miércoles, 29 de enero de 2025

Prólogo


 Foto. Antonio Ramos 

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...


¡Que cada uno leyese lo que quisiese y quién no quisiese, que no leyese!

Visita a Motril, una ciudad de cine


Monumento dedicado a los acarreadores de cañas de azúcar
Obra de Francisco Javier Galán [9 de agosto de 2018]


Si eres campana ¿dónde está el badajo?
Si Pirámide andante vete a Egito;
Si Peonza al revés trae sobrescrito,
Si Pan de azúcar en Motril te encajo

Mujer putiaguda con enaguas [Soneto]
Francisco de Quevedo y Villegas


Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco orientamos nuestro sextante en busca de la costa tropical granadina, para realizar una visita a la ciudad de Motril y al Museo Industrial de la Caña de Azúcar [cuando las labores agrícolas eran muy duras], lo que nos servirá para recoger algunas letrillas que ilustrarán el presente artículo.


Nuestra ruta en breves pinceladas

Al pasar por el Cortijo de la Rana se nos viene a la memoria la amistad atribuida a Fernando Villalón con el fascineroso Francisco Ríos González “El Pernales” que intentaba salvar su vida. 

Hicimos un alto en el camino en la tierra natal de la Niña de la Puebla [Dolores Jiménez Alcántara], Moreno Galbán y José Meneses, entre otros grandes artistas. En la venta “La Zua” Estimulamos nuestro paladar con un buen desayuno cardiosaludable a base del tradicional aceite de oliva virgen extra "azzeit" de la tierra como zumo natural de la aceituna “azzaytúna”, producido en las viejas almazaras "al-ma'sara", acompañado del pan de pueblo elaborado en las tradicionales tahonas [ṭāḥūna], un poco de tomate triturado [y unas lonchas de jamón ibérico o zurrapa de lomo en manteca colorá, para aquellos que posean mejor yantar] proporcionándonos suficiente energía para proseguir nuestra particular ruta hasta Motril por Granada.

Entre mares de olivos nos fuimos introduciendo en territorios donde en tiempos pretéritos ejerciera su influencia José María "El Tempranillo" [Jauja, Alameda y Estepa].



Monumento a Morayma [esposa de Boabdil] en Loja


Transitamos por Antequera “la ciudad de las iglesias” en el corazón de Andalucía que nos dará varias opciones: la primera tomaba la dirección a Granada acercándonos a la última frontera de Al Ándalus como la antigua madinat Lawsa [Loja de Alí Atar y su hija Morayma, esposa de Boabdil] que tuvo una enorme importancia estratégica al ser considerada “la llave de Granada” junto con Montefrío a la izquierda y Alhama de Granada a la derecha de la A-92. Tras atravesar Santa Fe [epílogo de Al Ándalus y testigo de acontecimientos históricos que cambiaron la historia moderna como las Capitulaciones suscritas con Colón un 17 de abril de 1492 considerado por algunos especialistas como el primer documento escrito de la Historia de América], atravesamos la antigua Garnatha nazarí, que nos permitía ascender entre una empinada carretera hasta el Suspiro del Moro [860 m.s.n.m.], Mondújar, Lanjarón y Motril como punto de destino.

Otra opción será transitar desde Antequera y tomar la dirección a Vélez Málaga, para llegar a Frigiliana y Nerja, en la Axarquía malagueña “Al Sharq" cuyas playas se encuentran bañadas por el antiguo Bahr Al Ándalus, actualmente denominado Mar de Alborán “Bahr al-Buran, en honor al temible corsario tunecino del siglo XVI apodado Al-Borany [palabra turca que significa tormenta].



Monumento en Almuñécar a Abd Al-Rahmán ben Muawiya al-Dajil 
[El Inmigrado]


Y llegar a Almuñécar [al-munakkar] "la ciudad de las palmeras", donde desembarcara en el 755 el primer emir de Al Ándalus “Abderramán I” [Abd al-Rahman ben Muawiya al Dajil], con sus huertas cargadas de frutos tropicales como los mangos, aguacates, chirimoyas, papayas, guayabas y nísperos, hasta llegar a Motril como punto de destino, bajo la atenta mirada de Sierra Nevada con el Pico Mulhacén [Muley Hacén] como cumbre dominadora de la vieja Al Ándalus y testigo de nuestra presencia. El Mulhacén es el pico más elevado de la Península Ibérica con 3478 metros. Lleva el nombre del monarca nazarí: Muley Hacén "Mulhacén", padre de Boabdil y hermano de El Zagal.

Una sierra que llamaban los árabes “Gebal Xolair”, y que alberga pueblos tan bellos como Lanjarón, en la entrada de la Alpujarra; Órgiva, como la puerta de la Alpujarra alta que nos permite llegar hasta Pampaneira, Bubión y Capileira, entre otros muchos pueblos de tradición morisca que jalonan la parte de solana de Sierra Nevada hasta el Puerto de la Ragua, que divide la Alpujarra en dos: granadina y almeriense [Laujar de Andarax, donde murió en septiembre de 1493 Morayma, la última reina de Granada y esposa de Boabdil], Yegen de Gerald Brenan, Laroles, etcétera.


Cuando se habla del cultivo de la caña de azúcar en la zona tropical granadina, Motril brilla con luz propia bajo el sol del Mediterráneo, aflorando en su clima tropical no sólo el mango, aguacate o chirimoya, sino también el ron, esa bebida espiritosa por la que tenían debilidad los piratas y filibusteros del Caribe, cuyos efluvios les hacían perder no pocas veces sus frágiles entendederas.


La caña de azúcar y el ron siempre han estado relacionados


La captura del pirata Barbanegra el 22 de noviembre de 1718 [pirata inglés Edward Teach] por el teniente inglés Maynard en la bahía de Ocracoke Bay [Carolina del Norte], pintado por Jean Leon Gerome Ferris en 1920. Barbanegra fue el pirata más temido del Caribe y de la costa sur de América del Norte durante el siglo XVIII.

La retina cinéfila nos recuerda la película “El capitán Blood” protagonizada por Errol Flynn y Olivia de Havilland [1935] o “La isla de los corsarios” [1952] protagonizada por Errol Flynn, Maureen O'Hara y Anthony Quinn, entre otros grandes actores.

