sábado, 30 de noviembre de 2024

Florencia, la cuna del Renacimiento

David de Miguel Ángel Buonarroti
Galería de la Academia de Florencia


Se cuenta que cuando el escritor y viajero francés Stendhal, seudónimo de Henri-Marie Beyle (1783-1842), visitó la Basílica de la Santa Crocce de Florencia en 1817, al estar expuesto durante mucho tiempo a innumerables obras de arte de incalculable belleza, llegó hasta tal punto de emoción que comenzó a sudar y a sentir una mezcla entre emoción, angustia y felicidad, con un elevado ritmo cardiaco y palpitaciones que le produjeron incluso vértigo.

Esta patología psicosomática benigna no sería descrita como síndrome hasta 1979. Será la psiquiatra italiana Graziella Magherini, quien​ observó y describió más de cien casos similares al de Stendhal entre los turistas y viajeros que visitaron Florencia, la cuna del Renacimiento, siendo documentada como “Síndrome de Stendhal”.

Quien escribe estas humildes letrillas posiblemente haya sentido una emoción similar [aunque sin vértigo] a la experimentada por Stendhal al observar en vivo por vez primera el David de Miguel Ángel Buonarroti en la Galeria de la Academia en Florencia, en las Estancias de Rafael cuando nuestra retina comenzaba ser estimulada por "La Escuela de Atenas" o en la Capilla Sixtina con "El Juicio Final" y "La creación de Adán", uno de los nueve episodios del Génesis pintado por Miguel Ángel en 1511 [y que observé por vez primera en algunas fotografías impresas en aquellos libros de historia de la escuela que forman parte de tiempos pretéritos]. 

Blog de Antonio Cuevas



Breve introducción

La Cuarta Cruzada [1202-1204] sería una cruel guerra entre cristianos católicos contra cristianos ortodoxos. Bizancio colapsa y todo el conocimiento de la antigüedad abandona Constantinopla llevándose genoveses y venecianos muchos libros y conocimientos a la ciudad de Florencia.

Se descubre en Occidente las técnicas de antiguos artistas, movimientos congelados en mármol desconocidos en la Edad Media, llegando además, obras de ingenierías junto con el movimiento de las estrellas, la física y las matemáticas. Llegan conocimientos de la antigua Grecia y Roma, Bizancio e incluso de la India.

Después de soñar algún que otro camino, orientamos nuestro sendero didáctico desde Roma hasta Florencia, capital de la Toscana y cuna del Renacimiento que dista de la Ciudad Eterna unos 230 km. [1 hora y media en alta velocidad desde la estación Termini de Roma], siendo un verdadero museo al aire libre.

Florencia es una de las ciudades más impresionantes del mundo que alberga grandes joyas de la arquitectura, escultura y pintura de grandes exponentes del Renacimiento como Leonardo Da Vinci, Rafael de Sanzio o Miguelangelo Buonarroti [Miguel Ángel], entre otros muchos artistas de talla universal.

“Florencia” tuvo el inmenso honor de contar entre sus vecinos a personajes de talla universal como Dante Alighieri, Giovanni Boccaccio, Brunelleschi, Sandro Boticelli, Donatello, Nicolás Maquiavelo o Miguel Ángel Buenarroti, entre otros muchos.



Julio César frente al Foro Romano


Breves pinceladas históricas

Florencia fue fundada por Julio César en el 59 a.C. como asentamiento para soldados veteranos teniendo como calles principales: el Cardus Máximus [orientación norte-sur] y Decumanus Maximus [orientación este-oeste o de oriente a poniente], que definían el centro de la ciudad y estructuraban su trazado como "urbs". En la intersección de ambas arterias se abría una gran plaza denominada el Foro Romano. El trazado del resto de las calles, se encontraban alineadas en paralelo al cardo y al decumanus, como organización geométrica que dividía el espacio en cuadrículas, denominadas insulaes "manzanas".

Las calles de las ciudades romanas en función de su importancia tenían un pavimento empedrado y aceras laterales elevadas con respecto a la calzada. La pavimentación de las calles se dejaba a expertos canteros que una vez preparado el terreno iban colocando las losas de piedras planas, a veces de grandes dimensiones, que se tallaban en el mismo sitio para encajarlas unas junto a otras para conseguir un firme uniforme.

En el subsuelo de las calles y siguiendo el mismo trazado los romanos realizaron importantes obras hidráulicas como las red de alcantarillado [cloacas de un metro de altura con bóvedas de medio cañón] para canalizar las aguas de lluvia y residuales y verterlas fuera del núcleo urbano.

Los tramos de vía romana fueron construidos con grandes losas de piedra y dos aceras como en la actualidad. Las galerías subterráneas permitían la amplitud suficiente para permitir que un hombre caminara por su interior y realizar el penoso trabajo de su limpieza periódica.

La ciudad estaba protegida por una sólida muralla que tenía cuatro puertas en los extremos de las dos vías principales. Los enterramientos al ser recintos sagrados se realizaban fuera de las murallas [extramuros].

Tras ostrogodos, bizantinos y lombardos, en el 774 será conquistada por Carlomagno prosperando económicamente. A partir del primer milenio se inicia en Florencia la Edad de Oro del arte bizantino surgiendo en el siglo XII los sólidos gremios del arte gótico.

Durante el siglo XII surgen conflictos internos entre los bibelinos, que apoyaban al emperador de la Dinastía Hohenstaufen Federico I Barbarroja (1152-1190), y los güelfos, partidarios del papa que provocarán unos tiempos convulsos, que no impedirán que Florencia se convierta en una de las ciudades más prósperas de Europa, con su propia moneda “el florín de oro”, la primera moneda de oro europea. Muchos bancos florentinos tendrán a partir de ahora sucursales en las principales ciudades de Europa Occidental.

 


Basílica de la Santa Crocce en la Piazza homónima 
 Monumento a Dante Alighieri


Durante nuestra visita a la Basílica de la Santa Cruz [en la Piazza de la Santa Crocce] pudimos observar el colosal monumento a Dante construido en 1865, obra del escultor italiano Enrico Pazzi erigida durante el 600º Aniversario del nacimiento del poeta florentino. Su pedestal tiene cuatro leones con escudos que contienen los nombres de algunas obras menores de Dante y los símbolos de varias ciudades italianas que contribuyeron a financiar la construcción de la escultura. Su obra “La Divina Comedia” nos hace reflexionar sobre la importancia del Infierno y del Purgatorio en la mentalidad de su época.

El poeta y escritor Dante Alighieri [1265-1321] será uno de los ilustres vecinos de Florencia. Escribió “La Divina Comedia”, una obra de transición del pensamiento medieval al renacentista y obra cumbre de la literatura universal. Dante Alighieri en su obra "La Divina Comedia" realiza un viaje a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado por el alma del poeta romano Virgilio [autor de la Eneida en el siglo I a.C., encargo del emperador Augusto con el fin de atribuirle un origen mítico al Imperio Romano].

¡Quién le iba a decir al que escribe estas humildes letrillas que iba a visitar la última morada de Miguel Ángel, Donatello, Maquiavelo o Galileo Galilei en la Basílica de la Santa Crocce de Florencia!

Si San Marcos era un símbolo para Venecia y San Pedro para Roma, Miguel Ángel lo será para Florencia.

 



La importancia del Infierno en la mentalidad medieval

“Cuando el hombre se da cuenta de que existe y de que va a morir, y de que no tiene nada a lo que agarrarse, entonces se crea angustia”.

Jean-Paul Sartre


El ser humano siempre ha necesitado de un barquero que le ayude a atravesar sus propias sombras y angustias. Y es ahí donde interviene el brujo, el hechicero o el chamán al cumplir un papel fundamental al actuar como presunto intermediario entre la tribu y la divinidad, entre la comunidad y el Trascendente.

Desde los púlpitos y confesionarios se inculcaba a los fieles que las almas de los difuntos tenían en el Purgatorio un periodo de caducidad, para que su estancia fuera lo más breve posible, siendo necesario sufragarlo con abundantes misas y oraciones mediante su justo precio, donando a la Iglesia fincas y propiedades. Estaba ampliamente extendida la costumbre de realizar donaciones a instituciones religiosas a cambio de evitar el Purgatorio y el Infierno.

La Divina Comedia es la creación más importante de Dante Alighieri, escrita entre 1301 y 1321, siendo una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval (teocentrista, que consideraba a Dios el centro de todas las cosas) al renacentista (antropocentrista, que consideraba al ser humano como el centro y medida de todas las cosas).

Dante, se encuentra perdido en medio de una selva oscura. Al amanecer, llega a una montaña iluminada, donde es asediado por tres animales simbólicos: un leopardo, un león y una loba [lujuria, soberbia y avaricia]. El alma de Virgilio, el poeta latino, acude en su auxilio y le hace saber que su amada Beatriz le ha encomendado llevarlo hasta las puertas del Paraíso. Para eso, deberán pasar primero por el Infierno y el Purgatorio como reinos del Inframundo.

En la primera parte de la travesía, Virgilio acompaña el alma de Dante a través de nueve círculos infernales, en los cuales vislumbra los escarmientos que sufren los pecadores impíos.

En la segunda parte, Dante conoce el Purgatorio, lugar donde las almas pecadoras purifican sus pecados para ascender al Cielo.

En la tercera parte, Dante es recibido por Beatriz a las puertas del Paraíso, ya que Virgilio tiene la entrada prohibida por haber sido pagano. Dante conoce el firmamento y atestigua la victoria de los santos y la gloria del Altísimo.

Dante, limpio ya de pecado regresa a la Tierra para dar testimonio de su viaje en un poema que tiene como propósito didáctico salvar a la Humanidad del pecado.



Estatua ecuestre de Cosme I de Médici
Piazza de la Signoria, en Florencia


Los Médicis

Eran la principal familia de Florencia y además, banqueros del papa. Lorenzo de Médici fue un gran mecenas de las artes, encargando trabajos importantes a Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y Boticelli. 

Muere en 1492, sucediéndole su hijo Piero II quien tendrá serios desencuentros con el rey de Francia Carlos VIII quien invade el norte de Italia, lo que provocará que los florentinos se rebelen y provoquen el exilio de Piero II de Florencia en 1494. El primer periodo del gobierno Médici termina con la restauración de un gobierno republicano.

Un vecino ilustre de Florencia será Nicolás Maquiavelo, quien dará consejos al Príncipe [gobernante] para la regeneración de Florencia bajo un liderazgo sólido estableciendo una serie de principios para la política. El término “maquiavélico” en política será utilizado de forma peyorativa cuando se condene a alguien por alguna actuación inmoral.



