Franz Kafka se congratuló en cierta ocasión, en carta a su amigo Max Brod, de haber ido a Palestina al menos "con el dedo sobre el mapa".
Nada me parece más triste que alguien que sentía intensamente esa vocación y que, como Kafka, fue capaz de escribir tantos libros, jamás fuera reconocido mientras vivía y sólo póstumamente se advirtiera que fue uno de los grandes escribidores de todos los tiempos.
A propósito de Max Brod, uno de los pocos contemporáneos que creían en el talento de Kafka. El mundo debería estar siempre agradecido a Max Brod.
Mario Vargas Llosa
La tumba de Franz, Hermann y
Julie Kafka, se encuentra a unos 200 metros de la entrada, frente al muro del
cementerio. El arquitecto de Praga Leopold Ehrmann diseñó la fina losa
sepulcral cubista, en forma de cristal hexagonal romo, con una
inscripción hebrea.
Cuando la calima estival comienza a diluir su tórrida presencia en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, que por estas fechas se prepara para vestirse de faralaes, aprovechamos el 65º aniversario del que escribe estas humildes letrillas [en grata compañía con nuestros amigos Manolo, Carmen, Antonio, Coral y Dolo] para orientar nuestro mascarón de proa didáctica en busca del corazón de Europa, donde se encuentra la Ciudad Vieja de Praga, una de las ciudades más bellas del mundo que fuera la cuna natal y hogar del escritor Frank Kafka en el Primer Centenario de su muerte.
La retina del recuerdo proyecta mi más tierna adolescencia cuando comenzaba a leer algunas obras suyas como “El Proceso”, “La Metamorfosis” o “Cartas al padre”, obras que creaban cierta angustia en el lector, y al que no dejaba indiferente, siendo complementado en esta ocasión con nuestra visita a Praga, donde se encuentran varios monumentos dedicados a la memoria del universal escritor checo, sin olvidar nuestra visita el Callejón o Callejuela del Oro, donde en la casa nº 22 escribiera en silencio su obra "Un médico rural".
De su pluma saldrían catorce brillantes relatos con aquel preocupado doctor que tiene que salir en mitad de la noche para visitar a un moribundo que vive lejos en las oscuras noches de invierno. Llega el médico y el paciente parece sano, pero en una segunda revisión descubre una herida que supura y se encuentra llena de gusanos. El lector comienza a aceptar un terrible desenlace.
En la Ciudad Nueva de Praga [Nové Mesto] capta nuestra atención una enorme cabeza giratoria de placas metálicas que representa el busto del atormentado escritor Frank Kafka, obra de David Cerný y consta de 42 láminas individuales de acero inoxidable capaces de realizar cada hora un giro de 360º. Tiene un peso de 45 toneladas y 10 metros de altura alimentada con energía solar. Hay quienes consideran que el busto de Kafka induce a la “Metamorfosis”.
Detalle del Monumento a Franz Kafka "La Metamorfosis", del escultor checo Jaroslav Róna a la entada del Barrio Judío, junto a la Sinagoga española
En el histórico Barrio Judío de Praga, junto a la Sinagoga española, construida entre 1868 y 1893, se encuentra el Memorial a Franz Kafka de Jaroslav Róna, encargado por la Sociedad Franz Kafka en 2003. Es una estatua de bronce surrealista de color negro que simboliza su obra literaria.
Tiene 3,75 metros de altura y 800 kilos de peso. Muestra un mini Kafka montado sobre los hombros de un traje gigante y vacío. La imagen fue tomada de un relato del escritor que durante su vida no fue reconocido siendo su obra prohibida por el nazismo y el comunismo. Sólo tras la caída de éste, Franz Kafka se ha convertido en un símbolo para los checos.
Y como epílogo de nuestra particular ruta de Kafka por Praga realizamos una visita obligada al Nuevo Cementerio Judío de Praga, fundado en 1890, donde se encuentra su tumba desde el 3 de junio de 1924. Frente a la tumba de Franz Kafka se encuentra una placa en memoria de su amigo Max Brod, una figura fundamental en su vida que lo hará inmortal para la literatura y la filosofía.
El tranvía nº 29 nos acerca frente al Nuevo Cementerio Judío de Praga. Los pensionistas se encuentran exentos de pagar y las personas entre 60 a 65 años tan sólo pagan el 50% del importe del billete.
Al término de nuestra visita a la tumba de Franz Kafka en el Cementerio Nuevo de Praga colocamos una pequeña piedra por la costumbre judía de que "una piedra simboliza la permanencia de la memoria del difunto al que se honra".
Lo primero que se pasó por mis frágiles entendederas en nuestra visita a Praga fue la visita a su tumba en el Nuevo Cementerio Judío de la capital checa, donde se respira una inmensa paz. En aquel sagrado lugar para los judíos nos entregaron como ritual una kipá cuyo significado es que "Dios está por encima de todos nosotros".
Pero conozcamos a Franz Kafka, un escritor olvidado durante toda su vida que será reconocido póstumamente...
"Un libro debe ser como un hacha que quiebre el mar helado que todos llevamos dentro"
Franz Kafka a su amigo Oskar Pollak en 1904
Monumento en la fachada de la casa de Kafka
Franz Kafka nace el 3 de julio de 1883 en Praga, en la calle U Radnice nº 5, cerca de la plaza de la Ciudad Vieja y de la iglesia de San Nicolás. Su padre Hermann Kafka [1852-1931], se había casado el año anterior con Julie Löwy [1856-1934], hija de un judío que había conseguido acumular una considerable fortuna gracias a una fábrica de cerveza.
El padre de Franz Kafka era originario de un pequeño pueblo de Wossek (sur de Bohemia) trasladándose a vivir al miserable gueto judío de Josefstadt, de Praga, poco después de alcanzar la adolescencia. Con escasos recursos, conoció a Julie, que era de buena posición social y por ello, podía vivir fuera del gueto.