En muchas películas de piratas destaca la famosa frase que hemos asociado desde entonces con los piratas del Caribe:

“Ración extra de ron para todos”

¡Quién no recuerda aquella novela que formaba parte de las joyas literarias juveniles a comienzo de los años 70 del pasado siglo, y que forma parte por derecho propio de nuestra nostalgia, donde “La isla del tesoro” del escocés Robert Louis Stevenson [1881] ocupaba un lugar destacado con aquella canción:

¡Quince hombres sobre el cofre del muerto.
Ron, ron, ron, la botella de ron.
La bebida y el diablo se llevaron al resto.
Ron, ron, ron, la botella de ron!


Aquella novela echaba a volar la imaginación de los zagales de mi época [o al menos, la del que escribe estas humildes letrillas]. Aquella bandera negra con la calavera y las tibias de color blanco [utilizada como arma psicológica] o espadas como variantes, el tesoro con su viejo mapa, el parche en el ojo, la pata de palo y el garfio, dos trabucos o arcabucillos, el sable de abordaje y el cuchillo afilado en el cinturón. 

Los tatuajes para el pirata simbolizaban la libertad, anarquía, violencia, coraje y valor creando una especie de miedo escénico en quien lo observaba. Algunos piratas llevaban tatuajes sobre su cuerpo y en sus orejas llevaban incrustados aros de oro, que tenían su significado:

 

· El aro en la oreja izquierda significaba que había pasado el Cabo de Hornos.

· El aro en la derecha: el Cabo de Buena Esperanza o Cabo de las Tormentas.

· Dos aros en la oreja izquierda y uno en la oreja derecha: vuelta al mundo.

Dicen las páginas de la historia que sería el corsario inglés sir Francis Drake en 1578, el primero en colocarse un aro de oro en su oreja tras cruzar el peligroso Cabo de Hornos o Mar de Hoces [en honor al español Francisco de Hoces como primer descubridor en 1526]. Los ingleses lo conocerán como “Paso Drake”.

Los piratas fumaban en pipa, en puros y mascaban tabaco. Francis Drake había llevado a Inglaterra la costumbre de fumar en pipa, que había aprendido de los pieles rojas de Virginia.

Y como entre “pájaros” que sembraban el pánico por el Caribe, no podía faltar el tradicional guacamayo en el hombro del pirata [del taino, “huacamayo”, por si alguien hablaba mal del capitán pirata, repetía las palabras]. La bandera pirata observada desde el catalejo representaba la muerte. El catalejo era un instrumento náutico que permitía localizar barcos a grandes distancias para su abordaje. Los buques piratas y corsarios con patente de corso pusieron en jaque muchas veces a la marina española y británica. Los piratas se orientaban a través de la brújula, el astrolabio y detalladas cartas náuticas.

 

En tiempos de la era dorada de los piratas [1620 a 1730] el ron era considerado una bebida medicinal, siendo utilizado como antiséptico, contra la gripe y el escorbuto.

 

En la antigua Grecia ya se elaboraban bebidas alcohólicas procedentes de la fermentación de la caña azúcar. Se cree que el origen de la caña de azúcar surgió en Papúa-Nueva Guinea y de ahí pasó a Indonesia [Java]. Los navegantes llevaron la caña al sureste asiático (India y China). Su presencia en las costas granadinas en tiempos de Al Ándalus se remonta al siglo X, según el cordobés al-Razi [médico y humanista]. También Marco Polo en el siglo XIV hace referencia a un “vino de azúcar” que descubrió en la zona de Persia [actual Irán].


"La Mondera", obra de José Castro Vílchez [13 de agosto de 2019]
Monumento al importante papel de la mujer en la industria del azúcar


Desde la costa granadina se extendió el cultivo de la caña de azúcar por buena parte del litoral mediterráneo aprovechando sus excepcionales condiciones climáticas. Tras la conquista cristiana de Granada se incrementó el cultivo y comercialización del azúcar “assúkkar”.


El azúcar moreno proviene de la caña de azúcar. 
Es de color amarillo por la melaza.


La Corona de Castilla llevó este cultivo desde Granada hasta las Islas Canarias. A partir del segundo viaje de Colón [25 de septiembre de 1493] llegará la caña de azúcar al Nuevo Mundo.

Será en el Caribe donde comience a elaborarse el aguardiente, sirviendo el ron como moneda de cambio como lo había sido el cacao [Kakawa] como fruto y la bebida el chocolate [Xocoatl] en tiempo de los olmecas. El cacao llegó a ser incluso más valorado que el oro, convirtiéndose en la moneda corriente del Yucatán para los aztecas.

Como curiosidad cabe decir que cuando los españoles llegaron a Yucatán le preguntaron al primer indígena que vieron como se llamaba aquel lugar y éste le respondió en lengua maya o náuatl: “yu ka t'ann” [Yucatán], que significaba “Yo no soy de aquí o no te entiendo”. Aquel nombre quedará como topónimo de la península homónima.

En la Era de los Descubrimientos los suministros de agua potable durante largas travesías se volvían rancios. La cerveza se usaba como ración debido a su mayor tiempo de conservación, pero también se agriaba en el mar. Los marineros cogieron la costumbre de mezclar el ron con agua para evitar la embriaguez. Su alta graduación contribuía a conservarlo en buen estado durante largas travesías para mantener saludables a los marineros, protegiéndolos de enfermedades  como el cólera o la disentería causadas por beber agua en mal estado.

El escorbuto [hemorragias cutáneas por carencia de Vitamina C] y la disentería [inflamación del intestino por beber agua contaminada] eran enfermedades que dejaban mermada a la tripulación.

Durante la Gran Expedición al Nuevo Mundo en 1595, una epidemia de escorbuto y cólicos estalló a bordo del barco de Francis Drake. En una búsqueda desesperada de una cura, un grupo desembarco en Cuba y regresó con una mezcla local de aguardiente de caña (un precursor del ron) mezclado con lima, jugo de caña de azúcar y menta. Aquella mezcla evitó la enfermedad por tener Vitamina C.

Desde 1650 era obligatorio dar media pinta de ron diario a los corsarios británicos de todos los rangos denominada “Kill Devil”. Desde 1650 aparecen unos documentos en Barbados con el nombre de “Rum” que denominarán los ingleses a partir de 1667 a esta bebida espirituosa [ron en español].

Con el paso del tiempo se mejoran las técnicas de producción y destilación destacando el ron blanco [un año de envejecimiento], el ron dorado envejecido en barricas de roble unos 3 años, el ron añejo, envejecido entre 5 y 12 años en barricas de roble más oscuras, y el ron reserva, envejecido más de 15 años, para verdaderos sibaritas del ron.

