martes, 29 de octubre de 2013

Osuna, ciudad histórica y monumental (II)

Patio de la Universidad

Una visita a la monumental e histórica ciudad de Osuna, enclavada en una encrucijada de caminos entre Sevilla, Córdoba, Granada y Málaga, nos puede dar una idea sobre la importancia que tuvo esta Ciudad Ducal en tiempos pretéritos.

San Sebastián. Ribera

Entramos por una rotonda en la que destaca el escudo de Osuna, junto al Parque de San Arcadio, muy cerca de la antigua Puerta de Écija. Su escudo es uno de los más antiguos de Andalucía, con dos osos y una torre como símbolo de tiempos pretéritos que nos recuerda la antigua plaza fortificada. Desde el Arco de la Pastora, -antigua puerta de Écija, de estilo neoclásico, construido en tiempos de Carlos IV, única puerta de entrada que se conserva en Osuna-, llegamos paseando hasta la Torre de la Merced con su iglesia del siglo XVIII y ascendemos hasta la Plaza de la Encarnación, junto al Monasterio del mismo nombre.


Subiendo por una escalera empedrada, llegamos a la Puerta de la Cuesta o norte, en “La Colegiata”, por donde entran los fieles y visitantes, muy cerca de la Universidad. En el edificio renacentista de la Colegiata -fundada por Juan Téllez Girón, IV Conde de Osuna y María de la Cueva-, se perciben tres modelos arquitectónicos diferentes: gótico, renacentista y barroco con tres puertas de entrada. La Puerta norte o de la cuesta, la puerta sur, fechada en 1632 y la puerta del sol con bella decoración plateresca de 1535. En el presbiterio, se observa el Retablo Mayor del siglo XVIII, obra de Juan Guerra.



Entramos por la nave de la epístola  y lo primero que se percibe es el Cristo de la Misericordia de Juan de Mesa.


Bajamos por una escalera a la capilla privada de los IV Condes de Ureña, llamada Escorial y considerada la catedral más chica de España con tres naves, coro, púlpito con sus capillas laterales. 

Capilla privada de los Duques de Osuna

Y desde ahí seguimos bajando por una escalera con elevada pendiente a la cripta, -cuyo significado en griego es lugar oculto- donde están enterrados los Duques de Osuna. Los féretros están escritos en latín como lengua vehicular. En el Museo también se pueden apreciar una serie de textos escritos en latín, obra de personas cultas llamadas pendolistas cuya característica principal era que escribían con mucha destreza y muy buena caligrafía.




Desde la cripta pasamos a un bello patio plateresco,-nombre inspirado en el trabajo de los plateros-  para al final ver los tesoros artísticos entre los que destacan los cinco cuadros pintados por Ribera, máximo exponente de la escuela tenebrista del barroco español, llamado “El Españoleto”, porque era muy pequeño de estatura. 



Ribera conoció al III Duque de Osuna en Nápoles cuando era virrey, entre 1616 y 1620 encargándole para la Colegiata cuatro cuadros: San Sebastián, San Jerónimo y el ángel del Juicio Final, San Pedro penitente junto con el Martirio de San Bartolomé en el Museo.  El Calvario fue encargado por la duquesa y fue acabado en 1618. Todos se encuentran en la Colegiata.

San Jerónimo y el ángel del Juicio Final. Ribera

Terminada la grata visita a la Colegiata, subimos por una suave cuesta empedrada y nos encontramos con uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad “La Universidad de Osuna” desde donde se divisa la monumental ciudad ursaonense y parte de la campiña. 



Su magnífico patio porticado de columnas de mármol, consta de dos plantas con un pozo de brocal de piedra labrada en su parte central que le otorga gran belleza. Los cuatro ángulos de sus fachadas en piedra están escoltados por cuatro torres cilíndricas de cerámica azul y blanca. La fachada está rematada en su parte alta con un tejado, lo que da al conjunto un singular atractivo arquitectónico. 















