martes, 24 de diciembre de 2024

Visita a la iglesia de Santa María la Blanca con el Aula de la Experiencia de Morón






¡A la memoria de José Antonio Pérez Dávila, docente en la tierra de Villalón y aún mejor persona, que fuera bautizado en la iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla!





Tras la visita a la Exposición "Los Machado. Retrato de familia" orientamos nuestro sextante didáctico en busca de una de las joyas del barroco sevillano “la iglesia de Santa María la Blanca” [sobria por fuera pero con una enorme riqueza artística en su interior] en pleno corazón de la antigua judería de Sevilla, en el Barrio de San Bartolomé. Un lugar cargado de historia que dividía la antigua judería de otras zonas de la ciudad hispalense. 


Impresionante dibujo del interior de la iglesia de Santa María la Blanca en Sevilla
Autor: José Antonio Pérez Dávila

[Gentileza de Luz Marina]


Allí nos esperaba José Juan Fernández Caro, especialista en Bellas Artes y amigo de Manuel Fernández Gamero, quien nos sirvió como cicerón en nuestra grata visita a la iglesia de Santa María la Blanca. Escuchándole hablar a José Juan sobre algunas pinceladas de la historia de la Iglesia de Santa María la Blanca y del arte que atesora su interior se me vino a mis frágiles entendederas la magia de algunos poemas de nuestro amigo Antonio Machado [y digo nuestro porque forma parte de la memoria colectiva de nuestra tierra]:
 
Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender



Mientras llegaba la hora de nuestra visita nos tomamos un café con nuestros amigos en un bar situado en la misma calle de Santa María la Blanca llamado “El 3 de Oro”, en plena judería del corazón de Sevilla, y que fuera en tiempos del Siglo de Oro sevillano un importante punto de encuentro de antiguos toreros, artistas, intelectuales, poetas y personajes singulares de la época. 

Este restaurante [antigua taberna situada en la Puerta de la Carne] debe su nombre a una partida de cartas clandestina en cuya apuesta se incluía la propiedad del mismo, siendo "el 3 de Oro" la carta ganadora.



Una puerta de madera en una sobria fachada gótica introduce a los fieles en la iglesia de Santa María la Blanca, cuya configuración barroca pertenece al siglo XVII.


José Juan Fernández Caro nos recordaba frente a la Puerta principal de la iglesia de Santa María la Blanca que este bello edificio se encontraba en el límite de lo que fue la antigua judería y otras zonas de la ciudad. Uno de los primeros comentarios que captaba nuestra atención fue sobre la existencia del término "tolerancia" en la antigua Al Ándalus, manifestando José Juan que era totalmente falsa.

La iglesia de Santa María la Blanca conserva vestigios de las tres grandes religiones monoteístas que pasaron por la antigua Sevilla. Visigoda en sus orígenes, mezquita almohade hasta 1248 con la conquista de Sevilla por Fernando III el Santo, pasando a la comunidad judía por concesión de su hijo Alfonso X el Sabio el 5 de agosto de 1252 mediante Privilegio Rodado [ya que los judíos habían ayudado durante la conquista de Sevilla], siendo consagrada como templo cristiano a partir de agosto de 1391 tras la revuelta antijudía instigada por el tristemente famoso arcediano de Écija, Ferrán Martínez, quien echará en cara a la población judía todos los males de la época.



No hará falta referirnos a las cruzadas para ser testigo de la muerte de miles de inocentes en aquella Sevilla intolerante, donde la Inquisición juzga y emite sentencias mientras que su brazo secular las ejecuta. El Castillo de San Jorge como sede de la Inquisición española, los Quemaderos del Prado [junto a la estatua de Cid] y de Tablada [desde 1481 hasta 1781] quedarán en la memoria colectiva hispalense.

Cuando llegan los musulmanes a la península ibérica no la conquistan sino que ocupan las ciudades mediante pactos con la población autóctona. Los judíos que habían sido el chivo expiatorio de los cristianos aceptan a los nuevos ocupantes al pagar menos impuestos, lo que contribuirá con el tiempo a una fobia por parte cristiana cuyo epílogo tendrá lugar a partir del 31 de marzo de 1492 cuando los Reyes Católicos firmen el Edicto de Granada o Decreto de la Alhambra, por el cual se expulsaba a la población judía de las Coronas de Castilla y Aragón.

Cuando Sevilla es ocupada por los cristianos, los musulmanes que se quisieron quedar tenían que trabajar gratis algunos días al año para el rey. Muchos se dedicaban a decorar las obras mientras que los judíos llevarán los caudales levantando envidias entre los cristianos. Los judíos consiguen la aprobación por parte del rey que les permite aplicar su propia justicia dentro de las juderías. 

El acaudalado Jusuf Pichón fue un importante almojarife [tesorero mayor del reino de Castilla]. Denunciado por sus propios correligionarios judíos obtuvieron una cédula real para que fuera ajusticiado y se la presentaron al verdugo real en Sevilla siendo degollado el 21 de agosto de 1379.

Al enterarse de la muerte de Pichón, el rey, enfurecido, mandó ejecutar a los tres judíos culpables que estaban vinculados con la trama, mandando también cortar la mano derecha del alguacil mayor que había intervenido en ella; retirando a la comunidad judía la potestad de aplicar la justicia de sangre entre sus miembros.

La muerte de Jusuf Pichón así como las predicaciones del arcediano de Écija Ferrán Martínez que tenía inquina hacia la población judía, contribuyeron al aumento de las tensiones sociales que llevarán a la revuelta antijudía de 1391.

La Puerta de la Carne era por donde entraba la carne a la ciudad pagando  su impuesto correspondiente. Por el Postigo del Aceite entraba el aceite, por el Postigo del Carbón, entraba el carbón, etcétera. El rastro más antiguo de Europa se encontraba en la judería de Sevilla.

En 1489 los Reyes Católicos construyen las Carnicerías Reales en la Alfalfa.

La sinagoga pasará a ser iglesia de Santa María la Blanca durante el siglo XV.

Una inscripción latina reza en la parte superior de su fachada:

"HAC EST DOMUS DEI ET PORTA COELI 1741"

“Esta es la Casa de Dios y la Puerta del Cielo 1741”

La fachada gótica se encuentra coronada por la clásica espadaña [1651] con dos vanos para las campanas. La iglesia cuenta con otra portada mucho más sencilla hacia la calle Archeros. Se trata de un sencillo arco de medio punto sostenido por dos columnas pétreas con capiteles tardoantiguos. Las arquivoltas nos indican una fase del gótico avanzado. El mudéjar gótico nos indica que ha sido labrado por manos musulmanas, donde los albañiles y carpinteros son más baratos. La nave central de la iglesia es labrada con ladrillos mientras que el presbiterio y las portadas son labradas con piedras.



A través de la portada secundaria de la sinagoga ubicada en la calle Archeros entraban las mujeres judías. Allí se encontraba anteriormente la quibla de la antigua mezquita con orientación este-sureste. El arco de herradura del siglo V-VI de la entrada se encuentra limado por los cristianos con dos columnas capiteles romanas del siglo II-III, ya que Híspalis en la Bética romana formaba parte del Conventus Hispalensis. Ahora se denomina Puerta de la Epístola.




Entramos por una pequeña puerta ubicada en la calle Archeros que da acceso a Capilla  del Pópulo donde se encuentra el retablo de San José a mano derecha y al fondo el Retablo en madera del Cristo del Mandato, tallado en pasta de madera por Diego García de Santana en 1598 y la Virgen del Populo, atribuida a Pedro Nieto, en 1640. 



Al entrar en la iglesia observamos en el muro exterior cercano a la Capilla Bautismal el cuadro de San Fernando mirando al cielo [en el lado derecho] y de San Vicente Ferrer [en el lado izquierdo].




Nuestra retina comienza a captar las yeserías labradas [1662] que recubren sus saturadas bóvedas. Junto a sus naves con arcos de medio punto destacan los motivos geométricos y vegetales, cuyos dibujos fueran diseñados por el pintor Bartolomé Esteban Murillo.

En el arco que sostiene el coro puede leerse:

Sin pecado original en el primer instante de su ser

En 1662 en tiempos de Justino de Neve [sacerdote ilustrado y mecenas artístico] se lleva a cabo la remodelación completa del templo barroco bajo la dirección del Maestro Mayor Pedro Sánchez Falconete. Las obras que Murillo realizó para la iglesia de Santa María la Blanca fueron fruto de la amistad del pintor con Justino de Neve (Sevilla, 1625 - Ibídem, 1685), una de las grandes personalidades de la iglesia sevillana del siglo XVII, canónigo de la Catedral e impulsor de la reconstrucción de Santa María la Blanca para gloria de Sevilla.

Las instituciones religiosas eran los principales mecenas de la vida artística y sus encargos se ponían al servicio del nuevo ideario de la Contrarreforma en los que prestaban sus servicios artistas de la talla de Murillo, Pacheco, Velázquez, Herrera el Joven y Valdés Leal o escultores como Martínez Montañés, Juan de Mesa o Pedro Roldán.


Réplica de la nao Victoria en el Puerto de Sevilla

Aquella Sevilla del Puerto de Indias era una ciudad de contrastes que contaba con ricos banqueros y comerciantes, fundamentalmente extranjeros, abundando los clérigos y funcionarios así como aristócratas, en menor medida. También abundaban los artesanos y los trabajadores no especializados merodeando por sus calles los pícaros, mendigos y niños huérfanos recogidos en las pinturas barrocas de la época.

Tras la Reforma protestante se celebra en Concilio de Trento con la Contrarreforma [1545-1563] donde se aprueban entre otras cosas que los retablos y las portadas de las catedrales e iglesias tienen la función de enseñar ya que la mayoría de la población era analfabeta. Una nueva forma de ver el mundo y poder ver la Biblia a través de la piedra y de los retablos. La Catedral significa “donde se sienta el obispo”, quien ostenta el poder de la Iglesia.

