etc. Estos actos de salvajismo, corrientes en la guerra colonial, no sólo lo practicaban los marroquíes, sino también los legionarios tanto españoles como de otros países europeos. Que esos actos se cometiesen en Marruecos, aunque reprobables, se consideraba casi normal, al considerarse a las víctimas casi “salvajes”, pero que se cometiesen en la “Europa civilizada” era inadmisible.

Las airadas arengas del general Gonzalo Queipo de Llano -conocido como el virrey de Andalucía- a través de Radio Sevilla, durante la Guerra Civil, fueron muy numerosas. Las emisiones proyectaban un odio visceral incitando al asesinato y a la violación de mujeres que se encontraban en la zona republicana, cebando los más bajos instintos de las tropas coloniales africanas para acometer violaciones múltiples: 

“Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”.

Así, la guerra civil española contribuyó sin duda alguna, a perpetuar y afianzar la imagen que del moro se tenía. Un largo periodo de desencuentros e intolerancia que han quedado guardados en la memoria colectiva y que sólo la cultura de ambos países irá diluyendo.

Paseando por el Paseo de Hasan II en la ciudad santa de Fez, un mamarracho "muharrig", nos llamaba la atención a varios matrimonios que íbamos paseando por la avenida principal al observarnos agarrados de la mano con nuestras esposas. Era evidente que las demostraciones públicas de afecto entre un hombre y una mujer siguen sin estar bien vistas por aquellos que permiten que la mujer siga ocupando un segundo plano en su sociedad. 

Casi todas las mujeres se colocan el tradicional chador e hiyab aunque también se observan muchos niqab, posiblemente porque les otorga cierta seguridad, sobre todo en las áreas rurales,lo que me dio a entender que en la igualdad de género, aún les falta un largo camino por recorrer. 


...Y entonces me acordé lo que me manifestara nuestro guía Abdul II:

"Aunque Marruecos estaba a tan sólo 40 minutos de distancia de España, mentalmente era posible que estuviésemos a varios siglos de distancia". 

Aunque pienso volver a Marraquech -porque visitar Marruecos para impregnarnos de su cultura siempre merece la pena-, si Dios o Alá lo estima oportuno.

"Salam Aleykum".
"Que la paz sea contigo".


P.D. Es indudable que tras la presencia judía y musulmana en Al Ándalus durante siglos, muchos ciudadanos de España poseen un legado genético de ambas civilizaciones que ha pasado a formar parte de nuestra propia identidad histórica modelada a lo largo de los siglos. La huella islámica sigue presente en nuestro vocabulario, en el urbanismo, en la toponímia de muchos pueblos y ríos, en los regadíos y en nuestra manera de ser, sobre todo, en el sur de España.

Mientras la luz de una espléndida civilización declinaba lentamente en la Península Ibérica en 1492, el asentamiento de la población morisca en Berbería contribuiría a su renacimiento cultural ejerciendo una importante influencia en el Norte de África. Este hecho histórico contribuyó a que pasaran en poco tiempo de la Edad Media a la Edad Contemporánea. Aunque son evidentes los esfuerzos en grandes infraestructuras y obras públicas en pleno siglo XXI, nos sigue dando la impresión en nuestra reciente visita, de que aún permanece estancado este país de grandes contrastes sociales (al menos en cuestiones de mentalidad).


Bibliografía

Historia 16 “Que vienen los moros!, por María Rosa de Madariaga. 

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Viaje al Norte de Marruecos "Tánger, Tetuán, Chauen, Fes, Meknés, Rabat y Asilah" (II).




Meknés

Meknés en el Atlas Medio se encuentra a 55 km. de Fez. Su etimología proviene de una antigua tribu bereber que la fundara con el nombre de Meknassi. Al llegar nos detuvimos en su parte más elevada donde pudimos apreciar una bella panorámica de la ciudad donde destacan los altos alminares junto a las mezquitas de la medina que estuviera en tiempos pretéritos protegida por tres grandes cinturones de murallas. 

La antigua ciudad imperial es un modelo de arquitectura magrebí del siglo XVII destacando sus jardines, palacios, mezquitas en la muralla interior donde brilla con luz propia la Puerta de “Bab al-Mansour”, una de las más bellas del reino alauita junto a la Plaza de la Demolición “demolida por los franceses” que desemboca en la medina, que ha perdido su encanto artesanal y gremial como el que comprobamos en la medina de Fes.

En Meknés existe un vino francés de muy alta calidad que se exporta en un 70% a Japón y Francia.



Rabat

Desde la ciudad santa de Meknés nos dirigimos hacia la autopista de Rabat, la capital política y administrativa de Marruecos -mientras Casablanca es la capital financiera del país-, para instalarnos en el Helnan Cellah Hotel ubicado en el centro de la ciudad.

Mulay Ismael acabó con la insurrección de los bereberes “mudayjan” unificando el país en el siglo XVII “Salam y Rabat”.

Antes de llegar a Rabat pudimos observar el Bosque de Mamora con más de 130.000 hectáreas de alcornocales donde entrenara el legendario atleta marroquí Saïd Aouita. Se pueden apreciar también las cuadras de caballos de pura sangre árabe. También nos comentó Abdul que en Rabat  existen siete clases diferentes de eucaliptos, muy buenos para paliar las molestias respiratorias. 

Nuestro guía nos llevó paseando por la alcazaba con sus grande puertas "Bab" que se encuentran cerca de la desembocadura del río Buregreg, que divide a la ciudad de Rabat con la vecina Salé. La alcazaba fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012.



Un cambio en la guardia real montada nos avisaba de nuestra entrada en el punto más elevado de Rabat donde se encuentra la “Mezquita Inacabada” cuyos pilares provienen de las ruinas romanas de Volúbilis, el Mausoleo de Mohamed V y la Torre Hasan II. 

En la Mezquita Inacabada se puede observar la impronta almohade caracterizada por su grandiosidad, sobriedad y el uso magistral del tapial y la piedra. Fue mandada construir al igual que la Giralda en la antigua Isbylia “Sevilla” por el califa Yacub al-Mansur “El Victorioso”. 



En la explanada nos sorprenden -como si fuesen centinelas haciendo guardia- unas enormes hileras de columnas solitarias bajo el cielo de Rabat, con diversos tamaños que deberían de haber sustentado una enorme mezquita con capacidad para 40.000 fieles con su alminar que debería alzarse a los 80 metros de altura; proyecto que quedará interrumpido tras la muerte del califa y donde un gran alminar con algunos paños de “sebka o motivos decorativos de origen islámico en forma geométrica” también inacabado quedará reducido a 44 metros como testigo de una época histórica.  




