miércoles, 30 de agosto de 2023

Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano en la visión de Stefan Zweig

 
Proa del Buque Escuela "Juan Sebastián Elcano", en Cádiz


Prólogo

Es cierto que no se pueden juzgar acontecimientos históricos bajo la visión de nuestra mentalidad presente, aunque sorprende la lectura del libro de Stefan Zweig “Magallanes, el hombre y su gesta” de 1937 donde su autor cuatro siglos más tarde muestra su inquina hacia la figura de Juan Sebastián Elcano, injustamente tratado no solo como un traidor en el motín de la “San Antonio” sino también le dedica una inmerecida gloria en aquella magna expedición que presuntamente quiso frustrar.

Sin embargo, el autor no menciona para nada la larga historia de los barcos hacinados de esclavos desde Senegal, Guinea o Ghana hacia Portugal como destino, que junto con Francia, Holanda, e Inglaterra cobraban por activos humanos. Para millones de seres humanos será un viaje de no retorno.

No hace falta recordar que Portugal fue el primer país del mundo en comerciar con esclavos desde 1450 a 1900. Esclavos bereberes en un principio al atacar las costas y esclavos negros más tarde, tras negociar con los caciques locales. Un lacerante asunto que reabre viejas heridas en Portugal al recordar su pasado colonial como ocurre con el monumento a la abolición de la esclavitud en la isla de Gorée en Dakar [Senegal].

Los portugueses bajan por las costas de Guinea. Traen marfil, azúcar, esclavos y oro, plata, estaño, diamantes y especias creando un gran imperio comercial con factorías en Madeira, Cabo Verde, Cabo Bojador y Guinea, pero no penetrando en su interior, por su débil demografía. Su potente marina barrerá a cañonazos a las frágiles naves musulmanas que habían convertido el Índico en su Mediterráneo islámico. Los portugueses emplearían pilotos árabes aprovechando sus conocimientos en la utilización de monzones. Una verdadera talasocracia "dominio marítimo". En los muelles e Lisboa se amontonarán los fardos de canela.

La pimienta, el clavo, cardamomo y la nuez moscada se utilizaban en las cocinas de la gente acomodada para conservar la carne. Las especias de la India eran imprescindibles para disimular el consumo de la carne putrefacta. Muchas especias como el jengibre, el clavo o la nuez moscada tenían tanto valor que se guardaban en los arcones de la alcoba, entre las joyas de la familia.

Si Magallanes atravesó el Paso homónimo desde el océano Atlántico hasta el Pacífico llegando hasta la Isla de los Ladrones o Marianas, Juan Sebastián Elcano será una figura indiscutible al ser continuador de dicha expedición desde las Molucas hasta Sanlúcar de Barrameda bordeando la India y el Cabo de Buena Esperanza contribuyendo a inmortalizar la Primera Vuelta al Mundo.

¡Que le haría la figura de Juan Sebastián Elcano a Stefan Zweig para ser tratado con esa inquina en su libro donde Elcano tan sólo aparece al final, sin una palabra de afecto!

En defensa del autor del libro cabe decir que desmonta las actuales disputas nacionalistas al dejar claro que Magallanes y Elcano dieron la Primera Vuelta al Mundo bajo pabellón español. El legado del primer viaje de circunnavegación a la Tierra liderado por Fernando de Magallanes será completado por el vasco de Guetaria Juan Sebastián Elcano, quienes pasarán con letras de oro a la historia de los descubrimientos junto con aquellos dieciocho supervivientes que completaron la Primera Vuelta al Mundo, facilitando el primer paso hacia la globalización.


Contexto histórico

Portugal había forjado un Imperio comercial desde Lisboa hasta Singapur bordeando África pasando por la India. Será el primer país del mundo en comerciar con esclavos desde 1450. Entre sus logros destacan:

  • En 1417, Portugal alcanzaba el Ecuador.
  • En 1418/19, llega a Madeira.
  • En 1427, a las Azores.
  • En 1471, establecen una factoría en el golfo de Guinea.
  • En 1484, Diego Cao pone pie en la desembocadura del Congo.
  • En 1486, Bartolomé Díaz llegaba al Cabo de Buena Esperanza o de las Tormentas.
  • En 1497, Sebastián Caboto otea Terranova.
  • El 20 de mayo de 1498, Vasco de Gama llega a la India abriendo la ruta del Cabo hasta Calicut [Calcuta].
  • En 1500, el portugués Corte Real pisaba la península de Labrador.
  • En 1500, Álvarez Cabral descubre Brasil.
  • En 1506, los portugueses descubren Madagascar. En 1507, Mauricio. En 1511 Malasia.
  • En 1510, los barcos portugueses llegan a Cantón.
  • En 1557, se funda Macao.
  • En 1570, Nagasaki, en Japón.