En 1736 mediante “Bula” se aprueba que se puede dar culto a la imagen de la Inmaculada Concepción pero aún no es dogma [habrá que esperar al 8 de Diciembre de 1854 con el papa Pío IX] “María sin pecado tuvo a su hijo sin contacto con hombre, sin necesidad de varón”.

A comienzos del siglo XVII, dos de las órdenes religiosas con más poder e influencia en el mundo católico, franciscanos y dominicos, estaban envueltos en una importante discusión teológica que consistía en determinar si María, madre de Jesús, había sido inmaculada o no en el momento de su concepción, suscitando una larga controversia en el seno de la cristiandad.

En el marco de la Reforma y la posterior Contrarreforma, el cuestionamiento y posterior supresión del culto mariano por el protestantismo del siglo XVI, provocó que los ideólogos católicos potenciaran la devoción a la madre de Jesús.

Los frailes inmaculistas de san Francisco, saldaron a su favor el debate, uniéndose posteriormente a su postura los religiosos carmelitas y jesuitas. Sevilla, debía en gran medida su riqueza al comercio trasatlántico, y era devota del fenómeno mariano, por lo que en sus tejidos sociales y políticos, la tesis franciscana encontró aliados de primer nivel e influencia. Entonces, se dirigieron al rey Felipe IV, solicitándole que se convirtiera en mediador ante el papa, de tal manera que se llegara a la proclamación universal de la Inmaculada Concepción. Y en 1622 se aprobó el decreto que aceptaba que María había sido concebida sin pecado original.




Características de Santa María la Blanca

Gracias a la proximidad del Puerto de Indias Sevilla se convirtió en la puerta de América. Todas las órdenes religiosas tuvieron su sede en la capital hispalense, que exportará el estilo Barroco al Nuevo Mundo.

Justino de Neve, contador de la hermandad de esta iglesia sustituyó los antiguos pilares de ladrillos  por las columnas contratando al pintor y amigo Bartolomé Esteban Murillo para realizar el programa iconográfico.




Las yeserías agobian la vista de quien las observa. Fueron realizadas por los hermanos Borja en el siglo XVIII.

La iglesia gótico-mudéjar se divide en tres naves divididas por diez columnas toscanas que soportan arcos formeros de medio punto. En el lado izquierdo se puede observar el cuadro rey San Fernando con la mirada hacia el cielo. En la Capilla Sacramental hay un retablo San José, del siglo XVIII de estilo barroco. A su lado, San Joaquín y Santa Ana.

Un icono de Santa María de las Nieves recuerda al original que se encuentra en la Capilla Paulina de Santa María la Mayor en Roma.

El “Santísimo Cristo del Mandato” atribuido en 1599 a Diego García Santana con “La Dolorosa” atribuida en 1640 a Pedro Nieto y San Juan Evangelista, del siglo XVIII. 



Al lado de la sacristía se puede observar un retablo de la Santísima Trinidad del siglo XIX.




En la cabecera de la Nave de la Epístola encontramos un retablo barroco de mediados del siglo XVIII presidido por la imagen de "San Pedro en la Cátedra" [1747] identificado con la tiara como el primer pontífice de la Iglesia. Dos ángeles niños sostienen dos de sus atributos: la cruz patriarcal de los papas y las llaves de la Iglesia.

 


En la parte superior se encuentra una copia del “El Triunfo de la Eucaristía” de Murillo, cuyo original se encuentra en el Museo del Louvre de París.




En agosto 1391, la sinagoga pasa a manos del Cabildo Catedral que hace de ella una capilla bajo su administración, siendo acondicionada para el culto cristiano improvisando un altar en la cabecera donde se entronizó una imagen de la Virgen María, tomando por título “Santa María de las Nieves” por la proximidad de su consagración con la fiesta del 5 de agosto que conmemora la dedicación de la basílica de Santa María Mayor en Roma, pero cuyo título original es “Santa María de las Nieves” por la prodigiosa nevada del 5 de agosto del 358 sobre el monte Esquilino que motivó su construcción.




El Retablo Mayor de la iglesia es de estilo barroco y data hacia 1690. Su elemento arquitectónico principal son dos grandes columnas salomónicas de 1657, tan características de los retablos sevillanos del XVII. En la hornacina central se ubica la imagen titular del templo “Nuestra Señora de las Nieves”, una imagen de vestir realizada por Juan de Astorga a principios del XIX. En los extremos laterales se ubican sobre ménsulas las tallas dieciochescas de las Santas Justa y Rufina, patronas de la ciudad. En el centro del ático se abre otra hornacina que en la actualidad alberga una rica cruz dorada, en cuyo pie se puede apreciar una representación de la Giralda.

Cuando se desmontó el Retablo Mayor se descubre un muro que sirvió de culto a la sinagoga con ventanas ciegas. Las fuentes del retablo con estípite pueden ser identificadas mediante documento en papel o arqueológico.




En la Nave derecha o del Evangelio se encuentra la Capilla de San Juan de Nepomuceno “Santo Mártir de la Confesión” cerrada con una verja. Un retablo barroco del siglo XVIIII.

Cuenta la leyenda que San Juan era el confesor de la reina de Bohemia en el siglo XIV. El celoso rey Wenceslao IV que desconfiaba de su mujer, pidió a San Juan Nepomuceno que le contara sus secretos. Al negarse a romper el secreto de confesión, el rey mandó torturarlo y arrojarlo al río Moldava desde el puente siendo santificado en el siglo XVIII. En el lugar desde donde fue arrojado al agua se encuentra la estatua del santo. Dice la leyenda que quien pide un deseo poniendo la mano izquierda sobre la representación de su martirio en la estatua de San Juan Nepomuceno, le será concedido. Colocar la mano izquierda con los dedos sobre la cruz con cinco estrellas da buena suerte. Un monumento en el Puente Carlos de Praga recuerda al Santo Mártir de la Confesión.




Al lado de la Capilla de San Juan de Nepomuceno se encuentra un hermoso retablo del Sagrado Corazón de Jesús y de la Piedad con otras dos pinturas.

La Última Cena de Murillo es el único cuadro de Murillo que permanece en la iglesia tras el expolio sufrido por las tropas francesas del mariscal Soult durante la Guerra de la Independencia como queda reflejado en el cuadro “El Expolio” de Fernando Vaquero.

El Acuerdo de París con Napoleón permitía la devolución de todas las obras de arte robadas por las tropas francesas, pero los cuadros no volvieron por desidia de Fernando VII ya que las acémilas y carros mandados para cargar de nuevo las obras de arte expoliadas se fueron muriendo por el camino y el resto de cuadros que no pudieron cargarse siendo muchos regalados o malvendidos. Ese es el motivo por el cual España no puede reclamarlos.




En el retablo “El Desprendimiento” se puede observar los balaustres como arquitectura propia del manierismo del siglo XVI sino también la luz del cuadro de influencia veneciana. Aprendimos de José Juan Fernández Caro que la influencia florentina se caracteriza por la existencia de una línea que divide el cuadro mientras que la veneciana se va degradando el color que permite la diferenciación visual.




La Última Cena de Bartolomé Esteban Murillo es el único cuadro original del pintor que permanece en la iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla tras el expolio sufrido por las tropas francesas en 1810.


Las obras de Murillo en Santa María la Blanca

Murillo es el artista que mejor supo captar el espíritu de la Sevilla de su tiempo. Para comprender su obra, es necesario conocer cómo era la ciudad en la que Murillo nació, vivió, trabajó y murió. En su pintura muestra una Sevilla de nobles valores, como la dignidad de la pobreza, la compasión o la esperanza.

Murillo trabaja para Santa María la Blanca en dos ocasiones: En 1660, con apenas 32 años, realiza la Última Cena y, entre 1662-1665, cuando pinta los grandes lienzos de la nave central y de las cabezas de las naves laterales. Tuvo domicilio en el barrio, junto a la iglesia de San Nicolás.

Justino de Neve encargó la decoración pictórica al propio Murillo [amigo suyo] y la elaboración de las yeserías [1662] a los hermanos Pedro y Borja Roldán. La obra se inicia muy poco después de que se promulgara el Breve Pontificio de Alejandro VII de 1661, en el que se reafirmaba la devoción y el culto a la Inmaculada Concepción.

Murillo intervino con la realización de cinco lienzos, de los cuales solo se conserva el más antiguo "La Santa Cena" de estilo tenebrista, óleo sobre lienzo.

La escena de noche en completa oscuridad se ve rota por una vela encendida cuyo efecto ilumina la mesa con un mantel blanco convertida el altar donde aparece el cáliz y la belleza del rostro de Jesús mientras Judas le da la espalda. Un fuerte contraste entre luces y sombras, denominado tenebrismo, donde irrumpe la luz en un contexto oscuro.

Justino de Neve puede estar presente en el cuadro en agradecimiento de Murillo así como el pintor sevillano. En los lunetos pintados por Murillo destaca la escena dentro de la escena.




"El sueño del patricio Juan y su esposa" 1662-1665
Óleo sobre lienzo, 232 x 522 cm
Original en el Museo del Prado - Madrid




El patricio revelando su sueño al Papa Liberio - Murillo - 1662/65
Óleo sobre lienzo, 232 x 522 cm
Original en el Museo del Prado - Madrid


En el luneto donde los patricios hablan con el papa y le cuentan el sueño que han tenido. Interesantísima la cara de sorpresa del pontífice y de un personaje de su corte, que contrasta con la firmeza del matrimonio que ha tenido el sueño, todo eso lo sitúa el pintor en un primer plano. En un segundo plano, aunque también ocupando un espacio relevante en el lienzo, vemos como se dirigen en procesión al monte y efectivamente, allí había ocurrido la nevada. En el cielo, podemos ver a la Virgen contemplando la escena. Esa nevada indicó donde se tenía que construir una de las grandes basílicas de Roma: Santa María la Maggiore. El "Milagro de la Nieve" ocurrió el 5 de agosto de 358.

