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domingo, 10 de agosto de 2014

Niebla, “la flor andalusí del antiguo Al Gharb”


“Andalucía es el resultado de un proceso histórico con identidad histórica como base de su identidad cultural, modelada a lo largo de siglos que nos ha dado nuestra forma de entender la vida y como resultado final nuestra cultura que forma parte de la memoria".

Isidoro Moreno, antropólogo

Una mañana de comienzos de agosto, cuando los rayos de sol empezaban a proyectarse sobre nuestro desvencijado castillo junto al arrabal de Santa María, pusimos nuestra proa viento en popa en busca de la flor del Al Gharb andalusí “la antigua Labla al Hamra”.

Atravesamos el cauce del legendario del río Wad al Kabir, por donde han fluido grandes civilizaciones dejando atrás la antigua Isbiliyya, capital de la cora de Al Xaraf durante el Emirato de Córdoba para llegar hasta nuestro destino Niebla, la antigua Labla al Hamra andalusí que brilló con luz propia en tiempos de al Ándalus, siendo considerada como “la flor del Al Gharb andalusí”, parte occidental de al Andalus que abarcaba la actual provincia de Huelva y el sur de Portugal. En contraposición, existía el término Axarquía o al-Sharq al Ándalus como la parte oriental.





Los tartessos, fenicios, romanos y visigodos dejaron su huella de su presencia en los vestigios arquitectónicos. La herencia de Roma ha quedado patente en su Puente Romano sobre el río Tinto, denominado así por el color rojizo de sus aguas debido a la cantidad de minerales con sulfuro de metales pesados a lo largo de su cauce.

Pero no fue hasta los siglos VIII al XIII cuando la Niebla andalusí -Labla al Hamra- consiguiera su máximo esplendor al formar parte de la nueva división administrativa del territorio musulmán, una cora musulmana en el  “Al Gharb al Ándalus” durante el Califato y posterior reino de taifa -1023 a 1053- a raíz de la desintegración del Califato de Córdoba a partir de 1009 y posteriormente durante los segundos reinos de taifas -1145 a 1150- y terceros reinos de taifas bajo Ibn Mahfut entre 1234 a 1262 siendo conquistada finalmente por el Reino de Castilla en 1262 –Alfonso X el Sabio-.




En el año 711 los árabes entran por el Estrecho de Gibraltar -Gebel al Tarik- y el 23 de julio se produce la batalla de Guadalete –del río Barbate para algunos autores, cerca del cabo de Taraf al-Ghar- en la que pierde Roderico, último rey visigodo. A partir del año 713 Niebla fue ocupada por los musulmanes -Abd al-Aziz ibn Musa, hijo de Musa-.

En el 844 Niebla –Labla al Hamra- y Sevilla- Ishbiliya- sufren el ataque de los majus –vikingos- siendo derrotados por el califa Abderramán II en la batalla de Tablada mandando construir torres vigías a lo largo de la costa.

Posteriormente una familia de notables árabes, los Yahsubíes se hacen con el poder y gobiernan esta plaza con fuertes murallas, configurando el reino de taifa entre 1023 y 1053, entre la parte occidental de al Andalus y la antigua Vía Augusta. 


El último descendiente de una dinastía de tres reyes, tuvo que entregar en el año 1053 sus dominios al codicioso rey de la taifa de Ishbiliya, al-Mutadid, que se anexionó las taifas cercanas a su reino de taifa, como el Algarbe, Huelva, Niebla,  Algeciras, Morón, Ronda, Carmona y Arcos entre otras. Niebla estuvo dividida en dos barrios, uno al sur y otro al norte. Cada uno de ellos tenía su propia mezquita.

Los príncipes Omeyas legaron a la antigua Córduba su máximo esplendor como ciudad más culta e importante de Occidente pero su despotismo y opulento estilo de vida iban generando un caldo de cultivo, en el que los antígenos lo formaban las tropas bereberes como clase social más descontenta.