Estatua de Maquiavelo en la Galería Uffizi


Maquiavelo, bajo el amparo de los Médici, escribirá las "Historias florentinas". Florencia destierra a los Médici por segunda vez y restablece la República el 16 de mayo de 1527.

Los Médicis serán restaurados de nuevo en el poder con el apoyo del emperador y del Papa, convirtiéndose en 1537 en duques hereditarios de Florencia, y en 1569, en los Grandes Duques de Toscana, gobernando durante dos siglos.

Durante los siglos XIV al XVI destacará en Florencia la circulación del dinero, la banca y el comercio, permitiendo a los Médicis, banqueros muy ricos, que patrocinen a diferentes artistas. La figura de los Papas continuará siendo muy poderosa.

​En la Biblia la usura será considerada un pecado mortal, lo cual aterrorizaba a los banqueros bajo la condena eterna. Sin embargo, una cláusula permitía la salvación del infierno si se patrocinaban obras de arte o arquitectura. Será así como comienza una época de embellecimiento de la ciudad, modificando espacios públicos y privados construyéndose nuevos monumentos. Florencia será conocida como la cuna del Renacimiento.

La crisis de la Iglesia católica (especialmente la controversia sobre el papado francés de Aviñón y el Gran Cisma), unida a los efectos catastróficos de la Peste Negra, llevaron a una revaluación de los valores medievales, dando como resultado el desarrollo de una cultura humanista, estimulada por los trabajos de Petrarca y Bocaccio. Estos hechos propiciaron una revisión y estudio de la antigüedad clásica, de la que surgió el Renacimiento. Florencia se benefició material y culturalmente de sus intercambios marítimos en conciencia social.


Florencia y no Roma será la cuna del Renacimiento

El arte de construir enormes cúpulas se había olvidado redescubriéndose durante el Renacimiento. Una parte de la riqueza de los nuevos ricos comenzaba a distribuirse entre los artistas. El auge de la anatomía y el hombre que manejaba el tiempo junto con las nuevas rutas comerciales dio una nueva dimensión al mundo conocido que triplicaba su tamaño.

Tras el oscurantismo se hacía necesario la idea de una resurrección, de un volver a nacer dando lugar a una nueva visión del hombre, considerando al ser humano como algo grande y valioso como punto de partida en contraposición a que la Iglesia utilizaba a Dios como centro del universo. Esta nueva manifestación por el hombre se manifestaba por el interés en la anatomía del cuerpo humano. Vuelve a aparecer el desnudo tras mil años de pudor.

Para los humanistas del Renacimiento, la reconstrucción de Roma se convirtió en un objetivo político y cultural emprendiéndose la edificación de la basílica de San Pedro sobre la tumba del apóstol. El Renacimiento trajo consigo un nuevo concepto de la naturaleza. Ahora se decía que la naturaleza era una prolongación de Dios.


Rostro de Miguel Ángel con turbante
Retrato del óleo de Giuliano Bugiardini [1522]
Museo del Louvre [París]


Miguel Ángel Buonarroti

Cuando visitamos Florencia, lo primero que observamos por sus calles fueron grandes retratos de Miguel Ángel con turbante, obra del pintor renacentista Giuliano Bugiardini [1522], que anunciaba una Exposición sobre Miguel Ángel en la Galería de los Uffizi. 

Pero quien era este coloso que dominó a la perfección el martillo y el cincel en la escultura, los pinceles en la pintura junto con la proporción aúrea y en la arquitectura, 

Miguel Ángel nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese. Con 6 años muere su madre Francesca y su padre contrata los servicios de una nodriza, hija y esposa de un cantero. Miguel Ángel llegó a decir que con la leche de su nodriza chupó el martillo y los cinceles. Su padre Ludovico se da cuenta cuando tenía Miguel Ángel trece años de que carecía de aptitudes para ser banquero y le permitió formarse como artista con Doménico Ghirlandaio.

Lorenzo de Médicis le pidió a Ghirlandaio a dos de sus mejores alumnos para ingresarlos en una Academia de Artes y Humanidades que habían creado los Médicis. Y le fueron enviados Francesco Granacci y el propio Miguel Ángel quien estudió las esculturas clásicas de Grecia y Roma. Miguel Ángel obtuvo el permiso de la Iglesia para estudiar a los cadáveres tallándole a cambio una cruz de madera.

En 1492 muere Lorenzo de Médicis y el artista se muda a Bolonia donde recibe el encargo de terminar la talla de San Próculo. Regresa a Florencia en 1494 y realiza a San Juan Bautista y un pequeño cupido vendido a un cardenal quien al ver la gran obra realizada por Miguel Ángel lo invita a Roma.

Miguel Ángel tuvo una gran rivalidad con Leonardo da Vinci tanto en la pintura como en la escultura. También surgirá la envidia con Rafael Sanzio. Sin embargo, como artista sobrepasó los límites de su época. Tuvo un carácter atormentado e inconstante que no confiaba en los médicos. A los 42 años Miguel Ángel se sentía enfermo con una grave neuralgia. Si trabajaba un día necesitaba descansar cuatro. Miguel Ángel se ganó a pulso la condición de ser alguien difícil.

El manierismo fue una transición entre el Alto Renacimiento y el Barroco y Miguel Ángel es considerado un pionero en el arte y en la arquitectura manierista. Comienza a jugar con figuras atrapadas en la piedra y con la erosión deliberada de las figuras que no están completamente liberadas de la piedra. Miguel Ángel fue un erudito universal, maestro de obras, arquitecto, pintor, escultor e investigador.

La Plaza de San Pedro es el monumento del Renacimiento más impresionante del mundo. Genios universales de la talla de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci encontraron soluciones a todos los problemas en una época en que el mundo parecía cambiar “El Renacimiento”.

Miguel Ángel tuvo una vida atormentada ya que no encontraba horas suficientes para terminar sus trabajos. El 18 de febrero de 1564 muere Miguel Ángel en Roma.

Si en pintura destacan los frescos de la Capilla Sixtina, en escultura, brillará con luz propia el David, la Piedad y el Moisés de la tumba de su mecenas el Papa Julio II. Y como arquitecto la cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma.



Pocas cosas hay en el mundo del arte que impresionen tanto al ser observadas como el David, la Piedad o el Moisés de Miguel Ángel en escultura, las Estancias de Rafael o la Capilla Sixtina en pintura junto con "La Gioconda" de Leonardo Da Vinci.



El David de Miguel Ángel se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia


El David de Miguel Ángel encarnaba la viril seguridad de la república florentina, que en 1504 erigió esta estatua, ubicada en un principio en la plaza principal de Florencia "La Piazza de Santa María del Fiore". Miguel Ángel contaba con 23 años de edad cuando concluyó esta talla de mármol blanco de Carrara. 

El mármol de Buonarroti transformaba al adolescente David de la Biblia en un atlético gigante convirtiéndose en la estatua más icónica del Renacimiento con 5,17 metros de altura y cinco toneladas de peso. Entre los cánones de belleza del hombre griego predominaban en los hombres los genitales pequeños.


El David de Miguel Ángel


Existen tres versiones del David. Los dos antecedentes, de Verrochio y Donatello, y la gran síntesis, comparable al más perfecto canon griego: el de Miguel Ángel, que se siente escultor “La Piedad y Moisés”. Era la primera vez que se mostraba a David sin combatir con Goliat. Pero Miguel Ángel será también arquitecto, y gran pintor de las bóvedas además del altar de la Capilla Sixtina.

A los florentinos les apasionaba la historia de David quien mata con una honda y una piedra al gigante Goliat decapitándolo. Florencia quería tener a un coloso y contaba con un bloque de mármol blanco de Carrara de poco más de 5 metros de altura. Miguel Ángel se ofreció a tallar el David en una sola pieza de mármol a base de cincel y de martillo.

Florencia se decide por Miguel Ángel quien tenía unos brillantes antecedentes con la Piedad en Roma, siendo terminada en tres años, en 1504. A Miguel Ángel no le gustaba que lo vieran trabajar.

Para reubicar el David de Miguel Ángel se formó en Florencia un comité de 30 artistas, entre ellos, Leonardo da Vinci y Boticelli. En 1512 cayó un rayo en la base de la escultura que dañó la peana. En 1527 su brazo izquierdo fue amputado por un banco lanzado por una ventana siendo restaurado dieciséis años después. En 1873 decidieron moverla y dejar una réplica en su lugar. Se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia.

El David de Miguel Ángel se convirtió en un icono de toda una época, siendo la escultura más famosa en la historia del arte.

El David de Miguel Ángel tiene 5,17 metros de altura realizado en una sola piedra mármol blanco en posición “contraposto”, una pierna soportando el peso total mientras que la otra se encuentra relajada. Se encuentra tensionado y con la intención de atacar. Las proporciones del David no corresponden a la figura humana.

Sostiene una piedra en su mano derecha y su onda sobre el hombro izquierdo destacando sus músculos flexionados, sus fosas nasales dilatadas, las venas que se salen de su mano. Miguel Ángel fue influenciado por el pensamiento neoplatónico según el cual las actividades más importantes de un ser humano eran el pensamiento y la acción. Para resaltar esos dos elementos hizo la cabeza y las manos en una mayor proporción que el resto del cuerpo como un reflejo divino.

David, rey de los judíos es presentado sin la circuncisión ligado a la belleza humana y no tanto a la religión. Florencia se identificaba con el David de Miguel Ángel, convertido en el símbolo del nuevo hombre del Renacimiento. Las personas tomarán a partir de este momento conciencia de sus nuevas habilidades de una manera nueva, aumentando exponencialmente la autoestima humana.



Detalle de la mano del David de Miguel Ángel Buonarroti
Da la impresión de que la sangre fluye incluso en el mármol


El mármol de Carrara extraído de los Alpes Apuanos en el norte de la Toscana es la piedra blanca más preciada del mundo. Los escultores del Renacimiento estimaron la producción de Carrara por su elevado nivel de pureza y por su grano compacto. Miguel Ángel escaló muchas veces las pétreas laderas en busca de pedazos de mármol sin mácula.


La Pietá de Michelangelo Buonarroti [1498-1499] 
Basílica de San Pedro del Vaticano


La Pietá del Vaticano [entre 1498 a 1499]

Mide 1,74 m. de altura x 1.95 m. de longitud y se encuentra en la Basílica de San Pedro del Vaticano. En el arte significa el lamento de la Virgen por la muerte de Cristo. Una hermosa obra escultórica en mármol pulido con un sentido de la gravedad refinado y una asombrosa complejidad psicológica en el compromiso de la Virgen con su hijo muerto. La proporción del Cristo es mucho menor que la de la Virgen. El arte del Alto Renacimiento representa la proporción, el equilibrio y la belleza ideal, cualidades exageradas por el manierismo. El rostro de la Virgen representa a una madre muy joven y afligida con su hijo yacente entre sus brazos.