La Universidad fue fundada por  Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña el 10 de octubre de 1548, mediante una Bula de fundación obtenida del Papa Paulo III. Don Juan Téllez Girón mecenas de  muchos alumnos para cursar estudios universitarios, proporcionándoles alojamiento y manutención en el antiguo Corral de la Sopa. La Universidad ha manteniendo su actividad  hasta 1834 en que fue clausurada para volver a ser de nuevo sede universitaria desde finales del siglo pasado.


En definitiva, una grata visita a la monumental e histórica ciudad de Osuna que comparto con el Blog de mis culpas…



Osuna, ciudad histórica y monumental (I)



Como tantos pueblos de Andalucía cuyo orígenes se remontan a tiempos remotos (Carmona, Antequera, Écija, Morón, etcétera), los orígenes de Osuna dan también fe de la presencia de fenicios, griegos y cartaginenses que dejaron sus huellas,  siendo en tiempos de los romanos declarada COLONIA GENETIVA JULIA, lo que le permitió gozar de privilegios importantes como acuñar moneda como clave para el desarrollo comercial, su escudo con leyes propias, etcétera...


En la época de la Reconquista, Fernando III el Santo la recupera en 1262 siendo tierra de fronteras con el reino de Granada (banda morisca). Osuna fue cedida a la Orden de Calatrava por un privilegio de Alfonso X  en 1264  y pasó a ser propiedad de los Condes de Ureña en el año 1445.



















Pero remontándonos a tiempos pretéritos es a partir del siglo XVI, cuando Osuna empieza a emerger culturalmente gracias a la figura de Don Juan Téllez Girón (1494-1558), ya que cuando se convierte en IV Conde de Ureña, traslada su residencia desde Morón a Osuna, actuando como mecenas de artistas, iglesias, monasterios,  universidad, etcétera.



Por el contrario, el castillo de Morón como antigua residencia de los Condes de Ureña quedara prácticamente abandonado siendo caldo de cultivo para que los antígenos de la destrucción y del olvido contribuyan durante siglos al expolio y olvido de este  emblemático vestigio cultural que nos recuerda su noble existencia histórica y al que contribuyó el hecho luctuoso del día 29 de agosto de 1812, cuando empezaba a decaer la gloria de Napoleón y el mariscal Soult ordena volar la antigua fortaleza, quedando destruida cinco torres y otras zonas del castillo.


Durante la permanencia de los Condes de Ureña en el castillo, se construyó la “torre gorda”, llamada popularmente por la gente de Morón y que pretendía tener tres cuerpos de altura quedándose en el primero, ya que en el año 1531 se paralizaron las obras de la torre del homenaje por orden del emperador Carlos I. 


Es posible que el motivo de la paralización de dichas obras fueran las tensiones existentes entre el emperador y Pedro Téllez Girón, III Conde de Ureña, lo que hace que el IV Conde de Ureña se traslade definitivamente a la ciudad ursaonense cuando ostenta el título. 

No hace falta recordar que el castillo de Morón formó parte en tiempos de Abd al-Rahman I ben Muawiya al-Dajil (el Inmigrado 756-788), cuyos dos primeros emires pertenecieron al antiguo Califato de Córdoba según el libro de Ramón Auñón “Los Alkevires de Morón”. Posteriormente el castillo forma parte del reino de taifa de Morón 1013-1066 como una entidad política independiente cuando se desmembró el Califato de Córdoba, “Al día siguiente del final del mundo”, cuando cayó  la ciudad califal, Medina Azahara en el año 1013, destruida por Muhammad II, llamado al-Mahdi cuya primera medida fue ordenar al asalto y destrucción de la ciudad referente del poder de los califas omeyas.

