Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, colocamos nuestro sextante cultural en la Ciudad Monumental de Cuenca. Al atravesar el Paso de Despeñaperros, transitamos por Valdepeñas y Manzanares [A-4] hasta llegar a Puerto Lápice, donde el inmortal Miguel de Cervantes situara la primera aventura del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
En Puerto Lápice comienza la primera aventura del Quijote. Alonso Quijano dormía poco y leía mucho según su autor, lo que le llevará a perder su juicio como consecuencia de la convulsa lectura de tantos libros de caballería, afectándole a sus frágiles entendederas “un enfermo mental glorioso”.
Cervantes otorgó dignidad literaria a un enfermo mental del siglo XVII, según el profesor de psiquiatría Francisco Alonso-Fernández, impartida en abril de 2016, en el Instituto Cervantes de Praga, en el 400º aniversario de la muerte de Cervantes.
"Llega a una venta que toma por castillo siendo nombrado por el ventero “caballero andante” bajo el nombre de don Quijote de la Mancha".
"Al alba salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse armado caballero que el gozo le reventaba las cinchas del caballo".
Don Quijote, Primera Parte. Cap. IV
A la altura de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana en Ciudad Real y Consuegra en Toledo nos esperaban en posición de combate infinidad de gigantes que comenzaban a otear nuestra presencia. La tensión emocional comenzaba a elevarse ante aquellas descomunales figuras que con sus brazos extendidos nos daba la impresión [o al menos al que escribe estas humildes letrillas] de tener cara de pocos amigos.
Menos mal que me acompañaban mis amigos “Manholos” que me aconsejaban que me tranquilizara que no eran gigantes [aunque mi presbicia acompañada de mis frágiles entendederas decían lo contrario]. Al final, pude darme cuenta de que se trataban de los molinos de viento [para la molienda del grano] como verdaderos baluartes defensivos, con bellos nombres como "El Inca Garcilaso", "Quimera", "Pilón", "Poyatos", "Burleta", "Culebro", "Infante" o "Lagarto", entre otros, en Campo de Criptana.
Clavileño, Espartero, Rucio, Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Sancho, Mochilas, Mambrino y Bolero, entre otros, en Consuegra.
Fierabrás, Barcelona, Rocinante y Barataria como ejemplo de tiempos pretéritos que se conservan en el Cerro de San Antón [a tiro de piedra de la carretera que nos lleva a Campo de Criptana]. Y que formaban un inexpugnable baluarte defensivo con sus enormes brazos extendidos mientras el gélido viento como aliado nos azotaba en ese momento.
…
Tras estimular nuestro paladar en Puerto Lápice frente a una bonita plaza porticada, degustamos unas exquisitas croquetas de jabalí y de ciervo acompañadas de alguna cerveza fría, para recuperar energías y desentumecer un poco nuestras piernas. De nuevo, pusimos viento en popa en busca de Cuenca pasando por Tarancón y Jábaga cuyo término municipal pertenece a la comarca de La Alcarria, cuyos "Viajes" quedaron inmortalizados por el escritor y Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, allá por 1948.
Entramos en la Monumental Cuenca por la Avenida de los Alfares que nos acercaba a nuestro lugar de destino, ubicado en el Paseo del Júcar. Sin prisas pero sin pausas, paseamos por el Puente de San Antón, comenzando a subir hasta la Plaza Mayor donde se encuentra la Casa Consistorial, la Catedral con su Palacio Episcopal o el Museo de Cuenca [en la calle Canónigos] entre otros lugares de interés.
La ciudad alta de Cuenca nace como fortaleza en la Alta Edad Media. Su origen se ubica en el antiguo castillo musulmán. Tras su conquista en 1177 por el rey cristiano Alfonso VIII, la ciudad se desarrolla hacia el río Júcar desde su topografía original. A partir de ese momento se desarrollará la ciudad nobiliaria y clerical durante los siglos XVII y XVIII.
El dicho popular "mirando `pa´ Cuenca" tiene en su origen la expresión "poner mirando a la Meca", en dirección sureste. Cuando los musulmanes de Madrid rezan orientados para la Meca "Ciudad Santa para el Islam", la línea imaginaria Madrid-La Meca pasa por Cuenca. De "mirar para la Meca" a "mirar (pa) Cuenca" sólo hay un paso y la "guasa" se encargaría del resto.