Magallanes. Anónimo. Museo Naval de Madrid


Pero, volvamos con la gesta de la Primera Vuelta al Mundo…

Magallanes era un experto navegante curtido en muchos conflictos. Pero siempre será mal acogido por el rey Manuel en el mismo lugar en el que su antecesor Juan II reprodujese la misma escena histórica con el Almirante Colón. Ante los continuos desencuentros con el rey de Portugal Magallanes le realizaba una petición:

¡Tendría inconveniente en que preste sus servicios en otro país donde haya esperanzas de ser mejor atendido!

El rey con frialdad le da a entender que le tiene sin cuidado que pueda prestar sus servicios donde mejor le acomode. Magallanes, que había rodeado el Cabo de Buena Esperanza cuatro veces saldría rechazado del palacio real a sus 35 años observando que su patria portuguesa le había dado la espalda.

Pero Magallanes tenía un plan secreto para llegar a las opulentas islas de las Especias [Las Molucas]; no como los portugueses hacia Oriente por la ruta de África hasta el Cabo y Asia, sino por Occidente bordeando América del Sur y buscar un Paso que le permita llegar a las Islas Molucas. Magallanes tenía seguridad absoluta en su proyecto:

“Hay un paso del océano Atlántico al Pacífico. Lo sé; conozco el sitio. Dadme una escuadra y, en beneficio vuestro, llegaré a él; y, de este a oeste, daré la vuela a toda la Tierra”.

“Hallaré el paso. Porque soy el único que conoce la existencia de ese paso entre el océano Atlántico y el Pacífico, y sé en qué paraje lo he de encontrar”.

¿Pero cómo podía ser posible que Magallanes tuviera constancia de aquel paso si nunca antes nadie se había acercado por aquellas latitudes australes? Magallanes lo conocía gracias a la existencia de un mapa del famoso cosmógrafo y cartógrafo Martin Behaim que había atisbado en el archivo particular del rey de Portugal.

Magallanes conoce que las Islas de las Especias han de caer fuera de la opción portuguesa, en la zona que el papa destina a España en su partición, y, por tanto, vendrán a ser patrimonio de la Corona española y no de la portuguesa. Le brinda su secreto al emperador Carlos V aunque por ello pierda sus títulos de caballero y de portugués. Ya no será Fernão de Magalhães y para su rey podría ser considerado traidor al entregar mapas del Estado Mayor portugués a una nación rival como España. Será entonces cuando Fernando de Magallanes hará patria de su propia idea.

En el otoño de 1517 Magallanes atravesará el Rubicón de su vida [al cruzar la frontera de Portugal con España]. El 20 de octubre de 1517 llega a Sevilla, acompañado de su esclavo, Enrique. Carlos I acaba de llegar de Flandes a Santander en ruta hacia Valladolid, donde a mediados de noviembre habrá de reunir a las Cortes. La Casa de Contratación, “Casa de Indias” o Casa del Océano se encargará de custodiar las actas, mapas y todas las notificaciones e informes de todos los navegantes y mercaderes bajo la inspección del Estado. Hombres de negocio que financian expediciones y capitanes dispuestos a conducirlas, pero siempre con el permiso de la Casa de Contratación.

Magallanes estrecha vínculos en Sevilla con el portugués Diego Barbosa, caballero de la Orden de Santiago y viajero de las Indias. Fernão de Magalhaes se llamará en Sevilla Fernando de Magallanes.

Barbosa hospitalario insta a Magallanes que se quede a vivir con él y Magallanes se convierte en su yerno al casarse con su hija Beatriz con una dote de 600.000 maravedíes. Ahora podrá cruzar el umbral sin vacilaciones de la Casa de Contratación que no patrocinará la empresa de Magallanes. Pero, uno de los tres miembros de la Comisión sentíase interesado en su proyecto “Juan de Aranda”, el director de la Casa de Contratación que quiere oír el privado el proyecto, quien patrocinará la empresa, pero a título particular. La Casa de Contratación abrirá un proceso contra él. Pero se piden informes a Portugal sobre el crédito que merezcan Magallanes y Ruy Faleiro recibiendo información de que Magallanes era un hombre experto, gran navegante y cosmógrafo de categoría.

Magallanes pondrá su experiencia práctica, Faleiro sus conocimientos teóricos y Juan de Aranda, sus relaciones. Juan de Aranda dirige una carta al canciller de Estado de Castilla manifestando la importancia de tan magna empresa recomendando a Magallanes como un hombre “que podría prestar grandes servicios a su Alteza” y se declara dispuesto a acompañar a Magallanes a Valladolid, adelantándole a Magallanes el coste del viaje y de la estancia.

