Enrique el Navegante fue el promotor de la Ruta de los Descubrimientos, pero también lo fue de la Ruta de la Esclavitud en Portugal, uno de los capítulos más oscuros no sólo de Portugal, sino de la historia de la Humanidad.
Breve introducción
A partir de 1444, predomina el comercio portugués con la costa Occidental africana. El infante Enrique [1364-1460] era el quinto hijo del primer rey portugués de la dinastía de Avis, João I.
Enrique el Navegante fue nombrado administrador de la Orden de Cristo, que sucedió a la Orden del Temple, cargo que ostentaría hasta el final de sus días. El hermano mayor de Enrique “El Navegante” sube al trono tras la muerte de su padre y le entrega a éste un quinto de todos los beneficios comerciales de las zonas descubiertas, así como el derecho a explorar más allá del Cabo Bojador.
Enrique el Navegante favoreció las investigaciones científicas y el desarrollo de la cartografía, patrocinando viajes de exploración para construir nuevas colonias en el Atlántico y África Occidental. Reunió en Sagres a un grupo de científicos y navegantes que diseñaron la carabela, lo que ayudó a iniciar la Era de los Descubrimientos.
Enrique el Navegante impulsó la Escuela de Navegación de Sagres, donde al parecer estuvo Vasco de Gama [quien abrió la Ruta del Cabo al llegar a la India el 20 de mayo de 1498] Cristóbal Colón [descubridor de América el 12 de octubre de 1492] y Fernando de Magallanes [quien dio la Primera Vuelta al Mundo con Juan Sebastián Elcano], ya que su puerto servía no sólo de abrigo para las naves siendo que además, era un lugar geoestratégico para el inicio de muchas expediciones marítimas.
Pero, también Enrique el Navegante amparó la esclavitud y contribuyó a la despoblación de numerosos pueblos africanos con el apoyo de las razzias portuguesas que permitían la captura de sus habitantes como esclavos. De ahí vendrá la superioridad de los blancos sobre los negros y el posterior racismo, cuyo fundamento se amparaba en la crueldad que permitía a unos seres humanos la captura de otros, para ser tratados como animales y ser subastados como esclavos para trabajar hasta su muerte. Muchas familias fueron separadas y destrozadas, siendo las esclavas objeto de violencia sexual.
Aunque Enrique el Navegante fuera considerado un héroe durante su vida, su reputación ha decaído durante los últimos años con la reevaluación del daño que ha producido la colonización europea y la esclavitud en las poblaciones locales de todo el mundo.
Unas gaviotas tan libres como el viento nos daban cada mañana la bienvenida en nuestro balcón de Portimao, recordándonos que no se nos debe de olvidar nuestra visita al Museo de Escravos, en el vecino pueblo de Lagos.
En nuestra particular ruta por el Algarbe [Al Gharb o parte occidental de la Península ibérica en tiempos de Al Ándalus] colocamos nuestro sextante didáctico en Lagos, ciudad histórica del suroeste de Portugal, famosa por sus bellas playas y exquisita gastronomía.
Aprovechamos los vientos alisios que nos acercaron a Sagres y el Cabo de San Vicente como el "finis terrae" de Portugal y de Europa Meridional.
Pero lo que actualmente es un paraíso natural para los turistas y autocaravanas llegó a ser en tiempos pretéritos un lugar donde atracaban grandes barcos negreros. No todo era oro y marfil lo que transportaban los barcos portugueses durante la Era de los Descubrimientos, sino que también transportaron esclavos.
Detalle de la garita. Fachada principal de la fortaleza
Los desafortunados esclavos entraban desnudos desde el puerto de Lagos hasta el Fuerte da Ponta da Bandeira [construido entre 1680 a 1690], una de las fortalezas más avanzadas de todo el Algarbe.
De planta cuadrangular cuenta con gruesas murallas y una única entrada con fosos defensivos y un puente levadizo con garitas defensivas cilíndricas en sus esquinas como baluarte defensivo.
Desde la fortaleza los esclavos eran pasados en fila india hasta el recinto del Castillo del Gobernador donde se le colocaban los grilletes para posteriormente ser vendidos en la plaza frente al Mercado de Escravos [actual Museo homónimo] donde esperaban los mercaderes ingleses, franceses y españoles para su compra.
Es curioso como una sociedad tan fervientemente católica no considerara pecado el comercio de esclavos movido por intereses económicos.
Postura de la Iglesia
Durante la Edad Media y Moderna, la esclavitud llegó a justificarse por parte de la Iglesia apelando a la concepción aristotélica que la mencionaba con naturalidad en la organización socioeconómica de las polis griegas de su tiempo y la servidumbre natural de los hombres.
