A la memoria de mis amigos José Antonio Pérez Dávila y Paco Guardado
Manuel Fernández Gamero
Eran las cinco en punto de la tarde del pasado 18 de diciembre cuando el badajo externo de la campana del Ayuntamiento golpeaba con su tradicional timbre seco y sonoro su gruesa pared de bronce, anunciándonos que en breve iba a comenzar en la Casa de la Cultura una interesante y didáctica conferencia bajo el nombre "Reconstruyendo el retrato familiar de los Machado", donde brillará con luz propia la figura de Antonio Machado junto con su hermano Manuel en el seno de una de las familias más cultas de la Sevilla de la época.
Casa de la Cultura de Morón con su portada plateresca que fuera construida por los Marqueses de Pilares en 1735. Fue la casa del poeta-ganadero de la Generación del 27 Fernando Villalón. Desde el año 2000 es la Casa de la Cultura de Morón de la Frontera y sede de la Fundación Fernando Villalón.
Tan magno acto cultural estuvo organizado por el Aula de la Experiencia de mi pueblo. La conferencia estuvo a cargo de nuestro paisano Manuel Fernández Gamero, poeta, cantautor, maestro de primaria, profesor de secundaria y doctor en Filología Hispánica por la Universidad Hispalense, además de fundador de la revista literaria "Almazara" en 1981 y miembro de la Fundación Machado, que hizo que las dos horas de duraciónde su conferencia se pasaran volando. Tan magna empresa sólo se encuentra al alcance de docentes con una enorme vocación para formar las mentes y Manuel es uno de ellos.
Manuel Fernández Gamero continúa siendo un gran estudioso de nuestro folclore, teniendo además el honor de haber recibido la máxima distinción de su pueblo en 2024 “Medalla de Oro de Morón”, habiendo proyectado su magisterio como ponente en diversos congresos celebrados en España, Alemania y México.
Comenzó la conferencia recordando a dos amigos que ya no se encuentran entre nosotros: José Antonio Pérez Dávila y Paco Guardado. También recordó Manuel a un profesor de literatura de su época de estudiante llamado don Venancio Iglesias, antiguo fraile, que les leía en los Jardines de la Carrera poemas de Miguel Hernández "Vientos del pueblo" y de otros autores, prohibidos en aquella época del tardofranquismo, lo que nos recuerda de alguna manera la Institución Libre de Enseñanza fundada por Giner de los Ríos y Cossío para desprenderse de los dogmas religiosos que impedían el progreso.
Patio de la Casa de la Cultura de Morón el 23 de mayo de 2016 [antigua casa de don Jerónimo Villalón-Daóiz Halcón, hermano del ilustre poeta don Fernando Villalón], donde su amigo Jacques Issorel dio una magistral conferencia sobre su libro “Últimos días en Colliure, 1939 y otros estudios breves sobre Antonio Machado”.
Manuel Fernández Gamero me recuerda de alguna manera [salvando las distancias] al universal poeta Antonio Machado.
" Es en el buen sentido de la palabra, bueno"
Me contaba otro antiguo alumno suyo [José María] que será futuro profesor de historia en un centro escolar de Morón [llamado precisamente Antonio Machado], que durante una excursión a Salamanca del antiguo Instituto Nacional de Enseñanza Media, un profesor llamado don Venancio Iglesias los llevó al antiguo cementerio de Salamanca donde se encuentra la tumba de don Miguel de Unamuno [aquel que se enfrentó dialécticamente en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca a Millán Astray, dejando como legado la famosa frase "Venceréis, pero no convenceréis".
¡Aquella grata experiencia de la visita a Unamuno que me recordaba José María hace unos años no se olvidará nunca!
Volviendo a la también magistral conferencia de nuestro amigo Manuel que no dejó indiferente a nadie de los allí asistentes al ser un acto significativo en la vida cultural de nuestro pueblo.
Se ha construido una imagen equivocada de los dos hermanos Machado que eran amigos entrañables que jamás renegaron el uno del otro.
Manuel Machado arrastrará una carga negativa, desde que le pillara el alzamiento en Burgos y le hiciera un poema a Franco, mientras que Antonio representaba a una mejor España progresista y a la gente con valores. Antonio será considerado un hombre íntegro hasta las últimas consecuencias cuya vida llegó a ser tan intensa como su obra, y ésta tan profunda como su propia existencia.
Los hermanos Machado nacen en el seno de una familia muy culta. Su abuelo Antonio Machado y Núñez era además de liberal y progresista de su época, médico, antropólogo, zoólogo y geólogo siendo nombrado rector de la Universidad de Sevilla.