Un año de envejecimiento en el Caribe o países tropicales, equivale a tres en zonas más frías. El ron que envejece en el Caribe, se desarrolla más rápidamente y experimentará más pérdida por evaporación debido al clima tropical húmedo.

El ron forma parte de la memoria colectiva de muchos pueblos del Caribe, destacando Cuba [Bacardí, 1862], República Dominicana [Ron Bermúdez,1852; Barceló, 1929], Jamaica [Appleton, 1749 y Capitán Morgan, 1944], Puerto Rico, Guatemala [Zacapa], Barbados o Venezuela [Santa Teresa, 1796; Cacique, Pampero y Diplomático]. El ron Arehucas, de Canarias [1884] es la fábrica de ron más antigua de Europa.

Los esclavos africanos eran traídos a la fuerza por los esclavistas al Caribe, siendo la principal fuerza de trabajo en las plantaciones de caña de azúcar.

La destilería más antigua del mundo se denomina “Mount Gay Rum”, en Barbados [1703].



La Avenida Doctor Norman Bethune nos acerca a la Rotonda Montero


Criaderas y Soleras 

Si la caña de azúcar penetró en Europa a través de Al-Ándalus, no cabe duda de que los rones de herencia española poseen una calidad extraordinaria; se elaboran con melaza y beben de la tradición más jerezana al ser envejecidas las barricas de ron en un microclima de bodega bajo el sistema de criaderas y soleras [creado por productores españoles] con trasiego en cascada por gravedad. 

La solera se encuentra más próxima al suelo. Los rones madre nunca salen de la solera teniendo un añejamiento superior a los 25 años. Al igual que el vino, un tercio como máximo de la criadera superior de trasvasa a la inferior hasta llegar a la solera de ron [añejo] donde se extrae un tercio para ser embotellado, mientras que el resto sirve como ron madre hasta el próximo ciclo. Y todo se apunta con la tradicional tiza [del náhuatl “tizatl”].

Durante el siglo XVIII, los barcos españoles llegaban a América con reservas de vino dulce del marco de Jerez en barricas de roble. En lugar de volver a España vacíos, se llenaban con ron que permanecía almacenado en la bodega de los barcos. El ron absorbía las características aromáticas de las barricas, lo que producía un ron de altísima calidad. Las barricas envinadas con Pedro Ximénez aportan aromas más dulces y un color ámbar más oscuro al ron. Durante el siglo XVIII los colonizadores utilizaban el ron como moneda de cambio con los indígenas en el negocio de las pieles.

Cuenta la leyenda que tras la muerte de Horacio Nelson en la Batalla de Trafalgar [21 de octubre de 1805], el cuerpo del héroe de Trafalgar [Taraf al Ghar] fue preservado en un barril de ron para ser transportado de regreso a Gibraltar [Yebel al Tarik] y desde allí a Inglaterra. Pero cual fue la sorpresa a su llegada, que cuando se abrió el barril se constató que le faltaba el ron. El cuerpo fue retirado y se descubrió que los marineros habían perforado un agujero en el fondo del barril tomándose todo el ron, de ahí que se utilizara en Inglaterra el término «sangre de Nelson» para describir el ron.

Como curiosidad, se dice que el “Cubalibre” fue creado en La Habana (Cuba) en 1901, cuando el capitán del ejército estadounidense Theodore Roosevelt y sus tropas estaban destinados allí durante la Guerra Hispanoamericana. Según la leyenda, Roosevelt pidió un ron con cola en un bar de La Habana y declaró:

"¡Esta es la bebida de la libertad!"


El jugo de caña (miel de caña), la melaza o el sirope de caña se diluye en agua antes de que se añada la levadura para iniciar la fermentación. Mediante alambiques, el azúcar se convierte en alcohol etílico determinando los tipos de ron, que se tiene que rebajar con agua hasta los 35-40% para su comercialización. A diferencia de otros destilados, el ron conserva los aromas de la materia prima con la que se elabora.

La caña de azúcar tiene un alto contenido de azúcar (13 a 15% de sacarosa).

La cosecha de la caña de azúcar se denominaba zafra, y duraba tres meses.


El proceso desde la materia prima hasta su embotellado

1. Se recoge la materia prima en los cañaverales y se procede a la molienda. Se depura, filtra y se calienta para producir la cristalización obteniéndose una miel oscura y espesa denominada melaza.

2. Mediante la fermentación, el azúcar de caña se convierte en alcoholes. A mayor tiempo el ron será más pesado y oscuro. La melaza fermenta para el ron ligero entre 24 a 30 horas.

3. La destilación mediante alambiques se obtiene un ron de máxima calidad.

4. El alcohol obtenido se envejece en barricas vírgenes de 500 L de capacidad mientras que si se utiliza el sistema de destilación continua por columnas se obtienen alcoholes más puros.

5. Blending. Después del tiempo necesario se procede a las mezclas en las criaderas y soleras en barricas vírgenes de roble americano. El ron joven adquiere si prisas la calidad del más viejo. El maestro ronero define la proporción final de aguardiente y destilado de caña. El Ron Reserva contiene un 40º alc/vol. mientras que el Ron Pálido y Plata tienen 37,5º alc/vol.

6. El resultado será el ron dorado [3 años de envejecimiento], añejo [entre 5 y 12 años] y reserva [más de 15 años] envejecido en barricas de roble para su añejamiento.




En la Avenida del Dr. Bethune nos detuvimos en su busto homónimo que nos recuerda la masacre de la carretera de Málaga a Almería en 1937 "La Desbandá". 

El médico y cirujano canadiense Norman Bethune [se unió a los servicios médicos de las Brigadas Internacionales] demostró ser solidario con la Humanidad, al intervenir con sus ayudantes Hazen Sise y Thomas Wesleyen aquella masacre en socorro de la población civil, salvando muchas vidas, siendo uno de los primeros que utilizó los primeros sistemas móviles de transfusión sanguínea del mundo. Ejerció en las dos guerras mundiales y como médico en la Segunda República. Ha sido considerado el padre de la medicina humanitara.



Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar


Referencias históricas

Existen referencias de la existencia de una fábrica de “rom” en las crónicas de Sebastián Miñano, en el Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal en 1827: “Motril (Sexi Firmium Julium)…fábrica de salitre y de rom que no cede en calidad al mejor de la Jamaica”.

En 1847 se publica en la Voz “Motril” del Diccionario de Pascual Madoz, la noticia de la existencia de una fábrica de rom que se resiste a prosperar, la cual era propiedad del catalán Juan Buenaventura Vallés.