Almanzor –Abú Amir- deslegitimó la dinastía debilitando la figura del califa Hisham II,   -hijo de Alhaken II- al ser demasiado joven para reinar. La destrucción de Madinat al-Zahra–la ciudad brillante- por el bereber al-Mustain llevó definitivamente a la ruptura  o fitna. Con ello se produce el desmoronamiento definitivo de la unidad política de al-Ándalus en reinos de taifas que se hundirán progresivamente al ser presionados por los cristianos a partir de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

El geógrafo al-Idrisi ya la describió como una villa antigua con bastante comercio y al-Himyari como una ciudad antigua de sólidas murallas con el puente romano sobre el río Tinto. Otro geógrafo andalusí del siglo XI nacido en Huelva al-Bakri mencionaba que Niebla era rica en olivares e higueras.




La lengua árabe llegó a ser sinónimo de refinamiento y erudición. El saber y el conocimiento tuvo una enorme importancia en el mundo islámico. “No hay nada más importante a los ojos de Dios –enseñaba el Profeta- que un hombre que aprendió una ciencia y la enseñó a las gentes”…

Se cultivaba la filosofía y la lógica griega, sobre todo Aristóteles. Los científicos defendían el intelecto que no estaba reñido con la revelación “la filosofía es amiga y hermana de leche de la religión”. No contradice la revelación, sino que la confirma., escribía Averroes, quien más influyó en el mundo islámico junto a su contemporáneo judío Maimónides. Se estudiaron con grandes aciertos el detalle de los movimientos de las estrellas y los planetas por medio de sofisticados astrolabios, se avanzó en el estudio del álgebra y la aritmética, cuyo precursor fue el oriental al-Jwarizmi (logaritmo). Se perfeccionaron las teorías de Hipócrates y Galeno. La medicina tuvo su máximo exponente en Averrones que en siglos posteriores fueron estudiados sus textos por hombres de la talla de Miguel Servet o Galileo. Utilizaron algunos medicamentos con fines terapéuticos.

La cetrería tuvo su época dorada en la Edad Media desde el siglo X hasta el XV donde la caza con halcones y azores tuvo un importante auge. Se podía pagar por un buen neblí hasta 1.500 maravedíes, el mismo precio que por un buen caballo. El neblí era la más noble y mejor de todas las aves de caza que abundaba en la tierra de Niebla.

Tras la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa  en 1212, tal circunstancia histórica no hará más que reflejar que los días del reino de Granada estarán contados, teniendo su epílogo el 2 de enero de 1492. Con ello se consolidará el fin de la presencia musulmana en la Península Ibérica terminando con la Diáspora morisca en 1609 obligando a la emigración forzosa de la población morisca a territorios musulmanes en el norte de África como Marruecos, Argel, Túnez,Libia, Egipto incluso Turquía.

En 1262, tras un asedio de nueve meses, Alfonso X el Sabio conquista la ciudad, utilizando por primera vez la pólvora en primitivos cañones con fines bélicos. Un Fuero Real facilitó la repoblación cristiana y en 1369 pasó a formar parte de la Casa de los Guzmanes -linaje nobiliario originario de la Corona de Castilla-.

...Atravesamos el Puente Romano sobre el río Tinto y nos sorprende un impresionante recinto amurallado de estilo almorávide y gótico sobre restos romanos, visigodos y árabes realizado en varias fases, con una altura máxima de 16 metros. El perímetro consta de 16 hectáreas con 50 torreones -48 cuadrangulares y 2 octogonales- realizado con fábrica de tapial y piedra reforzada con grandes sillares en las esquinas que otorga gran solidez al recinto amurallado. 




Los nombres de las puertas de entrada indicaban por donde fluían los caminos. Sólo se conservan cinco puertas de acceso al recinto amurallado. Desde el norte se accede por tres puertas: la Puerta del Socorro, del Agujero y la Puerta de Sevilla, -de estilo romano y árabe- por estar orientada hacia el Xaraf de la antigua Isbiliyya. Desde el Sur y el este se accede por la Puerta del Agua y la Puerta del Buey.


Puerta del Buey

Existió una puerta denominada del Embarcadero que daba acceso al río Tinto navegable hasta las mismas puertas de la ciudad cuando el río era navegable. Era la única puerta pura de origen islámico ya que nunca fue restaurada.

La primera puerta que observamos se denomina la Puerta del Agujero que da al exterior del recinto amurallado.  Su estado actual se debe al último rey de Niebla Aben-Mahfot antes de ser tomada la ciudad por Alfonso X el Sabio.

