miércoles, 4 de marzo de 2015

Visita a Castellar Viejo y la antigua Ximena


Después de visitar Casares pusimos rumbo al sur del sur en busca de Manilva que enlazaba con la AP-7 en dirección a Castellar de la Frontera “viejo" y desde allí transitar hasta la antigua Ximena musulmana, ambas en la antigua “Ruta de los Almorávides y Almohades”. Dicha ruta transitaba desde Tarifa con destino a Ronda para proseguir hacia la antigua Garnatha, considerada la “Damasco de Occidente” cuya caída supondría el final de al-Andalus en 1492.



La alcazaba (al qasaba) de Castellar Viejo se encuentra a 248 m. de altitud sobre un promontorio rocoso en el Parque Natural de los Alcornocales como pulmón verde de la comarca y nos ofrece una bellísima panorámica del embalse del Guadarranque, de la Bahía de Algeciras y el Peñón de Gibraltar. Su nomenclatura aparece por primera vez en el año 914 entre las localidades rebeldes de Umar Ibn Hafsun. Se convirtió desde mediados del siglo XIII en una fortaleza de primera línea perteneciente al reino nazarí de Granada. Aunque fuera asaltada por las tropas cristianas en 1408 fue asaltada no sería reconquistada definitivamente hasta 1434 por Juan de Saavedra.





La fortaleza de Castellar de la Frontera, la antigua Ximena musulmana o Gaucín, formaban parte de un sistema defensivo que iba desde Olvera al norte, hasta Tarifa al sur, con puntos intermedios como Casares, Gaucín, Torre Alháquime, Setenil, Zahara de la Sierra, etcétera. Este sistema defensivo en tierras de antiguas fronteras desempeñaría un papel importantísimo para defender la banda morisca frente a la banda gallega durante el periodo nazarí, último estado musulmán de la antigua al-Andalus.


El Pacto de Jaén en 1246 puede considerarse el inicio de la historia de la “Frontera”, escenario de contiendas entre los reinos de Castilla y Granada, que con más de 600 kilómetros se mantuvo 235 años hasta la toma de Ronda (1485).




A través de la A-369 llegamos hasta la antigua Xemina musulmana (Jimena de la Frontera) cuya alcazaba también formara parte de la “Ruta de los Almorávides y Almohades”. Está ubicada también en el Parque Natural de los Alcornocales con el río Hozgarganta regando sus riberas.

Su origen viene de la antigua ciudad islámica de Xemina del siglo VIII y que tuvo gran importancia durante el siglo XIII alcanzando su máximo esplendor en el siglo XV, al ser una pieza estratégica en las antiguas tierras de fronteras del reino castellano-nazarí con una importante guarnición. Jimena es reconquistada por Enrique IV de Trastámara, rey de Castilla en 1456.

Al visitar los pueblos con efluvios y reminiscencias andalusíes podemos observar que también nos legaron una configuración urbana cuyos orígenes emanan desde las alcazabas y fortalezas que se irradiaban a través de los arrabales (al-rabad). Sus tradicionales casas blancas a dos aguas rematadas con tejas árabes entre sinuosas, estrechas y empinadas calles empedradas buscando la protección de la alcazaba ubicada casi siempre sobre un promontorio rocoso, las convertían en ciudades geoestratégicas casi inexpugnables desde las cuales se podían divisar grandes territorios.



El humo de día y el fuego de noche era un procedimiento típico musulmán para enviar señales, que existía en el litoral africano desde el siglo VIII. Se cuenta que en una sola noche podía llegar un mensaje desde Alejandría a Ceuta.



Cuando el Cristianismo sustituyó al Islam, era muy corriente construir las iglesias sobre los restos de las mezquitas orientadas casi siempre en dirección noreste-sureste en dirección a La Meca, cristianizando su alminar con cruces y campanas.

¡Unos bellos versos del poeta rondeño del siglo XIII Abul Beka refleja el desencanto por la pérdida de sus territorios!.

Ya llora al ver sus vergeles
y al ver sus vegas lozanas
ya marchitas,
y que afean los infieles,
con cruces y con campanas,
las mezquitas.

Es probable que los musulmanes construyeran una mezquita (aljama) en las inmediaciones de la fortaleza cercana a la medina (al madinat) de la que formaban parte la alhama (al hamma), posadas (fundaq), arrabales (al-rabad)… Posiblemente los cementerios musulmanes -maqbara- estuviese situados a extramuros en dirección noreste-sureste.

Al fondo, el Peñón de Gibraltar

Destaca la configuración urbana andalusí que dotaba a las medinas de un complejo sistema de alcantarillado que evitaban que las aguas fecales fueran derivadas a la vía pública.

Al Andalus fue el primer país de Occidente en contar con una infraestructura hidráulica dotándose de los tradicionales molinos de agua, acequias, sistemas de riesgo, etcétera, ayudado por la tradicional noria que hizo inmensamente fértiles las huertas y vegas andaluzas.


 Ciclo del agua en los molinos harineros
Oficina de Turismo de Jimena de la Frontera



Los molinos harineros son de tradición morisca y proliferaron en la ribera del río aprovechando la fuerza de sus aguas. El río Majaceite, el Genal o el Guadiaro son un ejemplo de la estrecha relación que ha existido entre el ser humano y el agua a lo largo de su historia. La energía producida por el flujo constante de agua hacía mover las norias y los molinos harineros. Los agricultores llevaban su grano y recogían la harina que les correspondía, una vez deducida la maquila, el pago en especie al molinero. Mediante una azud o presa se desviaba el agua hacia una alberca y a través de una acequia llegaba al molino, el socaz o agua saliente volvía a su cauce natural.