...Lo primero que nos encontramos en la parte baja del alminar son dos grandes azulejos –del árabe hispano azzuláyg que significa ladrillo vidriado-, en castellano y árabe, donde se menciona la obra del califa Abu Yusuf Yaqub al-Mansur a su alarife Ahmad Ibn Baso al que ordenala erección de esta Sawmua -torre- en 13 de safar –febrero- del año 580 de la Hégira (26 de mayo de 1184 d.C.) y terminó la edificación Alí Al Gumari a finales del año 593 Hégira (19 de marzo de 1197). Renovó el arquitecto Hernán Ruiz esta Sawmua en el año 1568 añadiendo en su parte más alta el campanario renacentista, cristianizando el antiguo alminar.

La Torre Hasan II es muy similar a su “hermana gemela” la Giralda de la antigua Isbilya “Sevilla” sin el cuerpo de campanas. Ha sido restaurada por la Unesco junto con la alcazaba que se encuentra siendo restaurada. Junto a ella se encuentra una bella fuente con el árbol genealógico de la familia real alauita.

En un extremo superior de la explanada se alza majestuosamente el Mausoleo de Mohamed V en mármol blanco que contrasta con la sobriedad del conjunto. Destacan sus bellos alicatados y una enorme bóveda de caoba con paños de pan de oro que acogen los sepulcros del Rey Mohamed V y de sus hijos "Hasan II y Muley Abdalá", velados por un talib que recita el Corán para el descanso eterno de los ilustres difuntos. 

El Mausoleo de Mohamed V -al igual que las mezquitas y alminares musulmanes- se encuentra rematado como todas las grandes obras musulmanas por el “yamur” que son tres esferas en orden descendente cuyo significado proyecta plenitud asociada al Universo y a Dios. 

De vez en cuando se escucha por los altavoces en la explanada el eco de aves rapaces grabado al objeto de espantar a las palomas y evitar que la palomina erosione las piedras.

El mausoleo posee cuatro puertas principales escoltadas por guardias reales tanto en su exterior como en su interior. La dinastía alauita es la segunda más vieja del mundo (1666…), descendiente del Profeta Mahoma, árbol genealógico al cual pertenece.



Asylah 

Tras la visita a Rabat nos esperaba un tranquilo pueblo de pescadores “Asylah”, donde muchos españoles han comprado casitas en busca del sosiego y la tranquilidad. Destaca una antigua fortaleza portuguesa junto al pequeño puerto pesquero. Durante el verano el pueblo cobra vida por su universidad de verano presidida por Antonio Gala. Además posee un festival folklórico. 

Todas las fachadas y casas existentes en las medinas cercanas al Mar Mediterráneo se encuentran encaladas con blanco y añil. De esta forma predomina el denominado “efecto botijo” que permite que las paredes de las viviendas transpiren manteniendo la temperatura en invierno y las refresca durante el verano.

Asylah destaca por su pesca y agricultura con un turismo económico sostenible como pilar importante donde no existen hoteles pero sí camping y albergues. La gente se gana la vida alquilando sus casas. Quien busque tranquilidad encontrará en este pueblo encalado de añil un silencio sepulcral.



Segunda visita a Tanger como epílogo de nuestro viaje al Norte de Marruecos

Desde Asilah nos dirigimos a Tánger como epílogo de nuestra ruta para visitar las entrañas de su medina entre callejuelas sinuosas que nos acercaba a una farmacia bereber donde nos esperaba un vendedor con evidente locuacidad en defender sus productos. Allí nos manifestó que el 80% de la población marroquí confía en las plantas naturales. 

Comprando tres productos, se pagaba dos y el tercero de menor valor era de regalo, hecho que estimulaba al cliente en su adquisición. 

Comenzó el farmacéutico bereber su disertación destacando que el azafrán proporciona color, olor y sabor a las comidas siendo un 70% más barato que en España. El comino da buen sabor a las comidas siendo bueno para el estómago al evitar los gases. La cúrcuma sirve como anticolesterol, el azúcar blanco no es el auténtico y junto con la sal son muy dañinos para nuestra salud. Para adelgazar el agua de limón en ayunas es bueno acompañado más tarde por el té verde que es digestivo. 

Y llegó al aceite de argam con sus grandes propiedades que rejuvenece la piel e incluso se le puede añadir a las ensalada siendo además bueno para el pelo, la cara y el cuerpo, después de una buena ducha y secado de cabello. La elaboración del aceite de argam la realizan las mujeres. Si se mezcla con zanahorias sirve para dar color en verano. También se sirve en crema, champú y jabones que eliminan las manchas de la piel sin olvidar que la crema de Damasco ayuda a eliminar las cicatrices. 

¡Si se necesitaba algo para evitar los ronquidos, también lo tenía nuestro buen vendedor!.

También nos recordó nuestro “farmacéutico bereber” que el té verde más hierbabuena y azúcar no formaba parte de "nuestra tradición". Es una herencia, los dátiles e higos secos muy saludables para el equilibrio del cuerpo. El té negro estriñe. Para disfrutar de un buen té hay que comer antes algo. Los higos chumbos mezclados con el alcohol no son buenos.

…El agua de rosas, el aceite ginsen, la esencia de eucalipto para las vías respiratorias, el azahar como calmante e insomnio, el almizcle que da olor bonito en la piel. Si alguien necesitaba algún remedio contra los ronquidos, aquel era el lugar ideal, lo que hizo muchos compañeros de nuestro grupo compraran muchos productos de la herboristería bereber haciendo su dueño su gran agosto en pleno septiembre. Aunque siempre es bueno recordar que es bueno consultar siempre al médico.


Cuando terminó nuestra visita a la herboristería, nos esperaban un sinfín de vendedores callejeros como siempre “uno tocando un tambor, otro con un collar, otro con un “rolex” y gafas “rayban”, otro con una petaca, camellos de madera y un largo etcétera. 

Terminada nuestra ruta el último día en Tánger, nos dirigimos a almuerzo en un restaurante que previamente nuestro guía Abdul como siempre había avisado con anterioridad. El menú costaba 10 euros “100 dirham” por persona.


Paquete de té adquirido en la herboristería bereber de Tánger.
 Mezclado con limón y menta o hierbabuena está muy bueno
.
1. Sopa harira con legumbres, verduras y especias.