La Puerta del Agua de estilo almohade-mudéjar con un arco de herradura enmarcado por un alfiz, debe su nombre a los manantiales de agua que desde Bonares llegaban a la ciudad.


Algunos aficionados a la fotografía captando con sus objetivos la historia de Niebla

En la Puerta del Buey destaca un arco de herradura dentro de un alfil esbelto, decorada en su parte superior con tres arcos poli-lobulados. Debe su nombre según la leyenda al cerco de la ciudad por Alfonso X el Sabio que intentaba conquistar Niebla, soltaron un buey bien alimentado por esa puerta para que creyeran las tropas cristianas que tenían alimentos para subsistir.  

La Puerta del Socorro es de estilo romano aunque queda patente lo mudéjar.

Rodeando las defensas de la antigua Niebla emerge una barbacana con seis torres que refuerzan su lado exterior y se funde con la muralla almohade otorgando un soporte defensivo al conjunto.

Durante la visita al castillo de Niebla nos hemos sumergido de algún modo en la vida, costumbres y sociedad de la Niebla del Bajo Medievo. En la planta alta visitamos la Torre del Homenaje y el mirador hacia el puente romano con el río Tinto, testigo de su historia paseando a través de la "Ronda de Jerusalén". La Torre del Homenaje fue destruida por el terremoto de Lisboa en 1755.

En el interior del castillo podemos observar la división del recinto en dos zonas bien diferenciadas: el Patio de Armas convertido en Festival de Teatro y Danza durante la época estival y el Patio de Caballerías.

En estas murallas se utilizó por primera vez en occidente la pólvora negra como arma militar. Niebla fue la pionera de la pólvora en el uso bélico, durante el asalto en 1262 de las tropas cristianas durante la Reconquista. A finales del siglo XVI, la fabricación de la pólvora era un monopolio del estado.

Según consta en una de las dependencias del castillo junto al Patio de Caballerías, la pólvora negra contenía un 75% de nitrato potásico, un 15% de carbón y un 10% de azufre aprox. La pólvora fue descubierta por los chinos, que ya la utilizaron varios siglos antes en la fabricación de fuegos artificiales. Se introdujo en Europa desde Oriente Próximo.


Descendimos por una incómoda escalera hacia la parte subterránea del castillo donde se encuentran las lúgubres mazmorras ubicadas junto al muro de la barbacana. Se pueden observar abundantes instrumentos de tortura de la Santa Inquisición y del Santo Oficio creado para “suprimir la herejía”. Es curioso a lo largo de la historia como se han utilizado artilugios para provocar sufrimientos a los seres humanos por el simple hecho de pensar.




...El potro en escalera para estirar a los reos en una escalera inclinada para dislocar los hombros y abrasamiento de los costados mediante ascuas incandescentes. 

...El suplicio del agua para engullir inmensas cantidades, por medio de un embudo embutido en la boca y crear angustia al preso. 

...La horquilla del hereje, hierros ardientes para marcar, garrote vil, collar penal de púas, rueda para despedazar, sierra de dientes grandes donde se colocaba a la persona invertida, con los pies atados a una viga de madera, para ser cortada verticalmente desde la entrepierna hasta la parte superior del cuerpo, tenazas ardientes para arrancar, narices, dedos, pies o pezones, la cuna de Judas era una especia de potro terminado en punta que se hacía coincidir en el ano para desgarrarlo con abundante peso en las extremidades para que el sufrimiento fuera mayor...

Según cuentan crónicas antiguas, las sentencias emitidas en la villa, cuando no sobrepasaban los 6000 maravedíes, podían ser apeladas al tribunal del concejo.

Por otro lado, en la época medieval el arco y la ballesta eran armas eficaces a largas distancias disponiendo los caballeros de espadas y armaduras de acero articulada aunque el arma ofensiva de la caballería era la lanza y la albarda como arma terrible: mezcla de lanza y hacha.

Botica del castillo de Niebla


En otra dependencia del castillo medieval, las crónicas antiguas nos recuerdan que existía un régimen alimentario para ricos y nobles y otro para pobres y campesinos existiendo una rica tradición culinaria musulmana donde el pan era el alimento por excelencia consumido en forma de sopas,  gachas y tortas.

