jueves, 1 de febrero de 2018

Visita a la monumental Guadix


Escudo de Castilla y León en la fachada de la Catedral de Guadix

...Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora...


Antonio Machado. Campos de Castilla 1912



Desde Morón, tierra de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza, en cuyo término ejercieran su influencia en tiempos pretéritos José María “El Tempranillo” y “El Pernales” -sin olvidar el legado de nuestros paisanos Fernando Villalón, Julio Vélez o Juan Antonio Carrillo Salcedo entre otros-, colocamos nuestro sextante autodidacta en la monumental Guadix. 

En unos versos del visir y poeta del siglo XI Abu l-Asbag Ibn Arqam, natural de Guadix que perteneció a la corte de al-Mustasim (1038-1091) en la Alcazaba de Almería se puede apreciar el precedente histórico de la bandera andaluza que con el tiempo Blas Infante (1885-1936) considerado el "Padre de la Patria Andaluza" indagara en su origen.

Una [bandera] verde, que había convertido a la [blanca]
mañana en su cinturón,
Ha desplegado sobre ti un ala de bienestar.

Con su aleteo se asemeja al corazón de los combatientes,
Cualquiera que sea la cara que presente al viento.

Y te ha asegurado la fortuna con su porte triunfante.
Considera, pues, estos buenos augurios como éxito.




Abu l-Asbag Ibn Arqam, natural de Guadix

En el hotel Abentofail colocamos nuestro centro logístico que nos ha permitido transitar entre la angostura de su sinuosa carretera hacia el gélido puerto natural de la Ragua a 2.000 m.s.n.m. que divide geográficamente a Las Alpujarras -entre efluvios moriscos- en la Alpujarra granadina y almeriense,  llegando al corazón de ésta última, "Laujar de Andarax".

Antes de llegar a Antequera, nos detuvimos en el restaurante “el Hacho”-en dirección Sevilla-Granada (A-92), donde solemos estimular nuestro paladar con un buen desayuno andaluz donde no puede faltar "el tradicional aceite “azzeit” de oliva virgen extra o la zurrapa de lomo blanca y colorá", que nos permitirá afrontar una interesante e intensa jornada cultural. 

Desde Antequera, transitamos por la antigua “Madinat Lawsa” (Loja), donde no hace mucho tiempo visitamos el monumento a Morayma y Aliatar, muy cerca de la antigua mezquita aljama que fuera convertida en la Iglesia de la Encarnación que se levantara con la intención ideológica de demostrar la nueva supremacía religiosa bajo el nuevo ámbito histórico y refractario del nuevo Estado, como idea de Castilla. 

La antigua frontera de Al Ándalus "Montefrío y Alhama de Granada" -al-hamman o baño árabe- se truncaría por sorpresa en 1482 al ser asaltada por el audaz golpe de mano dirigido por el Marqués de Cádiz, en represalia por el ataque nazarí a Zahara en 1481, lo que le convertirá en el “casus belli” de la Guerra de Granada como último bastión de Al Ándalus como epílogo del reino nazarí ocurrido el 2 de enero de 1492 mediante Capitulación.

Granada se entrega el día 2 de enero de 1492, a las 3 de la tarde. Comenzará entonces, la génesis del nuevo Estado que fuera perdido en las márgenes del Guadalete en el 711, aunque otros historiadores la sitúan con mayor lógica en la Janda, cuyo epílogo definitivo ocurrirá a partir de 1609 tras expulsar a la población morisca autóctona refugiada en las Alpujarras, la Axarquía y la Sauceda.

Monumento a los moriscos en Antequera

La desafortunada “Toma de Granada” sería instituida por los Reyes Católicos, siendo establecida definitivamente por Carlos V en 1516, celebrándose sin paliativos una gran victoria militar y religiosa sobre el Islam “el triunfo de la Cruz sobre la espada”. 

Por tal motivo no entraría en Granada el Conde de Tendilla en primer lugar, sino que lo haría el Cardenal Mendoza, ondeando antes el estandarte de Cristo que el Pendón de Castilla en la Torre de la Vela. En definitiva, “la espada subordinada al servicio de Dios”.