2. Pastela marroquí con pollo y almendra. 


3. Tradicional plato bereber “cuscús”.

4. Pinchos morunos de pollo.

5. Tallines

6. Y de postre: chibakiya “chebakia” postre de almendra acompañado de un buen té verde con menta.


Nuestro guía Abdul nos recordaba que siempre hay dulces en todas las casas marroquíes para los invitados con miel y almendras que duran muchos días al estar realizados con miel pura que es un gran conservante.

Terminado nuestro almuerzo en las entrañas de la medina, nuestro guía nos acompañó al puerto de Tánger donde a las 17,30 -18,30 en España- saldría nuestro ferry en dirección al puerto de Tarifa. Sólo cuarenta minutos nos separaban de nuestra mentalidad occidental y gastronómica que nos permitiera al menos, beber agua potable o una cerveza fría con toda confianza. 

Pero no piense el avispado lector del blog de mis culpas, que hemos quedado desencantados con nuestra visita al Norte de Marruecos. Todo lo contrario, estamos pensando volver de nuevo a Marrakech cuando las circunstancias lo permitan, aunque sólo sea para comer cebolla caramelizada, pan y dulces con almendras. Pero en esta ocasión con todos los anticuerpos mentales que nos permitan afrontar los antígenos de la cruda realidad social en nuestras frágiles entendederas en un país de enormes contrastes culturales, económicos, sociales y gastronómicos. 

Dos grandes civilizaciones, dos religiones, dos continentes, dos formas de pensar con grandes desencuentros a lo largo de la historia pero condenados a entenderse por razones de buena vecindad donde Marruecos está haciendo grandes esfuerzos para convertirse en el país más moderado de África aunque le falte un largo camino por recorrer. 

Después de haber comprobado la cruda realidad social en tan breve espacio de tiempo, sobre las 23,00 horas del quinto y último día de nuestra ruta cultural y “gastronómica” regresamos a nuestro lugar de origen ubicado en “la tierra de Villalón, de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza”, sabiendo ahora valorar un poco más nuestra tierra y lo que posee.

Desde Meknés, Rabat, Asylah y de nuevo Tánger, para el blog de mis culpas…
“Salam Aleykum”.
“Que la paz sea contigo”.







Enlace interesante

Viaje al Norte de Marruecos "Tánger, Tetuán, Chouen, Fes, Meknés, Rabat y Asilah" (I).

P.D. Aunque los pueblos bereberes contribuyeron al crisol de culturas existentes en Al Ándalus, no es menos cierto, que fue determinante su aglutinación con la población autóctona quien le transmitieron su manera de ser. Por tanto, Al Ándalus fue otra cosa diferente a lo que nuestra retina ha podido comprobar en el Norte de África. La intelectualidad judía y musulmana “faylusuf” escribía en lengua árabe así como en Al Ándalus el pueblo morisco escribía en lengua aljamiada “escuchando en romance y transcribiendo en grafía árabe”. 

La filosofía de Al Ándalus emana de la fértil filosofía griega, matriz del pensamiento occidental. La mentalidad y el legado de la España andalusí llegaría a formar parte del primer Renacimiento europeo, estimulando durante siglos la imaginación de una Europa de su época sumida en las tinieblas de su propia ignorancia. El árabe en Al Ándalus era lengua sinónima de refinamiento que sirvió como vehículo para introducir las primeras traducciones al árabe de los filósofos griegos, en especial Aristóteles de la mano de Averroes y que posteriormente se benefició el mundo latino al ser traducidas al latín dotando de base filosófica a la escolástica (Santo Tomás de Aquino). 

En ese contexto histórico, la religión actuaba como aglutinante o pegamento social, llegando a llamar el pensador Ibn Jaldún “asaniya o sistema neuronal de un pueblo”. 

La lengua árabe encontró un enorme soporte en el invento chino que fuera desarrollado por los árabes orientales de Samarcanda: el papel que sería elaborado y mejorado en la Játiva andalusí, cuya utilización pronto se impuso a los papiros egipcios y al elevado coste del pergamino en la Europa cristiana. Todo ello, implicará una enorme distribución de la cultura e ideas.

Mientras la luz de una espléndida civilización declinaba lentamente en la Península Ibérica con la expulsión de los moriscos entre 1609-1614, el asentamiento de dicha población morisca en Berbería contribuyó a su renacimiento cultural ejerciendo una importante influencia en el norte de África. Este hecho histórico contribuyó a que el Norte de África pasara en poco tiempo de la Edad Media a la Edad Contemporánea.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Viaje al Norte de Marruecos "Tánger, Tetuán, Chauen, Fes, Meknés, Rabat y Asilah" (I).


"La vejez comienza a manifestarse cuando pesan más [en nuestras frágiles entendederas] los recuerdos que nuestras ilusiones y proyectos. Es entonces, cuando la nostalgia en forma de canas de plata, se manifiesta bajo un enorme peso en nuestro alma". Por tanto, leer y viajar con vientos alisios nos permite ir soltando amarras para expandir nuestra mente y por consiguiente, cambiar nuestra concepción del mundo. Es necesario vivir nuestros sueños aunque sean efímeros, aunque legando nuestra propia huella, si ello fuera posible.

“Salam Aleykum”
“La Paz sea contigo”

A primeras horas del 13 de septiembre de 2018, cuando la tierra de Villalón comienza a vestirse de faralaes entre efluvios de manzanilla, colocamos nuestro sextante autodidacta en el punto más meridional de Europa ”Tarifa, la antigua Yazirat Tarif” con el propósito de ir ampliando nuestros horizontes culturales. 

Es la primera vez que visitamos el Reino de Marruecos con “Jolin Viajes” desde la tierra de la Cal y del Flamenco, dejando atrás bellos términos geográficos y ciudades bajo antigua etimología andalusí que se rezumen por todos los poros de nuestra geografía y donde el aceite “azzeit” como oro verde brilla con luz propia entre las antiguas almazaras. La antigua Isbilya “Sevilla”, Wad al Kabir “Guadalquivir”, Taraf al-Ghar” Trafalgar o Yebel al Tarik “Gibraltar” entre otros, son un bello ejemplo de su etimología. 

En Tarifa, después de pasar los trámites fronterizos nos esperaba un ferry que nos acercaría a Tánger, ubicado en las antiguas costas de Berbería “bárbaros o extranjeros” lo que nos permitirá seguir oteando en la medida de lo posible, las últimas huellas de Boabdil en Fez, el legado de los últimos moriscos que llegarían a ser el último bastión andalusí de la península ibérica hasta su expulsión definitiva en abril de 1609 sin olvidar el centro de estudios superiores más antiguo del mundo “La Universidad de Qarawiyyin” en Fez, que fuera fundada por una mujer en el siglo IX “Fatima al-Fihri”.

