lunes, 9 de septiembre de 2024

Una visita al templo de la cerveza, Praga



Se cuenta que cuando el escritor y viajero francés Stendhal, pseudónimo de Henri-Marie Beyle (1783-1842) visitó la Basílica de la Santa Crocce de Florencia en 1817 y estuvo expuesto durante un largo tiempo al estimulo que producen tantas obras de arte de incalculable belleza llegó a tal punto de emoción que comenzó a sudar [hiperhidrosis] y a sentir una mezcla entre angustia y felicidad, con un elevado ritmo cardíaco y palpitaciones que pueden producir incluso vértigo. Una especie de patología psicosomática que no sería descrita como síndrome hasta 1979 por la psiquiatra italiana Graziela Magherini, quien​ observó y describió más de cien casos similares al de Stendhal entre los turistas que visitaron Florencia, la cuna del Renacimiento, siendo documentado como “Síndrome de Stendhal”.

Algo similar nos ocurrió en la bella ciudad de Praga al contemplar una de las ciudades más bellas del mundo. Pero en esta ocasión, quiero confesar que una parte de la sudoración y elevación del ritmo cardíaco pudo deberse al síndrome de Stendhal, pero la otra, doy fe de que será necesario cargarla en la cuenta de nuestra intensa y didáctica ruta con parada obligatoria en cada “beergarden” donde degustamos una de las mejores cervezas del mundo "la Pilsner Urquell", la primera cerveza rubia del mundo.

San Wenceslao es el patrón de los cerveceros checos y por ello, entre otras circunstancias, se considera una de las mejores plazas de Praga. En 1353 tiene lugar la fundación del primer gremio de malta en Brno. Y en 2008, la Unión Europea declaró la Denominación de Origen Protegida de la cerveza checa.

¡Na Zdravi! [Salud]
 



Breve introducción

El origen de la cerveza se pierde en la noche de los tiempos. Alrededor del 9.000 a.C. el ser humano pasa de nómada a sedentario y comienza a recolectar todo lo que entendía que podía ser una fuente de nutrición. Cogió un poco de cebada silvestre y la guardó en una especie de recipiente. Cuando comienza a llover, el recipiente con la cebada en su interior se llena de agua de lluvia y los azúcares de la cebada comienzan a convertirse en etanol y dióxido de carbono. El más decidido prueba aquello con espuma y comienza a ver la vida de un color especial. Aquella valiosa información será asimilada por el resto de la tribu. El arado y la rueda para el cultivo de la cebada y de otros cereales sólo será cuestión de tiempo.

La cerveza era una bebida muy antigua elaborada ya en la antigua civilización Sumeria y en Mesopotamia hace más de 6.000 años a C. Unas tablillas de arcilla con escritura cuneiforme de la antigua Mesopotamia [3100 a.C.] registra ya el uso de esta bebida varias veces milenaria. En Mesopotamia se lavaban las heridas con las bondades de la cerveza para prevenir la infección.

En la epopeya Babilónica “Gilgamesh” [civilización sumeria o mesopotámica 3.000 a.C.] cuenta la historia de “Einkidu”, un hombre salvaje que llega a civilizarse por beber cerveza. Cuando la probó se puso de buen humor y se le iluminó la cara.

La mastaba de Ptahhotep, visir del rey Isesi, en la V dinastía, 2.400 a.C. en Saqqara, ofrece escenas de la elaboración de la cerveza labradas en sus paredes. El anciano escriba fue el autor de las Máximas o Sabiduría de Ptahhotep [considerado el libro más antiguo del mundo], como una serie de principios morales acerca del modo en que los hombres se deben conducir con rectitud. Ptahhotep en sus “Instrucciones” indicaba el comportamiento que se debía seguir en la “Casa de Cerveza”.

El oficio de maestro cervecero era muy importante y respetado en el Antiguo Egipto con abundantes privilegios como el derecho a poseer una tumba en la necrópolis de Tebas. Adulterar la cerveza se consideraba un delito, y una ofensa a los dioses que podía castigarse hasta con la muerte.