Se identificaba a la nobleza con el consumo de carnes que aportaba fuerza física y moral. La penitencia a pan y agua supone un oprobio salvo que se produjera en la época de Cuaresma. El vino era considerado una bebida revitalizante para los enfermos, soldados y trabajos duros.

Por otro lado el pescado era otro producto cargado de simbolismo dentro de la cultura cristiana medieval al identificar los primeros cristianos al pez con el Salvador. Era utilizado este alimento durante los días de abstinencia y en la Cuaresma, para sustituir a la carne. 

Esta costumbre fue decayendo con la compra-venta de bulas de exención. La actividad pesquera era privilegio en Andalucía de los Duques de Medina Sidonia. 




Paseando por el recinto amurallado llegamos a la Plaza de Santa María donde nuestra retina capta al instante el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Iglesia gótico-mudéjar que conserva el encanto original andalusí con sus galerías y arcos de herradura y una fuente para las abluciones con su arco de herradura. También se conserva también la silla visigoda realizada en piedra. Normalmente las mezquitas y  los cementerios -mapbaras- estaban ubicados en disposición noreste-sureste, hacia La Meca.





El campanario mudéjar del siglo XI guarda en su interior el alminar o minarete de la antigua mezquita donde el almuecín llamaba a los fieles a rezar. En el siglo XIII es cristianizada la mezquita y transformada en iglesia gótico-mudéjar.


En definitiva, el castillo de Niebla ha formado parte en la época andalusí como residencia para los emires del Califato de Córdoba y Reyes de Taifas. Durante la época cristiana también fue residencia de don Enrique de Guzmán, IV Conde de Niebla.

Durante la Guerra de la Independencia sirvió de alojamiento para las tropas francesas a las órdenes del Mariscal Soult que destruye en 1812 la torre del homenaje.

En definitiva, notables vestigios legados que nos han dejado diferentes pueblos a largo de la historia como sinagogas, mezquitas y catedrales para deleite de nuestra retina...



Desde Niebla seguimos la ruta hacia Moguer de Platero y Juan Ramón Jiménez, pero eso forma parte de otra historia del “blog de mis culpas”…

martes, 8 de abril de 2014

MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA (1013-2013)



El pasado lunes 7 abril de 2014 tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de la Exposición “MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA” enmarcada en los actos para la celebración del milenio 1013-2013. Una didáctica exposición que ha sido pensada tanto para los escolares como adultos.

Inmediatamente se me viene a la retina del recuerdo aquel término peyorativo escuchado en nuestra infancia no pocas veces, -castillero- para denominar aquéllas las personas que vivían al abrigo del castillo y de sus torres “habitables”, junto a las cuevas y casas humildes de teja vana entre 1842-1967.

Es evidente la alegría que ha causado esa gran quijotada del grupo Trasto Teatro en el intento de fusionar un centro de artes escénicas junto a la Historia con mayúsculas del castillo de Morón que desde tiempos ancestrales ha permanecido en el ostracismo ¡Ojalá la suerte y la ilusión les acompañe en este proyecto!


Una iniciativa que está impregnando en el imaginario colectivo de Morón, frontera de su propia esperanza y que puede servir como punto de partida para la regeneración de una vez por todas de nuestro vestigio arquitectónico más antiguo con el que cuenta Morón.

Tampoco se me olvida aquella interesante conferencia en la Casa de la Cultura aquel desapacible y lluvioso 22 de octubre de 2013 “Morón, Reino de Taifa 1013-2013” por el arabista y profesor de la Universidad de Sevilla, Rafael Valencia Rodríguez que contribuyó de alguna manera para abrir el apetito cultural de cualquier paisano.

Como manifiesta el dramaturgo y moronero Raul Cortés, se trata de un arte que intenta resucitar otro arte, el patrimonial o lo que es lo mismo un enfermo sin recursos cuidando a otro enfermo en “cuidados paliativos” -si se me permite la expresión-, que evite tanta artrosis degenerativa de las torres junto a los escasos lienzos de muralla que aún permanecen milagrosamente erguidos, a pesar de la indiferencia y el olvido de todos, que como efecto colateral ha generado a lo largo de siglos el ostracismo y el destierro de nuestro urbanismo que le ha dado totalmente la espalda por su escasa altura de miras.