El comercio de esclavos reportó a Enrique el Navegante riquezas y gloria, siendo felicitado y aplaudido por haber encontrado una nueva fuente de riqueza, dañando a las redes comerciales islámicas y dando a los paganos la oportunidad de conocer la fe cristiana. Unos argumentos que se utilizaron para justificar el colonialismo de quienes lo llevaron a cabo en los siguientes 400 años. Es significativo que el papa [Calixto III], en una bula, mencionaba a Enrique como “nuestro querido hijo” y un “verdadero soldado de Cristo” (Cliff, 99).
Con la mentalidad de la época sostenida bajo la influencia aristotélica, las altas instancias del Estado, la aristocracia y la Iglesia verán con normalidad que la sociedad del siglo XVI tuviera esclavos, considerándolos como bienes materiales y signo de distinción social.
Los esclavos negros que procedían de Lisboa y el Algarbe llegaban también a Sevilla a través del Guadalquivir hasta el Puerto de las Muelas y desde allí, hasta las gradas de la Catedral y Plaza de San Francisco, donde los mercaderes realizaban sus "operaciones mercantiles".
En 1537 la Iglesia prohibió la esclavitud de los amerindios. Pero, no será hasta 1839 cuando haga lo mismo con la esclavitud africana.
Enrique el Navegante fue incluso felicitado por Ia Iglesia "por dar a los paganos la oportunidad de conocer la fe cristiana”.
Al pasar por la Plaza de Enrique el Navegante nos sorprendía lo que fue el primer Mercado de Esclavos [Escravos] de Europa, lo que nos daba a entender que Lagos ha tenido su cara oculta en la trastienda de la historia, que al igual que Lisboa, permanece en la amnesia colectiva: la esclavitud de seres humanos durante su expansión colonial obliga a Portugal a enfrentarse con su lacerante pasado.
El edificio conocido como el antiguo Mercado de Escravos de Lagos se encuentra ligado a la Era de los Descubrimientos.
Al entrar en el Museo de Escravos de Lagos se me vino al pensamiento la película "Raíces":
Una novela escrita por el escritor estadounidense Alex Haley que fuera publicada en 1976, que nos cuenta la historia familiar de Haley a lo largo de siete generaciones.
Kunta Kinte es secuestrado de su África natal por cazadores de esclavos y lo envían a América del Sur donde es humillado, vendido, comprado, martirizado y explotado. Aprende a la fuerza un nuevo idioma y se casa con Bell, otra esclava con quien tendrá descendencia: Kizzy. Desde muy pequeña la niña escucha una y otra vez la historia de su familia en África porque Kunta Kinte no quiere que su hija olvide sus orígenes: Kunta Kinte viene de Juffure, donde hay un río cerca llamado Kamby Bolonga... Pero quiere el destino marcado por el hombre blanco sin escrúpulos que Kizzy sea separada de sus padres, violada por su nuevo amo y convertirse en la madre de un mulato: Gallito George. Gracias a la insistencia y el amor que Kunta Kinte tuvo con sus orígenes, la historia familiar permanece viva en generaciones futuras…
Todo comienza en agosto de 1415, cuando una flota portuguesa compuesta de 200 barcos, comandada por Enrique el Navegante, zarpaba de Lagos para atacar Ceuta. Será el comienzo de la expansión portuguesa. Ceuta será tomada por los portugueses el 21 de agosto de 1415 dando comienzo el colonialismo en África.
La Era de los Descubrimientos desencadena el tránsito del comercio, técnicas e ideas que darán lugar al comienzo de la globalización. Una de las primeras consecuencias será el comercio y tráfico de esclavos desde Lagos y Lisboa hasta Europa y, en mayor medida, su transporte a las colonias americanas.
Monumento a Gil Eanes en Lagos "Algarbe" [10 de mayo de 1969]
Gil Eanes descubrió el Cabo de Bojador en 1434, denominado hasta entonces "El Cabo del Miedo".
En 1434, el navegante y explorador portugués Gil Eanes, natural de Lagos, doblaba por vez primera el cabo Bojador, que hasta entonces ningún europeo se había atrevido a rodear, siendo el punto más lejano conocido por los europeos en África. A partir de esa fecha los portugueses comenzaron a establecerse en las zonas costeras de África occidental protegiendo su emporio comercial e importando no sólo especias, marfil y oro, sino también esclavos.
Desde que Mansa Musa I (r. 1312-1337), gobernante del Imperio Malí [Tombuctú] visitó El Cairo en 1324 y sorprendió a todos con la cantidad de oro que llevaba su séquito, los europeos daban vueltas a la idea de que el corazón de África contenía minas de oro fabulosamente ricas. Se dice que con Mansa Musa entró tanto oro en El Cairo que se desplomó el precio del oro durante una década.
Para mayor ignominia de la historia lusa, también los barcos portugueses transportaban esclavos hacinados en las carabelas. A partir del siglo XVII se utilizarán los barcos negreros que podía acumular en sus bodegas una cifra cercana al millar de seres humanos.
