El pasado viernes 29 de octubre, tuvimos la satisfacción de asistir a una conferencia organizada por el C.A.L. en el Centro Social Julio Vélez de Morón a cargo del Catedrático de la Escuela Universitaria de Trabajo Social José Luís Malagón Bernal, paisano de Morón. Su conferencia trataba sobre "La influencia de la crisis en el sector de las personas mayores" siendo muy didáctica para las personas que tuvimos la suerte de escucharle.
Entre otras cosas nos manifestaba el profesor que vivimos en un mundo que envejece y por lo tanto existe una demanda creciente de atención para este colectivo sin olvidar que estamos dentro de una crisis económica, política, social, educativa, de valores, etc…Comenzó su conferencia realizando una mirada retrospectiva de la vejez durante las épocas más significativas de la historia.
La vejez es una etapa más del ser humano que ha sido interpretada de diversas formas según el contexto social y la mentalidad cultural de cada época. Haciendo un poco de historia, en la Cultura Preneolítica existía el llamado gerontocidio activo ya que en épocas de escasez lo más habitual era que a las personas mayores se les abandonaba. Por ejemplo, los esquimales abandonaban a los ancianos durante una expedición de pesca en un banco de hielo. El hombre era nómada y se dedicaba a cazar y recolectaban frutos, desplazándose de unas zonas a otras. Primaba lo colectivo y un individuo enfermo no colaboraba en las tareas de supervivencia del grupo y sus cuidados representaban una carga. Los enfermos y ancianos no podían seguir al grupo y lo abandonaban a su suerte. Se cumplía la ley de selección natural, donde sobreviven los más fuertes.
En las culturas agrícolas se situaban junto a los grandes ríos de la antigua Mesopotamia, el antiguo Egipto, (Eúfrates, Tígris, Nilo etc…). El hombre se convierte en sedentario y la mujer es la principal cuidadora del enfermo y del anciano.
En la Antigua Grecia se asociaba la vejez a la sabiduría y los ancianos ocupaban puestos de honor y se les escuchaba. Esparta fue la gran excepción del mundo griego por el lugar privilegiado que ocuparon los ancianos -la Gerusia -“γερουσία”-, compuesta por veintiocho ciudadanos de más de sesenta años elegidos vitaliciamente, constituía el juzgado supremo y asesoraba sobre la política exterior del Estado. En la antigua Esparta sin embargo se trataban bien a los mayores ya que cuando cesaba la actividad militar existía unos estipendios. Este podría ser el origen de las pensiones.
El Derecho Romano concedió una gran autoridad a los ancianos en la figura del "Pater familias" cuya autoridad sobre los miembros de la familia era fundamental. Cicerón en su "De Senectute" hizo una verdadera apología del envejecimiento, única obra latina dedicada exclusivamente a los ancianos y que representa un hito en la historia de la vejez. Envejecer puede ser la coronación de una serie de etapas vitales donde se realiza una mirada retrospectiva del pasado vislumbrando el futuro con dignidad y esperanza. La vejez no es mala, sino que es el último acto de la vida y forma parte de la naturaleza. Hay que aceptarla con naturalidad.
En la República romana, el Senado encarna el poder de los más viejos y los magistrados son ancianos u hombres maduros y siendo imprescindible tener cierta edad para sustentar gran número de cargos públicos como cónsul, pretor, etc..
El Medievo está influenciado por las dos grandes religiones monoteistas como el Cristianismo y el Islam. A partir de este momento surgen los hospitales para acoger a los indigentes.
Es cierto que también habían otros pueblos que trataban bien a sus mayores como los incas, los aborígenes australianos etc. Para muchos pueblos los viejos eran también los curanderos, chamanes que dominaban los rituales y lo sagrado y por ello inspiraban respeto.
El Medievo está influenciado por las dos grandes religiones monoteistas como el Cristianismo y el Islam. A partir de este momento surgen los hospitales para acoger a los indigentes.
Es cierto que también habían otros pueblos que trataban bien a sus mayores como los incas, los aborígenes australianos etc. Para muchos pueblos los viejos eran también los curanderos, chamanes que dominaban los rituales y lo sagrado y por ello inspiraban respeto.