De la noche a la mañana habían cambiado los vientos consiguiendo Magallanes de España en diez años de servicio más que en Portugal. Magallanes se entera de que Aranda no patrocina la empresa por amor a la humanidad sino porque aspira a una participación en las futuras ganancias. Aranda recibe la noticia de que el rey concede a Magallanes la audiencia requerida. Al final llegan a un acuerdo entre ellos antes de recibir audiencia y Aranda se llevará un octavo por sus actividades como agente aunque nunca verán un maravedí Aranda, Magallanes y Faleiro.


Juan Sebastián Elcano. Museo Naval de Madrid


La Primera Vuelta al Mundo en barco, emprendida por Fernando Magallanes en 1519 y concluida por Elcano en 1522 comenzaba con las Capitulaciones de Valladolid en 1518 donde el navegante portugués consiguió que Carlos I autorizara y financiara la gesta de la “Primera Vuelta al Mundo”, la primera circunnavegación de la Tierra. Magallanes aseguró al emperador Carlos V que era posible encontrar una nueva ruta y más corta por Occidente hacia las Islas de las Especias.

El monarca portugués, Manuel I había rechazado el plan que Magallanes le presentó a principios de 1516 porque Portugal ya tenía el monopolio de una ruta segura hacia las Molucas bordeando el Cabo de Buena Esperanza hasta llegar a Calcuta y Singapur.

Mientras tanto, el joven Carlos, tiene apenas 17 años cuando llega a Castilla, y se encuentra con su madre, Juana I "la Loca" en Tordesillas, siendo nombrado rey por las Cortes reunidas en Valladolid a principios de 1518 y se enfrenta a la Guerra de las Comunidades. 

Magallanes había asegurado al emperador Carlos V que era posible encontrar una nueva ruta más corta por Occidente hacia las Islas de las Especias.

Las Capitulaciones de Valladolid se firman el 22 de marzo de 1518 adjudicando a Magallanes el monopolio de la ruta durante diez años, la potestad de nombrar gobernadores en las tierras que fueran descubiertas y un cinco por ciento de las ganancias del primer viaje. Es, además, nombrado Adelantado y Capitán de la Armada para el descubrimiento de la Especiería.

La Corona de Castilla podría tras consumarse la hazaña entrar en el lucrativo negocio de las especias y demostrar que las Molucas se encontraban en territorio castellano.

De acuerdo a este convenio, Carlos I se comprometía a aportar cinco navíos, abastecidos para dos años, y 234 marineros El rey se reservaba el derecho de nombrar un factor, un tesorero, un contador y escribanos, para que controlaran los avances y dieran cuenta de ello a la Corona.

Los encuentros mantenidos en Valladolid y las conocidas como Capitulaciones de Valladolid hicieron posible que los navíos Trinidad, con 62 hombres; San Antonio, con 57 marinos; Concepción, con 44; Victoria, con 45, y Santiago, 31 hombres, partieran el 10 de agosto de 1519 de Sanlúcar de Barrameda.

Magallanes había asegurado al rey Carlos I que las Islas de las Especias se encontraban en la zona asignada por el papa Alejandro VI a España, y que era posible encontrar una nueva ruta más corta por Occidente hacia las Islas de las Especias.

El Papa español Alejandro VI (Rodrigo de Borja) por el Tratado de Tordesillas [1494] había establecido mediante la bula “Inter caetera” una línea imaginaria situada a 370 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde [meridiano 46], que dividiría al mundo otorgando a los Reyes Católicos el dominio y monopolio del comercio de las nuevas tierras conquistadas. Las tierras descubiertas al Este de ésta línea imaginaria, serían de propiedad portuguesa, y las del Oeste, serían de propiedad españolas. Con la bendición del Papa, América quedaba en manos de España mientras Brasil pertenecería a Portugal.

Magallanes trajo consigo a su esclavo malayo Enrique que trajo de Malaca [Molucas] que nunca habían visto algo perecido de su raza y también a una esclava de Sumatra. El obispo de Burgos, Fonseca se pone del lado de Magallanes, tal vez porque le remuerde la conciencia haberse opuesto a Colón.

Magallanes tan sólo le quedaba salir bajo el pabellón de España. El 22 de marzo de 1518, Carlos V, en nombre de su madre Juana [incapacitada por la locura] firma de su puño y letra dicha Capitulación. Se asignará a Magallanes y a Faleiro un vigésimo de todos los ingresos que provengan de esos territorios por ellos descubiertos y además le será concedido el título de adelantado o gobernadores de todas aquellas tierras e islas, para ellos y para sus hijos y herederos.

Carlos V ordena que se le tenga informado de todo aquello que afecte a tan magna expedición y le nombra capitán general de la flota que se disponía a salir hacia lo desconocido sin nadie que le pudiese orientar ya que nadie había navegado por aquellos mares.

El rey de Portugal al enterarse de la expedición de Magallanes encarga a su embajador en la corte española, Álvaro da Costa, matar al pájaro en su nido. Ahora el rey de Portugal quiere recuperar a Magallanes, pero éste, será fiel a su palabra dada al rey de España.

