“Quién inventó la cerveza era un hombre sabio”
Platón, filósofo griego
¡Para Felicísimo!
Después de asimilar tanta piedra [como legado cultural] a través de nuestra retina, toca ahora cambiar un poco y reflexionar sobre el origen de la cerveza a lo largo de los siglos y que forma parte de nuestra dieta mediterránea. El que escribe estas humildes letrillas, acumula ya algunos lustros en su poder y por consiguiente, alguna que otra legua en las deterioradas suelas de sus zapatos.
Aunque, alguna que otra vez, haga un alto en el camino con los amigos en alguna que otra taberna [tabernae] para degustar una buena cerveza fría con la que hidratarnos, y en torno a la cual, se vertebran miles de gratas conversaciones [aunque siempre sea dicho, con moderación].
El griego Herodoto de Halicarnaso 484-425 a.C. [considerado el padre de la historia] ya comentaba su preparación en el siglo VIII antes de nuestra era. Hipócrates, el padre de la medicina 460-370 a-C. dejó escrito sobre la cerveza:
"... es calmante, suave, fortalece las encías y el corazón, apaga la sed, facilita la evacuación de orina en caso de necesidad, y no tiene efectos nocivos sobre la digestión,...", aunque los romanos la consideraban como una bebida de bárbaros [fuera de su frontera -limes-].
“Si se bebe cerveza con moderación, la cerveza suaviza el temperamento, alegra el espíritu y promueve la salud”
Thomas Jefferson, presidente de los Estados Unidos
Pero el origen de la cerveza [al igual que el del vino] se pierde en la noche de los tiempos. La cerveza era una bebida muy antigua elaborada ya en la antigua civilización Sumeria y en Mesopotamia hace más de 6.000 años a C. En Mesopotamia se lavaban las heridas con las bondades de la cerveza para prevenir la infección. Uno de los decretos en la antigua Mesopotamia en tiempos de Hammurabi [1810 a. C.-1750 a. C.] dispuso las normas sobre la fabricación de la cerveza y del vino, precio del producto, concentración adecuada y sanciones para aquellos que la adulteraran.
Posteriormente pasó a ser elaborada por los egipcios [cuya elaboración tenía carácter religioso] que recogieron sabiamente los métodos de estas civilizaciones ancestrales sentando las bases para la elaborar la futura cerveza [a gran escala] considerada como alimento por su poder calórico y alimenticio.
Los antiguos egipcios atribuían la invención de la cerveza a Osiris, dios de la muerte y de la agricultura que enseñó a la Humanidad la elaboración de la cerveza. En la tumba de la reina Ty en Saqqara, esposa de Amenhotep III [1390 a 1353 a. C.] de la XVIII Dinastía, se encuentra la fórmula de la elaboración de la cerveza. En algunas tumbas llegaron a incluirse hasta pequeñas fábricas de pan y cerveza para poder abastecer a los difuntos en el más allá.
“Una cerveza fría al final del día es la mejor cosa que la vida te puede ofrecer. Alguna gente dirá que si está muy fría no sabe bien, pero no podría estar más en desacuerdo. La primera debe estar tan fría que no la sientas. La segunda puede estar un poco más tibia, pero la primera debe estar como el hielo”
Haruki Murakami, escritor y poeta japonés
Los antiguos egipcios atribuían a la cerveza orígenes divinos. Sejmet, diosa guerrera, símbolo de la fuerza y el poder [con cuerpo de mujer y cabeza de leona], fue enviada por su padre, el poderoso Ra -dios del cielo, del Sol y del origen de la vida-, para castigar a la humanidad por dejar de adorarlo. Pero el escarmiento impartido por Sejmet fue tan duro que el propio Ra, para calmarla, le dio a beber cerveza roja (habitualmente se elaboraba la bebida con trigo rojo, espelta), diciéndole que se trataba de la sangre de todos los hombres. Embriagada por el trago, Sejmet paladeó la felicidad y acabó transformándose en Hathor, diosa egipcia del amor, la alegría, la danza y la música y protectora de las mujeres embarazadas.
La distribución y fabricación de esta bebida en el antiguo Egipto se daba en unos establecimientos denominados “casa de la cerveza” (equivalente a las actuales bodegas). El oficio de maestro cervecero era muy importante y respetado en el Antiguo Egipto con abundantes privilegios como el derecho a poseer una tumba en la necrópolis de Tebas.
“Sin duda alguna, el más grande invento en la historia de la humanidad es la cerveza. Les aseguro que la rueda también fue un gran invento, pero la rueda no va tan bien con la pizza”.
Dave Barry
Durante el reinado de Ramsés III, en el siglo XII a.C., tuvo lugar la primera huelga documentada de la historia: los constructores de su tumba decidieron cruzarse de brazos ante el retraso de su paga ya que parte de su salario era en forma de cerveza sólida como alimento [que los saciaba de hambre y de sed], producto indispensable en la dieta del antiguo Egipto que mantenía a las personas fuertes, saludables e increíblemente productivas.
El pan y la cerveza eran considerados como los nuevos ojos de “Horus”. La cerveza como base de la dieta llegaría a ser uno de los tres pilares de la alimentación egipcia, junto con el pan y la cebolla. La cerveza también era utilizada en el ritual mortuorio del Antiguo Egipto.
En Egipto la antigua cerveza era denominada “zythum” y era un alimento básico en su dieta. Mientras que el vino era para las clases altas, la cerveza era para el pueblo.