Poco a poco abriremos ruta con nuestra proa autodidacta a partir del punto más meridional de la península ibérica “Punta de Europa o Punta marroquí” en la Isla de las Palomas -que la une con Tarifa, donde se abrazan el cálido Mar Mediterráneo con la inmensidad del frío Océano Atlántico.

Salimos del Puerto de Tarifa por el dique exterior en busca de la Punta del Santo. Entre la angostura del Estrecho comenzamos a percibir el antiguo Monte Calpe (Gibraltar) en la orilla peninsular y el Monte Hacho (Ceuta) con el Monte Musa en el territorio de Marruecos, de los cuales nos recuerda la leyenda que los griegos la llamaron “Estelas de Heracles” en honor al mítico Hércules.

Nos esperan efluvios y reminiscencias andalusíes en el Norte de África, donde Tánger y Tetuán se convertirán en el prólogo de nuestro viaje; el encanto de Chauen, la perla añil de las montañas del Rif y Fez con su medina en el ecuador de nuestra visita y Meknés, Rabat y la tranquila Asilah servirán como epílogo de nuestro grato viaje que estimularán sin duda alguna los sentidos del viajero.

Los romanos comenzaron a llamar Mauretania al Norte de África latinizando a sus habitantes bajo el término “Maurus”. No debemos de olvidar el interesante el término Mar Mediterráneo cuya etimología procede del latín «Mar Medi Terraneum», que significa «mar en el medio de las tierras», lo que cambiará a partir de la II Guerra Púnica, en tiempos de Publio Cornelio Escipión Emiliano conocido como "El Africano" cuando el Imperio Romano conquista definitivamente a Cartago y Roma comienza a denominarlo “Mare Nostrum”.

Es evidente, al menos para el que escribe estas humildes letrillas, que a priori ha podido tener algún que otro prejuicio y la prudencia necesaria del que viaja por vez primera a Marruecos, posiblemente heredado de nuestra retina colectiva, hacia un país de contrastes con diferente cultura, religión e incluso gastronomía destacando en nuestra manera de pensar occidental que al menos, a nivel de igualdad de género y miseria de un pueblo le queda un largo camino por recorrer.

No pocas veces, el miedo al “otro”, al diferente, puede aumentar nuestros prejuicios, aunque no hayamos tratado jamás a ninguna persona, y tal circunstancia nos puede producir cierta hostilidad, posiblemente por nuestra propia ignorancia, generando un caldo de cultivo idóneo para que los antígenos del fanatismo y fundamentalismo, vengan de donde vengan, y crezcan exponencialmente bajo el falso argumento de una “presunta defensa de nuestra identidad”.

Mientras parte de Europa y algunas ciudades españolas como Barcelona esgrimen razones bajo el argumento de la seguridad al pretender prohibir los velos totales con el objetivo de limitar la represión de la mujer bajo la idea europea de secularidad, la retina colectiva del norte de África no observa con buenos ojos a una mujer en un espacio público sino insertada en el ámbito doméstico considerándose en este último caso “mujer virtuosa”. Es cierto que en Marruecos, el país más occidental del islam se observan muchos niqabs o velos que cubren todo el cuerpo menos los ojos aunque también se observan muchas mujeres marroquíes con el chador e hijab.

Hasta la mitad del siglo XX casi todas las mujeres del norte de África eran amas de casa, siendo la mayoría analfabetas y hasta se les prohibía salir de sus casas. No tenían derecho de elegir a su esposo siendo la poligamia muy común. Muchos hombres recurren a tener una concubina con la que tienen hijos “ilegítimos” legalizando el juez un segundo matrimonio para no dejarlos en una ilegalidad. La primera esposa acaba aceptando tal humillación por la escasa compensación por divorcio.

Actualmente muchas mujeres se encuentran estudiando o trabajando en el sector alimentario, textil y en los servicios públicos como la sanidad o la enseñanza entre otros, aunque les quede un largo camino por recorrer en la igualdad de género.

Posiblemente la guerra del Rif (1921-1926) así como la guerra civil española impregnadas en la retina colectiva de nuestros padres y abuelos han contribuido sin duda alguna a perpetuar y afianzar la terrible imagen que del “moro” se tenía. 

Franco y Queipo de Llano no sólo utilizaron al “moro” como carne de cañón, sino también como arma psicológica contra el pueblo español por el terror que inspiraban,  con el único objetivo de desmoralizar y aterrorizar a los soldados republicanos “rojos” descargando su odio y resentimiento contra los españoles del otro bando, siempre con la complicidad de sus mandos.



Primer día, Tánger “capital de la región Tánger, Tetuan, Alhucemas”.

Al no pertenecer Marruecos a la Unión Europea es necesario llevar en regla nuestro pasaporte y D.N.I. Se recomienda antes cambiar algo de dinero sin olvidar que en Marruecos es necesario atrasar el reloj una hora.

En el Puerto de Tánger nos esperaba nuestro guía “Abdul”, natural de Tánger, un hombre culto que domina varios idiomas -lo que me recuerda que la cultura no hace seres cada vez más libres e independientes-. Cada vez que tenía oportunidad, Abdul nos recordaba algunas frases tradicionales en árabe para recordarlas como “Salam Aleykum” -que la paz sea contigo-, a lo que hay que se debe contestar “Aleykum Salam”. 


"Patria, Dios y Rey es el lema de Marruecos".

Cuando terminaba sus explicaciones, terminábamos con el término “Wakja -sí” aunque en verdad, lo que aprendimos a decir el mayor número de veces al observar a las decenas de vendedores callejeros que nos ofrecían sus productos era la “ la choukran - no gracias”.



Como el tiempo que restaba hasta el almuerzo era escaso, nuestro guía se dedicó a mostrarnos Tánger en esta primera visita por todas sus avenidas principales donde pudimos observar colegios con nombres españoles como “Severo Ochoa” o el “Instituto Cervantes” entre otros, ubicados en la antigua zona española. Los profesores españoles están muy cotizados y algunos incluso han echado raíces en aquellos territorios del Norte de África tan cerca y mentalmente tan lejanos.

En pleno corazón de Tánger nuestra retina captaba el mítico Hotel “El Mizah -bella vista-” que según muchos cinéfilos serviría de inspiración para la película Casablanca, en aquel Tánger lleno de espías y agentes dobles que conspiraban desde el ocaso hasta el alba en los salones del hotel, llamados por necesidades de guión Rick's Cafe. Por las habitaciones de El Minzah y por su famoso Caid's Bar han pasado los actores Rita Hayworth y Rock Hudson, el diseñador Yves Saint-Laurent y los escritores Tennessee Williams o Paul Bowles, de quien se cuenta que daba sus entrevistas acomodado en los sillones del bar. El cineasta Bernardo Bertolucci rodó parte de su película El cielo protector -inspirada en la obra de Bowles- en los salones de El Minzah, como también lo fueron algunas escenas de “El tiempo entre costuras”.