Las condiciones de la Capitulación de Granada eran "al menos sobre el papel" muy favorables para los conquistados. Pero ni Fernando ni Isabel la cumplieron al provocar intencionadamente el cardenal Cisneros en 1500 la Rebelión del Albaicín con un claro objetivo: dañar las señas de identidad de un pueblo, que será condenado posteriormente al genocidio y posterior etnocidio. Si el genocidio extermina a los pueblos, el etnocidio hace lo propio con sus señas de identidad, la memoria y el conocimiento. Recordad que en la Plaza de Bib-Rambla, más de 5.000 libros de la Biblioteca de La Madraza, serían pasto de las llamas en 1499 por culpa de la Inquisición.

Comenzaba a legitimarse el nuevo proyecto histórico y refractario bajo la liturgia del terror, siendo pasto de las llamas en la Plaza de Bib al-Rambla de Granada la memoria en grafía árabe del pueblo morisco por orden del cardenal Francisco Ximénez de Cisneros, tercer inquisidor de Castilla. Era por tanto necesario, erradicar lo más importante que poseían “los vencidos”: sus señas de identidad junto con el conocimiento. En definitiva, “la Memoria”.

La expulsión de los moriscos tuvo consecuencias lamentables para la economía del país con pueblos enteros que quedaron desiertos. Muchos campos se convirtieron en auténticos páramos y eriales, contribuyendo a la despoblación de España, acentuando su decadencia durante varios siglos.



En Guadix colocamos nuestro centro logístico en el hotel Abentofail, nombre latinizado cuya etimología deriva del andalusí Ibn Tufail "Abū Bakr Muḥammad ibn ʿAbd al-Malik ibn Muḥammad ibn Ṭufail al-Qaisī al-Andalusī" que fuera médico, filósofo, matemático y poeta nacido en Guadix entre el 1105 o 1110 y muerto en Marrakech en 1185 participando en la vida cultural, política y religiosa de los almohades en Granada. 

Estudió Derecho islámico y medicina, siendo discípulo de Avempace, filósofo, médico, poeta, físico, botánico, músico y astrónomo de Al-Ándalus, nacido la taifa de Saraqusta, hacia 1080 y muerto en Fez en 1139​. Su enorme proyección le llevó a prestar sus servicios como médico al sultán almohade de la antigua Isbiliyya "Sevilla" Abu Yacub Yusuf.

Adoptó la filosofía platónica a la mística islámica recibiendo el influjo de los pioneros del pensamiento de Aristóteles como Avicena y Avempace. Su obra autodidacta será la más traducida después de "Las mil y una noches" influyendo algunos aspectos de su novela en El Criticón de Baltasar Gracián, la trilogía Robison Crusoe de Daniel Defoe o el Zadig de Voltaire.



Frente a la entrada al Parque Pedro Antonio de Alarcón -donde desgustamos unos deliciosos churros a buen precio- nos encontramos una puerta de defensa andalusí que se llamó en el Guadix islámico "la Bib-Bazamarín" o segunda puerta de  de Baza, que daba acceso a uno de los antiguos arrabales "al-rabbad". La fachada será construida hacia 1553 siendo posteriormente reconstruida en 1741.

Guadix “Wadi Ash” en tiempos de los Omeyas participó en las revueltas del muladí Omar ben Hafsum. En el año 913 el paso de la Ragua -Rauah o Ragwa que significa almacén de aguas- fue un punto estratégico por donde pasaron las tropas de Abderramán III para sofocar la rebelión del muladí Ben Hafsún, considerado el azote de los Omeyas entre el año 880 y 918 y cuyos dominios se extendían hasta las provincias de Málaga y Granada haciendo incursiones incluso cerca de Córdoba. Tras la caída del Califato, almorávides y almohades se integrarán en el Reino nazarí de la antigua Garnatha “Granada”. 

El 15 de enero de 1362 se libró la batalla de Guadix, siendo las tropas del reino de Castilla y León derrotadas por las nazaríes. 

En Guadix se sublevó Boabdil contra su padre Muley Hacén en 1482 y su tío el Zagal, accediendo al trono gracias a los abencerrajes y de su propia madre “Aixa”. Las guerras intestinas del reino de Granada hacen que el 30 de diciembre de 1489 fuera entregada a los Reyes Católicos aunque será en septiembre de 1490 cuando se produzca su verdadera conquista. 

