viernes, 15 de agosto de 2014

Entre Moguer de Platero y la Cuna del Descubrimiento




“Te he dicho Platero que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No; el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro como el migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!- como la blanda corteza”.

Juan Ramón Jiménez

Muy cerca de Niebla, considerada como la flor andalusí del antiguo al Gharb se encuentra Moguer, la cuna Platero y del poeta universal y Premio Nóbel de literatura en 1956 Juan Ramón Jiménez  que tanto influyera en la generación del 27.



El pueblo blanco de Moguer fue definido por Juan Ramón Jiménez en su obra “PLATERO Y YO” como un pan de trigo, “blanco por dentro como el migajón” y siempre estuvo presente en la inspiración del poeta ya que Juan Ramón amaba a la tierra que lo vio nacer describiendo el color blanco de su pueblo, el olor de sus campos, sus gentes etcétera. 

A través de sus calles se puede realizar una ruta literaria y observar los azulejos ubicados en las esquinas de las calles de Moguer donde queda reflejada fielmente la poesía y las vivencias del poeta.



Paseando por sus blancas calles llegamos hasta el monumento en bronce de Platero y Juan Ramón Jiménez en la Plaza del Cabildo para seguir hasta otro monumento de Platero jugando con los niños muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada y la calle Almirante Pinzón. Desde la Plaza del Marqués llegamos hasta la Casa-Museo “Zenobia y Juan Ramón” para terminar la ruta junto a la casa natal del inmortal poeta.





Bajo un sol de justicia, pusimos viento en popa hacia Palos de la Frontera, Cuna del Descubrimiento de América al gestarse y prepararse el primer viaje de Colón el 3 de agosto de 1492 hacia “las Indias”.

Visitamos el Muelle de las Carabelas construido en 1992 con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América y ubicado en Palos de la Frontera donde se pueden observar las réplicas de las dos carabelas “La Pinta y La Niña” que fueron capitaneadas por los Hermanos Pinzón junto a la nao “Santa María”.



Tan magna empresa marcó un antes y un después en la historia de Huelva, Andalucía, España y la Humanidad. La Ruta Colombina o del Descubrimiento adquiere una dimensión universal  al convertirse en génesis del Descubrimiento de América.

En el Muelle de las Carabelas destaca la figura del vigía Rodrigo de Triana quien el 12 de octubre de 1492 a las 2 de la madrugada avistó “tierra” subido a la cofa del palo mayor en la carabela “La Pinta” que iba delante del Almirante Colón. 



Por tanto, la recompensa de los 10.000 maravedíes que ofrecieron los Reyes Católicos a la primera persona en descubrir tierra no la cobró Rodrigo de Triana sino Cristóbal Colón, con lo que su comportamiento en este caso fue desleal a la vista de las informaciones que el historiador Francisco López de Gómara narra en su libro “Historia General de las Indias” escrito en 1552  relatando al respecto lo siguiente:


…Al día siguiente, que era 11 de octubre del año 1492, dijo Rodrigo de Triana:”¡Tierra, tierra!”…

…Y así, el marinero de Lepe se pasó a Berbería, y allí renegó de su fe, porque ni Colón le dio albricias ni el Rey merced ninguna, por haber visto él antes que nadie de la flota, lumbre en las Indias.



Monumento a Colón en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba


Así como el primer avistamiento narrado en el diario de a bordo de Cristóbal Colón, compendiado por Fray Bartolomé de las Casas.

“Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana…

Restos del Almirante D. Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla

La isla en concreto era conocida por los indígenas como Guanahaní y fue bautizada por Cristóbal Colón como San Salvador, en honor a Jesucristo y a la salvación que implicaba encontrar tierra tras aquella larga travesía.

En el libro de Francisco Gómez de Gómara "Historia General de las Indias" escrito en 1552 aparece el término "cacique" en referencia al cacique taíno Guacanagari como jefe de una comunidad taína de las Antillas.

La hora del descubrimiento según el diario de a bordo de Cristóbal Colón serían "dos horas pasada la media noche", esto es las 2 de la madrugada del 12 de octubre de 1492, cuando se encontraban a dos leguas (marinas) de la costa, unos 11 kilómetros.

De acuerdo con el diario del primer viaje de Colón, los Reyes de España prometieron una recompensa de 10.000 maravedís al primero que avistara tierra. Al estar resultando el viaje mucho más extenso de lo inicialmente previsto Colón ofreció además como recompensa por su parte un jubón de seda.