Nuestro guía nos manifestaba con cierta frecuencia que Marruecos era un socio indirecto de la Unión Europea y aliado de Estados Unidos habiendo realizado el Estado alauita grandes inversiones en infraestructuras y ferrocarriles, siendo el AVE la joya de la corona cuyas obras finalizarán en 2019 abarcando Fes a Rabat, Casablanca y Marrakech sin olvidar las grandes obras públicas en autovías, asfaltado de carreteras o presas.

Marruecos es un país emergente donde se encuentra el 75 % de la reserva mundial de fosfatos.

También nos comentaba nuestro guía que el Estado de Marruecos es semi-laico, moderado y permisivo siendo además una sociedad multirracial donde los bereberes autóctonos llegan al 60% de la población. No se cobran impuestos en la agricultura, pesca y artesanía estando mal visto que se cobre de la prostitución y de la droga.

El Norte de Marruecos históricamente siempre ha sido más rebelde. Abd el Krim llegó a crear una República en Alhucemas con la raza bereber rifeña “los yerbalas” cuyas mujeres llevan el tradicional sombrero y mandil que se observan en las medinas y en los caminos con las acémilas.

La vestimenta tradicional en Marruecos es la chilaba “zellaba” de lana o algodón utilizada tanto por hombres como mujeres. Es una especie de túnica con capucha que protege del sol y del frío. Sus colores pueden indicar el estado civil. El color marrón es utilizado por los solteros. El traje elegante del hombre se denomina “kadira”.

Las chilabas pueden ser prendas anchas y largas y de varios colores (los hombres optan por colores muy claros), dependiendo del gusto de cada persona. Pero tradicionalmente, los colores elegidos entre las tribus pueden indicar el estado civil, por ejemplo. El color marrón oscuro es utilizado por los solteros.

Los bereberes del desierto usan el turbante azul índigo o añil, al considerar que los protege de los malos espíritus. Sólo dejan los ojos expuestos, para protegerse de las fuertes tormentas de arena.

Entre lo que Abdul nos proyectaba con su disertación y lo que nuestra retina iba captando se estaba formando en nuestras entendederas una idea inicial de Marruecos aunque como dicen en nuestra tierra “lo que está a la vista no necesita candil”. Era evidente cuando uno se adentra en las entrañas de las medinas la inmensa pobreza de un pueblo bajo un halo de mal olor que a veces se nos hacía insoportable -sobre todo en la curtiduría-. 

Sin embargo, lo que más nos impactó fue observar a personas dependientes que eran llevadas en carros de dos ruedas empujados a mano -no existen las silla de ruedas-, o las decenas de niños en edad escolar mendigando, o hombres en la parte trasera de los motocarros que iban sujetando de pie las cargas sin sujeción al transitar por las carreteras e incluso observar a muchas mujeres montadas de pie en la parte trasera de las motos de tres ruedas para ser trasladadas “al hammán o baño público” -cuyo costo era tres veces superior que el del hombre- por no mencionar los cientos de personas que nos atosigaban con sus humildes productos “tengo que vender para poder comer”. Era más que evidente la inexistencia de ley de riesgos laborales alguna.

Sin prisas pero sin pausa íbamos penetrando en un túnel del tiempo que intentaré en la medida de mis humildes posibilidades proyectarlo en el blog de mis culpas. Dos grandes civilizaciones, dos continentes, dos religiones vecinas históricamente cargadas de desencuentros a lo largo de su dilatada historia, con enormes contrastes sociales, religiosos, culturales o gastronómicos que jamás dejarán indiferente al viajero bajo su mentalidad occidental.

Etimológicamente Marruecos proviene del nombre de su antigua capital Marraquech fundada en 1062 por los almorávides que hicieron de ella su capital.

Magreb proviene de “Al Magrib” donde se pone el sol” para diferenciarlo del término “Al-Gharb -Algarve o parte occidental de la península ibérica para diferenciarla del término Axarq o parte oriental”.

Abraham es el padre de las tres religiones monoteístas “judía, cristiana y musulmana”. El Viernes es un día sagrado pero laborable donde la oración es obligatoria. 

En todas las tiendas, restaurantes o cafeterías se puede observar la fotografía del rey Mohamed V.

Desde Tánger a Tetuán pasamos por el Rif -entre cientos de chumberas como parte de nuestra cultura- donde las mujeres yerbalas dan un grato color al paisaje con sus tradicionales sombreros y mandiles en sus acémilas “azzámila” cargadas con productos de alfarería, cebollas o patatas, entre otros productos dirigiéndose a los puestos itinerantes existentes junto a las carreteras. Paramos en un restaurante con un gran buffet pero al ser la comida a base de cuscús, pinchos morunos de pollo con especias, carne de cordero o pastelas que no estimulaban precisamente mi paladar, opté por degustar algún que otro plato de cebolla caramelizada acompañada de zanahoria cortada en hebras con un sabroso pan dulce y un sabroso flan de postre, al menos para recuperar energías.

La agricultura, pesca y artesanía están libres de impuestos. El pan es el alimento básico y detrás se encuentra el Estado. 

El ayuno es un mes cada año durante 18 horas al día. En el desierto predominan los tuareg u hombres con turbantes azules como vestido tradicional que mide entre 5 y 8 metros de longitud. Las temperaturas del severo desierto oscilan entre 55ºC de día y -10 ºC durante la noche. 

En verano los nómadas se mueven para buscar las montañas verdes. El 60% se la población sigue viviendo en el hábitat rural donde predomina el dátil y la leche de camella. Caminan entre 10 y 15 km. entre las arenas del desierto para ir al mercado y se orientan a través de las estrellas, todo ello heredado de sus ancestros. Aclimatarse y resistir a las inclemencias de la naturaleza.

No hay que ser muy avispado para observar en la mayoría de las teterías de las ciudades de Marruecos que visitamos que tan sólo los hombres dominan las calles. Nadie bebe alcohol -al menos en público- porque lo prohíbe su religión al igual que los productos derivados del cerdo que son considerados impuros. Por el contrario, se consume mucho té, café, refrescos y deliciosos dulces.