Es aconsejable el consumo de ron con moderación. A ser posible vertebrando una grata conversación entre amigos y no actuar como los “Piratas del Caribe” que tenían cierta debilidad por esta bebida en las tabernas y tascas de las Antillas.

¡Ron, ron, ron, la botella de ron!

Desde Motril, ciudad de cine ubicada entre el Mediterráneo y Sierra Nevada, para el blog de mis culpas…



P.D. Nada más llegar a Motril nos encontramos en la Plaza Cruz Verde con una estatuilla de Goya, que le daba a la ciudadanía la oportunidad de fotografiarse con el popular "cabezón" con motivo de la celebración de la 39ª edición de los premios Goya en Granada el próximo 10 de febrero de 2025. Un photocall inmortalizó nuestro paso por la alfombra roja, recordándonos que Motril, al igual que Guadix, es de cine. 

Para botón de muestra la película de 1979 "Cuba", rodada en la Azucarera "Nuestra Señora del Pilar" de Motril y ambientada durante la Revolución cubana de 1959, protagonizada por Sean Connery y dirigida por Richard Lester.

El 16 de agosto se celebra el Día Internacional del Ron en todo el mundo. Conmemora las revueltas del gremio en 1764 contra los impuestos del azúcar, la melaza y el ron.

Un grupo de comerciantes estadounidense decidieron revelarse en contra el Imperio Británico y protestar por los elevados impuestos establecidos por la Corona inglesa al azúcar, melaza y ron, trayendo graves consecuencias económicas para las 13 colonias. A partir de esta acción en contra de la ley del Azúcar de 1764 se iniciaron los movimientos independentistas en los Estados Unidos. Esas 13 colonias firmaron el 4 de julio de 1776 su declaración de independencia.


«SI VAS A TOMAR ALCOHOL… NO CONDUZCAS»

«SI VAS A BEBER, HAZLO CON MODERACIÓN»


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martes, 28 de enero de 2025

Visita a la Fábrica Azucarera Nuestra Señora del Pilar de Motril

Para María, guía en la Fábrica Azucarera Nuestra Señora del Pilar


Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, orientamos nuestro sextante didáctico en busca de la ciudad de Motril, para realizar una grata visita a la antigua Fábrica Azucarera de Nuestra Señora del Pilar, convertida en la actualidad en Museo Industrial del Azúcar como referente de la comarca y legado cultural para las generaciones venideras.



Al llegar a Motril nos encontramos con diversos monumentos y calles que nos recuerdan a la industria del azúcar de caña, como por ejemplo, la calle “Camino de Cañas”, el monumento a los acarreadores de caña, el monumento a la Mondera, la antigua fábrica preindustrial, o la antigua fábrica industrial de la Caña de Azúcar, sin olvidar la rotonda al ron Montero, entre otros.

Un grato viaje a través del túnel del tiempo nos introduce en la vieja fábrica de azúcar [assúkkar], inaugurada en 1883 y que llegó a cambiar la vida y economía de muchos jornaleros de la caña con sus familias influyendo en la economía local. Si no hubiese existido la caña de azúcar como materia prima, no hubiese sido llevada al Nuevo Mundo por los navegantes españoles y por tanto, no existiría el ron en la zona del Caribe.



Desde la entrada a la fábrica se observa la casa donde vivía la marquesa de Esquilache así como la vivienda del ingeniero y la gran chimenea de cemento junto con diversa maquinaria. Un verdadero modelo de fábrica-colonia que marcará la vida y economía local.

En la antigua Fábrica Azucarera de Nuestra Señora del Pilar nos recibió María, nuestra guía, quien nos explicó “in situ” toda la historia de la transformación de la caña de azúcar como “oro dulce” desde que entraban las reatas de acémilas en la báscula de pesaje para ser tarada y analizada la sacarosa en el laboratorio hasta su posterior tratamiento dando como resultado la fabricación de azúcar de caña y miel.

Entramos por la antigua entrada del personal que era controlada por una primitiva portería donde se producía el relevo los trabajadores que se incorporaban o salían de su turno laboral. Era el control de personas, de carruajes o de camiones con materiales o mercancías. Allí se controlaba al personal a través de un fichero. Cada trabajador tenía asignada una chapa de bronce numerada que realizaba el calderero de la fábrica y que pendía colgada de un tablero y portada durante toda la jornada laboral en el bolsillo, para luego depositarla en su lugar de salida. 



Una caja de caudales preside la actual entrada


El portero aislaba las chapas no recogidas durante la faena para que el “listero”, personal de plena confianza de la Dirección, anotara los números de las chapas no retiradas que, en caso de no justificarse su ausencia, suponía habitualmente una sanción. Posteriormente acudía a cada departamento para comprobar la presencia del personal que había recogido su chapa. Así se contabilizaban los días trabajados como las ausencias que conformaban su nómina mensual.




En la entrada del personal destaca un enorme cuadro eléctrico cargado de antiguos fusibles con aisladores de porcelana. En el interior de la fábrica se pueden observar las antiguas llaves de luz de lazo, también de porcelana.


Parte de la fábrica en ministura


Por la entrada a la zona de la fábrica pudimos observar una fábrica en miniatura, lo que demuestra el elevado nivel que alcanzaron los técnicos y maestros azucareros motrileños de la época.

La variedad de la caña de azúcar de Motril “Saccharum officinarum”, en su origen provenía de la isla de Java, en Indonesia, siendo llevada a la India y China, y traída por los árabes a la península en el 711. El azúcar del Reino de Granada alcanzó cotas gastronómicas importantes. La conquista cristiana de Granada hizo que Colón la pudiera llevar las plantas de la caña al Nuevo Mundo durante el segundo Viaje de Colón a América.

Motril siempre ha estado relacionado directamente con el cultivo de la caña de azúcar, configurando no solo el urbanismo, sino también la economía y la cultura de la ciudad. La última fábrica azucarera de Motril en la vega del Guadalfeo echó el cierre en 2006.

Una grata convivencia entre el cultivo de la caña de azúcar y la población que en la actualidad ha pasado a formar parte de la Memoria Colectiva que se intenta recuperar como importante legado cultural para el disfrute cultural de los ciudadanos.


La recolección de la caña de azúcar se denomina “zafra”


De la caña al azúcar

El proceso industrial de producción de azúcar de caña es complejo. El proceso industrial comienza en el conductor de cañas, la cinta que lleva la caña a los molinos. Antes de llegar a los molinos, las cañas pasan por unas cuchillas que las cortan para que sea más fácil la molienda. Una vez que las cañas están cortadas, se trituran los tallos de caña en los molinos para extraer el jugo, y después ese jugo es clarificado y cocido para evaporar el agua y obtener una masa dulce de la que se extrae, por un lado, azúcar, y por otro, una miel (melaza), con la que se produce alcohol.