Por otro lado, a pesar de lo logrado por el Almirante Cristóbal Colón, murió sin pena ni gloria al ignorar su propia hazaña ya que nunca supo que había descubierto otro continente. Además le quitaron el mérito de dar su nombre a las nuevas tierras descubiertas ya que Américo Vespuccio identificó esas tierras como un Nuevo Continente, por lo cual esas tierras descubiertas se le llamó América en su honor, usurpándole ese honor al Almirante Cristóbal Colón.


Por tanto, una visita obligada a seis veces centenaria "La Rábida" era necesaria, un edificio gótico mudéjar del siglo XIV-XV sobrio pero al mismo tiempo bello, donde estuviera Cristóbal Colón antes de iniciar su viaje. 

A finales de 1527 coincidieron en la Rábida los capitanes Hernán Cortés y Francisco Pizarro: el primero camino de Sevilla, Guadalupe y Toledo tras la conquista del Imperio Azteca y el segundo con una Real cédula del emperador para conquistar el imperio Inca.

Existe una interesante hipótesis de que Rábida puede venir de Rápita o torre almorávide de monjes guerreros que vigilaban la costa, como serían los monjes-soldados del Temple que debieron permanecer aquí hasta la Reconquista de Huelva por Alfonso X en 1258 quien le encargara la defensa de este estratégico lugar hasta su disolución papal en 1312.

En el exterior se encuentra el busto de fray Antonio de Marchena quien recibiera a Cristóbal Colón en su primera visita al monasterio franciscano y fray Juan Pérez, confesor de la reina católica, que prestara su apoyo al proyecto del Almirante en la Corte en unos tiempos muy difíciles.

Colón de alguna manera se creía ser un elegido por Dios para llevar el cristianismo a los nuevos territorios por descubrir. Sólo así, justificaría su afán de conseguir todo el oro posible en dichos territorios de cara a la conquista de Jerusalén, obsesión ésta que mantuvo hasta su muerte.











"...en siete años de andar por Castilla, sólo dos frailes me fueron constantes".

Por último, después de una grata jornada con mis amigos, nos dirigimos a la playa de Mazagón para recuperar fuerzas deleitándonos con las exquisitas sardinas, boquerones y chocos fritos descansando algunas horas en la playa hasta retomar de nuevo el viaje hacia Sevilla. Sin darnos cuenta nos pusimos con la brisa marina “colorao como un tomate”.

Hablando de tomate, durante la época de al-Andalus se conocía el gazpacho originario con pan a pellizcos sin tomate ni pepino que no se incorporaron hasta el Descubrimiento de América.

El gazpacho es una bebida muy sana y tiene un gran aporte nutricional siendo considerado como el plato estrella de la dieta mediterránea, ideal para el estrés y moderando el consumo de aceite de oliva y pan contribuye a llevar una dieta equilibrada al poder tomarse en cualquier época del año. 

Desde Moguer y la Cuna del Descubrimiento para el Blog de mis culpas...


domingo, 10 de agosto de 2014

Niebla, “la flor andalusí del antiguo Al Gharb”


“Andalucía es el resultado de un proceso histórico con identidad histórica como base de su identidad cultural, modelada a lo largo de siglos que nos ha dado nuestra forma de entender la vida y como resultado final nuestra cultura que forma parte de la memoria".

Isidoro Moreno, antropólogo

Una mañana de comienzos de agosto, cuando los rayos de sol empezaban a proyectarse sobre nuestro desvencijado castillo junto al arrabal de Santa María, pusimos nuestra proa viento en popa en busca de la flor del Al Gharb andalusí “la antigua Labla al Hamra”.

Atravesamos el cauce del legendario del río Wad al Kabir, por donde han fluido grandes civilizaciones dejando atrás la antigua Isbiliyya, capital de la cora de Al Xaraf durante el Emirato de Córdoba para llegar hasta nuestro destino Niebla, la antigua Labla al Hamra andalusí que brilló con luz propia en tiempos de al Ándalus, siendo considerada como “la flor del Al Gharb andalusí”, parte occidental de al Andalus que abarcaba la actual provincia de Huelva y el sur de Portugal. En contraposición, existía el término Axarquía o al-Sharq al Ándalus como la parte oriental.





Los tartessos, fenicios, romanos y visigodos dejaron su huella de su presencia en los vestigios arquitectónicos. La herencia de Roma ha quedado patente en su Puente Romano sobre el río Tinto, denominado así por el color rojizo de sus aguas debido a la cantidad de minerales con sulfuro de metales pesados a lo largo de su cauce.