Actualmente la Ciudad Alta es un centro histórico cargado de valores históricos y culturales integrados en su paisaje natural, lo que ha merecido que le otorgaran desde 1996 estar dentro de la lista "Ciudades Patrimonio de la Humanidad". Una parte de su esplendor quedará reflejada en las emblemáticas casas Colgadas.
El rey de Castilla Alfonso VIII (1155-1204) tras un asedio de nueve meses conquista la fortaleza natural de Cuenca [denominada Conca por los musulmanes] el 21 de septiembre de 1177 [día de San Mateo], concediéndole un extenso fuero, lo que constituyó un auténtico referente en la Historia.
El monumento a Alfonso VIII [obra de Javier Barrios en 2009] en la calle homónima nos acercaba a las Casas Colgadas [donde se encuentra el Museo Abstracto de Arte Español de Cuenca].
Atravesando el Puente de San Pablo llegamos a la antigua Iglesia del mismo nombre junto al Convento homónimo [actual Parador de Turismo] que nos ofrece una bella panorámica sobre la Hoz del río Huécar y las Casas Colgadas.
También desde la ribera del Júcar se puede subir por la Bajada de las Angustias, que nos acerca a la Plaza Mayor y a Catedral [pero es mucho más empinada y dificultosa para los que comenzamos a orillar por la senda sexagenaria].
La Catedral gótica de Santa María la Mayor comenzó a construirse en torno al año 1196 durante el reinado de Alfonso VIII sobre una antigua mezquita. Pese a que la construcción finalizó en 1257, en los siglos posteriores se realizarían diversas transformaciones. En el siglo XVI se reformaría el exterior casi por completo participando arquitectos de la talla de Juan de Herrera y Andrés de Vandelvira entre otros.
Subida a la Ciudad Encantada de Cuenca
Desde la ribera del Júcar colocamos nuestro sextante en busca de la Ciudad Encantada, situada a unos 26 km de la capital conquense, en la pedanía de Valdecabras, entre los inmensos pinares de la Serranía de Cuenca. Da la impresión de que la morfología que forman las enormes piedras erosionadas por el tiempo y el clima durante más de 90 millones se años han sido esculpidas por la gubia de Dios.
Una zona cubierta por el mar de Thetis se retiró al final del periodo Cretásico y el lecho marino comenzó a emerger a la superficie. El viento, el agua, el hielo y la gubia de la naturaleza contribuirán a crear este fenómeno geológico que nos proyectan periodos ancestrales que se hunden en la noche de los tiempos y donde nuestra imaginación extiende sus alas a su libre albedrio.
El mar u océano Tetis (Tethys) era un inmenso océano en forma de C del tamaño de Asia [formado hace 250 millones de años], cuando todos los continentes de la Tierra se encontraban cohesionados en un enorme continente llamado Pangea. Esta inmensa masa de agua marcará la historia y geografía de nuestro planeta. El movimiento de las placas tectónicas acabará cerrando los estrechos por donde penetraba el agua entre océanos o mares, en este caso el Atlántico que abriría el Mar Mediterráneo que volvería a llenarse de agua en un proceso de cientos de años. Con el paso de los milenios se fue fracturando y desplazándose sus continentes, formándose el Mar Mediterráneo [del latín Mar Medi Terraneum, «mar en el medio de las tierras»].
El geólogo austriaco Eduard Suess [1831-1914] bautizó con el nombre de Mar de Tetis o Thetis [titán griego del agua, hija de Urano o dios del Cielo y Gaia, diosa de la madre Tierra], de ahí que el geólogo le pusiera su nombre al océano que él imaginaba.
El primer monumento natural que nos encontramos es el Tormo Alto [un enorme peñasco aislado que se encuentra entre el recorrido de ida con baliza azul y el de vuelta con baliza rosa].
Del latín “tumulus” o roca prominente. Es curioso como la naturaleza ha esculpido esta gran columna de roca. La roca carbonatada o dolomía se encuentra presente en la Ciudad encantada formada por diferentes estratos depositados durante su proceso de formación con mayor volumen en su parte superior.