Después de casarse en 1882, abrió una pequeña tienda gracias a la ayuda financiera de su suegro y comenzó a hacer fortuna instalándose en la calle Maisel, fuera del gueto.
La sinagoga Maisel recibe el nombre de Mordecai Maisel, que fue alcalde del barrio judío de Praga a finales del siglo XVI.
El símbolo comercial de su negocio fue un grajo [kavka en checo]. El nombre de pila de Kafka sería en honor al emperador Francisco José I (Franz Joseph I). Franz será el mayor de seis hermanos.
Poco después la familia se trasladó a una casa más amplia no muy lejos de allí, en Wenzelplatz naciendo un nuevo hijo, Georg, quien morirá quince meses después. Para prosperar, su padre se inclinó a los checos de origen alemán que ocupaban la cima de la pirámide local, desentendiéndose en gran manera del judaísmo. Todo ello repercutía en el pequeño Franz que no era decididamente judío, ni checo, ni alemán puro.
A medida que el negocio prosperaba, los padres de Franz fueron cambiando varias veces de domicilio, lo que hará que el pequeño Franz se encuentre bastante desplazado por los cambios continuos de residencia, no quedándole tiempo para hacer amigos. Otro hermanito Heinrich, murió a los seis meses de nacer, antes de que nuestro escritor cumpliese los siete años. Franz será el único varón que le quede a la familia.
Los padres de Franz abrieron una mercería y poco después encontraron una vivienda digna en la calle del Círculo, donde nacieron sus tres hermanas: Elli, en 1889; Valli, en 1890 y Ottla, en 1892.
Mientras la madre intentaba proteger al niño enfermizo, su padre trataba de someterlo a una disciplina severa, siguiendo la mentalidad de los padres alemanes de la época. La educación quedaba en manos de su padre mientras la madre quedaba en un segundo plano. La relación de Kafka con su severo padre mermará continuamente su propia autoestima.
Franz Kafka se sentía profundamente juzgado por su padre, al que culpará como fuente de todas las represiones, complejos y limitaciones. No verá más que reproches hacia su padre culpándole del mundo en el que se encuentra sumergido a causa de su estricta educación. Para un hombre hipersensible será muy difícil la búsqueda de su propia identidad en un mundo que a menudo le parece ajeno y hostil.
Tras haber tenido una primera maestra comienza en otoño de 1889 a acudir a la Escuela Primaria donde asistían los hijos de la población alemana de origen judío. Franz era un niño tímido y discreto que intentaba pasar siempre desapercibido, encerrándose en su propio mundo interior.
Entre 1893 a 1901 el joven Kafka iniciaba sus estudios en el Instituto de bachillerato de Praga-Altstadt aplicándose en el estudio del alemán aunque también hablaba checo. Comenzó a estudiar Química pero a las dos semanas abandonó.
Obligado por su padre, a partir de 1901 inicia los estudios de Derecho en la Universidad Carolina de Praga [fundada en 1348], una de las más antiguas de Europa, donde trabará amistad con el joven Oskar Pollak, quien llegaría a ser historiador del arte, muriendo en la guerra de 1914-1918. En aquella época los estudiantes de habla alemana entraban en la universidad por una puerta y los de habla checa por otra.
Entre los autores favoritos de Franz Kafka se encontraban figuras de la talla de Flaubert, Dickens, Nietzsche, Dostoyevski, Cervantes y Goethe. Kafka se encontrará con esa dicotomía entre perseguir sus sueños o acatar los deseos de su padre, que marcarán para siempre no solo su vida sino también su obra. La escritura supondrá para Kafka una forma de luchar contra su propia autoestima.
En 1902 conoce a su amigo Max Brod en una conferencia que éste ofreció sobre Schopenhauer. Brod se convertirá en su biógrafo oficial. Por aquel entonces, Kafka trabajaba en la novela “El niño y la ciudad”, obra desgraciadamente perdida.
- En 1904 Comienza a escribir “Descripción de un combate”.
En junio de 1906 se doctora en Derecho en la Universidad de Praga trabajando durante algunos meses en un bufete jurídico de su tío Richard Löwy realizando más tarde un año de internado en los tribunales sin remuneración. Ese ambiente de su primer año de práctica en los tribunales le servirá para su obra "El Proceso".
- En 1907 se enamora en Triesch de Hedwig Weiler y escribe “Preparativos para una boda de campo”.
Hacia 1908 encontraba Franz Kafka en Praga un trabajo en una compañía de seguros de accidentes laborales "Assicurazioni Generali", recomendado por su amigo Max Brod, donde trabajaría hasta dos años antes de su muerte.
Aumenta su constante obsesión por encontrar tiempo para poder escribir en condiciones favorables, sin perjudicar sus actividades profesionales. Esa doble vida agotadora le creará angustia “ganarse la vida o vivirla”. Padece insomnio con fuertes dolores de cabeza, lo que le lleva a padecer “surmenage” o colapso intelectual por agotamiento que le causa fatiga, ansiedad, depresión, cansancio y un sueño no reparador, que le abate física y moralmente.
Ese año de 1908 publica ocho textos en prosa en la revista “Hyperion”. Pasa sus vacaciones en Riva y Brescia con sus amigos Max y Otto Brod redactando en 1909 “Los aeroplanos de Brescia”. Inicia entonces sus contactos con el teatro yiddish, la lengua primitiva de los judíos refugiados en la Europa Central, como lo es el sefardí, lo que le hará aproximarse a los orígenes del judaísmo.
- En 1910 empieza a escribir su “Diario”, se interesa por el teatro yiddish y termina “La Metamorfosis”.
Su salud comienza a darle preocupaciones. No bebía ni fumaba, se bañaba en los ríos helados y pasaba sus vacaciones en balnearios. En 1911 pasa sus vacaciones en Zurich, Lugano y Milán. En octubre se relacionó con una compañía teatral judía yiddish, en especial con Jizchak Löwy, su director. Entre 1911 y 1912 comienza a trabajar en “América” dando en febrero una conferencia sobre la lengua yiddish. Pero Franz Kafka continúa visitando balnearios por sus continuos problemas de salud.
