viernes, 22 de marzo de 2024

La Virgen de la Estrella en aquella Semana Santa de 1932


 Salida de la Virgen de la Estrella en 1932


La Semana Santa es la fiesta barroca de la primavera que impregna nuestra retina siendo un referente de identidad cultural andaluza. Simboliza el triunfo de la vida (primavera) sobre la muerte (el invierno). Frente a la umbría de los pasos de Cristo entre hachones, brilla la incandescencia viva y cegadora de la candelería de los palios.

Isidoro Moreno, antropólogo

Cuando los efluvios de incienso y azahar comienzan a embriagar los sentimientos cofrades atravesamos el Puente de Triana que nos acerca a la Capilla de la Virgen de la Estrella, en la calle San Jacinto, que se prepara para vivir intensamente su desfile procesional el Domingo de Ramos.

La retina de la historia nos refresca la memoria sobre aquel episodio histórico de la Semana Santa de 1932 donde todas las cofradías se pusieron de acuerdo para boicotear a la Segunda República, menos la Hermandad de la Estrella [Nuestro Padre Jesús de las Penas y Nuestra Señora de la Estrella] que sería la única hermandad en realizar aquel año su estación de penitencia por las calles de Sevilla.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, conocido popularmente como el zapatero de Triana por el hecho de estar sentado como los antiguos zapateros remendones, se le atribuye al escultor barroco José de Arce [Flandes, c. 1600-Sevilla, 1666], en 1655.

La imagen de la Virgen de la Estrella es una obra anónima aunque se le ha atribuido al escultor Martínez Montañés [1568-1649]  e incluso a su discípulo Juan de Mesa [1583-1627]. El IAPH [Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico]  le atribuye en el año 2010 la imagen de la Virgen de la Estrella al taller de la Roldana [Luisa Ignacia Roldán Villavicencio], la primera escultora del Barroco español [1652-1706].

La desafortunada frase “España ha dejado de ser católica” pronunciada por Manuel Azaña en las Cortes aquel 13 de octubre de 1931 hará que muchos católicos el 18 de julio de 1936 presten un fervoroso apoyo a los sublevados bajo el amparo sin fisuras de la propia Iglesia católica "nacionalcatolicismo" para defender sus privilegios.

Unas palabras desafortunadas cuyos vientos mostrarán sus correspondientes lodos posteriores al encontrarse gobernadas las cofradías serias y de silencio por personas pertenecientes a los más elevados estratos de la sociedad sevillana que eran políticamente ultracatólicos y ultraconservadores.

Es cierto que existía mucha agitación política y un miedo imperante de las hermandades para sacar a sus Titulares a la calle en 1932 tras la promulgación de la Constitución de 1931 que recogía la "aconfesionalidad del Estado", lo que será aprovechado por la derecha más reaccionaria para hacer causa común con el clero y presionar a las hermandades para que permanecieran en sus templos.


Azulejo de la Virgen de la Estrella en la Iglesia de San Jacinto, Triana, Sevilla


La conspiración de los reaccionarios contra Segunda República española comenzaba desde su promulgación. Aquella Sevilla republicana se encontraba sacudida por una fuerte ola de conflictos laborales donde crecía el paro obrero y los desempleados carecían de subsidio alguno que los sacara del hambre. La miseria entre las clases más desfavorecidas estaba a la orden del día “si no trabajabas no comías”.

Durante los sucesos de Sevilla de julio de 1931 una de las tabernas más populares de Sevilla “Casa Cornelio” [donde presuntamente se reunían anarcosindicalistas] será borrada del mapa a cañonazos por el Ejército que tendrá un decisivo papel en la Sanjurjada de 1932 y en el golpe de Estado rebelde a partir del 18 de julio de 1936. Casa Cornelio será bombardeada a las 17:25 horas del 23 de julio de 1931 por orden del Ministerio del Interior y ejecutado por la Guardia Civil y la Caballería del Ejército, recibiendo el impacto de 22 cañonazos.

La noche del 22 de julio de 1931 se produjo un intento de asalto al cuartel de la Guardia Civil en la Plaza del Sacrificio, donde murieron dos personas, entre ellas un capitán de la Benemérita. Habían muerto dieciséis personas en la capital hispalense y cuatro en los pueblos de la provincia, con más de 200 heridos.

En el solar de la antigua Casa Cornelio se ubicará en 1941 la actual basílica de la Macarena [Queipo de Llano sería enterrado en su suelo sagrado desde 1951 hasta 2022]. Queipo de Llano será uno de los promotores de la reconstrucción de la Basílica de la Macarena tras la destrucción de la entonces Parroquia de San Gil durante la Guerra Civil.