El residuo que queda tras prensar las cañas, es decir, las fibras de la caña, conocidas como bagazo, se empleaban para dar energía a la fábrica (se queman en las calderas para producir vapor), para alimentar a los animales (por el contenido calórico que tienen) y, a partir de 1963, para producir papel. De dichas fibras se puede obtener celulosa, por lo que, tal era la cantidad de bagazo que se producía en Motril, que se construyó una fábrica de papel.

El jugo extraído de los molinos, denominado caldo, jarope o guarapo, tiene del 10% al 14% de sacarosa. Éste se mezcla con cal para evitar la acidificación y se pasa por diversos clarificadores que extraen los residuos sólidos o impurezas. Una vez clarificado se evapora gran parte del agua contenida para llevar la concentración de azúcar al 60%. Después, el jugo es cocido en sucesivas calderas de cobre, recubiertas de madera, llamadas tachas, hasta llegar a sobresaturar la masa, que pasa posteriormente a una centrifugadora que separa la miel del azúcar.

El azúcar resultante es crudo y contiene un 97% de sacarosa. Posteriormente es refinado para obtener azúcar blanca. La miel resultante puede volverse a cristalizar y centrifugar varias veces para recuperar más azúcar.

Gentileza de María, guía de la Fabrica Azucarera Nuestra Señora del Pilar





La caña de azúcar entraba en la báscula por la puerta de entrada en reatas de acémilas, existiendo dos tipos de calidades: las cañas de azúcar pegadas a la costa, al estar en un terreno salitroso, eran menos dulces que las que se encontraban en el interior, más dulces. Se pagaba por partidas en función del contenido de sacarosa tras la realización de un análisis realizado en el laboratorio de la fábrica.

El bagazo se utilizaba también como abono para la agricultura



La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y XIX, transformó radicalmente las técnicas de producción, basado en métodos artesanales a la fabricación mecanizada, evolucionando los sistemas de transportes con la tecnología del vapor, el barco de vapor así como una vasta red de ferrocarriles, reconfigurando las bases de la sociedad moderna, catalizadora del desarrollo y progreso tecnológico de los años siguientes.

Con la llegada del progreso a Andalucía comienza a destacar la actividad minera en Almería, Córdoba, Jaén y Huelva. Málaga, en la siderurgia, textil y sector químico, tras Barcelona.

La industria del vino junto con la industria azucarera son claros ejemplos. Aunque durante el siglo XX comenzará su declive. La Fábrica de Ntra. Sra. Del Rosario en Salobreña, será la última en cesar su actividad en 2006.

La Fábrica de Ntra. Sra. Del Pilar cesó en 1984 y mantuvo el motor de vapor como principal fuente de fuerza motriz, contando con maquinaria diversa, desde un gran tren de molinos hasta pequeños caballos de vapor.





1860

Ramón de la Sagra fue un polifacético gallego que participó activamente en el proceso de transformación azucarera. La Sociedad Peninsular instaló en 1845 la primera fábrica mecanizada en Almuñécar, iniciándose a partir de esa fecha el despegue industrial del azúcar, desplazando totalmente a los ingenios y fábricas preindustriales, aunque el crecimiento territorial del cultivo de azúcar no se produjo hasta 1860 gracias a las políticas proteccionistas del Estado.

1882

El 14 de enero de 1882 se formalizaría la escritura de compra a favor de la Sociedad de Burgos, Domínguez y García. Más tarde, en 1893, al morir su esposo, se haría con la propiedad completa la Marquesa de Esquilache, Doña Pilar de León y Gregorio, quien pasará largas temporadas en la Fábrica. Mujer muy devota, llegó a colocar un altar con la Virgen del Pilar en el interior de la Fábrica de Azúcar.

La Fábrica fue un diseño original del arquitecto granadino D. Francisco Giménez Arévalo como tipología de factoría-colonia del mundo azucarero, con tres almacenes para efectos y útiles, dos viviendas para empleados, dos casas para porterías, 27 viviendas para obreros, aperos agrícolas y cuadras.

1901

Los bajos precios impuestos a la caña de azúcar por parte de los propietarios y empresarios, junto con la situación de carencia terminó por desesperar a jornaleros y trabajadores del campo que estallaron el 24 de abril de 1901 provocando el incendio de la Fábrica de Ntra. Señora de la Cabeza, propiedad entonces de la familia Larios.

1903

Se crea la Sociedad General Azucarera de España (SGAE) para controlar la producción y el mercado de azúcar a causa de la sobreproducción que provocó cuantiosas pérdidas. Llegará a producir el 97% del azúcar nacional, tanto de caña como de remolacha, en sus cincuenta y seis fábricas.

El 4 de diciembre de 1903 se formalizó el acuerdo de venta de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar de Motril por parte de la marquesa de Esquilache a la SGAE, cuya propiedad ostentaría hasta su cierre definitivo.

1927

En 1925 se proyectaría la construcción de un cable aéreo para el transporte de mercancías (harina, cemento, azúcar y abono) en vagonetas que tenían una capacidad de carga de 700 Kg cada una. Enlazaba el puerto de Motril con Dúrcal, en el Valle de Lecrín, siendo inaugurado en 1927. Desde la Fábrica de Azúcar existía una distancia al puerto de 2.673 metros.

1936 

Durante la Guerra Civil (1936-1939) la fábrica fue un punto estratégico de producción siendo militarizada, convirtiéndose una parte de sus instalaciones en siete refugios antiaéreos. Fue bombardeada el 26 de abril de 1937 muriendo quince personas y provocando el destrozo del conductor de cañas paralizando la producción durante diez días. En la década de 1940, ante los efectos provocados por la guerra, se comenzaron a instalar máquinas traídas de otras fábricas azucareras de la SGAE para poner la fábrica de nuevo a pleno rendimiento.

1953

Se presentó una maqueta a escala que producía azúcar en la II Feria del Campo de Madrid, en el Pabellón de las provincias de Málaga, Córdoba y Almería, representando el proceso de producción a partir de la caña. Fue realizado por la Escuela de Artes y Oficios de Motril, y se conserva en la Fábrica del Pilar para disfrute de los visitantes.

