El pasado miércoles 7 de septiembre de 2011, a las 19,00 horas, dentro del Festival Flamenco en la Frontera, tuve la satisfacción de asistir a una conferencia en la Cilla de la Victoria de Morón, impartida por el antropólogo, escritor y doctorando de la Universidad de Sevilla Pedro Luís Vázquez bajo el título “La época dorada del flamenco en Morón de la Frontera (1960-1970).
J.M. Suárez Japón (Rector de la Universidad Internacional de Andalucía) |
La inauguración del Festival y presentación del conferenciante Pedro Luís Vázquez, estuvo a cargo de J.M. Suárez Japón (Rector de la UNIA), que destacó nuestro desconocimiento del flamenco aunque nos guste el flamenco en vivo. También destacó que en el flamenco se ama más lo que más se conoce situando a Morón en su historia, como a un velero fértil dentro del flamenco que ha dado magníficos artistas como Silverio, el Tenazas, Joselero, Fernandillo, Diego del Gastor, Manolo Morilla, Paco del Gastor y un largo etcétera.
Destacó Suárez Japón que debe existir un diálogo entre lo viejo y lo nuevo ya que el flamenco es un ente vivo que sigue en continuo movimiento y nos recordó que el artista homenajeado por el Festival Flamenco en la Frontera, Manolo Sanlúcar está trabajando en una obra magistral del conocimiento del flamenco. Terminó el Sr. Suárez Japón leyendo el ciclo de conferencias del Festival Flamenco en la Frontera.
Comenzó Pedro Luís Vázquez su conferencia haciendo alusión a que se habla mucho pero se ha escrito poco de la “Época dorada del flamenco en Morón” y no podemos anclarnos en el pasado sino mirar al presente y al futuro.
La época dorada del flamenco en Morón abarca desde 1963 que coincide con el primer gazpacho andaluz de Morón -que se celebraba en la Alameda en el Casino Mercantil-, hasta 1973, año que muere Diego del Gastor. Durante este periodo se sentaron las bases para entender el flamenco de hoy y entender el toque de Morón como signo de referencia. El flamenco pasa del ambiente íntimo a llenar el antiguo teatro cine Oriente.
Hubo en Morón una especie de protector del flamenco en aquélla época llamado don Antonio Camacho que organizaba fiestas flamencas en el antiguo Caza y Pesca (Cazi Pesca, decía la gente). Además, en aquélla época no estaba bien visto el flamenco, cuando se organizaba alguna fiesta en el Casino Mercantil, entraban los artistas por la puerta de atrás, en la calle Cantarranas ya que a los artistas en aquélla época no se les miraba bien.
Antonio Mairena manifestó según el ilustre conferenciante que el auténtico flamenco era el gitano ya que el del payo era más folklore”.
Los últimos años del régimen anterior coincidió con artistas como José Meneses, Manuel Gerena, el Cabrero, Enrique Morente etc… que empezaron a realizar otras letras cargadas de crítica social sin olvidar a los poetas del pasado como Federico García Lorca, Miguel Hernández y Antonio Machado.
Los gazpachos eran como un escaparate social donde la gente pudiente hacía ostentación de sus recursos y la gente humilde se amoldaba a las circunstancias.
Como ejemplo, unas letrillas de Paco Moreno Galván (seguiriyas), letrista de Meneses:
Las lindes del olivar,
Son anchas para don mucho
Y estrechas para don ná.
La muerte de Diego del Gastor marcó un antes y un después del Gazpacho Andaluz. Las diez primeras ediciones fueron las más señaladas, siendo su época dorada.
En el bar Casa Pepe, conocido como el bar de los gitanos, era un punto de encuentro, espacio de sociabilidad y foro de tertulias donde paraba el gran Diego del Gastor como referente y se organizaban fiestas inolvidables. El bar Casa Pepe servía además como estafeta de correos para los extranjeros.
A esta época dorada del flamenco como una realidad contribuye Mr. Pohren al que le debemos artículos y libros importantes. “Cada vez era mayor la afición al flamenco en el mundo globalizado en el que vivimos”.
El flamenco es un arte universal, es un campo reservado no sólo a los andaluces o españoles sino a toda la Humanidad.
Pero esa gran afición al flamenco de Morón ofrecía algo diferente y único:
- Una forma de vivir el flamenco; la juerga.
- Guitarristas diferentes y únicos como Diego del Gastor que no daba valor al dinero.
- Pohren ofrecía a sus invitados un paraíso en plena naturaleza, entre el rio Guadaíra y la Sierra de Montegil, la finca de Espartero.
Coincide desde 1966 hasta la muerte de Diego del Gastor como eje mágico donde todo giraba en torno a su persona. Ya nada será como antes y dio todo al traste con lo que la finca de Espartero había significado. A finales de 1973, la finca de Espartero se cerró y cuatro años más tarde, Porhen se fue a vivir a Madrid, quedando esta experiencia vivida como única.
Los extranjeros como Pohren pusieron a Morón en el mapa flamenco enseñándonos a los nativos a valorarlo y respetarlo. Su presencia significó además una inyección económica y un intercambio cultural.
El año 1980 cerraba el bar Casa Pepe por la muerte de su dueño. Había concluido definitivamente la ÉPOCA DORADA DEL FLAMENCO EN MORÓN junto con los espacios de sociabilidad flamenca, de la presencia extranjera y de la figura destacable de Diego del Gastor. Pero esto no nos debe hacer caer en la nostalgia y melancolía sino que nos debe de hacer reflexionar y no mirar hacia atrás más allá de lo necesario.
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