Cuatro detenidos serán asesinados en el parque de María Luisa por 'la ley de fugas' donde participaría un personaje sobradamente conocido en Sevilla, el general Manuel Díaz Criado, que se convertirá años más tarde "en el brazo ejecutor de la política represiva de Queipo de Llano después del golpe de julio de 1936", apunta el escritor García Márquez.

Aquel sería el caldo de cultivo en aquella Sevilla de los primeros años de la Segunda República donde la clase reaccionaria esperaba que llegara su momento.


La Virgen de la Estrella a su paso por la Capilla del Carmen, en Sevilla. Fotografía ABC


La noche del 10 de febrero de 1932 treinta y cuatro hermanos mayores de las hermandades se mostraron fervientes partidarios de la suspensión de la Semana Santa de ese año menos los de cuatro Cofradías: la Exaltación, la Virgen de la O, la Esperanza de Triana y la Hermandad de la Estrella, que esperaban realizar su estación de penitencia con normalidad, si las circunstancias lo permitían.

Se quiso utilizar en aquel año de 1932 a las Cofradías y a la Semana Santa de Sevilla, tanto por parte de la jerarquía eclesiástica de la época como desde la derecha y ultraderecha política, como una especie de ariete contra el nuevo régimen que democráticamente habían otorgado las urnas. Sevilla era en aquella época una de las ciudades con mayor conflictividad social de España debido al paro, a las huelgas y a la miseria que padecía sobre sus carnes la clase trabajadora que proyectaba su odio injustamente contra las iglesias y conventos. 

No hace falta recordar los sucesos de Casas Viejas de 1933 cuando el pueblo se puso en pie por culpa del hambre y de la miseria del campo andaluz. 

Los sucesos de Casas Viejas ocurridos entre el 10 y el 12 de enero de 1933 serían fielmente narrados en el libro de Ramón J. Sénder “Viaje a la aldea del crimen”. Es un texto clave para entender las profundas tensiones políticas y sociales a las que tuvo que hacer frente la Segunda República española y que retrata fielmente la miseria del campo andaluz que condenaba a los hombres y mujeres a la triste soledad con su hambre y miseria secular como caldo de cultivo.

Durante la Primera República llegaron a salir tres cofradías, una de ellas fue la Hermandad de la Macarena, que sería acusada de republicana y federalista. 

El Cardenal Ilundáin criticaba la nueva Constitución republicana aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes. Las propias cofradías en 1932 entendiendo que no se garantizaba la seguridad pública deciden no salir en estación de penitencia salvo cuatro cofradías.




Azulejo en la fachada de la iglesia de San Vicente de Paul, en Triana
Isabel Parente Rioja. Año 2010


La Hermandad de la Estrella sería fundada en 1560 por los cargadores del Puerto de Indias en el barrio de Triana. Sus primeras reglas fueron aprobadas el 24 de diciembre de 1567. El 15 de julio de 1674 la Hermandad de las Penas y de la Estrella se fusionan oficialmente. Por tanto, existe una estrecha relación entre la Hermandad de la Estrella y la Nao Victoria.




Reunidos en Cabildo el 17 de febrero de 1932 [con 20 votos a favor y 6 en contra] la Hermandad de la Estrella acuerda salir en estación de penitencia. El gobernador y el alcalde del partido radical republicano prometen su ayuda.

Una cuestación de 1.000 pesetas de la época le permite salir a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella, ya no el Domingo de Ramos sino que acuerdan salir el Jueves Santo [24 de marzo de 1932].

Comienza una campaña de desprestigio por parte de la derecha más reaccionaria contra la Hermandad de Triana reflejada tanto en la prensa sevillana como madrileña. La Semana Santa sevillana se había convertido en un enfrentamiento ideológico entre defensores y detractores de un determinado régimen político.

En aquel convulso escenario será necesario mucho más que voluntad para que la Hermandad de la Estrella pudiera salir en una salida excepcional. Dicen las crónicas de la época que desde las 3 de la tarde no se podía dar un paso entre el Convento de San Jacinto y la Plaza del Altozano, esperando el pueblo sevillano su salida procesional.

A las 4,30 de la tarde sale la cruz de guía de la Parroquia de San Jacinto abriendo paso al Señor de las Penas para ser llevado en su desfile procesional hasta la Santa Catedral. La ovación sería apoteósica al salir a la calle el paso de la Virgen de la Estrella.