Miguel Ángel consiguió la maestría anatómica. Los marmóreos pliegues de la vestimenta nos da la impresión que se mueven con cualquier corriente de aire. Miguel Ángel era tan inteligente distorsionando las cosas que se da cuenta de que al romper las reglas le da más poder emocional a su obra. 

La Piedad es la única obra que Miguel Ángel firmó, está escrito en latín:

“Michelangelus Bonarrotus Florentinus Faciebat"
Miguel Ángel Buonarroti, el florentino, la hizo

Lo que si conocemos es el acuerdo de pago de la Pietá a Miguel Ángel, un 27 de agosto de 1498.

"Su Eminencia el cardenal de San Dionigi llegó a un acuerdo con Michelangelo, escultor florentino: el citado maestro se compromete a esculpir una Pietá de mármol, es decir, una Virgen María vestida sosteniendo a su hijo Jesucristo muerto, a escala natural, por la cantidad de 450 ducados de oro en moneda pontificia, en el plazo de un año a contar desde el día en que se inicie la obra. Su Eminencia el cardenal efectuará el pago de la forma siguiente:

Entregará antes del comienzo del trabajo 150 ducados de oro en moneda pontificia. Una vez se haya comenzado la obra pagaría al citado Michenalgelo 100 ducados en la misma moneda cada cuatro meses, de forma que los mencionados 450 ducados de oro, en moneda pontificia estén satisfechos en el plazo de un año si este encargo se ha realizado. Si la obra fuese concluida con anterioridad a la fecha, Su Eminencia pagará entonces toda la suma.

Y yo, Jacopo Galli -amigo y representante del artista-, prometo a Su Eminencia el Cardenal que el susodicho Michenangelo terminará la obra en el plazo de un año y que será la escultura más bella de Roma"…

Según el libro “Rezar por Miguel Ángel”, por Christian Gálvez

Moisés de Michelangelo [1513-1515] se encuentra en la Basílica de San Pietro in Vincoli [tumba del Papa Julio II]


Tumba del Papa Julio II [Cardenal Giuliano della Rovere] 

Mientras Roma mostraba una ambición artística provinciana, llegaba al Papado Julio II quien soñó con revivir el prestigio de la antigua Roma. A partir de 1503, emprendió en el Vaticano, a lo largo del río Tíber considerables obras de saneamiento, restaurando los muros de la ciudad e incitó a los cardenales a reformar las calles y restaurar las iglesias.

El Papa Julio II revivió el prestigio de Roma al hacer posible una serie de realizaciones artísticas donde la Basílica de San Pedro vendrá a simbolizar el poder espiritual y temporal de la Iglesia. En el plano de la escultura, Miguel Ángel concebirá su proyecto funerario como un monumento triunfal del Papa sobre la Naturaleza y la Muerte.

Las obras emprendidas por Julio II surgen en torno al papel desempeñado por la Iglesia, y su vinculación histórica con la conciencia de los nuevos tiempos. Así cabe entender la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina, encargada a Miguel Ángel en 1505, y la de las Estancias, realizada por Rafael Sanzio entre 1509-1517. 

Diez años después de esculpir el David [de septiembre de 1501 hasta mayo de 1504] Miguel Ángel escupe el Moisés [1513 a 1515] para el colosal mausoleo del Papa Julio II [1505-1154]. Miguel Ángel no copia a sus antecesores sino que aprende de ellos.

El papa Julio II encargó a Miguel Ángel una colosal tumba con más de 30 figuras escultóricas. Miguel Ángel estuvo varios años trabajando en la tumba de Julio II resaltando figuras como Moisés, para algunos la estatua más magistral realizada por Miguel Ángel, donde sobresalen detalles tan minuciosos como la barba de Moisés, las vestiduras y los músculos.

Los dos cuernos en su cabeza serán producto de una mala traducción de la Biblia: Éxodo 34, versículo 29:

“Cuando Moisés bajo del Monte Sinaí tenía las dos tablas de la Ley e ignoraba que su cara tenía cuernos, después de hablar con el Señor”

Esta es la versión de la Biblia que Miguel Ángel habría leído. Eso explica los cuernos en la cabeza de Moisés.

 

Miguel Ángel Buonarroti murió el 18 de febrero de 1564 en Roma siendo enterrado en la Basílica romana de los Santos Apóstoles (Santi Apostoli). Sin embargo, tres semanas después, en el mes de marzo, su sobrino Leonardo, con permiso del papa y por orden del duque Cosme de Médici trasladó en secreto sus restos mortales hasta la Basílica de la Santa Cruz (Santa Croce) de Florencia, tal y como era deseo del artista. 

El genio dejaba un importantísimo legado artístico, fundamentalmente en las ciudades de Roma y Florencia, pasando a convertirse en el artista más importante de todos los tiempos.

El sepulcro de Miguel Ángel Buonarroti fue proyectado por su amigo, arquitecto y biógrafo Giorgio Vasari [arquitecto, pintor y escritor que fuera considerado uno de los primeros historiadores del arte], autor del Palacio de los Uffizi, y de las iglesias de Santa María Novella y Santa Crocce, entre otras obras importantes. La ejecución de la obra fue encargada a Giovanni Battista Lorenzi, gran escultor florentino, quien además de esculpir el busto de Miguel Ángel, realizado a partir de su máscara funeraria, se encargó también de la escultura de la izquierda, que simboliza la pintura.




Las tres estatuas alegóricas que se sitúan bajo el busto de Miguel Ángel representan por tanto a las tres Bellas Artes por excelencia, como son la Pintura, la Escultura y la Arquitectura.

El propio sepulcro en sí mismo ya representa a las tres bellas artes: los frescos a la pintura, las estatuas a la escultura, y la fachada que sirve de fondo a la arquitectura. Estas tres bellas artes hacen clara alusión al carácter multidisciplinar del gran maestro del Renacimiento Italiano (escultor, pintor, arquitecto, etc.), autor de La Piedad o El David (escultura), los Frescos de la Capilla Sixtina (pintura) o la Cúpula de San Pedro del Vaticano (arquitectura). 

Es también muy importante señalar que las cuatro estatuas, —el busto de Miguel Ángel y las tres alegorías—, fueron esculpidas a tamaño natural.


En pintura



La Creación de Adán en la Bóveda de la Capilla Sixtina [1511]



El Juicio Final de Michelangelo [1537-1541] 
 Capilla Sixtina

La decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina fue encargada a Miguel Ángel en 1505, y la de las Estancias, pintadas por Rafael de Sanzio entre 1509-1517 viene a demostrar una vinculación histórica con los nuevos tiempos. 

En la Cámara de Heliodoro del Vaticano se encuentra "La expulsión de Heliodoro del templo", "La liberación de San Pedro y el encuentro de León Magno con Atila [1513-1514]".

En la Estancia de la Signatura se encuentra "La Escuela de Atenas", todas de Rafael Sanzio, quien murió el mismo día que cumplía 37 años de edad. Sus discípulos terminarían la Batalla de Constantino contra Majencio, el Bautismo de Constantino y la Donación de Roma.


En el fresco de Rafael Sanzio “La Escuela de Atenas”, se puede apreciar retratado a Leonardo da Vinci como Platón [junto a Aristóteles], señalando hacia el cielo con su dedo índice.

El poderío de Florencia

El poderío económico de Florencia, capital de la Toscana, crece durante el siglo XIII y se expansiona a lo largo del siglo XIV gracias al comercio, a la industria y a las operaciones bancarias teniendo el monopolio y el tráfico a gran escala de muchos productos con una vasta red de contactos que abarcaban la mayor parte del mundo cristiano e islámico. En todas las ciudades importantes de Inglaterra, Francia y Flandes existían sucursales florentinas.

La banca florentina revolucionará las finanzas a través de dos cuentas: la de crédito y la de débito. Mediante los libros mayores el mecenas conocerá sus finanzas en tiempo real. Se conceden préstamos y cartas de crédito canjeables en muchos países. Un goteo financiero del que dependía toda una tropa de artistas.

El poderío económico de Florencia fue creciendo durante el siglo XIII y expansionándose a lo largo del XIV no teniendo parangón en ninguna parte de Italia ni de Europa. Gracias a sus constantes reservas, el florín de oro desplazaba a las fluctuantes monedas de plata de la escena internacional. Los Médicis, remuneraban las sumas que les habían sido confiadas por sus clientes con un interés que oscilaba entre el 8 y el 10%, cobrando ellos intereses que superaban fácilmente el 25%. La acumulación de tanto dinero llevaron a los Médicis a convertirse en verdaderos mecenas del arte. Una época muy rica en la arquitectura, escultura, pintura y también en las letras.

La clase alta de Florencia tenía un enorme poder financiero. Florencia era en el siglo XV un hormiguero de bancos especializados en préstamos semanales y de joyas.



La imprenta

La imprenta como uno de los inventos más importantes de la Humanidad hace indispensable la figura de los impresores que democratizaron la lectura. En el Renacimiento gracias a la imprenta caerá el monopolio del conocimiento, uno de los bastiones más importantes de la Iglesia.

El alemán Johannes Gutenberg inventó en 1440 en Maguncia un sistema de fundición integral con letras de forma individual que dará lugar a la invención tipográfica moderna “la imprenta”, dando como resultado el cambio de poder en la información. La palabra impresa valía más porque se leía por escrito.

Aumentó el número de laicos que sabían leer y escribir accediendo a los textos bíblicos, la literatura se difunde rápidamente y es más difícil de controlar lo que ya ha sido distribuido. El libre pensamiento genera un nuevo tipo de hombre. La imprenta iniciaba una forma nueva de comunicación para expandir el legado cultural y Gutemberg será considerado el “padre de la imprenta”.

 


Fuente de Neptuno de Florencia
Obra de Bartolomeo Ammannati y Giambologna




A escasos metros de la Fuente de Neptuno, en la Piazza de la Signoría de Florencia, se encuentra en el suelo una placa conmemorativa que recuerda la muerte en la hoguera del fraile dominico Girolamo Savonarola ocurrida el 23 de mayo de 1498 al ser declarado culpable de herejía por el Tribunal de la Inquisición. Savonarola se había enfrentado al Papa antes que Lutero criticando el lujo y la corrupción de la Iglesia católica.


