El pasado viernes 8 de noviembre de 2025 a las 17:00 horas tuvimos la oportunidad de asistir a la representación teatral de la Leyenda del Gallo de Morón. Una recreación teatral bajo las órdenes de su director Raúl Cortés de la compañía La Periférica, quien ha impulsado este ilusionante proyecto contando con más de un centenar de vecinos actores del pueblo [entre ellos, la banda de música, el Coro de Vocalia Ora, la Academia de Baile de Carmen Lozano, etc.] junto a profesionales para interpretar esta leyenda.
En el Pozo Nuevo de Morón lucían colgados de las farolas los rostros de los actores anunciando que la puesta en escena de "La Leyenda del Gallo" era una cuestión de días. Han sido días de ensayos que han entusiasmado a muchos vecinos que han formado parte del reparto de esta gran puesta en escena.
El viernes 8 de noviembre, sobre las 18:00 horas, tuvo lugar un pasacalles desde la Plazoneta Meneses hasta la feria medieval ubicada en el entorno de San Miguel, recreando el ambiente propicio para trasladarnos al contexto histórico de la obra.
Hubo dos funciones (12:00 y 17:00 horas] agotándose todas las entradas puestas a la venta, tanto vía internet como de manera física en la Oficina de Turismo ubicada en el Espacio Santa Clara. Tal ha sido la demanda, que muchas personas se han quedado sin poder asistir a tan magno acontecimiento cultural en la tierra de Villalón, aunque posiblemente la obra tras su éxito pueda repetirse cada año.
El artista moronense Alejandro Pérez ha sido el autor del cartel anunciador de esta obra de teatro inspirándose en el cuadro "La Romería de San Isidro", perteneciente a las Pinturas Negras, del universal pintor Francisco de Goya.
Óleo pintado por Alejandro Pérez que representa "La Leyenda del Gallo de Morón"
El Gallo de Morón camino de Canillas
Ha dejado de ser Gallo para cantar a lo gallina
Foto. Ayto. de Morón
Foto. Yoryi Cruces
Como manifestamos en un anterior artículo dedicado a la película "Cuando nadie nos ve" de que Morón no se había visto nunca en otra cinematográficamente hablando, al tomar las cámaras de cine las calles de mi pueblo contando con cientos de figurantes, también se puede decir que la obra de teatro "La Leyenda del Gallo de Morón" ha hecho algo similar en la Plaza de San Miguel, poniendo ambas disciplinas, cine y teatro, a Morón como fiel referente de su historia que permanece en la memoria colectiva de nuestra tierra.
La Leyenda del Gallo de Morón recoge el carácter de su gente, que olvida su división cuando tiene que afrontar metas más elevadas como combatir la tiranía y su derecho a existir como pueblo.
Morón con este magnífico espectáculo teatral ha vuelto en esta ocasión al siglo XVI. Unos vecinos sin experiencia previa en obras de teatro que han interpretado con sus trajes de época el papel de la gente del pueblo, otros han formado parte de la aristocracia, e incluso algunos vecinos han interpretado el papel del marqués, juez y ostentado hasta el cargo de gobernador de la villa, aunque haya sido de manera efímera. En la obra aparece la sempiterna lucha de clases junto con los abusos de la tiranía.
Todo un elenco de actores profesionales, vecinos y hasta algunos reclusos del centro penitenciario Sevilla II que se han integrado plenamente en el reparto, sumando entre todos más de 130 integrantes que se han fusionado para plantar cara a los abusos del poder.
No cabe duda de que detrás de esta obra ha existido un gran trabajo con muchos ensayos generales participando algunos componentes de la banda de música, la escuela de baile de Carmen Lozano, carruaje y caballos de Antonio Cortés, que junto con el vestuario de la época han creado esa atmósfera que nos ha proyectado hasta tiempos muy pretéritos de nuestra historia.