Las ágiles y rápidas carabelas estaban armadas con poderosos cañones fabricados en bronce contra posibles piratas musulmanes, a los que barrían sin piedad, pudiendo navegar contra el viento y realizar viajes oceánicos con abundante mercancía. Estos navíos comenzaban a reemplazar a las rutas de caravanas existentes a lo largo de la costa africana que atravesaban el tórrido desierto del Sahara y el Sahel.
Una figura sin rostro simboliza a todos aquellos que sufrieron la esclavitud pero cuyos nombres se han olvidado con el paso del tiempo.
Museo de Escravos en Lagos, Algarbe
A partir de 1444 Lagos tuvo el dudoso honor de ser el primer lugar donde se vendió el primer cargamento de esclavos africanos, posiblemente el primer mercado de seres humanos de Europa. Las páginas de la historia nos recuerdan que en esa fecha una expedición al mando de Lançarote de Lagos raptó a 235 esclavos negros en las costas de Senegal y Gambia.
En Lagos se construyeron navíos para proseguir la Ruta de los Descubrimientos portugueses.
Símbolo de la época de la expansión marítima portuguesa. Cabe imaginar que lo primero que verían los navegantes y desafortunados esclavos al llegar a Portugal sería el Cabo de San Vicente y la Torre de Belem, al llegar a Lisboa por mar.
En 1512 el rey Manuel I emitió un decreto por el cual todos los esclavos tendrían que desembarcar en Lisboa.
Si Lagos fue pionero en la Era de los Descubrimientos como logro de la navegación, también será tristemente conocido por haberse instalado el primer mercado de esclavos de Europa proveniente de África Occidental bajo el patrocinio del Príncipe Enrique el Navegante en el año 1444, quien tendría derecho a una quinta parte del valor de la mercancía.
En 1526, Portugal transportó su primer cargamento de esclavos a Brasil, iniciando así el comercio transatlántico de esclavos.
Lagos desempeñó un papel fundamental en el tráfico de esclavos debido a su situación estratégica a lo largo de las principales rutas esclavistas de la época donde se descargaban aquellos desafortunados capturados en África Occidental, que para más sufrimiento eran separados de sus propias familias.
Los hijos de las esclavas nacían esclavos
Unos hechos históricos que llevarán a Portugal algún día a afrontar su pasado colonial y esclavista con rigor [al igual que Francia, Inglaterra, Holanda y España] mediante un debate real sobre la esclavitud, trabajos forzados posteriores y el racismo actual. Un verdadero negocio lucrativo para la Corona portuguesa, dueña de aquel tráfico humano.
Mientras que los reyes de Portugal estimulaban el comercio de esclavos, la reina Isabel la Católica dictaba su testamento el 12 de octubre de 1504 ratificado en posterior codicilo en Medina del Campo el 23 de noviembre de 1504 [tres días antes de morir], que servirá de base para las Leyes de Indias:
“Que los indios sean bien y justamente tratados”
Carlos V continuó con la misma política al prohibir esclavizar a los indios bajo cualquier circunstancia.
Y Felipe II promulgó una Real Cédula del 29 de noviembre de 1593: «Ordenamos y mandamos que sean castigados con mayor rigor los españoles que injuriaren, ofendieren o maltrataren a los indios, que si los mismos delitos se cometiesen contra los españoles».
Con la mentalidad esclavista de la época, sería impensable que en Portugal e Inglaterra se dieran circunstancias similares al testamento de Isabel la Católica o a la Controversia de Valladolid, ocurrida entre el 15 de agosto de 1550 al 4 de mayo de 1551 en el Colegio de San Gregorio.
En Valladolid se enfrentaron dos formas antagónicas de concebir la conquista de América:
Sepúlveda como portavoz de los ricos encomenderos defendía el imperialismo tradicional, la de un pueblo dominador que ejerce la explotación sobre el dominado. Defendía incluso la guerra contra los indios para lograr su conversión forzosa al cristianismo con la finalidad de equiparar sus costumbres a las de las sociedades europeas. La postura de Sepúlveda era importada del pensamiento de Aristóteles, que justificaba la esclavitud. Para Sepúlveda los indios eran gentes bárbaras que se encontraban situados en un escalón inferior, lo que justificaba la dominación de un pueblo civilizado como España. Sepúlveda presentaba a los indios como caníbales que no conocían la rueda siendo causa de una guerra justa.