La Niña de la Alfalfa será una de las primeras en cantarle una saeta a la Virgen de la Estrella. Los médicos le habían diagnosticado un problema grave de garganta, que no iba a cantar y difícilmente hablar. Cuentan que curiosamente se encuentra una fotografía de la Virgen de la Estrella y le promete que si le devuelve la voz, le cantaría una saeta todos los Domingos de Ramos.

“Se dice en el monte azul
 que España ya no es cristiana.
 Aunque sea republicana,
 aquí quien manda eres tú,
 Estrella de la mañana”.

Pero en la calle Sierpes una mano criminal arrojaba una piedra de gran tamaño al Cristo de las Penas originando desperfectos en uno de los ángeles del paso. 


Puerta de San Miguel en la Catedral de Sevilla, donde tuvieron lugar los disparos 


Pero lo peor estaba por llegar. Al llegar la Virgen de la Estrella a la Puerta de San Miguel o del Nacimiento de la Santa Catedral se escucharon varios disparos siendo detenido un anarquista que no reconoció los hechos, aunque la triste noticia comienza a dar la vuelta al mundo. 

El anarquista detenido será juzgado por un tribunal militar y condenado a cuatro años, dos meses y un día con agravante, pero se le condenará no por disparar contra la Virgen de la Estrella sino por agresión a la fuerza pública que procedió a detenerle.

Dolores Ibárruri, que se encontraba por aquellas fechas en Sevilla porque se había celebrado el IV Congreso del PCE [17 de marzo de 1932] llegará a manifestar: 

¡Por qué hacéis eso! ¡La Semana Santa expresa un sentimiento popular que hay que respetar!


La Virgen de la Estrella en su Capilla de la calle San Jacinto, en Triana, Sevilla

La mañana del día 2 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, María Santísima de la Estrella amanece vestida de luto, con la saya negra bordada y el manto liso del mismo color.

Con el tiempo nacerá la leyenda y la manipulación franquista al ser considerada la Virgen de la Estrella como “La Valiente”. Salió porque tenía que salir en su estación de penitencia como mandan las Reglas de la Hermandad. La Estrella regresaba aquel Jueves Santo a su templo sana y salva.

Pero nadie podrá evitar que los hunos la considerasen “la Valiente” y los hotros “la Republicana”. "Hunos" y "hotros fue una expresión empleada por Miguel de Unamuno para definir a los nacionales y a los republicanos.

El tiempo que lo cura casi todo vuelve a colocar las cosas en su lugar. La hermandad de la Estrella será considerada por las páginas de la historia como la única cofradía que decidió desafiar contra viento y marea aquella ingrata tempestad política y eclesiástica decidiendo orientar su mascarón de proa hacia la Santa Catedral por encima de las ideologías reinantes en aquel momento, como mandan las Reglas.

¡Valientemente, como se dice en mi pueblo!

“Estrella de noche y día
al Altozano llegaste
 sana y salva ¡Madre mía! 
por eso ya no me cabe 
en mi pecho la alegría”

Saeta popular


Tras haber visitado a la Virgen de la Estrella en su Capilla visitamos también la iglesia de Santa Ana, la Capilla de la Esperanza de Triana, la Basílica de Jesús del Gran Poder, la Capilla de Monte-Sión, la iglesia de Omnium Sanctorum y  Santa Catalina, éstas dos últimas tienen como legado andalusí un antiguo alminar cristianizado con campanas.

También visitamos algunos de los templos de la cerveza sevillana. Porque no sólo hay tiempo para hidratar nuestro espíritu, también nuestro cuerpo necesita de unos cuidados básicos: "Mens sana in corpore sano" nos dejaría dicho el poeta romano Décimo Junio Juvenal, entre el siglo I y II. 

Y eso en Sevilla se lleva a rajatabla como si fuera el undécimo mandamiento.


Desde la Capilla de la Virgen de la Estrella para el blog de mis culpas...




P.D. Los tristes Sucesos de Casas Viejas entre el 10 y el 12 de enero de 1933 abrirán una enorme crisis política en el primer bienio republicano-socialista. La Semana Santa de Sevilla entraba de lleno en la contienda política durante las elecciones de ese mismo año. Los pasquines y carteles apuntaban en dicha dirección.


