“…el cuadro más pintoresco una banda de
arrieros atravesando por el paso de una montaña: primero se oyen los
campanilleros, que turban con su monótono sonido el silencio de la elevada
cumbre…”
Washington Irwing
Los bellos
paisajes abruptos de la Serranía de Ronda y Grazalema se proyectan en nuestra imaginación en busca de la convulsa Andalucía de los siglos XVIII y XIX, donde existió
una peculiar ruta denominada “el camino inglés” que transitaba entre Gibraltar
y Ronda a través de Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera,
Gaucín -Sair Guazan-, Benarrabá
-de los Banu Rabbah-, Algatocín -de Al-Atusiyin-,
Benalauría -de Ben al Auria-, Benadalid -de Ben-Addalid-, Atajate hasta llegar a la
entrada de la antigua Ronda musulmana por la Puerta de Almocábar del árabe "Al-maqabir" por encontrarse cerca del antiguo cementerio musulmán.
Pueblos de origen andalusí que parecen manchas de leche derramada a lo largo de la
serranía bajo el encantador laberinto de sus calles entre cuestas angostas y
empinadas en busca de la protección de su alcazaba.
Semanario gráfico español |
Callejuelas
con casas a dos aguas que aún mantienen sus fachadas encaladas, tejadas con
tejas árabes, patios con pozos, aljibes, alminares junto a las antiguas
mezquitas, sobre las que se construyeron iglesias cristianas.
Dicha ruta
fue considerada por los viajeros románticos de la época como una de las rutas
históricas y literarias más hermosas e importantes de Europa. En tiempos
pretéritos formó parte de una de las dos rutas de los almorávides y almohades
como arterias importantes en las comunicaciones que desembocaban en la antigua Ronda
musulmana para llegar a través de Antequera y Alhama a la antigua Elvira
denominada la “Damasco de Occidente”–Garnatha-.
La
escarpada topografía de Ronda y su comarca ha sido convertida por los viajeros
románticos en aventuras y bellas estampas pintorescas. Durante el siglo XVIII, España ofrecía un importante atractivo para la
entrada masiva de mercancías a través de Gibraltar, al haber sido destrozado el
país por la Guerra de la Independencia.
En 1830 existía un trayecto en diligencia desde Madrid con destino a Gibraltar que pasando por Despeñaperros transitaba por Écija, Osuna, Ronda y Algeciras. Las partías de bandoleros se dividían el territorio para no entrar en conflictos unos con otros.
Personajes
que la literatura popular convirtió de alguna manera en mitos como los
bandoleros, contrabandistas, arrieros con sus faltriqueras, albardas, alforjas
y mantas acompañados de las tradicionales reatas de mulas y recuas de borricos
cargadas de fardos con productos que escaseaban en la Península como el tabaco,
café, azúcar y telas -que no pagaban impuestos- atravesando peligrosos
desfiladeros entre ríscos y senderos.
Ante los peligros de ser asaltados los arrieros con sus fardos en la
ruta en cualquier momento por
bandoleros, vagabundos o ladrones era costumbre para defenderse, de unirse para
buscar protección armados de trabuco, pistolas y navajas sin olvidar la bota de
cuero con vino y agua pendiente de su arzón, la manta en la tierra junto a las
albardas que le servían como almohada bajo la noche estrellada.
Ronda romántica 2014
Etimológicamente el término arriero viene de arrear, persona que trajina con bestias de carga de un lugar a otro. Existe un refrán popular que dice, ¡arrieros somos y en el camino nos encontraremos!.
Pueblos con esencias moriscas por sus cuatro costados con efluvios serranos que impregnan nuestros sentidos.