Bartolomé de las Casas sin embargo defendía a ultranza a los pacíficos indios que de repente se vieron violentados por una jauría de codiciosos y sanguinarios encomenderos que veían en el indio una mano de obra esclava. De las Casas sostenía que la única causa que justificaba la presencia española en América era la evangelización, tal como recogía el testamento de Isabel la Católica. Y dicha evangelización no podía sostenerse por la fuerza sino por medios pacíficos. Ampararse en la fe para conquistar a unos pueblos incultos tergiversaba el espíritu de la conquista. De las Casas ponía como contraargumento que ningún castigo podía aplicarse a los indios bajo la jurisdicción de la Iglesia y súbditos de la Corona. Los indios necesitaban una convivencia pacífica con los españoles bajo una importante labor evangelizadora.
De las Casas contradecía los argumentos de Sepúlveda manifestando que en muchos aspectos los indios estaban más adelantados que los europeos como en medicina, astronomía o matemáticas.
La Controversia llegó hasta tal punto que Incluso Carlos V le llevó a plantearse abandonar las Indias si se demostraba que la actuación a nivel moral de España era ilícita.
Los caciques africanos esclavizaban a las tribus locales más débiles. En otras ocasiones serán los propios europeos quienes organicen verdaderas cacerías humanas separando familias enteras. Los esclavos africanos serían exportados a las plantaciones de las Antillas, Guayanas, Brasil y el sur de los Estados Unidos. Aunque entre el 12 y el 15% de los esclavos morían durante la travesía, el exceso de carga amortizaba "la inversión" de carne humana. Un trágico negocio que era muy rentable para el comercio de los barcos negreros y de los hacendados.
La posesión de esclavos en Portugal y posteriormente en España e Inglaterra, marcará un signo de elevado estatus social.
En rojo los millones de cautivos africanos
Portugal obtuvo el monopolio del comercio y la exclusividad de navegar hacia el sur, confirmado mediante la bula papal “Aeterni regis”, que fuera otorgada por el papa Sixto IV con fecha de 21 de junio de 1481. Portugal se había adjudicado en el mismo tratado las islas Azores y Madeira, ambos archipiélagos sin nativos. Los esclavos provenientes de África, servirán más adelante para las plantaciones de la caña de azúcar, tabaco y algodón.
En 1455 el Papa Nicolás V le concedió a Portugal mediante la bula "Romanus Pontifex" la propiedad exclusiva de todas las tierras y mares en las regiones que se extienden «desde los cabos de Bojador y de Nao a través de toda Guinea y más allá hasta la orilla meridional»
En 1471, el portugués Fernando Poo pasó por el Golfo de Guinea en ruta hacia la India.
En la firma del Tratado de Alcáçovas en 1479, se acordó el reparto de los territorios descubiertos por ambos reinos en el océano Atlántico. Portugal mantuvo el control sobre sus posesiones de Guinea, Costa del Oro, Madeira, las Azores, Flores y las islas de Cabo Verde. A Castilla se le reconoció la soberanía sobre las islas Canarias.
En 1487, Bartolomé Díaz dobla el cabo de las Tormentas, al que llamará el Cabo de Buena Esperanza.
Alejandro VI (Rodrigo de Borja) estableció mediante la bula “Inter Caetera” una línea imaginaria situada a 370 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde, que dividiría al mundo otorgando a los Reyes Católicos el dominio y monopolio del comercio de las nuevas tierras conquistadas. Las tierras descubiertas al Este de ésta línea imaginaria, serían de propiedad portuguesa, y las del Oeste, serían de propiedad españolas. América quedaba en manos de España mientras Brasil pertenecería a Portugal.
El 7 de junio de 1494 quedará plasmado el acuerdo en el Tratado de Tordesillas entre los representantes de los Reyes Católicos y los del rey Juan II de Portugal.
El 8 de julio de 1497, el explorador portugués Vasco da Gama zarpa de Lisboa con una flota de cuatro embarcaciones, logrando cruzar el Cabo de Buena Esperanza abriendo una nueva ruta marítima desde Europa occidental hasta Asia [Calicut] llegando el 18 de mayo de 1498, y aumentando la zona de influencia portuguesa. Los portugueses habían ejercido una verdadera talasocracia "dominio marítimo".
Monumento al Descubrimiento en Lisboa
Fue construido en 1960 sobre el río Tajo, en Belem, Lisboa. Conmemora los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante. Los autores de la obra fueron el arquitecto José Ángelo Cottinelli Telmo y el escultor Leopoldo de Almeida, en 1960.
Entre otros exploradores y navegantes destacan:
Perfil Oriental: Vasco de Gama, Álvarez Cabral, Fernando de Magallanes y Bartolomé Díaz, entre otros.
Preside el Monumento: Enrique el Navegante.
Perfil Occidental: Gil Eanes y Luis de Camoens
Los portugueses hasta el siglo XV creían que no se podía pasar el cabo Bojador, porque tan sólo existía el vacío y que grandes monstruos marinos hacían desaparecer los barcos.