Hijos ilustres del Renacimiento

Leonardo da Vinci [1452-1519], Miguel Ángel Buonarroti [1475-1564] y Rafael Sanzio [1483-1520] serán hijos ilustres del Renacimiento en el jardín de la historia que hunde sus raíces en una generación encabezada por Petrarca y sus discípulos, con los que nace el Humanismo, en paralelo a una primera generación de artistas: Brunelleschi, Alberti, Donatello, Masaccio. Su tronco lo constituyen el mecenazgo de la familia Médicis como mecenas activos que aportaron la fortaleza material y política necesaria junto con la Escuela Neoplatónica de Florencia con Marsilio Ficino al frente, se convirtió en la fuente esencial de la que pudieron beber no sólo filósofos y artistas, sino también médicos, abogados, filólogos, historiadores, etc. Entre ellos se encuentran grandes protagonistas de aquella aventura histórica como Boticelli o Ghiberti [Puertas de bronce del Baptisterio de Florencia que llamará Miguel Ángel la Puerta del Paraíso], entre otros importantes artistas.

El Renacimiento será un movimiento artístico y cultural que tiende a la perfección, a la estética de la belleza, la armonía y el equilibrio que va a sustituir a la apasionada espiritualidad del Gótico. Alberti escribe tratados de arquitectura, Bramante inicia la construcción de cúpulas. Será un arte racional frente a la apasionada religiosidad gótica. El hombre, el cuerpo humano desnudo, en toda su belleza y potencia, será la medida de todas las cosas, encerrado en figuras geométricas perfectas. La arquitectura estará basada en proporciones matemáticas y geométricas. Miguel Ángel pintará el Juicio Final en la Capilla Sixtina con todas las figuras desnudas. Nunca hasta entonces, se había valorado tanto el papel creador del artista. 

Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel fueron la gran síntesis del arte. En Venecia se formará El Greco. Florencia de los Médicis será el epicentro de un despliegue artístico sin precedentes en la historia del arte.

En el Renacimiento la nueva imaginación del hombre pasará a un primer plano. Se tendrá el concepto de que el hombre era similar a Dios, algo impensable en épocas anteriores. El ser humano comienza a dejar en un segundo plano la vida espiritual “el más allá” preocupándose más por la vida terrenal “por el más acá”. El teocentrismo del medievo cede paso al antropocentrismo renacentista, donde el hombre es el centro del universo. El mundo feudal se repliega ante la burguesía de nuevo cuño. Se comenzaba a gozar sin una espada de Damocles del pecado que aceche espiritualmente.

 

El arte durante la Edad Media era sobre todo un arte religioso. En el Renacimiento el arte se despreocupa del tema religioso y describe la vida cotidiana de manera exacta. Los artistas ponen condiciones y son alabados por los poderosos y papas que quieren contar con sus servicios.

La peste cambiará el mundo, incluido al mismo hombre. Mientras que los muertos saldaban su cuenta con Dios, los vivos del Renacimiento pensarán que es necesario vivir. En Florencia la peste causaba estragos y solo una quinta parte de sus habitantes sobrevivieron. Cambiaba la distribución de la riqueza y serán ahora los Médicis los diseñadores de una nueva era.

Mientras en Europa se continúa construyendo en el estilo gótico, en Florencia e Italia se construye en el Renacentista. El saber pasa de las escuelas catedralicias a las escuelas laicas. Las etapas del Renacimiento se denominan Quattrocento en el siglo XV, Cinquecento en el XVI y Manierismo como transición hacia el estilo Barroco. La perspectiva y los claroscuros de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Rafael Sanzio se divulgan rápidamente por Europa.

 



Florencia se proyectaba como la patria ideal de los hombres y maestra de la cultura, lo que será decisivo para el estudio del Humanismo. El centro de la política en Florencia se encontraba en la Casa de los Médicis, que invirtieron en su propia salvación al construir la Basílica de San Lorenzo [1418-1470]. La Capilla de los Médicis forma parte del complejo de la Basílica de San Lorenzo y alberga las tumbas de gran parte de la familia más poderosa de Florencia durante muchos años. Una gran parte de los miembros más importantes descansan en la Capilla de los Príncipes, una impresionante sala octogonal de mármol y piedras semipreciosas. Un corredor une esta sala con la Nueva Sacristía, diseñada por Miguel Ángel y aunque no la pudo terminar, merece la pena observar las diferentes esculturas realizadas por este genio.


Monumento mortuorio de Maquiavelo
 Basílica de la Santa Cruz de Florencia


Maquiavelo, redacta en 1513 un tratado “El Príncipe” que será publicado en 1531 en Roma. “El Príncipe” pasará a la historia del pensamiento porque constituye el arranque de la reflexión teórica sobre los orígenes del poder y su estructura. La obra está dirigida a Lorenzo de Médici ‘el Magnífico’, a quien Maquiavelo explica cómo debe gobernar para ser estimado y admirado por su pueblo, la nobleza y el ejército y qué debe hacer para unificar a Italia y sacarla de la crisis en que se encuentra.

El humanista y político italiano Salutati fue el principal responsable de la resurrección de los estudios griegos en Florencia. Era necesario leer las traducciones de Aristóteles y escribir en griego. Los clásicos griegos fueron considerados como los educadores del pueblo, siendo necesario el retorno de los autores griegos y latinos a las nuevas disciplinas. Dominar la lengua griega para acceder a las bibliotecas científicas será un requisito indispensable.

Con el descubrimiento del Nuevo Mundo la teoría geocéntrica cambió junto con las relaciones entre el hombre y el mundo, dando lugar a una nueva visión de la Naturaleza. La revolución Copernicana cambia la visión del Cosmos y de toda la tradición bíblica.

 

Los pintores estudian la teoría de la perspectiva, donde se destaca el valor del individuo frente al mundo. Una representación racional del espacio. Será durante siglos la base de la pintura occidental.

Los grandes señores buscan afanosamente a escritores que eternicen su nombre y su gesta, monumentos que les salven de su inexorable fin; palacios privados que les sirvan de moradas eternas. Con el deseo de perdurar en el recuerdo, fue levantado en Padua, el monumento ecuestre a Gattamelata en 1447, obra del escultor florentino Donatello. Será la primera estatua fundida en Occidente desde los tiempos de Justiniano.

El hombre del Renacimiento será un actor que domina los acontecimientos y que posee las riendas del discurso de la historia. En Florencia los artistas habían alcanzado la cumbre de su esplendor.

Florencia en 1410 es una ciudad estado que reboza de confianza en sí misma gracias a que el dinero fluye con facilidad. Una especie de Sillicon Valley de la Edad Media con la Catedral de Santa María del Fiore, en la Piazza del Duomo, una obra maestra del comienzo del Renacimiento italiano que representa la riqueza y el poder. 

En 1418 le faltaba la cúpula de 45 metros de diámetro. Y apareció Brunellechi, ingeniero y constructor con su propio sistema de grúas que revolucionará las técnicas de la construcción de la época. Los planos realizados por los artistas servirán como una base visual para muchos arquitectos, algunos también artistas. 


La Cúpula se alza hasta alcanzar los 114,5 metros de altura y 45,5 metros de diámetro, siendo la más grande de la historia de Occidente. Bajo la cúpula se encuentran las sepulturas de Brunelleschi.

La cúpula de Santa María del Fiore, de Brunellechi o del Duomo [iglesia principal de la ciudad] será terminada el 25 de marzo de 1436.

 



Destaca su impresionante fachada realizada en mármol blanco y verde y la famosa cúpula de Filippo Brunelleschi, construida en 1420 y considerada uno de las grandes hitos de la historia de la arquitectura.

Sorprende al visitante las grandes dimensiones de la Catedral y las increíbles escenas pintadas del Juicio Final de la cúpula, que se pueden observar de más cerca subiendo los 463 escalones que te llevarán hasta lo alto de la misma, desde donde disfrutarás de una fantástica panorámica de la ciudad.

En 1425 el mecenas Cósimo de Médici [del escultor Donatello], un gran banquero será el primer patrocinador de las artes. Su dinero dio impulso al desarrollo del arte de Florencia [Fiorenza] y la etapa inicial del Renacimiento italiano.

Donatello fue una de las primeras personalidades del Renacimiento. El David de Donatello [1430] será la primera escultura de un ser humano desnudo. El Renacimiento no tenía ya ese temor al desnudo como existía en la antigüedad. Antes nadie se había atrevido a esculpir un hombre desnudo y realista. Con el Renacimiento crecerá el interés por la anatomía e incluso por el comercio de los cuerpos recién fallecidos. La curiosidad triunfó sobre el miedo.




Frente a la Catedral de Santa María del Fiore se encuentra el Baptisterio con su famosa "Puerta del Paraíso", obra del escultor y orfebre italiano Lorenzo Ghiberti [1425 a 1452].

El arte tiende a la perfección donde predomina la armonía y el equilibrio. León Battista Alberti escribe tratados de arquitectura y Bramante inicia la construcción de cúpulas. Donatello y Verrochio buscan en sus esculturas la expresión vigorosa de la personalidad contemporánea. Su arte será racional y profano frente a la apasionada religiosidad gótica. El cuerpo humano desnudo será la medida de todas las cosas, encerrado en figuras geométricas perfectas. La arquitectura estará basada en proporciones matemáticas y geométricas. El arte será valorado al máximo, como en la corte de los Médicis florentinos.

Miguel Ángel pintará el Juicio Final en la Capilla Sixtina [1536-1541] con todas las figuras desnudas, lo que se convirtió en una verdadera revolución. Llevará en su seno el Barroco. Entre 1520 y 1550 existe una etapa intermedia, a la que llamamos manierismo, del que participa el propio Miguel Ángel. Las figuras de la Capilla Sixtina se cubren con paños por considerarse obscenas.

En los años sesenta muere Miguel Ángel, se acaba el Concilio de Trento, desaparece el Renacimiento y se inicia el Barroco. En Venecia pintan Tiziano [1490-1576], Tintoretto [1518-1594] y Veronés [1528-1588] que enriquecen el manierismo, en un concepto barroco del arte. En este contexto se forma un fabuloso manierista que será el Greco.

Leonardo da Vinci [1472], Rafael Sanzio [1483-1520] y Miguel Ángel [1475-1564] fueron la gran síntesis del arte en el Renacimiento.

En Venecia se formará el Greco, que en Toledo se convertirá en uno de los grandes genios del arte universal. En España, el Renacimiento tendrá su máxima expresión en el manierismo de El Greco y en arquitectura triunfará un estilo sombrío, frío y geométrico, el estilo herreriano [El Escorial] cuya fuerza retrasará el Barroco.

