sábado, 10 de agosto de 2019

La primera vuelta al mundo «Primus circumdedisti me»


Cuadro de Ferrer Dalmau "Fuimos los primeros".


«Primus circumdedisti me»
 «Fuiste el primero en circunnavegarme»
“First to circumnavigate me”

Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, en cuyo término ejercieran su influencia en tiempos pretéritos los facinerosos José María "El Tempranillo" y "El Pernales", enarbolamos nuestras frágiles naves para colocar nuestro sextante cultural en la capital hispalense, dentro del 500º aniversario de la "Primera Circunnavegación de la Tierra", cuya inmortal proeza fuera realizada para gloria de España y de la Humanidad por la expedición Magallanes-Elcano entre 1519 y 1522.

Entre los lugares más emblemáticos donde se rezumen efluvios de tan inmortal gesta, brilla con luz propia el km 0 de tan magna empresa, que se encuentra en el antiguo "Muelle de las Mulas", en Triana -cuna de navegantes- donde pudimos observar un monumento casi olvidado “astrolabio o esfera armilar” 
que conmemora dicha circunnavegación. 



SEVILLA TUVO QUE SER...

Nuestra ruta irá abarcando el antiguo "Muelle de las Mulas", la iglesia de Santa Ana “Virgen de la Victoria”, denominada por la literatura popular Catedral de Triana, y la Capilla de la Virgen de la Antigua en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla  donde llegaron los inmortales marinos en acción de gracias, que junto con el Archivo de Indias, las Reales Altarazanas, la Casa de la Contratación o la Torre del Oro, son testigos de nuestra presencia en la capital hispalense.
Antecedentes históricos

En torno al 340 a.C., Aristóteles afirmaba que la Tierra era redonda basándose en la simple percepción en el mar cuando aparecía un barco en el horizonte, al observar en primer lugar las velas y más tarde el casco del barco.

Al sabio griego Eratóstenes de Cyrene se le atribuye la invención, hacia 255 a.C. de la esfera armilar. Unos 1750 años antes de que la famosa expedición de Magallanes y Elcano demostrara la circunnavegación de la Tierra, el sabio griego comprobaría su diámetro al poseer amplios conocimiento en geometría y matemáticas.

Cristóbal Colón conocía tales teorías y en sus viajes buscaba una vía oceánica por Occidente que le condujera a la ruta de las especias, pero se encontró con la isla de Guanahaní “San Salvador” en las Bahamas, Cuba y La Española “Santo Domingo”. Lo que desconocían los navegantes de la época era que entre América y Asía existía el Océano Pacífico.

Alejandro VI (Rodrigo de Borja) estableció mediante la bula “Inter caetera” una línea imaginaria situada a 370 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde, que dividiría al mundo otorgando a los Reyes Católicos el dominio y monopolio del comercio de las nuevas tierras conquistadas. Las tierras descubiertas al Este de ésta línea imaginaria, serían de propiedad portuguesa, y las del Oeste, serían de propiedad españolas. América quedaba en manos de España mientras Brasil pertenecería a Portugal.

Esta nueva concepción del mundo pasaría por alto los derechos de la población indígena de aquellas tierras sometidas y explotadas, dando paso a siglos de disputas internacionales por el poder marítimo entre España, Francia e Inglaterra. Podría ser considerado como el detonante que pondría en marcha el colonialismo posterior.

El 7 de junio de 1494 quedará plasmado el acuerdo en el Tratado de Tordesillas entre los representantes de los Reyes Católicos y los del rey Juan II de Portugal.




Visitaremos en el puerto de Sevilla la réplica de la nao Victoria “en honor a la Virgen de la Victoria” en la dársena del río Guadalquivir “Wad al-kabir” que estará ubicada junto al Centro de Interpretación de la Primera Vuelta al Mundo y de nuevo, visitaremos por enésima vez el Archivo General de Indias "El viaje más largo".

Cuando se visita alguna réplica de alguna carabela, nao o el buque escuela Juan Sebastián Elcano, se nos viene a la memoria alguna que otra expresión marinera como “irse al carajo” en referencia a la parte más alta del palo denominado “carajo”, a donde se mandaba antiguamente a los miembros de la dotación como castigo. La expresión “salvarse por los pelos” que viene de tiempos muy pretéritos, cuando la gente de la mar se dejaba crecer el pelo hasta conseguir una melena considerable para en caso de caerse al agua inconsciente flotase de tal manera que si una embarcación pasaba cerca y veía la melena tiraba de ella para tratar de salvarlo.