Pero no fue hasta los siglos VIII al XIII cuando la Niebla andalusí -Labla al Hamra- consiguiera su máximo esplendor al formar parte de la nueva división administrativa del territorio musulmán, una cora musulmana en el  “Al Gharb al Ándalus” durante el Califato y posterior reino de taifa -1023 a 1053- a raíz de la desintegración del Califato de Córdoba a partir de 1009 y posteriormente durante los segundos reinos de taifas -1145 a 1150- y terceros reinos de taifas bajo Ibn Mahfut entre 1234 a 1262 siendo conquistada finalmente por el Reino de Castilla en 1262 –Alfonso X el Sabio-.




En el año 711 los árabes entran por el Estrecho de Gibraltar -Gebel al Tarik- y el 23 de julio se produce la batalla de Guadalete –del río Barbate para algunos autores, cerca del cabo de Taraf al-Ghar- en la que pierde Roderico, último rey visigodo. A partir del año 713 Niebla fue ocupada por los musulmanes -Abd al-Aziz ibn Musa, hijo de Musa-.

En el 844 Niebla –Labla al Hamra- y Sevilla- Ishbiliya- sufren el ataque de los majus –vikingos- siendo derrotados por el califa Abderramán II en la batalla de Tablada mandando construir torres vigías a lo largo de la costa.

Posteriormente una familia de notables árabes, los Yahsubíes se hacen con el poder y gobiernan esta plaza con fuertes murallas, configurando el reino de taifa entre 1023 y 1053, entre la parte occidental de al Andalus y la antigua Vía Augusta. 


El último descendiente de una dinastía de tres reyes, tuvo que entregar en el año 1053 sus dominios al codicioso rey de la taifa de Ishbiliya, al-Mutadid, que se anexionó las taifas cercanas a su reino de taifa, como el Algarbe, Huelva, Niebla,  Algeciras, Morón, Ronda, Carmona y Arcos entre otras. Niebla estuvo dividida en dos barrios, uno al sur y otro al norte. Cada uno de ellos tenía su propia mezquita.

Los príncipes Omeyas legaron a la antigua Córduba su máximo esplendor como ciudad más culta e importante de Occidente pero su despotismo y opulento estilo de vida iban generando un caldo de cultivo, en el que los antígenos lo formaban las tropas bereberes como clase social más descontenta.

Almanzor –Abú Amir- deslegitimó la dinastía debilitando la figura del califa Hisham II,   -hijo de Alhaken II- al ser demasiado joven para reinar. La destrucción de Madinat al-Zahra–la ciudad brillante- por el bereber al-Mustain llevó definitivamente a la ruptura  o fitna. Con ello se produce el desmoronamiento definitivo de la unidad política de al-Ándalus en reinos de taifas que se hundirán progresivamente al ser presionados por los cristianos a partir de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

El geógrafo al-Idrisi ya la describió como una villa antigua con bastante comercio y al-Himyari como una ciudad antigua de sólidas murallas con el puente romano sobre el río Tinto. Otro geógrafo andalusí del siglo XI nacido en Huelva al-Bakri mencionaba que Niebla era rica en olivares e higueras.




La lengua árabe llegó a ser sinónimo de refinamiento y erudición. El saber y el conocimiento tuvo una enorme importancia en el mundo islámico. “No hay nada más importante a los ojos de Dios –enseñaba el Profeta- que un hombre que aprendió una ciencia y la enseñó a las gentes”…

Se cultivaba la filosofía y la lógica griega, sobre todo Aristóteles. Los científicos defendían el intelecto que no estaba reñido con la revelación “la filosofía es amiga y hermana de leche de la religión”. No contradice la revelación, sino que la confirma., escribía Averroes, quien más influyó en el mundo islámico junto a su contemporáneo judío Maimónides. Se estudiaron con grandes aciertos el detalle de los movimientos de las estrellas y los planetas por medio de sofisticados astrolabios, se avanzó en el estudio del álgebra y la aritmética, cuyo precursor fue el oriental al-Jwarizmi (logaritmo). Se perfeccionaron las teorías de Hipócrates y Galeno. La medicina tuvo su máximo exponente en Averrones que en siglos posteriores fueron estudiados sus textos por hombres de la talla de Miguel Servet o Galileo. Utilizaron algunos medicamentos con fines terapéuticos.