Al Arzobispo de Toledo, Pedro González de Mendoza se debe la configuración de la ciudad como nuevo enclave episcopal, destacando la conversión de la mezquita aljama en sede catedralicia, siendo cristianizada la ciudad con el nombre de Guadix. 



Desde la Plaza del Ayuntamiento -donde se encuentran en el sótano de la oficina de turismo los restos de una muralla almohade del siglo XIII junto a restos romanos del siglo II "Julia Gemela Acci"-, nos dirigimos por la calle de la loma, hacia el mirador de las cuevas trogloditas, desde donde se puede apreciar una bella panorámica de Guadix, brillando con luz propia la Catedral con su torre campanario cerca de la vieja alcazaba andalusí con sus viejas murallas y torreones de color rojizo, vestigios de tiempos pretéritos que datan del siglo X "época califal" y XI "reino de taifa" y que fuera reformada y ampliada durante la época nazarí. La alcazaba de Guadix ostentaba el centro del poder político y económico de la comarca. Destaca la torre del homenaje de planta cuadrada coronada por almenas rectangulares.  

Desde 1939 la Alcazaba de Guadix es declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.). Al igual que en mi pueblo, también ubicado en tierra de antiguas fronteras, me ha dado la impresión de que Guadix vive también de espaldas a tan importante vestigio arquitectónico como es su alcazaba, que forma parte de su intensa historia.



La Catedral de Guadix se construyó sobre una antigua mezquita aljama andalusí, a su vez asentada sobre una iglesia hispano visigoda, pudiendo ser una de las principales sedes episcopales de España, que será restablecida tras la reconquista de la ciudad en 1489 mediante "Bula de Erección" dada por el Papa Inocencio VIII, lo que servirá de inicio para el comienzo de las obras que durarán hasta el siglo XVIII.

La nueva Catedral se encargó a Diego de Siloé en 1549 que realizó el ábside, parte del crucero, la capilla de don Tadeo y parte de la sacristía proyectando la Capilla Mayor, de estilo renacentista. En su proceso de construcción se fusionan tres estilos arquitectónicos diferenciados que van desde el gótico con Diego de Siloé en el siglo XVI, renacentista y el barroco durante el siglo XVIII con Vicente Acero y Gaspar Cayón.

Dicen las páginas de la historia que la Catedral de Guadix puede ser considerada la primera diócesis de España cuyos orígenes se remontan al Concilio de Elvira, en el año 313, donde la presidencia corresponde al prelado Félix, obispo de Acci.

En las bóvedas del primer tramo de las naves se aprecian las arcadas ojivales características del gótico, dando paso a los arcos de medio punto más característicos del Renacimiento y del Barroco.



Al entrar, en el interior de la Catedral, lo primero que percibimos es un monumental órgano de estilo romántico. Detrás del órgano, nuestra retina capta la enorme belleza de la sillería coral, segunda de la catedral accitana ya que la original, de 1531, realizada por Martín Bello y de Jacobo Florentino envejeció de tal manera que el Cabildo en 1741 mandó a construir una nueva en madera de nogal a Torcuato Ruiz del Peral que hizo aquí realidad la teoría de la luz y las imágenes; al realizar su obra escultórica, convirtió la luz en un elemento estético y en tal sentido orientó los planos y las superficies distribuyendo las masas y los volúmenes. Jugó con el color de la madera de la sillería, de las imágenes y de la luz que entra por los ventanales superiores que iluminan las bóvedas, para crear un efecto óptico más propio de la pintura que de la escultura.




Se ha dicho que la obra escultórica de Torcuato Ruiz del Peral es deudora de la escuela granadina. En esta singularidad del tratamiento de la luz, ningún coro de las iglesias españolas le supera. Sin duda, ésta obra será la obra más lograda del mismo.

El coro de la Catedral accitana Torcuato hace un alarde de conocimiento de la técnica barroca, al hacer contrastar poderosamente el color nogal de la sillería con el blanco marfil de la madera de ciprés, en las que talló, sin policromar, las imágenes de los santos sostenidas por peanas ricamente decoradas y rematadas por doseletes en formas de corona, que terminan en un bello jarrón de girasoles, símbolo de la humildad, a la que todo cristiano debe ceñirse.