Desde mediados del siglo XV, cientos de esclavos africanos serían exportados anualmente para Portugal, desde las costas africanas, sufriendo un proceso de culturalización, que incluía el aprendizaje de la lengua portuguesa, catequesis, bautismo, e integración en la sociedad portuguesa. Los esclavos domésticos eran destinados a las actividades domésticas y actividades productivas.
Después de 1500, con el descubrimiento de Brasil, se inicia un desplazamiento de esclavos desde África hacia aquel territorio luso-africanas. Muchos esclavos de las costas de Angola e islas de Santo Tomé y Príncipe, en el Golfo de Guinea serán enviados a Brasil.
A partir del siglo XVII se utilizarán navíos negreros para enviarlos a América, barcos más grandes y más rentables para los esclavistas. Hacinaban un 40% más de carga por aquellos infelices que se arrojaban al mar.
El monumento en Lisboa al Descubrimiento nos da una idea de las rutas de los descubridores entre los siglos XV y XVI que conformaban su emporio comercial.
El monumento tiene forma de una proa de barco donde destaca al frente Enrique el Navegante con una carabela en sus manos. Acompañando a Enrique el Navegante se pueden observar 33 personas entre navegantes, cartógrafos, reyes, frailes y misioneros, matemáticos o pintores, destacando nombres tan ilustres como el poeta Luis de Camoens, Gil de Eanes, Vasco de Gama, Pedro Álvarez Cabral “descubridor del Brasil”, Fernando de Magallanes, Bartolomé Díaz “descubridor del Cabo de Buena Esperanza”...
Al norte del monumento se encuentra situada en el suelo una “Rosa de los Vientos” de 50 metros de diámetros, que fuera regalo de Sudáfrica en 1960. El diseño pertenece al arquitecto Cristino da Silva (1896-1976).
Portugal en la Era de los Descubrimientos ejercía su influencia en medio mundo:
1418 Madeira, 1427 Azores, 1434 Cabo Bojador, 1444 Cabo Verde, 1460 Guinea, 1471 Golfo de Guinea, 1475 Santo Tomé y Príncipe, 1483 Congo, 1483 Angola, 1486, Cabo de Buena Esperanza, 1488 Cabo de Buena Esperanza, 1497 Natal, 1498 Calicut (India), 1500 Madagascar, 1500 Terranova, 1500 Porto Seguro (Brasil), 1502 Cananea, 1505 Ceilán, 1506 Madagascar, 1507 Mauricio, 1509 Damao, 1509 Malaca, 1510 Cantón, 1511 Malasia, 1512 Molucas, 1512 Timor, 1514 Río de la Plata, 1514 Río Perla (China), 1516 Río Ganges y 1525 Palau, 1557, Macao y 1570, Nagasaki, en Japón.
Cabo de San Vicente en el Algarbe portugués
Testigo del tránsito de esclavos desde Lagos hasta Lisboa
Museo de Esclavitud en Lagos, Algarbe
El Museo de Escravos se encuentra en la Plaza del Infante Don Henrique, muy cerca del Forte da Ponta da Bandeira. Su visita nos introduce en un tenebroso túnel del tiempo donde el tráfico de seres humanos era visto con normalidad en las sociedades esclavistas. Una visita que pone los bellos como escarpias, muy difícil de asimilar con la mentalidad actual y que debiera ser tratado con el máximo rigor histórico. Un oscuro capítulo no sólo de Portugal sino de toda la Humanidad.
El Museo de Escravos profundiza en la historia de la esclavitud en Portugal desde su primer transporte en 1444. A través de paneles ilustrativos, mapas y documentos históricos, donde no faltan grilletes con sus cadenas que apresaban a seres humanos como mercancía, nos ilustramos en la medida de lo posible. Una visita que nos demuestra que el hombre siempre ha sido un lobo para el hombre como nos recuerda la locución latina «homo homini lupus».
El Museo de la Esclavitud nos da a entender que Lagos fue un pilar fundamental en la apertura de la ruta esclavista hacia Europa. Los esclavos provenían de Guinea, Cabo Verde, Senegal, el Congo y Angola, siendo cómplices los caciques de los poblados. Los portugueses les daban prebendas como caballos, telas, armas y baratijas a cambio de oro y esclavos como capital humano. Los portugueses no se internaban en el interior de África sino que se asentaban en las costas protegiendo sus emporios comerciales [desde las islas Azores y Madeira hasta la India y Macao], siendo los caciques los que les acercaban los esclavos.
En 1595 se produce una sublevación en Santo Tomé y Príncipe. Un esclavo llamado Amador Vieira desafió al régimen colonial portugués. El 4 de enero fue declarado día festivo en honor a Amador Vieira, quien movilizó a los esclavos de las plantaciones para hacer una nación libre.