Cuenta la tradición que un matrimonio romano, el patricio Juan y su esposa, tuvieron un mismo sueño donde la Virgen María le pedía que edificasen un templo en su honor. Cuando el matrimonio comunicó al Papa Liberio tan deseo, este rehusó la petición alegando que se haría cuando en Roma nevase en agosto. A tal exigencia, el cielo respondió en la noche del 5 de agosto del año 358 nevando sobre el monte Esquilino y dejando tras de sí la planta de la iglesia que había de edificarse. En unidad con el templo, la imagen de la Virgen que trajo el Cabildo Catedral para presidir el altar mayor por nombre “Nuestra Señora de las Nieves”.

Cuando el 8 de diciembre de 1661 el Papa Alejandro VII autoriza el culto público a la Inmaculada, la advocación de “Las Nieves” fue reinterpretada en este lugar como afirmación de la pureza de María. La actual imagen de “Nuestra Señora de Las Nieves”, es obra del escultor Leoncio Baglieto, bendecida el 5 de agosto de 1864, cuando una lluvia de pétalos blancos desde la torre conmemora la nevada prodigiosa que dio origen a la advocación de “Nuestra Señora de las Nieves”, y la procesión anual que la imagen realiza por las calles de la judería en octubre.




La "Inmaculada", "El Triunfo de la Fe" y dos lienzos que narraban la historia de la fundación en Roma de la basílica, que desgraciadamente fueron objeto del salvaje expolio sufrido por la ciudad con la llegada de las tropas napoleónicas del mariscal Soult en 1810. Santa María de las Nieves, advocación a la que está dedicada también nuestra iglesia. La mayor parte de lo expoliado nunca regresó a la ciudad y se encuentra hoy disperso por museos de todo el mundo.


La muerte de Murillo

Un día de marzo de 1682, mientras el genial pintor del barroco español pintaba desde un andamio el gran cuadro de Los Desposorios místicos de Santa Catalina para el convento de Capuchinos de Cádiz, cae desde una gran altura. Su obra quedará inacabada. El maestro agonizará durante varias semanas hasta que muere el 3 de abril de 1682 a la edad de 64 años. Muere el maestro, trabajador incansable, y comienza su leyenda…

 

Una de las leyendas que enriquecen nuestra rica tradición oral nos recuerda que una vez se encontraba Murillo paseando por los alrededores de la Catedral de Sevilla o del Puerto de Sevilla y se le acercó una gitana que se aventuró a leerle su destino. Le miró muy seria a los ojos animándole a no acudir a ninguna boda para evitar su desdichado final. Murillo, como era un ferviente hombre de fe, y bastante supersticioso, llegó a rechazar alguna invitación por miedo a que se cumpliera la profecía.

La ironía del destino quiso que Murillo, universal maestro del Barroco, encontrase la muerte tras caer de un andamio pintando precisamente una boda [que dejó inacabada]: la de Santa Catalina con Dios, en el altar mayor de la iglesia Convento de Capuchinos de Cádiz. El día 3 de abril de 1682 murió Sebastián Esteban Murillo, a los 65 años de edad [como consecuencia de la caída].

Y la profecía de aquella gitana se cumplió…No fue como padrino ni como marido, pero sí como autor del cuadro de una boda: un compromiso divino entre Santa Catalina y Dios mismo.

Murillo se encuentra enterrado en algún lugar de la desaparecida iglesia del Barrio de Santa Cruz de Sevilla [anterior mezquita y sinagoga], que fuera derribada en 1810 por los franceses.

Según Palomino, en 1681 se le encargó a Murillo el cuadro “El Retablo de los Capuchinos” de Cádiz. Se trataba de una pieza de grandes dimensiones con el tema “Los desposorios místicos de Santa Catalina”, que requirió la ayuda de un andamio para que pudiera realizar las partes superiores de la pintura.

Sería desde dicho andamio donde caería tras un resbalón quedando gravemente herido. No murió en el acto sino que consiguió sobrevivir unos meses más falleciendo el 3 de Abril de 1682 en la calle Santa Teresa nº 8 en el Barrio de Santa Cruz, sin poder terminar el cuadro.

Su última voluntad fue que se le enterrase en su parroquia de Santa Cruz y que se le dijeran misas en dicha iglesia y en la del Convento de la Merced. Durante la ocupación francesa en el XIX la iglesia desapareció siendo sustituida por la actual Plaza de Santa Cruz. Precisamente es en alguna parte del subsuelo de esta plaza donde hoy se encuentra el cuerpo del genial pintor.



Los restos de Murillo en el Barrio de Santa Cruz

Paseando por el Barrio de Santa Cruz recordamos que en aquel lugar se encuentran los restos sepultados del genial pintor universal Bartolomé Esteban Murillo, al parecer en una antigua sinagoga derrumbada. Existe una placa en el Barrio de Santa Cruz, que hace mención a este hecho.

Desde las frágiles entendederas del que escribe estas letrillas, cabe acordarse del inolvidable cantante Leonard Cohen, que al recibir el premio Príncipe de Asturias el 21 de octubre de 2011, manifestara que como es posible “que a día de hoy” Granada no haya excavado con sus propias manos todo el campo de Granada para dar con los restos de su poeta Federico García Lorca, ¡en su Granada!

Nadie entiende como una ciudad como Sevilla no haya excavado con sus propias manos en la histórica Plaza de Santa Cruz para recuperar el cuerpo del ilustre pintor sevillano que ha llegado a ser una de las figuras principales de la pintura barroca sevillana, española y universal. Sigo sin entender que una ciudad como Sevilla, al menos no lo haya intentado.




Desde la Iglesia de Santa María la Blanca como epílogo de nuestra ruta comenzamos nuestro paseo, unos por el Barrio de Santa Cruz  y otros a través de la Plaza de la Alfalfa hasta llegar a la Plaza del Salvador, a la altura de la Catedral de Sevilla, los Reales Alcázares y el Archivo de Indias, visitando algunos de los cercanos templos de la cerveza sevillana que nos permitirán hidratar nuestro cuerpo tras haber estimulado convenientemente nuestra mente con nuestra visita a la Exposición “Los Machado. Retrato de familia” que nunca olvidaremos por lo didáctico de su visita.




P.D. Aprovecho la oportunidad que me brindan estas humildes letrillas para dar las gracias a nuestro paisano Manuel Fernández Gamero y a su amigo José Juan Fernández Caro, especialista en Bellas Artes, por habernos acompañado durante la didáctica mañana del 20 de diciembre que no olvidaremos, así como a nuestra coordinadora del Aula de la Experiencia en la tierra de Villalón, Luz Marina.



Enlaces interesantes




lunes, 23 de diciembre de 2024

Visita del Aula de la Experiencia de Morón a la Exposición "Los Machado. Retrato de familia" [II]




...Antonio Machado llega a Segovia el 25 de noviembre de 1919 para ocupar la cátedra de francés en el Instituto General y Técnico de la ciudad donde impartirá sus clases hasta 1931, ejerciendo como vicedirector durante varios años.

La prensa de la época se haría eco de su llegada, lo cual refleja la creciente popularidad del poeta.

“Ayer llegó a esta población, con objeto de posesionarse de su cátedra de Francés en el Instituto General y Técnico, para la que recientemente fue nombrado, el vigoroso y culto poeta Antonio Machado, que en hermosas estrofas ha sabido cantar las grandezas de Castilla, de la que es un ferviente enamorado. Enviámosle nuestro más ferviente saludo, y mucho celebramos que encuentre grata su estancia en esta vieja ciudad castellana, donde seguramente hallará motivos de inspiración el genial poeta”.

 El Adelantado de Segovia. Jueves 27 de noviembre de 1919



Detalle del monumento de Antonio Machado en la Plaza Mayor de Segovia


“Antonio Machado, el poeta de Castilla, vuelve a Castilla (…) Hoy vuelve a Castilla, viene a Segovia a enseñar francés en nuestro instituto y aquí como en aquella otra ciudad, verterá en sus versos cadenciosos y austeros, las profundas emociones que en esta ciudad hermana y este campo fraterno, harán de despertar en el alma castellana de este poeta andaluz. Reciba pues, nuestro más querido porta el más cordial saludo de LA TIERRA DE SEGOVIA”. 

La Tierra de Segovia. 27 de noviembre de 1919


Este mismo diario vuelve a publicar otra noticia el 2 de diciembre del mismo año, escrita por M. Álvarez Cerón: “Señor don Antonio Machado… Deseamos que haga usted en nuestro suelo larga posada. Deseamos, también, que su alma penetre, se apodere del corazón de Segovia (…) cosas y gentes, en fin, espera un alto destino: que usted, artísticamente, los rime. Séanos usted propicio, Segovia tiene grande expectación, señor don Antonio Machado…”




Regreso Segovia-Madrid [1919-1936]


En 1919 Antonio abandona Baeza y se traslada como profesor de francés a Segovia. La cercanía con Madrid le permite iniciar una intensa colaboración con Manuel. Es el comienzo de la carrera teatral de los hermanos, que cumplen así su viejo sueño de adolescentes.

En Segovia Antonio se reencuentra con el paisaje castellano. Pasea por las riberas del Eresma, pero ya no es el poeta contemplativo que camina a solas con su pena. Participa en la fundación de la Universidad Popular Segoviana y en la tertulia del llamado “Parnaso castellano”. Permanecerá en Segovia hasta su traslado a Madrid en 1932.
 
No cabe duda, Antonio Machado en Segovia se siente más cerca de Madrid, a la que se desplaza en tren “un viaje en vagón de tercera”, cuyo trayecto duraba tres horas. Durante esos años Antonio Machado vivirá intensamente el ambiente cultural de la ciudad segoviana, relacionándose con el sector más dinámico y comprometido de la intelectualidad local.