En las Medinas Kedina “ciudad vieja” de Tetuan o Chauen no todo lo que brilla es oro. El zoco existe en cada ciudad grande. Los alimentos se clasifican bajo dos conceptos: alimentos puros “HALAL” y alimentos impuros “HARAM”.



Tetuán “Aita Tettauen en árabe”

Desde el puerto de Tánger nos dirigimos hacia Tetuán “Teṭwan en árabe” conocida como "La paloma blanca", a orillas del Mar Mediterráneo, posiblemente por la blancura que desprenden sus casas encaladas al sol. Es la medina con más rasgos andalusíes de Marruecos. Tetuán tiene su origen en la antigua medina reconstruida y fortificada por los musulmanes andalusíes que fueron expulsados de España. 

Al llegar a Tetuán al igual que en Tánger nos sorprendieron muchos jardineros trabajando y regando el césped a mano cada pocos metros. Es posible que tal hecho este motivado por el bajo coste de los salarios siendo mejor que automatizar el riego ya que un trabajador tiene de salario mínimo 209 euros mensuales. 

Aunque no está documentado que don Miguel de Cervantes, autor de la novela "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" -novela publicada en 1605- nunca estuviera en Tetuán, aparece mencionada en doce ocasiones, donde se alude a sus lóbregas mazmorras, su mercado de esclavos y su puerto donde atracaban los barcos del Turco, sí estuvo cautivo en las mazmorras de Argel entre 1575-1580 con 28 años de edad. Allí escucharía cientos de historia de otros presidiarios que aludían a Tetuán, una medina llena de peligros que llegara a tener miles de cautivos.


Durante su regreso desde Nápoles a España, a bordo de la galera Sol, después de haber participado en la Batalla de Lepanto en 1571 "manco de Lepanto por haber recibido tres disparos en su mano izquierda", una flotilla de corsarios berberiscos lo hicieron preso Miguel junto a su hermano Rodrigo, el 26 de septiembre de 1575. 

Fueron capturados a la altura de Cadaqués de Rosas o Palamós, en la actualidad llamada Costa Brava, y llevados a Argel como esclavos. El hecho de habérsele encontrado en su poder las cartas de recomendación que llevaba de don Juan de Austria y del Duque de Sessa, hizo pensar a sus captores que Cervantes era una persona muy importante, y por quien podrían conseguir un buen rescate. Pidieron quinientos escudos de oro por su libertad.

Tras cuatro intentos de fuga, en 1580 gracias a la mediación del padre trinitario Juan Gil se dará la libertad previo pago de un rescate a 186 cautivos, entre los que se encontraba Miguel de Cervantes rescatando de nuevo este fraile a 147 cautivos a su paso por Árgel en 1583.

Entre 1913 y 1956, Tetuán fue la capital del "Protectorado español de Marruecos" hasta la firma del acuerdo de independencia de Marruecos en 1956. El “modus vivendis” de Marruecos está influenciado por la cultura occidental.

España ocupó entre el 10 y 12% del territorio de Marruecos y Francia el resto. Aunque se han realizado importantes esfuerzos de arabización, el idioma francés se habla entre el 70% de su población. En abril, Marruecos obtiene el reconocimiento de su independencia que le será concedida en 1956.

· La Primera Guerra contra el Sultanato de Marruecos por la defensa de Ceuta, entre 1859-1860. 

· Primera guerra del Rif contra las cabilas que rodeaban Melilla, entre 1893-1894. 

· La Guerra de Melilla contra las cabilas rifeñas, entre julio y diciembre de 1909. 

· Segunda Guerra del Rif o de Marruecos de 1911-1927.




Más tarde pusimos viento en popa para visitar la medina y posteriormente nos dirigimos a la antigua Plaza de España donde se encuentra el Palacio Real de Tetuán. Un grupo folklórico se nos acercó bailando y cantando canciones bereberes con los cuales nos echamos algunas fotografías de recuerdo. Con posterioridad nos dirigimos a una plaza en la Avenida Mohamed V donde se encuentra el Consulado español. En sus cercanías degustamos el tradicional té con menta "2 euros o 20 dirham". Acto seguido cambiamos euros en “Dirham” en una agencia financiera cercana "Wafacash 1020 Tetouan el Ourouba ” donde nos dieron por 1 euro, 10,558 Dirham.

En Tetuán pernoctamos en el Hotel Chams “sol”. Sobre las 5 a.m. un almuecín rompió nuestro sueño profundo -por el cansancio acumulado por el intenso día anterior- llamando a los fieles a la primera oración diaria. 

Existen cinco oraciones diarias: 
  • Fajr: amanecer antes de la salida del sol. 
  • Zühr: cénit. 
  • Asr: media tarde antes de la puesta del sol. 
  • Maghrib: anochecer. 
  • Isha: por la noche.


Chauen


De los blancos de Tetuán pasamos a los azules de Chauen que impregnan gratamente nuestra retina. Dicen que la cal cuando el sol es radiante molesta la vista pero el azul introducido por los judíos, repele a los mosquitos. En Chauen -que tiene unos lazos muy fuertes con Andalucía- no sólo se vive de otra diferente sino que el tiempo corre de otra manera siendo la persona dueña de su propio destino "no tengo nada pero soy dueño de todo". Da la impresión de que algunos pueblos de Andalucía son una prolongación de Chauen, que se encuentra ubicada en la cúspide de la montaña donde hay que andar como las cabras habiendo aguantado desde la época de los moriscos que fueron expulsados de España entre 1609-1614, lo que produjo una auténtica hecatombe en la península ibérica.

Chefchauen o Chauen “la que mira a los cuernos” se encuentra ubicada entre dos montañas que la enmarcan bajo una bella panorámica: el Monte Meggú (Jbel Kelaa de 1.616 m.) y el Tisoukka (2.122m). Desde Chauen se controlaba la ruta existente entre Tetuán y la ciudad santa de Fez.

Cuenta la leyenda que en torno a 1485 tuvo lugar el matrimonio entre el emir Mawlay Alí Ben Rachid -descendiente del profeta y del clan noble de los alamís de Marruecos, que había luchado en las guerras de Granada- con una cristiana vejeriega que adoptó la religión islámica y el nombre de Lal-La Zohra o Zahra. El emir que residió en su juventud en Andalucía, a la vuelta a su patria natal se convirtió en jefe de la región de Yebala, fundando en 1471 (871 de la Hégira) Chefchauen, ciudad del norte de Marruecos con la que está hermanada Vejer y con la que guarda cierta similitud.