"Los Negros", la película que cuenta la historia de los esclavos de Sevilla
Don Gonzalo de Mena y Roelas, arzobispo de Sevilla funda en 1393 el Hospital de la Gracia [para personas de raza negra] y una Hermandad para integrarlos en la sociedad de la época, convirtiéndose en la primera congregación religiosa de estas características en el mundo. Será conocida a partir del siglo XVIII como la "Hermandad de los Negritos siendo anteriormente conocida como la Hermandad "de los Morenos".
Hasta el siglo XIX no podían pertenecer a esta hermandad personas que no fueran de raza negra.
Terminada conquista de Granada, España necesitaba encontrar una vía marítima que les permitiera llegar a las especias por el poniente sin tener que bordear África [en manos de los portugueses que navegaban hacia Asia sin tener que financiar nuevas vías], mientras que el Imperio otomano ejercía su influencia en la ruta terrestre de las especias y Ruta de la Seda, cerrada por completo para el mundo cristiano a mediados del siglo XV.
En España y Europa era necesario conservar la carne y para ello, existía una gran demanda de sal y de pimienta, ésta última procedía de Oriente y de África Occidental en manos portuguesas.
En la Europa medieval se codiciaba como producto de verdadero lujo las especias de Oriente considerada “oro vegetal” cuyo comercio se encontraba monopolizado por las repúblicas italianas y cuyo valor crecía exponencialmente al pasar de mano en mano durante las largas rutas terrestres. Las especias [clavo, canela, nuez moscada, jengibre y pimienta] alcanzan entonces un precio desorbitado, lo que servirá de estímulo para atravesar los océanos desconocidos. Y en eso llegó Colón...
Durante el tercer viaje, Colón mandó cinco buques cargados de indios para España [a 4.500 maravedíes por cabeza]. La llegada de aquel cargamento viviente enfadó a la reina Isabel que sintió gran compasión y una indignación sin límites.
La reina Isabel la Católica había dejado en su testamento tratar a los indios como súbditos castellanos, sin maltratarlos ni esclavizarlos, sino cristianizarlos y civilizarlos. Aunque la Corona intentaba proteger a los indios con leyes humanitarias para la época [Cédula de los Reyes Católicos a Nicolás de Ovando, 16 de septiembre de 1501], cuando los documentos llegaban a América, se convertían en papel mojado, continuando los patrones explotando a los indios en las minas y en los campos de cultivo.
Si los indios no podían ser esclavizados, entonces se puso la vista en el comercio de esclavos negros de Portugal. En 1518 España otorga licencia para transportar esclavos negros desde puertos españoles imponiéndose la conveniencia económica frente a la moral.
Durante el siglo XVI Lisboa exportaba esclavos provenientes del Congo, Senegal, Guinea y Angola. A Sevilla llegaban esclavos negros de Portugal por varias vías: a través del Guadalquivir en naos andaluzas o portuguesas desembarcando en el Puerto de las Muelas [por ser su pavimento muelas de molino] para ser conducidos y encadenados hacia las gradas de la Catedral o en la Plaza de San Francisco donde eran vendidos en pública subasta. O por vía terrestre desde Lagos hasta la frontera onubense, o bien por la frontera de Extremadura «Extrema Dorii».
¿Qué se me da a mí que mis vasallos sean negros? ¿Habrá más que cargar con ellos y traerlos a España, donde los podré vender y adonde me los pagarán de contado, de cuyo dinero podré comprar algún título o algún oficio con que vivir descansado todos los días de mi vida?
Capítulo XXIX de la primera parte del Quijote [1605]
La "S" acompañada de un clavo [esclavo] o DSA [de Sevilla] serán las terribles letras con las que se marcaba en la mejilla de los esclavos con la intención ser identificados.
Miles de barcos negreros con sus bodegas hacinadas de esclavos procedentes de África llegaban a Lisboa y desde allí ponían rumbo a los puertos americanos, donde se vendían los esclavos como mano de obra barata para las plantaciones de azúcar en el Caribe y de algodón en el sur de los Estados Unidos. El precio aumentaba veinte veces, desde África a los puertos de América. Todo el negocio sería financiado por las aseguradoras, grandes hacendados y los grandes bancos.
Muchos esclavos padecían enfermedades como la disentería, el escorbuto, sarampión, malaria y gripe. Y otros, al no poder soportar semejante ignominia contra la dignidad humana se arrojaban por la borda para que la muerte los liberase de tanto sufrimiento. Para evitar que se arrojaran al mar, los esclavistas colocaron redes en el perímetro de los barcos.
Los esclavistas tenían la mentalidad de que "a mayor número de esclavos, mayor sería la cantidad de dinero a embolsar". Las mujeres esclavas eran maltratadas sexualmente por la tripulación y bien vistas por el traficante ya que si quedaban embarazadas tendrían dos esclavos por el precio de uno.