Peñon de Gibraltar desde el castillo de Jimena de la Frontera

Las calles de Jimena de la Frontera con nombres como Consuelo o Misericordia eran el preludio del esfuerzo que tuvimos que realizar -aumentando nuestra frecuencia respiratoria por encima de los valores normales- a su alcazaba a través de sus angostas y empinadas callejuelas. No es de extrañar que tan privilegiado enclave geográfico haya servido para instalarse a lo largo de la historia pueblos como los íberos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos y musulmanes. Por tanto, no debemos de extrañarnos del patrimonio histórico, cultural y etnográfico que atesora esta zona, una crónica del desarrollo de su propia historia.

A través de la calle Misericordia llegamos a la Oficina de Turismo que se encuentra bajo el castillo, en la antigua iglesia de la Misericordia que data se la segunda mitad del siglo XV. Desde allí por la Puerta Albarrana entramos al Patio de Armas del castillo de la antigua Ximena musulmana.

La retina del viajero capta al instante lo que pudo haber sido el antiguo castro romano convertido en alcazaba con la construcción de grandes aljibes (al yubb, pozo) para el almacenamiento de agua como medida de prevención ante largos asedios. 

La puerta de entrada al Patio de Armas está articulada mediante dos arcos de herradura. En su parte izquierda destaca la torre que tuvo un papel determinante al tener las habitaciones del alcaide y los soldados que velaban por la seguridad del conjunto llegando a actuar como verdaderas fortalezas independientes, capaces de seguir defendiéndose aún después de ser dominados por el enemigo. La puerta de entrada con la torre albarrana estaba unida a todo el conjunto amurallado por un total de 14 torres.



Desde el patio de armas nos dirigimos al foso excavado sobre la misma roca en forma de V, que da acceso a la alcazaba. Un pequeño canal deriva hacia el exterior las aguas pluviales o residuos procedentes del interior permitiendo que el foso estuviese seco y limpio.

El acceso al alcázar a inicios de los siglos XIII-XIV lo permitía un puente retráctil que se desplegaría para salvaguardar el desnivel geológico de la explanada con respecto al interior del recinto. Posteriormente, en el XVI se construye un nuevo puente de forma estática. 



Destaca en el centro de la alcazaba, la torre del homenaje con una altura de 13 m. y construida en forma de planta circular. El conjunto tiene una vista impresionante desde donde se divisa la Bahía de Algeciras, Gibraltar y las primeras estribaciones del continente africano.

En la calzada principal que atraviesa el patio de armas hacia el cementerio municipal que se encuentra en su parte más alta se encuentra el aljibe almohade que fuera construido en el siglo XII, con unas dimensiones 12,10 m. de norte a sur y 13,50 m. de este a oeste y una profundidad máxima de 5,85 m., llegando a albergar unos 800 metros cúbicos de agua.



En la parte más alta de la fortaleza existe otro aljibe construido en la misma roca madre con el suelo cubierto con ladrillos. El techo está formado por cinco bóvedas de cañón que descansan sobre cuatro filas de dos arcos y pilares, todos hechos en ladrillo. En la esquina sureste, se observa un rebosadero que hace pensar que el aljibe era llenado por las aguas pluviales o posiblemente por un manantial natural que emerge desde el suelo. 

Después de una grata visita a la antigua Ximena andalusí iniciamos el camino de vuelta atravesando el Parque de los Alcornocales pasando por el término de Cortés de la Frontera, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey y Villamartín, lo que nos indicaba que nuestro punto de destino estaba cerca. 

Una ruta con vistas impresionantes que impregna los sentidos del viajero. El Valle del Genal, del Guadiaro y el Parque de los Alcornocales son testigos de nuestra presencia.

Desde la alcazaba de la antigua Ximena, en la "Ruta de los almorávides y almohades" para el Blog de mis culpas...


P.D. Andalucía ha sido el resultado de un crisol de culturas en su constante histórica en la que destaca por derecho propio una brillante civilización que tuvo su máximo esplendor bajo la antigua al Andalus estimulando durante siglos la imaginación de una Europa de su época sumida en las tinieblas de la ignorancia y donde coexistieron en tolerancia tres culturas (cristiana, judía y musulmana).


La nomenclatura de sus pueblos posee su etimología de origen andalusí: Benamahoma -Bena Mahummad-, Benarrabá -de los Banu Rabbah-, Algatocín -de al-Atusiyin-, Benalauría -de Ben al Auria-, Benadalid -de Ben-Addalid-, Grazalema -Gran Zulema-, entre otros muchos reflejan su origen andalusí que ha llegado hasta nuestros días junto a bellos vocablos del árabe hispánico como Andalucía -al-Andalus-, Algarbe -al-Gharb-, Alpujarras, Axarquía - Sarqiyya-, Gibraltar -Gebel al-Tarik- Trafalgar -Taraf al-Ghar-, Mulhacén -Muley Hacen-, Sevilla -Isbiliya-, aceite -azzeit-, albañil -albanni-, arrabal -al-rabad-, alfarero, hasta llegar a los 4.000 arabismos.

Enlaces interesantes

El camino inglés

Ruta de los almorávides y Almohades en el bajo Genal


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