Máquina de escribir Underwood. Nueva York 1929-1931


Durante los primeros días de estancia en Segovia el poeta se hospedó en un hotel, pero como necesitaba algo más económico, su amigo José Tudela, Archivero en Segovia desde marzo de 1919, se puso a su disposición para ayudarle en la búsqueda. Finalmente se hospedó en la pensión de doña Luisa Torrego, una casa humilde en la calle de los Desamparados, 5 como las que ocupó en Soria y en Baeza donde residió hasta su traslado a Madrid en 1932. El poeta pagaría 5 pesetas diarias por una habitación que era muy fría. El poeta sólo disponía de un bracero de cisco bajo la mesa camilla donde leía y trabajaba. Las mañanas las pasaba en el Instituto. Después del almuerzo iba a la tertulia del café y posteriormente daba grandes paseos por la ciudad. Después de la cena Antonio volvía de nuevo a la soledad de su gélida alcoba.

Antonio Machado viviría sólo en la pensión aunque los fines de semana se traslada a Madrid para pasarlos con su familia. La cercanía de Madrid tenía un enorme atractivo cultural para el poeta. Los años segovianos fueron anteriores a la República.




Antonio [apoyado en su bastón] con el claustro de profesores del Instituto de Segovia [1925]


Estos años en Segovia fueron muy fructíferos para Antonio, destacando especialmente su faceta social y política. En esta época crea sus seudónimos Juan de Mairena y Abel Martín. También es asiduo a las tertulias del Café “La Unión”, donde se debatían temas culturales, filosóficos, políticos y de actualidad. Crea también varias obras de teatro, junto a su hermano Manuel, y en su faceta prosista publica varios artículos de crítica literaria en periódicos de tirada nacional; también destacan diversos textos políticos como el leído en el teatro republicano Juan Bravo.




Petaca de Manuel Machado con su boquilla

En Segovia empieza a escribir para el teatro en colaboración con su hermano Manuel. Publica un nuevo libro de poesías “Nuevas Canciones” y “De un cancionero apócrifo” en 1924. Estrena en 1926 “Las desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel”. En 1928 sale la segunda edición de Poesías Completas. En septiembre de 1929 publica las "Canciones a Guiomar" en la "Revista de Occidente" y estrena en Madrid “La Lola se va a los puertos”.

Antonio Machado encuentra en Segovia un ambiente cultural más acorde con sus gustos, colaborando en varios periódicos y culminando con la publicación de Juan de Mairena.



Bustos de Antonio y Manuel Machado en la Exposición


Entre 1919 y 1931 Antonio Machado crea en Segovia junto a otros la Liga de los Derechos Humanos y nombran a Antonio Machado presidente. En Segovia a partir de 1919 afirma con más contundencia su apoyo a la causa republicana. Antonio Machado no es ajeno a la complicada situación del país. Todo lo contrario, se implica con otros intelectuales en multitud de actos e iniciativas que buscan la defensa de los derechos y libertades que están siendo vulnerados o sacrificados en pro del orden. El 4 de marzo de 1922 firma el manifiesto de la Liga Española para la Defensa de los Derechos del Hombre de la cual, Antonio Machado será el Presidente de la Delegación Segoviana y Unamuno, de la Nacional.

En 1924 publica Nuevas canciones y comienza con su hermano una fructífera colaboración teatral. La Lola se va a los Puertos (1929).

Su hermano Francisco le puso el 15 de septiembre de 1924 a su hija menor el nombre de Leonor, nacida en Toledo el 3 de septiembre de 1924. Será la ahijada de Antonio, en honor a su esposa Leonor.




Los acontecimientos políticos y sociales siguen preocupando a Machado y a la intelectualidad de la época. El 11 de febrero de 1926, Machado firma el manifiesto de la Alianza Republicana con el objetivo común de poner fin a la Dictadura de Primo de Rivera y a la monarquía. Al manifiesto se adhirieron personalidades de diversa procedencia como Blasco Ibáñez, Marañón, Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset y Unamuno. 



En enero de 1931 se adhiere junto con Gregorio Marañón, Ortega y Gasset y Ramón Pérez de Ayala a la “Agrupación al Servicio de la República”. 

En el contexto histórico, entre otros acontecimientos, en 1917 se había producido el triunfo de la Revolución bolchevique en Rusia y la fundación del Partido Comunista de España en 1920. En 1921 se produce el asesinato de Eduardo Dato. La Guerra de Marruecos no terminará hasta 1927. En 1923 se produce la Dictadura de Miguel Primo de Rivera a cuya caída contribuirán intelectuales de la talla de Unamuno, Ortega o Valle Inclán entre otros. Antonio Machado tenía inequívocamente una posición contraria a la Dictadura que desembocará en la caída del rey Alfonso XIII. El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República.

Comienza la publicación del Cancionero apócrifo de Abel Martín en la "Revista de Occidente". En palabras del propio Machado, "Abel Martín y su discípulo Juan de Mairena son dos poetas del siglo XIX que no existieron, pero debieron existir, y hubieran existido si la lírica española hubiera vivido su tiempo".



En 1927, Antonio Machado fue elegido miembro de la Real Academia Española, si bien nunca llegó a tomar posesión de su sillón con la letra V que le correspondía. En una carta a Unamuno, el poeta le comenta la noticia con sana ironía:

«Es un honor al cual no aspiré nunca; casi me atreveré a decir que aspiré a no tenerlo nunca. Pero Dios da pañuelo a quien no tiene narices...».

En 1931, redacta un proyecto de discurso de ingreso que sólo queda en borrador. Nunca leerá su discurso ya que las circunstancias políticas lo impedirán.

En 1927 se conmemora el “III Centenario de la muerte de Góngora”. Se estrena de Juan de Mañara el 23 de marzo de 1927, tras ocho años en Segovia.

Desde Segovia, Antonio Machado se desplaza semanalmente en tren hasta Madrid, donde sigue de cerca la actualidad cultural y política. Son años de fuertes tensiones sociales.




"Las virtudes vitales son siempre paradójicas y un poco absurdas, solo tú con tu gran talento comprendes lo que quiero saber (…) porque todo es amor, amada mía, lo que digo y lo que me callo".

Valderrama confesó esta relación con Antonio Machado en un texto autobiográfico publicado después de su muerte, «Sí, soy Guiomar. Memorias de mi vida» (1981), con prólogo de Jorge Guillén.


Guiomar

Antonio Machado vive a sus 53 años en Segovia una segunda juventud que resucita su frágil corazón tras la pérdida de su joven esposa Leonor Izquierdo Cuevas en Soria. Una relación “platónica” que se mantendrá hasta 1936 cuando estalla la trágica Guerra Civil española.

A primeros de junio de 1928 Pilar Valderrama “Guiomar”, de 39 años llega a Segovia y se hospeda en el hotel Comercio. Desde allí le hace llegar a don Antonio una tarjeta de presentación, facilitada por la hermana del actor Ricardo Calvo, María, muy amiga suya y profesora particular de sus hijos. Pilar Valderrama (1889-1979), dama de excelente posición social y catorce años más joven que el poeta, casada con tres hijos, era ferviente admiradora de la poesía de Machado e iba a Segovia en busca de sosiego aunque con la verdadera intención de iniciar una amistad profesional con el poeta Antonio Machado del cual, nunca estuvo enamorada. El encuentro tendría lugar en el vestíbulo del hotel Comercio. Nada más verla, el poeta se enamora.

Antonio cuando ve a Guiomar se saludan y ésta lo invita a comer, pero Antonio declina la invitación porque se encuentra en época de exámenes. Cenan al día siguiente, y pasean algunas tardes hasta el Alcázar hasta que regrese a Madrid. La relación entre Pilar Valderrama y Antonio habría de llegar hasta 1936. Antonio y Pilar se ven en Madrid los fines de semana, cuando él vuelve a Madrid, en un apartado café en el barrio de Cuatro Caminos. El fuego se enciende en el corazón del poeta. De Leonor, sólo le queda su recuerdo.

Pilar no es feliz en su matrimonio y Antonio sueña continuamente con Guiomar que le comunica que su amor es imposible. Antonio lo acepta. Dejan de verse, aunque no de escribirse. Guiomar le ofrece una amistad sincera por sus circunstancias, en su mentalidad de la época tenían mucho peso sus creencias religiosas y su ideología conservadora. Antonio le llevaba 23 años de diferencia de edad. Machado reconoce que tras su fracaso amoroso, ya sólo le queda la muerte ya que su musa le esquiva. Antonio entiende que ese amor es imposible e inviable en la vida real y lo convierte en poesía.

No cabe duda del amor que sintió Antonio Machado por Pilar Valderrama que no fue correspondido por la musa, tal vez por las circunstancias o por sus creencias religiosas. La clandestinidad de esta relación le dolerá al poeta al ser un amor imposible. 

En 1923  Guiomar había publicado un libro titulado “Las piedras de Horeb”

No puedo expresar la emoción que tuve al encontrarme con él y estrechar su mano. Era el poeta tan admirado el que estaba ante mí, con su desaliño, sí, pero con un rostro bondadosísimo, una frente ancha y luminosa, una cabeza, en fin, admirable sobre un cuerpo alto, desgarbado y poco atractivo.

Al verme, no supe qué pasó por él, pero advertí que se quedó embelesado, pues no cesaba de mirarme y apenas habló para decirme cuánto sentía estar tan ocupado con los exámenes, que no podía acompañarme ni atenderme como sería su deseo.

Le leía con tanta frecuencia -recuerda en su autobiografía póstuma “Sí, soy Guiomar” (1981)-, que yo nunca tuve en la memoria ni los versos míos, me sabía los suyos de tanto repetirlos en silencio”. 

Valderrama le invita a cenar con ella en el hotel a la noche siguiente. El poeta acepta gustoso. Apenas come. Apenas habla. No hace más que mirarla. Dando un paseo hasta el Alcázar le explica que está pasando por momentos amargos, sin contarle “exactamente los motivos”.

