Accedimos a la Giralda
por la Puerta del Príncipe presidida en su parte central por una copia real del Giraldillo. Lo primero que
nos encontramos en la parte baja del alminar son dos grandes azulejos –del
árabe hispano azzuláyg que significa ladrillo vidriado-, en
castellano y árabe, donde se menciona la obra del califa Abu Yusuf Yaqub al-Mansur a su alarife Ahmad Ibn Baso al que ordena la
erección de esta Sawmua -torre- en 13 de safar –febrero- del año 580 de la
Hégira (26 de mayo de 1184 d.C.) y terminó la edificación Alí Al Gumari a finales del año 593 Hégira (19 de marzo de 1197). Renovó el arquitecto Hernán Ruiz esta
Sawmua en el año 1568 añadiendo en su parte más alta el campanario renacentista, cristianizando el antiguo alminar.
Una bella vista desde el campanario de la Giralda |
Tras la victoria de Alarcos en 1195 ante el rey Alfonso VIII, el emir
Abu Yusuf al-Mansur decide rematar el alminar de 76 metros de altura con un yamur que significa
plenitud (tres círculos grandes y uno más pequeño). Los viajeros podían ver sus reflejos por los rayos del sol desde muchos kilómetros de distancia.
El 18 de julio de 1198 ondea por vez primera en el alminar de la
mezquita aljama de la antigua Isbiliya una bandera verde y blanca que
representaba la unidad. El color blanco almohade junto al verde omeya –por
la colaboración andalusí-.
Abu Yusuf Yaqub
al-Mansur (1184-1199) fue hijo de Abu Yacub Yusuf, Yusuf I. El sobrenombre de
al-Mansur le viene del año 1195 cuando sus tropas derrotaron a las fuerzas
cristianas de Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos (1195),
coincidiendo su reinado con el máximo esplendor almohade en la Península
Ibérica.
¡Nos podemos imaginar el esfuerzo que tendría que hacer el almuédano para ascender las treinta y cinco rampas aunque fuese montado en un caballo, para llamar a la oración a los musulmanes!.
¡Nos podemos imaginar el esfuerzo que tendría que hacer el almuédano para ascender las treinta y cinco rampas aunque fuese montado en un caballo, para llamar a la oración a los musulmanes!.
Desde el
exterior destaca su planta cuadrada sobre cimientos en piedra, con una
magnífica obra de ladrillos con los paños de sebka o redes de rombos sobre
arcos polilobulados y arcos de herradura enmarcados por el alfiz,-marco que
rodea la parte exterior de los arcos- con un perfecto eje de simetría entre
ventanas geminadas, balaustres renacentistas y arcos entrecruzados rematado
todo el antiguo alminar por un bello campanario renacentista como forma de
cristianizar tan bello monumento.
La antigua
Isbiliya pasa a formar parte de la Corona de Castilla por la conquista del rey
Fernando III en 1248. Entre 1558 y 1568 se cristianiza el alminar a raíz del
remate con un cuerpo de campanas renacentistas sobre el fuste islámico y alcanza
los 93 metros de altura coronado por una veleta que gira con el viento,
será denominada popularmente “La Giralda”, constituyendo el símbolo de la
ciudad de Sevilla. De esta manera queda cristianizada la antigua Mezquita Mayor
y serán reconvertidas todas las mezquitas en lugares de culto cristiano.
El arquitecto
cordobés Hernán Ruiz II dirige la obra coronada por el Giraldillo, una veleta
en forma de mujer que simboliza una alegoría del triunfo de la fe. Hubo que
añadir diecisiete escalones para desembocar junto a los miradores del
campanario de la Giralda que poseen un total de veinticuatro campanas cuyos
tañidos dan gran solemnidad al mayor templo gótico del mundo.
El Patio de los Naranjos como fiel testigo de la historia de la antigua Isbiliya |
Desde el
campanario renacentista se puede observar una bella panorámica de la ciudad de
Sevilla, de la cual destacan las murallas del Alcázar así como los bellos
jardines del grutesco con sus palmeras árabes,
las cubiertas de la Santa Catedral, la Puerta del Perdón junto al Patio de los
Naranjos, la Plaza de España, el Parque de María Luisa, la Torre del Oro y el
Río Guadalquivir lo cual nos puede dar la sensación de estar ante un auténtico
oasis o un pulmón verde dentro de la Sevilla moderna.
Desde
la parte baja de la Giralda, salimos a través de la Catedral, hacia la
Puerta del Lagarto que nos lleva al
Patio de los Naranjos o antiguo patio de las abluciones de la antigua mezquita
almohade –aljama-, con sus canales de riego realizados en ladrillos.
En el
centro del Patio de los Naranjos destaca una fuente visigoda junto a las canalizaciones de ladrillo entre los naranjos. Entre efluvios de
azahar e incienso salimos por una bella puerta almohade del siglo XII,
denominada la Puerta del Perdón hacia la Iglesia del Salvador que ocupara
el solar de la antigua mezquita mayor de
Ibn Adabbas erigida en el siglo IX.
P.D. Alejandro Guichot dibujó en 1910 una hipótesis sobre los tres
estados de la Giralda. Una Primera torre de la izquierda, coronada por el yamur
representa el alminar de la Mezquita Mayor terminado por los almohades en 1198.
En en el centro la Giralda actual después de las reformas de 1568 y 1890. La
tercera es la torre y el campanario de la Iglesia Mayor cristiana anterior a su
reforma renacentista.
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