El segundo día pusimos nuestra proa autodidacta desde Tetuán en busca de la ciudad de Chauen cuya etimología proviene del término "shawen" que significa "cuernos" debido a las cumbres montañosas que dominan la medina. El color añil predomina entre la angostura de sus callejuelas encaladas con azul índigo que terminan en la alcazaba donde emerge el zoco y la mezquita donde oran los fieles.


La alcazaba fue construida por el fundador de la medina de Chefchauen "Mulay Ben Musa Ben Rached" en 1471.

A pocos kilómetros de llegar a la ciudad, un control de policía nos paraba y transmitía a la ciudad la entrada de nuestro bus “turistas españoles”. Nuestro guía nos trasmitió que era una rutina habitual y que normalmente un policía de paisano otearía nuestras huellas, como así fue. 


El trazado sinuoso de sus calles junto a la falda del monte nos recordaba las casas andalusíes existentes en las Alpujarras granadina y almeriense, la Axarquía o el barrio morisco de Frigiliana, en la parte oriental de la provincia de Málaga.

En Chauen nos manifestaron que sólo pueden acceder a los cementerios “almoqábar” y mezquitas los musulmanes “muslin”. Durante siglos Chauen llegaría a ser una ciudad santa en la que se prohibía la entrada a los cristianos (no así a los judíos).


Entramos en la medina por una de las puertas situada a lo largo de la muralla “Bab El-Ain", que fuera construida durante el reinado de Muley Alí Rached entre 1471 y 1511. Junto a esta puerta algún un joven nos invitó a comprar “kify”, una mezcla tradicional de cannabis que se fuma en pipa aunque no consiguió venta alguna.

A los pies de las montañas de la Cordillera del Rif, en Marruecos, se encuentra uno de los mayores templos de producción de hachís del mundo: Issaguem, más conocido como Ketama, del cual toma su nombre un grupo español de flamenco.

En la plaza de Uta Al hamman -donde se encuentra alcazaba, la gran mezquita recién restaurada y el árbol alaucaria con su fuente nos encontramos junto a la mezquita unos servicios públicos “wáter turco en cuclillas” muy deficientes donde el servicio de mujeres brillaba por su ausencia. Mientras tanto, nuestros compañeros de viaje realizaban sus compras entre chilabas y kadiras, fez, babuchas, canastos de mimbre, sombreros de todo tipo y un sinfín de artículos expuestos entre centenares de bazares y tiendas donde predomina el “arte del regateo” como costumbre ancestral arraigada entre sus gentes.



En su cultura, si el cliente no regatea, el vendedor podría tomarlo como una ofensa. Por tal motivo, los precios no vienen marcados en los artículos.


Antes de proseguir nuestro viaje tuvimos una hora para degustar el tradicional te viene hirviendo que se sirve desde lo más alto posible para ser oxigenado. El té es considerado la bebida bereber hospitalaria. El pan es natural sin aditivos químicos, lo que nos dio la impresión de comenzar a vivir en otros tiempos, o que al menos, éste corre de otra manera.

Después del almuerzo a base de platos rifeños donde el alcohol brilla por su ausencia y la botella de agua mineral cuesta 2,5 euros colocamos nuestro punto de mira en Fez, donde nos alojamos en el Hotel Sofía de 4*, en el centro de la ciudad junto a la Avenida Hasan II.


En Marruecos la categoría de los hoteles no es asimilable a la de España. Un hotel de cuatro estrellas podría ser similar a uno en España de dos estrellas.



Fes 

En esta ciudad santa nos esperaba otro guía llamado también “Abdul (2)”, quien nos manifestó que, ¡Aunque Marruecos se encontrara geográficamente a tan sólo 40 minutos de distancia de España, mentalmente era posible que estuviera a varios siglos de distancia!

Entre Chauen y Fez nos acompañaban abundantes lomas de olivos cuyo zumo el “azzeit” forman parte del legado de la cultura mediterránea. La ciudad de Fez, primera de las ciudades imperiales de Marruecos, se remonta al siglo VIII siendo declarada “Patrimonio Cultural Universal” por la UNESCO en 1981. Los facís (gentilicio) están muy orgullosos de su ciudad, a la que consideran la capital cultural, santa y universitaria de Marruecos.

La ciudad de Fez fue fundada por Idris I,​ fundador de la dinastía de los idrisíes en 789. En 810, Idris II fijó su residencia en Fez convirtiéndola en la capital de su Estado.

Los dos principales barrios de la ciudad, Adwat al-Qarawiyyin y Adwat al-Andalus, tienen su génesis tras la llegada de los emigrantes árabes con la pérdida de Al Ándalus y con la expulsión de los moriscos de la España cristiana.

Las entrañas de su medina nos sorprende con un auténtico laberinto con casi diez mil callejuelas y donde perderse puede ser algo muy normal "es como introducirse en otro mundo mantenido durante siglos". 

Paseando por este laberinto nos sorprende una de las universidades más antiguas del mundo “Al Quaraouiyine”, anterior a la Sorbona de París. Según la tradición comenzó a construirse en el año 859  bajo los auspicios de Fátima Al Fihriya” quien construyó la mezquita de "Qarawiyyin" asociada a la universidad cuyos estudios principales son religiosos y la lengua árabe. Allí se encuentran más de 4.000 manuscritos escritos a mano.


Grandes nombres de la talla de Averroes “filósofo, médico, matemático y astrónomo”, Al-Idrisi “cartógrafo y geógrafo”, Ibn Jaldún ”historidor, filósofo y geógrafo” o el judío Maimónides “médico, rabino y teólogo” entre otros pensadores se asocian a esta universidad.

Marrakech, Fez, Meknes y Rabat estuvieron cercadas por gigantescas murallas.



Nos detuvimos en Dar el Makhzen (Palacio Real) donde captamos sus impresionantes puertas doradas que al contacto con los rayos del sol nos daban la impresión de que fuesen de oro. Junto al palacio real de Fez se encuentra la antigua judería (El Mellah) cuyas puertas protegían a la comunidad judía durante la noche. Los judíos poseían el monopolio del comercio y los metales preciosos. 

Entre el auténtico laberinto de miles de callejuelas nos íbamos acercando a múltiples talleres gremiales: plateros, ebanistas, cerámica, curtidores, telares, etc…La angostura de sus callejuelas hacía casi imposible el tránsito de los mulos y asnos cargados de artículos, bombonas, telas, cajas, cemento o ladrillos entre una muchedumbre que abarrotaba la antigua medina.



Con frecuencia nos sorprende una caballería o un carro, escuchándose con un tono de voz fuerte el término “balak” que significa "apártate, que el burro tiene preferencia de paso". 