Dice la literatura popular que el término “chumino” proviene -al igual que otros términos del puerto de Cádiz en los siglos XVII y XVIII- durante el continuo trasiego de barcos ingleses que se avituallaban en su puerto. 

Algunas mujeres que ejercían la profesión más antigua del mundo se acercaban a ofrecer sus gratos servicios a las diversas tripulaciones mostrando el “jurel fresco”. Las autoridades comenzaron a perseguir tan “inmoral práctica” por parte de las pícaras, mientras la marinería se extrañaba por aquella erradicación de mostrar en público su apetecible artículo, mientras les gritaban SHOW ME NOW “chouminou”.  

El gaditano con todo su arte comenzó a llamarle “chumino”, término que con el tiempo pasaría a formar parte por derecho propio del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.



Origen del Archivo de Indias

En tiempos del Imperio español, la justicia ordinaria era considerada muy severa. La milicia buscaba amparo en los tribunales castrenses mientras que el clero lo buscaba en los tribunales eclesiásticos. Los que no formaban parte ni del ejército ni del clero buscaban el “derecho de asilo” en los templos en busca de protección.

Para delimitar la influencia entre la jurisdicción eclesiástica y la civil se colocaron a partir del año 1565 las cadenas que rodean a la Catedral de Sevilla, “Derecho de Asilo”, que marcaba la frágil línea entre el territorio eclesiástico, de los que huían de la justicia civil.

Los mercaderes de Sevilla se reunían junto a las gradas de la Catedral. Cuando las inclemencias meteorológicas dañaban sus intereses, los mercaderes penetraban incluso con sus acémilas en el interior del templo sagrado olvidándose de que éstas aliviaban sus esfínteres proyectando sus abundantes micciones y defecaciones sobre territorio sagrado, lo que lógicamente molestaba al clero, quienes se quejaron amargamente al rey Felipe II por tan desagradables contingencias. Las cadenas también tenían como “efecto colateral” impedir a las caballerías entraran en el templo.


El rey encargó al arquitecto real Juan de Herrera en la construcción de la Casa Lonja para que en su interior se reunieran los mercaderes. Comenzó a edificarse en 1583, siendo diferentes arquitectos los que intervinieron en su construcción.


Por tanto, se podría decir que los sucesos que ocurrieron en la Catedral tuvieron como consecuencia la construcción de lo que hoy es el Archivo General de Indias para disfrute de nuestra retina y también de los investigadores.           
                              
Visitando el Archivo General de Indias, nos podemos hacer una remota idea del trasiego de la flota de las Indias entre navíos, carabelas, galeones y galeras subiendo el río Guadalquivir cargado de riquezas. Ciento de miles de documentos quedarán archivados en este histórico lugar para documentación de los historiadores e investigadores.

En el puerto se pagaba el almojarifazgo cobrado por los almojarifes -tesoreros encargados de la Hacienda Real- que era un impuesto que se pagaba por el traslado de mercancías que entraban o salían del Reino de España. 

Las Reales Altarazanas eran los grandes astilleros donde se construían los navíos para la Armada Real desde tiempos de Alfonso X el Sabio.



Réplica de la nao Victoria, en el Centro de Interpretación de la Primera Vuelta al Mundo


Pero comencemos a narrar tan magna empresa...

“Desde que habíamos partido de la bahía de San Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas y dimos la vuelta al mundo entero…”

(Del diario de Antonio de Pigafetta)

Fernando de Magallanes ofreció en primer lugar al rey de Portugal Manuel I la arriesgada expedición pero al no mostrar interés alguno vino a España a exponer su plan a Carlos I el cual, tras serias dudas, se arriesgó a financiar la expedición al estar las islas Molucas en el hemisferio que correspondía a Castilla.

Las frecuentes sequías e inestabilidad agrícola hacía que durante el otoño los campesinos europeos sacrificasen un gran número de cabezas de ganado. Era necesario conservar la carne y para ello, existía una gran demanda de sal y de pimienta, ésta última procedía de Oriente y de África Occidental en manos portuguesas. La canela, el jengibre y la nuez, se encontraba en Asia.