Machado nunca olvidará el paseo, y la belleza del paisaje castellano. Fue uno de los momentos estelares de su vida. El poeta pidió a Valderrama sus señas, y, según ella, le dijo que le mandaría enseguida un ejemplar de la recién aparecida segunda edición de sus "Poesías completas".

Antonio Machado, que busca con desesperación la plenitud amorosa, no va a poder encontrar fácilmente en una mujer muy católica para quien lo único que parece tener importancia es la fusión de las almas, de corazones, y la ternura, sin contacto físico.

Durante el verano de 1928 los dos se ven secretamente en La Moncloa, a 1,5 km. del chalé de Pilar, cerca del palacete del siglo XVIII -hoy residencia oficial del presidente del Gobierno-. La estación del Norte es testigo de las llegadas y salidas semanales del poeta.

Valderrama reconoce que Machado, en virtud de tal pacto, padeció tortura “de la barrera que nos separaba materialmente”. Cabe deducir, que el poeta, ante tal planteamiento del asunto, pensaría que con el tiempo, la situación podría cambiar a su favor: amor cortés, sí; sexo, no.

Valderrama calcula, en sus memorias, que Machado le escribió unas doscientas cuarenta cartas a lo largo de siete años de relación, de las cuales ella las quemó todas menos “unas cuarenta” en vísperas de la Guerra Civil, antes de salir para Portugal. La pérdida de esa correspondencia es una tragedia.




Es probable que la musa Guiomar asistiera al estreno madrileño de “Las Adelfas” aquel 22 de abril de 1928. La primera carta de Machado a Pilar Valderrama que se salvó del holocausto fue escrita entre el 11 y 12 de enero de 1929.

Machado no deja traslucir la probabilidad, de que su deprimido estado de ánimo tenga que ver con la permanente frustración de no poder vivir con la amada, imposible relación con Guiomar. En cuanto a la vejez, significaría para Machado la extinción de toda esperanza amorosa, peor que la muerte misma.

En octubre de 1931 la República le concedió a Machado, por fin, una cátedra de francés en Madrid, lo que le permitirá a Antonio continuar viéndose en secreto con su musa “Guiomar”….

La llegada del nuevo régimen se le antojó a su amada “Guiomar” un desastre para España, según dice en sus memorias.

En su carta Pilar se ha expresado defraudada con el desarrollo de la República y, especialmente, al parecer, con la cuestión del estatuto catalán, que a lo largo de mayo de 1932 se debate intensamente en las Cortes, con memorables intervenciones de Ortega y Gasset, Unamuno y, sobre todo, Manuel Azaña. Planea sobre el nuevo régimen el fantasma del separatismo catalán y, con ello, el peligro de un golpe de Estado reaccionario.

“Los catalanes no nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven”. En cualquier caso, Machado no se despegará nunca de sus ideales republicanos.
 
“Razón tienes, diosa mía cuando me dices que la República -¡tan deseada!, yo confieso haberla deseado sinceramente- nos ha defraudado un poco”.

Parece evidente que, al año de inaugurarse la República, Antonio es más consciente que nunca de que la política puede sembrar cizaña entre la diosa y él.

“Nunca se borró de mi memoria la noche del 14 de abril -escribe en “Sí, soy Guiomar” cuando yo la estaba velando, mientras el rey Alfonso XIII salía justamente a aquella hora, para no volver jamás. Era el prólogo de lo que luego había de venir y que yo vi aquella noche con claridad meridiana, casi de visionaria: el sufrimiento que a los españoles nos aguardaba”.

Antonio era un empecinado fumador y la ceniza le regaba la pechera, el chaleco y los pantalones.
 
En una de sus cartas a Guiomar le escribe maquillando sus opiniones:

“Fuimos unos cuantos de republicanos platónicos los encargados de mantener el orden y ejercer el gobierno interno de la ciudad. He aquí toda la intervención de tu poeta en el nuevo régimen, del cual he de permanecer tan alejado como del viejo”. Pero sabemos bien que la actuación de Machado en esos días fue bastante más aristotélica que platónica.




La Segunda República

El 14 de febrero de 1931, Antonio Machado preside un mitin de la campaña republicana con la participación de Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala en el Teatro Juan Bravo.

Antonio como su hermano Manuel eran fervientes partidarios de la República, como lo habían sido su abuelo y su padre. Pero Antonio declinó el ofrecimiento alguna vez cuando le ofrecieron formar parte de una candidatura republicana. Nunca fue Director General (como Azorín), diputado a Cortes (como Ortega o Unamuno), ni tan siquiera concejal (como lo fue fugazmente Pío Baroja). Unamuno fue nombrado de nuevo el 18 de abril de 1931 Rector de la Universidad de Salamanca y en 1934 “Rector perpetuo de dicha universidad” siendo declarado Ciudadano de Honor de la República [1935] y, donde además se crea una cátedra con su nombre, e incluso se promueve su candidatura al Premio Nobel presidiendo el Presidente de la República personalmente los actos de homenaje.




El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República y los hermanos participan con emoción y optimismo en el nuevo proyecto político.

La República sorprende a Antonio en Segovia y con “unos viejos republicanos” lo celebra colocando la bandera tricolor en el Ayuntamiento. También formará Antonio parte del luminoso proyecto republicano: las Misiones Pedagógicas. Manuel escribe "Canto rural a España", destinado a ser el himno republicano. Ambos se declaran “convencidos republicanos”, pero Manuel irá desencantándose, mientras Antonio continuara siendo consecuente con sus ideas hasta el final.

Don Miguel de Unamuno manifestó tempranamente su malestar por el giro que iba tomando la ansiada República. Antonio Machado manifestó al producirse la proclamación unilateral de la “República catalana”, por Francesc Maciá, en 1931 “los catalanes nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven”.

El nuevo régimen republicano no tardaría mucho en desengañar a los mismos intelectuales que tanto ayudaron a traerla como Unamuno, Ortega y Gasset y al propio Machado.

Antonio Machado confiesa públicamente su desencanto con la marcha del régimen republicano. Ortega y Gasset lanza su “No es eso, no es eso”, Unamuno lo secunda y suma su desilusión la “rectificación de la República”, propuesta por Ortega.

Cuando alguien en el Parlamento intenta defender las propiedades de los jesuitas y no le dejan, Unamuno protesta. En la conmemoración del primer aniversario de la República, habla de sus desilusiones y exclama: “La República está en vosotros. No está fuera de nosotros, sino que está en nosotros…Asentemos una República de hombres libres, responsables y disciplinados”. Con motivo de la discusión del Estatuto catalán, insiste en sus temores de la desmembración de España. Los primeros brotes del separatismo insolidario nunca gustó al poeta.

Desde el momento de su proclamación la República tiene en contra no sólo la depresión económica mundial, sino la férrea oposición de la Iglesia católica y de las fuerzas reaccionarias del país.

Los hombres que han traído la República tienen claro que la principal obligación del nuevo régimen, sin minimizar las demás, es mejorar la calidad de la enseñanza primaria y secundaria, dominada desde hace siglos por la Iglesia. 
 
En 1931 el 32,4% de una población de 25.000.000 era analfabeta, y los republicanos calculan que harían falta 27.150 escuelas nuevas, nada menos. Se pone en marcha un plan quinquenal para tratar de paliar tan lamentable situación. La meta: 7.000 escuelas el primer año y 5.000 cada uno los cuatro siguientes. Se alcanzará el objetivo del primer año, lo cual es casi increíble; en 1932 se abrirán 2.580; y en 1933, antes de que las derechas alcancen el poder, 3.900. A lo largo de los 30 años anteriores sólo se habían inaugurado 11.128 escuelas, o sea unas 366 al año. La comparación habla por sí mismo.

El 1 de mayo de 1931 se celebra con intenso júbilo, a lo largo y ancho del país, la fiesta del trabajo. Hay importantes manifestaciones. En Salamanca marchan juntos, cogidos del brazo Unamuno -ahora, tras su exilio, más famoso y popular que nunca- y el líder socialista excarcelado Francisco Largo Caballero. Queda la imagen para la historia.
 
Y llegan más decretos. El 6 de mayo el que suprime la obligatoriedad de la enseñanza religiosa y, el 8, el que reduce las 16 divisiones del Ejército a 8.

Los grupos católicos y monárquicos, a los pocos días de proclamada la República, ya se están organizando para la férrea defensa de sus intereses en la nueva situación, sobre todo en el campo de la enseñanza. Grupos cuyo portavoz será muy pronto José María Gil Robles.

Los hermanos Machado opinan con razón que el problema religioso “es el más difícil y delicado”. Conviene educar al pueblo para que ahonde y depure su sentimiento. El Estado no ha de avasallar a la Iglesia, pero sí ejercer sobre ella una tutela amorosa, obligar a los curas a cumplir más fiel e intensa su misión, sin invadir otra esfera que la puramente religiosa, mejorar su situación económica, sobre todo, el nivel de su cultura”.

El 14 de octubre El Sol anuncia en primera plana que Manuel Azaña, desde dos días antes presidente del Gobierno, acaba de declarar en un “sensacional discurso” una frase desafortunada y de enorme calado:

“España ha dejado de ser católica”

La desafortunada frase pronunciada por Manuel Azaña en las Cortes aquel 13 de octubre de 1931 hará que muchos católicos el 18 de julio de 1936 presten un fervoroso apoyo a los sublevados bajo el amparo sin fisuras de la propia Iglesia católica "nacionalcatolicismo" para defender sus privilegios.

Unas palabras cuyos vientos mostrarán sus correspondientes lodos posteriores al encontrarse gobernadas las cofradías serias y de silencio por personas pertenecientes a los más elevados estratos de la sociedad sevillana que eran políticamente ultracatólicos y ultraconservadores.

Es cierto que existía mucha agitación política y un miedo imperante de las hermandades para sacar a sus Titulares a la calle en 1932 tras la promulgación de la Constitución de 1931 que recogía la "aconfesionalidad del Estado", lo que será aprovechado por la derecha más reaccionaria para hacer causa común con el clero y presionar a las hermandades para que permanecieran en sus templos.