1963

Se inauguraba la Empresa Nacional de Celulosa. Se instaló en el puerto de Motril impulsada por el excedente de bagazo, un residuo de la caña de azúcar que se utilizara en la fabricación de papel aprovechando el contenido de sus fibras.

1973

Llegan a la Fábrica de Azúcar dos máquinas cortadoras de caña “Massey FeFerguson” procedentes de Australia compradas por la “Azucarera Montero” para suplir la falta de mano de obra debido a la emigración pero tiene escaso éxito.


 "Cuba", rodada en la Azucarera "Nuestra Señora el Pilar" de Motril y ambientada durante la Revolución cubana de 1959.

1979

La Fábrica del Pilar se convierte en el escenario de la película “Cuba”, rodada por Sean Connery como principal protagonista y dirigida por Richard Lester.

1980

Se constituye la Sociedad General Cañera S.A. para paliar la escasa rentabilidad y las continuas pérdidas que arrastraban ambas fábricas: la Fábrica del Pilar y Azucarera de San Francisco de Salobreña.

1984

El 26 de septiembre de 1984 la asamblea general extraordinaria acepta el cierre de las instalaciones destinadas a la producción de azúcar, así como un expediente de regulación de empleo, por el que los trabajadores podrán ser reubicados en otros centros de la sociedad o en sus filiales, recibiendo vivienda gratuita en el nuevo centro o una compensación económica de 15.000 pesetas.

1997

El Ayuntamiento de Motril y la SGAE llegan al acuerdo de cesión de la Fábrica del Pilar para albergar el Museo Industrial de la Caña de Azúcar. En 1996, quedaba la fábrica protegida gracias a la inscripción como Bien de Interés Cultural (BIC), en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, iniciando así el camino para su transformación en museo.


El actual Museo Industrial del Azúcar de Motril se está convirtiendo en un Centro Cultural de referencia en la comarca donde las generaciones venideras podrán aprender oficios y saberes que impregnan la Memoria Colectiva: arquitectura, memoria oral y sentimental que forman parte del proyecto “Abierto por Obras”.

Un altar en la fábrica con la desaparecida imagen de la Virgen del Pilar será restaurado en breve por la Universidad de Granada.

En 2016, la antigua Capilla y caballerizas de la fábrica se transformaron en una Cafetería-restaurante del Museo y en 2022 la antigua casa del ingeniero se convierte en la sede institucional de la Fábrica del Pilar.



Al salir por la antigua sala de entrada de los trabajadores, María, nuestra guía nos obsequió con una pieza de chocolate de Motril para endulzar un poco la jornada, entregándonos un comics titulado “La caña de azúcar en Motril” con ilustraciones de Juanfran Cabrera que nos ilustraba sobre la época dorada del azúcar. También nos comentó que en Motril había existido en tiempos pretéritos una fábrica de chocolates “La Restauradora”.

Actualmente, el Museo Industrial de la Caña de Azúcar intenta preservar aquellos conocimientos, siendo utilizado como centro de interpretación de un importante legado que permanece en la Memoria Colectiva de los motrileños.



Tras nuestra visita a la Fábrica Azucarera orientamos nuestro sextante gastronómico en busca de la playa donde en uno de sus restaurantes [Natalio] degustamos platos típicos de Motril, donde la quisquilla y la parrillada de pescado brillan con luz propia a orillas del Mediterráneo, acompañados de unas cervezas "Victoria" que nos darían energías para continuar nuestra ruta paseando. 

Un grato paseo que tendría su epílogo en la rotonda del ron, muy cerca del monumento al Doctor Norman Bethune en la Avenida homónima. Un emblemático lugar desde donde nuestra brújula didáctica nos acercaba a la calle Zafra como centro logístico, donde se encuentra el Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar, cercano al monumento al Acarreador de Cañas "Acarreto". 

Desde Motril [ciudad de cine], ubicado entre el Mediterráneo y Sierra Nevada, para el blog de mis culpas…


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miércoles, 15 de enero de 2025

La ruta de Miguel de Mañara (1627-1679), el gran benefactor de la antigua Sevilla


Monumento a Miguel Mañara
Jardines del Hospital de la Caridad de Sevilla



Cuando el grajo vuela bajo en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, orientamos nuestro sextante en la Sevilla del Siglo de Oro, donde la figura de Miguel Mañara brilla con luz propia, entre su casa-palacio en la calle Levíes donde nació, el barrio de San Bartolomé y de Santa Cruz, por el que transitó entre sus angostas callejuelas, junto con el Hospital de la Caridad, del cual fue su gran benefactor.

La Sevilla en la que nació Don Miguel de Mañara aquel 3 de marzo de 1627 era una urbe de grandes contrastes, en la que las riquezas y carácter cosmopolita del siglo anterior convivían junto a evidentes síntomas de decadencia. La pobreza más absoluta se adueñaba de sus calles mientras que los derroches, vicios y pecados coexistían junto a la religiosidad y piedad más encendidas.



Miguel Mañara fue bautizado el mismo día de su nacimiento, el 3 de marzo de 1627, en la iglesia de San Bartolomé, muy próxima a su lugar de residencia. Pertenecía a una noble familia de origen italiano enriquecida gracias al comercio de las Indias, obteniendo el privilegio de ser Caballero de la Orden de Calatrava a la temprana edad de ocho años [poderoso caballero es don dinero hubiese dicho Quevedo].




En 1623, Tomás Mañara Leca y Colona, rico comerciante de Córcega, enriquecido en el comercio del Perú, adquiere el inmueble en la antigua Judería de Sevilla, en el barrio de San Bartolomé. Allí nacerá Miguel Mañara en 1627 [noveno de los hermanos], quien morirá sin descendencia en 1679. La portada de la casa se encuentra flanqueada por dos columnas de orden toscano que data del año 1540.




La casa de los Mañara se encuentra en la calle Levíes, cuyo origen hunde sus raíces en la judería medieval, cuando vivía en ella la familia judía de los Levy [Samuel Levy, tesorero de Pedro I]. La Judería de Sevilla se encontraba entre los barrios de San Bartolomé y Santa Cruz, siendo la segunda más importante, tras la de Toledo. Será la residencia oficial de los Mañara desde 1623.




Una placa en la fachada de su casa nos recuerda que Miguel Mañara abandonó esta suntuosa morada para vivir en la de "SUS AMOS Y SEÑORES, LOS POBRES", entre los que murió con fama de santidad, el martes 9 de mayo de 1679.