“Si esto no es una utilización política de la Semana Santa que venga Dios y lo vea"


Tras los sucesos de la Semana Santa de 1932 con la Hermandad de la Estrella, en 1933 ninguna hermandad querrá dar un paso al frente para realizar su estación de penitencia. Durante el bienio derechista en 1934,  acordaron su salida el Domingo de Ramos, San Benito, La Cena y la Estrella; el Jueves Santo, el Buen Fin, Los Panaderos, y la Lanzada; la madrugá con la Macarena, la Esperanza de Triana y los Gitanos; y la tarde del Viernes Santo, con las Siete Palabras, la Trinidad, los Caballos y Santa Maria, haciendo también la Macarena el itinerario de regreso desde la Catedral, adonde se había quedado refugiada por la lluvia. En 1935 y 1936 con el Frente Popular, salieron todas las cofradías. El boicot de los años 32 [sólo roto por la Estrella] y 33 había fracasado y Sevilla volvió a tener su Semana Santa durante los últimos tres años de la República. Aquel Jueves Santo de 1932 no fue un día festivo en Sevilla.


La Constitución de 1931

La instauración de la Segunda República Española supondrá un profundo cambio en las relaciones de la Iglesia con el Estado; el texto constitucional de 1931 proclamaba el Estado Laico, lo que provocará no pocos conflictos con la institución católica. Ya el 17 de agosto de 1930 el Pacto de San Sebastián se abordaba la separación entre la Iglesia y el Estado.

Artículo 26

El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero.

Artículo 27 

La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. Los cementerios estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil.


La Iglesia no le perdonará nunca a la República haber roto el monopolio de la educación y la jerarquía eclesiástica se alineó con la derecha. La cuestión religiosa ofrecerá una buena excusa para elevar la temperatura del conflicto posterior "La Guerra Civil española".


Fuentes

La Semana Santa de Sevilla, de Isidoro Moreno

Canal Sur TV "La Estrella, la única hermandad en la Semana Santa de Sevilla en 1932"


Enlaces interesantes

Ruta por los templos de la cerveza sevillana en plena Cuaresma

La Semana Santa de mi pueblo "una mirada retrospectiva en la memoria colectiva de nuestra tierra"

Martínez Montañés "Dios de la gubia hispalense"

Visita a la antigua Fábrica de Tabacos [Universidad de Sevilla]

jueves, 21 de marzo de 2024

Ruta por los templos de la cerveza sevillana en plena Cuaresma

 


Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco orientamos nuestro sextante en busca de la capital hispalense para emprender nuestra particular ruta a través de los templos de la cerveza sevillana. Un exquisito alimento líquido que forma parte de nuestra ancestral Dieta Mediterránea.

Pasado el epicentro de la Cuaresma se acerca la Semana Mayor, que entre aromas de incienso y azahar comienza a embriagar los sentimientos cofrades. Sevilla tiene durante esta época un color especial que se refleja no solo en sus templos sino también en las terrazas de sus tascas y tabernas tradicionales abarrotadas, con miles de personas que esperan la cerveza como un verdadero maná milagroso que los hidrate.

Pero, no sólo serán los templos con sus Titulares los que se beneficien de la afluencia de fieles. También existe otro tipo de fidelidad en torno a una buena cerveza bien tirada donde se vertebran amplias conversaciones en gratas tertulias de amigos.


Todavía existen en algunas antiguas tabernas de Sevilla nombres casi desaparecidos en nuestros días como el término "urinarios" o "retrete" que hunden sus raíces en tiempos muy pretéritos. 




Incluso en alguna que otra taberna se puede apreciar el tradicional cartel con la frase "Se prohíbe el cante", que nos recuerda que lo que hoy es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad [El Flamenco] tuvo también épocas donde padecer algún que otro desencuentro con el tabernero. 

Después de realizar nuestra grata visita durante la Cuaresma recorriendo los templos donde se ubican las hermandades sevillanas más significativas,  a través de miles de pasos, tocaba complementar simultáneamente otra ruta paralela que nos acercaba a los templos de la cerveza sevillana "A Ceres lo que es Ceres", que para todo existe su tiempo. 

Es necesario poder hidratarnos convenientemente después de haber gastado una parte importante de la suela de nuestros zapatos entre las sinuosas, angostas y empedradas callejuelas del casco antiguo de Sevilla. La Cuaresma hace que Sevilla, entre efluvios de incienso y azahar, tenga por estas fechas un color especial, sobre todo por la zona del San Lorenzo, el Salvador, el Barrio de Santa Cruz o el barrio de Triana.