La ironía del destino hará que una de las marchas procesionales más tocada durante la Semana Santa de Sevilla sea "La Saeta" de Joan Manuel Serrat sobre un poema de Antonio Machado que trasciende a su autor y forma parte del pueblo.



Nuestro Padre Jesús de la Salud [Cristo de los Gitanos de Sevilla]



¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?

Saeta popular




¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

"La Saeta" de Antonio Machado


La derecha no se lo perdonará nunca. Y, a lo largo de toda la República, Azaña y De los Ríos serán para ella las bestias negras del nuevo régimen, bestias a las cuales nunca dejará de atacar con rabia, con desprecio, con odio, a menudo bajándose a los insultos personales más rancios y más repelentes.

La Constitución se aprueba el 9 de diciembre de 1931. En estos momentos de ilusión republicana Machado vuelve a trabajar en su discurso de ingreso en la Academia de la Lengua [que nunca leerá].

El 26 de marzo de 1932 estrena Machado “La Duquesa de Benamejí”. Ese mismo año, Soria le nombra hijo adoptivo de la ciudad.

En 1932 Antonio toma posesión como profesor en el Instituto Calderón de la Barca de Madrid. El 2 de junio de 1932 es el cuarto aniversario del encuentro de Machado y Pilar. El estado del espíritu del poeta que declara ser en estos momentos de gran angustia. “Siempre tuve más miedo a la vejez que a la muerte”.


El poeta Antonio Machado junto a la periodista Rosario del Olmo
fotografiados por Alfonso Sánchez (1933)


El café de las Salesas será tertulia habitual de los hermanos Machado en Madrid, donde el fotógrafo Alfonso le sacará el día 8 de diciembre de 1933 el inmortal retrato donde aparece con Rosario del Olmo Almenta y el discreto camarero Braulio. Rosario del Olmo iba a hacerle una entrevista al poeta por encargo del diario "La Libertad" donde colaboraba. Esta es una de las imágenes más famosas y bellas del poeta.

El mundo se debate hoy –lejos de toda libertad- entre dos dictaduras: la capitalista y la colectivista, la burguesa y la proletaria, entre el fascismo y el comunismo. Ambas son igualmente enemigas de la individualidad. Les interesa, en todo caso, el hombre, no la persona (…) Ambas son para mí igualmente detestables.

Manuel Machado La Libertad, 28 de mayo de 1933


El pensamiento reaccionario era contrario al Parlamentarismo y a la democracia como forma de gobierno y se identificaba con términos como “cirujano de hierro”, “minoría selecta”, “Führer”, “Duce, “Caudillo”, “Disciplina”, “Jefe”, etcétera. Se irán forjando dos mundo antagónico: el fascismo y comunismo. 

Se utilizaba el término fusilar retóricamente. Valle Inclán pretendía reformar el teatro “fusilando” a los hermanos Álvarez Quintero. Más tarde, otros lo tomarían al pie de la letra fusilando a Federico García Lorca, entre otros.

Comienzan a utilizarse términos castrenses también en la poesía (barbacana, capitán, espada, saeta, ballestero, etcétera) e incluso expresiones violentas como “Una España implacable y redentora”, “España de la rabia y de la idea”, etcétera.



"Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre"

Así hablaba Juan de Mairena, en palabras de su creador Antonio Machado en el dulce ejercicio de vivir


Hacia el mes de agosto de 1936 aparece en la edición Escasa Calpe, el último libro en prosa de Antonio Machado “Juan de Mairena”, una de las obras maestras de la prosa española del siglo XX. Juan de Mairena deplora y vaticina los tiempos que se avecinan, y que estos supondrán la desaparición de la tolerancia, del diálogo y hasta de la razón. Se otea la guerra civil en el horizonte:

“Para los tiempos que vienen hay que estar seguro de algo. Porque han de ser tiempos de lucha, y habréis de tomar partido…Tomar partido es no sólo renunciar a las razones de vuestros adversarios, sino también a las vuestras, abolir el diálogo, renunciar, en suma, a la razón humana….habéis de retroceder a la barbarie, cargados de razón…”

La creación del personaje apócrifo Abel Martín le sirve a Antonio para aclarar sus propias ideas sobre la poesía, un personaje que anda “obsesionado por el amor” al igual que Antonio, pero el de éste es una especie de amor platónico no correspondido. Machado para escapar del círculo vicioso encuentra en la política, en las ideas y en la literatura una salida. A través de los apócrifos, Antonio Machado suelta su imaginación.

En otro pasaje, esta vez por boca de Juan de Mairena, ya durante la guerra, se refería menos púdicamente, a sus actuaciones en la efemérides:

“¡Aquellas horas. Dios mío, tejidas todas ellas con el más puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia!...Recordemos, acerquemos otra vez aquellas horas a nuestro corazón…”.



Reloj de bolsillo de Antonio Machado



Muerte de un miliciano. Fotografía Robert Capa [1936] en Espejo, Córdoba


La Guerra Civil y el exilio


Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

LIII poema de su obra «Proverbios y cantares»​

(Campos de Castilla)


Antonio dirá a su hermano:

“Manuel, las cosas están muy mal. Hay rumores de golpe de estado y parecen ciertos. Quédate con nosotros estas vacaciones. No vayas a Burgos”.

A Manuel le sorprende el alzamiento en Burgos donde había acudido con su esposa Eulalia para visitar a su cuñada monja. Las comunicaciones se interrumpen y Manuel queda atrapado en Burgos, capital de los sublevados. La guerra separó a los hermanos definitivamente. A Antonio le pilla en Madrid.

Antonio no volverá a ver nunca a su hermano Manuel. Tampoco a Pilar Valderrama. Los poemas de su hermano Manuel a Franco le servirán como salvoconducto.

En septiembre de 1936 Manuel ingresa en la prisión de Burgos tras la acusación del corresponsal de ABC en París que denuncia las declaraciones del poeta en una revista francesa por ser poco acordes con el espíritu de la “cruzada nacional”. Manuel pasa tres días de terror en la cárcel franquista que provoca un cambio en su actitud, dedicando algún poema a exaltar el régimen de Franco. A Manuel Machado no le quedó más remedio que adherirse a la España de Franco si quería salvar si vida.

…cortadas todas las comunicaciones, el Sr. Machado y su encantadora esposa se vieron obligados a prolongar su estancia en Burgos. Me temo –me dijo el poeta el primer lunes del levantamiento-, que estaremos aquí hasta el sábado. Esto puede durar siete años, como la guerra carlista…

Entrevista a Manuel Machado en la publicación francesa Comoedia. Declaraciones que provocarán su posterior detención (22 de septiembre de 1936).

Cuando pienso en un posible destierro, en una tierra que no sea esta atormentada tierra española, mi corazón se llena de pesadumbre. Tengo la certeza de que el extranjero significaría para míla muerte.

Antonio Machado. Entrevista de Pascual Pla y Beltrán, 1937


Mi ideario político se ha limitado siempre a aceptar como legítimo solamente el gobierno que representa la voluntad libre del pueblo. Por eso estuve siempre del lado de la República Española (…) Si hubiera venido como consecuencia de un golpe de mano, como una imposición de la fuerza, yo hubiera estado enfrente de ella.

Antonio Machado 1938 Carta a María Luisa Carnelli, 1938

 

Barcelona. Queridísimas Eulalia, Marujita y Cabezolita [porque lo preguntaba todo con tan solo cinco años]: Hemos recibido vuestras encantadoras cartitas, que esperamos siempre con impaciencia. Por ella sabemos que estáis trabajando en vuestros estudios con aprovechamiento y que vuestros profesores no están descontentos de vosotras…

Carta de Antonio Machado a sus sobrinas


 


Evacuación civil de Madrid

Antonio Machado en el acto de despedida de Madrid:

"Yo no me hubiera marchado; estoy viejo y enfermo. Pero quería luchar al lado vuestro. Quería terminar una vida que he llevado dignamente, muriendo con dignidad. Y esto sólo podría conseguirlo cayendo a vuestro lado, luchando por la causa justa como vosotros lo hacéis".



Antonio abandona Madrid asediado por las tropas de los sublevados hasta llegar a Valencia, donde residirá en Rocafort, rodeado por limoneros como los de su infancia. Allí demuestra su compromiso participando en congresos y en mítines donde recita su poema dedicado a Lorca “El crimen fue en Granada”. Pero la guerra avanza y tendrá que seguir el camino del exilio.



También se encuentra en la Exposición el manuscrito original del poema que le dedicó Antonio Machado a Federico García Lorca cuando lo mataron la madrugada del 19 de agosto de 1936.



Hasta tal punto invirtieron en terror que el 19 de agosto de 1936 asesinaron al poeta español más célebre del siglo XX, Federico García Lorca llevado a cabo por quienes había denominado tiempo atrás “la peor burguesía de España”.

...Y todo ello en Granada, “su Granada”, como dijo el gran poeta don Antonio Machado en su elegía. También se llevaron por delante mediante la razón de la fuerza a toda la fuerza de la razón truncando una trayectoria de progreso en la que la nómina de intelectuales que salieron de España fue interminable dejando a España huérfana definitivamente en la cultura.



En la madrugada del 19 de agosto de 2016 en el camino que va desde Víznar a Alfácar en la fosa llamada de Fuente Grande fue asesinado Federico García Lorca.

Este periodo de 1936-1939 y posterior represión supuso uno de los episodios más traumáticos de la historia española, con decenas de miles de seres humanos inocentes que se vieron forzados a abandonar su tierra natal, a desplazarse a otros países por motivos ideológicos, de conciencia o por temor a las represalias por parte del bando vencedor.


El crimen fue en Granada

1. El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.

El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
… Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.


2. El poeta y la muerte

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban…
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

3.

Se le vio caminar…
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!