La nueva arquitectura es armonía, proporción y predominio de las estructuras: Palacio Rucellai de Alberti, y Capilla Pazzi, de Brunelleschi. El elemento fundamental de las construcciones del Renacimiento será la cúpula. Desde la primera, de Brunelleschi, en Florencia [Santa María de las Flores] hasta la gran cúpula del Vaticano de Miguel Ángel.

La obra más representativa de Leonardo da Vinci será la Gioconda, el fresco de la “Sagrada Cena”, la Virgen de las Rocas, etcétera.

Giorgio Vasari [1511-1574], pintor, arquitecto, escritor y coleccionista italiano, fue el primero en acuñar el término “Renascitat” o Renacimiento. Vasari escribe el primer libro de historia del arte.

 


El 18 de febrero de 1564 muere Miguel Ángel. Su tumba [obra diseñada por Giorgio Vasari, con la colaboración de Benvenuto Cellini, Bartolomeo Ammannati y Bronzino, todos grandes genios del Renacimiento] se encuentra representada con alegorías sobre la Pintura, la Escultura y la Arquitectura, artes en las que trabajo Miguel Ángel. La tumba se encuentra presidida por un busto del artista, realizado a partir de su máscara funeraria.


Desde Florencia, la cuna del Renacimiento,
para el blog de mis culpas...



Enlaces interesantes





jueves, 28 de noviembre de 2024

Nuestra particular ruta por Roma [III]



Arco de Tito en el Foro Romano


Procedente de la tierra de Villalón, atravesamos el antiguo  Mare Nostrum divisando desde las alturas la isla de Ibiza, Mallorca y Cerdeña ya en el Mar Tirreno que nos acercaba a Roma “Caput del orbe” . 

Comienza la puesta a punto de los preparativos navideños en las tiendas del casco histórico para que todo luzca en estas fechas tan señaladas, tanto en Roma como en la Basílica de San Pedro, donde un asombroso Belén en tamaño real y un enorme abeto de 30 metros de altura esperan lucir sus mejores galas a partir del día 7 de diciembre del presente, mes del Jubileo que abrirá sus puertas el 24 de diciembre de 2024, con la Apertura este año de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Esa misma noche del 24 de diciembre, el Papa Francisco presidirá la Santa Misa de la Natividad de Jesús.

Un camión de grandes dimensiones acababa de traer un enorme abeto de Navidad con más de 30 metros de altura procedente del norte de Italia [lo que ha levantado cierta polémica con la tala anual de abetos casi centenarios] para ser colocado en la Plaza de San Pedro con motivo de la celebración de la Natividad del Señor que se iluminará a partir del 7 de diciembre con motivo del alumbrado del pesebre navideño.

Se anuncian los conciertos de Navidad y comienzan los grandes alumbrados que nos recuerdan que ante todo somos grandes consumidores y poderoso caballero de las letras fue don Quevedo.

"Madre, yo al oro me humillo...pues doblón o sencillo hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero"

Tras realizar nuestro check-in ubicado en Vía Crescenzio, cercano al Castillo de Sant´Angelo y a la Ciudad del Vaticano, comenzamos a estimular nuestra retina en pequeñas alícuotas gracias a la abundancia de vestigios arquitectónicos que atesora la Ciudad Eterna desde tiempos de Luperca extenderán sus redes a toda la cuenca mediterránea capitalizando grandes obras públicas de la época como por ejemplo la “Cloaca Máxima”, grandes acueductos y puentes con infinidad de vías y calzadas con destino a Roma [Vía Apia “desde Roma a Brindisi”, Vía Aemilia/Flaminia, Vía Salaria o Vía Aurelia, Vía Augusta, Vía Domitia “entre los Alpes y los Pirineos” entre otras], desde el Finis Terrae en Hispania o el Muro de Adriano en Britania “contra los pictos, las tribus celtas de Escocia” hasta el Rin “contra los germanos” o el Danubio “contra los dacios” como frontera natural y desde el norte de África “Mauritania, Túnez y Libia”, hasta Egipto, Siria y la antigua Mesopotamia “contra los partos”. Con Trajano [98 a 117], el Imperio Romano alcanzará su máxima expansión territorial.

Unos vestigios que dan fe de una gran civilización cuyo legado nos ha dejado “el latín” como lengua matriz del romance gracias a autores de la talla de Cicerón, Virgilio, Horacio o Tito Livio. El latín adquirió status de lengua culta de ámbito universal y lengua oficial del Imperio Romano.

Una lengua que se convertirá en lengua de la cultura durante la Edad Media y el Renacimiento, tanto en la enseñanza de las escuelas como en las universidades. El latín y su tránsito hacia las lenguas romances, “el Derecho Romano”, como lengua litúrgica en la religión, entre un largo etcétera. 

Cabe destacar que los antiguos romanos estaban más por la labor de adorar al dios Priapo con Fascinus a la cabeza como símbolo de la fertilidad en la mujer así como en las cosechas, por aquello de su superlativa dotación en forma de enorme falo que era incluso hasta venerado y adornado con racimos de uvas, lo que provocaba no poca lujuria, vicio y desenfreno mientras las hetarias hacían su agosto con la dichosa jodienda.

También las castas de elevado rango organizaban sus particulares “bacanales” como desenfreno sin límites, siempre mezclado con el vino que calentaba los ánimos de la promiscuidad, diluyendo el sentido del pudor.

El culto al dios Baco y la promiscuidad en las bacanales hará erosionar la figura del “pater familias” hasta que se restablezca de nuevo el viejo orden romano que reafirme los valores tradicionales de la virilidad y espíritu marcial romano quedando las mujeres sometidas a la autoridad patriarcal del “pater familias” en el hogar y ante el Derecho.

En la antigua Grecia y Roma las Bacanales [origen del Carnaval] estaban dedicadas en honor del dios Baco. Las Saturnales, en honor del dios Saturno, las Lupercales, en honor del dios Pan [de la fertilidad masculina], los Juegos Poseidonios de otoño, en honor al dios de los océanos....

Pero tras largos siglos de conquista el Imperio Romano comenzará a mostrar preocupantes grietas al serle concedida la ciudadanía a muchos pueblos bárbaros con el fin de controlar y mantener sus fronteras “limes”.

En el 395. Teodosio I el Grande divide el Imperio entre sus hijos:

· Arcadio recibirá Constantinopla con las provincias de Oriente, con el griego como lengua.

· Y Honorio, Roma con las provincias de Occidente, con el latín como lengua.

406. Suevos, vándalos y alanos cruzan el Rin [frontera natural del Imperio Romano en Germania].

410. Alarico saquea la ciudad de Roma durante tres días. Será la primera vez que los pueblos bárbaros conquistaban la “Ciudad Eterna”.



Encuentro de León Magno con Atila
Estancias de Rafael. Museo Vaticano


450. Atila “el azote de Dios” llega a las puertas de Roma pero muere prematuramente. Tan importante llegó a ser la llegada de Atila que el Imperio Romano de Occidente quedará dividido en tres reinos:

Los francos en Francia, visigodos en Hispania y ostrogodos en Italia. Los vándalos se establecieron en Cartago [Túnez].

En el 476 d.C. Rómulo Augústulo, el último emperador de Roma será depuesto por un general germano, Odoacro. Aunque el Imperio Romano de Occidente se perderá en el 476 d.C., el Imperio de Oriente sobrevivirá hasta el año 1453 cuando Constantinopla sea tomada por los turcos marcando el final de la Edad Media y produciendo una enorme conmoción en toda la Cristiandad.





Nuestra particular ruta por Roma 

Primer día: 

Castillo de Sant´Angello hacia el Puente homónimo sobre el río Tíber, Monumento a Victor Manuel II, Columna de Trajano en la plaza homónima, Columna de Marco Aurelio, Fontana de Trevi, Iglesia de San Giovanni donde se encuentra la tumba de Francesco Borromini, uno de los máximos exponentes del Barroco, el obelisco en la Plaza Minerva o el Elefante de Lorenzo de Bernini, frente a la iglesia de Santa María Sopra Minerva terminando en el Panteón de Agripa [de todos los dioses] y la Plaza Navona.

Segundo día: 

Iglesia de San Andrés, Museo Capitolino con la loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo como origen de Roma, el Foro Romano con los Arcos del Triunfo de Septimio Severo, Tito, Constantino, el monumento a Craso, Julio César y César Augusto, el Coliseo Romano, San Juan de Letrán como cuna del catolicismo, la Scala Santa, la iglesia de Gesú, la iglesia madre de los jesuitas, iglesia de San Ignacio de Loyola, Mausoleo de Julio II en San Pietro in Vincoli “Moisés de Miguel Ángel”, Plaza de España y Plaza del Populo.



Tercer día: Ave Roma-Florencia [1,30 horas en AVE]

Santa María de Novella, Catedral de Santa María del Fiore, Galería de la Academia “David de Miguel Ángel”, Iglesia de la Santa Crocce, Puente Vechio sobre el río Arno, Loggia de Lonzi, Puerta de bronce del Baptisterio de Florencia, Estatua ecuestre de Cosme I de Médici, en la Piazza de la Signoria…



Una piña de bronce de 4 metros de altura procedente de Egipto


Cuarto día: 

Museo Vaticano [Patio de la Piña, Museo Pío Clementino, Museo egipcio, Sala de los tapices, Sala de los mapas, Sala de los globos terráqueos, Capilla Sixtina y Estancias de Rafael], Basílica de San Pedro [Pietá de Miguel Ángel y el Baldaquino de Bernini], barrio del Trastévere [al otro lado del Tíber], la Boca de la Verdad junto a la Cloaca Máxima, atravesamos el puente sobre el río Tíber por la isla Tiberina [a la altura del Puente Roto o Aemilius] hasta llegar por el Puente Palatino al Teatro Marcelo y la Colina Capitolina que nos acerca de nuevo al Monumento a Víctor Manuel II y a la Columna de Teodosio.




Primer día

Castillo de Sant´Angello, en la orilla derecha del río Tíber

Antiguo Mausoleo de Adriano [135-139 d.C.], muy cerca de la Plaza de San Pedro y de la Basílica homónima.



El bautismo de Cristo, 1634 de Francesco Mochi (1580-1654)




La primera iglesia que visitamos fue San Giovanni dei Fiorentini [San Juan de los Florentinos dedicada a San Juan Bautista, el protector de Florencia] donde nos encontramos una lápida del arquitecto Francesco Borromini, otro de los genios del Barroco en Roma, quien trabajó en muchos proyectos junto a otro genio de la arquitectura, Gian Lorenzo Bernini.