Uno de los decretos en la antigua Mesopotamia en tiempos de Hammurabi [1810 a.C.-1750 a.C.] dispuso las normas sobre la fabricación de la cerveza y del vino, precio del producto, concentración adecuada y sanciones para aquellos que la adulteraran. A quien adulterase la cerveza se le condenaba a ser ahogado en la misma bebida.

En la tumba de Amenhotep II o Amenofis II ​ [1.443 a 1.417 a. C] séptimo faraón de la Dinastía XVIII de Egipto, se explica el ciclo completo de la elaboración de la cerveza. Desde la recogida del cereal llegaba la elaboración de las tortas de pan, el malteado o germinación al sumergirlo en el agua, amasado, transporte de barriles en barcos y fiestas donde se bebe tan divina y ancestral bebida.

El “pan y la cerveza” fueron considerados los dos ojos de Osiris, el dios de los muertos y de la agricultura. Otras tradiciones sostienen que fue la diosa Hathor quien elaboró “con sus propias manos” la cerveza, probablemente de la cebada o del trigo. Por esa misma fecha, los egipcios serían los primeros en iniciar una producción a gran escala para poder responder a la alta demanda social.

Los antiguos egipcios atribuían la invención de la cerveza a Osiris, dios de la muerte y de la agricultura que enseñó a la Humanidad la elaboración de la cerveza. En la tumba de la reina Ty en Saqqara, esposa de Amenhotep III [1390 a 1353 a. C.] de la XVIII Dinastía, se encuentra la fórmula de la elaboración de la cerveza. En algunas tumbas llegaron a incluirse pequeñas fábricas de pan y cerveza para poder abastecer a los difuntos en el más allá.

Como caso curioso cabe destacar que en el año 1166 a.C., durante el reinado del faraón Ramsés III, los obreros que levantaban la tumba al faraón, decidieron cruzarse de brazos ante el prolongado retraso en el pago en cerveza sólida como parte de su salario para saciar su hambre y su sed. Será la primera huelga documentada de la historia. La cerveza era un producto indispensable en la dieta del Antiguo Egipto que mantenía a las personas fuertes, saludables e increíblemente productivas.

El pan y la cerveza también serán considerados como los nuevos ojos de “Horus”. La cerveza como base de la dieta llegaría a ser uno de los tres pilares de la alimentación egipcia, junto con el pan y la cebolla. La cerveza también era utilizada en el ritual mortuorio del Antiguo Egipto.

La cerveza formaba parte de las raciones diarias de los trabajadores y maestros constructores de las pirámides, soldados y escribas. Si el vino era la bebida por excelencia en la cultura grecorromana, la cerveza será su equivalente en Oriente.

Los antiguos egipcios atribuían a la cerveza orígenes divinos. Sejmet, diosa guerrera, con cuerpo de mujer y cabeza de leona, fue enviada por su padre, el poderoso Ra, dios del cielo, del Sol y del origen de la vida, para castigar a la humanidad por dejar de adorarlo. Pero el escarmiento impartido por Sejmet fue tan duro que el propio Ra, para calmarla, le dio a beber cerveza roja (habitualmente se elaboraba la bebida con trigo rojo, espelta), diciéndole que se trataba de la sangre de todos los hombres. Embriagada por el trago, Sejmet paladeó la felicidad y acabó transformándose en Hathor, diosa egipcia del amor, la alegría, la danza y la música.

El griego Heródoto de Halicarnaso "padre de la historia", ya comentaba la preparación de la cerveza en el siglo V a. de C. El creador de la medicina moderna, el griego Hipócrates, dejó escrito sobre la cerveza:

"... es calmante, suave, fortalece las encías y el corazón, apaga la sed, facilita la evacuación de orina en caso de necesidad, y no tiene efectos nocivos sobre la digestión,...", aunque los romanos la consideraban como una bebida de bárbaros.
 
Los temibles vikingos brindaban con cerveza al grito nórdico de “skoll” [salud]. Etimológicamente, cerveza procede del latín “cervicia o cerevisia”, en referencia a Ceres, diosa de la agricultura. De la antigua Mesopotamia pasó a ser elaborada por los egipcios que recogieron sabiamente los métodos de estas civilizaciones ancestrales sentando las bases para la futura cerveza considerada como alimento por su poder calórico y alimenticio. La antigua Roma importó estas recetas para Occidente, siendo el “Carpe diem” [cosecha el día o vive el presente] para los romanos. Esta locución se le atribuye al poeta romano Horacio [65-8 a.C.], amigo de Virgilio.