Atajate debido a su situación estratégica entre Ronda y Gaucín jugó un papel muy importante en las luchas entre moros y cristianos. Durante la Guerra de la Independencia, el pueblo fue destruido por las tropas napoleónicas convirtiéndose estas sierras abruptas en refugio de bandoleros que asaltaban los caminos para hacer acopio de provisiones. En Atajate comenzaba una extensa red de senderos que conectaban con los pueblos de la serranía. Estos parajes sirvieron de refugio a las numerosas partidas de bandoleros y contrabandistas que proliferaron durante el siglo XVIII y XIX. Terminada la Guerra de la Independencia, Fernando VII mandó a los migueletes para erradicar el bandolerismo. Posteriormente el telégrafo y el ferrocarril y la guardia civil fueron diezmando las partidas de bandoleros hasta su total extinción. Es digno de destacar los abrevaderos y lavaderos públicos que aún existen en esta zona como importante espacio de socialización entre vecinos y transeúntes, donde no es difícil pensar que los arrieros con sus reatas de bestias cargadas calmaban la sed mientras las mujeres hacían la colada.
Vista del Peñón de Gibraltar al fondo, desde Gaucín
Gaucín estaba situado en el ecuador de la ruta. Allí paraban las
diligencias para pernoctar y proseguir a la jornada siguiente- antigua Sair
Guazan “la roca fuerte” de los andalusíes, apiñada al pie del desafiante
castillo del Águila, -donde encontró la
muerte de Guzmán “El Bueno” en su asedio el 17 de septiembre de 1309 en
poder de los musulmanes. Desde el castillo se puede apreciar con buen tiempo
una vista impresionante del Peñón de Gibraltar, el Mar Mediterráneo y la costa
africana.
Castillo de Jimena de la Frontera |
Descendiendo desde Gaucín atravesamos el Parque Natural de los Alcornocales –el más extenso bosque de alcornoques de España con una biodiversidad de flora y fauna muy elevada- y uno de los pueblos que la conforman es Jimena de la Frontera (Xemina musulmana) ubicado en tierra de antiguas fronteras entre la banda morisca y la cristiana donde podemos apreciar el castillo nazarí que pasó a manos cristianas en 1456 y que también formó parte del camino inglés. Otro pueblo ubicado en el Parque Natural de los Alcornocales es Castellar de la Frontera con su magnífico conjunto arquitectónico medieval que apenas ha cambiado desde la Edad Media pudiéndose observar una vista inmensa de África, el Mar Mediterráneo, El Estrecho de Gebel al-Tarik junto a la Bahía.
Su nombre
aparece por primera vez en el año 914, cuando aparece su nombre entre las
localidades rebeldes de Umar Ibn Hafsun y posteriormente sirvió como guarnición
de los almorávides y almohades al estar la
ruta para convertirse desde mediados del siglo XIII en fortaleza en primera
línea de antiguas tierras de fronteras del Reino de Granada hasta que en 1408
fue asaltada por las tropas cristianas siendo reconquistada definitivamente en
1434 por Juan de Saavedra.
San Roque, fundada en 1704 por los españoles expulsados después de la invasión británica de Gibraltar para introducir ciudadanos del imperio británico como hindúes, malteses…
San Roque, fundada en 1704 por los españoles expulsados después de la invasión británica de Gibraltar para introducir ciudadanos del imperio británico como hindúes, malteses…
Isidro García y la mula Molinera |
Y como fin de trayecto del camino inglés, la antigua Gebel al Tarik "Gibraltar" situada geoestratégicamente en la angostura que lleva su nombre -antigua Gebel al Tarik- y que ha sido un referente importante en el cruce de culturas con el Mare Nostrum como fiel testigo de las páginas de nuestra historia y legado de nuestra cultura.
En el escudo de la ciudad aparece una llave de oro que simboliza la importancia de la fortaleza del Peñón –una roca de 426 metros de altura-.
“La retina de la historia nos dice que en el año 1700 muere el rey Carlos II el Hechizado, -hijo de Felipe IV -sin dejar descendencia. La corona española apoya a Felipe de Anjou, futuro Felipe V y al poco tiempo estallaría la Guerra de Sucesión española.
El 4 de agosto de 1704, una flota anglo-holandesa bajo el mando del almirante Rooke tomó la ciudad de Gibraltar desprotegida en nombre del archiduque Carlos de Austria pretendiente al trono español durante la Guerra de Sucesión”.
…Dejamos atrás el camino inglés para encontrarnos con la ruta del “oro rojo” pero eso forma parte de otra interesante historia.
Desde la antigua Gebel al-Tarik como origen del camino inglés para el Blog de mis culpas...
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