Los portugueses bajan por las costas de Guinea. Traen marfil, azúcar, esclavos y oro creando un gran imperio comercial con factorías en Madeira, Cabo Verde, Cabo Bojador y Guinea, pero no penetrando en su interior, por su débil demografía. Su potente marina barre a cañonazos a las frágiles naves musulmanas que habían convertido el Índico en su Mediterráneo islámico. Los portugueses emplearían pilotos árabes aprovechando sus conocimientos en la utilización de monzones. Una verdadera talasocracia "dominio marítimo".

En 1487, Bartolomé Díaz dobla el Cabo de las Tormentas que a partir de ahora se llamará el Cabo de Buena Esperanza mientras Vasco de Gama llega a Calicut (Calcuta) el 20 de mayo de 1498, en la costa occidental de la India. En 1501, Cabral llega a Brasil.

Cristóbal Colón arribaba a las costas de América, seis años antes de que Vasco de Gama llegase a la India. Incluso veinte años más tarde del viaje de Colón, muchos cartógrafos se obstinaban en negar la existencia del continente americano al que consideraban un apéndice de Asia. El centro de gravedad económico comenzaba a desplazarse del Mar Mediterráneo y Mar del Norte hacia el inmenso océano, señalando el ascenso de España y Portugal, seguidos más tarde por Holanda, Francia e Inglaterra. Comenzaba la expansión de la influencia europea sobre el resto del mundo.

De América provenían productos coloniales como la patata, el maíz, el tomate -el gazpacho carecía de tomate al no conocerse en España-, el tabaco, la caña de azúcar o el chocolate "chocahuatl azteca".

Terminada la Reconquista, España necesitaba encontrar una vía marítima que no tuviera que bordear África, en manos de los portugueses, mientras los musulmanes ejercían su influencia en la ruta terrestre de las especias. Por el contrario, los portugueses no necesitaban financiar nuevas vías para navegar ya que la suya les permitía navegar bordeando África en busca de Asia.

El plan de Magallanes era muy similar al del Almirante Colón -que murió creyendo que había llegado a Asia- pero buscando un paso hacia el Pacífico que le permitiera llegar a las islas de las especias. En aquella época no existían cartas de navegación alguna que sirviera de referente a los esforzados marinos en aquellos inexplorados confines del planeta. Tan sólo podían los navegantes encomendarse a Dios.

Al igual que con el Almirante Cristóbal Colón, Portugal perdía de nuevo una oportunidad inmejorable. Según las capitulaciones de Valladolid, a Magallanes le otorgaba la Corona española [a la que juró servir] el título de gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese.


En la Torre del Oro se encontraba el Puerto de Sevilla durante el siglo XVI


Después de otorgar testamento Magallanes en Sevilla el 24 de agosto de 1519 la expedición zarpó con 247 hombres el 10 de agosto de 1519 al mando de Fernando de Magallanes. A través del Guadalquivir pasaron cerca de Coria hasta su desembocadura en Sanlúcar “Sant Lúcar” de Barrameda, en el Océano Atlántico, donde después de avituallarse zarparon el 20 de septiembre con cinco naves: Santiago, Victoria, Concepción, San Antonio y Trinidad, con la intención de encontrar un paso marítimo hacia el oeste que les llevara hacia las Indias Orientales en busca de las "Islas de las Especias". 

La nave capitana Trinidad estaba al mando de Fernando de Magallanes; la Concepción, estaba capitaneada por Gaspar de Quezada y con Juan Sebastián Elcano como maestre; la San Antonio, mandada por Juan de Cartagena; la Santiago, con Juan Serrano y la Victoria, dirigida por Luis de Mendoza.

Existen varias hipótesis sobre la etimología del término Sanlúcar. Unos lo relacionan  con el término árabe shaluqa [viento de Levante] cambiando su nomenclatura en tiempos de Guzmán el Bueno como Sant Lúcar, quedando de alguna manera cristianizado.

Profesores de la Universidad del Cairo han relacionado el vocablo Barrameda con el árabe de la época obteniendo Barraj-el-Medaj [Tierra a la vista], aunque doctores tiene la historia.

La primera escala tuvo lugar en Tenerife (Canarias) continuando la travesía atlántica frente a las islas de Cabo Verde y costas de Sierra Leona hasta Santa Lucía (Río de Janeiro), Río de la Plata y San Julián (Argentina).