Su educación estuvo vinculada a la de un joven destinado a recibir el acaudalado mayorazgo familiar. Fue educado en disciplinas como la poesía, la equitación o el manejo de la espada. Miguel Mañara había llevado una vida de lujos y excesos, disfrutando de todos los placeres que el dinero podía comprar, incluyendo los placeres de la carne.

 



Cuentan las páginas de la antigua Sevilla que un día en la calle Levíes ubicada en la antigua Judería de Sevilla, Miguel Mañara tropezó y quedó inconsciente teniendo una especie de alucinación. Vio como los sepultureros recogían su cuerpo del suelo y lo mandaban a enterrar en el cementerio de Sevilla. Eso unido a que en aquella época era frecuente enterrar a no pocas personas vivas, lo asustó considerablemente.




Un día Mañara se encontraba paseando por el barrio de Santa Cruz junto a su paje, Alonso Pérez de Velasco, cuando llegaron a la iglesia que llevaba el mismo nombre que la barriada. Allí oyeron unos cánticos fúnebres y pensaron que provendrían de un entierro, pero al asomarse al interior del edificio no vieron nada. 

Tras aquel episodio ambos siguieron su camino pero al llegar a la calle del ataúd, el aristócrata sintió un fuerte golpe que lo tiró al suelo con brusquedad. No había nadie en la calle que pudiese haberle agredido. Sin embargo, ambos pudieron escuchar una voz que decía: «Traigan el ataúd que ya está muerto".

Una tercera visión ocurrió cuando vio su propio cortejo fúnebre. Fue entonces cuando se hizo hermano de la Hermandad de la Santa Caridad, cambiando drásticamente su vida.

 

Tras la muerte de su padre el 29 de abril de 1648, Miguel tiene 21 años, quedando como “pater familias” heredando el acaudalado mayorazgo. A raíz de la muerte de su esposa Jerónima en 1661, Miguel Mañara se encuentra vacío preguntándose: ¡qué va a ser de mi vida ahora!

Miguel sufre una profunda crisis personal que le llevó a cuestionarse su forma de vida de excesos y comienza a llevar una vida de austeridad. Ingresa en la Hermandad de la Caridad en el año 1662, rogándole al rey la cesión de cinco naves de las Altarazanas Reales para ampliar el Hospital de la Caridad, abriendo el Hospicio dotado con 50 camas para que todos los pobres tuvieran refugio en dicho hospital.

Miguel se hará continuas preguntas existenciales. Es elegido Hermano Mayor entre diciembre de 1663 hasta 1679, fecha de su muerte. Mañara será considerado por aquella Sevilla como un verdadero santo laico que vive en el mundo y se apoya en Dios a través de sus obras de misericordia.

Miguel Mañara elevará considerablemente la incautación de limosnas entre 1661 a 1679 que revertía en el socorro para los pobres, en una época donde una gran parte de las calles de aquella Sevilla se encontraban sin empedrar, mientras que la suciedad y las aguas sucias de las casas corrían por las calles con el peligro de insalubridad y epidemias para la salud de sus habitantes.

La muerte inesperada de su joven esposa en 1661 a la edad de 34 años, lo que le hizo cerciorarse por completo de la brevedad de su vida, la certidumbre de la muerte y la vanidad de este mundo, orientando su vida desde entonces a una vida activa al servicio de Dios a través de la asistencia a los más necesitados de la sociedad, convirtiéndose en uno de los grandes benefactores de la antigua Sevilla.

Atraído por fines piadosos de la Hermandad de la Santa Caridad, ingresó en esta Hermandad, revitalizándola desde su nombramiento como Hermano Mayor, dándole un sentido trascendente y consagrando desde entonces su vida, esfuerzos y su fortuna, desarrollando profundas meditaciones de carácter espiritual.

 



El Hospital de la Caridad de Sevilla no hubiera avanzado de no ser por don Miguel Mañara Vicentelo de Leca. Una vida que en su propio testamento relata como pecadora, licenciosa y plagada de aventuras amorosas y escándalos, decidiendo cambiar de rumbo para conseguir el perdón de Dios, se cree que primero se retiró al eremitorio carmelita Nuestra Señora de las Nieves en Montejaque, en la Sierra de Ronda, dedicado a la contemplación pura, y en 1662 ingresando como hermano de la Santa Caridad, siendo nombrado hermano mayor de la corporación sólo un año después y dando un nuevo impulso a la hermandad, tanto económico como espiritual y cultural, gracias al ingreso de familias de la alta nobleza sevillana, como los duques de Medinaceli, Segorbe y Alcalá o los marqueses de Paradas y condes de Ribera, prelados, caballeros de órdenes militares… además de los artistas Bartolomé Esteban Murillo, Juan Valdés Leal, Pedro Roldán y Bernardo Simón de Pineda, excepción en una hermandad en la que se exigía limpieza de sangre y ascendencia nobiliaria pero admitidos expresamente para que realizaran las obras de decoración en la iglesia.

En 1670, el propio Mañara elaboró un programa iconográfico concebido como modelo de virtud para el cristiano, basado en el desengaño de las vanidades mundanas y la realización de obras de misericordia para lograr la salvación, contando con el escultor Pedro Roldán, el retablista Bernardo Simón de Pineda y los pintores Bartolomé Esteban Murillo y Juan Valdés Leal, miembros de dicha hermandad.


Monumento a Murillo
Plaza del Museo de Sevilla


Murillo será también el gran pintor de los niños santos pero al mismo tiempo de la infancia vagabunda, de los pícaros y desamparados por la vida miserable que a pesar de todo, sonríen quedando inmortalizados. Sus cuadros profanos de niños hambrientos y pobres devorando panes, uvas y melones. Murillo fue un artista osado al pintar a niños de la calle en instantes de la vida.

En 1671 Miguel Mañara escribe su única obra “El Discurso de la Verdad”, que rezume el temor de Dios. Un texto que responde a la Verdad de Jesús. Fue padrino de dos hijos del pintor Murillo, quien plasmara de forma magistral el pensamiento de Mañara. El sello de Mañara era “hay que bajar a la tierra”.

 

Su muerte en 1679 causó honda conmoción en la sociedad sevillana de la época, especialmente entre sus Hermanos iniciándose un proceso de beatificación, que aún continúa abierto en la actualidad, en reconocimiento de las virtudes en grado sumo de un hombre con enormes actos de misericordia al frente de la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla.

En una cripta a la que se accede por unas escaleras en el lado del Evangelio del crucero se alojan los restos de Miguel de Mañara, trasladados allí desde su primitiva sepultura a los pies de la iglesia, para que todo el que entrara a ella los pisara.