En el Museo Nacional de El Cairo se encuentra escrita en jeroglífico, una tablilla que indica cómo hay que proceder:

“Hay que dejar macerar e inflar los granos de cebada durante un día en agua clara. Después, hay que humedecerlos con agua y escurrirlos en un recipiente o bandeja con agujeros en su base. Después se seca y se infla al sol”.

Hace dos milenios, los humanos conocían los beneficios de la tetraciclina, un antibiótico natural de amplio espectro producido por la bacteria Streptomyces. Parece ser que los nubios sudaneses consumían regularmente tetraciclina, principalmente a través de la cerveza como medicina. Se descubrieron trazas saturadas de tetraciclina en los huesos de la tibia de adultos y en el cráneo de un niño, lo que nos indica su uso como medicina. La levadura de la cerveza "Saccharomyces cerevisiae" también restaura la flora intestinal. Su color dorado hacía creer a los nativos que se encontraban ante algo parecido al oro, al que muchos pueblos reverenciaban.

Durante la Edad Media, serían los monasterios quienes se encargarán de perfeccionar las recetas que habían arribado a Europa. Los monasterios con sus monjes fueron fundamentales en la historia de la cerveza, produciendo incluso sus propias variedades en los monasterios y abadías. Tras la elaboración de la cerveza, era necesario tener algún mártir al que agradecer la elaboración del oro líquido que por otra parte, ayudaba a combatir enfermedades, servía de alimento a los más desnutridos y se ingería en vez de las aguas insalubres que durante la Edad Media era frecuente.

San Patricio [ca. 385-461], quien según cuenta la leyenda, de adolescente, fue secuestrado por piratas y llevado a Irlanda. Allí aprendió la lengua y desarrolló un gusto por la cerveza. Cuando consiguió escapar, Patricio estuvo un tiempo en la Galia, pero regresó a Irlanda para predicar el Evangelio, quien supo ganarse su apoyo y convertir al cristianismo a los clanes que controlaban la isla produciendo cerveza en los pozos y arroyos irlandeses. Cada 17 de marzo se celebra su festividad.

Santa Brígida de Kildare [450-525] patrona de Irlanda, era una apasionada de la cerveza. Durante muchos años trabajó en una colonia de leprosos y, según la fábula, estos enfermos le pedían cerveza continuamente. Por ello rogó a Dios que cambiara el agua del baño por esta bebida y, tras obrarse el milagro, la birra comenzó a manar de sus grifos. No obstante, su verdadera especialidad era producirla, no solo para su congregación sino para otras dieciocho.

San Arnulfo de Metz [582-640], el patrón oficial de los cerveceros de Lorena, quien en tiempos de epidemia en Francia animaba a sus fieles a sustituir el agua corrupta por cerveza debido a que en su proceso de fabricación se eliminaban gérmenes patógenos.

San Arnulfo de Soissons [1040-1087], monje benedictino, será el patrono de los recolectores de lúpulo por su predicación en la región belga de Brabante. Se dice que durante una batalla en Flandes pidió a Dios cerveza para dar fuerza a sus soldados, que recobraron el espíritu tras ello y ganaron la contienda.

La abadesa Hildegard von Bingen [1098-1179], santa abadesa benedictina alemana, fue también impulsora del consumo de cerveza, siendo muy consciente del poder antibacteriano del lúpulo y de las propiedades de la bebida, que recogió en un tratado “Physica sive Subtilitatu”.

Pilsen y Praga son dos grandes referentes de la cerveza en la República Checa, siendo Praga la capital mundial de la cerveza, y San Wenceslao [907-935] el patrón de los cerveceros, cuya festividad se celebra cada 28 de septiembre. Durante su vida San Wenceslao apoyó a los cerveceros locales al implantar la pena de muerte para cualquiera que se viera sorprendido exportando lúpulo ya que quería preservar el sabor singular de la cerveza checa.