- En 1912 Escribe “La Condena”, “América” y "Contemplación".
La noche del 13 de agosto de 1912 conoce a Felice Bauer en casa de los padres de Max Brod. Vivía en Berlín y tenía veinticinco años.
- En 1913 conoce a Grete Bloch, amiga de Felice y se publica “Consideración”.
- También publica ese mismo año su primera obra "Meditaciones" apenas leída. Su padre, fue muy crítico con las aspiraciones literarias de su hijo, lo que le servirá de inspiración para escribir su obra "La condena", donde un padre moribundo recupera la vitalidad para maldecir a su hijo.
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial a la que no fue por problemas de salud. Kafka tiene treinta y un años y luego viene la Revolución rusa de 1917 que acabará anímicamente con él. La miseria del mundo se le presenta como una especie de diluvio del Mal. Los puntales que sostenían la existencia humana se derrumban. El devenir histórico ya no se apoya en el individuo sino en las masas.
- 1914 El compromiso matrimonial de Kafka es publicado en los periódicos. Comienza la redacción de “El Proceso”.
En septiembre escribe “La condena” y más tarde “El fogonero” para acometer su famosa “Metamorfosis” publicada en noviembre de 1915.
¡Quién le iba a decir al que escribe estas humildes letrillas, no sólo que iba a visitar la casa nº 22 en el Callejón del Oro, donde Franz Kafka iba a escribir su obra "Un médico rural", sino también tener la posibilidad de poder adquirirlos en el mismo lugar que lo escribió!
En 1916 escribió “El guardián de la tumba” y “Un médico rural”. Durante el mes de noviembre dio una conferencia en Múnich. Después se marchó a vivir a la calle Alchemist, de Praga.
La Callejuela del Oro nº 22, conocida también como de los Alquimistas o de los Orfebres, fue trazada a finales del siglo XVI. En 1594, el emperador Rodolfo II autorizó a veinticuatro "arcabuceros de las puertas del Castillo de Praga", a asentarse en los nichos del muro norte de la fortificación.
Fue alquilada por Kafka para escribir por 20 coronas checas al mes. Actualmente, en memoria de su más ilustre morador, se encuentra una pequeña librería con obras de kafka.
- En julio de 1917 Franz Kafka vuelve a comprometerse con Felice, pero se produce una nueva ruptura.
En agosto de 1917 sufre su primera hemoptisis [vómito de sangre] negándose a ingresar en un sanatorio una vez diagnosticada su enfermedad “tuberculosis”, sin cura en aquella época. Durante tres meses vive en casa de su hermana Ottla donde puede leer a sus anchas al filósofo y teólogo danés Kierkegaard, la Biblia, así como terminar sus estudios de hebreo y escribir “Aforismos”.
- En 1917 Escribe “Informe para una Academia”, “Las tribulaciones de un padre de familia” y “La muralla china”. Nuevo compromiso oficial con Felice y sufre la primera hemorragia. La tuberculosis le permite a Kafka romper su compromiso matrimonial con Felice.
En diciembre se produce la ruptura definitiva con Felice tras un encuentro en Praga. Tras la Primera Guerra Mundial, Checoslovaquia se proclama independiente el 28 de octubre de 1918.
· En 1918 “En la colonia penal”, “La sentencia” y un primer fragmento de “América”.
En 1919 Kafka publica “En la colonia penitenciaria” y en noviembre de ese mismo año “Carta al padre”, al que culpa del mundo en el que se encuentra sumergido a causa de su estricta educación.
- En 1919 Conoce a Julie Wohryzek en Schelesen y se enamora de ella.
Ese mismo año se agravará su enfermedad obligándolo a visitar con mayor frecuencia los sanatorios. En 1920 conoce a Milena, una traductora checoslovaca y mujer de gran talento. En el sanatorio de Matliary, en Eslovaquia, trabará amistad con Robert Klopstock, un joven estudiante de medicina que abandonará sus estudios para cuidar de Kafka.
- En 1921 tiene encuentros con Milena.
A mediados de 1922 Kafka vuelve a Praga y a finales de ese mismo año inicia la redacción de su novela “El castillo”. Kafka le pide a su amigo Brod que, cuando muera, destruya todas sus obras.
- 1922 Escribe “Un artista del hambre” e “Investigaciones de un perro”.
En 1923 en una colonia de un hogar judío de Berlín encuentra a Dora Dyamant, una judía polaca de unos veinte años de edad, que se convierte en la compañera de Kafka, que le dará esa paz que nunca tuvo. Ambos se instalan en los suburbios de Berlín. Escribe “Una mujercita” y “La madriguera” y envía al editor los relatos reunidos en “Un artista del hambre”.
En 1924 redacta “Josefina la cantora” y “El pueblo de los ratones”. Pero su enfermedad se agrava y decide trasladarse a Praga hasta que el 3 de junio de 1924 se libera del mundo de los vivos en el sanatorio de Kierling, cerca de Viena; le acompañaba Dora Diamant y Robert Klopstock.
Franz Kafka fue enterrado en el cementerio judío de Praga-Straschnitz, en la misma tumba de sus padres. Su padre fallecería en 1931 y su madre en 1934. Su prematura muerte se convertirá en un alivio ante el destino de los trágicos acontecimientos que estarán por llegar [Milena y Dora así como sus hermanas serán asesinadas por los nazis].
Tras la ocupación de Checoslovaquia los nazis llevaron a las tres hermanas al gueto de Lodz. De allí llevaron a Ottilie al campo de concentración de Theresienstadt y el 7 de octubre de 1943 al campo de exterminio de Auschwitz, donde murió ese mismo día en las cámaras de gas, igual que otras 1.318 personas que también acababan de llegar. Las otras dos hermanas también perecieron en el Holocausto. Ottilie era la hermana favorita de Kafka.
