"El legado de Nicolás
María sigue vivo con la defensa de la Justicia,
la Libertad, la Solidaridad y el Progreso Social".
Manuel Gracia
Presidente del Parlamento de Andalucía
Presidente del Parlamento de Andalucía
Coincidiendo con el “Bicentenario del nacimiento de
Nicolás María Rivero (1814-2014), a través de la Universidad de Sevilla
iniciamos una visita guiada para visitar el Panteón de Sevillanos Ilustres en la
Iglesia de la Anunciación de Sevilla, en pleno centro de la ciudad.
Atravesamos el patio de la Facultad de Bellas Artes para llegar junto a una antigua puerta de entrada junto a la Iglesia fechada en el año 1568, desde la cual entraban los jesuitas a su Iglesia. Descendimos por unas escaleras que desembocan en la zona del crucero de la cripta reformada a comienzos de los años setenta. Una imagen de un Cristo Crucificado preside la gélida cripta de mármol, donde las flores brillan por su ausencia.
Atravesamos el patio de la Facultad de Bellas Artes para llegar junto a una antigua puerta de entrada junto a la Iglesia fechada en el año 1568, desde la cual entraban los jesuitas a su Iglesia. Descendimos por unas escaleras que desembocan en la zona del crucero de la cripta reformada a comienzos de los años setenta. Una imagen de un Cristo Crucificado preside la gélida cripta de mármol, donde las flores brillan por su ausencia.
Cripta del Panteón de Sevillanos Ilustres de Sevilla |
En el Panteón de Sevillanos Ilustres se encuentran los restos mortales de ilustres personalidades como el teólogo y humanista Benito
Arias Montano, que estuvo en el Concilio de Trento. También realizó “La Biblia
Regia” entre 1568 y 1572 con versiones en hebreo, griego, arameo y latín. Junto
a éste se encuentra el enterramiento de los Ponce de León y un lauda sepulcral
o escultura en relieve de bronce de don Francisco Duarte de Mendicoa y su
esposa doña Catalina de Alcocer y Ribera que contribuyeron económicamente
durante el primer viaje del Almirante Cristóbal Colón. También se encuentra en la cripta el poeta romántico Gustavo Adolfo
Bécquer entre otras personalidades de enorme talla.
En
su nave central, en su tercer arco encontramos el epicentro de nuestra visita, una lápida que
rinde memoria, posiblemente al personaje más ilustre que haya dado Morón, Nicolás María Rivero, considerado el
padre del constitucionalismo moderno.
Alguien dijo
una vez que era justo y necesario rescatar del olvido el legado de Nicolás María
Rivero y al mismo tiempo darlo a conocer. Con esa magnífica idea aprovechando
el espacio que me brinda el “Blog de mis culpas”, intentaré escribir algunas
letrillas desde la humildad coincidiendo con el “Bicentenario de su nacimiento (1814-2014).
Tal vez sea cierto que los españoles seamos amnésicos y reacios para afrontar nuestra propia "Memoria Histórica" a menudo ignorada, desconocida y muchas veces falseada por la historia pero vital para comprender nuestra Historia Contemporánea.
Hasta no hace mucho tiempo la figura de Nicolás María Rivero ha permanecido injustamente en la trastienda de la historia, posiblemente porque las fuerzas reaccionarias como antiguas castas privilegiadas nunca tuvieron el más mínimo aprecio por aquéllos periodos históricos donde progresistas y liberales intentaban sentar las bases hacia un verdadero Estado de Derecho con postulados como soberanía nacional, libertad, igualdad, división de poderes, independencia de la justicia, organización territorial del Estado...
Las Cortes de Cádiz con la promulgación de la Constitución de 1812 junto a La Gloriosa de 1868 fueron el fruto de las ansias reformistas de progresistas y liberales en tiempos de Fernando VII e Isabel II, culpables de atrasar el reloj de nuestra historia demasiados lustros al no saber estar a la altura de las circunstancias para encauzar el movimiento que la historia colocaba en sus manos.
El pueblo de Madrid vivió
con extraordinaria alegría el cambio de ciclo histórico ocurrido en septiembre de 1868 denominado “La Gloriosa o Septembrina” acaudillada por los generales Prim, Serrano y el almirante Copete, el 18 de septiembre de 1868, que sublevaron a la escuadra española que se hallaba en Cádiz, extendiendo la sublevación por toda Andalucía. Serrano, al mando de las tropas, derrotó a las fuerzas de Isabel II en la batalla de Alcolea, cerca de Córdoba, lo que significa que los españoles tuvieran democracia. Se pone fin a la etapa borbónica en España pero por breve
tiempo ya que los antiguos monárquicos estaban abonando el terreno hacia una futura Restauración -el futuro Alfonso XII-.