El 31 de marzo de 1520, a escasas jornadas de la Antártida, la expedición buscaría refugio en la bahía de “San Julián” para pasar el crudo invierno en el puerto homónimo, mientras las provisiones se agotaban. Magallanes decidió entonces reducir las raciones de comida mientras varios capitanes y oficiales le exigieron la vuelta a España al considerar que la expedición había fracasado. Entre los amotinados se encontraba Juan Sebastián Elcano a quién la historia le deparará la inmortalidad. 

La San Antonio desertó en noviembre de 1520 antes de llegar al Pacífico llegando a España con 50 tripulantes. 

La mayoría de los amotinados fueron perdonados al ser necesarios para continuar la expedición. El 3 de mayo se perdía la nave Santiago al chocar contra las rocas en la desembocadura del río Santa Cruz (Argentina).

Bordeando América del Sur y después de muchas vicisitudes,  la expedición de Magallanes atravesaba en la zona más austral del mundo el estrecho que lleva su nombre el 27 de noviembre de 1520. Una lengua de agua que separa las últimas tierras continentales de la isla grande de Tierra de Fuego y las montañas con nieves perpetuas.

El descubrimiento del Cabo de Hornos se le debe al español Francisco de Hoces (1525) anticipándose más de medio siglo (1578) al corsario inglés Francis Drake. España e Hispanoamérica lo llamará Mar de Hoces mientras los ingleses “Paso de Drake”.

El paso del Estrecho de Magallanes será vital para que la expedición pudiera llegar a las Islas de los Ladrones (Marianas), Filipinas e Islas Molucas "Maluku en indonesio".



Tras la muerte de Magallanes en la batalla de Mactán (Filipinas) el 27 de abril de 1521 en unas escaramuzas con 1.500 indígenas al mando del caudillo musulmán Lapu Lapu, los avatares de la expedición llevaron a Juan Sebastián Elcano el 18 de diciembre de 1521 a seguir navegando hacia Poniente al frente de la nao Victoria.

La galleta que comíamos ya no era más pan sino un polvo lleno de gusanos que habían devorado toda su sustancia. Además, tenía un olor fétido insoportable porque estaba impregnada de orina de ratas. El agua que bebíamos era pútrida y hedionda. Por no morir de hambre, nos hemos visto obligados a comer los trozos de piel de vaca que cubrían el mástil mayor a fin de que las cuerdas no se estropeen contra la madera... Muy a menudo, estábamos reducidos a alimentarnos de aserrín; y las ratas, tan repugnantes para el hombre, se habían vuelto un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una de ellas... Y no era todo. Nuestra más grande desgracia llegó cuando nos vimos atacados por una especie de enfermedad que nos inflaba las mandíbulas hasta que nuestros dientes quedaban escondidos....

Antonio Pigafetta. Relación del primer viaje alrededor del mundo.


“El agua que nos vemos obligados a beber esta igualmente podrida y hedionda. Para no morirnos de hambre, nos vimos aun obligados a comer pedazos de cuero de vaca con que se había forrado la gran verga para evitar que la madera destruyera las cuerdas. Este cuero, siempre expuesto al agua, al sol y a los vientos, estaba tan duro que era necesario sumergirlo durante cuatro o cinco días en el mar para ablandarlo un poco; para comerlo lo poníamos en seguida sobre las brasas.”

“Pienso que nadie en el porvenir se aventurará a emprender un viaje parecido.”

Antonio de Pigafetta “cronista del viaje”

Desde las Islas de las Especias atravesaron el Océano Índico para doblar el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África bordeándola y llegar a la isla de Cabo Verde, llegando al puerto de partida en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 y dos días más tarde a Sevilla con tan sólo un barco (la nave Victoria) y 18 supervivientes de aquéllos cinco barcos y 247 hombres que comenzaron aquella expedición.



La clave principal  

El 18 de diciembre de 1521, las naos Trinidad y Victoria se encontraban cargadas de clavo y dispuestas para su regreso a España. Una vía de agua en la nao Trinidad hizo precisa una reparación. Al acordarse que la Victoria volviera a España por la ruta de la India y que la Trinidad se quedase en el puerto de Tidore "Indonesia" para ser reparada y regresar por el Pacífico hasta Panamá se estaba gestando la verdadera clave de la primera vuelta al mundo. El día 21 la Victoria partiría en solitario hacia el oeste para gloria de España y de la Humanidad mientras la Trinidad era apresada por los portugueses, regresando cinco de ellos a Europa y liberados en 1527.