El medio de transporte es burro o el mulo que carga desde la puerta de la medina hasta el interior o viceversa. El burro no se para teniéndose que quitar el transeúnte. La medina es más auténtica porque su arquitectura se ha quedado tal cual desde la Edad Media. Se rumorea que por la noche puede ser peligroso al carecer de luz eléctrica, al estar la medina concebida sólo para el día.

Entre las puertas merecen especial atención “Bab Bou Jeloud” construida por los almohades y también Bab Shorfa y Bab Ftouh; La Plaza Neyyarin (ebanistas) alberga una fuente extraordinaria.

Escuchar al tradicional almuecín romper el silencio desde el alminar de alguna mezquita cercana llamando a orar a los fieles musulmanes (5 veces al día) es una cosa cotidiana en el Norte de África donde la media luna y el yamur de las mezquitas (tres círculos grandes y uno más pequeño que significa plenitud) brillan con luz propia. Es evidente que la religión está omnipresente en todos los ámbitos de la medina. 


Por último, visitamos en Fez las curtidurías del siglo XIV donde trabajan cientos de familias. Al entrar nos dieron un ramito de hierbabuena para paliar el mal olor que desprenden en su proceso. Las pieles de camello, vacuno y cabra se reblandecen con cal y palomina (heces de paloma). Allí nos explicaron “in situ” que las mejores pieles son las de camello y cabra al ser lavables e impermeables. 


El tinte rojo para curtir las pieles procede de la amapola, el verde de la menta, el azul del indigo o el naranja de la henna.


"Oficio noble y bizarro
entre todos el primero,
pues en la industria del barro
Dios fue el primer alfarero
y el hombre el primer cacharro".

Terminada nuestra visita a la curtiduría nos dirigimos a un taller de alfarería donde pudimos apreciar el legado ancestral de esta antigua profesión gremial. El oficio de alfarero es posiblemente la profesión artística más antigua de la Humanidad debido a la necesidad del ser humano de almacenar agua y alimentos y por consiguiente, la fabricación de utensilios y recipientes domésticos. En el Génesis de la Biblia se da a entender que Dios fue el primer alfarero cuando creó al hombre de la tierra.

El ladrillo constituyó el principal material en la construcción de las antiguas Mesopotamia y Palestina, donde apenas se disponía de madera y piedras.

La pieza es realizada por el alfarero pasando al secado y posteriormente a un horno de cerámica a 120 º C durante 12 horas la primera cocción y 950ºC la segunda cocción durante 8,5 horas.

Paseando por el Paseo de Hasan II en la ciudad santa de Fez, donde destacan las abundantes hileras de palmeras, un “malaje” nos llamaba la atención al observarnos agarrados de la mano con nuestras esposas. Las demostraciones públicas de afecto entre un hombre y una mujer no están bien vistas por algunos intolerantes que permiten que la mujer ocupe un segundo plano. Casi todas las mujeres se colocan el tradicional chador e hiyab aunque también se observan muchos niqab, posiblemente porque les otorga cierta seguridad, sobre todo en las áreas rurales. 

Las palmeras simbolizan la unión entre en cielo y la tierra y su presencia junto a las casas musulmanas era señal de hospitalidad. Produce gajos de dátiles grandes y dulces que ha alimentado desde tiempos ancestrales a los beduinos “pastores nómadas del desierto”.


Aunque Marruecos proclamó la igualdad entre hombres y mujeres legalmente, sin embargo, en la memoria colectiva queda un largo camino por recorrer al armarse muchos ciudadanos bajo la presunta autoridad religiosa que les permite discriminar a las mujeres también en el espacio público. 


Los hombres tienen la costumbre de pasearse de la mano. Y sin embargo, una pareja no puede ir agarrada de la mano. El papel de las mujeres está totalmente subordinado al de los hombres, carecen de autonomía y todos sus actos de supervivencia están subordinadas a padres, hermanos y maridos. La mujer está protegida aunque para nosotros no es así. El peso del campo lo lleva el 80% las mujeres y también llevan el peso del hogar. Los hijos es un peso importante porque es un seguro para la vejez de sus progenitores al carecer de seguridad social.


Si no se conocen las personas no debe de haber contacto entre ellas “saludo por ejemplo” y menos aún entre hombre y mujer. Son códigos que se respetan. Las bodas y bautizos duran tres días siendo apartados para los banquetes 30 corderos. En la medina de Fes se puede observar cinturones de boda bordados en hilo de oro para personas adineradas que debe regalarlo el hombre a su futura esposa, pudiendo llegar a valer hasta 1 millón de euros.

Cuando visitamos la ciudad imperial de Fez en Marruecos la retina de la historia nos recuerda que en este lugar murió Boabdil “Abû ʿAbd Al·lâh” en 1553 después de haber abandonado Laujar de Andarax, en la Alpujarra almeriense, cuando falleció su esposa Morayma en 1493. Pero lo que no nos han dicho nunca es que el último rey nazarí fue un gran negociador al preferir salvar la vida de su pueblo a su destrucción y al que se le debe la salvación de la Alhambra y el Generalife por su valiente actitud, que sin duda alguna hubiesen sido convertidos en escombros al igual que lo fue el legado de miles de manuscritos y libros científicos en grafía árabe en la Plaza de Bab al Rambla “Puerta del río”, siendo transportados los que no pudieron destruir precisamente a Fez.

Nuestro segundo guía en Fes Abdul II a pregunta nuestra nos dijo que hace varios años llegó un equipo de investigadores al cual acompañó con el propósito de investigar en la antigua musalla “ermita” cercana a la Puerta de la Justicia los presuntos restos de Boabdil pero al parecer este proyecto se ha ido diluyendo.



La visita a Fez terminó con nuestra grata asistencia a una fiesta andalusí con nuestro traje típico marroquí -previo pago de 40 euros por comensal- en la Puerta Dar Bab Guissa donde un grupo andalusí con varios grupos bereberes acompañados de varias bailarinas nos obsequiaron con varios bailes del vientre que hicieron las delicias de los asistentes. En un ambiente agradable degustamos de nuevo la comida típica marroquí donde de nuevo el cuscús, las pastelas o los dulces de almendras acompañados por el vino de Meknés brillaron con luz propia. 



La visita a Meknés, Rabat, Asilah y Tánger como epílogo de nuestra visita al Norte de Marruecos formará parte de la segunda parte de este interesante viaje al Norte de Marruecos, que por su intensidad y extensión, no puede entrar en toda su integridad en este artículo que comparto con los amigos. 



Desde el Norte de África, para el blog de mis culpas...