Antiguo Puerto de las Mulas, en Sevilla


El 10 de agosto de 1519 los cinco barcos dejan el Puerto de las Mulas en Sevilla siguiendo rio abajo hasta llegar a Sanlúcar de Barrameda.
  • San Antonio, el mayor de los buques, con 120 toneladas al mando de Juan de Cartagena.
  • Trinidad, con 110 toneladas al mando de Fernando de Magallanes.
  • Concepción, con 90 toneladas al mando de Baltasar de Quesada.
  • Victoria, con 85 toneladas al mando de Luis de Mendoza.
  • Santiago, de 75 toneladas al mando de João Serrão.
La partida será el 20 de septiembre de1519 cuando la flota de Magallanes deje tierra firme. Seis días más tarde la expedición se aprovisiona en Tenerife de agua potable y víveres. Cuando iban a partir de nuevo divisan una carabela española que le hacen señales desde lejos. Trae un mensaje secreto de su suegro Diego Barbosa que le previene a su yerno que posee informes de un plan secreto de los capitanes españoles que lleva a bordo acaudillado por Juan de Cartagena, primo del arzobispo de Burgos, los cuales intentarán negar la obediencia a Magallanes durante la travesía. Magallanes siempre tendrá claro de que está al servicio del emperador Carlos I.

Magallanes ordena levar anclas y en vez de poner rumbo hacia el sudoeste [Brasil] coloca su proa hacia el sur bordeando África, hasta Sierra Leona. Juan de Cartagena le pregunta sobre la variación del rumbo. Magallanes sólo quiere disciplina y ordena que le siguieran. Juan de Cartagena sube a bordo de la almiranta y vuelve a preguntarle acalorado el motivo del cambio de rumbo. Magallanes ordena a su aguacil prenderlo por insubordinación. Aunque lo piensa mejor es puesto bajo la responsabilidad de Pedro Mendoza. El 29 de noviembre llegan a Pernambuco [Brasil] donde no desembarcan. El 3 de diciembre entran los cinco barcos en la bahía de Río de Janeiro [en honor de San Jenaro] donde intercambian regalos por comida a los caníbales guaraníes. En la expedición irá el cronista Antonio Pigafetta quien describirá la travesía “cambian un rey de la baraja por cinco pollos, un peine por un par de gansos, un montón de pescado por unas tijeras, etcétera”. Magallanes prohíbe la compra de esclavos para no ser acusado por los portugueses.

Y abandona la expedición aquel paradisiaco lugar. El 10 de enero de 1520 observan una extensa llanura que llamarán Montevidi [Montevideo] y la desembocadura del Río de la Plata.

La expedición de Magallanes sueña con poder atravesar en pocos días el Estrecho y llegar al Mar del Sur [océano Pacífico] que los lleve a la India, a China y Japón, hacia la Isla de las Especias.

Magallanes decide dividir la flota. Unos van hacia el sur y otros hacia el oeste pero a los quince días vuelven los barcos. No era el Estrecho sino una fuerte corriente de agua dulce lo que han visto. Llamarán a aquella desembocadura Río de Solís [más tarde Río de la Plata].

Magallanes se da cuenta de que el mapa de Martin Behaim era falso porque señala el paso erróneamente a 40º de latitud. Si el paso existe tendría que estar más hacia el sur, hacia zonas polares. De no encontrar pronto el paso al mar del Sur, se habrá desperdiciado sin remedio la estación favorable para doblar América del Sur y solo quedarán dos soluciones: retroceder hacia zonas más templadas o buscar un lugar donde pasar el invierno.

Aquella era una zona inhóspita donde sólo había pingüinos y leones marinos. Varias expediciones en busca del Estrecho fracasan y comienzan los días a ser más cortos y las noches interminables con tormentas heladas y nieve acompañada con los duros embates del viento que rompen los mástiles y rasgan las velas. Magallanes ve alejarse su objetivo mientras que la tripulación manifiesta su intranquilidad.

¿Adónde los ha llevado el loco portugués?

Las murmuraciones se hacen más violentas mientras que los capitanes observan el creciente enojo de la tripulación. Les ha alcanzado el invierno y todos los cálculos se han venido abajo. Si en la primavera encuentra un paso todo estaría salvado. De lo contrario, todo estará perdido.

El 31 de marzo se les presenta una bahía pero cerrada pero con manantiales y abundante pesca. Allí decide Magallanes establecer su cuartel general de invierno. Será una desconocida y deshabitada bahía [San Julián], que ningún navegante había señalado jamás.

La sublevación

La bahía de San Julián se había convertido en una prisión de invierno ante la escasez de víveres, de pan y de vino en medio del frío glacial, del hambre y de la fatiga. Los hombres prefieren dar la vuelta. Pero Magallanes está dispuesto a morir en el intento antes que volver cubierto de oprobio.