Volviendo a la didáctica exposición presentada por Carmen Montero, que nos recuerda que una tribu bereber, los Banu Dammar -de los montes Dammar en Túnez- contaba con las mismas fronteras que en tiempos de la Cora, limitando con los vecinos de Arcos, Ronda, Carmona y el poderoso reino de la antigua Isbiliya.

En el año 1013 ocurre la destrucción de Madinat al-Zahra por el bereber al-Mustain que concede a loz ziríes el territorio de Granada y a los Banu Dammar el de Morón.

En poco más de 50 años, gozó de un esplendor económico, social y cultural, no faltando las intrigas palaciegas. Un reino habitado por un mosaico étnico entre árabes, bereberes, muladíes, mozárabes y judíos, aprendiendo a convivir. Un territorio con personalidad propia entre 1013-1066.


Tras la caída del Califato de Córdoba, cada general se hizo fuerte en su castillo. La seguridad dependía de la diplomacia y del ejército. Durante un tiempo Mawror hizo frente a la antigua Ishbiliya formando una liga con los reinos de taifas de Arcos, Ronda y Granada, pero esta última nos traicionaría.

"En 1053 partimos en comitiva hacia Sevilla siendo encarcelados y asesinados. Sólo sobrevivió el rey de Ronda como ejemplo para los ziríes de Granada".

Manad ben Muhammad, Imad ad-Dawla siguió sufriendo el asedio del soberano Al-Mutadid que incendiaba las cosechas y cercaba el comercio. Su hijo cederá la plaza a cambio de un alojamiento y una pensión. Finaliza aquí la historia del reino de Mawror anexionado definitivamente a Ishbiliya en el año 445 de la Hégira, 1066 de la era cristiana.




Nos recuerda la exposición que la arquitectura islámica era el reflejo de un modo de vivir; simple y sobria al exterior y rica en el interior donde se enmascaraba el uso de materiales pobres. Los musulmanes no conciben elevar una fachada significativa, el esplendor lo dejan para el patio como contemplación. Desde el exterior se observa un alto muro en el que se abre una puerta como único hueco. Unas celosías de madera protegen del exterior las pequeñas ventanas abiertas en la segunda planta. El zaguán, empedrado con cantos rodados, dibuja formas geométricas. Bajo las galerías del patio, están las habitaciones y, en el piso superior, una estrecha escalera de empinados peldaños, nos conduce al espacio de las mujeres.

El patio es el centro de la vivienda, rodeado por unas galerías cuyas columnas sostienen el techo. Una alberca adorna su centro y un surtidor refresca el ambiente. El agua es el elemento más importante en la arquitectura islámica, realzando el esplendor por medio del reflejo en sus albercas que dispersan el sonido y la frescura, por sus canales rehundidos de mármol blanco. Se utilizaban en la arquitectura islámica el arco de herradura, el arco lobulado y los atauriques.



Poseían un complejo sistema agrícola con técnicas de regadío, almacenamiento y transporte de agua a través de acequias de ladrillo o cavadas en la tierra, norias de importación siria, colocadas en los cursos fluviales.


Detalle de una huerta en la exposición


La religión actuaba como elemento aglutinante de los diferentes grupos étnicos de Al Andalus. En la mezquita se oraba y se aprendía y el cadí administraba justicia sentado en el suelo. Los maestros asombraban a sus discípulos recitando en voz alta los libros que habían aprendido de memoria.

El alminar estaba ubicado junto a un gran patio con árboles, para aliviar el calor. En la fuente de agua fría se lavan las manos y los pies para purificarse (patio de las abluciones) y en el interior, las salas con columnas, el mihrab, orientado a la Meca, y el mimbar desde el que se predica a los fieles.

La palmera fue traída por los árabes  a  Al Ándalus

La torre de San Miguel fue un alminar árabe situado en dirección noreste-sureste en dirección a la Meca y por tanto la antigua Iglesia de San Miguel estuviese construida sobre el solar de una antigua mezquita donde el almuédano llamaba a la oración a los fieles desde el alminar.



Cultivaron la literatura, la ciencia, la filosofía y el arte islámico como se pudo demostrar con la captura de Toledo en 1085, lo que hizo adelantar inmensamente los conocimientos de los cristianos revelando la esfericidad de la tierra 400 años antes de Colón.