Se le relaciona con los progresistas y participa en la Gloriosa de 1868. Su progresismo irá encaminado a intentar gestionar un sistema estable que hiciera avanzar aquella España como ocurría en el resto de Europa. Incluso su abuelo Antonio Machado y Núñez se marcha a estudiar a la Sorbona de París para seguir ampliando conocimientos.
Antonio Machado y Núñez, escritor, antropólogo, folclorista y seguidor de las teorías darwinianas será el sostén de la casa de los Machado mientras que su mujer Cipriana se ocupará del cuidado de su familia. El abuelo de los Machado será el que pague la casa que habitan. Sin la influencia de su abuela Cipriana, ni Manuel ni Antonio hubiesen escrito. Cipriana Álvarez Durán les leía a sus nietos romances antiguos que irán calando en el imaginario popular de los poetas. También era además pintora ya que la enseñanza nunca daba para vivir. José era pintor por la influencia familiar.
El padre de los Machado Antonio Machado Álvarez será conocido como "Demófilo", el amigo del pueblo, rescatando del saber popular todo lo que pudiera transmitirse como los romances, refranes, coplas y cantes flamencos, yendo a sus fuentes originales, es decir a los cantaores.
Monumento a Silverio Franconetti en la tierra de Villalón
Antonio Machado Álvarez se entrevista con Silverio Franconetti quien malvive en un café cantante para dignificar el cante flamenco. Silverio será uno de los grandes cantaores del flamenco de todos los tiempos.
El 22 de mayo de 1873 se casa Antonio Machado Álvarez con Ana Ruiz. Tuvieron cinco hijos, entre ellos los conocidos Manuel y Antonio Machado.
Si Antonio Machado Álvarez no hubiese entrevistado a Silverio se hubiese perdido ese importante legado. Silverio aprendió del Fillo, sentando las bases para que siempre se tenga que citar al padre del flamenco.
Silverio Franconetti se trasladó de niño a Morón de la Frontera (Sevilla), donde conoció a El Fillo, gran cantaor que sería su maestro, como nos recuerda Manuel Fernández Gamero quien mencionaba el profundo estudio del libro "Silverio Franconetti y los Fillos. Un viaje por la historia del flamenco" del paisano e investigador flamenco Luis Javier Vázquez Morilla.
Antonio Machado Álvarez funda la revista Folklore "saber del pueblo" siendo amigo de Luis Montoto y Alejandro Guichot.
En 1870 se licenciaba en Derecho y en 1871 en Filosofía y Letras doctorándose en ésta última en 1873
Aunque escribió una Enciclopedia no hay una calle en Sevilla dedicada a "Demófilo".
La vida es un cigarrillo,
humo, ceniza y candela,
unos la fuman deprisa
y algunos la saborean.
En sus comienzos Manuel Machado era el más conocido de los dos hermanos. En 1907 publica "Alma", de aspecto modernista. Manuel era muy bohemio y mujeriego. Tiene que volver de nuevo a Sevilla para terminar el bachillerato "Filosofía y Letras", relacionándose con gente importante y cabales del flamenco.
Expediente académico de Manuel Machado [1895-1914]
Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Sevilla)
Manuel Machado comienza a conocer en Sevilla los cantes, la soleá de tres versos y la seguidilla. Y por fin, sienta la cabeza con Eulalia Cáceres, mujer muy religiosa. Manuel se marcha a Madrid y viaja a París para trabajar como traductor para la Editorial Garnier. Allí convive con Rubén Darío y conoce al escritor británico más importante de los años treinta Oscar Wilde. Conoce también a uno de los grandes poetas del simbolismo francés Paul Verlaine. En París obtiene un importante bagaje cultural hablando en francés, inglés y traduciendo al español para América.
Manuel Machado oposita al Cuerpo de Bibliotecarios y Archivero en 1913, obteniendo plaza en la Biblioteca Nacional de Madrid y otra de Archivero en el Ayuntamiento de Madrid. Su hermano Antonio estaba estudiando y consigue sacar el bachillerato. Conoce también a Ruben Darío. Francia en ese momento es la "Ciudad de la Luz" ya que todos los grandes escritores pasaban por París.
A Antonio le pilló el alzamiento en la zona republicana mientras que a Manuel le pilló en Burgos, la capital del bando sublevado, siendo de las primeras ciudades que se adhirió al golpe de Estado de 1936. Manuel no tuvo más remedio que adaptarse al mundo franquista para poder sobrevivir. Cómo Manuel era hermano de un rojo, fueron a por él y lo meten en la cárcel de Burgos que era de las más malas para los presos republicanos.
En Burgos se encontraba José María Pemán y Eugenio D´ors [falangistas], aconsejándole escribir para el régimen o podía terminar en las tapias del cementerio. Intentaron que Manuel influyera en una retractación de su hermano Antonio, pero éste fue íntegro hasta la últimas consecuencias.