Los capitanes manifiestan a Magallanes que se les acaba la paciencia. Los tres capitanes Gaspar de Quesada, Luis de Mendoza y Antonio de Coca no acuden a la comida con su almirante y deciden apoderarse de la San Antonio de noche al carecer de centinelas. Quesada asesta seis puñaladas al maestre Juan Elorriaga que se desploma mientras el resto de los tripulantes han sido engrilletados. Se había producido una sangrienta rebelión.

La Trinidad, la Victoria y la Santiago se oponen ahora a la San Antonio y Concepción mientras los capitanes rebeldes quedan presos. El capitán Gaspar de Quesada que asesinó al piloto Elorriaga es juzgado por homicidio y sedición siendo condenado a muerte. Los cadáveres de Mendoza y Quesada fueron descuartizados. Juan de Cartagena y un sacerdote fueron hallados culpables y ambos serán abandonados en la playa de San Julián, con provisión de vino y víveres para algún tiempo. Nunca más se hallará rastro alguno ni de Cartagena ni del sacerdote.

Aparece la primavera y se observan algunos gigantes vestidos con pieles que son bautizados como “pies grandes” [patagao] y a su tierra “Patagonia”. Se encuentran dos náufragos de la Santiago.

El 24 de agosto ordena Magallanes partir de la bahía de San Julián y el 21 de octubre de 1520 llegan a una bahía rodeada de montañas. Las naves almirante y Victoria explora, el exterior de la bahía mientras que la San Antonio y Concepción reciben la orden de avanzar cuanto puedan, pero sin tardar más de cinco días en el regreso. Y descubren el Canal de Todos los Santos, denominado más tarde de Magallanes. De noche se ven llamas en las tinieblas por lo que Magallanes llamaría Tierra de Fuego. Y llegaron al Mar del Sur o de Balboa, el ansiado océano Pacífico. El objetivo de la expedición de Magallanes había sido alcanzado con el paso del océano Atlántico al Mar del Sur que les permite llegar a las Islas de las Especias y tomar posesión de ellas en nombre de España.

Estêvao Gômes, piloto de la San Antonio opinaba con razón que ahora que se había dado con el paso del Atlántico al Mar del Sur era mejor volver a España y equipar una buena flota para reanudar el viaje a las Islas de las Especias siguiendo el camino abierto. Pero Magallanes era de la opinión de continuar el viaje ya que habían encontrado la salida del Paso al Mar del Sur.

Será la primera y única vez en su vida que aquel hombre de acero [Magallanes] derrama lágrimas de felicidad.

“Il Capitano Generale lacrimó per allegrezza”

Han transcurrido cinco días y no ven rastro de la Concepción y San Antonio para recibir la buena nueva de la salida al océano. La San Antonio desertó en noviembre de 1520 antes de llegar al Pacífico llegando a España con 50 tripulantes

El 22 de noviembre de 1520 los barcos abandonan el puerto junto al río de las Sardinas y pocos días después atraviesan el Estrecho de Magallanes. El hambre acosa continuamente a la expedición y las cubiertas de los barcos parecen hospitales flotantes. Se ha agotado el vino y los víveres mientras las galletas se han convertido en un polvo gris llenas de gusanos donde hasta las ratas enloquecen por la falta de comida. Hasta medio ducado de oro se pagaba a quien atrapara una rata para acallar el hambre. Los hombres se llegan a comer hasta el cuero de las vergas del barco. Más de tres meses navegando por el mar infinito hacen perder toda esperanza a la expedición hasta que divisan las islas Desventuradas inhabitables.

Pero el 6 de marzo de 1521 la famélica tripulación divisa ¡Tierra, tierra! donde encontrarán agua fresca y alimentos. Será llamada la Isla de los Ladrones. Lo peor ha pasado mientras las naves toman rumbo al oeste con nuevos ánimos y descubren el Archipiélago de las Filipinas. Llegan a Massawa donde se habla el mismo idioma que el esclavo Enrique, demostrando que la Tierra es redonda. Viniendo del oeste ha llegado al mismo punto que por el este y Magallanes es el protagonista de tan magna empresa.

La tripulación disfruta de un clima paradisiaco con bebidas y manjares dejando atrás el serrín y las ratas. Magallanes obsequia con regalos a los isleños mientras que uno de los tripulantes se coloca su acerada armadura para que los nativos lo golpeen o reboten sus flechas demostrando su invulnerabilidad mientras más tarde los indígenas se arrodillan ante la cruz y retumban los disparos de los cañones para intimidar a los nativos. El jefe de la isla se convierte presuntamente en aliado del emperador Carlos I y hermano en la fe cristiana. En Massawa, la tripulación disfruta de una semana magnífica.