Greta Bloch, quien le diera un malogrado hijo [aunque no se ha podido comprobar] falleció a manos de un soldado nazi en 1944. Y Milena corrió idéntica suerte en otro campo.
Kafka se convertirá en el escritor más influyente para los escritores del siglo XX, y aún del XXI. Toda su obra radica en buscarle un sentido a la vida. Se sentía un miembro del gueto judío de Praga, obligado a expresarse en alemán, un judío aislado de su comunidad, pero que siente nostalgia de ella y solo obtiene el silencio por respuesta. Además, su enfermedad lo marginaba de la vida.
Kafka será un hombre desesperado, solitario y angustiado. En Alemania el nazismo llegó a prohibir sus obras. Sólo después de la Segunda Guerra Mundial comienza a extenderse su fama por Alemania y Austria comenzando su influencia literaria. Tras la invasión de Checoslovaquia el 20 de agosto de 1968 el mundo comunista también prohibirá sus obras.
¿Qué tendría aquel hombre de salud tan frágil para que se fijaran en él los represores de la libertad?
Frente al sepulcro de Kafka, con el número 21-14-21, la Comunidad Cultural Judía de Praga colocó en el muro del cementerio una placa conmemorativa de Max Brod, honrando así al "escritor y pensador, pionero de la cultura checa en el extranjero, amigo de Franz Kafka y editor de sus obras".
A Max Brod, el mundo de la literatura le debería estar agradecido por publicar la obra de Kafka. Murió en Tel Aviv el 20 de diciembre de 1968.
Dos meones orinando sobre el mapa de Checoslovaquia, obra de David Cerný. Representa a Oriente y Occidente miccionando sobre el mapa de Checoslovaquia que no se defiende. Al fondo se encuentra el Museo Franz Kafka.
Su amigo Max Brod
"Mi última petición. Todo lo que dejo atrás (...) en forma de cuadernos, manuscritos, cartas, borradores, etcétera, deberá incinerarse sin leerse y hasta la última página".
Antes de morir, Kafka encomendó a su amigo Max Brod la incineración de todos los manuscritos que de él poseía [a excepción de seis], cosa que su amigo ni permitió ni cumplió, lo que permitirá a la Humanidad hacerse con uno de los patrimonios literarios más ricos y significativos.
Cuando murió Kafka sólo era conocido en un pequeño círculo de intelectuales. Su fama póstuma se la debe a su amigo Max Brod al negarse a destruir los manuscritos inéditos y lanzarse a editar su obra hasta hacerla lo más famosa posible. Max Brod hará posible la publicación de su obra después de 1924.
Se ha dicho que Kafka es el cronista de la situación de desamparo del hombre del siglo XX, de sus pesadillas que no se olvidan al despertar y cuyos terrores determinan nuestras emociones en el subconsciente. Todos los relatos de Kafka nos transportan a un mundo onírico donde se plasma el estado de ánimo de un hombre finito. Para Kafka la sola existencia era absurda de por sí. El dolor del autor se expresa en soledad, en los malentendidos de su severo padre al que llega incluso a escribir una carta criticándole su conducta abusiva hacia él. Las relaciones entre padre e hijo serán extremadamente tensas, lo que le llevará al aislamiento y a la separación de su propia comunidad judía. Y en definitiva, a su exilio moral y religioso a través del celibato como verdadera rama de su vida crucificada que incrementa el presunto peso de su culpa. Su amigo Max Brod señala que su rasgo más acusado era “la incapacidad para dominar su propia vida”.
Praga será la ciudad de "El Proceso". No será posible acceder a Praga sin Kafka ni a Kafka sin Praga, la tercera ciudad del imperio austro-húngaro, tras Viena y Budapest regido por el káiser Francisco José. Kafka era aficionado a realizar sus paseos solitarios y nocturnos captando el alma de la capital checa.
Kafka hablaba y escribía alemán hablando checo a la perfección. Vivió en Praga como una ciudad dividida entre una clase superior alemana, conservadora y reaccionaria frente a una clase baja o checa de tendencias nacionalistas. Su padre quería que subiera en la escala social mientras él quería tan sólo un lugar tranquilo donde escribir.
“Mi empleo me resulta intolerable porque frustra mi único deseo y la única vocación que es la literatura. Como sólo soy literatura y no quiero ser otra cosa, mi empleo no podrá nunca entusiasmarme, aunque podría muy bien desequilibrarme por entero. Y no está lejos de hacerlo”.
Kafka llega a odiar su trabajo porque para él era no sólo un verdadero purgatorio, sino un infierno. Las vacaciones anuales significarán una válvula de escape que le llevará a viajar por Europa acompañado de amigos, casi siempre con Max Brod [Alemania, Italia, la costa del Adriático e incluso París, Viena o Venecia en 1913].
Kafka quedará reducido a su propia existencia. El insomnio hará creerse que se encuentra cerca de la locura al encontrarse preso de su propio laberinto, el miedo al matrimonio frente al horror de la soledad “quedarse soltero no lo consideraba una catástrofe”.
Entre sus aficiones se contaba bañarse en las aguas heladas. Su débil constitución física le permite quedar exento del servicio militar en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Su mundo seguirá siendo la literatura. Por ello, los quince días de sus vacaciones anuales los aprovecha para seguir escribiendo.
Kafka a los 34 años sufre su primer vómito de sangre. Cree que es un castigo por haber pensado en el suicidio. El doctor Pick le diagnostica tuberculosis pero en esa época no existen antibióticos sino aire, sol y reposo, a lo que Kafka se opone. El autor de "El Proceso" y de "La Metamorfosis" siente que se encuentra en la última etapa de su vida volviendo a romper todos sus compromisos con su novia Felice.
En el verano de 1919 se enamora de Julia Wohryzek con la se comprometerá y romperá su compromiso. Al año siguiente conoce a Milena, una escritora de gran talento que vivía en Viena y con la que se compromete a traducir su obra al checo.