A ellos le debemos también las traducciones de los clásicos griegos: la medicina de Hipócrates y Galeno, la geografía, astronomía y trigonometría de Ptolomeo, la geometría de Euclides, la física de Arquímedes, la crítica de Aristarco, y la metafísica de Apolonio, Empédocles y Aristóteles.

Recordar que Alhakén II, creó una biblioteca andalusí tolerante y universal con más de 400.000 volúmenes que abarcaban todas las disciplinas del conocimiento. Poseía en su palacio de Madinat al-Zahra un taller de escribanía con encuadernaciones de altísima calidad y copistas. Tendrían que pasar muchos siglos para poder encontrar en Europa una biblioteca con tanta altura de miras como la que poseía el culto Alhakén II que también destacó por el respeto a los cristianos y judíos.

Libros que otorgaban una amplia visión de la vida de los hombres, que trajo desde Bagdad, Damasco, Alejandría, Roma y Bizancio cuyas versiones fueron traducidas posteriormente al latín en la famosa Escuela de Traductores de Toledo, protegida por Alfonso X el Sabio en la que trabajaron musulmanes, cristianos y judíos.

Traducciones de Platón, Aristóteles, Séneca, Plotino, Luciano de Samosata y los grandes padres de la Iglesia desde San Ireneo a San Agustín permitieron que el conocimiento fuese conocido en Europa para dotar de base la filosofía medieval y escolástica.

Castillo de Morón y torre de San Miguel (antiguo alminar)

Los números que utilizamos en las matemáticas se denominan arábicos porque los idearon los árabes. Los musulmanes difundieron conocimientos procedentes de china como la fabricación y uso del papel. Por tal motivo, crearon tantas bibliotecas.

Escribieron muchos libros de viajes, geografía e historia. Cultivaron la música y la poesía ocupó un papel fundamental en la sociedad.

La circulación de mercancías gira en torno a los centros urbanos de la medina. Famoso era el aceite del Aljarafe como las zonas olivareras de los contornos de la Cora de Morón.

Todo estaba en el zoco, bajo el estricto control del zabazoque, responsable de fijar los precios y vigilar los fraudes. En torno a los zocos existía la alcaicería para los productos valiosos como la seda y la alhóndiga como depósito de mercancías y alojamiento para los mercaderes.


Existían mercaderes que realizaban largos viajes hasta Oriente para llevar y traer productos a través del Mar Mediterráneo que impulsaron el avance de las ciencias y de la cultura.


Las monedas que se usaban en esta época en Al-Andalus se realizaban en la Ceca [existían varias casas de la moneda] siendo las más importantes el Dinar de oro y el Dirhan de plata que valía la décima parte del Dinar omeya. También existían monedas de cobre de escaso valor -fals-. La palabra dinar deriva del denario romano (dinero).


También nos enteramos en la exposición que Umayya ibn Galib es poeta y ulema de origen moronense 942-1022. Como ulema enseñó los preceptos del islam y asesoró a los gobernantes en sus decisiones. Como poeta, ha quedado como legado un poema dedicado al Alcázar de Córdoba.

Necrópolis musulmana en el Cerro de la Atalaya de Morón
Foto. Archivo de la Biblioteca Pública Municipal

Un video nos muestra una excavación denominada “Intervención de urgencia en la necrópolis musulmana del Cerro de la Atalaya" en Morón de la Frontera (Sevilla) realizada entre el 22 de febrero y el 22 de abril de 1999 por los arqueólogos locales Domingo Álvarez Montes y Paqui Duarte Jiménez.

Foto. Archivo de la Biblioteca Pública Municipal


La necrópolis musulmana [maqbara] estaba situado en el Cerro de la Atalaya y data de los siglos IX al XIII. El eje del cementerio está orientado en disposición noreste-sureste.

Al cadáver se le efectuaba el rito malikí [escuela de derecho del islam sumni]. Tras leer el Corán, se lavaba, perfumaba y amortajaba el difunto en lienzo blanco y se enterraba sobre el costado derecho en dirección sureste (a la Meca), procediendo a cubrir la fosa excavadas directamente en la tierra con tejas, ladrillos o lajas de piedra…

Reyes de la Taifa de Morón

Abu Tuziri al Dammari 1013 que llegó a Al Andalus en tiempos de Almanzor.