Durante los siglos XVI y XVII Holanda creará su propio monopolio comercial a través de la Compañía de las Indias Orientales y de las Indias Occidentales, con mano de obra esclava, que les proporcionaba enormes beneficios [oro, tabaco, azúcar, cacao, café y algodón], desde Nueva Guinea y sus posesiones en Indonesia y Oceanía.
Los esclavos serán considerados por sus amos como bienes muebles. En 1794, la Francia revolucionaria abolió la esclavitud en las colonias pero será de nuevo reintroducida en las plantaciones del nuevo mundo.
Fue el comerciante de esclavos John Hawkins [1532-1595], quien ejerció a gran escala su “gran carrera como negrero”. Tras su “exitosa primera expedición” [1564-1565], la reina de Inglaterra Isabel I [1533-1603] le prestó un barco para una segunda expedición, cuyo nombre para más inri será “Jesús of Lübeck”. En sus bodegas transportaría cuatrocientos esclavos en 1564. La reina Isabel I sería socio de tan "magna empresa". John Hawkins sería nombrado caballero y en su blasón heráldico llegó a colocar la figura de un negro encadenado.
La demanda de esclavos en las plantaciones de azúcar, café y algodón era tan elevada y el negocio de carne humana tan "fructífero" que los esclavistas fletaban barcos negreros de manera clandestina desde África hacia América. Los barcos negreros iban sobrecargados para amortizar pérdidas mientras que los traficantes de esclavos amasaron ingentes fortunas.
Pero el Museo sobre la Esclavitud de Lagos no sólo nos muestra una importante lección de historia, sino que también honra la memoria de los millones de víctimas sin retorno que han permanecido en la amnesia colectiva de las páginas de la historia. No obstante, la visita al Museo de Escravos nos aporta no sólo un valor emocional sino también esperanza en el futuro, porque se atreve a romper el silencio en torno a la esclavitud.
Muchos países han sido y siguen siendo reacios para afrontar la historia del colonialismo. El tráfico de esclavos debió haber sido considerado siempre como un crimen de lesa humanidad y no haber sido apoyado por las monarquías de las diversas épocas. Por desgracia, muchas legislaciones miraban hacia otro lado e incluso había reyes que se llevaban como socios una parte de las ganancias apoyando esta incalificable empresa que iba contra la dignidad humana.
Un sistema económico de países esclavistas perverso que estuvo basado durante varios siglos en el tráfico de esclavos como mano de obra gratuita en sus colonias. No hace falta recordar las plantaciones de algodón en Norteamérica a partir de 1714 cuando Inglaterra obtuvo el monopolio de esclavos en sus colonias o en el Caribe con plantaciones de azúcar, té, café, cacao, tabaco y algodón, que necesitaban abundante mano de obra esclava.
Eltis estima que entre 1500 y 1840, cerca de 12 millones de esclavos viajaron a América. Mientras que sólo 3,4 millones de europeos viajaron al mismo destino durante ese mismo periodo, lo que nos da una idea de la magnitud de la tragedia.
En 1761, Portugal también será pionera en la abolición del tráfico de esclavos en la metrópoli [no así en sus colonias], declarando libres y emancipados a los esclavos que entraran a Portugal, siendo el primer paso para la abolición de la esclavitud en 1869.
- Inglaterra suspende el tráfico de esclavos el 1807 y la esclavitud el 1833.
- La esclavitud será abolida definitivamente en Francia en 1848.
- La abolición de la esclavitud se convirtió en “casus belli” durante la Guerra de Secesión americana entre la Unión de los estados del Norte frente a la Confederación [11 estados esclavistas del Sur]. En 1865, la 13ª enmienda de la Constitución decretaba el final de la esclavitud en todo EE.UU.
- El 19 de enero de 1880 el Congreso de los Diputados votó la abolición de la esclavitud en Cuba [el último esclavo será liberado en 1886] poniendo así a uno de los hechos más ignominiosos de nuestra historia.
La Doctora en Historia de América por la Universidad de Sevilla Vila Vilar estima que los portugueses transportaron entre 250.000 y 300.000 esclavos africanos, solo entre 1595 y 1640. El puerto de Veracruz, Cartagena de Indias, Buenos Aires y el Caribe serán testigos de la llegada de esclavos negros en la América española.
La abolición legal de la esclavitud traerá durante algunos años el contrabando de seres humanos.
Monumentos a la memoria de millones de personas que perdieron su libertad
Monumento al Renacimiento Africano en Dakar, Senegal
En el barrio Ouakam de Dakar se encuentra el monumento en bronce a la Resistencia Africana, considerado un símbolo de África. Tiene 49 metros de altura y fue diseñado por el arquitecto senegalés Pierre Goudiaby siendo inaugurado el 4 de abril de 2010.
Representa a tres miembros de una familia, que salen de la cima de una montaña: una mujer joven, un hombre, y un niño sentado sobre su brazo derecho que señala con su dedo al mar, y a los africanos al otro lado del Atlántico.