El movimiento y ritmo de la sillería coral es excelente: su visión es la de un escenario, casi la de un teatro. El coro de Guadix es hondo, alargado, más por la oscuridad que por los metros que en el espacio de la Catedral ocupa y, en ese hondón, aparecían las imágenes cobrando vida.

Muy cerca del coro percibimos una réplica perfecta de la Piedad "Pietá" realizada en mármol de Carrara, ignorándose su autor, y reproducida del original de Miguel Ángel "Michelangelo Buonarroti (Caprese, 6 de marzo de 1475 - Roma, 18 de febrero de 1564)" quien la realizara entre 1498 y 1499 con tan sólo veinticuatro años de edad, y que se conserva en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. 

Destaca el rostro de la madre más joven que el Hijo, para mostrarse Virgen para la eternidad. Miguel Ángel consiguió la maestría anatómica. Los marmóreos pliegues de la vestimenta nos da la impresión que se mueven con cualquier corriente de aire.



La escultura representa el dolor de la Virgen María que sostiene en sus brazos el cadáver de su hijo Jesucristo inerte cuando éste desciende de la cruz. Fue destruida durante la Guerra Civil, siendo reconstruida de manera magistral hace unos años por la escultora doña María Ángeles Lázaro Guil. Se trata de una imagen única en España, réplica de la original de Miguel Ángel.

Lo que si conocemos es el acuerdo de pago de la Pietá a Miguel Ángel, un 27 de agosto de 1498.

"Su Eminencia el cardenal de San Dionigi llegó a un acuerdo con Michelangelo, ecultor florentino: el citado maestro se compromete a esculpir una Pietá de mármol, es decir, una Virgen María vestida sosteniendo a su hijo Jesucristo muerto, a escala natural, por la cantidad de 450 ducados de oro en moneda pontificia, en el plazo de un año a contar desde el día en que se inicie la obra. Su Eminencia el cardenal efectuará el pago de la forma siguiente:

Entregará antes del comienzo del trabajo 150 ducados de oro en moneda pontificia. Una vez se haya comenzado la obra pagaría al citado Michenalgelo 100 ducados en la misma moneda cada cuatro meses, de forma que los mencionados 450 ducados de oro, en moneda pontificia estén satisfechos en el plazo de un año si este encargo se ha realizado. Si la obra fuese concluida con anterioridad a la fecha, Su Eminencia pagará entonces toda la suma.

Y yo, Jacopo Galli -amigo y representante del artista-, prometo a Su Eminencia el Cardenal que el susodicho Michenangelo terminará la obra en el plazo de un año y que será la escultura más bella de Roma"…


Según el libro “Rezar por Miguel Ángel”, por Christian Gálvez

En el exterior destaca la torre-campanario de la Catedral como elemento arquitectónico más visible que se puede contemplar desde cualquier punto de la ciudad. El primer cuerpo de la torre pertenece al periodo de Diego Siloé y el cuerpo de campanas lleva la fecha de 1710.  



Se trata de una torre de planta cuadrangular de tres cuerpos con remate poligonal, coronada por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Originalmente terminaba en una esbelta veleta herreriana, al igual, como se coronan las torres de las iglesias de Castilla.


Desde la Plaza de la Catedral paseamos por la Plaza de Santa María del buen aire donde se puede observar frente a su fachada posterior denominada de "Santiago", un monumento a la Escolanía "Niños cantores de la Catedral de Guadix".

Frente al Palacio de Peñaflor bajando la cuesta de la luz pudimos observar la Iglesia de Santiago cuyo proyecto sería encargado a Diego de Siloé. Destaca la portada principal junto con la blancura de su fachada. Las obras comenzaron en el año 1533. Los tejados están decorados con teja vidriada, destacando el chapitel cerámico que remata la torre. 


Desde la monumental Guadix donde brilla con luz propia su catedral y las cuevas trogloditas nos dirigimos al Puerto de la Ragua en busca de Laujar de Andarax, en la Alpujarra almeriense, donde tuvo lugar la muerte de la Morayma, esposa del desdichado Boabdil (Abû ʿAbd Al·lâh «az-Zughbî»)  y del líder de la Rebelión de los moriscos "Aben Humeya", pero eso formará parte de otra interesante historia del blog de mis culpas. 


Desde la monumental Guadix, para el blog de mis culpas...


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