lunes, 21 de diciembre de 2015

Santa Fe, epílogo de "al Andalus"

Puerta de Granada, en Santa Fe

Desde Morón, tierra de la Cal y del Flamenco enarbolamos nuestras naves para poner nuestro punto de mira -como si de un sextante se tratara-, en la Granada de Federico García Lorca, su Granada, como diría la elegía del gran poeta don Antonio Machado.

Entre mares de olivos transitamos por la cuenca del Genil, territorio donde ejerciera su influencia en tiempos pretéritos el célebre bandolero José María “El Tempranillo” en unos tiempos en que España permanecía anclada en la miseria política, social y económica después del desafortunado reinado de Carlos IV junto a su hijo, el inefable Fernando VII cuyo "efectos colaterales" se traducen en el Desastre de Trafalgar en 1805, la Guerra de la Independencia de 1808 acompañado de la abolición de las Cortes de Cádiz “La Pepa” de 1812 cuyas consecuencias provocaron el ostracismo de España y el regreso del absolutismo con su posterior represión. Con este caldo de cultivo, la independencia de las colonias españolas sólo sería cuestión de tiempo.

Mientras tanto, el contrabando con Gibraltar se convierte para algunos estudiosos en una “escuela de bandoleros” como paso previo antes de asaltar los caminos que beneficiaban a los que menos poseían “los desheredados”.

Muchos campesinos le ofrecían cobijo al bandolero, al considerar que el bandolerismo erosionaba el poder que los oprimía mediante la miseria y la injusticia social, convirtiéndose muchos cortijos en auténticos refugios de bandoleros.

“El bandolero que no tiene leyenda, el que no lo canta el pueblo, ese no era un bandolero, sino un bandido”.

Hacia la mitad de nuestro recorrido atravesamos el corazón de Andalucía donde se encuentra la ciudad monumental de Antequera situada geoestratégicamente en el cruce de caminos al confluir las principales vías de Andalucía. Denominada “Antikaria” por los romanos debido a su gran riqueza prehistórica, los andalusíes la llamarían posteriormente “Madinat Antaqira”.

En la Vega de Granada, muy cerca de la ciudad de la Alhambra entramos en Santa Fe por la "Puerta de Loja" situada en el oeste donde el conde Cifuentes colocara la placa fundacional de la ciudad que hace alusión a los Reyes Católicos como erectores de la misma frente a los enemigos de la fe católica.


Rex Ferdinandus, Regina Elisabet, urben quan cemis, mínima constituere die adversus fides erecta est, ut conterat ostes. Hit censet dice, nomine Santa Fides.

El Rey Fernando y la Reina Isabel, esta ciudad que ves, en muy pocos días levantaron. Erigiese para destruir los enemigos contrarios a la Fe, por eso creen que se le debe llamar Santa Fe.

En tiempos del antiguo bachillerato recuerdo que la mayoría de los docentes de historia fundamentaban en la persona de los Reyes Católicos la unión de los pueblos de España y que gracias a la "Reconquista" y al descubrimiento de América, se fundamenta la presencia española en la cultura universal.


Santa Fe ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos que cambiarán el rumbo de la historia moderna. Una mirada retrospectiva nos recuerda que el origen de su casco histórico de forma cuadrada ha sido la consecuencia de un campamento militar provisional en 1483 convertido en definitivo en 1491. El campamento cuadrado de obra en piedra y ladrillo constituyó un enorme golpe psicológico para los últimos habitantes sitiados en la Alhambra significando el epílogo del último bastión del reino nazarí. 

Tenía 60.000 hombres tras sus murallas y por su interior discurrían dos calles que se cruzaban perpendicularmente hasta llegar a las murallas. En su eje central destacaban cuatro puertas que aún perduran: la Puerta de Sevilla al sur, la Puerta de Jaén al norte, conocida como de los Carros. La Puerta de Granada al este y la Puerta de Loja al oeste, denominada la puerta de Jerez. 

La nueva ordenación urbana de Santa Fe en forma de damero, está basada en el plano de Briviesca, que tendrá una trascendencia posterior en el Nuevo Mundo. 

Al declive del reino nazarí como último reducto musulmán contribuyó sin duda, las guerras intestinas entre linajes en la que brillaron con luz propia personajes históricos como: Soraya, Aixa, Muley Hacén, el Zagal y Boabdil como último rey nazarí.

La entrega y capitulación de Granada ocurriría un 25 de noviembre de 1491. Cuando Boabdil “Abu abd Allah «az-Zughbî», el Chico” (Mohamed XII) se tuvo que exiliar en Órgiva como lugar de retiro, iniciaba el preámbulo de la diáspora de los moriscos que ocurriría a partir de 1609, al estar considerados fuera de la nueva escena histórica.


La retina de la historia nos habla de una serie de Acuerdos y Capitulaciones de Santa Fe entre los años 1491 y 1492 formalizados por Fernando de Aragón e Isabel de Castilla con el Almirante Cristóbal Colón en el campamento militar.

No debemos de olvidar que los Reyes Católicos han sido considerados por la cultura cristiana como “adalides” de la fe católica. “Santa Fe” era el preludio de la hegemonía de la nueva unidad política y religiosa establecida por los Reyes Católicos “per secula seculorum”. La Iglesia cristiana desde su hegemonía religiosa pretendía que los moriscos olvidaran sus costumbres reprimiendo cualquier indicio de simpatía islámica. 

Las Capitulaciones de Santa Fe es un auténtico legado como fiel reflejo del devenir histórico. Un trascendental acontecimiento para la historia moderna suscrito con Colón un 17 de abril de 1492 es considerado por algunos especialistas como el primer documento escrito de la Historia de América



Se recogen los acuerdos entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón relativos a la expedición a las Indias otorgándole al navegante genovés los títulos de almirante, virrey y gobernador general en todos los territorios que descubriera o ganase durante su vida, así como la décima parte de todos los beneficios obtenidos, nombrando como herederos a sus sucesores de forma vitalicia. También se le concedió un diezmo de todas las mercaderías que hallase, ganase y hubiese en los lugares conquistados. 

Serían firmadas por el secretario de Fernando y hombre de confianza, Luis de Santángel.

El año 1492 para James Preston fue de capital importancia no sólo para la Historia de España sino para la historia del mundo con la expulsión de los judios de Sefarad, para la historia de los árabes con ochocientos años de cultura musulmana en la antigua al Andalus y para la Iglesia con el ascenso de la Inquisición. En definitiva, de vital para la historia del mundo con dos áreas de influencia: la española y la portuguesa.


Si el año 1492 fue un “annus mirabilis” o de los milagros para España con la unificación peninsular configurando un modelo de nación junto al Descubrimiento del Nuevo Mundo, fue al mismo tiempo un “annus horríbilis” para la población sefardí condenada a la diáspora el 31 de marzo de 1492, preludio de lo que más tarde ocurriría con la expulsión de los moriscos el 9 de abril de 1609.

Salimos de Santa Fe en dirección este por la Puerta de Granada para deleitarnos con la bella ciudad de los cármenes, la antigua Garnatha pero esto formará parte de otra interesante historia que compartiré con los amigos en el blog de mis culpas…



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