La cetrería tuvo su época dorada en la Edad Media desde el siglo X hasta el XV donde la caza con halcones y azores tuvo un importante auge. Se podía pagar por un buen neblí hasta 1.500 maravedíes, el mismo precio que por un buen caballo. El neblí era la más noble y mejor de todas las aves de caza que abundaba en la tierra de Niebla.

Tras la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa  en 1212, tal circunstancia histórica no hará más que reflejar que los días del reino de Granada estarán contados, teniendo su epílogo el 2 de enero de 1492. Con ello se consolidará el fin de la presencia musulmana en la Península Ibérica terminando con la Diáspora morisca en 1609 obligando a la emigración forzosa de la población morisca a territorios musulmanes en el norte de África como Marruecos, Argel, Túnez,Libia, Egipto incluso Turquía.

En 1262, tras un asedio de nueve meses, Alfonso X el Sabio conquista la ciudad, utilizando por primera vez la pólvora en primitivos cañones con fines bélicos. Un Fuero Real facilitó la repoblación cristiana y en 1369 pasó a formar parte de la Casa de los Guzmanes -linaje nobiliario originario de la Corona de Castilla-.

...Atravesamos el Puente Romano sobre el río Tinto y nos sorprende un impresionante recinto amurallado de estilo almorávide y gótico sobre restos romanos, visigodos y árabes realizado en varias fases, con una altura máxima de 16 metros. El perímetro consta de 16 hectáreas con 50 torreones -48 cuadrangulares y 2 octogonales- realizado con fábrica de tapial y piedra reforzada con grandes sillares en las esquinas que otorga gran solidez al recinto amurallado. 




Los nombres de las puertas de entrada indicaban por donde fluían los caminos. Sólo se conservan cinco puertas de acceso al recinto amurallado. Desde el norte se accede por tres puertas: la Puerta del Socorro, del Agujero y la Puerta de Sevilla, -de estilo romano y árabe- por estar orientada hacia el Xaraf de la antigua Isbiliyya. Desde el Sur y el este se accede por la Puerta del Agua y la Puerta del Buey.


Puerta del Buey

Existió una puerta denominada del Embarcadero que daba acceso al río Tinto navegable hasta las mismas puertas de la ciudad cuando el río era navegable. Era la única puerta pura de origen islámico ya que nunca fue restaurada.

La primera puerta que observamos se denomina la Puerta del Agujero que da al exterior del recinto amurallado.  Su estado actual se debe al último rey de Niebla Aben-Mahfot antes de ser tomada la ciudad por Alfonso X el Sabio.

La Puerta del Agua de estilo almohade-mudéjar con un arco de herradura enmarcado por un alfiz, debe su nombre a los manantiales de agua que desde Bonares llegaban a la ciudad.


Algunos aficionados a la fotografía captando con sus objetivos la historia de Niebla

En la Puerta del Buey destaca un arco de herradura dentro de un alfil esbelto, decorada en su parte superior con tres arcos poli-lobulados. Debe su nombre según la leyenda al cerco de la ciudad por Alfonso X el Sabio que intentaba conquistar Niebla, soltaron un buey bien alimentado por esa puerta para que creyeran las tropas cristianas que tenían alimentos para subsistir.  

La Puerta del Socorro es de estilo romano aunque queda patente lo mudéjar.

Rodeando las defensas de la antigua Niebla emerge una barbacana con seis torres que refuerzan su lado exterior y se funde con la muralla almohade otorgando un soporte defensivo al conjunto.

Durante la visita al castillo de Niebla nos hemos sumergido de algún modo en la vida, costumbres y sociedad de la Niebla del Bajo Medievo. En la planta alta visitamos la Torre del Homenaje y el mirador hacia el puente romano con el río Tinto, testigo de su historia paseando a través de la "Ronda de Jerusalén". La Torre del Homenaje fue destruida por el terremoto de Lisboa en 1755.

En el interior del castillo podemos observar la división del recinto en dos zonas bien diferenciadas: el Patio de Armas convertido en Festival de Teatro y Danza durante la época estival y el Patio de Caballerías.

En estas murallas se utilizó por primera vez en occidente la pólvora negra como arma militar. Niebla fue la pionera de la pólvora en el uso bélico, durante el asalto en 1262 de las tropas cristianas durante la Reconquista. A finales del siglo XVI, la fabricación de la pólvora era un monopolio del estado.