Manuel Machado había sido el autor del primer himno a la República en 1936. Pero las circunstancias le obligan a recitar un poema a Francisco Franco, al general Mola y a José Antonio Primo de Rivera, posiblemente para salvar la vida, lo que no sería bien visto por las izquierdas. José Machado, hermano tercero criticará a su hermano Manuel por escribirle dicho poema al dictador.
En aquel contexto histórico Manuel Machado se atrevió a hacerle un homenaje a su hermano Antonio en ABC.
ECOS
«!Chopos del camino blanco, álamos de la ribera!
¿Qué tiene este verso, madre,
que de ternura me llena,
que no lo puedo decir
sin que el corazón me duela?
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera!
¿Qué tienen, madre, qué tienen
estas palabras que suenan,
tan dentro de mi pecho,
y tan lejos y tan cerca…
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera!
¿Qué dicen, sin decir nada…?
Sin contar nada, ¿qué cuentan…?
De estas palabras sencillas
¿qué puso Antonio en las letras?
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera!
Cuando en mis labios las tomo
y hasta mis oídos llegan…
¿por qué lloro sin consuelo?
Y ¿por qué lloro sin pena?
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera!».
La poesía de Manuel Machado es más sonora que la de Antonio. Sin embargo, los poemas de Antonio se encuentran cargados de sentimientos que llegan hasta el alma. Pero es necesario que poner en valor la poesía de Manuel Machado. Y para ello hay que leerlo.
Antonio se convertirá en el símbolo de la mejor España y de la gente con valores que pretendía el progreso en su época, para que avanzara como Francia. La Institución Libre de Enseñanza fundada por Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío no era anticatólica sino que tan sólo pretendían que catedráticos y profesores pudieran enseñar en libertad sin los dogmas de la iglesia que creían por ejemplo que el hombre fue creado por Dios y no producto de la evolución como manifestaba el naturalista inglés Charles Darwin. La Institución Libre de Enseñanza pretendía liberar el pensamiento de las personas encorsetado por los dogmas de la Iglesia.
"El hombre es creado por Dios y no como producto de la evolución".
Juan Ramón Jiménez no volverá a pisar España [murió en Puerto Rico, 1958].
Luis Cernuda murió en el exilio [murió en México, 1963].
Rafael Alberti volverá tras la muerte del dictador [1977].
Antonio Machado demostró que no es incompatible ser creyente con ser republicano, aunque su visión se decanta más por el Jesús hombre y de los milagros y no por el desgarrador sufrimiento de Jesús en la cruz que predomina en la Semana Santa.
La saeta de Antonio Machado [uno de los poemas más hermosos de "Campos de Castilla"] será musicalizada y universalizada por Joan Manuel Serrat en 1969 convirtiéndose en un verdadero himno para la Cofradía de los Gitanos , siendo una de las más interpretadas durante la Semana Santa.
"La Saeta" de Joan Manuel Serrat sobre un poema de Antonio Machado trasciende a su autor y forma parte del pueblo".
¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
Saeta popular
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
"La Saeta" de Antonio Machado
Manuel Machado, Miguel Primo de Rivera [con capa], Antonio Machado y José Antonio Primo de Rivera en el Hotel Ritz de Madrid con motivo de las cien representaciones de "La Lola se va a los puertos" un 26 de noviembre de 1929.
Comienza la Guerra Civil y Antonio conocedor de la muerte de Federico García Lorca le dedica la elegia “El crimen fue en Granada” que se publica el 17 de octubre de 1936.
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada
Antonio Machado es evacuado por el Gobierno de la República desde Madrid llegando a Valencia el 24 de noviembre de 1936 siendo instalado en Rocafort donde ya se aprecia su mermada salud y desde allí a Barcelona [Hotel Majestic y la Torre de Castanyer]. Ante el avance de las tropas rebeldes es evacuado llegando a Collioure el 28 de enero de 1939 sin nada pero siempre demostrando su integridad y compromiso con la República.
El 22 de enero, tres días antes de la caída de la capital catalana, Machado y su familia forman parte del convoy que se dirige a la frontera francesa. La noche del día 27 atraviesan Port Bou bajo la lluvia. En la estación de Cerbére extenuados y tiritando de frío, pasan la primera noche en tierra francesa en un vagón olvidado en una vía muerta. Al día siguiente, el 28 de enero, la familia Machado toma el tren hasta Collioure acompañados de Corpus Barga. La madre de Machado preguntaba al oído a Corpus Barga:
“¿Llegamos pronto a Sevilla?”