En los monasterios checos se produce cerveza desde el año 993 de nuestra era. El primer registro escrito sobre el proceso de la cerveza pertenece a los monjes benedictinos del Monasterio de Břenov es de 1088. La Cerveceria “Las tres Rosas” [U Tri Ruzi] tiene su origen el siglo XV [ubicada en el barrio de Staré Mesto]. La tradicional cervecería U Dvou koček (Las Dos Gatas) en el centro de la ciudad, data del año 1678. El compositor W.A. Mozart era uno de sus clientes habituales.
 
Como curiosidad cabe decir que una de las cervezas más caras del mundo en edición limitada y numerada se llama "Tutankhamun Ale", y se elabora según la receta recuperada en 1990 por unos arqueólogos de la Universidad de Cambridge en el Templo del Sol de la reina Nefertiti, esposa real de Akenatón (1353-1336 a. C.) de la XVIII Dinastía, en unas excavaciones arqueológicas realizadas en Tell el-Amarna, una colina en la ribera oriental del Nilo, región natal de Tutankhamón, que mandara construir su padre, el revolucionario Akhenatón, siendo olvidada tras su muerte en 1336 a.C.
 


Cuando la calima estival comienza mostrar sus últimos estertores en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, que por estas fechas se prepara para vestirse de faralaes ["farah", proviene del andalusí que significa alegría y "lebs" significa traje] aprovechamos el 65º aniversario del que escribe estas humildes letrillas para orientar nuestro mascarón de proa didáctica desde el Aeropuerto de San Pablo en Sevilla, hacia la Ciudad Vieja de Praga, posiblemente una de las ciudades más bellas del mundo y cuna natal del escritor Frank Kafka, en el Centenario de su muerte. 

El nombre del Aeropuerto de San Pablo de Sevilla se debe a que los antiguos terrenos donde se ubica en la actualidad formaban parte en la década de 1930 de un cortijo llamado San Pablo, propiedad del torero Ignacio Sánchez Mejías, cuñado del mítico torero Joselito «El Gallo» y uno de los mecenas de la Generación del 27, a quien Lorca inmortalizó con unos inmortales versos "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”.
 
Dicen los buenos cerveceros, esos que entienden de cervezas, aromas y matices, que la mejor cerveza tradicional del mundo hay que degustarla en Praga, siendo la cerveza más popular la pilsner [velké o cerveza grande]. La Pilsener Urquell, no sólo es la cerveza más valorada por los checos, sino también la primera cerveza estilo Pilsen (lager rubia) de la historia.
 
Pilsen es la ciudad cervecera más importante de la República Checa desde el siglo XIII gracias a la calidad y cantidad del lúpulo que se cosecha en la zona. El nombre de Pilzen, proviene de una ciudad ubicada a unos 90 km de Praga. La cerveza más "famosa" o "consumida" es la Pilsner Urquell, la primera cerveza rubia de la historia que nació el 5 de octubre de 1842.
 
"Urquell" significa en alemán "de la fuente original"

Cuentan las páginas de la historia que en 1836, los habitantes de la ciudad de Pilsen cansados de la mala calidad de su cerveza, se manifestaron y lanzaron 36 grades barriles de cerveza contra la fachada del ayuntamiento de la ciudad para mostrar su descontento.

Entonces, la Pilsner Urquell decidió contratar a un famoso maestro cervecero de Baviera, Josef Groll, quien mezcló el agua de gran pureza proveniente de los manantiales que corrían bajo la fábrica, el famoso lúpulo Saaz aromático, cebada checa y levadura. Había nacido la cerveza lager dorada, transparente y espumosa. El cristal de bohemia hará que se ponga de moda beber cerveza en copas de cristal.

La malta, lúpulo de alta calidad de la región de Zatec [Saaz en alemán] en Bohemia del Norte con el 90% de agua pura y transparente de los manantiales son las materias primas fundamentales. El lúpulo y la ciudad de Žatec han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La primera cerveza rubia, nítida y transparente "Pilsner Urquell" fue tirada el 5 de octubre de 1842 y mostrada al público el 11 de octubre. Pronto su fama se extendió por todo el mundo.