Pero Kafka tiene claro que carece de futuro al tener los días contados y acepta hospitalizarse en un sanatorio entre los montes Tatra [entre Polonia y Eslovaquia] donde conoce a Robert Klopstock, un joven estudiante de medicina con tuberculosis también, que terminará abandonando sus estudios para cuidarle.
Kafka acaricia la idea de visitar Palestina ya que tenía el sueño de la reconstrucción de la nueva Sión, aunque estaba convencido de que ya nunca se levantará de la cama. Conoce a Dora Dymant de diecinueve años y se instalan en Berlín combinando sus estudios de hebreo con una intensa y fértil creatividad.
Ante el frío de Berlín, Kafka sufre accesos de fiebre. Su amigo Brod se lo lleva a Praga a donde irá Dora unos días más tarde. Es ingresado por su familia en el sanatorio Wienerwald [Austria] y los médicos le diagnostican que su situación es irreversible.
A finales de abril de 1924 le trasladan a otro sanatorio, el de Kierling [Austria] con enormes dolores que le impiden comer y beber. La víspera de su muerte entre grandes sufrimientos le pide a Klopstock urgentemente morfina falleciendo el 3 de junio.
- En 1924 “Un virtuoso del hambre”
- En 1925 se publica “El Proceso”
- En 1926 se publica "El Castillo"
- En 1927 se publica “América”
- En 1031 se publica “La muralla china”
- En 1951 “El Diario”
- En 1952 “Cartas a Milena”
"No se puede entender la obra de Franz Kafka sin entender su vida"
Un mundo gris y frío que sólo aspira a producir sólo le generaba angustia a Kafka que amaba la literatura sobre todas las cosas. En cuanto a su obra [basta y compleja] es necesario destacar que la literatura de Kafka, a través de diferentes mecanismos, consigue que lo absurdo aparezca ante nuestros ojos como real y verdadero, y aunque al principio busquemos una explicación lógica tendemos a identificarnos con el personaje y autocompadecerse por él. Así pues, en su gran mayoría, los héroes de Kafka no saben muy bien si lo que les está pasando es un sueño o realidad y su finalidad no queda reflejada.
La Metamorfosis [1915]
Se convertirá en el libro de cabecera para esayos literarios y filosóficos.
Carta al padre [1919]
La Metamorfosis es una obra basada en aspectos simbólicos, está escrita en época propia del expresionismo (1912) porque expresa la angustia de la vida humana y la sutileza expresada en los sentimientos y emociones del autor, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna y de las emociones que despierta en el lector. Kafka, como otros expresionistas, distorsiona y exagera los temas con la finalidad de hacer más intensa la comunicación artística, por lo que se adelanta al surrealismo de los años 20. De todas maneras su estilo es claro y conciso, no hay metáforas para describir el oscuro tema de la obra.
Cuenta la historia inverosímil de un joven [Gregorio] que despierta una mañana en su cama transformado en una inmensa cucaracha, condenado a vivir aislado en su habitación, para vergüenza de su familia.
Gregorio cree que su mutación en cucaracha es un mal sueño, una pesadilla pasajera que dejará paso a la vida cotidiana al verse al principio, después de la transformación, y termina por intentar acostumbrarse a su nuevo estado y culparse por su existencia e inutilidad en su estado.
Gregorio Samsa es la vía de escape que tenía Kafka para mostrarnos todos sus miedos y sus inquietudes, las frustraciones del autor, y éstas únicamente tenían salida frente a la pluma. El personaje, envuelto en su caparazón de insecto, ve como todo su entorno se le vuelve hostil, como la hipocresía y el aislamiento van siendo las dos únicas cosas que va recibiendo en su ambiente, sobre todo en el ambiente familiar. Pero la metamorfosis no es solo la suya, la metamorfosis es la que sucede a su alrededor, su propia familia se muta en seres crueles e insensibles. El padre, la madre y la hermana son insectos.
Lo único que quiere describir Kafka es cuánto de horroroso y diferente al resto de la sociedad es Gregorio.
La primera parte de “La Metamorfosis” empieza cuando Gregorio Samsa se despierta convertido en un insecto enorme, de barriga abombada y muchas patas, algo que podemos suponer que es un escarabajo. Él está pendiente todavía del despertador para poder ir a trabajar porque todavía no se ha adoptado a la metamorfosis que ha sufrido su cuerpo. Entonces le llaman a su habitación desde las tres puertas que dan a ella, le llaman la hermana, el padre y la madre. Gregorio hace un par de intentos fallidos por levantarse hasta que deja de caerse al suelo. Justo en ese momento oye como llega el apoderado de la empresa de transportistas-viajeros en la que trabaja. Preocupado porque le echen de la empresa logra abrir la puerta con la mandíbula y salir para hablar con ellos y tranquilizarlos, pero no se logra hacer entender. Al salir, la familia se encuentra por primera vez con el Gregorio-escarabajo. Al verlo el apoderado sale huyendo de la casa y el padre enfurecido le mete en la habitación hiriéndole una de las patas.
Después de la primera aparición de Gregorio empieza la segunda parte. La hermana de éste, Grete, intenta alimentarle, pero sus gustos han cambiado, ahora ya no quiere comida fresca, sino más bien podrida, putrefacta. En este momento sus instintos animales se sobreponen a los humanos. Su hermana le va proporcionando la comida podrida y le limpia la habitación hasta que llega a sentir asco, asco de su propio hermano. A partir de este momento ya le tira la comida o se la pasa con un trapo. Pero en estos momentos todavía ven al escarabajo como a su hijo o hermano y mantienen la puerta de su habitación y así puede verlos y escucharlos. Un día, creyendo que Gregorio no les entendía, empiezan a hablar de dinero. Gregorio era el único que trabajaba en la familia y ahora nadie llevaba dinero, pero el padre afirmó que tenía algo ahorrado. A Gregorio este hecho le frustra, se siente engañado, porque siempre había querido cambiar de trabajo y no lo hacía porque debían dinero al propietario de la empresa por la que trabajaba. Es aquí cuando encontramos evidencias de la bondad del escarabajo y del materialismo y la tacañería de la familia, su afán de dinero hace que ellos sufran una mutación, si no física, mental.