Madrid se encuentra cercado y las autoridades republicanas deciden en noviembre de 1936 evacuar a Antonio Machado junto a otros profesores e intelectuales, pero Antonio quiere permanecer en Madrid pero ya le faltan las fuerzas.
 
¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas.

Madrid, 7 de noviembre de 1936

 

En el otoño, cediendo a las amistosas presiones de León Felipe y Rafael Alberti, Antonio consiente en abandonar la capital asediada y bombardeada por las tropas franquistas. Finalmente acepta, a condición de que le acompañe su familia.

Antonio viejo y cansado publica solo en La Vanguardia veintinueve artículos, lo que demuestra su gran generosidad. Al mismo tiempo realiza discursos en la radio.



La foto es de diciembre de 1936. En una terraza del chalé de la localidad valenciana de Rocafort, el poeta aparece junto a su hermano José, su cuñada Matea Monedero, una de sus sobrinas, posiblemente María, su madre, Ana Ruiz, y el periodista, de nombre José Luis, que lo entrevistaba para el periódico Fragua Social (editado por la CNT en Valencia entre 1936 y 1939).

«Yo no me hubiera marchado; estoy viejo y enfermo. Pero quería luchar al lado vuestro. Quería terminar una vida que he llevado dignamente, muriendo con dignidad. Y esto sólo podría conseguirlo cayendo a vuestro lado, luchando por la causa justa como vosotros lo hacéis».
 
Almuerzo de despedida que recibió Antonio Machado, junto con otros intelectuales de la época, el 24 de noviembre de 1936 en la casa del 5° Regimiento de Madrid.

La previsible derrota republicana le obliga a Antonio Machado a marcharse desde Madrid a Rocafort. El día 24 de noviembre de 1936 tiene lugar la evacuación de intelectuales a Valencia, dispuesta por el gobierno republicano que llega a Valencia el día 26. Pocos días después se traslada Antonio con su madre y su hermano José a Villa Amparo, cerca del pueblo de Rocafort, próximo a Valencia, donde vivieron hasta mediados de 1938, “considerada segura” por la República. Allí se traslada hasta Valencia para entregar sus crónicas y participar en algunos actos públicos a favor de los trabajadores y la República.

En las encrucijadas del camino
crueles enemigos nos acechan:
dentro de casa, la traición se esconde,
fuera de la casa la codicia espera…


Poema “Alerta”




Villa Amparo se convirtió para Antonio Machado en un oasis de vida dentro la tragedia española. Antonio Machado se vio forzado a escoger el exilio cuando estalló en España la guerra civil que pasados muchos lustros [85 años] aún polarizan sentimientos.

En Valencia queda instalado en un chalet “Villa Amparo” en un pueblecito a las afueras “Rocafort" donde corría una acequia de agua fresca. En los días claros podía verse el mar. En Rocafort permanecería quince meses, escribiendo siempre de noche. Su salud se resentía ya desde 1935 aunque intelectualmente se encontraba entero.

En 1937 aparecería su último libro, de prosa y verso “La guerra (1936-1937) con ilustraciones de su hermano José que manifiesta que el estado físico del poeta empeoraba teniendo cada vez más dificultades para andar. Su espíritu se agobiaba por la guerra, sobre la que no se hacía ilusiones. Antonio se encontraba viejo y enfermo.

El viernes 16 de julio de 1937 se publica en la portada de La Vanguardia “El poeta y el pueblo”, un discurso de Antonio Machado para el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas celebrado en Valencia.

Se puede observar que Antonio Machado siempre estuvo sin vacilar al lado del gobierno republicano. A lo largo de sus 35 años de vida creativa siempre fue coherente con sus actos.



Últimos días en la vida de Antonio Machado “Collioure”

Mi querido y admirado amigo: después de un éxodo lamentable, pasé la frontera con mi madre, mi hermano José y su esposa, en condiciones impeorables (ni un solo céntimo francés) y hoy me encuentro en Collioure, Hotel Bougnol Quintana.

Antonio Machado. Última carta (dirigida a José Bergamín)
 9 de febrero de 1939

Al llegar al último ámbito [nº 8] de la Exposición "Los Machado, Retrato de familia" que corresponde a Collioure  siempre se nos viene al pensamiento que aquel humilde pueblo pesquero francés cercano a la frontera convertido para muchos republicanos, universitarios y estudiantes en una especie de Capilla Sixtina Laica donde a la tumba de Antonio Machado no le faltan flores frescas a diario.

En el libro de Jacques Issorel se relatan los últimos veintiséis días de la vida del poeta en el Hotel Bougnol-Quintana, rodeado del cariño de la dueña del hotel, Pauline Quintana y de los habitantes del pueblecito catalán como Juliette Figuéres y Jacques Baills, testigos directos, cuyos testimonios presenta Jacques Issorel a fin de componer un detallado informe de los últimos pasos del poeta en Collioure que coincide con la derrota republicana.

En abril de 1938, las autoridades republicanas ruegan al poeta que abandone Valencia y se refugie en Barcelona, donde permanecerá con su familia hasta enero de 1939. El 15 de enero de 1939, las tropas "nacionalistas" toman Tarragona. Barcelona está amenazada y comienza el terrible éxodo de 500.000 españoles republicanos que huían ante el avance de las tropas franquistas en medio de la confusión y la desesperación.

El 22 de enero, tres días antes de la caída de la capital catalana, Machado y su familia forman parte del convoy que se dirige a la frontera francesa. La noche del día 27 atraviesan Port Bou bajo la lluvia. En la estación de Cerbére extenuados y tiritando de frío, pasan la primera noche en tierra francesa en un vagón olvidado en una vía muerta. Al día siguiente, el 28 de enero, la familia Machado toma el tren hasta Collioure acompañados de Corpus Barga. La madre de Machado preguntaba al oído a Corpus Barga:

“¿Llegamos pronto a Sevilla?”




Era evidente el desgaste vital de Antonio Machado durante el trágico éxodo de una de las dos Españas. Será una tragedia para la literatura la pérdida de su maleta cargada de libros y de apuntes. El frío, la desesperanza y el agotamiento físico y moral sumado a su bronquitis crónica por el tabaquismo agotarán a Antonio Machado en el último peldaño de su vida.

Llegó a Collioure el poeta con su anciana madre, su hermano José y la esposa de éste, Matea Monedero, un 28 de enero de 1939. Jacques Baills jefe de la estación de Perpiñán vio llegar el 28 de enero de 1939 a cuatro personas vestidas de negro en el andén. Allí conoció a Antonio Machado. Le preguntaron si conocía un hotel y éste le señaló el Hotel Quintana donde se alojaba. Jacques Baills llevaba a su madre en brazos. Cuando llegaron observó el nombre de Antonio Machado en la lista del hotel y le preguntó si era el poeta que había leído.

Me atreví a preguntarle si el profesor que estaba en el hotel era Antonio Machado, el poeta que conocía. Y entonces sin darse importancia ni nada, sin ni siquiera sonreir, me dijo:

-Sí, soy yo”

Jacques Baills

"De repente Baills se vio enfrente de un poeta cuyos poemas había copiado a mano en su cuaderno de alumno de clases nocturnas para adultos, que se había aprendido de memoria».

Por primera vez desde que salieron de Barcelona, Machado y su familia duermen en una cama en el Hotel Bougnol-Quintana. Los sufrimientos físicos y morales que tuvo que soportar Antonio Machado desde que salió de Madrid agravaron una salud ya precaria. Gran fumador, enfermo de corazón, el poeta ve con toda claridad que tiene un organismo gastado y que carecían de todo al llegar a Francia.

Los hermanos Machado no bajaban nunca juntos a desayunar, comer o cenar. Cuando la señora Quintana, dueña del hotel pregunta a Antonio o a José, uno de ellos le contesta: Sólo tenemos una camisa con la que bajar al comedor, y nos la turnamos.




Antonio Machado muere el 22 de febrero de 1939, a las tres y media de la tarde. Tres días después fallecería su madre, para quien habían sido sus últimas palabras de despedida:

“Adiós, madre”

Su hermano José Machado encontró en el bolsillo del gabán que llevaba el poeta cuando murió, además del inmortal verso relativo a su infancia “Estos días azules y este sol de la infancia” un poemilla:

Y te daré mi canción:
“Se canta lo que se pierde”,
con un papagayo verde
que la diga en tu balcón.

El entierro del poeta sería al día siguiente, 23 de febrero. Cuando se bajó a Antonio Machado de la habitación donde estaba para llevarlo al cementerio, el ataúd estaba envuelto en una bandera republicana. Mientras tanto se había corrido la voz de que había muerto Antonio Machado. Aunque la gente no lo conocía, se sabía que acababa de desaparecer uno de los más grandes poetas de la España republicana. 
 
 



Antonio muere el 22 de febrero y soldados republicanos recluidos en campos de internamiento llevan el féretro al cementerio. A los tres días fallece doña Ana Ruiz. José Machado descubre en el gabán el último verso del poeta: “Estos días azules y este sol de la infancia”. El poeta regresaba así al jardín feliz de Sevilla.

Muerte de Antonio “Ligero de equipaje”

El féretro sería llevado a hombros hasta el cementerio por algunos milicianos de la Segunda Brigada de Caballería “Andalucía”. Su humilde entierro estuvo a la altura de la humildad de un hombre íntegro, siempre ligero de equipaje.
 
Una familia amiga de Madame Quintana (Marie Deboher) cedió un panteón para que enterraran provisionalmente a Antonio Machado. Su madre Ana Ruiz moriría tres días después. Será enterrada provisionalmente en una fosa municipal del cementerio de Collioure.

Vuestro tío Antonio, que era como un padre para todos y que os profesaba un inmenso cariño, hasta el punto que no ha dejado un momento de preocuparse de vosotras, ¡ha muerto! Su pobre corazón no ha podido soportar tantas penas como en estos tiempos pesan sobre nuestra desdichada España!(…) Mamá Ana murió dos días después que tío Antonio. Aquí duermen su último sueño.