En Gorée existe una escultura de un hombre y una mujer con unas cadenas rotas, simbolizando el fin de la esclavitud. La escultura fue realizada por dos descendientes de esclavos, Jean y Christian Moisa. Fue regalada a la Isla de Gorée de Senegal por el gobierno de una de las islas que recibieron esclavos procedentes de Senegal. No cabe duda de que el monumento enfrenta a Portugal con su pasado colonial que debe ser tratado con el máximo rigor y asepsia.
Posee una superficie de 17 Ha y se encuentra ubicada frente a la costa senegalesa, a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Dakar. La Casa de los Esclavos, es el símbolo de la tragedia de la esclavitud, siendo el lugar más visitado de Senegal, que acoge cada día a centenares de visitantes.
Nombres de calles, casa del gobernador general, fuertes militares, plazas, casas, monumentos y el Museo Casa de los Esclavos dan fe de la trata de esclavos durante los siglos XV al XIX.
La “isla de la memoria” es un símbolo para la conciencia universal de la trata esclavista, con su rastro de sufrimiento, lágrimas y muerte”, reza la descripción del sitio. Numerosas personalidades, como el presidente sudafricano Nelson Mandela, el papa Juan Pablo II o el presidente estadounidense Barack Obama, también han contribuido al renombre de la isla que durante más de tres siglos aprovisionó a los mercados esclavistas de los Estados Unidos, el Caribe y Brasil.
Desde 1444, los portugueses la utilizarán la isla de Gorea “Good Rade o refugio seguro” como puerto de atraque para sus barcos, construyendo en 1536 una de las primeras casas de esclavos. Llegaron a funcionar hasta 28 casas de esclavos siendo la más grande construida por los holandeses en 1776.
Tras la abolición de la esclavitud en Francia y sus colonias en 1848 comienza el declive económico de la isla.
Monumento Nacional por la Paz y la Justicia en Montgomery, Alabama, en honor a las víctimas de la supremacía blanca en Estados Unidos.
Consecuencias
La esclavitud de hombres y mujeres jóvenes también afectó la demografía de África occidental como inmenso crisol de pueblos, culturas y civilizaciones. Además, algunos países y tribus africanas, principalmente por ganancias financieras o políticas a corto plazo, también participaron en la trata de esclavos, un hecho que arruinó para siempre las relaciones interafricanas. Los efectos de la esclavitud en los pueblos de África fueron devastadores, al perder su población varios millones de personas.
La esclavitud jugó un papel importante en la prosperidad de los países europeos involucrados, particularmente de Reino Unido, lo que contribuyó al rápido desarrollo de las industrias financieras, marítimas y manufactureras que financiaron su progreso tecnológico [la máquina de vapor de James Watt, fue financiada por propietarios de plantaciones de azúcar en el Caribe].
Sin embargo, el legado más duradero, inmoral e inhumano de la trata transatlántica de esclavos será el racismo como consecuencia de la esclavitud. Para legitimar la esclavitud, el imperialismo occidental presentó a los negros como "subhumanos" incivilizados e inferiores. Esto fue siglos antes de lo que hicieron los nazis para justificar su genocidio del pueblo eslavo y judío.
Tras la abolición de la esclavitud, comenzaba la segregación racial...
La Asociación de los Descendientes de Africanos [DJASS], promueve la construcción de un monumento en Lisboa como homenaje a las personas esclavizadas. Entre 1501 y 1866 más de 12,5 millones de esclavos fueron llevados a la fuerza de África a las Américas. Casi la mitad salieron de tierras bajo dominio portugués.
En 1997, la UNESCO estableció el día 23 de agosto como el Día Internacional de la Memoria del Tráfico de Esclavos y de su abolición como homenaje a todos los que lucharon por la libertad.
El Observatorio Internacional de Derechos Humanos de Portugal le otorgó el título al Museo de Escravos de Lagos dentro de la Ruta del Esclavo de la UNESCO como “Centro Internacional de Memoria Viva de la Dignidad Humana”.
Desde el antiguo Mercado de Escravos en Lagos, en el Algarbe portugués, para el blog de mis culpas...
Rota da Escravatura "Ruta del Esclavo"
P.D. Actualmente jóvenes negros entre 18 a 25 años de edad tienen un 50% menos de posibilidades de ir a la universidad, lo que nos lleva a reflexionar si el racismo actual se encuentra impreso en la Memoria Colectiva de la sociedad portuguesa.
Al salir del Museo de Escravos le manifesté a la señora que me atendió de que los paneles ilustrativos no vienen en español, sino en inglés y portugués, contestándome que cuando ella estuvo en Sevilla tampoco observó información alguna en portugués. Le contesté que tan mal está una cosa como la otra, y más siendo buenos vecinos. ¡Pelillos a la mar!
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