En Sevilla existen más de 4000 bares entre restaurantes, mesones, tabernas y tascas que dan de beber al sediento, entre efluvios que emanan de los churros "calentitos en la tierra de Villalón" durante las primeras horas de la mañana. A partir del mediodía predomina el olor a adobo, calamares fritos, pavías de pescada, tortillitas de camarones y exquisitas croquetas, entre otros manjares.

¡Quién no tiene un amigo cofrade que conoce Sevilla al dedillo a través de la ubicación de las Cofradías [60 en Sevilla que van a la Catedral] o bien otros amigos que se ubican por la capital hispalense a través de los templos de la cerveza como referentes geográficos! 

Por ejemplo, por la zona de San Lorenzo se encuentra la Basílica del Gran Poder y muy cerca "Casa Ricardo"; en Santa Catalina se encuentra "El Rinconcillo" y el antiguo bar "El Perejil"; por la Parroquia de San Benito se encuentra "el bar Jota", frente a la iglesia de Santa María la Blanca se encuentra "bar Coronado", en el Barrio de Santa Cruz "Las Teresas", etcétera. Cada uno se hace un callejero mental en función de sus puntos de referencia.




La retina del recuerdo nos proyectará aquel grato viaje que realizamos con el Bar Alemán a la antigua Fábrica de Cruzcampo en Sevilla aquel 26 de enero de 2011 coincidiendo con su 75º Aniversario sin olvidar nuestra visita a la presentación del XLVII Gazpacho Andaluz de Morón en la Fundación homónima.




No pocas veces hemos vertebrado conversaciones entre amigos con rango a nivel de mostrador. Sobre todo cuando las viejas barras eran de madera de caoba y toda consumición era apuntada por el camarero con su mandil y con la tradicional tiza  colocada sobre su oreja.

Se me vienen a mis frágiles entendederas en la tierra de Villalón la antigua Goleta [ya desaparecida], el Bar Salvador [donde comencé a mover las primeras piezas de ajedrez], el Bar Alemán [desde 1935] o Retamares [1950] entre otros, por citar algunas tabernas con solera.



Al pasear por la fachada de la antigua Factoría de la Cruz del Campo cercana al Templete homónimo  cerca de la Casa de Pilatos, donde se originó la Semana Santa sevillana, la retina de la historia nos proyectaba entre breves pinceladas su interesante historia.

El germen de la Semana Santa fue gestado en 1521 por obra y gracia del I Marqués de Tarifa, don Fadrique Henríquez de Ribera, quien, tras su regreso de los Santos Lugares, organizó un magno Vía Crucis desde su palacio sevillano, denominado a partir de entonces la "Casa de Pilatos", hasta una cruz que fuera construida en el Humilladero de la Cruz del Campo en 1380 por una Cofradía de Negros "Los Negritos".

La distancia desde la Casa de Pilatos, fue la misma que la tradición señala entre el Pretorio y el Calvario: 1321 pasos, equivalentes a 997,13 metros. La primera estación se situó en su palacio conocido popularmente como la “Casa de Pilatos”, dado que fue en el pretorio romano de Jerusalén donde comenzó el camino de Jesús hacia el Gólgota finalizando en la Cruz del Campo, donde existía una ermita dedicada a la Virgen de la Soledad, que estaba a cargo de una Hermandad de Negros de Sevilla, muy numerosos en este siglo.

A Diego de Merlo se le debe la construcción del Humilladero en 1482 y la cruz del actual templete a Juan Bautista Vázquez «el Viejo» en 1571. Este Vía Crucis supuso un hito en la historia de las hermandades de Sevilla al establecer, por vez primera, un espacio marcado para el desarrollo de la penitencia pública.

Y sabemos también, que la Hermandad de los Negros tuvo, al menos, a su cargo una de las cruces que marcaban las doce estaciones que desde entonces componía el Vía Crucis que culminaba en aquel (hasta mediados del Setecientos no se añadieron las dos últimas estaciones actuales a dicho devoto ejercicio).

En los primeros tiempos la única imagen que se sacaba de procesión era la cruz, también conocida como la Vera Cruz, de ahí que las cofradías más antiguas en todas las ciudades sean casi siempre las de la Vera Cruz.


Y cuando se habla de la Sevilla tradicional siempre salen a relucir los mismos templos cerveceros durante las dilatadas conversaciones entre amigos, que dicho sea de paso, han transitado como buenos arrieros por muchos caminos y veredas cerveceras que confluyen en torno a una buena cerveza bien tirada. Por tanto, saben mucho y conocen “in situ” no pocos templos cerveceros ubicados en la capital hispalense [sobre todo en su época de estudiantes que presuntamente pasaban más tiempo en las tabernas y tascas que en los libros, por aquello del himno universitario "Gaudemus igitur" que les recuerda que la vida es breve y que debemos disfrutar de ella mientras somos mozos; tras la alegre juventud, tras la dura senectud, bajo tierra todos]. Porque el tiempo pasa, como decía mi amigo Curro.