Llegó a Collioure el poeta con su anciana madre, su hermano José y la esposa de éste, Matea Monedero, un 28 de enero de 1939. Jacques Baills jefe de la estación de Perpiñán vio llegar el 28 de enero de 1939 a cuatro personas vestidas de negro en el andén. Allí conoció a Antonio Machado. Le preguntaron si conocía un hotel y éste le señaló el Hotel Quintana donde se alojaba. Jacques Baills llevaba a su madre en brazos. Cuando llegaron observó el nombre de Antonio Machado en la lista del hotel y le preguntó si era el poeta que había leído.
Me atreví a preguntarle si el profesor que estaba en el hotel era Antonio Machado, el poeta que conocía. Y entonces sin darse importancia ni nada, sin ni siquiera sonreir, me dijo:
-Sí, soy yo”
Jacques Baills
"De repente Baills se vio enfrente de un poeta cuyos poemas había copiado a mano en su cuaderno de alumno de clases nocturnas para adultos, que se había aprendido de memoria».
Por primera vez desde que salieron de Barcelona, Machado y su familia duermen en una cama en el Hotel Bougnol-Quintana. Los sufrimientos físicos y morales que tuvo que soportar Antonio Machado desde que salió de Madrid agravaron una salud ya precaria. Gran fumador, enfermo de corazón, el poeta ve con toda claridad que tiene un organismo gastado y que carecían de todo al llegar a Francia.
Josep María Corredor le comentó a Jacques Issorel que había en Perpiñán un señor que había tratado a Antonio Machado en Collioure durante la breve estancia del poeta en el Hotel Bougnol-Quintana. Gracias a Josep María, conocería días después a Jacques Baills, el antiguo jefe suplente de la estación de Collioure que vio bajar del tren de las cinco y media de la tarde, procedente de Cerbére, aquel 28 de enero de 1939 a Antonio Machado, su madre, Ana Ruiz, su hermano José y Matea, la esposa de éste. Baills les orientó hacia el Hotel Pauline Quintana, donde él mismo se alojaba.
La humilde tumba de Antonio Machado se ha convertido en una especie de capilla sixtina laica en el pequeño pueblo francés de Collioure donde cada año se movilizan los hijos de los republicanos, colegios con sus profesores y alumnos, universitarios o turistas para dejar simplemente unas flores, unas estrofas, cartas y mensajes en el mítico buzón, que lee y archiva la Fundación Antonio Machado de Collioure con el objetivo de mantener vivo el recuerdo del poeta, su obra y pensamiento.
RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura1 el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera1,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura1 el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera1,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Tras la muerte de Antonio Machado
José María Pemán puso a disposición de Manuel Machado su Bugatti Type 57 con su chófer Raúl para que fuera trasladado a Collioure donde se encontraba enterrado su difunto hermano Antonio Machado, según el libro “Mi querido hermano”, de Joaquín Pérez Azaústre.
La mañana del sábado 25 de febrero de 1939, Manuel Machado aislado en Burgos recibe la noticia de que su hermano Antonio acaba de morir. Manuel, pidió un salvoconducto para viajar a París, donde dice que ha muerto su hermano Antonio. En el camino conoce la realidad: su hermano ha muerto en Collioure. Cuando llegó se encontró que su madre Ana Ruiz también había muerto.
Manuel se metió en el cementerio y estuvo dos días sin salir. Su hermano Antonio había representado a la otra España vencida, que había seguido a la República al exilio con todas sus consecuencias. Manuel no sólo había perdido a su querido hermano Antonio, también había perdido para siempre a su mejor compañero tanto en la vida como en la literatura. Los dos hermanos habían encarnado la tragedia de un país sumergido en el fanatismo ideológico "una de las dos Españas, ha de helarte el corazón".
Cabe la vida entera en un soneto
empezado con lánguido descuido,
y, apenas iniciado, ha transcurrido
la infancia, imagen del primer cuarteto.
Llega la juventud con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.
Maduros, a mirar a ayer tornamos
añorantes y, ansiosos, a mañana,
y así el primer terceto malgastamos.
Y cuando en el terceto último entramos,
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto… Y que nos vamos.
Manuel Machado
Los hermanos Machado fueron separados trágicamente por la Guerra Civil que los puso en bandos diferentes representando para muchos a una de las dos Españas.
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Poema LIII de Proverbios y Cantares
Campos de Castilla
Antonio Machado al estar en el bando republicano no llegará a revalorizarse hasta los años 70 ya que el franquismo infravaloraba a los poetas vinculados con la República.
La Exposición "Los Machado. Retrato de familia" pone las cosas en su sitio con respecto a la familia Machado. Una exposición que lleva más de 300.000 visitantes prorrogándose hasta comienzos de enero de 2025. Pero eso formará parte de otra interesante historia.
Desde la Casa de la Cultura en la tierra de Villalón, en grata compañía con nuestro querido paisano y amigo Manuel Fernández Gamero, para el blog de mis culpas...
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