Si el 10 de agosto de 1519 se anunció en Sevilla la partida de una expedición formada por cinco barcos y 247 tripulantes, organizada y dirigida por Fernando de Magallanes, el 6 de septiembre de 1522 anclaría en el mismo lugar de la partida, la Nao Victoria en la que los 18 famélicos supervivientes habían completado la primera vuelta al mundo bajo el mando de Juan Sebastián Elcano.

1. Juan Sebastián Elcano, de Guetaria.
2. Francisco Albo, de Axio.
3. Miguel de Rodas, de Rodas.
4. Juan de Acurio, de Bermeo.
5. Antonio Lombardo (Pigafetta), de Vicenza.
6. Martín de Yudícibus, de Savona.
7. Hernando de Bustamante, de Mérida.
8. Nicolás el Griego, de Nauplia.
9. Miguel Sánchez de Rodas, de Rodas.
10. Anton Hernández Colmenero, de Ayamonte.
11. Francisco Rodríguez, portugués de Sevilla.
12. Juan Rodríguez, de Huelva.
13. Diego Carmena Gallego, de Bayona.
14. Hans, de Aquisgrán.
15. Juan de Arratia, de Bilbao.
16. Vasco Gómez Gallego “el Portugués”, de Bayona.
17. Juan de Santander, de Cueto.
18. Juan de Zubileta, de Baracaldo.


Pintura de Elías Salaverría Inchaurrandieta [1883-1952] que representa el momento en el que Elcano, a la cabeza de la tripulación de la nao Victoria, desembarca en Sevilla tras haber completado la primera vuelta al mundo el 8 de septiembre de 1522. Museo Naval de Madrid.


Gracias a la Providencia, el sábado 6 de septiembre de 1522 entramos en la bahía de Sant Lúcar […] 

Desde que habíamos partido de la bahía de Sant Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero […]

El lunes 8 se septiembre largamos el ancla cerca del muelle de Sevilla, y descargamos toda nuestra artillería.

Antonio Pigafetta. Relación del primer viaje alrededor del mundo.

Tal vez haya sido la gesta marítima más impresionante de la Humanidad que ha pasado a la Historia con letras impresas en oro. El escudo de armas con un globo terráqueo con el lema latino «Primus Circumdedisti Me» [Fuiste el primero en circunnavegarme] fue otorgado a la familia de Juan Sebastián Elcano por el emperador Carlos I tras la vuelta al mundo.


Capilla de la Virgen de la Antigua, en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla

"En acción de gracias, acudieron a orar ante la imagen de Santa María de la Antigua, que entonces estaba en donde hoy vemos la reja y donde se sitúa esta placa conmemorativa de aquella hazaña".

El martes bajamos todos a tierra en camisa y a pie descalzo, con un cirio en la mano, para visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y la de Santa María la Antigua, como lo habíamos prometido hacer en los momentos de angustia”.



Antonio Lombardo (Pigafetta)



Una placa de mármol recuerda en la Capilla de la Virgen de la Antigua en la Santa Catedral de Sevilla, aquella gesta:

EL DÍA 9 DE SEPTIEMBRE DE 1522 ANTE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA
EN ESTA CAPILLA DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE SEVILLA, SE POSTRARON
EN RENDIDO HOMENAJE Y AGRADECIMIENTO POR SU PROTECCIÓN Y AMPARO
LOS DIECIOCHO TRIPULANTES DE LA NAO VICTORIA, QUE LLEGARON AL
PUERTO DE SEVILLA CULMINANDO LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO,
LA MAYOR GESTA MARÍTIMA DE TODOS LOS TIEMPOS.


JUAN SEBASTIÁN ELCANO, CAPITÁN
FRANCISCO ALBO, PILOTO. MIGUEL DE RODAS, MAESTRE
JUAN DE ACURIO, CONTRAMAESTRE.  MARTÍN DE JUDICIBUS, MERINO
HERNANDO DE BUSTAMANTE, BARBERO. HANSE, CONDESTABLE
DIEGO GALLEGO, MARINERO. NICOLAO DE NÁPOLES, MARINERO
MIGUEL SÁNCHEZ DE RODA, MARINERO. FRANCISCO RODRÍGUEZ, MARINERO
JUAN RODRÍGUEZ, MARINERO. ANTÓN HERNÁNDEZ COLMENERO, MARINERO
JUAN DE ARRATA, GRUMETE. JUAN DE SANTANDER, GRUMETE
VASCO GÓMEZ GALLEGO, GRUMETE. JUAN DE CUBILLETA, PAJE
ANTONIO LOMBARDO, SOBRESALIENTE



Juan Sebastián Elkano en Getaria. Foto Paco Cuevas


La Nao Victoria “la primera embarcación en dar la vuelta al mundo” traería consigo clavo de las islas Molucas mientras la canela, nuez moscada, jengibre, pimienta, sándalo y alcanfor la trajeron de muy remotos lugares.