Y todo ello, en el magnífico entorno que nos ofrece la iglesia de San Miguel [Catedral de la Sierra Sur la nombraría un profesor de historia en los años 70 del pasado siglo], en cuya fachada del barroco tardío de Diego Díaz [1726] se pueden observar dos escudos: el del Cabildo Eclesiástico ubicado a la derecha, y el de los Téllez-Girón, a la izquierda.
A la izquierda de la fachada se encuentra la Torre Campanario edificada por los Maestros Mayores Cristóbal Ortiz y Francisco Moreno, en el siglo XVII, quienes siguieron un proyecto de Vermondo Resta sobre los cimientos de un alminar almohade existente orientado al sureste, con una altura de 46,81 metros, rematado por un campanario con nueve campanas de bronce colocadas entre 1680 y 1700. La torre consta de tres cuerpos rematados por un último cuerpo de planta circular o linterna, culminado por una cúpula semiesférica con la veleta de San Miguel.
Presidiendo el entorno y en su parte más elevada se encuentra su histórica alcazaba, que llegó a ser Reino de Taifa tras la desintegración del Califato de Córdoba, y que tampoco quiso perderse la función de "La Leyenda del Gallo de Morón" donde el "célebre Gallo Esquivel" no tiene más remedio que coger el Camino de Canillas "sin plumas y cacareando".
La obra de teatro ha contado en el entorno histórico con un mercado medieval que recrea las costumbres de los gremios de la época, donde han brillado con luz propia los trajes de dicho periodo histórico, diversos puestos de miel natural, especias, pan de pueblo de harina ecológica, quesos artesanales, aceite de oliva virgen extra, embutidos, artesanía, paños y sedas, incienso, jabones, dulces, y hasta cetrería, etcétera.
¡Cuando las cosas están bien realizadas, que bien se saborean!
Y nos recuerda el director de la obra que la salvación se encuentra en la comunidad, que la salvación está en lo colectivo, en un momento en el que los discursos competitivos, individualistas y narcisistas parecen hacer fortuna. La Leyenda del Gallo nos recuerda que juntos somos mejores, que juntos somos más fuertes, y que podemos hacer frente juntos con más herramientas a todas las tiranías, sea la tiranía de la soledad, de la necesidad o como en este caso, la tiranía del poder político y económico que es al fin y al cabo lo que cuenta la Leyenda del Gallo. Habla de una rebelión, la rebelión de un pueblo que se levantó para defender su derecho a existir.
Raúl Cortés en rueda de prensa
Hace ya algunos siglos un pequeño pueblo sevillano se convirtió en un incómodo problema para la Corona más poderosa del planeta. Aquel Imperio de proporciones gigantescas, aquella potencia invencible que invadió y postró ante sí a medio mundo era incapaz sin embargo de dominar a esa diminuta villa llamada Morón de la Frontera.
La leyenda del Gallo, porque cinco siglos después aquella rebelión sigue siendo la nuestra ya que los pueblos no tienen dueño, y sus señas de identidad permanecen durante siglos en la Memoria Colectiva.
Cuentan las antiguas crónicas que, allá por los años de mil quinientos, el pueblo de Morón se encontraba dividido en dos bandos, cada uno capitaneado por sus respectivos alcaldes.
Era tal la rivalidad existente entre ellos que cualquier problema, por simple que fuera, se convertía en una cuestión de fuerza y poder, por lo que continuamente la tranquilidad y sosiego del pueblo se veía rota por estos apasionados enfrentamientos.
Se afirma que, cuando se trataban temas relacionados con los nombramientos de las nuevas autoridades locales, las disputas tomaban entonces tintes de motín, por lo que su repercusión llegaba hasta la capital, donde se consideraba a Morón como uno de los pueblos más rebeldes y difíciles de gobernar de todo el reino.
Es más, la Chancillería de Sevilla y de Granada, y aún en la misma Corte de Madrid, insisten los cronistas, estaban asombrados ante los asuntos de Morón, pues no sabían que hacer, ya que aunque mandaran jueces imparciales, las dos facciones, usando todas las artimañas, trucos y trampas posibles no lo reconocían, ya que afirmaban que el orgullo de Morón no admitía ningún arbitraje ajeno, aunque éste viniese respaldado por el más alto tribunal.