La hermana pronto deja de limpiar la habitación y sentirse insensible por Gregorio. Le empiezan a sacar los muebles de la habitación, lo único que le recordaba a Gregorio su humanidad y sus recuerdos. Sólo pretenden dejarle el sofá donde se esconde cuando entran a hacer algo ahí dentro. Pero Gregorio intenta que no se lo quiten todo, se aferra a un cuadro de la pared y lucha para que no se lo quiten. Esto hace que la madre al verlo se desmaye y pierda el conocimiento. Al llegar el padre culpa de todo al escarabajo. Es entonces cuando Gregorio entra en la sala para ver cómo se encuentra la madre y el padre saca toda la brutalidad y fiereza que hay en su interior y le tira una manzana que le queda incrustada en el caparazón y le provoca mucho dolor. La hermana se convierte en la antagonista y el padre es muy brusco, pero la madre, débil y asmática, parece todavía quererle. De todos modos ellos no pueden verle ya como quien era, sino como a un escarabajo. Él, sin embargo, es el mismo. Lo único que ha cambiado es su imagen exterior y su productividad como trabajador, ya que su nueva condición le hace imposible proseguir su rutina laboral. Estos motivos, pues, llevan a su familia a rechazarlo y a verlo como una desgracia.
Aquí empieza la tercera parte de la historia, dónde empieza el motivo de las puertas. Hasta éste momento la habían mantenido abierta, pero ahora ya la cierran y desde la rendija sólo es capaz de ver lo que pasa en la sala de estar. Al no tener ya dinero se ven obligados a despedir a la criada y ponerse los tres a trabajar. Gregorio sigue mal herido mientras la manzana se pudre dentro de él y empieza a tener recuerdos de su vida.
Al poco tiempo entra una nueva criada al servicio de la casa y se cuida de la limpieza de la habitación de Gregorio que hasta el momento estaba olvidada. Ésta casi le mata un día con la silla por miedo a que le plantase cara. También por necesidades económicas meten en la casa a tres inquilinos a los que les no les dicen nada de la existencia de Gregorio. Mientras el cuarto de éste es usado de trastero y meten en el todo lo que no quieren.
Una noche, la hermana de Gregorio se pone a tocar el violín y los inquilinos se muestran interesados. De esta manera Grete se va a tocar a la sala de estar. A Gregorio el sonido del violín le da paz y le gusta mucho y decide introducirse en la sala de estar para ver a la hermana y hacérselo saber. Así es como se le cae la máscara a la hermana, su estado le repugna y asegura que hay que deshacerse de él, que no le entiende y que ya no es su hermano, que ya no es Gregorio. Gregorio se arrastra a su habitación deprimido al ver la traición de su hermana. Esa misma noche muere y la criada a la mañana siguiente encuentra su cuerpo ya menguado. Esa mañana sacan a los inquilinos del piso y deciden salir a pasear y escribir cada uno una carta al lugar donde trabajan para disculparse por el día que van a fallar. Es importante también el hecho de que deciden mudarse de casa y empezar una nueva vida, más tranquila, aliviados y ya sin Gregorio. Así abandonan el pasado.
Esta carta debió haber sido quemada por su amigo Max Brod que contravino el deseo del autor de quemar toda su obra. Se lanzó a editar su obra y a propagarla lo máximo posible para hacerla famosa y que la Humanidad disfrutase de ella.
Representa la rebelión filial que identifica a su padre como fuente de todas las represiones. Kafka no ve nada más que reproches hacia su padre culpándole del mundo en el que se encuentra sumergido a causa de su estricta educación.
Kafka no se atrevía a hablar directamente con su padre y escribió esta carta bajo el pretexto de fundamentar ante su progenitor el miedo que sentía por él. Tal vez, por exceso de prudencia, su madre jamás entregó la "Carta al padre" creyendo que en realidad, se trataba de una creación literaria.
En 1988 se subastó el manuscrito original de "El Proceso". Se vendió por la cantidad de 1.900.000 dólares, el precio más elevado pagado hasta la época por un manuscrito literario.
La novela lleva al lector por el camino de la angustia, en ningún momento se llega a saber si el protagonista ha hecho algo o si simplemente se encuentra en todo ese embrollo por alguna enemistad.
Joseph K. no termina de creerse que exista un tribunal que lo juzgue por "no se sabe qué", aunque al final termine por alimentar un sentimiento de autoinculpación.
Un día, Josef, el protagonista despierta en una habitación custodiada por dos vigilantes que le llevan a hablar con el juez, el cual le comunica que va a ser procesado. Es sometido a un interrogatorio, conoce al juez de instrucción y a su mujer que le dicen que les van a ayudar a superar el proceso.
Josef se informa sobre el tribunal, y eso no parece sentar bien a alguien, porque los dos vigilantes jurados del banco en el que Josef trabaja son azotados.
Un día llega un tío de Josef que se había enterado de que su sobrino estaba acusado y le encomienda a un abogado enfermo del corazón que solo se preocupara de cobrar sin hacer nada, Josef decide pedir ayuda a un pintor, después pide ayuda a un sacerdote, el cual mediante un relato le explica su situación ante la ley.
Una noche vienen a buscarle dos hombres que le llevan a las afueras de la ciudad, Josef piensa que le van a matar, le despojan de sus ropas y le muestran un cuchillo con el que Josef teóricamente tendría que suicidarse, al no aceptar el protagonista esta opción, uno de los hombres acaba con el proceso clavándole el cuchillo en el corazón.