Según consta en una de las dependencias del castillo junto al Patio de Caballerías, la pólvora negra contenía un 75% de nitrato potásico, un 15% de carbón y un 10% de azufre aprox. La pólvora fue descubierta por los chinos, que ya la utilizaron varios siglos antes en la fabricación de fuegos artificiales. Se introdujo en Europa desde Oriente Próximo.


Descendimos por una incómoda escalera hacia la parte subterránea del castillo donde se encuentran las lúgubres mazmorras ubicadas junto al muro de la barbacana. Se pueden observar abundantes instrumentos de tortura de la Santa Inquisición y del Santo Oficio creado para “suprimir la herejía”. Es curioso a lo largo de la historia como se han utilizado artilugios para provocar sufrimientos a los seres humanos por el simple hecho de pensar.




...El potro en escalera para estirar a los reos en una escalera inclinada para dislocar los hombros y abrasamiento de los costados mediante ascuas incandescentes. 

...El suplicio del agua para engullir inmensas cantidades, por medio de un embudo embutido en la boca y crear angustia al preso. 

...La horquilla del hereje, hierros ardientes para marcar, garrote vil, collar penal de púas, rueda para despedazar, sierra de dientes grandes donde se colocaba a la persona invertida, con los pies atados a una viga de madera, para ser cortada verticalmente desde la entrepierna hasta la parte superior del cuerpo, tenazas ardientes para arrancar, narices, dedos, pies o pezones, la cuna de Judas era una especia de potro terminado en punta que se hacía coincidir en el ano para desgarrarlo con abundante peso en las extremidades para que el sufrimiento fuera mayor...

Según cuentan crónicas antiguas, las sentencias emitidas en la villa, cuando no sobrepasaban los 6000 maravedíes, podían ser apeladas al tribunal del concejo.

Por otro lado, en la época medieval el arco y la ballesta eran armas eficaces a largas distancias disponiendo los caballeros de espadas y armaduras de acero articulada aunque el arma ofensiva de la caballería era la lanza y la albarda como arma terrible: mezcla de lanza y hacha.

Botica del castillo de Niebla


En otra dependencia del castillo medieval, las crónicas antiguas nos recuerdan que existía un régimen alimentario para ricos y nobles y otro para pobres y campesinos existiendo una rica tradición culinaria musulmana donde el pan era el alimento por excelencia consumido en forma de sopas,  gachas y tortas.

Se identificaba a la nobleza con el consumo de carnes que aportaba fuerza física y moral. La penitencia a pan y agua supone un oprobio salvo que se produjera en la época de Cuaresma. El vino era considerado una bebida revitalizante para los enfermos, soldados y trabajos duros.

Por otro lado el pescado era otro producto cargado de simbolismo dentro de la cultura cristiana medieval al identificar los primeros cristianos al pez con el Salvador. Era utilizado este alimento durante los días de abstinencia y en la Cuaresma, para sustituir a la carne. 

Esta costumbre fue decayendo con la compra-venta de bulas de exención. La actividad pesquera era privilegio en Andalucía de los Duques de Medina Sidonia. 




Paseando por el recinto amurallado llegamos a la Plaza de Santa María donde nuestra retina capta al instante el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Iglesia gótico-mudéjar que conserva el encanto original andalusí con sus galerías y arcos de herradura y una fuente para las abluciones con su arco de herradura. También se conserva también la silla visigoda realizada en piedra. Normalmente las mezquitas y  los cementerios -mapbaras- estaban ubicados en disposición noreste-sureste, hacia La Meca.





El campanario mudéjar del siglo XI guarda en su interior el alminar o minarete de la antigua mezquita donde el almuecín llamaba a los fieles a rezar. En el siglo XIII es cristianizada la mezquita y transformada en iglesia gótico-mudéjar.


En definitiva, el castillo de Niebla ha formado parte en la época andalusí como residencia para los emires del Califato de Córdoba y Reyes de Taifas. Durante la época cristiana también fue residencia de don Enrique de Guzmán, IV Conde de Niebla.

Durante la Guerra de la Independencia sirvió de alojamiento para las tropas francesas a las órdenes del Mariscal Soult que destruye en 1812 la torre del homenaje.

En definitiva, notables vestigios legados que nos han dejado diferentes pueblos a largo de la historia como sinagogas, mezquitas y catedrales para deleite de nuestra retina...



Desde Niebla seguimos la ruta hacia Moguer de Platero y Juan Ramón Jiménez, pero eso forma parte de otra historia del “blog de mis culpas”…