Curiosa la historia que viera pasar en 1868 hacia el exilio a la autoritaria Isabel II por el mismo lugar que en el año 1923 viera entrar a los "Cien Mil Hijos de San Luís" al mando del Duque de Angulema enviados por el rey francés Luís XVIII para defender el Antiguo Régimen y colocar de nuevo al absolutista Fernando VII cuyo reinado provoca represión política y el éxodo masivo de miles de españoles liberales. Dos martires en aquélla revolución fueron e general Torrijos y Mariana de Pineda que pagaron con la muerte su heroismo. La década ominosa (1923-1933) ha sido considerada como uno de los periodos más abominable de nuestra historia.
Curiosa la historia que viera pasar en 1868 hacia el exilio a la autoritaria Isabel II por el mismo lugar que en el año 1923 viera entrar a los "Cien Mil Hijos de San Luís" al mando del Duque de Angulema enviados por el rey francés Luís XVIII para defender el Antiguo Régimen y colocar de nuevo al absolutista Fernando VII cuyo reinado provoca represión política y el éxodo masivo de miles de españoles liberales. Dos martires en aquélla revolución fueron e general Torrijos y Mariana de Pineda que pagaron con la muerte su heroismo. La década ominosa (1923-1933) ha sido considerada como uno de los periodos más abominable de nuestra historia.
Una mirada
retrospectiva nos hará entender la proyección de Nicolás María Rivero durante el
complejo siglo XIX como gran demócrata constitucionalista que permaneció
alejado de la corrupción realizando aportaciones fundamentales en el campo de
la jurisprudencia y en la política nacional habiendo sido además un médico
comprometido, gran humanista y orador con visión de futuro. Uno de los más
entusiastas defensores del sufragio universal en la convulsa España del siglo
XIX”.
Nicolás
María Rivero (Morón de la Frontera 1814-Madrid en 1878). Destacó en diferentes
campos de la política, periodismo y jurisprudencia durante el siglo XIX en
España. Licenciado en Medicina y Derecho fue elegido diputado por Écija -Partido Progresista- y Jefe del Partido Democrático trabajando para evitar la
violenta represión del gobierno, lo que le hizo ganar popularidad.
Trabajó muchísimo
en la elaboración de la Constitución (1854-1856) durante el Bienio Progresista
que nunca llegó a ser promulgada por el golpe contrarrevolucionario del general
O´Donnell. Se va forjando de algún modo la estructura moderna de las
constituciones posteriores que defenderán auténticos valores democráticos. El Pacto de Ostende en Bélgica entre progresistas y demócratas se
firma el 16 de agosto de 1866, a iniciativa del general progresista Prim con el objetivo de derribar la
Monarquía de Isabel II.
Asume la dirección de “La Discusión” y se implica en la intentona revolucionaria de 1866 que fracasa teniendo que emigrar fuera de España donde colabora en la Revolución de 1868 “La Gloriosa” que triunfa y vuelve a España.
Asume la dirección de “La Discusión” y se implica en la intentona revolucionaria de 1866 que fracasa teniendo que emigrar fuera de España donde colabora en la Revolución de 1868 “La Gloriosa” que triunfa y vuelve a España.
Es elegido el primer alcalde popular de Madrid
(1868-1870) y presidente del Congreso de los Diputados. En 1870 es nombrado por Prim, Ministro de la Gobernación. Apoya la
candidatura de Amadeo I de Saboya. Prim es asesinado e impulsa la I República.
Codirige una sublevación que fracasa el 23 de abril de 1873 y se exilia
muriendo el 5 de diciembre de 1878.
Pero lo más
importante de este ilustre moronense ha sido el legado que nos ha dejado,
siendo considerado el padre del constitucionalismo moderno y el único diputado que defendió la “libertad de imprenta”
y el “Sufragio Universal” que defendió la Gloriosa de 1868, la Constitución más
democrática que habíamos tenido hasta la fecha ya que la Constitución de 1812
“La Pepa” fue traicionada por las fuerzas reaccionarias aunque sentó las bases
para las Constituciones futuras.
Nicolás María Rivero tuvo gran relevancia en la política española de su
época prestando una gran contribución al constitucionalismo español, legalizando
y legitimando el gran vacío de poder tras la marcha de la reina Isabel II.