Vista del antiguo convento franciscano desde el castillo de los Condes de Ureña

El antiguo convento franciscano del Corpus Christi (hoy Residencia de Mayores “San Francisco”) fue fundado en 1541 también bajo la tutela de los Condes de Ureña. Era una época en que nobles y eclesiásticos ejercían el mecenazgo que favorecían la construcción de templos, palacios y casas solariegas que se alzaban para deslumbrar al pueblo ignorante e inculto en aquélla época ya que el conocimiento estaban en los monasterios y en la aristocracia.


Colegiata y Universidad de Osuna

Tal pérdida de mecenazgo para Morón fue directamente proporcional al comienzo de Osuna como ciudad monumental destacando la Colegiata, la Universidad o el mecenazgo de artistas de la talla del Españoleto o Zurbarán entre otros. El condado de Ureña  fue otorgado por Enrique IV, rey de Castilla el 15 de agosto de 1462 y el Ducado de Osuna, el 5 de octubre de 1562 por Felipe II.

Desde la antigua y monumental Osuna para el Blog de mis culpas en su primera parte...



Enlaces de interés



viernes, 25 de octubre de 2013

"Morón, Reino de Taifa 1013-2013"



El Reino de Taifa de Morón cumple su primer milenio (1013-2013). Tan magna  efemérides debiera ser motivo para enorgullecernos de nuestro legado como patrimonio inmaterial que nos da la visión de la historia ya que el patrimonio material pertenece a la indiferencia y al olvido, lo que contribuye a erosionar aún más los escasos lienzos de murallas que todavía se mantienen en pie junto al antiguo arrabal de Santa María. Nuestro vestigio arquitectónico más importante que cumple como reino de taifa su primer milenio, nos debiera llevar también a la reflexión y al respeto por nuestra historia como legado.



No hace falta recordar que el castillo de Morón formó parte en tiempos de Abd al-Rahman I ben Muawiya al-Dajil (el Inmigrado 756-788), cuyos dos primeros emires pertenecieron al antiguo Califato de Córdoba según el libro de Ramón Auñón “Los Alkevires de Morón” aunque en historia, “todo es falsable mientras no se demuestren las fuentes".


Es evidente que las conferencias son importantes, didácticas y ponen en valor -palabra muy usada en el lenguaje político-, nuestro legado cultural, aunque todo quedará diluido por el tiempo, si esa negligencia de los ciudadanos junto al olvido de las Administraciones, que son reflejos de nosotros mismos, consiguen que nuestro legado histórico más importante permanezca en la retina del olvido e indiferencia al no estar integrado en el urbanismo de Morón salvo en interminables proyectos que se eternizan y diluyen en los cajones de cualquier Administración, lo que daría en el futuro como resultado el lamento de lo que pudimos haber hecho entre todos con nuestro patrimonio y no llegamos a realizar por nuestra escasa altura de miras.



Dentro del Ciclo de Conferencias  "Morón, Reino de Taifa 1013-2013" en la Casa de la Cultura, tuve la oportunidad de asistir a esta didáctica conferencia en la Casa de la Cultura, el día 22 de octubre de 2013 por parte del arabista y profesor de la Universidad de Sevilla, Rafael Valencia Rodríguez,  “La génesis de la Taifa de Morón y su desarrollo histórico” que comparto  en el Blog de mis culpas…



El Reino de Taifa de Morón fue una entidad política independiente y como reino de taifa contó un territorio muy pequeño similar al de hoy. Cuando el Califato de Córdoba se derrumba surgen reinos árabes en Sevilla, Carmona, Sidonia en la región de Arcos, etc.


Antigua Córdoba

Durante el Califato de Córdoba, la sociedad estaba descentralizada cuyos impuestos sobrantes iban a parar a la provincia y así sucesivamente hasta llegar al gobierno central. El país se administraba desde la antigua Córdoba. Toda la historia de Al-Andalus es una oscilación entre el gobierno central y la división del poder político. Al final del siglo XI con la desmembración del Califato, el país no funciona y vienen los almorávides y almohades.