En la antigüedad las personas cuando cesaban en su actividad laboral pasaban a la indigencia pero progresivamente han ido cambiando las cosas para dar los estados respuestas a las reivindicaciones y conquistas sociales mejorando las condiciones de vida de los trabajadores.
En la sociedad moderna, el ciudadano tiene sus derechos y sus deberes amparado por la Constitución Española que en su art. 43 dice que será el Estado es el máximo responsable y el encargado de suministrar y organizar unos servicios sanitarios para toda la población, a la Administración Pública le corresponde atender aquellos problemas sanitarios que puedan afectar a la colectividad. Surgen aquí los sistemas sanitarios.
Sin embargo, también en la sociedad de las revoluciones tecnológicas y del progreso puede darse el llamado gerontocidio pasivo que consiste en que la sociedad no mata directamente a la persona mayor, pero sí crea las condiciones para que la persona muera, bien por abandono familiar, por falta de recursos, soledad, etc…
El mundo actual ha creado las condiciones necesarias par que millones de seres humanos mueran en el mundo de hambre, falta de medicinas, viviendas dignas etc… ya que interesa globalizar la libre circulación de capitales pero no interesa la globalización de la cultura, la sanidad, la educación, los salarios dignos etc…
Cuando existen recursos suficientes en el mundo desarrollado se desarrollan políticas de bienestar pero cuando esos recursos escasean se eliminan las ayudas a los más débiles de la sociedad como son las ayudas a las personas mayores. Las condiciones económicas están influyendo en las condiciones de vida de nuestros mayores.
¡Para saber interpretar el mundo de hoy tenemos que saber de donde venimos!.
Las mejoras que hoy tenemos se deben a las conquistas sociales que la clase trabajadora ha ido consiguiendo a lo largo de la historia. Basta recordar la revolución francesa, las luchas obreras del siglo XIX, las conquistas sociales , etc…
¡Para saber interpretar el mundo de hoy tenemos que saber de donde venimos!.
Las mejoras que hoy tenemos se deben a las conquistas sociales que la clase trabajadora ha ido consiguiendo a lo largo de la historia. Basta recordar la revolución francesa, las luchas obreras del siglo XIX, las conquistas sociales , etc…
La base del capitalismo no tenía ningún sistema en frente y es a partir de la revolución rusa cuando se empieza a hablar de mejorar las condiciones laborales y sociales de los ciudadanos para que estos a su vez no se ilusionen y cambien el sistema capitalista por otro contrario a los intereses de éstos.
El Dios mercado es el pensamiento neoliberal que ha dado lugar a la globalización de los capitales. El capitalismo es insaciable y pretende poco a poco mediante una crisis silenciosa alterar los valores del ciudadano para que este piense lo menos posible intentando eliminar asignaturas en las universidades como historia, sociología, filosofía etc…con el pretexto de que hay que adaptarse al mercado laboral a cambio de subir la edad de jubilación, controlar los salarios, privatizar con el tiempo las pensiones. En definitiva romper la solidaridad obrera.
Es posible encontrar una salida a la crisis actual:
- Sería injusto encontrar la salida en lo que se ha llamado el Efecto Mateo, es decir dar más a los que más tienen con lo que sería un estado del bienestar pero al revés. El Efecto Mateo es la denominación sociológica de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama, simplificado por la frase "el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre". Más o menos lo que está ocurriendo ahora, el sistema financiero es culpable de la crisis y los gobiernos inyectan grandes capitales en su reflotación perjudicando a los que menos tienen con medidas antisociales.
- Una salida justa pero que no interesa a los que manejan el cotarro financiero sería buscar un estado de bienestar mundial.
- Y por último, otra salida sería cambiar el sistema económico por otro más justo y solidario. Por el contrario. si todo sigue igual nos espera más de lo mismo.
Muchas veces en la actualidad nos hemos preguntado si los mayores crearan un partido político para defender sus derechos contaría en teoría con varios millones de votos pero en la práctica cada uno representa unos intereses y una ideología determinada. ¡Cómo va a votar el sr. Botín por citar un ejemplo significativo lo mismo que un bracero si en lo único que se pueden parecer es en haber cumplido el mismo número de años!.
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