Monumento a Víctor Manuel II [Vittorio Enmanuel II]

En honor del primer rey que unificó Italia, se encuentra ubicado entre la Piazza Venezia y la Colina Capitolina. Fue diseñado en mármol blanco por Giuseppe Sacconi en 1885 terminándose los trabajos en 1927. Tiene 70 metros de altura por 135 de anchura.

En la parte superior se encuentra la diosa Victoria [equivalente de la diosa griega Niké] con sus cuadrigas de bronce. Allí se encuentra el Monumento al soldado desconocido con una “llama eterna” tras la I Guerra Mundial. 

Desde lejos da la impresión de que el Monumento fue erigido para decirle al poder temporal de la Iglesia que es el Estado el que toma las riendas de la Patria.




La Fontana de Trevi

Tres caminos convergen en la plaza de la Fontana de Trevi como icono del Barroco romano. La Fontana de Trevi es considerada una de las fuentes más hermosas del mundo encontrándose integrada en la fachada renacentista “Palazzo Poli”.

Cuenta la leyenda que en tiempos del emperador Augusto, una misteriosa doncella indicó al general Marcos Vipsanio Agripa el emplazamiento del manantial, en las afueras de Roma, para satisfacer la sed de sus soldados. Para traer el agua a la antigua Roma, Agripa mandó construir un acueducto que fue terminado en el 19 a.C. y que en honor de la doncella denominó Acqua Virgo [agua pura].

La monumental fuente [un canto a la vida] que actualmente estimula nuestra retina quedaría inmortalizada por Nicola Salvi [entre 1732 y 1762], lo que le impidió acometer otros proyectos sin ver terminada su hermosa fuente que destaca por su monumentalidad frente a la estrechez de la plaza donde convergen numerosas callejuelas.

Existe la costumbre de arrojar una moneda hacia atrás en el estanque para asegurar nuestro retorno a la Ciudad Eterna, siendo aconsejable visitarla durante el día y durante la noche al estar bien iluminada.

Dice la tradición que si lanzas dos monedas encontraras el amor de tu vida, pero si lanzas tres, habrá muchas posibilidades de que te cases. Y si lanzas la enésima moneda, tendrás muchas posibilidades de perderla. Se recogen unos 3.000 euros diarios que son destinados para actividades caritativas.

Como las heces de las aves [en especial la palomina] son altamente corrosivas y dañan considerablemente la piedra, la Fontana di Trevi se encuentra electrificada, generando pequeñas descargas que ahuyentan a las aves.

 



La columna de Trajano

Marco Ulpio Trajano [98-117] mandó construir un foro presidido por una columna conmemorativa de mármol de Carrara “la Columna Trajana” [realizada por Apolodoro de Damasco en torno al 114 para perpetuar las gestas del emperador Trajano en la Dacia] de 38,4 metros de altura con 18 enormes bloques de 40 toneladas cada uno con un diámetro de 4 metros. Su friso escultórico se encuentra decorado con 155 bajorrelieves que miden 200 metros dando 23 veces la vuelta a la columna en sentido ascendente. La columna conmemora las campañas de los legionarios romanos de Trajano como espina dorsal del Imperio Romano contra los dacios en la región del Danubio tras derrotar a Decébalo. Hubo dos Guerras Dacias: la primera [de 101 a 102] y la 2ª [de 105 a 106]. Con Trajano el Imperio Romano alcanzaría su máxima expansión territorial.

El pedestal además contenía un sacrarium para albergar las cenizas del emperador, nacido en Itálica, cerca de la antigua ciudad de Híspalis en la Baetica. Hueca en su interior, la Columna tiene una escalera de caracol con 185 escalones excavados en el interior de los tambores que pesan 40 toneladas cada uno. El rey de los dacios Decébalo se corta la yugular para evitar ser capturado y paseado por los romanos como parte del botín en su cortejo triunfal por las calles de Roma.

Las escenas beligerantes se suceden unas tras otras, desde la base hasta la cima. El protagonista aparece retratado en más de 70 ocasiones de tal manera que los ciudadanos analfabetos podían seguir la historia del triunfante emperador y asombrarse de sus múltiples virtudes.

La columna en su origen estaba rematada con la estatua de un águila imperial siendo más tarde sustituida por una estatua de Trajano. En 1588 por orden del Papa renacentista Sixto V, la estatua de bronce de Trajano será sustituida por una estatua de San Pedro, que aún se puede apreciar.

Trajano cruzó el Danubio por el puente más largo de su época construido por el arquitecto e ingeniero Apolodoro de Damasco.

El monumento será saqueado por los vándalos de Alarico en el 410.


La Plaza Navona

La Plaza Navona fue construida por Gian Lorenzo Bernini en el 1600 en el mismo lugar donde se encontraba el imponente Estadio de Domiciano.

Destaca la Fuente de los Cuatro Ríos en el centro de la plaza que data de la época barroca [Papa Inocencio X] entre 1648 a 1651. Representa a los cuatro grandes ríos del mundo conocidos entonces: el río Nilo en África, el Ganges, en Asia, el Danubio en Europa y el Río de la Plata, en América del Sur. La Fuente se encuentra coronada por el Obelisco de Domiciano de 17,6 metros de altura, que mandara a construir en Egipto.






Segundo día


Plaza del Campidoglio y el Museo Capitolino

Situada encima de la Colina Capitolina, es una de las colinas sagradas sobre las que se fundó la ciudad de Roma. Fue diseñada por Miguel Ángel Buonarroti en 1537 por encargo del Papa Pablo III [1534-1549] quien le encargó su remodelación, convirtiéndose en la primera plaza moderna de Roma y la única renacentista que queda en Ciudad Eterna. Antiguamente, era el km. cero de las calzadas y vías romanas.



En el centro de la Plaza se encuentra la estatua ecuestre de Marco Aurelio y en el interior del Museo Capitolino a la loba Luperca amamantando a los fundadores de Roma, Rómulo y Remo y la colocal estatua sedente de Constantino el Grande ubicada en los Jardines Capitolinos.


El Panteón de Agripa

Un templo dedicado a todos los dioses. Su enorme cúpula remata el Panteón llegando a ser la más grande del mundo hasta el Renacimiento. Se construyó en el año 27 a.C. a instancias de Marco Vipsanio Agripa. Entre el 112 y el 125 d.C., Adriano ordenó su reconstrucción. Se le atribuye el proyecto al arquitecto Apolodoro de Damasco. Su diámetro es de 43,44 metros y el interior de la bóveda se encuentra decorado con casetones que disminuyen su tamaño y peso a medida que se acerca a su parte central donde se encuentra un óculo de 9 metros como cima de la cúpula.

En su interior se encuentra la tumba de Víctor Manuel II y del pintor Rafael de Sanzio, uno de los grandes artistas del Renacimiento.





El Foro Romano

Constituyó el eje y centro de la vida pública en la antigua Roma durante varios siglos. Fue construido sobre un valle pantanoso que había sido disecado mediante la Cloaca Máxima, una de las más antiguas redes de alcantarillado del mundo, y que fuera construida a finales del siglo VI a.C. en tiempos de los últimos coletazos de la monarquía, utilizando la estabilidad que proporcionaba el arco de medio punto proveniente de la ingeniería etrusca.

Las basílicas, templos, tabernas y mercados convirtieron el Foro Romano en el lugar donde se podía comprar y vender cualquier cosa, se discutía sobre leyes o religión, comentaban sobre los chismes o las matronas encontraban una vida furtiva. Pronto se quedaría pequeño, siendo ampliados a los Foros Imperiales, ubicados cerca del extremo norte. A pesar de los incendios, terremotos y saqueos, sus vestigios aún conservan su antiguo esplendor monumental.

Cabe imaginarse aquel Foro Romano por donde circulaban en sus literas los potentados patricios protegidos de su guardia personal armada con dagas y palos. Por sus calles transitaban también algunos gramáticos, leguleyos, comerciantes, prostitutas sometidas a no pocos maltratos y vejaciones en las esquinas de las “tabernaes”, mientras en las fastuosas mansiones de los optimates se degustaba con cierta ostentación el preciado garum proveniente de Baelo Claudia y del aceite de oliva de la Bética como delicatesen romana mientras la sangre de los gladiadores entretenía a la turba encharcando la arena del circo.



Detalle del Arco de Tito


Arco de Tito [39-81]

La revuelta de los judíos se inició en el año 66 a.C. y se encargó a Vespasiano acabar con esta rebelión aunque por su repentino nombramiento como emperador su hijo Tito tomaría el mando de cuatro legiones aplastando definitivamente esta revuelta.

El Arco de Tito se encuentra en la entrada del Forum de Roma en la “Vía Sacra” frente al Coliseo de Roma siendo considerado el arco más antiguo de la Ciudad Eterna. Se construyó por orden del emperador Domiciano alrededor de los años 81 a 85 d.C. pocos años después de la muerte del emperador Tito para honrar su memoria en la victoria sobre los judíos [año 70 d.C.] cuando se rebelaron contra el Imperio Romano.

Los emperadores y generales que celebraban su paseo triunfal eran los únicos que podían pasar por debajo. Durante los desfiles triunfales, el emperador ordenaba a uno de sus servidores que subiera al carro del general para susurrarle al oído:

“Recuerda que sólo eres un hombre”

Tiene aproximadamente 15 metros de altura. En los relieves del friso y las enjutas se muestra la preparación de la campaña. El interior abovedado nos presenta la gloria de la victoria. A un lado, el desfile triunfal de las legiones romanas transportando el botín del templo de Salomón, como el candelabro de los siete brazos (menara) o la mesa de los sacrificios. También se representa el escudo y el nombre de la legión vencedora. En el lado opuesto, aparece el general Tito en su cuadriga, acompañado de sus generales, precedido por dos figuras, la que porta casco y lleva las riendas parece ser la personificación de Roma, y la otra (actualmente decapitada) un genio desnudo, podría representar al Senado o al Pueblo romano.


La inscripción en letras mayúsculas romanas se lee:

“Senatus Populusque Romanus divo Tito divi Vespasiani filio Vespasiano Augusto”

"El Senado y el pueblo al divino Tito Vespasiano Augusto, hijo del divino Vespasiano”

“Este arco se construyó en la época del emperador Vespasiano, para conmemorar la victoria de su hijo Tito, sobre los judíos en el año 70 de nuestra era, culminada con la toma de Jerusalén y la destrucción de su templo”.

Durante la Edad Media, el arco de Tito formó parte de la muralla que cercaba la ciudad de Roma, por lo que pasó a ser una de las puertas de entrada a la urbe.

El arco de triunfo es un monumento que inmortalizaba a algún emperador por alguna gesta militar. El Arco de Tito será considerado una inspiración para el Arco del Triunfo de París erigido en julio de 1806 para conmemorar la victoria de Napoleón Bonaparte en la batalla de Austerlitz.