*Los Barcos
Esta morfología natural nos evoca un puerto en tierra donde tres grandes buques esperan atracados para partir en cualquier momento al Mar de Piedra. La Ciudad Encantada ha sido el escenario natural de grandes películas como por ejemplo “Conan el Bárbaro” estrenada en 1982 y protagonizada por Arnold Schwarzenegger, uno de los actores más taquilleros del cine norteamericano.
*El Puente Romano, un perfecto arco natural de medio punto.
*El Perro
Ésta morfología nos recuerda la silueta de un perro redondeado con el rabo cortado entre pinos negral o salgareo [Pinus nigro], un pino no resistente al fuego adaptado a los sustratos rocosos que se adapta a la fisura de las rocas. Durante nuestro recorrido pudimos observar loa pijo bonsáis debido a que las semillas de los pinos llegan a los huecos de las rocas por distintos procesos de dispersión [viento, animales, etc.] y germinan en ellos. Dependiendo del tamaño de sus oquedades y nutrientes, pueden desarrollarse limitadamente.
Sorprende esta morfología al comprobar el rostro de un hombre con sus ojos, narz, pómulos, barbilla y cuello disfrutando de las maravillas de la naturaleza.
*La Foca equilibrista [que porta un balón pétreo en su hocico].
*El Tobogán, donde se puede observar entre los huecos y hendiduras de las dolomías una flora rupícula adaptada a este medio natural, el Mar de Piedra o lapiaz estructural de grandes dimensiones.
*Lucha entre el elefante y el cocodrilo que con sus enormes fauces que forman un puente natural de piedra.
*La puerta del Convento, la Tortuga, los Osos, los Amantes de Teruel o el Torno entre otros monumentos naturales.
Ventano del Diablo
Al bajar de la Ciudad Encantada hacia Cuenca realizamos una parada en un bello mirador natural para deleite de nuestros sentidos, denominado el Ventano del Diablo. Desde aquel interesante punto medioambiental [Barranco del Júcar] se puede disfrutar a vista de pájaro de un marco incomparable, entre los colores de la sierra y las aguas limpias, frías y transparentes de color verde-turquesa. La erosión kárstica sobre la roca caliza ha moldeado durante millones de años un verdadero capricho de la naturaleza. Se puede observar innumerables vías ferratas [tanto vertical como horizontal] para uso y disfrute de muchos deportistas formados en esta disciplina. En aquel hábitat acuático viven el mirlo acuático, la trucha común o la bermejuela.
Los vegetales crecen condicionados por la verticalidad y la mayor o menor exposición al sol. En la zona de umbría viven los últimos reductos de vegetación eurosiberiana como tilos, avellanos o acebos. En este hábitat privilegiado vive la nutria entre sus escarpadas orillas. En las alturas andan diversas rapaces como el águila real o el buitre leonado, que sobrevuelan esta sierra aprovechando las corrientes térmicas.
Desde aquella posición privilegiada que nos proporciona el mirador se puede observar el cañón labrado por la fuerza erosiva del agua durante milenios. Muchos pueblos comparten su historia con el río Júcar.
La gélida mañana del último día de ruta observamos en el cielo un globo aerostático de color amarillo con un dinosaurio pintado, donde aparecía:
CUENCA
TIERRA DE DINOSAURIOS
Después de desayunar con nuestros amigos un buen desayuno cardiosaludable a base de pan de pueblo con aceite de oliva virgen extra y miel de abeja como edulcorante, comenzaba nuestro viaje de retorno hasta llegar a la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, con nuestro particular cuaderno de bitácora "mirando hacia Cuenca", como centro neurálgico de nuestra próxima ruta hacia la cercana Soria machadiana, el Palacio de la Aljafería, en la antigua Saraqusta, como parte de la trilogía andalusí junto con la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, sin olvidar Albarracín [cuya toponímia nos proyecta al linaje de los Banu Razín], pero eso formará parte de otra interesante historia del blog de mis culpas...
Desde la Monumental Cuenca, para el blog de mis culpas...
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