En la sociedad árabe predominaba el gobierno central, por un lado, y las fundaciones, por otro, que contaban con un juez de cada lugar para dictar leyes y supervisar los recursos de la ciudad. Del imán de las mezquitas dependían las escuelas. El puesto más importante en el Reino de taifa de Morón era el de juez. Pero lo más importante en el mundo árabe no era el territorio sino las ciudades con una base en la agricultura, como así lo atestiguan textos árabes del siglo XIV donde las ciudades eran consideradas el corazón del sistema.


Monumento a Abd-Al-Rahman I en Almuñécar (Granada)

Los Omeyas se consideraban los auténticos sucesores de Mahoma, desde donde venía el poder. Todos los caminos llegaban a Córdoba como poder más influyente del Mediterráneo que se rompe a partir del siglo XI. Todos emulaban a Córdoba, lo que empobrecía el sistema en su conjunto ya que había que pagar "parias" a los reinos cristianos del norte. En el año 1009 muere el segundo hijo de Almanzor y empieza a caer el régimen surgiendo los primeros reinos de taifas, dejando Córdoba y nombrándose gobernadores.


Medina Azahara

En el año 1013, las tropas beréberes entran en Córdoba y destruyen Medina Azahara. En el año 1023, es la fecha en que acaba el califato desde el punto de vista árabe. En Morón se instauró una dinastía bereber en el momento en que cae el Califato de Córdoba. Siguieron manteniendo el mismo sistema comercial. Los higos en dulce, secos y prensados iban destinados al mercado de Alejandría. Los reinos se dividían en partes más pequeñas hasta el año 1080 en que Morón desaparece. Empezaban los movimientos de población de dirigentes que intentaban cambiar su genealogía (de bereberes a árabes).Todos se peleaban por el poder político.


Alcázar de Sevilla

La familia beréber de los Banuh Dammar se hacen con el poder en la cora de Morón, tras expulsar al gobernador omeya. Entraron como soldados en la época de Almanzor y se acuartelan haciéndose fuertes con la caída del califato, contratando a un historiador para elogiar su genealogía. Los linajes se cambian con cierta facilidad y las políticas se componen de políticas de Estado y de pillaje. La de los reinos de taifas fue una época productiva con movimientos económicos magníficos. El aceite de Morón y del Aljarafe lo vendían incluso en el Líbano. Las memorias del último rey de Granada, Abd Allah, reflejan la melancolía de aquella época dorada:  “Al día siguiente del final del mundo –caída de Medina Azahara-, cada general se hizo fuerte en su castillo”, dominando las ciudades, mezquitas y el comercio.




Una alianza en el año 1047-48 del reino de Taifa de Morón con Arcos, Ronda y Granada terminó con una emboscada de Al-Motadid en Sevilla, que citó y metió en prisión con grilletes a sus gobernantes, apoderándose de todas sus pertenencias salvo los de Ronda, como ejemplo para Granada.




En la España de Almutamid luchaban todos entre todos. Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”, abandonó Castilla y sirvió como mercenario en el Reino de Zaragoza y conquistó Valencia. En el año 1085 Alfonso VI conquista Toledo y el Cid le regala el Reino de Valencia.


Castillo de Morón. Torre Gorda
En definitiva, el reino de Taifa de Morón, con una historia de 50 años, merece la pena de ser considerado como el mejor patrimonio inmaterial que tiene esta riquísima tierra sin mencionar el inquilino ilustre don Juan Téllez Girón (1494-1558) que vivió en el castillo de Morón hasta que hereda el título de IV Conde de Ureña, momento en que se traslada definitivamente a la ciudad ursaonense. En 1562 Felipe II les otorga el título de Duques de Osuna, siendo el I Duque don Pedro Téllez-Girón y de la Cueva (1537-1590). Pero eso ya pertenece a otro capítulo de nuestra historia...