Uno de los 18 hombres a bordo de la nao Victoria fue el noble italiano Antonio Pigafetta, al que le debemos un relato que se ha convertido en la principal fuente para el conocimiento de los avatares de esta expedición: "Relazione del primo viaggio intorno al mondo", escrita poco después de su vuelta (1524) y cuyo original se ha perdido.

Es cierto que Fernando de Magallanes no pretendía dar la vuelta al mundo, sino abrir una ruta comercial con las Molucas “isla de las especias”. Pero será gracias a Juan Sebastián Elcano a quien se le deba la decisión de navegar hacia el poniente para encontrar África y llegar a España.

Si al comienzo de la expedición Fernando de Magallanes recibió ante la Virgen de la Victoria las banderas que lucirían en las cinco naves navegando durante 14.460 leguas "37.696 millas náuticas" y visitar cuatro continentes. Será también ante la Virgen de la Victoria en la parroquia de Santa Ana, en Triana, cuando se dirijan de nuevo en 1522 los supervivientes de aquella primera vuelta al mundo al mando de Juan Sebastián Elcano para darle las gracias por su protección.


Virgen de la Victoria en la Exposición "El viaje más largo".
Archivo General de Indias

En la Parroquia de Santa Ana se puede observar el retablo donde se venera a la Virgen de la Victoria, que es la misma imagen ante la cual se habrían postrado Magallanes, Elcano y su tripulación a la que encomendaron su viaje. Entonces, la imagen estaba al culto en el convento de los Remedios, junto al Puerto de Mulas. 

La nave “Trinidad” con 17 supervivientes termina abordada por los portugueses en las Molucas tras intentar sin éxito regresar por el este cruzando el Pacífico.

La “Concepción” fue abandonada y quemada frente a la isla de Bohol (Filipinas) por falta de tripulación suficiente para su navegación.

La “Santiago” naufraga el 3 de mayo de 1520 en el estuario de Santa Cruz (Patagonia argentina).

La nao “Victoria” fue la única en completar la expedición.



Maqueta de la nao Victoria en el Museo Naval "Torre del Oro"

Al igual que Aristóteles y Eratóstenes, Cristóbal Colón mantenía una teoría de que la Tierra era redonda pero quien lo llevó a la práctica fue Juan Sebastián Elcano, dando comienzo el primer acto de un mundo “más globalizado”. A partir de ahora las materias primas y por consiguiente, las nuevas rutas comerciales irán abriendo mercados. En el futuro, las grandes potencias navales “España, Portugal, Inglaterra y Francia” ejercerán su influencia en los mares, proyectando su lengua, su comercio y religión.

Pero la inmortal gesta que comenzó Fernando de Magallanes y terminó Juan Sebastián Elcano colocaría a España en las más elevadas cotas de la navegación, al lograr encontrar el 21 de octubre de 1520 un paso entre el Atlántico y el Pacífico que le permitía realizar la vuelta al mundo, cambiando la historia de Europa y de América.

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Proa del Buque Escuela "Juan Sebastián Elcano", en el puerto de Cádiz

El buque escuela de la Armada española Juan Sebastián Elcano toma su nombre del ilustre marino guipuzcoano y español, protagonista de una de las hazañas más grande de nuestra historia al circunnavegar el globo con aquéllos "17 hombres" que quedarían inmortalizados por la historia al regresar al punto de origen de la expedición "Sanlúcar de Barrameda" completando de ese modo la “Primera Vuelta al Mundo” realizando 14.460 leguas. Por tal motivo, el rey Carlos I concedió a Elcano un escudo de armas que contenía el globo terráqueo con el lema PRIMUS CIRCUMDEDISTI ME (el primero que me rodeaste).

¡14.460 leguas = 37.696 millas náuticas = 69.813 km sin cartas náuticas!



Bibliografía

Exposición "El Viaje más largo" en el Archivo General de Indias de Sevilla

Santa Catedral de Sevilla


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