Pongo por ejemplo, Casa Ricardo, Manolo Cateca, la Fresquita, el bar Coronado, el Rinconcillo, bar El Tremendo, bar Jota, bar Vizcaíno o Casa Ricardo...entre otros muchos templos que jalonan la geografía cervecera hispalense, y donde se degusta una buena cerveza bien tirada y con arte. 

Se puede observar que algunos de los tiradores de cerveza son bajitos y muy antiguos, como por ejemplo el tirador que existe en el Bar Jota del año 1936.

También capta nuestra atención la existencia de algún que otro cartel que nos recuerda que el cante no siempre fue bien recibido por los antiguos taberneros en aquellas tabernas y tascas de tiempos muy pretéritos “Se prohíbe expresamente el cante”. Una desafortunada frase, muy lejos de lo que será considerado el Flamenco a partir de 2010 como “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” por la Unesco.

Por tanto, cada vez que hemos realizado una visita a la capital hispalense para disfrutar de su patrimonio cultural, paralelamente hemos hecho acto de presencia en algunas de sus prestigiosas tabernas y tascas para comprobar sobre el terreno que lo que manifiestan mis amigos sobre la antigua “cerevisiae” va a misa en el mejor sentido de la expresión [aunque siempre con moderación]. 

Y como "efecto colateral" realizar éstas humildes letrillas para compartirlas con los amigos del blog de mis culpas.

Degustar el tradicional zumo de cebada que nos proporciona la diosa Ceres [cerevisiae] en forma de cañas, quintos o tercios forma parte de nuestra ancestral y valiosa "Dieta Mediterránea" que hunde sus raíces en la cuenca del Mediterráneo, la cuna de nuestra civilización. Ceres, junto con Baco y Dionisos, tal vez sean los santos más venerados por el pueblo llano. No cabe la menor duda de que si llegaran a formar parte de alguna hermandad, el número de hermanos de la diosa Ceres crecerían exponencialmente.


Carnaval de Morón

Cuando paseamos por la fachada del Ayuntamiento de Sevilla o por la Alameda de Hércules se observan las esculturas de Hércules y Julio César. No hubiese sino nada extraño que si Cayo Julio Cesar durante sus visitas a la antigua Híspalis, hubiese tenido la oportunidad de degustar una buena rubia en las antiguas "tabernaes" cercanas al río Betis lo hubiese hecho sin duda alguna, como aprovechó el tiempo con la bella Cleopatra. 

Sin olvidar el exquisito vino y aceite de oliva virgen de la Bética, que era exportado en ánforas desde Baelo Claudia hasta el puerto de Ostia en la antigua Roma.



Tras nuestra visita al extenso Patrimonio Cultural que posee Sevilla se iba acercando la hora del zumo de la cebada. Sobre la 1,30 p.m. transitamos por la Estación del Prado y observamos que era la hora idónea para degustar una buena cerveza fría tirada con arte dejando en un segundo plano las piedras de la Catedral, del Alcázar o de la antigua Fábrica de Tabacos, entre iglesias y alminares. Por tanto, comenzamos a desbrozar el terreno para acercarnos a las tabernas y tascas más significativas señaladas en nuestro plano orientativo. 

El Puente de San Bernardo con el bar Coronado como referente se encontraba a escasa distancia...

Muchos establecimientos sevillanos dedicados a tirar con arte una buena cerveza en Sevilla tienen sus propias señas de identidad convirtiéndose a base de solera en verdaderos referentes para la memoria colectiva.

Veamos algunas pinceladas orientativas de los templos de la cerveza sevillana más significativos...






Casa Ricardo, antigua Casa Ovidio [1951-1982]

Tras nuestra grata visita a la Plaza de San Lorenzo donde se encuentra la Basílica del Gran Poder colocamos nuestro sextante didáctico a ritmo de cornetas y  tambores en uno de los bares míticos de Sevilla donde degustar una buena cerveza bien tirada acompañada de las tradicionales croquetas que se elaboran por miles durante la Cuaresma en un grato ambiente bajo efluvios cofrades.