La primera cerveza Pilsner Urquell que llegó a Praga procedente de Pilsen se sirvió el 8 de abril de 1843 en el restaurante U Pinkasů [Casa de Pinkas] situado en la Ciudad Vieja y a pocos pasos de la Plaza Wenceslao. La cervecería pronto se convertiría en el centro de reunión de los intelectuales del renacimiento nacional checo. 

Jakub Pinkas, sastre de oficio, se trasladó a Praga desde Budětice, un pueblo situado cerca de Pilsen. En breve se asentó en una casa del centro de Praga para ejercer su oficio. En ocasiones alojaba en su hogar a un cochero que le trajo a cambio dos barriles de una nueva cerveza que acababa de estrenarse en Pilsen. Eso fue el 8 de abril de 1843.

Pinkas colocó la cerveza en el sótano y empezó a ofrecérsela a sus clientes. Estaba tan rica que la gente visitaba su casa más por este “oro líquido” que por pedir encargos de trajes.

Por otro lado, la cervecería “U Fleků” es un lugar casi de culto y de peregrinación, siendo la más antigua de Praga y posiblemente de Europa elaborando su propia cerveza artesanal que hunde sus raíces en 1499, con música en directo.

Si en España predomina como unidad de volumen el tercio o el quinto, en Praga es normal beber en jarras de medio litro hacia arriba. Existen en la capital checa grandes rutas de la cerveza que estimulan el buen paladar.

La fábrica Pilsen Urquell al estar mecanizada trabaja las 24 horas del día embotellando más de dos millones y medio de cervezas diarias. 
 

En Praga existen tres maneras de tirar una buena cerveza artesanal: 
  • Hladinka [tres partes de cerveza y una de espuma].
  • Snyt [2 partes de cerveza y tres de espuma].
  • Mliko [casi toda la jarra con espuma].

Por otro lado, existen grandes místicos de la cerveza que la entienden como un don divino [da igual que sea rubia, negra o tostada], y por tanto, realizan una peregrinación periódica a Praga o Múnich como la meca de las cervezas “se hace camino al andar” para estimular su afición por ese alimento líquido que se pierde en la noche de los tiempos y que forma parte por derecho propio de nuestra "Dieta Mediterránea".
 
Se me viene a la cabeza la letra de la popular canción "La Chevecha" de Palito Ortega, allá por 1968:

Que chabocha la chevecha
Que che chube a la cabecha...

O la Polca del Barril:

Buena cerveza la que tomamos aquí,
Buena cerveza, saquen un nuevo barril
Buena cerveza, ¿qué más se puede pedir?...



Para desplazarnos por Praga utilizamos el tradicional tranvía. Un servicio público puntual que nos acercaba desde el hotel hasta el centro histórico atravesando el Puente de Mánes sobre el río Moldava [nº 15]. Los mayores de 65 años se encuentran exentos del pago del billete.

Nada más llegar al centro histórico de Praga nuestra retina captaba no sólo los numerosos monumentos, plazas y museos, iglesias, torres y chapiteles sino también los frondosos parques junto al río Moldava donde se ubican los prestigiosos “Beergarden” o jardines de las cervezas que invitan al turista a realizar un alto en el camino. Sorprende la fortaleza de las manos de los camareros o camareras al llevar tantas jarras de cerveza de 1/2 litro entre sus manos.
 
No hace falta ser un lince para darse cuenta de que la cerveza en Praga es considerada una institución, y que el lúpulo de calidad es una especie de esmeralda" o "El Dorado" para la industria cervecera checa.

Son numerosas las cervecerías entre las sinuosas callejuelas empedradas donde degustar la rubia perfecta con su corona de blanca espuma en las jarras de medio litro en forma de pinta, aunque bien es cierto que casi todos conocemos a alguien que ha sido dotado por la diosa “Ceres” para beberse no sólo la pinta, sino la Niña e incluso hasta la Santa María, si fuera necesario. Algunos son capaces de beberse hasta la flota entera.