Espero que no tengamos que esperar otro milenio para restaurar nuestro legado cultural y que los proyectos no se dilaten ni eternicen  en algún cajón perdido de cualquier Administración, que como efecto colateral aumente ese "dolor lacerante"  para los escasos sillares y lienzos de murallas que aún permanecen erguidos a pesar del tiempo, la indiferencia y lo que es aún peor, del olvido de nuestra historia porque al consentirlo, perderemos al mismo tiempo nuestra conciencia como pueblo si desaparece una de las páginas más brillantes de nuestra historia.


Desde el antiguo alkevirato de Morón y posterior Reino de Taifa, para el Blog de mis culpas.

viernes, 18 de octubre de 2013

Visita al Museo de la Cal de Morón


Foto. Antonio Ramos

¡Cuando muera el último calero, se habrá quemado el último pergamino de una biblioteca viviente que ha contribuido fielmente a un desarrollo sostenible de su hábitat con un alto interés etnológico!. 


Breve introducción
Las Caleras de la Sierra junto con la Sierra de Monte Gil pertenecen por derecho propio a esos olores inconfundibles de nuestra infancia que embriagaban nuestros sentidos y cuyos efluvios serranos permanecen grabados en la retina de nuestro recuerdo de los que empezamos a peinar ya alguna que otra cana.

Recuerdo aquel olor a azahar en la antigua finca de Espartero de Dohn Pohren donde en la ribera del río se bañaban los chiquillos más atrevidos bajo el aroma de tomillo y romero. También recuerdo la figura tradicional del calero con el canasto de mimbre en la mano esperando en el "cruce de la plata" para ser trasladado por algún camión y poder empezar su larga jornada laboral partiendo y colocando piedras que depositaban en el horno con abundante leña de olivo partidas por los leñadores.

Aquéllas fuentes de agua potable desaparecidas al pie de la Sierra, en Esparteros y Guadaíra, donde los zagales bebíamos agua fresca con la talega de pan colgada al hombro junto con algún que otro palmito o hinojo que cogíamos por el camino sin olvidar aquéllos domingos cuando algunos propietarios de los escasos vehículos que existían, entre los que recuerdo aquel Seat 600 y 1500, lo lavaban en el río, cuando todavía era una corriente continua y limpia de agua.


Foto. Museo de la Cal

Museo de la Cal de Morón
Y dentro de este marco geográfico natural rodeado de efluvios a tomillo, romero, algarrobos, lentiscos y palmitos como única palmera autóctona de la Península Ibérica y de Europa, nos encontramos junto a la Sierra de Morón el Museo de la Cal ubicado en la aldea denominada “Caleras de la Sierra” y declarado por la UNESCO “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” en 2011.


Montando el horno de cal

Dicha declaración ha dado un importante y necesario impulso a la sensibilización de este valioso patrimonio etnológico y antropológico como legado de nuestros ancestros, siendo consideradas auténticas reliquias vivas. Un claro ejemplo de la recuperación y revitalización del saber tradicional como el oficio de calero casi olvidado. Todo ello, gracias a la iniciativa de un grupo de personas sensibilizadas porque una de sus señas de identidad no caiga en el olvido.



El mundo de la cal tradicional ha sido un mundo heredado de generación en generación desde tiempos inmemoriales hasta los últimos caleros tradicionales en vías de extinción. Un trabajo muy duro y penoso con altas temperaturas en hornos cuyas temperaturas oscilan entre 900 y 1000ºC a temperatura constante, veinticuatro horas en un proceso que dura unos 15  días.


Foto. Museo de la Cal. Séptimo día de cochura

La cal tiene más de 130 usos aunque el papel más antiguo que se conoce es en la construcción de obras públicas y civiles. La cal posee importantes aplicaciones en la industria química, siderurgia, medioambiente, cerámica, agricultura, agroalimentación, elaboración del papel, industria del vidrio, ingeniería civil, ganadería, industria azucarera, blanqueo de fachadas, etcétera…


La cal artesanal a diferencia de la cal industrial sirve también para la restauración del Patrimonio Artístico e Histórico como lo demuestra la restauración del Patio de los Leones de Granada entre otros monumentos significativos. La cal tiene tantas utilidades que incluso en la actualidad se utiliza para reforzar los pilares deteriorados de importantes monumentos históricos, a las que se le inyecta cal hidráulica para regenerar las grietas dañadas por el paso del tiempo.