El Proceso simboliza la falta de humanidad volcada habitualmente en los procesos judiciales, que trata a la gente como un número y no como un caso real. Deja una sensación de impotencia, ya que observas desde fuera la situación sin poder defender al protagonista a la vez que deja una sensación de angustia y duda, no sabes si se le acusa verídicamente o si por el contrario es un delincuente peligrosísimo, creo que ese es el mensaje que Kafka deja caer en el libro, que da igual lo que haya hecho el procesado o quien sea, todo el mundo tiene derecho a un proceso justo.
Al comienzo de la novela Josef está indignado por la acusación injusta, incluso llega a pensar que todo es una broma de sus compañeros de trabajo, poco a poco se va dando cuenta de la envergadura de la situación y se va interesando por su situación ante la justicia. Kafka lleva al lector por una oscuridad aterradora, haciendo sentir en algunos fragmentos la misma inquietud que el protagonista, sin saber en ningún momento la situación en la que se encuentra Josef.
De la lectura de esta novela se desprende una interpretación de la burocracia muy necia y desconsiderada que no tiene en cuenta a las personas y que no tiene un interés concreto en ayudar. Los funcionarios se encuentran en la misma situación ante el sistema. Al ciudadano no se le ofrecen garantías para su defensa.
Kafka sitúa al Derecho en la época en la que él vivió, en una Europa presuntamente denominada la cuna del Derecho convertida en caos. Al final, el protagonista termina asumiendo la culpa del delito que supuestamente ha cometido, al estar muy presionado por la justicia que termina creándole el peor sentimiento de culpa.
El Tribunal es una organización que no solo da trabajo a unos guardianes corruptos, a unos inspectores necios y petulantes y a unos jueces de instrucción cuya mejor cualidad es la de ser mediocres, sino que además, mantiene a una magistratura de grados superiores y supremos, con toda una caterva inevitable y un sin número de ordenanzas, escribientes, gendarmes y otros servicios auxiliares, probablemente incluso verdugos.
Su misión consiste en arrestar a personas inocentes y en instruir contra ellas un proceso absurdo y, como en mi caso, casi siempre sin resultado. Teniendo en cuenta la insensatez de todo esto, ¿cómo evitar la peor de las corrupciones en el cuerpo de funcionarios? Es imposible; ni siquiera el juez del tribunal supremo sería capaz de conseguirlo por sí mismo".
Seguramente, la novela “El Proceso” es un producto de sus vivencias personales. La deformación subjetiva que imprime a los hechos que ha motivado que se clasifique dentro del expresionismo y que se le vincule con el surrealismo. Expresa la desorientación metafísica del hombre de nuestro tiempo y la angustia de la destrucción de la persona por un sistema social absurdo, y que sin embargo, debe de asumir el individuo. Será una premonición de las catástrofes que se abatirán años después de su muerte sobre la humanidad de nuestra época.
El expresionismo se produce como reacción contra el materialismo del siglo XIX, y en pintura, como reacción contra el impresionismo.
La influencia del escritor checo Franz Kafka en todos los ámbitos de la cultura es tan incuestionable que incluso el término kafkiano se ha hecho universal y se sigue utilizando para describir atmósferas surrealistas, situaciones y reglas absurdas, la angustia del individuo frente al poder, la indefensión, las situaciones inhumanas, los problemas sociales o la frustración o situaciones donde el individuo es detenido sin saber el motivo "la condición humana".
Actualmente, no hay más que ver la avalancha de información que nos ofrecen los medios de información en manos de sus panegiristas y voceros, pero seguimos desinformados y "toda la información va en función de los intereses de quien paga la tinta de los medios".
Franz Kafka nos ha dejado un inmenso legado tanto en filosofía como en Humanidades. La obra de Franz Kafka continúa inspirando a generaciones de personas y escritores.
Kafka supo definirlo mejor que nadie cuando hablamos de lo absurdo que es un sistema en el que vivimos basado solo en la productividad. Es entonces cuando la propia Humanidad pierde su razón de ser como lo demuestra la angustia de sus personajes al considerarse una pieza sin valor dentro del sistema. El ser humano tendrá que recomponer su existencia.
Un mundo de pesadillas que se convierten en cruda realidad. Para el sistema solo importa tener los papeles en regla y quien se rebele es un pecador.
Pero sobre todo Kafka nos dejó casi sin saberlo una valiosa enseñanza:
"Si estás dudando en publicar un libro, empezar un proyecto, pintar un cuadro o cantar una canción, ¡Hazlo! No sabes a cuánta gente puedes llegar a cambiar la vida".
Desde la tumba de Franz Kafka en el Nuevo Cementerio Judío de Praga, para el blog de mis culpas...
La figura del escritor Franz Kafka ha sido tan importante para la
literatura checa y universal que hasta se han hecho sellos de correos,
monedas y billetes dedicados a su memoria, nombres de librerías,
lápices, cafés y hoteles con el nombre del Kafka o de sus obras, como
"Metamorfosis", entre un largo etcétera.
Kafka sigue viviendo en la actualidad, no sólo en la Casita Azul nº 22 situada en el Callejón del Oro donde escribió "Un médico rural", en el silencio tan solo roto por el sonido de su pluma hasta altas horas de la madrugada, sino que también vive en el corazón de todos los amantes de la literatura.
Calle Franz Kafka, en el Barrio Judío de Josefov
P.D. ¡Terezín, el campo de concentración que eligieron los nazis para engañar al mundo entero!
Aunque el campo de concentración de Terezín no sea tan conocido como Mathausen, Treblinka, Dachau o Auschwitz nos dará una idea sobre la enorme maldad que puede atesorar el ser humano cuando lo peor de una sociedad coge las riendas del poder.
Los judíos se bajaban en la estación de ferrocarril de Bohusóvice y en procesión eran dirigidos al campo de Terezin [actualmente un pueblo fantasma con 1.000 habitantes]. Las vías del tren la construían los propios prisioneros. Murieron más de 40.000 personas. El 9 de mayo de 1945 fueron liberados por las tropas soviéticas. Las cenizas de los judíos cremados eran arrojadas al río Eger para no levantar sospechas cuando entraran los aliados.