Bar Vizcaíno

No muy lejos se encuentra la calle Feria donde se ubica el Bar Vizcaíno junto a la Iglesia de Monte-Sión del siglo XVI. Un prestigioso bar que hunde sus raíces en la década de los 30 del siglo pasado destacando su buena cerveza junto con el tradicional vermú como señas de identidad. Es curioso que minutos antes de su apertura a las 12 a.m. ya se observaban algunos clientes esperando la hora de apertura para hidratarse "como Dios manda". Y es que en esta época existen no pocos bares dentro del casco histórico donde se produce "overbooking" en escasos minutos.





Bar El Tremendo

Muy cerca de la iglesia de Santa Catalina se encuentra una pequeña tasca “Bar El Tremendo” donde la cerveza está exquisita. Es un bar pequeño donde la mayoría de las personas piden la cerveza en la barra y la disfrutan en la calle peatonal.




En la Plaza del Padre Jerónimo de Córdoba se encuentra el monumento en bronce a la memoria del cantaor Pepe "El Perejil", obra del trianero Navarro Arteaga el 19 de marzo de 2014.




Taberna Quitapesares, antigua taberna “El Perejil” fundada en 1915, donde se despachaba la manzanilla de Huelva y la buena cerveza. Allí regalaba su cante Pepe "El Perejil". Un sitio que hace honor a su nombre "para quitar las penas" con la tortilla de patatas, las migas, queso en aceite o el bacalao con tomate.





Todavía el tabernero apunta la consumición con la tradicional tiza


El Rinconcillo

Este bar con encanto se encuentra en la calle Gerona 40, muy cerca de la Iglesia de Santa Catalina ostentando el título del bar más antiguo y tal vez con mayor solera de Sevilla [1670] y posiblemente de España. Destaca su mostrador de caoba y sus barricas de tiempos pretéritos convertidas en velador donde degustar un buen vino o una buena cerveza bien tirada. 






Taberna Manolo Cateca [por haber sido catequista de joven]

La Taberna de Manolo Cateca desde el 7 de agosto de 2013 hunde sus raices en la antigua Goleta cuyo origen se remonta a 1920, siendo otra de las tabernas con solera que existe en el casco histórico de Sevilla a escasos metros de la Campana. Destacan los buenos vinos de la Comarca de Huelva y del Marco de Jerez junto con la buena cerveza. Desde su puerta se ven pasar las bandejas llenas de exquisitos pasteles que provienen de la Confitería de La Campana fundada en 1885 [nombre proviene de un antiguo almacén utilizado como central de bomberos en cuyo edificio colgaba una campana  para avisar a operarios y vecinos en caso de incendio]. Es curioso que el término campana proviene de la región italiana de Campania de la cual procedía el bronce de la mejor calidad. Muy cerca se encuentra la Iglesia de la Anunciación. En el servicio de hombre destaca el antiguo nombre de "urinario".



Bar Coronado

Se encuentra junto al Puente de San Bernardo, muy cerca de la estación de autobuses del Prado de San Sebastián, donde dice algún que otro "beersapiens" de mi pueblo, de esos que presuntamente entienden de cerveza, aromas y matices, que sin duda alguna, estamos ante uno de los templos de la cerveza sevillana donde la llevan tirando con arte desde 1935. "Que digo yo que habrá que ir también a hacerle una visita". Frente al Bar Coronado se encuentra la Iglesia de Santa María la Blanca.





El Bar Jota

Otro de los templos de la cerveza sevillana. Se encuentra en la calle Luis Montoto, en el barrio de Nervión muy cerca de la antigua Fábrica de la Cruz del Campo y hunde sus raíces en el año 1936. Muy pronto cumplirá su 90º Aniversario. Allí se puede degustar la tradicional cerveza de tanque fría y bien tirada acompañado de un bacalao y mojama de atún espectacular. Es un sitio ideal para realizar una parada en el camino o bien para quedar con los amigos como punto de encuentro en busca de otras tascas y tabernas. Todavía se apuntan las cañas sobre la barra con la tradicional tiza. Frente al Bar Jota se encuentra la Iglesia de San Benito Abad.





Cervecería Giralda

Otro templo de la cerveza sevillana se encuentra en la calle Mateos Gago. Además, y como complemento a nuestra visita a los Reales Alcázares se puede apreciar los restos de un antiguo hammam del siglo XII con 89 luceras descubiertas en el año 2020, uno de los mejores conservados de la Península Ibérica.





Taberna La Fresquita, en la calle Mateos Gago, frente a la Iglesia de Santa Cruz y cercana a la Catedral, al Hospital de los Venerables y a la Plaza de la Santa Cruz. Un bar con mucho encanto donde suenan las marchas procesionales de Semana Santa entre el olor a incienso que impregnan nuestros sentidos. Tiene un calendario cofrade que señala los días que faltan para llegar al Domingo de Ramos.