La antigua Roma importó estas recetas para Occidente “cervicia o cerevisiae en latín en referencia a Ceres, diosa romana de la agricultura, de las cosechas y de la fecundidad”. Durante la Edad Media, serían los monasterios quienes se encargarían de perfeccionar las recetas que habían arribado a Europa. Actualmente, gracias a la pasteurización, se ha logrado garantizar la calidad biológica sin alterar la composición del producto.
En el Museo Nacional del Cairo se encuentra escrita en jeroglífico, una tablilla que indica cómo hay que proceder:
“Hay que dejar macerar e inflar los granos de cebada durante un día en agua clara. Después, hay que humedecerlos con agua y escurrirlos en un recipiente o bandeja con agujeros en su base. Después se seca y se infla al sol”.
Durante la colonización española se introdujo en México la cebada y el trigo. En 1540 se instaló una de las primeras cervecerías en la ciudad de México que elaboraban con cebada.
En 1990 un arqueólogo de Cambridge llamado Barry Kemp descubrió una receta de 3.250 años de antigüedad. En el Templo del Sol de la reina Nefertiti en Egipto encontró diez cámaras de elaboración cervecera con vasijas con restos sedimentados. Un laboratorio distinguió los elementos y con la ayuda del cervecero escocés Jim Merrington recrearon la receta original gracias a la Scottish Newcastle Brewery. El nombre de la cerveza lleva el nombre del Tutankhamón, hijastro del Faraón Akenatón con la reina Nefertiti. Cuesta al cambio en libras esterlinas, unos 80 euros la unidad, certificada, numerada y elaborada según la receta recuperada por unos arqueólogos de la Universidad de Cambridge. Posiblemente, la cerveza más cara del mundo.
Atrás queda aquel grato viaje en enero de 2011 realizado a la Fábrica Cruzcampo de Sevilla. Esta fotografía quedará para el recuerdo y la nostalgia.
Entre las razones más importantes para el consumo responsable de la cerveza se encuentran:
1. Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
2. La cerveza no engorda.
3. Es buena para dietas hiposódicas por su bajo contenido en sodio.
4. Los polifenoles de la cerveza son antioxidantes naturales que reducen la oxidación del organismo.
5. Aumento de los niveles de colesterol bueno en el hombre y mujer que retrasa la aparición de la menopausia.
6. Por su alto contenido en ácido salicílico, contiene un factor de protección frente a la enfermedad de Alzéhimer.
7. La cerveza contiene fibra dietética que favorece la salud intestinal al disminuir el pH del colon, disminuyendo la incidencia del cáncer de colon.
8. El consumo moderado de cerveza aporta alrededor del 10% de las necesidades diarias de ácido fólico.
9. Facilita la relajación debido a los componentes del lúpulo.
Esta bebida milenaria, bebida con moderación, tiene grandes beneficios ya que facilita la digestión, estimula el apetito y protege ante enfermedades cardiovasculares. Su consumo moderado provoca una disminución de la retención de agua y actúa como diurético. Contiene una importante cantidad de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas y su consumo responsable es positivo para la salud.
“Aquellos que beben cerveza irán caminando derechito a través de las puertas del cielo”. Amén, hermano.
Martin Luther King
En torno a esta bebida milenaria, se han vertebrado [a nivel de mostrador] infinidad de conversaciones entre tascas y tabernas. Haciendo una mirada retrospectiva, recuerdo de pequeño cuando las antiguas tabernas eran tradicionales lugares de encuentro de gremios tan importantes como el de los albañiles, carpinteros, alfareros, donde se cambiaban impresiones sobre el mundo del trabajo, siempre acompañado del tradicional botellín de 1/5 de la antigua Cruz del Campo o vino de Manzanilla acompañada de unas aceitunas con ajos o sus altramuces correspondientes.
Degustar una cerveza de la marca Tutankhamón está tan sólo al alcance de ciertos privilegiados, que les permite transportar su paladar a través del túnel del tiempo, al Antiguo Egipto.
En la tierra de Villalón y de Andalucía ejerce su influencia desde hace muchos lustros la cerveza Cruzcampo. Debe su nombre a un templete ubicado en la entrada de Sevilla denominado “Humilladero de la Cruz del Campo”, germen de la Semana Santa sevillana.
En nuestra tierra no aspiramos a beber Tutankhamón Ale [70 libras esterlinas al cambio igual a 83,23 euros la botella de 500 ml], sino que nos conformamos con degustar los tradicionales tercios [y no precisamente los de Flandes], al alcance de cualquier faltriquera.
¡Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, quiero brindar por la Paz, la Salud y el Bienestar de todos los pueblos de la tierra!
“Quien bebe cerveza es rápido en dormirse; quien duerme bastante no peca y entra al cielo. Así que, ¡bebamos cerveza!”
Martín Lutero
P.D. Algunas fuentes señalan que la bebida más antigua del Mundo habría sido preparada hace 13.000 años es la "Cerveza Natufiense", en la cueva Rakefet en el Monte Carmelo, donde los científicos hallaron residuos de granos fermentados de plantas.
La hidromiel como precursora de la cerveza era una bebida alcohólica elaborada con agua y miel fermentada. Se cree que surgió antes que la cerveza y fue consumida por todos los pueblos: griegos, romanos, celtas, sajones, normandos y vikingos.
Decía con acierto el escocés James Bornell [1740-1795]:
“No hay nada de lo ideado por el hombre hasta ahora que produzca tanta felicidad como una taberna”
¡Y lo peor, es que puede que hasta tenga hasta razón!
Imágenes para el recuerdo
Antiguo Bar Piscina, de Morón
"Retamares de Morón"
Bar Alemán, en la tierra de Villalón
¡Gratas tertulias de amigos en torno a una Cruzcampo fría, que no pocas veces evoca nuestra nostalgia y los recuerdos!
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