La visita a Terezín proyecta una atmósfera lúgubre como si estuviéramos viviendo la permanente angustia de la Segunda Guerra Mundial. Una visita con el trágico pasado que nos proyecta la película “El pianista”, “El niño del pijama de rayas”, o “La lista de Schindler”, entre otras.
En 1941 los nazis convirtieron una fortaleza del siglo XVIII en un gueto hasta 1945. En aquel lugar fueron encerrados los judíos procedentes de Bohemia y Moravia.
Terezín se convirtió en primer lugar en un centro de refugiados para los checos que huían tras la anexión de los Sudetes por parte de Adolf Hitler. Cuando el país fue tomado por los nazis, se convirtió una parte en prisión de la Gestapo, y otra en un gueto para más tarde ser convertido en un campo de deportación [la mayoría judíos] desde el que se enviaban trenes directos a Auschwitz.
Al entrar en el campo de concentración de Terezín destaca una frase engañosa con letras mayúsculas en alemán “ARBEIT MACHT FREI” [El trabajo os hará libre] frase que infundirá falsas esperanzas a los prisioneros bajo unas condiciones infrahumanas de hambrunas y epidemias.
El campo de concentración de Terezín nos muestra el pasado más amargo y cruel de Europa. A escasos metros de ese infierno vivían los comandantes nazis con sus familias, capaces de vivir en aquel terrorífico lugar sin remordimiento alguno, quienes antes de retirarse, al ver perdida la guerra, se dedicaron a eliminar el mayor número de prisioneros para ocultar las mayores pruebas de los enormes delitos y barbaridades cometidas.
Cada semana unos mil prisioneros de Terezín eran trasladados a los campos de exterminio como Auschwitz. Los nazis habían puesto en marcha su plan de “La Solución Final” cuyo objetivo era el exterminio de la población judía marcada con la estrella de David.
La industria de la muerte llegará a alcanzar las cotas más elevadas de crimen conocidas. De los 15.000 niños que estuvieron en Terezín sobrevivieron menos de 100. Si esto ocurría en los campos de transición, no hace falta mucha imaginación para conocer lo que ocurriría en Auschwitz.
Recorrer el túnel 17 de 1 km. de longitud, oscuro, largo y angustioso por el que debían circular los presos dejará marcado a cualquier persona que lo visite. Cabe imaginarse la tremenda angustia que tendrían que sentir los prisioneros inocentes.
Aquí estuvo preso el nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip tras haber asesinado al archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona del Imperio austrohúngaro, y a su esposa, en Sarajevo cuyas consecuencias darán lugar a la Primera Guerra Mundial.
Terezín fue concebido por los nazis como un campo de tránsito hacia Treblinka y Auschwitz donde practicar el genocidio. Sin embargo, a pesar del hacinamiento, la enfermedad y los trabajos forzados, se desarrolló una intensa actividad cultural, al ser muchos prisioneros intelectuales, pintores, escritores, músicos, etcétera.
El gusto de los alemanes por la música llevó a los músicos prisioneros del campo de concentración nazi a tocar sus instrumentos para sobrevivir, y mostrando los nazis a la opinión pública que en aquel lúgubre lugar se vivía de lujo y no se maltrataba a los judíos. La historia nos recuerda la película "Música para sobrevivir" de 1980 donde un grupo de mujeres prisioneras tuvieron que actuar en una orquesta para salvarse de una muerte segura a manos de los nazis en el campo de concentración de Auschwitz [Polonia].
Hay que tener en cuenta de que la población judía en las zonas de influencia nazis habían sido despojados de todo, bajo una situación de marginación, tenían prohibido salir a la calle, ir al colegio o hacer la compra. Sus negocios habían sido destruidos. Ante este panorama, muchos judíos serán engañados por los nazis bajo la promesa de que serían enviados a Palestina para iniciar una vida mejor.
La música tuvo un papel propagandístico como escaparate cuando alguna organización internacional visitaba aquellos campos. En 1944 una delegación de la Cruz Roja visitó el campo de concentración de Terezín. En aquella ocasión, Terezin fue cuidadosamente modificado para dar la apariencia de que era un lugar estupendo. Para reforzar la mentira, y aprovechando las grabaciones que hicieron durante la visita de la Cruz Roja, el Ministerio de Propaganda del Tercer Reich hizo una película: “El Führer le regala una ciudad a los judíos”.
Aquella película no libraría de la muerte a su director Kurt Gerron, un prisionero judío alemán, que fue enviado a Auschwitz nada más acabar el rodaje. Y lo mismo le sucedió a Hans Krása, que fue el compositor de una ópera escrita para niños que, aunque se había estrenado en 1938, en Terezín se interpretó en 1942 gracias a que Krása volvió a escribirla de memoria. Se representó en más de 50 veces, una de ellas durante la visita de la Cruz Roja.
El campo de concentración de Terezin fue utilizado por la propaganda nazi como “un ejemplo de los beneficios que una ciudad judía podía recibir bajo el régimen nazi”.
Terezín sería liberado por el Ejército Rojo en mayo de 1945
Un muro conmemorativo con los nombres de las víctimas del Holocausto se encuentra en el Nuevo Cementerio de Terezín, en Praga.
Tras la ocupación de Checoslovaquia, los nazis se llevaron a las tres hermanas de Franz Kafka al gueto de Lodz. De allí llevaron a Ottilie al campo de concentración de Theresienstadt y el 7 de octubre de 1943 al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde murió ese mismo día en las cámaras de gas, igual que otras 1318 personas que también acababan de llegar. Las otras dos hermanas también perecieron en el Holocausto. Ottilie era la hermana favorita de Kafka, posiblemente porque tuvo la valentía de independizarse pronto de su padre.
Greta Bloch, quien le diera un malogrado hijo que murió a los siete años [aunque no se ha podido comprobar] falleció a manos de un soldado nazi en 1944; y Milena corrió idéntica suerte en otro campo.
Enlaces interesantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario