martes, 31 de julio de 2012

Trafalgar o los derroteros de nuestra política exterior del siglo XVIII

Promulgación de la Constitución de 1812 en Cádiz. 
Óleo de Salvador Viniegra. Museo de Cádiz. Foto: A. Cuevas
La mañana del 25 de julio de 2012 con todas las ilusiones por banda,  pusimos de nuevo viento en popa a toda vela hacia Cádiz -la de la Pepa-, para visitarla. Entramos por la Puerta de Tierra hacia el casco histórico que mantiene aquel viejo esplendor del Comercio de las Indias que fue en tiempos pretéritos. Visitamos su Museo, ubicado junto al Ofertorio de San Felipe Neri, donde se promulgó la Constitución de Cádiz de 1812 que pretendía introducirnos en la modernidad y en el progreso pero nada más lejos de la realidad.  


Arturo Pérez-Reverte, uno de los escritores más leídos en lengua castellana,  manifestaba que “el auténtico enemigo en aquélla época no eran los franceses sino  los propios españoles -sobre todo por un factor de cultura”-, al permitir que el espíritu de aquella España de 1812 dejara la modernidad y la libertad. Pero las circunstancias hicieron que se volviera al Antiguo Régimen absolutista debido a que primaban más los intereses y privilegios de aquélla España reaccionaria, en contra de la razón y del progreso, lo que nos introdujo de nuevo en el oscurantismo.

Ofertorio de San Felipe Neri, donde se promulgó la Constitución de 1812

Existe una  frase desafortunada para la historia que refleja la escasa altura de miras en que las luces -salvo en Cádiz- brillaban por su ausencia con aquel “Muera la libertad y vivan las cadenas” en honor al desleal Fernando VII que derogó todo lo legislado en las Cortes de Cádiz, y reprimió brutalmente a todo lo que sonara a progreso y modernidad. Hay que recordar que la Constitución de 1812 reconocía al catolicismo como religión oficial del Estado y no reconocía otro rey que Fernando VII. 


No hace falta ser docto en la materia para darse cuenta por la sinrazón que tristemente nos llevó la política exterior española durante el siglo XVIII, con su falta de miras y despropósito político que llevó a la desaparición de la hegemonía española al abrir una enorme brecha en nuestro poderío que como una hemorragia se fue diluyendo a raíz del inmortal cabo de Trafalgar que dio nombre a la batalla, lo que como efecto colateral originó que el más frágil Imperio que jamás existió dejara de ser hegemónico con el liderazgo incuestionable a partir de ese momento -21 de octubre de 1805- de la marina inglesa en todos los mares del mundo.

Almirante español Gravina y francés Villeneuve
Almirante inglés Nelson

Observando los cuadros sobre la batalla de Trafalgar en el Museo de Cádiz, me acordé de un libro que adquirí en una librería de Zahara de los Atunes titulado “La razón de Trafalgar”, escrito por un capitán de navío de la Armada española, Hemenegildo Franco Castañón que me ilustró sobre aquel periodo histórico. 

Único navio que sobrevive de la batalla de Trafalgar HMS Victory de Horacio Nelson

Es cierto que la historia es la ciencia del pasado que nos debe servir para ejemplo del presente y como brújula para afrontar el futuro. La historia  posee  magníficos doctores con  rigor histórico y que junto a prestigiosos escritores han escrito magistralmente sobre el “Desastre de Trafalgar” y “Cádiz de la Constitución de  1812”.

Combate de Trafalgar entre el "Santa Ana" y el Royal Sovereingn
Óleo Ángel Cortellini Sánchez. Museo Naval de Madrid

Manifestaba el autor del libro “ la razón de Trafalgar” , que los desastres navales que se prodigan en España a partir de 1700 no fueron productos del azar sino producto de alianzas no consistentes, errores de estrategia,  mala fe y engaños de los enemigos, mal material, falta de personal etc.,  que permitieron nuestro gran repliegue político y militar con respecto a Europa, al desaparecer la hegemonía española con el liderazgo incuestionable de la marina inglesa en los mares como el más firme cimiento de su nación.

Puerta de Tierra, baluarte de entrada a la antigua Cádiz
Hasta Carlos II, último Austria,  España mantuvo sus territorios de ultramar y sus comunicaciones. El nuevo orden impuesto por la dinastía borbónica influyó decisivamente sobre la Marina con la llegada del primer Borbón –Felipe V- lo que provocará en Holanda y  Gran Bretaña una nueva estrategia por el peligro que suponía ver unidas a Francia y España en la misma dinastía. Este hecho trajo como consecuencia la participación inglesa y holandesa en la Guerra de Sucesión a la Corona española con la pérdida de Gibraltar.
Después de la Paz de Utrech -13 de julio de 1713-, se inicia la regeneración de la Marina española en base al modelo francés y quedando subordinada tanto en lo político como en lo militar. La paz con la República francesa a mediados de 1795 fue muy acertada pero la poca visión política posterior nos trajo enormes consecuencias ya que La paz de Basilea, el 22 de julio de 1795 aunque fue recibida con gran satisfacción por españoles y franceses, para España no se ajustó a los límites de lo pactado, lo que provocó no poder conservar una verdadera neutralidad. 

Armas de la época. Museo de Cádiz

Gran Bretaña se disgustó con la cesión a Francia de la mitad de la isla de Santo Domingo y receló con fundamento de la conducta posterior del gobierno español, que en mala hora  decidió pactar con Francia en contra de Inglaterra, culpando al “Príncipe de la Paz”  Manuel Godoy tan sólo buscaba garantizar su permanencia como hombre imprescindible y mantener una alianza con Francia.
Como consecuencia de las negociaciones, se firmó el tratado funesto de San Ilfedonso el 18 de agosto de 1796, por el cual se alió España con Francia para hacer la guerra a Gran Bretaña con lo que se demostraba muy poca cordura entregando a Francia todas las tropas y navíos que pida Francia quedando a su disposición mientras dure la guerra, sin que en ningún caso puedan ser gravosos. El 5 de octubre de 1796 se le declara la guerra a Gran Bretaña con lo que los gastos para el Erario español fueron incalculables con el consiguiente perjuicio para nuestro comercio, al mismo tiempo que se arruinó nuestra Marina y nuestra navegación mercantil.

Armas de la época. Museo de Cádiz

Por otro lado, El 14 de febrero de 1797, en el cabo de San Vicente perdimos cuatro navíos, dos de ellos de 112 cañones. El 16 de febrero, se rindió a los ingleses la importante isla de Trinidad de Barlovento, y se incendiaron en ella otros cuatro navíos para evitar que cayesen en poder del enemigo. Después vino la horrorosa catástrofe del estrecho de Gibraltar con los navíos de tres puentes “Real Carlos” y “San Hermenegildo”, por considerarse enemigos y entablar combate encarnizado el uno contra el otro, por confusión con un buque inglés que se interpuso entre ambos la noche del 12 de junio de 1801.
En diferentes apresamientos perdimos 10 fragatas por parte de los ingleses. En virtud de lo estipulado donamos a Francia seis navíos de 74 cañones, armados, arbolados y en disposición de navegación a la que también cedimos La Luisiana a cambio de ventajas que nunca conocimos.


Trafalgar fue el mayor desastre político y militar,  pues el combate perdido abrió una ancha brecha a nuestro poderío, por donde se fue el mayor y más débil Imperio que jamás existió. La Armada española después de Trafalgar moriría de abandono por falta de carena, decepcionados sus hombres por la incomprensión y el olvido de su propia nación.
El gobierno español estuvo siempre sometido a los dictados de Napoleón jugando un papel de comparsa, a quien lo único que le preocupó fue el poder contar con los buques de la Armada para utilizarlos en los sucesivos proyectos de invasión de Inglaterra. En Trafalgar fuimos al combate derrotados de antemano, por la trágica situación de abandono en que se tenía a la Marina.
La escuadra del Ferrol fue más numerosa en buques y personal con más de 2000 hombres para tripular la escuadra que se armó en Cádiz. Sin embargo,  el combate inmortalizó el nombre del cabo otorgándole un  protagonismo a Cádiz en detrimento de Ferrol, con lo cual la historia se ha visto mediatizada por el lugar geográfico.

Plano de Cádiz. Siglo XVII. Museo de Cádiz

Los planes de guerra naval perseguían un interés exclusivamente francés que pretendían situar los ejércitos napoleónicos en las islas Británicas mediante su desembarco con la subordinación total española. Aparte de comprometerse España a poner treinta navíos a disposición de Francia y aceptando un almirante francés, Villeneuve, al mando de la escuadra combinada. Aquí radica el fracaso estratégico y táctico de la Armada española.
Napoleón deseaba al mismo tiempo el dominio del mar para invadir Inglaterra y pensaba en dar la batalla decisiva en el canal de la Mancha hasta que Nelson apareció en Gibraltar lo que significaba que las fuerzas navales inglesas en Europa estaban en vías de concentrarse con el objetivo de proteger el comercio británico en el Mediterráneo.


La decisión de Villeneuve que conocía su destitución por parte del Ministerio de Guerra francés le llevó a un repentino ataque de orgullo herido y precipitó  abandonar Cádiz y presentar batalla en octubre de 1805, lo que condujo inevitable a la derrota. La flota franco-española se vio bloqueada en Cádiz por Nelson cerca del cabo de Trafalgar  y el 21 de octubre tuvo lugar el mayor combate naval de la historia donde la flota franco-española fue definitiva y abrumadoramente derrotada por la superioridad técnica y táctica de la Armada Real Inglesa. Los españoles perdieron diez de sus quince barcos y los franceses, doce de sus dieciocho con miles de muertos, heridos o prisioneros. Allí murieron en combate entre otros muchos el almirante Horacio Nelson, Churruca, Gravina y Alcalá Galiano posteriormente como consecuencia de sus heridas. Perdimos el buque insignia de nuestra Armada, El Santísima Trinidad con sus cuatro puentes y 150 cañones, el más grande de su época. Villeneuve y su buque insignia, el "Bucentaure", fueron capturados por los ingleses junto con otros muchos buques españoles y franceses. 

Muerte de Churruca. Museo de Cádiz.
Por otro lado, en el año 2013 se cumplirá el tricentenario del Tratado de Utrech -13 de julio de 1713- fecha triste como oprobio para España que cedía a perpetuidad a Gran Bretaña el peñón de Gibraltar sin jurisdicción alguna, estableciéndose no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo. 



Pero eso es otra historia…

Enlaces interesantes

Bibliografía
La razón de Trafalgar por Hemenegildo Franco Castañón

sábado, 21 de julio de 2012

Viaje a la antigua Gebel al Tarik "Gibraltar"


"Gibraltar jamás será español"
 
Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar 
ante el Comité de Descolonización de la ONU
15 de junio de 2012


El peñón de Gibraltar جبل طارق (Yabal Tāriq, Monte de Táriq), está situado geoestratégicamente en la angostura que lleva su nombre y ha sido un referente importante en el cruce de culturas. El año 711 los musulmanes atravesaron el Estrecho al mando de Tarik, lugarteniente de Musa venciendo a Roderico,  rey visigodo de la antigua Hispania, en la batalla de Guadatele, desde donde se extendieron por la antigua al-Ándalus (árabe الأندلس), territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán entre el año 711  y 1492.

En el escudo de Gibraltar aparece una llave de oro que simboliza la importancia de la fortaleza del Peñón.
En el año 1700 muere el rey Carlos II el Hechizado sin dejar descendencia  y la corona española apoya a Felipe de Anjou, futuro Felipe V. Al poco tiempo estallaría la Guerra de Sucesión española y el 4 agosto de 1704, una flota anglo-holandesa bajo el mando del almirante Rooke tomó la ciudad de Gibraltar desprotegida en nombre del archiduque Carlos de Austria pretendiente al trono español durante la Guerra de Sucesión apoyado por Austria, Inglaterra y Holanda. 


Por el Tratado de Utrecht el 13 de julio de 1713, España cedía a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo.

Sala de guardia. Gibraltar
Es evidente que los habitantes de Gibraltar no quieren ser españoles debido a la prosperidad de la roca -de 426 metros de altura- que se ha convertido en una de las ciudades más prósperas y con mejor calidad de vida teniendo altos niveles de seguridad. Un paraiso fiscal que en plena recesión su crecimiento ha sido superior al 5% desconociendo el paro mientras en los pueblos limítrofes  supera el 35%. Gibraltar da trabajo a más de 4000 españoles teniendo registradas más de 80.000 empresas con tan sólo 30.000 habitantes, lo que da una percepción al ciudadano español  que la visita que dicho territorio da para mucho y que se blanquea, no precísamente con cal de Morón. Como dice un dicho de mi tierra "lo que está a la vista no necesita candil".
  

Los españoles de origen fueron obligados a emigrar a la Península después de la invasión británica de 1704 fundando la localidad de San Roque. Al mismo tiempo fueron introducidos progresivamente ciudadanos del imperio británico como hindúes, malteses...

Monumento al soldado II Guerra Mundial
Un autobús nos llevó cerca del  “main street” ó calle principal, sorprendiéndome durante el trayecto la circulación de los vehículos por la derecha, los buzones de correos y las cabinas de teléfonos rojas y muchos carteles felicitando a la reina Isabel II en su 60º aniversario como reina del Imperio británico. Por otro lado, los precios de muchos artículos estaban reflejados en libras esterlinas  similares al cambio en euros a los de España -muy pocos comercios reflejaban los precios en euros-, aunque las drogas legales como alcohol y tabaco eran más baratos.


Al estar situada geoestratégicamente Gibraltar posee una base aeronaval del ejército británico que utiliza conjuntamente con el aeropuerto civil que evidentemente causan molestias a los vecinos de la zona.Cuando entran aviones de caza o de pasajeros hay que detenerse ya que la pista de aterrizaje que atraviesa lateralmente la carretera se cierra. A lo lejos se puede observar en su puerto el atraque de grandes transatlánticos. También me sorprendió un monumento  elogiando la figura del gibraltareño caído por defender el Imperio británico en la I y II Guerra Mundial.

Monumento en la Línea de la Concepción  a los trabajadores españoles en Gibraltar.

El día 13 de julio de 2013 se cumplirá el tricentenario de la firma Tratado de Utrech como oprobio para los españoles. Lo razonable sería reconducir las negociaciones creando una atmósfera estable para que algún día aquel territorio que fuera español en tiempos pretéritos vuelva a la Corona de España con la mayor normalidad, que en la actualidad pertenece a los hijos de la Gran Bretaña como la última colonia existente en Europa en el siglo XXI aunque el contencioso histórico permanecerá "per secula seculorum" en la retina colectiva de los españoles hasta que se le de una solución razonable para las partes en conflicto ya que "estamos condenados a entendernos razonablemente".

 Desde la antigua Gebel Al Tarik, para el Blog de Antonio Cuevas


viernes, 20 de julio de 2012

Tarifa, la madre que parió al viento


Monumento a Guzmán el Bueno en Tarifa

Recientemente hemos  visitado la ciudad de Tarifa cuyo origen se pierde en lo más remoto de los tiempos desde el Paleolítico más meridional con sus pinturas rupestres hasta los fenicios, romanos y árabes que  poblaron sus tierras como  punto geográfico más meridional de Europa y cercano a África entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo que tiene su punto más angosto en el  ”Estrecho de Gibraltar”.

Etimológicamente,  Tarifa es posible que provenga de Tarif ibn Mallik, caudillo de Tarik que desembarcó en aquéllas tierras actuando como cabeza de puente para la entrada del Islam en España ya que contaba con la complicidad del gobernador del Estrecho, el conde don Julián.


"Según cuenta la leyenda envió a su hija Florinda a la corte de Toledo para ser educada fijándose en ella el rey don Rodrigo, forzándola. Florinda, tras consumarse el acto envía a su padre una serie de regalos entre los que pone un huevo podrido. Don Julián ofendido, comprendió lo que había sucedido y fue a Toledo a reclamar a su hija entablando conversaciones con Musa para desembarcar en la Península Ibérica".


Castillo de Guzmán el Bueno
Recuerdo aquella legendaria figura que nos enseñaban en la escuela hace muchos años en la vieja enciclopedia Álvarez sobre Guzmán el Bueno llamado Alfonso Pérez de Guzmán allá por el siglo XIII, fundador de la Casa de Medina Sidonia, con aquélla épica defensa de Tarifa la leyenda  que para no entregar la plaza a los sitiadores el mismo Guzmán el Bueno les facilitó el puñal para que ajusticiaran a su propio hijo.


Siguiendo con nuestra ruta, entramos con un viento de levante insoportable por la Puerta de Jerez como uno de los monumentos más emblemáticos, siguiendo por el perímetro de sus murallas que permanecen en perfecto estado de conservación hasta que llegamos al castillo de Guzmán el Bueno situado sobre una elevación del terreno frente al mar, desde donde se divida perfectamente África. De ahí parte la muralla que rodea Tarifa, construido en piedra en el año 960 por orden del califa Abderramán III. El castillo fue reformado para la defensa de los piratas a principios del siglo XVII y durante el siglo XVIII se adaptaron para la instalación de artillería. 


A partir de ahí, llegamos caminando hasta el castillo de Santa Catalina donde no muy lejos se encuentra  el puente de la isla de la Paloma como punto más meridional de Europa que separa el Atlántico y el Mediterráneo. En 1808 se construyó el camino de la isla que hasta entonces estaba separada de Tarifa. 

Puente de la isla de la Paloma que separa el Mediterráneo del Atlántico

Me acordé de aquel  dicho que existe en Tarifa «la madre que parió al poniente y la madre que parió al levante» en la capital europea del viento como ha sido denominada y con razón ya que el dichoso viento es el actor principal  que protagoniza la vida de sus habitantes siendo posible que el fuerte viento de levante produzca a no pocos  “cierta angustia”. Estuvimos medio día y fue más que suficiente para comprobarlo ya que hasta unas cervezas que intentábamos tomar “volaban” por la madre que parió el viento que  desarbolaban nuestros sentidos abandonando un poco nuestro paseo  ya que nunca tuve intención de mandar mis naves contra los elementos.

Muralla que rodea la vieja ciudad de Tarifa

Un auténtico placer que podemos extrapolar  desde Trafalgar, Caños de Meca, Barbate, Zahara de los Atunes hasta el Faro de Camarinal, la antigua Baelo Claudia con su ensenada hasta llegar a Tarifa de la que no pudimos disfrutar por el fuerte viento de levante que desarboló nuestras defensas ya que las dichosas arenas nos golpeaban como si fueran alfileres en nuestras cabezas y piernas. Era casi imposible pasear por el puente de las Palomas.


En aquella zona al viento que viene del oeste lo llaman poniente y al viento que viene del este no llaman levante y no es un viento ideal para la práctica del kitesurf- desplazarse por el agua encima de una tabla utilizando una cometa- ya que su fuerza sopla en dirección al mar y es muy peligroso. 


Tarifa, con sus magníficas playas de aguas poco profundas y arenas blancas, lugar privilegiado donde los movimientos migratorios de aves y mamíferos marinos proporcionan un espectáculo natural digno de ser conservado para las generaciones venideras.

Desde Tarifa para el Blog de Antonio Cuevas


miércoles, 18 de julio de 2012

Cádiz de la Pepa en su Bicentenario


Dentro del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812 “ La Pepa” visitamos  la heroica ciudad para sentir un poco el espíritu de la que fue protagonista con letras mayúsculas al participar en importantes acontecimientos en tiempos pretéritos brillando con luz propia en una España invadida por las tropas napoleónicas cuya esencia de aquéllos años memorables todavía perviven como ejemplo de tolerancia. Cádiz  nos dejó su magnífico legado mantenido a través de los años, situado geoestratégicamente  entre el océano Atlántico y el Mediterráneo, entre Europa, África y el comercio colonial con América.

Cuando Hércules separó Europa de África según la leyenda surgió el Estrecho de Gibraltar de la que Cádiz forma parte por derecho propio tanto histórica como geoestratégicamente siendo un referente importante en el cruce de culturas,  contemplada nada más y nada menos que por 3000 años de historia ya que fue fundada en el año 1100 a. de C. por los fenicios que la llamaron Gadir y que posteriormente pasó a manos de los cartagineses  y romana a partir del 206 a de C.  A partir del 711 los musulmanes al mando de Tarik, lugarteniente de Musa vencieron a Roderico en la batalla de Guadatele ocupando casi toda la Península Ibérica a la que llamaron al-Ándalus (árabe الأندلس), territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán entre los años 711 y 1492. Alfonso X el Sabio reconquistó Cádiz en 1262 y la incorporó al Reino de Castilla. En el siglo XV  Cádiz contribuyó de manera decisiva al descubrimiento y posterior colonización de América con sus puertos importantes como punto de origen. 

Es evidente que todos los siglos de la historia de España han sido agitados, pero el siglo XIX, lo fue de manera especial la Guerra de la Independencia (1808-1813),  en la que Cádiz soportó valientemente un asedio de dos años y medio, las Guerras Carlistas (1833-1876), sin olvidar el “Desastre de Trafalgar” (21 de octubre de 1805) como origen de uno de los mayores desastres políticos y militar por la escasa altura de miras de Carlos IV y su inefable Godoy con aquel Tratado de San Ildefonso aquel 18 de agosto 1796, que sometía los intereses de España a los dictados de Napoleón comprometiendo la neutralidad española y facilitando la beligerancia de los ingleses. El combate inmortalizó el nombre del cabo de Finisterre, en Cádiz.

Combate de Trafalgar entre el "Santa Ana" y el Royal Sovereingn
Óleo Ángel Cortellini Sánchez. Museo Naval de Madrid

A partir del desastre de Trafalgar, la Armada española, en la que Cádiz fue un referente importante moriría de abandono, de incomprensión y de olvido, lo que abrió una brecha en nuestra marina  y en nuestro país,  dando lugar a la pérdida de nuestro extenso y frágil imperio que jamás existió según el libro “La razón de Trafagar “por Hermenegildo Franco Castañón, capitán de navío de la Armada española  y que posteriormente  la Generación del 98 se vio profundamente afectada dicha crisis moral, política y social acarreada en España por la pérdida de nuestras últimas colonias.

La promulgación de la Constitución de 1812. Óleo de Salvador Viniegra. Museo de Cádiz. Foto Antonio Cuevas


Sin embargo toda esta complejidad de tristes acontecimientos para la historia de nuestro país fue capaz de alumbrar las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 que supuso para nuestro país el fin del absolutismo y el nacimiento del liberalismo. Se trataba de la primera Constitución promulgada en España por ser una de las más liberales de su tiempo que irradió ideas de progreso desde el Atlántico hasta el Pacífico. Fue la tercera Constitución escrita después  de los Estados Unidos y Francia.

Oratorio de San Felipe Neri. Cádiz
El texto constitucional de 1812 reformulaba ideas fundamentales para el país y para el ciudadano como el sufragio universal, soberanía nacional, monarquía constitucional, división de poderes, independencia de la justicia, la propiedad, libertad de imprenta y otros conceptos revolucionarios que habrían de ser admirados y tomados como modelo por otros países y un anhelo a conseguir en la propia España.


Sin embargo, como casi siempre nos convertimos en el país de  Europa que ha dado no pocas veces marcha atrás en el reloj de nuestra historia anulando cualquier movimiento de progreso tan sólo para defender los privilegios de unos pocos. 


Fernando VII vuelve en 1813  a España instaurando de nuevo el absolutismo y derogando la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, restableciendo en mayo de 1814 el Antiguo Régimen y entre 1814 y 1820 declaró nula toda la obra de las Cortes de Cádiz. En  1823 entran en España los Cien Mil Hijos de San Luís para acabar con Riego y la libertad del pueblo y reponer en su trono al desleal Fernando VII.


La Constitución de 1812 con su obra legisladora, sólo por justicia debería haber pasado a la historia como inmortal aunque el espíritu de la Pepa y la Revolución de 1820 siguieron vigentes hasta la "Gloriosa de 1868". 

Entrada del Castillo de Santa Catalina construído por iniciativa de Felipe II en 1596

Las fuerzas navales con base en Cádiz, al mando del almirante Topete, se amotinaron contra el gobierno de Isabel II, en la misma ubicación donde Riego, casi 50 años antes se levantara contra el desleal Fernando VII. Su madre, Isabel II tuvo que salir por el puente del Bidasoa –Irún-, por el mismo sitio por donde que entraron los 100.000 Hijos de San Luís que impusieron por la fuerza a Fernando VII y que costó la vida al general Torrijos y a Mariana de Pineda.  

Fortalezas defensivas de la antigua ciudad de Cádiz

Cádiz, convertida de nuevo en referente histórico (1868) con “La Gloriosa”, que incluía el sufragio universal y  la abolición de la esclavitud en las Antillas entre otros. La memoria de aquéllos héroes que transmitieron el espíritu de la Constitución de 1812, como Riego, Torrijos… que tan sólo deseaban una monarquía constitucional que garantizaran las libertades fundamentales de los españoles que convirtieran España en un país avanzado, moderno, libre y europeo.


Monumento a las Cortes, a la Constitución y al Sitio de Cádiz

En 1911 el arquitecto Modesto López Otero y el escultor Aniceto Mariñas realizan el monumento a Las Cortes, Constitución y Sitio de Cádiz con un fuerte contenido simbólico. El lateral izquierdo muestra un autorrelieve en el que se representa la jura de la Constitución por los diputados el 19 de marzo de 1812, antes de su solemne promulgación. El autorrelieve de la derecha representa la guerra, en el momento en que la Junta de defensa de Cádiz no accede a la rendición de la ciudad al rey José Bonaparte no reconociendo otro rey que Fernando VII. 

Fernando VII. Museo de Cádiz
La figura ecuestre del lateral derecho, Marte como el dios romano de la guerra con un cañón a los pies de su caballo. la figura ecuestre del lateral izquierdo simboliza la paz. En la parte central una figura femenina como símbolo de la Pepa, que tiene la palabra "Constitución", escrita a sus pies, un ejemplar en su mano derecha y la espada en la izquierda. En la parte posterior del monumento destaca la figura de Hércules, fundador de Cádiz.



Desde Cádiz, en el Bicentenario de la Pepa para el Blog de Antonio Cuevas


Enlace interesante