Salida de la Virgen de la Estrella en 1932
La Semana Santa es la fiesta barroca de la primavera que impregna nuestra retina siendo un referente de identidad cultural andaluza. Simboliza el triunfo de la vida (primavera) sobre la muerte (el invierno). Frente a la umbría de los pasos de Cristo entre hachones, brilla la incandescencia viva y cegadora de la candelería de los palios.
Isidoro Moreno, antropólogo
Cuando los efluvios de incienso y azahar comienzan a embriagar los sentimientos cofrades atravesamos el Puente de Triana que nos acerca a la Capilla de la Virgen de la Estrella, en la calle San Jacinto, que se prepara para vivir intensamente su desfile procesional el Domingo de Ramos.
La retina de la historia nos refresca la memoria sobre aquel episodio histórico de la Semana Santa de 1932 donde todas las cofradías se pusieron de acuerdo para boicotear a la Segunda República, menos la Hermandad de la Estrella [Nuestro Padre Jesús de las Penas y Nuestra Señora de la Estrella] que sería la única hermandad en realizar aquel año su estación de penitencia por las calles de Sevilla.
La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, conocido popularmente como el zapatero de Triana por el hecho de estar sentado como los antiguos zapateros remendones, se le atribuye al escultor barroco José de Arce [Flandes, c. 1600-Sevilla, 1666], en 1655.
La imagen de la Virgen de la Estrella es una obra anónima aunque se le ha atribuido al escultor Martínez Montañés [1568-1649] e incluso a su discípulo Juan de Mesa [1583-1627]. El IAPH [Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico] le atribuye en el año 2010 la imagen de la Virgen de la Estrella al taller de la Roldana [Luisa Ignacia Roldán Villavicencio], la primera escultora del Barroco español [1652-1706].
La desafortunada frase “España ha dejado de ser católica” pronunciada por Manuel Azaña en las Cortes aquel 13 de octubre de 1931 hará que muchos católicos el 18 de julio de 1936 presten un fervoroso apoyo a los sublevados bajo el amparo sin fisuras de la propia Iglesia católica "nacionalcatolicismo" para defender sus privilegios.
Unas palabras desafortunadas cuyos vientos mostrarán sus correspondientes lodos posteriores al encontrarse gobernadas las cofradías serias y de silencio por personas pertenecientes a los más elevados estratos de la sociedad sevillana que eran políticamente ultracatólicos y ultraconservadores.
Es cierto que existía mucha agitación política y un miedo imperante de las hermandades para sacar a sus Titulares a la calle en 1932 tras la promulgación de la Constitución de 1931 que recogía la "aconfesionalidad del Estado", lo que será aprovechado por la derecha más reaccionaria para hacer causa común con el clero y presionar a las hermandades para que permanecieran en sus templos.
Azulejo de la Virgen de la Estrella en la Iglesia de San Jacinto, Triana, Sevilla
La conspiración de los reaccionarios contra Segunda República española comenzaba desde su promulgación. Aquella Sevilla republicana se encontraba sacudida por una fuerte ola de conflictos laborales donde crecía el paro obrero y los desempleados carecían de subsidio alguno que los sacara del hambre. La miseria entre las clases más desfavorecidas estaba a la orden del día “si no trabajabas no comías”.
Durante los sucesos de Sevilla de julio de 1931 una de las tabernas más populares de Sevilla “Casa Cornelio” [donde presuntamente se reunían anarcosindicalistas] será borrada del mapa a cañonazos por el Ejército que tendrá un decisivo papel en la Sanjurjada de 1932 y en el golpe de Estado rebelde a partir del 18 de julio de 1936. Casa Cornelio será bombardeada a las 17:25 horas del 23 de julio de 1931 por orden del Ministerio del Interior y ejecutado por la Guardia Civil y la Caballería del Ejército, recibiendo el impacto de 22 cañonazos.
La noche del 22 de julio de 1931 se produjo un intento de asalto al cuartel de la Guardia Civil en la Plaza del Sacrificio, donde murieron dos personas, entre ellas un capitán de la Benemérita. Habían muerto dieciséis personas en la capital hispalense y cuatro en los pueblos de la provincia, con más de 200 heridos.
En el solar de la antigua Casa Cornelio se ubicará en 1941 la actual basílica de la Macarena [Queipo de Llano sería enterrado en su suelo sagrado desde 1951 hasta 2022]. Queipo de Llano será uno de los promotores de la reconstrucción de la Basílica de la Macarena tras la destrucción de la entonces Parroquia de San Gil durante la Guerra Civil.
Cuatro detenidos serán asesinados en el parque de María Luisa por 'la ley de fugas' donde participaría un personaje sobradamente conocido en Sevilla, el general Manuel Díaz Criado, que se convertirá años más tarde "en el brazo ejecutor de la política represiva de Queipo de Llano después del golpe de julio de 1936", apunta el escritor García Márquez.
Aquel sería el caldo de cultivo en aquella Sevilla de los primeros años de la Segunda República donde la clase reaccionaria esperaba que llegara su momento.
La Virgen de la Estrella a su paso por la Capilla del Carmen, en Sevilla. Fotografía ABC
La noche del 10 de febrero de 1932 treinta y cuatro hermanos mayores de las hermandades se mostraron fervientes partidarios de la suspensión de la Semana Santa de ese año menos los de cuatro Cofradías: la Exaltación, la Virgen de la O, la Esperanza de Triana y la Hermandad de la Estrella, que esperaban realizar su estación de penitencia con normalidad, si las circunstancias lo permitían.
Se quiso utilizar en aquel año de 1932 a las Cofradías y a la Semana Santa de Sevilla, tanto por parte de la jerarquía eclesiástica de la época como desde la derecha y ultraderecha política, como una especie de ariete contra el nuevo régimen que democráticamente habían otorgado las urnas. Sevilla era en aquella época una de las ciudades con mayor conflictividad social de España debido al paro, a las huelgas y a la miseria que padecía sobre sus carnes la clase trabajadora que proyectaba su odio injustamente contra las iglesias y conventos.
No hace falta recordar los sucesos de Casas Viejas de 1933 cuando el pueblo se puso en pie por culpa del hambre y de la miseria del campo andaluz.
Los sucesos de Casas Viejas ocurridos entre el 10 y el 12 de enero de 1933 serían fielmente narrados en el libro de Ramón J. Sénder “Viaje a la aldea del crimen”. Es un texto clave para entender las profundas tensiones políticas y sociales a las que tuvo que hacer frente la Segunda República española y que retrata fielmente la miseria del campo andaluz que condenaba a los hombres y mujeres a la triste soledad con su hambre y miseria secular como caldo de cultivo.
Durante la Primera República llegaron a salir tres cofradías, una de ellas fue la Hermandad de la Macarena, que sería acusada de republicana y federalista.
El Cardenal Ilundáin criticaba la nueva Constitución republicana aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes. Las propias cofradías en 1932 entendiendo que no se garantizaba la seguridad pública deciden no salir en estación de penitencia salvo cuatro cofradías.
La Hermandad de la Estrella sería fundada en 1560 por los cargadores del Puerto de Indias en el barrio de Triana. Sus primeras reglas fueron aprobadas el 24 de diciembre de 1567. El 15 de julio de 1674 la Hermandad de las Penas y de la Estrella se fusionan oficialmente. Por tanto, existe una estrecha relación entre la Hermandad de la Estrella y la Nao Victoria.
Reunidos en Cabildo el 17 de febrero de 1932 [con 20 votos a favor y 6 en contra] la Hermandad de la Estrella acuerda salir en estación de penitencia. El gobernador y el alcalde del partido radical republicano prometen su ayuda.
Una cuestación de 1.000 pesetas de la época le permite salir a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella, ya no el Domingo de Ramos sino que acuerdan salir el Jueves Santo [24 de marzo de 1932].
Comienza una campaña de desprestigio por parte de la derecha más reaccionaria contra la Hermandad de Triana reflejada tanto en la prensa sevillana como madrileña. La Semana Santa sevillana se había convertido en un enfrentamiento ideológico entre defensores y detractores de un determinado régimen político.
En aquel convulso escenario será necesario mucho más que voluntad para que la Hermandad de la Estrella pudiera salir en una salida excepcional. Dicen las crónicas de la época que desde las 3 de la tarde no se podía dar un paso entre el Convento de San Jacinto y la Plaza del Altozano, esperando el pueblo sevillano su salida procesional.
A las 4,30 de la tarde sale la cruz de guía de la Parroquia de San Jacinto abriendo paso al Señor de las Penas para ser llevado en su desfile procesional hasta la Santa Catedral. La ovación sería apoteósica al salir a la calle el paso de la Virgen de la Estrella.
La Niña de la Alfalfa será una de las primeras en cantarle una saeta a la Virgen de la Estrella. Los médicos le habían diagnosticado un problema grave de garganta, que no iba a cantar y difícilmente hablar. Cuentan que curiosamente se encuentra una fotografía de la Virgen de la Estrella y le promete que si le devuelve la voz, le cantaría una saeta todos los Domingos de Ramos.
“Se dice en el monte azul
que España ya no es cristiana.
Aunque sea republicana,
aquí quien manda eres tú,
Estrella de la mañana”.
Pero en la calle Sierpes una mano criminal arrojaba una piedra de gran tamaño al Cristo de las Penas originando desperfectos en uno de los ángeles del paso.
Puerta de San Miguel en la Catedral de Sevilla, donde tuvieron lugar los disparos
Pero lo peor estaba por llegar. Al llegar la Virgen de la Estrella a la Puerta de San Miguel o del Nacimiento de la Santa Catedral se escucharon varios disparos siendo detenido un anarquista que no reconoció los hechos, aunque la triste noticia comienza a dar la vuelta al mundo.
El anarquista detenido será juzgado por un tribunal militar y condenado a cuatro años, dos meses y un día con agravante, pero se le condenará no por disparar contra la Virgen de la Estrella sino por agresión a la fuerza pública que procedió a detenerle.