La tripulación quiere llegar a la Isla de las Especias y de ahí a su hogar. Navega con la mar en calma por las islas hospitalarias hasta la isla de Cebú donde Magallanes ordena disparar a todas las naves provocando el pánico de los indígenas. Manda Magallanes a su esclavo Enrique para anunciar al rey de Cebú que los disparos no son de hostilidad sino de magia. Los isleños cambian el oro al que no le tienen aprecio por el hierro o acero de las armaduras y cuchillos.

Magallanes había ganado un nuevo reino para España declarando al rey Humabón de Cebú rey superior sobre los de otras islas incluida Mactán, donde gobierna el caudillo hostil Lapu Lapu.

Magallanes piensa en darle una lección a Lapu Lapu con sus cañones y armaduras que responde que sus hombres también empuñan lanzas. Magallanes quiere hacer patente que un español armado con su cota puesta puede hacer frente a cien miserables e inicia una expedición de escarmiento para demostrar la inviolabilidad de los españoles. Lo que parecía una diversión le costará la vida a Magallanes acompañado de 60 hombres que comulgaron pensando que con un par de tiros los indígenas iban a huir como conejos.

La noche del viernes, 26 de abril de 1521, Magallanes atraviesa el brazo de mar que separa ambas islas Cebú y Mactán. Por culpa de las rocas coralinas, los botes no logran acercarse a la orilla. Los españoles con sus pesadas armaduras saltan al agua que les llegaba a la cintura. Mil quinientos indios les esperaban divididos en tres grupos que se precipitaron hacia los españoles sin tener su retaguardia protegida. Dos grupos atacaron por los flancos mientras otro por el centro. A Magallanes le atravesaron el pie derecho con una saeta envenenada mientras los hombres huían en desbandada. Las lombardas de los botes no servían mientras los indígenas habían notado la presencia del capitán como blanco preferido que mantenía su puesto sin retroceder. Los indios le lograron dar en la cara de Magallanes con un proyectil de caña. Los indígenas se abalanzaron contra él dándole un sablazo en la pierna. Los indios lo acribillaron con lanzas y otras armas dándole muerte. Magallanes muere el 27 de abril de 1521.

De esta manera absurda murió el jefe de la expedición con otros siete españoles. Los españoles no pudieron rescatar el cadáver de Magallanes. Para los indígenas Lapu Lapu había derribado al “señor de los rayos y truenos” con la misma facilidad que se coge un pájaro un pez según el cronista Pigafetta. Tras la victoria del caudillo Lapu Lapu el rey de Cebú se sometió a él sin reparos.

Cuadro de Ferrer Dalmau "Fuimos los primeros"


La vuelta sin Magallanes

El esclavo Enrique lamenta la pérdida de su amo Magallanes mientras Duarte Barbosa es elevado a jefe supremo de la expedición. Éste comete la imprudencia de ofender a Enrique mencionándole que a pesar de la muerte de su amo seguía siendo un esclavo que será entregado a la esposa de Magallanes. Enrique no le perdonará nunca dicha ofensa ya que en el testamento de Magallanes lo declara libre en caso de su muerte.

Enrique en venganza persuade al rey de Cebú para dar un golpe a los españoles. El 1 de mayo el rey de Cebú invita a una cena a los capitanes para comunicarle que ha recibido las alhajas que prometió enviar a su señor y amigo el rey de España. Barbosa y Serrão con 27 españoles caen en la trampa al aceptar la invitación y presentarse en un bosquecillo de palmeras para recibir los regalos de la propia mano del rey de Cebú. Los indígenas se precipitan sobre los españoles antes de que tengan la oportunidad de defenderse. El rey de Cebú se ha deshecho de los españoles y se ha apropiado de sus armas y cotas de malla así como de las mercancías.

Además de Magallanes se habían perdido a los capitanes más cualificados como Duarte Barbosa y João Serrão que conocían la costa oriental en su viaje de vuelta a España. Quedan tan sólo 115 tripulantes de los 265 que subieron a bordo en Sevilla.

No habrá hombres suficientes para tripular las tres naves. La Concepción naufraga cerca de la isla de Bohol.

  • La Santiago se estrelló en la costa patagónica el 22 de mayo de 1520, en la desembocadura del río Santa Cruz.
  • La San Antonio desertaba el 8 de noviembre de 1520.
  • La Concepción naufraga cerca de la isla de Bohol el 4 de mayo de 1521.


Azulejo en Sanlúcar de Barrameda [Cádiz]

Medio año pasarán entre los laberintos que los llevarán a Mindanao hasta Borneo. El 8 de noviembre llega la expedición a las Molucas [Ternate y Tidore], las vendidas islas que soñara Magallanes. Comienza a entrar agua en la “Trinidad” necesitando semanas su reparación. Se decide que la “Trinidad” al mando de Gómez de Espinosa con 51 hombres, una vez reparada, atraviese de regreso el océano Pacífico para alcanzar Panamá mientras que la Victoria a mando de Sebastián Elcano, aprovechando los vientos favorables, ponga rumbo de regreso a Occidente, por el océano Índico. Pero la “Trinidad” caerá en manos portuguesas.
  • Gómez de Espinosa será capitán de la Trinidad.
  • Juan Sebastián Elcano será capitán de la Victoria.