“D.O.M./ AQVI YAZEN LOS HUESSOS Y CENIZAS/ DEL PEOR HOMBRE QUE A AVIDO EN EL MUNDO/ RVEGVEN A DIOS POR EL./ ESTAS HUMILDES CLAUSULAS MANDO PONER/ INDISPENSABLEMENTE,/ POR EL DESPRECIO QUE DE SI MISMO TENIA/ QUIEN FUE/ EL MAS HEROICO EXEMPLO DE VIRTUDES./ EL VENERABLE SEÑOR DON MIGUEL MAÑARA/ VIZENTELO DE LECA,/ CABALLERO DEL ORDEN E CALATRAVA,/ PROVINCIAL DE LA/ SANTA HERMANDAD DE ESTA CIVDAD DE SEVILLA,/ HERMANO MAYOR/ DE LA SANTA CHARIDAD DE NUESTRO SEÑOR/ JESV CHRISTO/ DESDE EL AÑO DE 1664 HASTA SV MUERTE,/ FUNDADOR/ DESTA CASSA Y HOSPICIO PARA EL CONSUELO Y/ REFVGIO/ DE PEREGRINOS Y POBRES DESAMPARADOS./ DIOLES CVANTO TVBO./ FUE MANO VISIBLE DE LA OCVLTA PROVIDENCIA/ EN EL UNIVERSAL REMEDIO DE NECESITADOS,/ REPARADOR/ DESTE TEMPLO, AMPLIÁNDOLE Y ADORNÁNDOLE/ PARA MAYOR CVLTO DEL ALTÍSIMO./ GRAN ZELADOR/ DE LA HONRA DE DIOS Y SALVACIÓN DE LAS ALMAS,/ VARON VERDADERAMENTE CARITATIVO./ MURIO/ CON OPINIÓN Y FAMA DE GRAN SANTIDAD EN IX/ DE MAYO DEL AÑO DE/ NVESTRA SALVD DE MDCLXXIX./ MANDOSE ENTERRAR EN EL PORTICO, FUERA DE/ ESTA IGLESIA,/ PARA SER HOLLADO Y DESPRECIADO DE TODOS/ EN LA MVERTE, YA QUE NO PVDO SV HUMILDAD/ CONSEGVIRLO EN LA VIDA./ TRASLADOLE A ESTE SITIO LA VENERACIÓN Y/ GRATITUD/ DE ESTA HERMANDAD, PARA PERPETVA MEMORIA,/ EL DIA IX DE DICIEMBRE DEL MISMO AÑO./ R.I.P.”.

Miguel Mañara pensaba en la brevedad y lo efímero de la vida, en la igualdad de todos los hombres ante la muerte y en el Juicio Final en el que el alma conseguirá la condenación o la salvación según haya sido la vida del fallecido.

 

Tras varios procesos de beatificación sin resultado alguno [1680, un año después de su muerte, 1749 y a comienzos del siglo XX], el 6 de julio de 1985 el Papa Juan Pablo II lo declara “Venerable”. Para ser considerado beato se necesita un milagro y, otro milagro más, para ser definitivamente santo. Un largo proceso que culmina en el Vaticano.

En 2027 se conmemora el IV Centenario del nacimiento de Miguel de Mañara y en 2029 el 350 aniversario de su muerte.

En el libro Campos de Castilla/Retrato, Antonio Machado se refiere a Mañara:

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido…


La primera etapa de la vida de Miguel de Mañara estuvo vinculada a malgastar la salud, entre el derroche de vino por las tascas y mancebías en el Arenal sevillano, recorriendo los angostos y sinuosos callejones que transitaban desde la Plaza de doña Elvira hasta el Hospital de los Venerables y llegar a su casa en la calle Levíes del barrio de San Bartolomé [hasta que asentó la cabeza a través de una vida llena de virtudes].



Testamento de Miguel Mañara


“Yo don Miguel Mañara, ceniza y polvo, pecador desdichado, pues los más de mis malogrados días ofendí a la Majestad Altísima de Dios, mi Padre, cuya criatura y esclavo me confieso. Serví a Babilonia y al demonio, su príncipe, con mil abominaciones soberbias, adulterios, juramentos, escándalos y latrocinios; cuyos pecados y maldades no tiene número y solo la gran sabiduría de Dios puede enumerarlos y su infinita paciencia sufrirlos y su infinita misericordia perdonarlos: ¡Ay de mí! ¡quién se cayera muerto antes de acabar estos renglones; y pues van bañados con mis lágrimas fueran acompañados por el postrer de la vida..!”

 

El epitafio de Miguel, encargado por él mismo en su testamento,​ dice:

Aquí yacen los huesos y cenizas del peor hombre que ha habido en el mundo, rueguen a Dios por él.



Calle Miguel Mañara de Sevilla


Nuestra particular ruta de Miguel Mañara a través del Arquillo de Mañara existente entre la Avenida de la Constitución y la torre de Abd el-Aziz, nos introduce a través de nuevos rincones de la antigua Sevilla, como la calle Miguel Mañara, rodeando las viejas murallas de la antigua Dar al-Imara [Reales Alcázares]. Desde allí paseamos por la Plaza de Doña Elvira hasta el Hospital de los Venerables Sacerdotes, que junto con la calle Vida, nos acerca al barrio de Santa Cruz y a la calle Levíes, donde se ubicaba la antigua  casa de Miguel de Mañara en la antigua Judería de Sevilla, junto a la iglesia de San Bartolomé y muy cerca de la iglesia de Santa María la Blanca.

La grata jornada cultural terminaba degustando una buena cerveza en uno de sus muchos templos del casco histórico de Sevilla, donde pudimos recuperar energías. Nos espera como complemento a la ruta de Miguel de Mañara  una nueva visita al Hospital de la Caridad con el Aula de la Experiencia de la tierra de Villalón una nueva visita al Hospital de la Caridad de Sevilla, y que por su extensión, formará parte de otro artículo interesante y didáctico artículo. 


Desde el monumento a Miguel Mañara en los jardines del Hospital de la Caridad de Sevilla, para el blog de mis culpas…



P.D. Mientras exista miseria y pobreza, la obra de Miguel de Mañara seguirá viva, sirviendo de inspiración para muchas personas. Desde el año 2005 el Banco de Alimentos de Sevilla otorga los Premios Miguel Mañara. Un merecido homenaje a todas las personas que dedican parte de su tiempo, esfuerzo y recursos a la protección de los más necesitados.


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