Arco de Constantino

Cuentan las fuentes cristianas de la Antigüedad que antes de la batalla del Puente Milvio en 312 Constantino tuvo un sueño y que una voz le decía:


“In hoc signo vinces” (En este signo vencerás)


En el 315 d.C. el emperador Constantino mandó erigir un arco para conmemorar su victoria sobre el emperador Majencio en octubre de 312. Se encuentra situado a poca distancia del Coliseo.

El río Tíber [Tevere] como antigua vía fluvial de comunicación y el alma de la antigua Roma atraviesa el Ponte Milvio sobre el que Constantino venciera a su rival Majencio y a partir de la cual sentará los cimientos del Cristianismo.

El famoso crismón, símbolo fundamental de la Iglesia cristiana primitiva, es un clarísimo signo solar. En una de sus formas está constituido por las letras I y X (iniciales griegas (de Iesous Xristos) superpuestas, mientras que en el llamado «crismón constantiniano» se emplean la X y la P, que son las dos primeras letras del nombre Cristo en griego.

A partir del emperador Constantino comienza a producirse el cambio semántico de la palabra «iglesia», por “ekklesía” o lugar donde se reunían los creyentes.

Posee una altura de 21 metros, con 25,9 metros de ancho y 7,4 metros de profundidad. Será el último arco del triunfo construido en la Antigua Roma al comenzar a mostrar grietas el Imperio en las fronteras del Rin y del Danubio.



Arco de Septimio Severo

Otro arco del triunfo situado en el corazón del Foro Romano será el dedicado a Septimio Severo construido en el 203 por su triunfo sobre los partos tras una cruenta guerra civil, y que apoyado por su mujer Julia Domna forjaría una dinastía siendo “imperator” y deificado a su muerte. Los relieves del arco cuentan con detalles aquella campaña.


La Vía Sacra era la calzada principal “camino empedrado” del Foro Romano que presuntamente tiene su comienzo en el Arco de Tito y nos acerca al templo del emperador Antonino y Faustina, a la basílica Emilia, etcétera, y también nos acerca a la antigua sede del Senado Romano y de la vida pública como edificio neurálgico de la antigua Roma: “la Curia Julia”, obra de Julio César en el 44 a.C. aunque será Augusto quien la termine en el 29 a.C. La pavimentación es en mármol polícromo (opus sectile). Se puede apreciar las tres gradas que albergaban los escaños de los senadores y de la presidencia.



El Coliseo de Roma [Anfiteatro Flavio]

«Ave, Caesar, morituri te salutant»
«Salve, César, los que van a morir te saludan»

Frase latina atribuida a Suetonio


“Ave Caesar, qui moriturus cagat in tua stupri matre”
“Salve, César, el que va a morir se caga en tu puñetera madre”

Frase atribuida al inolvidable humorista Paco Gandía en el chiste del César


Los actos lúdicos atraían enormes multitudes a Roma como capital de una civilización que extendería sus fronteras “limes” por todo el “Mare Nostrum”. Los juegos eran convocados por el emperador o algún senador en honor alguna divinidad o para celebrar una importante victoria militar. Pero, en realidad, se realizaban para obtener popularidad y estimular la propia vanidad del emperador.

Los gobernantes aspiraban con los juegos asegurarse que la opinión pública se mantuviera fiel a su gobierno y que fuera visto por el pueblo como garante de la paz y estabilidad del Estado. En total había 182 días festivos para celebrar públicamente los “dies natalis”, los “díes imperii”, las fiestas en honor de los emperadores difuntos junto con las principales victorias y conquistas castrenses, sin contar los combates de gladiadores (munera) y las cacerías (venationes).

El Coliseo o Anfiteatro Flavio será construido bajo el emperador Vespasiano hacia el 72 d.C. siendo inaugurado bajo el reinado de su hijo Tito en el 80 que utilizará los recursos provenientes del saqueo de Jerusalén en el 70 de nuestra era con la venta de los tesoros expoliados y la venta de esclavos.

El Coliseo estaba delimitado según es estamento social a la que pertenecían los ciudadanos que asistían a tan “magnos acontecimientos”. Mientras mayor era el rango, mayor sería su presencia cercana a la arena.

La cávea o graderío se dividía socialmente en 4 zonas bien diferenciadas:

1. La inferior cercana a la arena estaba dedicada para los senadores, magistrados y altos funcionarios de la administración romana. El emperador acompañado de las altas personalidades del Estado tenía reservado un lugar de honor “el pulvinar”.

2. La zona media estaba destinada para los caballeros “equites” y ciudadanos romanos.

3. El tercer nivel estaba destinado para los plebeyos.

4. La parte superior lo ocupaban esclavos y las mujeres en asientos de madera. Todo ello, en un estricto orden.

Tal como lo atestigua el geógrafo Estrabón, una parte de notables comerciantes de Hispania pasaba largas temporadas en Roma. Muestra de su consideración social son las dos inscripciones localizadas en las gradas números 11 y 12 del anfiteatro Flavio con la referencia “Gaditanorum”, que indicaban las gradas reservadas para los gaditanos en el Coliseo ente los siglos II y III de nuestra era.

A través de corredores internos se llegaba hasta las 160 bocas de salida “vomitorium” que facilitaban la salida de los espectadores.

El imponente Anfiteatro Flavio tendría capacidad para acoger a más de 50.000 espectadores, llegando a ser el monumento más antiguo e impresionante de Roma, donde los desdichados gladiadores [gladius] combatían a muerte en la arena del circo ante los gritos de una plebe sedienta de sangre.

El Coliseo romano tenía planta elíptica (189x156 m) con una altura de 48 metros. Su hermosa fachada circular se encontraba decorada con estatuas ubicadas en cada uno de los huecos. Consta de tres cuerpos de arcos y un último nivel:

· Planta baja: columnas con capiteles dóricos [poco decorados].

· Primer piso: columnas con capiteles jónicos [dos volutas a modo decorativo].

· Segundo piso: columnas con capiteles corintios [grandes volutas con filas de hojas de acanto].

· El cuarto nivel fue añadido por Domiciano para aumentar la capacidad del Coliseo y sostener el toldo “velarium” sostenido por 250 mástiles de madera para proteger a los espectadores de los rayos solares mediante un sistema de poleas. Todavía se conservan las ménsulas en la parte superior de la fachada para encajar y sostener los mástiles en los que se fijaba el velarium. Carece de arcos externos, es una pared recta perforada con pequeñas ventanas rectangulares a intervalos regulares. En arquitectura se denomina ático y se usaba para exponer grandes escudos dorados que se añadieron entre el 81 y 86.

Inaugurado el Anfiteatro Flavio en el siglo I, era conocido como “el Coliseo” [“Anfi”, significa ambos lados] por haber en sus cercanías una estatua colosal de Nerón. En su construcción se usarán 700.000 toneladas de piedra [principalmente mármol travertino] de tonos claros y luminosos extraídas de las canteras de Tívoli, a unos 35 km de Roma [Vía tiburtina], unidas con cal y arena volcánica “opus signinun” y por 300 toneladas de abrazaderas de hierro. Coronaba el edificio un sofisticado sistema de carpas móviles a modo de cubierta que permitía protegerse del sol. Una distribución espacial que sigue vigente después de dos milenios.

Los espectáculos preferidos por los espectadores eran los juegos con fieras [subidas a la arena a través de un sistema de poleas y cuerdas], las batallas navales “naumaquias”, las carreras de aurigas y los combates de gladiadores, en los que los oponentes morían si así lo decidía la suerte o la plebe. Hasta 2.000 gladiadores podían perder la vida en tres días de lucha en el Coliseo.

El ruedo se cubría de arena para absorber la sangre de los gladiadores

Todo el espectáculo iría destinado para mantener entretenida a la plebe para que no causara problemas sociales. Los espectadores disfrutaban con la sangre ajena derramada sobre las arenas del circo.

Existen muchos mitos a través de las películas que nos proyecta aquella época histórica. El gesto del pulgar del emperador hacia abajo significaba la muerte del vencido mientras que hacia arriba, la vida. Los gladiadores al salir a la arena saludaban al emperador, aunque muchos se acordarían de “la madre que parió al César” acompañado de algún que otro adjetivo descalificativo.

¡Decenas de miles de personas serán asesinadas en las arenas de los circos romanos para satisfacer la vanidad del emperador y a la turba “panen et circenses”!

Tras su inauguración en el año 80 d.C., el anfiteatro Flavio se erigió como el más grande del Imperio y buque insignia de la ingeniería romana de la época. Dos mil años después, sus dimensiones y los restos de su complejo entramado de túneles subterráneos, rampas y ascensores continúan sorprendiendo al mundo entero.

Decenas de miles de hombres y animales, entre los que se encontraban leones, tigres, leopardos, hienas, elefantes, osos, etcétera, murieron en la arena del Coliseo ante la sed de sangre de una turba enloquecida.

El espectáculo comenzaba con un desfile solemne encabezado por músicos y seguido por los gladiadores que iban a combatir, en fila de a dos. Las fieras y los animales exóticos protagonizaban la sesión matutina, con luchas y exhibiciones. Más tarde salían los condenados a muerte, desnudos, para ser devorados por las fieras. Los gladiadores eran los últimos en aparecer ante la tragedia.

Algunos anfiteatros disponían de una maquinaria que permitía inundar la pista central y convertirla en un lago artificial para realizar una especie de batalla naval histórica o mitológica [naumaquia] que incluía el abordaje y el incendio de los barcos, llegando a ser uno de los trágicos espectáculos con mayor éxito.

Las ochenta puertas de entradas permitían a los espectadores entrar y sentarse en pocos minutos. En Roma había uno o dos días festivos por cada uno laborable, lo que será aprovechado por los emperadores para entretener al pueblo y evitar revueltas. Los “ludi” o espectáculos públicos eran organizados por los magistrados aunque muchos ciudadanos particulares también sufragaban los gastos. Los “ludi scaeniti” eran representaciones teatrales. Los ludi circenses se celebraban en el circo o anfiteatro y los “ludi solemnes” [135 días al año] estaban dedicados a las festividades religiosas.

· El dramaturgo Terencio había sido esclavo.

· El año 27 d.C. al desplomarse un anfiteatro murieron 50.000 personas.

· Algunos juegos de Trajano llegaron a durar 117 días.


Abandono del Coliseo

Durante la Edad Media el Coliseo servirá como cantera después de varios terremotos. Sin embargo, todavía permanece erguido en el paisaje de Roma, sin perder un ápice su gran majestuosidad, lo que nos permite imaginar cómo debió ser en tiempos de máximo esplendor.