Azulejo en Sanlúcar de Barrameda [Cádiz]

La ironía del destino querrá que Sebastián Elcano pasase de amotinarse en la bahía de San Julián fuese perdonado para llevarse la gloria junto a Magallanes de realizar la “Primera Vuelta al Mundo”.

La “Victoria” leva anclas desde las Molucas prescindiendo de pasar por las estaciones de aprovisionamiento portuguesas. En Tidore [islas Molucas], la gente de Magallanes se había enterado por un refugiado portugués de que el rey Manuel había dictado orden de apresamiento contra los barcos de Magallanes y que fueran hechos prisioneros su tripulantes, considerándolos piratas.

El sueño de Colón de llegar a la India por el oeste lo ha cumplido Magallanes.

A Elcano leva anclas en la “Victoria” cargada de agua, víveres y 700 quintales de especias desde el puerto de Timor [Indonesia] el 13 de febrero de 1522. Pero le quedaba atravesar el océano Índico y doblar el Cabo de Buena Esperanza o de las Tormentas donde una furiosa tempestad arranca el palo de proa y rompe el palo mayor.

Brota de nuevo el hambre en la expedición ya que la carne se había podrido y arrojada al mar, lo que destruirá todos los cálculos de Juan Sebastián Elcano. El 9 de julio de 1522 la expedición llega a Cabo Verde en manos portuguesas. Echar anclas significaba capitular ante los enemigos. Elcano manda a dos de sus hombres para la compra de víveres pero que no den indicio a los portugueses que pertenecen a la flota de Magallanes, en su vuelta al mundo y que se encuentran allí como consecuencia de una tormenta.

La carne y el pan han recuperado las fuerzas de la tripulación pero Elcano observa que en uno de los viajes que la embarcación de avituallamiento no vuelve y avista una embarcación dispuesta a piratear a la suya. Elcano manda levar anclas con solamente 18 hombres huyendo para gloria de la inmortalidad mientras las junturas del barco crujen y el agua se filtra sin interrupción. El 4 de julio de 1522 avistan el cabo de San Vicente y el 6 de septiembre de 1522 llegan a Sanlúcar de Barrameda coronando así el hecho más grande de la navegación mundial. La “Victoria” ya no tiene fuerzas para navegar y un remolcador la arrastra hasta el Puerto de las Muelas en Sevilla de donde salieron hace cerca de tres años.



Ante la Virgen de la Victoria rezó Fernando de Magallanes, en 1519, antes de comenzar su vuelta al mundo y se postraron en 1522 Juan Sebastián Elcano y los 17 supervivientes que completaron la gesta tras arribar en el Muelle de las Mulas o de las Muelas [actual Plaza de Cuba].

La Virgen de la Victoria era titular del Convento de Frailes Mínimos de San Francisco de Paula, en la actual calle de Pagés del Corro. Actualmente se conserva en la Parroquia de Santa Ana, en Triana


Santa María la Antigua. Santa Catedral de Sevilla


Serán los primeros hombres que habían dado la vuelta al mundo. Cuando llegan a Sevilla el 8 de septiembre de 1522 [a los 3 años menos 12 días de la salida de la expedición] la primera obligación que tienen los 18 supervivientes en respetuoso silencio será la peregrinación a la iglesia de Santa María de la Victoria y Santa María la Antigua en la Santa Catedral de Sevilla en una enorme hilera descalzos y con una túnica blanca, y sendos cirios encendidos, para dar gracias a Dios por haberlos salvado en el mismo lugar donde se despidieron.

Los 18 supervivientes habían sido los elegidos por el destino. Desde el viaje de Colón, ningún acontecimiento había sido tan importante en la historia de la Humanidad y bajo pabellón de España. Habían demostrado que la Tierra era una esfera redonda al salir hacia Occidente y llegar por Oriente al mismo lugar de partida.

Los dieciocho famélicos supervivientes de la Primera Vuelta al Mundo:

1. Juan Sebastián Elcano, de Guetaria.
2. Francisco Albo, de Axio.
3. Miguel de Rodas, de Rodas.
4. Juan de Acurio, de Bermeo.
5. Antonio Lombardo (Pigafetta), de Vicenza.
6. Martín de Yudícibus, de Savona.
7. Hernando de Bustamante, de Mérida.
8. Nicolás el Griego, de Nauplia.
9. Miguel Sánchez de Rodas, de Rodas.
10. Anton Hernández Colmenero, de Ayamonte.
11. Francisco Rodríguez, portugués de Sevilla.
12. Juan Rodríguez, de Huelva.
13. Diego Carmena Gallego, de Bayona.
14. Hans, de Aquisgrán.
15. Juan de Arratia, de Bilbao.
16. Vasco Gómez Gallego “el Portugués”, de Bayona.
17. Juan de Santander, de Cueto.
18. Juan de Zubileta, de Baracaldo.