Un euro equivale a 25 coronas checas. Y una jarra de medio litro de cerveza de barril en el centro de Praga costaba sobre unas 65 coronas checas  [sobre unos dos euros y medio], lo que estimula al viajero para hidratarse con mayor frecuencia.

Como dato orientativo cabe resaltar que cerca de Trafalgar Square en Londres, una pinta nos costó 8 libras en noviembre de 2016. Y junto al Museo del Louvre, en París, una jarra de 0,5 litro de cerveza costaba 9 euros en diciembre de 2019. No cabe duda de que Praga se encuentra a la cabeza de la Champion League de la cerveza en relación calidad/precio.
 
Una parte del volumen de la jarra lo forma la espuma [elemento fundamental para mantenerla fría y evitar su oxidación] que se queda depositada en la parte superior de la jarra, lo que garantiza que ha sido tirada correctamente. En Praga la cerveza es considerada el "pan líquido" aspirando la cultura cervecera checa a ser considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

No son pocos los amigos de la tierra de Villalón que manifiestan que no le gusta tanta espuma en la cerveza ya que no piensan utilizarla para afeitarse. 

¡Hay gente pa tó! [hubiese dicho el famoso torero Rafael Ortega "El Gallo"]

Tengo que confesar que los viajeros que vamos desde la tierra de Villalón a Praga preferimos la cerveza bien colmada y con el menor volumen posible de espuma.

No podemos olvidar que las tabernas tienen su origen en las antiguas “tabernaes” romanas donde se expendían productos como el pan, el aceite, el vino, la cerveza, etcétera. En este contexto es natural que en todas las celebraciones aparezcan el vino o la cerveza. La cerveza checa tiene ese punto exacto de amargor, cuerpo, etcétera. Cada bar o restaurante en Praga elabora su propia cerveza artesanal y algunos te ofrecen hasta un planillo con su elaboración artesanal, como por ejemplo, en la terraza Pivovar Sv. Norbert Strahov, frente al Monasterio Strahov de Praga [1400].
 
Gambrinus es una de las cervezas más populares de la República Checa, lo que nos recuerda el popular personaje en España a una prestigiosa marca de cervezas ubicada en la tierra hispalense, no muy lejos de la de Villalón.

La leyenda de Gambrinus

Gambrinus fue un personaje legendario que se convirtió en el Rey de la Cerveza porque olvidó su mal de amores gracias precisamente a la cerveza que resultó ser el único remedio eficaz que lograría curar las heridas de amor del joven aprendiz de vidriero.

Gambrinus se enamoró de la bella Flandrín, hija de su maestro en la vidriera donde trabajaba, siendo rechazada por ésta al carecer del estatus necesario para ser aceptado por su familia. Gambrinus, con el corazón partío corrió al bosque con la intención de suicidarse. Una vez allí, el Diablo le propuso un trato: su alma a cambio de un don para conquistar a su amor. Y si esto no funcionase, le daría una pócima a cambio que le hiciera olvidarse de la chica. Gambrinus acepta, y el Diablo le convirtió en un músico con su violín, pero esto no fue suficiente para enamorar a la chica. Entonces, haciendo honor de su palabra, el Diablo le dio a Gambrinus una bebida que le ayudaría a olvidarla “la cerveza”.

Gambrinus empezó a elaborar y beber cerveza y, a medida que bebía y bebía más jarras, el recuerdo de su amada, se irá diluyendo poco a poco en su memoria.

Es necesario destacar que la cerveza en la República Checa es más barata que el agua mineral, lo que invita a “beber con moderación”. Las cervecerías son lugares de culto al alimento líquido y lugar de socialización donde se vertebran gratas conversaciones entre amigos.

Cuando no se desee que nos sirvan más cerveza solo deberemos colocar el posavasos sobre el vaso o la jarra. Colocar el posavasos sobre la mesa significa que queremos que nos sirvan otra jarra de cerveza. De lo contrario, el camarero, al no conocer nuestro idioma, no nos entenderá y pasara de largo.

La cerveza en Praga forma parte del Patrimonio Nacional de Chequia.