Nuh b. Abi Tuziri 1013-1041

Muhammad b. Nuh, Izz ad-Dawla 1041-1053

Mamad ben Muhammad Imad al-Dawla 1053-1066

A partir de 1066 Mawror pasa a formar parte de la antigua Isbiliyya.

Desde la Exposición "MORÓN, UN MILENIO DEL REINO DE TAIFA! para el blog de mis culpas...


Términos interesantes

Muladíes: Habitantes de la Península que abrazaron la religión musulmana en Al Andalus.
Mozárabe: Cristianos que vivían en el reino musulmán de Al Andalus

MudéjaresMusulmanes  que vivían en territorio conquistado por los cristianos.

Tolerancia: Coexistencia y convivencia entre culturas  en base al respeto de las ideas o creencias, aún cuando éstas sean contrarias a las propias.


Enlaces interesantes

domingo, 23 de marzo de 2014

La Giralda de la antigua Sevilla


Accedimos a la Giralda por la Puerta del Príncipe presidida en su parte central por una copia real del Giraldillo. Lo primero que nos encontramos en la parte baja del alminar son dos grandes azulejos –del árabe hispano azzuláyg que significa ladrillo vidriado-, en castellano y árabe, donde se menciona la obra del califa Abu Yusuf Yaqub al-Mansur a su alarife Ahmad Ibn Baso al que ordena la erección de esta Sawmua -torre- en 13 de safar –febrero- del año 580 de la Hégira (26 de mayo de 1184 d.C.) y terminó la edificación Alí Al Gumari a finales del año 593 Hégira (19 de marzo de 1197). Renovó el arquitecto Hernán Ruiz esta Sawmua en el año 1568 añadiendo en su parte más alta el campanario renacentista, cristianizando el antiguo alminar.

Una bella vista desde el campanario de la Giralda

Tras la victoria de Alarcos en 1195 ante el rey Alfonso VIII, el emir Abu Yusuf al-Mansur decide rematar el alminar de 76 metros de altura con un yamur que significa plenitud (tres círculos grandes y uno más pequeño). Los viajeros podían ver sus reflejos por los rayos del sol desde muchos kilómetros de distancia.


El 18 de julio de 1198 ondea por vez primera en el alminar de la mezquita aljama de la antigua Isbiliya una bandera verde y blanca que representaba la unidad. El color blanco almohade junto al verde omeya -por la colaboración andalusí-.


Abu Yusuf Yaqub al-Mansur (1184-1199) fue hijo de Abu Yacub Yusuf, Yusuf I. El sobrenombre de al-Mansur le viene del año 1195 cuando sus tropas derrotaron a las fuerzas cristianas de Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos (1195), coincidiendo su reinado con el máximo esplendor almohade en la Península Ibérica. 

¡Nos podemos imaginar el esfuerzo que tendría que hacer el almuédano para ascender las treinta y cinco rampas aunque fuese montado en un caballo, para llamar a la oración a los musulmanes!


La Giralda es la reina de las torres del mundo y símbolo de Sevilla. Una torre donde se fusiona magistralmente el arte almohade original de la torre con el campanario cristiano. Fue alminar de la Mezquita Mayor, empezada a construir en 1184. El Cabildo encomendó a Hernán Ruiz un nuevo proyecto de remate, unificando en estilo almohade con el renacentista, realizado entre 1558-1568. En su parte más elevada se encuentra una imagen de Fe “el Giraldillo”, en bronce, que gira en forma de veleta. 

El cuerpo cristiano, está compuesto por cuatro templetes superpuestos, construidos con ladrillo, cantería y adornos de cerámica y cerrajería. El primero es el cuerpo de campanas con 24 campanas con capacidad de volteo para las exteriores. Este cuerpo está rematado en las cuatro esquinas con jarras de azucenas, en bronce. Sigue el cuerpo del reloj, instalado en 1765 por el franciscano fray José Cordero, de origen dórico, del que cuelga la campana 25, la del reloj. Sigue el cuerpo de las Estrellas, de orden jónico. Viene después el cuerpo de las carambolas, sobre el que existe una cúpula, “la Tinaja”, que sirve de soporte al Giraldillo.