José Machado. Carta desde Collioure a sus hijas refugiadas en Rusia



José María Pemán puso a disposición de Manuel Machado su Bugatti Type 57 con su chófer Raúl para que fuera trasladado a Collioure donde se encontraba enterrado su difunto hermano Antonio Machado, según el libro “Mi querido hermano”, de Joaquín Pérez Azaústre.


La mañana del sábado 25 de febrero de 1939, Manuel Machado aislado en Burgos recibe la noticia de que su hermano Antonio acaba de morir. Manuel, pidió un salvoconducto para viajar a París, donde dice que ha muerto su hermano Antonio. En el camino conoce la realidad: su hermano ha muerto en Collioure. Cuando llegó se encontró que su madre Ana Ruiz también había muerto.

Manuel se metió en el cementerio y estuvo dos días sin salir. Su hermano Antonio había representado a la otra España vencida, que había seguido a la República al exilio con todas sus consecuencias. Manuel no sólo había perdido a su querido hermano Antonio, también había perdido para siempre a su mejor compañero tanto en la vida como en la literatura. Los dos hermanos habían encarnado la tragedia de un país sumergido en el fanatismo ideológico "una de las dos Españas, ha de helarte el corazón".

Cabe la vida entera en un soneto
empezado con lánguido descuido,
y, apenas iniciado, ha transcurrido
la infancia, imagen del primer cuarteto.

Llega la juventud con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.

Maduros, a mirar a ayer tornamos
añorantes y, ansiosos, a mañana,
y así el primer terceto malgastamos.

Y cuando en el terceto último entramos,
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto… Y que nos vamos.


Manuel Machado

Pero en el año 1945 la familia necesitó usar dicho panteón y el comité de Antonio Machado del que Jacques Baills era tesorero, «decidió entonces lanzar una suscripción a fin de que se construyera una tumba para el poeta y su madre».

Al carecer de tumba propia el poeta, el Comité de Antonio Machado, Josep María Corredor y Pablo Casals se interesaron por el asunto y en 1957 lanzaron un llamamiento a través de una suscripción popular para que se construyera una tumba digna para el poeta en Colliure. Afluyeron donativos del mundo entero. El Ayuntamiento de Collioure cedió gratuitamente el terreno en el que fue construida la tumba.

Tras la construcción de la tumba, Machado y su madre pudieron reposar, el uno junto al otro, en el cementerio de Collioure donde siempre ha permanecido vivo el recuerdo de Antonio Machado como símbolo de la España republicana vencida y exiliada.

El traslado de los restos mortales de Antonio Machado y su madre, tuvo lugar el 16 de julio de 1958.

La guerra Civil española supuso una enorme ruptura en el desarrollo de la vida española que contribuyó a ahondar las diferencias ideológicas de su tiempo. En España se jugaba el futuro de las democracias europeas ante el empuje del nazismo y fascismo. Pero las potencias occidentales no tuvieron altura de miras al darse cuenta demasiado tarde de que la Guerra Civil española resultaría el detonante de lo que ellos sufrirían después en sus carnes con el nazismo en la II Guerra Mundial.

Josep María Corredor le comentó a Jacques Issorel que había en Perpiñán un señor que había tratado a Antonio Machado en Collioure durante la breve estancia del poeta en el Hotel Bougnol-Quintana. Gracias a Josep María, conocería días después a Jacques Baills, el antiguo jefe suplente de la estación de Collioure que vio bajar del tren de las cinco y media de la tarde, procedente de Cerbére, aquel 28 de enero de 1939 a Antonio Machado, su madre, Ana Ruiz, su hermano José y Matea, la esposa de éste. Baills les orientó hacia el Hotel Pauline Quintana, donde él mismo se alojaba.

Casi ochenta años después de la muerte del poeta Antonio Machado su obra y su vida permanecen intactas. A comienzo de los años 80, a iniciativa de Manolo Valiente, un artista "moronense" exiliado en Francia, la Fundación Antonio Machado de Colliure decide colocar un buzón sobre la tumba del ilustre poeta para conservar todos los testimonios de admiración. Cada año la Fundación Antonio Machado conmemora el domingo más próximo al 22 de febrero, el recuerdo de la muerte del poeta.

Existen unos sólidos lazos entrelazados entre Colliure y nuestro poeta Antonio Machado que han convertido al pequeño pueblo francés en un centro de peregrinación de admiradores del poeta que moviliza a los hijos de los republicanos, a profesores y alumnos o turistas para dejar simplemente unas flores, unas estrofas, cartas y mensajes en el mítico buzón, que lee y archiva la Fundación Antonio Machado de Collioure con el objetivo de mantener vivo el recuerdo del poeta, su obra y pensamiento.

La Fundación Antonio Machado de Collioure fue creada en 1977 a iniciativa de Monique Alonso, Antonio Gardó y Manolo Valiente (1908-1991) siendo presidida por el alcalde de Collioure. La Fundación conserva y archiva todas las cartas y documentos que recibe el buzón situado en su tumba de Colliure.

En el cementerio de Collioure duermen aún el sueño eterno madre e hijo. Si la obra de Antonio Machado es importante, no lo será menos su vida [desde su infancia como recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; su juventud, veinte años en tierras de Castilla…hasta Collioure, el descanso de uno de los mejores escritores de la lírica española y universal del siglo XX.




La revista de intelectuales falangistas “Escorial” reivindicaba la figura de Antonio Machado como uno de los suyos mientras al mismo tiempo una comisión depuradora decide expulsarlo de su cátedra, dos años después de su muerte en el exilio.

Antonio Machado Ruíz será restituido por Orden de 31 de diciembre de 1981 por la que se rehabilita a don Antonio Machado Ruiz como Catedrático de Instituto «BOE» núm. 9, de 11 de enero de 1982 [Página 558].


Tentativas para repatriar a Antonio Machado

Todas las tentativas de repatriar los restos del poeta Antonio Machado a España han fracasado a causa de la oposición de José Machado y posteriormente de los depositarios del poder que les dejó el hermano del poeta, así como Collioure con su alcalde y la Fundación Antonio Machado a la cabeza.

“Nosotros (José Machado) nos oponemos a todo traslado de estos dos cuerpos a España como una disposición contraria en el actual estado de cosas a los sentimientos que impulsaron a Antonio Machado y a Ana Ruiz a desterrarse.

Su hermano José desveló el último deseo de Antonio Machado:

Su último deseo “(Me dijo señalando a una de las humildes casitas de los pescadores que había en la playa: “Quién pudiera vivir tras una de esas ventanas, libre ya, de toda preocupación") y acaso su última voluntad: ser enterrado en aquel pueblo marinero mientras continuase la guerra.

España aunque goza de democracia continúa actualmente polarizada ya que las heridas de aquel conflicto fratricida entre españoles hace casi un siglo aún no han cicatrizado con su asepsia correspondiente. Antonio Machado significa el compromiso por la República. La Fundación Antonio Machado de Collioure, su alcalde y el pueblo pesquero se oponen a ninguna repatriación de Antonio Machado que nos debe de recordar que tales hechos nunca más deberían de repetirse.

Existen unos sólidos lazos entrelazados entre Colliure y nuestro universal poeta Antonio Machado que han convertido al pequeño pueblo francés en un centro de peregrinación de admiradores del poeta que moviliza a los hijos de los republicanos, a profesores y alumnos o turistas para dejar simplemente unas flores, unas estrofas, cartas y mensajes en el mítico buzón, que lee y archiva la Fundación Antonio Machado de Collioure con el objetivo de mantener vivo el recuerdo del poeta, su obra y pensamiento.

La Fundación Antonio Machado de Collioure fue creada en 1977 a iniciativa de Monique Alonso, Antonio Gardó y Manolo Valiente (1908-1991) siendo presidida por el alcalde de Collioure. La Fundación conserva y archiva todas las cartas y documentos que recibe el buzón situado en su tumba de Colliure.




La máquina de trovar

En una conversación entre Juan de Mairena y Jorge Meneses, habla éste último de su aristón poético o máquina de trovar, que no va a suplantar al poeta, aunque pueda suplantar con ventaja al maestro de retórica.

No deja de reconocer Mairena que el valor de la máquina de trovar es más didáctico y pedagógico que estético, ya que puede entretener a las masas e iniciarlas en la expresión de su propio sentir. Eso mientras “llegan los nuevos poetas, los cantores de una nueva sentimentalidad”.

No cabe duda que Antonio Machado predijo ochenta años antes de que conociéramos la inteligencia artificial una máquina de crear poemas. Le susurramos tres palabras en su oido a la máquina de trovar con inteligencia artificial y ésta nos obsequió en unos cinco segundos con bello un soneto autogenerado al estilo machadiano. 



También a la salida fuimos obsequiados con una reedición en cómic de la vida de Antonio Machado [Sevilla 1875/Collioure 1939] con texto poético de Antonia Rodrigo y dibujos de Cristina Fonollosa. 

En definitiva, una grata y didáctica mañana para ilustrarnos con un legado intelectual de profundas emociones que nos ofrece la Exposición "Los Machado. Retrato de familia", cuya visita recomiendo a todos los públicos, especialmente a los escolares y universitarios, para que nunca más a ningún españolito que venga al mundo, lo tenga que guardar Dios, porque una de las dos Españas, le tenga que helar su corazón. 


Desde la Exposición en Sevilla “Los Machado. Retrato de familia” orientamos nuestro sextante con el Aula de la Experiencia de la tierra de Villalón hacia la iglesia de Santa María la Blanca, pasando por algunos de los templos de la cerveza sevillana,  pero "tan magna experiencia" formará parte de otra interesante historia. Finalizado tan grato día en la capital hispalense acompañamos al Aula de la Experiencia de la tierra de Villalón en su viaje de vuelta a la tierra de Villalón.


Desde la capital hispalense, para el blog de mis culpas...