Ciudades del mundo donde más cerveza se consume:

1. Praga 145 litros por persona/año

2. Varsovia y Cracovia 127 litros.

3. Fráncfort, Múnich y Berlín 107 litros.

4. Venecia 106 litros.

5. Madrid, Sevilla, Málaga, Barcelona, Viena y Helsinki 104 litros.

6. Dublín 93 litros.

Los checos son los mayores consumidores de cerveza del mundo siendo Praga el epicentro del consumo de cerveza a nivel mundial [468 cervezas anuales por persona].

A nivel de países le sigue España con 417 cervezas/año, Alemania, con 411, Polonia, con 398 y Austria, con 389.

El buen tiempo invita a visitar los templos cerveceros ya que la cerveza fría es un gran aliado contra las temperaturas extremas durante la época estival. La cerveza no distingue entre sexos ni clases sociales encontrándose incluida dentro de la Dieta Mediterránea como herencia cultural de nuestros ancestros.
 

 


La Cervecería “Las dos gatas” [U Dvon Kocek] data de 1678. Mozart era uno de sus clientes habituales. [U] significa cervecería en Praga. En una de nuestras rutas hicimos un alto en el camino en la cervecería "Las dos gatas", donde W.A. Mozart era cliente habitual.


Cuando se pide una cerveza en un bar de Praga se pronuncia ¡Pivo!

Cada vez que se bebe un sorbo de cerveza hay que chocar las jarras y decir:

¡Na Zdravi! [Salud]

Sorprende la "Cervecería Vytopna" [Vytopna Railway Restaurant] que proyectaba cierta nostalgia de nuestra infancia al ser servida las jarras de cerveza en trenes de juguete.

Todas las mesas del restaurante se encuentran conectadas por las vías del tren y los bancos de los clientes son los mismos que tenían los trenes antiguos.
 


De camino a la Ciudad Vieja nos encontramos en el Puente Carlos una banda de jazz estimulando los tímpanos de turistas y viajeros. Dicen que cada checo lleva un músico dentro.
 
 
La cafetería Louvre

Entre la Plaza de San Wenceslao y el Teatro Nacional, en el malecón del Moldava se encuentra la cafetería Louvre, que fuera frecuentado por Franz Kafka y por el genial físico alemán de origen judío Albert Einstein que participaba en sus tertulias. La cafetería Louvre ubicada en la Avenida Nacional de Praga era la preferida de la élite cultural en su época.

La visita a los cafés le servirá a Kafka como inspiración literaria. El autor de “Cartas al padre” solía visitar los cafés haciendo amigos leales mientras participaba en las tertulias.

Kafka también solía frecuentar la cafetería “El unicornio dorado” y “Savoy” en Mala Straná.

 

Terminada nuestra particular ruta cultural en Praga, y saturados de puentes, museos, castillos, palacios, iglesias, chapiteles, monumentos y “beergardens” dedicados al culto de la cerveza como oro líquido, orientamos de nuevo nuestro mascarón de proa didáctica hacia nuestro lugar de origen ubicado en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, donde el toque de Morón como elemento característico [con un sinfín de falsetas nuevas y originales así como una forma distinta de marcar, separar y enmarcar los compases] ha forjado una de nuestras principales señas de identidad cultural que vuelve a estimular nuestros sueños blancos.

...Y aprovecho para brindar desde Praga, recordando al genial Diego del Gastor que permanece en nuestra memoria colectiva. Diego brindaba junto a su amigo Andrés "Chimenea" y Paco “El Perfecto” con aquella inmortal frase que ha quedado grabada en la memoria colectiva de mi pueblo, demostrando una sensibilidad para quitarse el sombrero:

"Brindemos por la libertad de los pueblos"

...Y su amigo Paco “el Perfecto” comenzaba a recitar un poema de Lorca

¡Sublime!
 

Dice la leyenda que la faraona Cleopatra se bañaba en leche de burra para hidratar, tonificar y revitalizar su bella piel. A falta de leche de burra, en Praga existen los "Beer Spa" que al parecer revitaliza la piel aunque perjudica el bolsillo. Se utilizan unas tinas de madera roble llenas de agua caliente donde se añaden ingredientes naturales en la elaboración de la cerveza "malta lúpulo y levadura", con la posibilidad de degustar una buena cerveza checa sin límites "para los hooligans de la cerveza".