Pero como estas divergencias y rencores, en lugar de apagarse cada vez más eran más y más hondas, a la Chancillería de Granada no le quedó otro remedio que volver a intervenir en los asuntos de Morón. Así, en la primavera de 1597 mandó a Morón al doctor Juan Esquivel (Audiencia Regional de Andalucía) que, a tenor de las crónicas, tenía pocas luces amén de un carácter fuerte y poco tratable. Además, se dirigía de forma grosera a los señores de Morón, a quienes provocaba diciendo, entre otras cosas, que donde él estuviera no había más gallo que él, razón por la que los lugareños le comenzaron a llamar el "Gallo de Morón".
Cansado todo el pueblo de sus tonterías y palabrerías, así como de sus insultos y provocaciones, motivó que los grandes señores de la villa se reuniesen para vengarse de todo lo que estaba diciendo y haciendo.
De este modo, una noche con engaños fue sacado sigilosamente al Camino de Canillas el doctor Esquivel, donde le desnudaron de todas sus ropas y, dándole una paliza con varas de acebuche, le "invitaron amablemente" a marcharse con la condición de que si volvía a presentarse, lo pasaría mucho peor, ya que no lo contaría más.
Desde ese día, en las calles de Morón se canta una coplilla que recuerda a todo el mundo este suceso, y que dice así:
"Anda que te vas quedando como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión
Fuente: Juan José García López "La Leyenda del Gallo de Morón" 2001
Como caído del cielo comenzaron a llover sobre el escenario cientos de cuartillas que decían:
- ¡Queremos Pan y Libertad!
- ¡Abajo Esquivel!
- ¡Viva el Pueblo Libre!
- ¡Y Fuera los Duques de la Villa!
En la representación teatral de "La Leyenda del Gallo de Morón" no ha faltado ni un perejil. Desde el doctor Esquivel en el personaje de El Gallo, la Cantonera, la Vieja, el ordenanza, el cura, duques, gobernadores, los hidalgos, las hienas hidalgas, la nobleza, las criadas de los duques, el mozo de cuadras, la caballería, los soldados de Esquivel, grupos de pordioseros, músicos, bailarinas y el coro. Un gran exito de público que abarrotó la Plaza de San Miguel y que ¡ojalá!, cada año pueda repetirse.
Desde la Plaza de San Miguel, Catedral de la Sierra Sur, escenario de la obra de teatro "La Leyenda del Gallo de Morón", para el blog de mis culpas...
P.D. ¿Será posible que el nombre de Morón provenga de nuestra Sierra de Morón, casualmente, la primera de la Cordillera Subbética?
El "hato de Morón" en la provincia de Ciego de Ávila, se refiere a un asentamiento colonial español fundado en el sitio donde hoy se encuentra la ciudad de Morón, Cuba, en 1543.
La palabra "morón" desde el punto de vista geográfico quiere decir "pequeño montículo de tierra o mambla [colina] situada a la orilla de un bosque..." tal como sucedió en el villorrio de Morón...
La escultura en bronce del Gallo de Morón en la provincia de Ciego de Ávila, en Cuba, es de vistoso plumaje, un gallo altanero y orgulloso, símbolo de la ciudad, que expresa el espíritu de lucha de su pueblo en defensa de su soberanía.
No tiene nada que ver el monumento al Gallo con un pueblo rebelde y difícil de gobernar, ni con los abusos que cometían los jueces o recaudadores que cobraban elevadas contribuciones a un pueblo sin recursos, ni que a sus habitantes le dieran varas flexibles de acebuche para que le pegaran al "Gallo" una soberana paliza y que diera posteriormente motivo a los cronistas y cantaores de la época para recitar la simpática coplilla del Gallo.
Segundo H. Leiva Casay "El Gallo de Morón" [1993]
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