Los caleros como artesanos en la materia han sabido transmitir la riqueza de esta ancestral cultura que ha pervivido durante siglos y que el Museo de la Cal pretende conservar y difundir este patrimonio dando a conocer la cultura de la cal, el calero y su medio, promoviendo la visitas didácticas al Museo en el que podemos encontrar dos hornos totalmente restaurados que datan del siglo XIX, una casilla denominada de “del Calero”, un centro de interpretación y una sala de proyecciones donde el visitante conocerá de primera mano todo el proceso de la elaboración de la cal y su influencia en la cultura andaluza, que ha llegado a a ser una importante seña de identidad de Morón, reconocida en el mundo.


Desde el mismo Museo se pueden apreciar dos formas diferentes de explotación de los recursos naturales. Por un lado, la explotación racional de los recursos naturales por parte de los antiguos caleros durante muchas generaciones como forma de supervivencia, existiendo un equilibrio entre la naturaleza y el ser humano. Su explotación desde tiempos remotos ha estado basada en la utilización de hornos tradicionales que han recogido el testigo de los romanos y que los árabes mejoraron su proceso, utilizando la leña de olivo como combustible por su alto contenido calórico, lo que ha servido de apoyo a una economía de subsistencia de la zona.


Foto. Museo de la Cal

Por otro, las modernas empresas mineras que sobreexplotan intensivamente dichos recursos naturales causando un grave impacto medioambiental. Es evidente que cada visitante sacará sus propias conclusiones.



Foto. Antonio Ramos

El Museo de la Cal tiene como objetivo restaurar y conservar la artesanía de la cal e investigar sobre el oficio llevando a cabo actividades formativas sobre nuestro Patrimonio Etnológico como lugar que alberga formas relevantes de expresión de la cultura y modos de vida del pueblo andaluz. Los hornos de las Caleras de la Sierra han pasado a formar parte del Catálogo General del Patrimonio Etnológico Andaluz como "Bien de Interés Etnológico", lo que le confiere preferencia a efectos de conocimiento, protección y difusión. También se protegen aquellos conocimientos o actividades en peligro de extinción favoreciendo su estudio como parte integral de la identidad andaluza. Entre los objetivos del Museo de la Cal está conservar, investigar y difundir este ancestral legado cultural.



Posee también un fondo de documentación donde estudiar e  investigar para la promoción científica y cultural mostrando un patrimonio vivo, donde sus elementos claves son el calero, la cultura de su trabajo, los usos del territorio y el paisaje, llevando siempre a Morón por bandera. Por tanto, es necesario resaltar la investigación, documentación y difusión que la Asociación Cultural Hornos de la Cal de Morón realiza en la salvaguarda que permita revitalizar esta tradición ancestral en vías de desaparición denominada los caleros y su cultura. Los hornos de cal son construcciones de valor antropológico e histórico vinculados a actividades tradicionales unidas a los caleros de la aldea.



Diego de Morón en el Museo de la Cal

Existen ocasiones en las que se pueden disfrutar al mismo tiempo del Museo de la Cal de Morón, del Flamenco y de la Comida Mediterránea que han sido transmitidos durante generaciones por nuestros ancestros como  Patrimonios de la Humanidad y que brillan con luz propia en esta tierra situada entre la Campiña y la Serranía. 

La Comida Mediterránea  como estilo de vida saludable basado en una dieta equilibrada y variada  obtenida de los cultivos tradicionales que han sentado las bases de nuestra cultura, conocida como la trilogía mediterránea con el trigo (pan), la vid (vino) y el olivo (aceite), donde el gazpacho brilla con luz propia.

Desde el Museo de la Cal de Morón, “Patrimonio de la Humanidad” para el Blog de mis culpas…