Veleta de bronce de la Giralda 

Fue realizada por el escultor José Antonio Márquez, por iniciativa del Excmo. Cabildo Metropolitano de la S.I. Catedral de Sevilla para sustituir a la original durante su restauración por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el Instituto del Patrimonio Histórico. 

Se instaló en lo más alto de la torre el 29 de enero de 1999. Se bajó y se instaló aquí el 15 de junio de 2005. Es copia fiel del original fundido por Bartolomé Morel en 1568, según el vaciado que se hizo en 1981 cuando, por vez primera se pudo estudiar de cerca pues, hasta el 30 de octubre de 1980, no se le pudieron realizar fotografías de cerca.

Su nombre oficial de 1568 “Victrix Fidei Colossvm”, Giralda de Sevilla (como la llama el Quijote), Giralda (nombre popular entre los siglos XVII y XVIII) y Giraldillo (nombre popular de los siglos XIX y XX).

Desde el exterior destaca su planta cuadrada sobre cimientos en piedra, con una magnífica obra de ladrillos con los paños de sebka o redes de rombos sobre arcos polilobulados y arcos de herradura enmarcados por el alfiz -marco que rodea la parte exterior de los arcos- con un perfecto eje de simetría entre ventanas geminadas, balaustres renacentistas y arcos entrecruzados rematado todo el antiguo alminar por un bello campanario renacentista como forma de cristianizar tan bello monumento.


La antigua Isbiliya pasa a formar parte de la Corona de Castilla por la conquista del rey Fernando III en 1248. Entre 1558 y 1568 se cristianiza el alminar a raíz del remate con un cuerpo de campanas renacentistas sobre el fuste islámico y alcanza los 93 metros de altura coronado por una veleta que gira con el viento, será denominada popularmente “La Giralda”, constituyendo el símbolo de la ciudad de Sevilla. De esta manera queda cristianizada la antigua Mezquita Mayor y serán reconvertidas todas las mezquitas en lugares de culto cristiano.

El arquitecto cordobés Hernán Ruiz II dirige la obra coronada por el Giraldillo, una veleta en forma de mujer que simboliza una alegoría del triunfo de la fe. Hubo que añadir diecisiete escalones para desembocar junto a los miradores del campanario de la Giralda que poseen un total de veinticuatro campanas cuyos tañidos dan gran solemnidad al mayor templo gótico del mundo.

El Patio de los Naranjos como fiel testigo de la historia de la antigua Isbiliya

Desde el campanario renacentista se puede observar una bella panorámica de la ciudad de Sevilla, de la cual destacan las murallas del Alcázar así como los bellos jardines del grutesco con sus palmeras árabes, las cubiertas de la Santa Catedral, la Puerta del Perdón junto al Patio de los Naranjos, la Plaza de España, el Parque de María Luisa, la Torre del Oro y el Río Guadalquivir lo cual nos puede dar la sensación de estar ante un auténtico oasis o un pulmón verde dentro de la Sevilla moderna.


Desde la parte baja de la Giralda, salimos a través de la Catedral, hacia la Puerta del Lagarto que nos lleva al Patio de los Naranjos o antiguo patio de las abluciones de la antigua mezquita aljama almohade, con sus canales de riego realizados en ladrillos.


En el centro del Patio de los Naranjos destaca una fuente visigoda junto a las canalizaciones de ladrillo entre los naranjos. Entre efluvios de azahar e incienso salimos por una bella puerta almohade del siglo XII, denominada la Puerta del Perdón hacia la Iglesia del Salvador que ocupara el solar de la antigua mezquita mayor de Ibn Adabbas erigida en el siglo IX.


P.D. Alejandro Guichot dibujó en 1910 una hipótesis sobre los tres estados de la Giralda. Una Primera torre de la izquierda, coronada por el yamur representa el alminar de la Mezquita Mayor terminado por los almohades en 1198. En en el centro la Giralda actual después de las reformas de 1568 y 1890. La tercera es la torre y el campanario de la Iglesia Mayor cristiana anterior a su reforma renacentista.

Existen alminares consideradas hermanas de la Giralda como el gran alminar de la mezquita de la Kutubiyya de Marrakech (1199) coronado por el yamur como reflejo de un rico pasado y el alminar inacabado de la Mezquita de Al-Hassan de Rabat (1195).

Desde la antigua Isbiliya para el blog de mis culpas...