LA CASA INVITA
DOS VECES A LA SEMANA
UNA FUE AYER
LA OTRA
SERÁ MAÑANA





Casa Cuesta en la calle Castilla, 1 de Triana, junto al río Guadalquivir y cercano al Puente de Triana. Un bar emblemático que hunde sus raíces en 1880. Muy cerca se encuentra la calle San Jacinto, donde se puede visitar la Capilla de la Virgen de la Estrella, la calle Pureza, donde se encuentra la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana y la Parroquia de Santa Ana.





Bodega Casa Morales, en la calle García de Vinuesa, 11. Se encuentra a la sombra de la Giralda, siendo otro de los referentes de Sevilla. Fundado en 1850. Desde siempre la bodega Morales ha sido el hogar de bohemios, actores, toreros, pintores, escritores y poetas. Entre sus mesas rodeados de tinajas, se han escrito algunas novelas e incluso hay una bebida, el vermú con sifón, que la llaman poeta en honor a Hilario Gutiérrez, poeta y cliente de la casa. El interior de la bodega nos hace retroceder en el tiempo.




Antigua Taberna Las Escobas, en la calle Álvarez Quintero, 62. Una taberna que hunde sus raíces nada más y nada menos que en el año 1386 cuando sus propietarios se dedicaban a la venta de vino y también de las escobas, siendo frecuentado en su época por escritores de la talla de Lope de Vega, Lope de Rueda, Miguel de Cervantes, Dumas, Lord Byron, Bécquer o los Hermanos Álvarez Quintero, entre otros. Muy cerca se encuentra la Catedral y la Iglesia del Salvador.

Bodegas Díaz-Salazar, en la calle García de Vinuesa, 20. Fundada en 1908 por la familia Díaz-Salazar como depósito de vinos, aunque pronto adquirió el carácter de despacho convirtiéndose en uno de los establecimientos mas emblemáticos de Sevilla. Muy cerca se encuentra la Catedral de Sevilla.

Bar Blanco Cerrillo, en la calle José Velilla, junto a la calle Tetuán. Un bar que hunde sus raíces desde 1926, con un olor tradicional donde poder degustar los boquerones y el cazón en adobo, la pavía de pescada y los calamares fritos acompañados de una buena cerveza bien tirada. Muy cerca se encuentra la Capilla de San José [entre los años 1698 y 1766], ejemplo más significativo del barroco sevillano que te dejará con la boca abierta por su extraordinaria belleza.

El Patio, El Serranito, Bodeguita "La Chicotá", Bar Taquilla, Casa Julián, Bodega San Lorenzo, Casa Moreno, etcétera, entre múltiples tabernas y tascas con solera que jalonan nuestra geografía sevillana... 


Y así sucesivamente...teniendo siempre en cuenta de que una grata visita a una antigua taberna no nos impida nunca perder nuestras frágiles entendederas bajo los efluvios del vino o de la cerveza con Baco o Ceres como testigo de nuestra presencia por esos lares. ¡Y siempre con moderación, como Dios manda!

Conocer Sevilla es también conocer sus rincones con encanto, las antiguas tabernas pero también sus tradiciones y su historia que hunde sus raíces en la antigua "Ispal" tartésica latinizada como "Híspalis", "Spalis" visigoda, "Isbilya" andalusí y Sevilla cristiana, y que en esta época de Cuaresma con la Semana Santa a la vuelta de la esquina tiene un color especial.

Y para que conste donde proceda sirvan estas humildes letrillas tan solo a nivel orientativo para ilustrar nuestra particular ruta por algunos de los templos de la cerveza sevillana.


Desde las antiguas tabernas y tascas sevillanas con alguna que otra bodega, en nuestra particular ruta por los templos de la cerveza sevillana, donde la cerveza Cruzcampo bien tirada brilla con luz propia, para el blog de mis culpas...



Quiero terminar con un brindis como me decía mi amigo y cantaor de Flamenco Antonio Ruiz "El Carpintero" cuando Diego del Gastor tocaba por soleá en casa de su amigo "Chimenea" y Paco "El Perfecto" comenzaba a recitar un poema de Federico García Lorca. 

Y Diego sentenciaba con esta frase:

¡Brindemos por la libertad de los pueblos!


Enlaces interesantes

"Visita Cultural" a Cruzcampo en Sevilla