La Cervecería Bernard cerraba sus puertas el jueves, 5 de septiembre de 2024

 
Algunas curiosidades sobre la cerveza checa

Realizamos nuestro tour de la cerveza con Nacho como cicerón quien nos manifestó que el negocio de la cerveza sea posiblemente el mayor de la Humanidad, con decenas de miles de barriles cada día. Hasta tal punto es importante la cerveza en Praga que algún que otro dirigente político ha llegado incluso a perder las elecciones por subirle el impuesto a la cerveza, encendiendo los ánimos tanto de los taberneros como de los sufridos consumidores.

El mayor conflicto judicial de la historia de la cerveza entre checos y americanos ha sido por una marca de cerveza "Budweiser".

En 1861 un inmigrante alemán llamado Adolphus Busch se casaba con la hija de Eberhard Anhauser, un conocido cervecero de St Louis (USA). Se creaba la empresa AB [Anheuser-Busch] que inscribió la marca registrada “Budweiser” en Estados Unidos en 1876 [inspirada en las recetas de las cervezas de Bohemia], casi veinte años antes que lo hiciera la empresa checa. A la empresa AB lo que le interesaba era el control comercial de la marca.

Comenzaba un litigio que durará más de un siglo…

La disputa del nombre “Budweiser” es considerado el conflicto mercantil más antiguo que enfrenta a las marcas Budweiser Budvár y American Bud, cuyos primeros litigios judiciales se remontan al año 1880. En 1876 la marca Anheuser-Busch [AB] creada por Adolphus Busch comenzó a elaborar una marca de cerveza que llamaron con ese mismo nombre, "Budweiser”.

En 1911, ambas cervecerías firmaron un acuerdo por el que la Budvar de Ceske Budejovice se quedaba con el derecho a usar la marca Budweiser para todo el mundo mientras que AB podía usar la marca registrada Budweiser en todo el planeta menos en Europa.

En 1939, aprovechándose de la invasión nazi de Checoslovaquia, se llega a un acuerdo comercial por el que la marca checa se reserva el nombre de «Budweiser» en Europa, y la marca estadounidense abarcaría el resto del mundo. En los años sesenta AB empezó a vender su cerveza en Europa bajo la marca Bud.
 
Una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) en agosto de 2010 daba la razón al fabricante checo de cerveza Budejovicky Budvar, titular de la marca "Budweiser" en la UE no pudiendo la marca americana fabricar en Europa. La cerveza Budweiser es checa.

La marca Budweiser checa se envasa en la botella verde.
La marca Budweiser americana en la botella marrón.

Existen tres tipos de cerveza:
  • De alta fermentación
  • De baja fermentación
  • Y de fermentación espontánea.
La cerveza checa tiene muy poco carbónico a una temperatura entre 2 y 4º. Los grifos se limpian semanalmente. Si existe un buen tiraje se limpian los conductos mientras que si el tiraje es escaso se pegan los restos en los conductos. La cerveza proviene de tanques con capacidad entre 1000 y 1500 litros.
 


La cerveza Kozel es la cerveza tostada más vendida del mundo
 

Tirar cerveza en Praga es considerado un pecado. Por ello, cuando es necesario tirar alguna, se aprovecha para realizar la salsa del tradicional codillo.
 
La Pilsen Lager es el 75% de la cerveza mundial.
 
Algunas propiedades de la cerveza:

  • La cerveza previene el Alzheimer, no engorda una al día de 1/2 litro. El lúpulo abre el apetito.
  • A las embarazadas se les recomienda cerveza artesanal.
  • Contiene ácido fólico.
  • Previene la anemia.
  •  Con moderación es buena para el corazón.
  • Ayuda a controlar la hipertensión.
  • Es diurética y buena para los riñones.
  • Fortalece los huesos.
  • Aumenta el colesterol bueno [HDL].
La cerveza sin alcohol tiene pocos adeptos en Praga. Nadie coge el coche en Praga porque existe un buen servicio público, lo que permite el consumo de cerveza.


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