En el siglo VIII un monje benedictino “San Beda el Venerable” emitirá una curiosa profecía:

"Quamdiu stat Colysaeus stat Roma; quando cadet Colysaeus cadet Roma et mundus"

"Cuando caiga el Coliseo, caerá Roma. Cuando caiga el Coliseo, caerá Roma y el mundo"


Hubo tres razones para su abandono:

La principal es la falta de dinero. De hecho, después de la separación de los dos imperios (de Oriente y Occidente), Roma se debilita considerablemente. El Imperio ya no tiene el poder del pasado ni la capacidad de mantener una frontera estable. El dinero se está agota y la gente no podía concebir la continuación de la organización de grandes festivales populares en Roma, ya que la vida se hacía cada vez más difícil en las provincias, pero también en la ciudad.

La segunda razón es que Roma será saqueada durante dos veces en el siglo V por los visigodos y vándalos.



Las carreras de cuadrigas están plasmadas en bellos y grandes mosaicos como el "Mosaico de los Aurigas" tamaño hallado en la antigua Emérita Augusta. La corona de laurel simbolizaba el vencedor de la carrera.


Hordas forofas

Recordaremos a través de la película “Ben-Hur” que el más popular de los juegos eran “las carreras de cuadrigas”, o ludi circenses en torno al circo romano. En Roma había varios equipos señalizados con colores “rojos, azules, verdes y blancos”, que representaban a grandes familias con sus propias cuadras y aurigas [de condición social humilde], entrenadores e incondicionales.

Las factiones eran sociedades que proporcionaban los carros y caballos para los juegos, así como el personal, constructores de carros, domadores, médicos, mozos etc. Cada factio adoptada un color distintivo (blanco, azul, verde y rojo) que identificaban a las aurigas durante la carrera. Estos colores suscitaban verdaderas pasiones, incluso entre los emperadores: Calígula y Nerón eran hinchas de los verdes, mientras que Vitelio y Caracalla eran seguidores de los azules.

Las hinchadas llegaban a enfrentarse en auténticas batallas campales por las calles. En Constantinopla una disputa entre factiones rivales acabó con más de 3.000 muertos. Las tanganas “deportivas” ya eran frecuentes en el Imperio Romano.


Los gladiadores

Los gladiadores que solían ser esclavos tenían alguna posibilidad de ganar su libertad mediante victorias en la arena del circo. Antes de comenzar el combate se encomendaban a Némesis [Invidia, su equivalente en Roma] era la diosa de origen griego que simbolizaba la venganza, la justicia y la fortuna.

Los prisioneros de guerra solían ser vendidos en los mercados al mejor postor. Los esclavos liberados por sus dueños recibían el nombre de “libertos” y tenían más derechos que los esclavos.

Un gladiador herido podía suplicar misericordia al público que con sus pulgares le otorgaban la vida y la muerte. Al gladiador se le ofrecía una espada de madera como símbolo de su libertad. Muchos gladiadores liberados ponían sus propias escuelas de gladiadores.

Las victorias otorgaban a los gladiadores fama, fortuna y libertad convirtiéndose en personajes famosos que recibían valiosos obsequios y favores de las romanas. Muchas matronas y hetairas pagaban cantidades considerables por pasar una noche con los gladiadores y los atletas más musculosos. Muchas de ellas ponían como condición que no se lavaran tras las competiciones. Como curiosidad cabe destacar que los médicos romanos para la fertilidad prescribían sangre de gladiador.

Un gladiador se hacía llamar “Iaculatus -el que lanza-” y es posible que no se dedicara sólo a lanzar las jabalinas. El sudor de un gladiador se cotizaba al alza en Roma elaborándose incluso perfumes.





Archibasílica de San Juan de Letrán

Es considerada la iglesia más antigua del mundo recibiendo el título de Cabeza y Madre de todas las iglesias cristianas. Anexo a la Archibasílica de San Juan de Letrán se encuentra el Palacio homónimo, que fuera la Casa del Obispo de Roma hasta el Papa Benedicto XI.



Fue construida en el siglo IV precediendo a la construcción de San Pedro de Roma. Es la Catedral del Papa en calidad de Obispo de Roma. Dicen las páginas de la historia que en aquel lugar, el emperador Constantino recibió el sacramento del bautismo, convirtiéndose en la futura Basílica de San Juan de Letrán y San Juan de Roma, la más antigua del mundo cristiano.

 



El Obelisco de Letrán u Obelisco Lateranense porque se encuentra en la Archibasílica de San Juan de Letrán es el obelisco más grande del mundo. Tiene 32,18 metros de altura sin la base y 45,70 metros con la base y la cruz, con un peso de 455 toneladas.

Fue construido por Tutmosis III y epigrafiado por Tutmosis IV alrededor del 1400 a. C., siendo trasladado a Roma por los emperadores romanos Constantino y su hijo Constancio.​

El enorme Obelisco provenía del templo de Amón en Karnak, en la antigua Tebas siendo transportado a través del Nilo hasta Alejandría en el siglo IV para ser llevado por orden de Constantino el Grande a Constantinopla en el 337. El Obelisco sería erigido el 3 de agosto de 1587 en la plaza de San Juan de Letrán.

Con el tiempo se impondrá la teoría de que María nunca dejó de ser virgen siendo elevado a la categoría de dogma en el concilio Lateranense [Letrán] del año 645.

En San Juan de Letrán se han celebrado varios concilios:
  • 1123: I Concilio de Letrán I
  • 1139: II Concilio de Letrán [se aprobó el celibato de los clérigos].
  • 1179: III Concilio de Letrán
  • 1215-1216: IV Concilio de Letrán
  • 1512-1517: V Concilio de Letrán
En 1377 el Papa trasladará su residencia desde la Archibasílica de San Juan de Letrán hasta la Basílica de San Pedro como residencia oficial del Papa.

También será el lugar donde se firmara el Pacto de Letrán  el 11 de febrero de 1929 entre la Santa Sede [cardenal Gasparri en nombre de Pío XI] y el Estado italiano [Benito Mussolini en nombre del rey Víctor Manuel II].


La Scala Santa

Se encuentra en la Plaza de San Juan de Letrán, muy cerca de la Basílica homónima. Es una escalera de mármol de 28 peldaños, que según la tradición fue mandada traer a Roma por Santa Helena, madre del emperador Constantino [y patrona de los arqueólogos] en el año 326, del pretorio de Poncio Pilato en Jerusalén. Se cuenta que por ella Jesús de Nazaret subió el Viernes Santo para ser juzgado y posteriormente bajó. La escalera estuvo en la Basílica de San Juan de Letrán. La Escalera Santa solo se debe subir de rodillas en señal de penitencia para el perdón de los pecados.





La Iglesia de Gesú

Fue la primera iglesia jesuita en Roma y del mundo siendo construida entre 1568 y 1584. Su impresionante fachada fue diseñada por el escultor y arquitecto italiano Giacomo della Porta. Fue construida a petición de Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús.





Mausoleo de Julio II en San Pietro in Vincoli “Moisés de Miguel Ángel”


En el Libro del Éxodo se narra que cuando Moisés descendió del Monte Sinaí, dos rayos salían de su frente. La palabra “karan” significa en hebreo raya mientras que “keren” significa cuernos. Miguel Ángel colocó los cuernos a Moisés por un error al interpretar los textos bíblicos.

El Moisés se lo encarga el Papa Julio II [Giulio II, su mecenas] en 1505, aunque Miguel Ángel no lo termina hasta 1545, de un modo muy diferente a como lo había proyectado por falta de recursos. Es una escultura de mármol blanco de Carrara, la figura central de la tumba del Papa Julio II, que se colocó finalmente en la iglesia mayor de San Pietro in Vincoli, tras la muerte del Papa.

Moisés de 2,35 metros de altura se presenta en posición sedente, con las Tablas de la Ley debajo del brazo, mientras que con la otra mano acaricia los rizos de su barba. Contempla horrorizado los israelitas han abandonado el culto de Jahvé (Jehová) y están adorando al Becerro de Oro.

El estudio anatómico es asombroso (los brazos del profeta exhiben la fortaleza y tensión de un atleta, a pesar de la edad madura del mismo). Las ropas caen en pliegues de gran naturalismo. Los músculos del coloso están en tensión y su cara se encuentra llena de furia ante la infidelidad de su pueblo.

Muchos dicen que es la obra más emblemática del escultor florentino Miguel Ángel Buonarroti.


Plaza del Popolo

El Papa Gregorio XIII creó la Plaza del Popolo en 1572. Destaca en su parte central un gran obelisco egipcio de la época de Ramsés II [año 1200 a.C., traído a Roma por Augusto]. El Papa Sixto V lo colocó en el centro de la plaza a finales del siglo XVI.




Plaza de España

La Piazza di Spagna toma su nombre del Palacio de España, antigua sede de la embajada española ante la Santa Sede [inaugurada en 1622] y ante la Orden de Malta. Destaca la monumental escalinata de 135 peldaños diseñada por Alessandro Specchi y Francesco de Sanctis e inaugurada por el Papa Benedicto XIII que conecta con la iglesia de la Trinitá dei Monti de 1502 y en la parte central de la Plaza de España, la fuente barroca de la “Barcaccia”, esculpida por Pietro Bernini junto a su hijo Gian Lorenzo Bernini en 1627 para el Papa Urbano III.




Mosaico de Cristo y María en el trono celestial. Detalle del ábside
Iglesia de Santa María del Trastévere


Barrio de Trastévere

Es “la quintaesencia de Roma por ser un barrio bohemio aunque dejado de la mano de Dios”. Nos encontramos con su iglesia más importante "Santa María del Trastévere", que fuera fundada en el siglo III por el Papa Calixto I.

No muy lejos se encuentra la Vía Apia [que unía Roma con el puerto de Brindisi “546 km”, en el talón de la bota italiana conocido como la puerta de Oriente a “Grecia, Constantinopla y Alejandría”].




Al salir del barrio de Travestere y paralelo al Tíber nos encontramos con la isla Tiberina. Nos esperaba la Boca della Verirá, una especie de tapa de registro de mármol de la Cloaca Máxima con rostro masculino de 1,75 de diámetro. 

Según la leyenda si se metía la mano, mordería a todo aquel que mentía. En la “Bocca della Veritá” Gregory Peck gastó una broma a Audrey Hepburn en la película “Vacaciones en Roma”, de William Wyler simulando la pérdida de su mano.


Desde Roma, para el blog de mis culpas...



Enlaces interesantes