Dolores Ibárruri, que se encontraba por aquellas fechas en Sevilla porque se había celebrado el IV Congreso del PCE [17 de marzo de 1932] llegará a manifestar:
¡Por qué hacéis eso! ¡La Semana Santa expresa un sentimiento popular que hay que respetar!
La Virgen de la Estrella en su Capilla de la calle San Jacinto, en Triana, Sevilla
La mañana del día 2 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, María Santísima de la Estrella amanece vestida de luto, con la saya negra bordada y el manto liso del mismo color.
Con el tiempo nacerá la leyenda y la manipulación franquista al ser considerada la Virgen de la Estrella como “La Valiente”. Salió porque tenía que salir en su estación de penitencia como mandan las Reglas de la Hermandad. La Estrella regresaba aquel Jueves Santo a su templo sana y salva.
Pero nadie podrá evitar que los hunos la considerasen “la Valiente” y los hotros “la Republicana”. "Hunos" y "hotros fue una expresión empleada por Miguel de Unamuno para definir a los nacionales y a los republicanos.
El tiempo que lo cura casi todo vuelve a colocar las cosas en su lugar. La hermandad de la Estrella será considerada por las páginas de la historia como la única cofradía que decidió desafiar contra viento y marea aquella ingrata tempestad política y eclesiástica decidiendo orientar su mascarón de proa hacia la Santa Catedral por encima de las ideologías reinantes en aquel momento, como mandan las Reglas.
¡Valientemente, como se dice en mi pueblo!
“Estrella de noche y día
al Altozano llegaste
sana y salva ¡Madre mía!
por eso ya no me cabe
en mi pecho la alegría”
Saeta popular
Tras haber visitado a la Virgen de la Estrella en su Capilla visitamos también la iglesia de Santa Ana, la Capilla de la Esperanza de Triana, la Basílica de Jesús del Gran Poder, la Capilla de Monte-Sión, la iglesia de Omnium Sanctorum y Santa Catalina, éstas dos últimas tienen como legado andalusí un antiguo alminar cristianizado con campanas.
También visitamos algunos de los templos de la cerveza sevillana. Porque no sólo hay tiempo para hidratar nuestro espíritu, también nuestro cuerpo necesita de unos cuidados básicos: "Mens sana in corpore sano" nos dejaría dicho el poeta romano Décimo Junio Juvenal, entre el siglo I y II.
Y eso en Sevilla se lleva a rajatabla como si fuera el undécimo mandamiento.
Desde la Capilla de la Virgen de la Estrella para el blog de mis culpas...
P.D. Los tristes Sucesos de Casas Viejas entre el 10 y el 12 de enero de 1933 abrirán una enorme crisis política en el primer bienio republicano-socialista. La Semana Santa de Sevilla entraba de lleno en la contienda política durante las elecciones de ese mismo año. Los pasquines y carteles apuntaban en dicha dirección.
“Si esto no es una utilización política de la Semana Santa que venga Dios y lo vea"
Tras los sucesos de la Semana Santa de 1932 con la Hermandad de la Estrella, en 1933 ninguna hermandad querrá dar un paso al frente para realizar su estación de penitencia. Durante el bienio derechista en 1934, acordaron su salida el Domingo de Ramos, San Benito, La Cena y la Estrella; el Jueves Santo, el Buen Fin, Los Panaderos, y la Lanzada; la madrugá con la Macarena, la Esperanza de Triana y los Gitanos; y la tarde del Viernes Santo, con las Siete Palabras, la Trinidad, los Caballos y Santa Maria, haciendo también la Macarena el itinerario de regreso desde la Catedral, adonde se había quedado refugiada por la lluvia. En 1935 y 1936 con el Frente Popular, salieron todas las cofradías. El boicot de los años 32 [sólo roto por la Estrella] y 33 había fracasado y Sevilla volvió a tener su Semana Santa durante los últimos tres años de la República. Aquel Jueves Santo de 1932 no fue un día festivo en Sevilla.
La Constitución de 1931
La instauración de la Segunda República Española supondrá un profundo cambio en las relaciones de la Iglesia con el Estado; el texto constitucional de 1931 proclamaba el Estado Laico, lo que provocará no pocos conflictos con la institución católica. Ya el 17 de agosto de 1930 el Pacto de San Sebastián se abordaba la separación entre la Iglesia y el Estado.
Artículo 26
El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero.
Artículo 27
La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. Los cementerios estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil.
La Iglesia no le perdonará nunca a la República haber roto el monopolio de la educación y la jerarquía eclesiástica se alineó con la derecha. La cuestión religiosa ofrecerá una buena excusa para elevar la temperatura del conflicto posterior "La Guerra Civil española".
Virgen de la Estrella en su 25º Aniversario de su Coronación Canónica
[2 de noviembre de 2024 en Sevilla]
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Fuentes
La Semana Santa de Sevilla, de Isidoro
Moreno
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