Gracias a la Providencia, el sábado 6 de septiembre de 1522 entramos en la bahía de Sant Lúcar […] Desde que habíamos partido de la bahía de Sant Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero […]

El lunes 8 se septiembre largamos el ancla cerca del muelle de Sevilla, y descargamos toda nuestra artillería.

Antonio Pigafetta. Relación del primer viaje alrededor del mundo

Los 8.000.000 millones de maravedíes desembolsados en los cinco barcos para armar la flota, la Casa de Contratación y Cristóbal de Haro como inversor privado serán amortizados con los 520 quintales de especias de las Islas Molucas produciendo además unos beneficios de 520 ducados de oro.

Con la muerte de Magallanes como presunto acusador de la deserción de la San Antonio y la vuelta de Elcano, los tripulantes desertores quedarán libres y la rebelión de la "San Antonio” olvidada. El emperador Carlos I acaba de llegar de Alemania donde ha sido testigo de la división espiritual de la Iglesia con Lutero y el 13 de septiembre de 1922 envía a Elcano la orden de comparecer sin tardanza en la corte con dos de sus hombres [lleva al cronista Pigafetta y el piloto Albo] y que les lleve todos los escritos de su viaje.

Magallanes no llegara a ver las Islas de las Especias y el rey Carlos I le otorga a Juan Sebastián Elcano un escudo que le señala como ejecutor de un hecho inmortal con la inscripción:

“Primus circumdedisti me”

[Fuiste el primero que la vuelta me diste]

Magallanes y Elcano junto con los 18 supervivientes de aquellos cinco endebles barcos pasarán a la historia de la inmortalidad por su descubrimiento universalmente famoso. Muchos marinos posteriores querrán emular su hazaña como el inglés Drake, medio siglo más tarde.


Desde el Archivo General de Indias, para el blog de mis culpas...


P.D. Hablando en plata, a Portugal no se le puede otorgar mérito alguno en la Primera Vuelta al Mundo y Magallanes. Todo lo contrario que a Magallanes y Elcano junto con los 17 supervivientes. No hace falta recordar que Fernando de Magallanes junto con toda la tripulación se embarcaron en la expedición de la Primera Vuelta al Mundo en Sevilla bajo pabellón español mientras que el rey Manuel de Portugal había dictado orden de apresamiento contra los barcos de Magallanes y que fueran hechos prisioneros sus tripulantes. 

Pero, sería Juan Sebastián Elcano quien confirmara a Carlos I que las Islas Molucas se encontraban en el hemisferio asignado a Castilla por el Papa Alejandro VI en el Tratado de Tordesillas. Portugal lo que sí hizo fue capturar la nao Trinidad que se encontraba en el hemisferio español. Portugal por tanto se atribuye lo que verdaderamente no le corresponde. Aunque es cierto que entre paises vecinos se limen asperezas y pelillos a la mar. 

Sin embargo, Carlos I venderá el 22 de abril de 1529 las ricas Islas Molucas a la Corona portuguesa [Juan III] por la cantidad de 350.000 escudos de oro, mediante el Acuerdo de Zaragoza en cuyo documento inicial leemos:

“Es acordado y asentado que el dicho Señor Emperador y Rey de Castilla da, en empeño y venta de retrovendendo, al dicho Señor Rey de Portugal, el derecho que tiene a las Islas de Maluco y a la contratación y comercio en las otras islas y tierras comarcanas que están y se incluyen dentro de la línea que se ha de echar por la forma y manera que de yuso será declarado, por precio y cuantía de trescientos y cincuenta mil ducados de oro”.

La oportunista Gran Bretaña proyectaría al mundo [al igual que haría algo similar con Vernon en la batalla de Cartagena de Indias, donde el español Blas de Lezo le daría para el pelo] de que el pirata al servicio de la Corona británica Francis Drake dio la primera Vuelta al mundo es falso ya que lo haría 58 años después de Juan Sebastián Elcano.


En 1913 el presidente Wilson inaugurará el Canal de Panamá uniendo los océanos Pacífico y Atlántico, pasando el Estrecho de Magallanes a un segundo plano al ser aquella zona una de las más inhóspitas del planeta [La Patagonia y la Tierra de Fuego]. Pero ya nadie podrá quitarle la inmortalidad a Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.


Bibliografía

Archivo General de Indias, en Sevilla

Magallanes, el hombre y su gesta, por Stefan Zweig


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