En primer lugar asegurando
el poder militar y político. Nicolás María Rivero se dedicará con ahínco a
legislar. El aparato civil, político y judicial se tenía que restablecer
ordenando a los tribunales a ser eficaces y resolver con prontitud.
"La Gloriosa" dio paso a
nuevos términos como seguridad jurídica, la soberanía popular, la libertad
individual y colectiva. El pueblo debería salir a la calle siempre guardando el
orden público siendo partícipe de la causa.
La participación de Nicolás
María Rivero en estos hechos históricos del constitucionalismo fue decisiva. La
Gloriosa fue una revolución en uno de los momentos más trascendentales de la
España del siglo XIX, porque enterraba definitivamente el Antiguo Régimen
amparado por las fuerzas reaccionarias que legitimaron la corrupción del
régimen de Isabel II y el autoritarismo de un sistema político agotando la
paciencia del pueblo de Madrid asumido en una grave crisis económica que vivió
con entusiasmo.
A partir
del triunfo de la revolución y durante seis años conocidos como el Sexenio Democrático (1868-1874) se intentará crear en España un nuevo sistema de
gobierno. Fue el primer intento en la Historia de España de
establecer un sistema de libertades en forma de monarquía parlamentaria durante el reinado de Amadeo I (1871-1873), y después con
la I República española (1873-1874). Sin embargo, ambas fórmulas acabarán fracasando.
El Manifiesto de la Junta de
Madrid el 29 de septiembre de 1868 fue firmado por su presidente Pascual Madoz
y el ilustre moronense Nicolás María Rivero entre otros firmantes no deja lugar
a dudas de que nos encontramos ante un hombre cuya vida estuvo dedicada a la
defensa de la libertad, la justicia y el progreso social. Principios que en el siglo XXI continua siendo punto de referencia en cualquier Estado de Derecho.
Pendón sobre su figura. Ayto. de Morón |
Madrileños:
Constituida en nombre del pueblo la Junta Provisional de Gobierno, su primer deber es dirigiros la palabra.
La dinastía de los Borbones ha concluido.
El fanatismo y la licencia fueron el sino de su vida privada. La ingratitud y la crueldad ha sido el premio otorgado a los que en 1808 defendieron la Nación y el trono, y a los que en 1833 salvaron a la hija de Fernando VII. Sufra la ley de la expiación, y el pueblo, que tan generoso fue con el padre y con la hija, recobra hoy su Soberanía, que no puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. Como proclamaron las inmortales Cortes de Cádiz de 1812.
El Ejército y la Marina, con abnegación sublime, han pensado antes en la Patria que en ninguna familia. Desde Cádiz a Santoña ha resonado el grito de Libertad, y unas Cortes Constituyentes elegidas por el Sufragio universal decidirán sobre los destinos de la Patria”.
Hoy reunidos ante la gravedad solemne de las circunstancias un considerable número de ciudadanos, han constituido una Junta Provisional, en tanto que mañana, el pueblo todo de Madrid, reunido por barrios y por distritos, formula su voluntad soberana.
No empañemos la alegría del triunfo con ningún desorden que llenaría de júbilo a los enemigos de la libertad: que todos los vecinos se organicen por distritos y vigilen porque nada manche Nuestra Gloriosa Revolución.
¡Viva la Soberanía Nacional!
¡Viva la Marina!
¡Viva el Ejército!
¡Vivan los generales que han conducido la victoria!
¡Abajo los Borbones!
Firmado
Pascual Madoz (presidente) y Nicolás María Rivero, entre otros…
Desde la cripta del "Panteón de Sevillanos Ilustres"...
P.D. El investigador local local Juan Diego Mata aporta nuevos datos dando a conocer el expediente matrimonial de Nicolás María Rivero, quien en 1846 se casara con la ecijana Loreto Custodio. Conforme a la normativa eclesiástica, en el citado expediente debían incluirse las partidas de bautismo de los contrayentes, así que todo pasaba por localizarlo en el Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla.
Según esta nueva documentación localizada por Juan Diego Mata, Rivero habría nacido en Sevilla el 19 de marzo de 1815, siendo cristianado al día siguiente en la Parroquia de San Lorenzo. Sus padres eran Diego Rivero y Teresa Morón, apellido este que quizá diese pie a la confusión que tantos años ha reinado sobre sus orígenes.
Expediente matrimonial de Nicolás María Rivero |