miércoles, 14 de junio de 2023

El "Guernica" de Picasso, símbolo universal


"Dichoso quien sepa convencerse de que la cultura
podría vacunar a la sociedad contra la violencia".

Hans Magnus Enzemsberger [poeta y ensayista alemán].


Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco colocamos nuestro sextante autodidacta en el Museo Reina Sofía [tras haber visitado anteriormente el Museo Picasso en Málaga] donde en su sala 205 se encuentra el universal cuadro “Guernica” de Pablo Ruiz Picasso [Málaga, 1881-Mougins, 1973], que fuera el creador, junto con Georges Braque, del cubismo. 

La visita al Guernica de Picasso en el Museo Reina Sofía de Madrid podrá ser complementada con una visita a Guernica donde su árbol es considerado como el símbolo del sufrimiento del pueblo vasco y de la libertad. Bajo el roble de Guernica juran o prometen su cargo como es tradición, los lehendakaris vascos.

El árbol de Guernica "Quercus robur" es el lugar elegido por los lehendakaris para jurar su cargo como presidente del Gobierno Vasco. El primero en hacerlo fue José Antonio Aguirre durante la Segunda República, ya iniciada la Guerra Civil.

La Guerra Civil española comenzará con la muerte de un coloso de la literatura española del siglo XX [Federico García Lorca “símbolo de la represión”] coincidiendo su epílogo con la muerte de otro coloso de las letras [Antonio Machado “símbolo del exilio”]. Entre ambas muertes, se producirán varios genocidios que pasarán a la historia de la ignominia.

Uno de ellos ocurrió en el Valle de la Sauceda [nuestro particular Guernica andaluz, entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de 1936] y el otro, en Guernica [Vizcaya], la trágica tarde del 26 de abril de 1937. Pero, en el Valle de la Sauceda como en otros tantos lugares, no habrá un Picasso que inmortalizara la magnitud de tanta tragedia, la cual se irá diluyendo a través del tiempo y de la amnesia colectiva.


Pero hagamos un poco de historia...

La tarde del 26 de abril de 1937, sobre las 16.30 horas se produce el primer “bombardeo en alfombra” de la historia sobre una población civil indefensa que posteriormente se proyectará durante la Segunda Guerra Mundial y que incendiará el mundo.

La Legión Cóndor [la Luftwaffe] arrasará Guernica, un indefenso pueblo ubicado a 30 km de Bilbao. A esa hora tan sólo se encontraban en el pueblo mujeres, ancianos y niños. Tan sólo quedará como testigo del luctuoso crimen sobre una población civil e inocente el antiguo roble como símbolo de la libertad del pueblo vasco.

George Lowther Steer, periodista británico corresponsal de The Times y que publicaba sus artículos en The New York Times llegó ese trágico día al atardecer a Guernica con su colega Noel Monks del Daily Express, contemplando la macabra escena. Steer escribirá más tarde “El árbol de Guernica”, escrito en París y publicado en Londres, en 1938, dedicado a su esposa Margarita, muerta a comienzo de 1937 en un parto prematuro por las adversidades del conflicto. Gracias a Steer y sus colegas, el mundo pudo saber qué había ocurrido aquella trágica tarde del 26 de abril de 1936 “La tragedia de Guernica”.

El 70% de los edificios fueron destruidos. Guernica fue borrada de la faz de la tierra, una ciudad indefensa como Guernica, consagrada a las traiciones del pueblo vasco. Su destrucción se estrelló contra la conciencia de Europa que miró hacia otro lado [en particular las democracias de Francia y Reino Unido que al no intervenir dejará sentenciada a la República]. Los nacionalistas del “Glorioso Movimiento Nacional” rechazaron cualquier responsabilidad llegando a culpar incluso a los rojos, a los republicanos, a los vascos, a los mineros asturianos y a los rusos. Las mentiras del bombardeo agudizaba la angustia de los vencidos.

El bombardeo en alfombra [bombas incendiarias] se convertirá en el principal instrumento de la Segunda Guerra Mundial cuyo prólogo se escribirá trágicamente en Guernica. La crueldad y la barbarie horrorizará a las democracias que le volverán la espalda a la República, por temor a tener algún desencuentro con el nazismo y fascismo, en auge en Europa. El bombardeo de Guernica dejará muy pronto las intenciones del Ejército rebelde: una guerra de aniquilación.


Mural urbano del "Guernica" en la calle Huerto del Conde, cercano a la casa natal de Picasso


El Ejército alemán utilizó los efectos del bombardeo como arma política durante la guerra fría que mantenía con Inglaterra, y les interesó que la prensa mundial exagerase los resultados. Guernica habría sido una especie de ensayo de lo que luego serían los bombardeos masivos de la Segunda Guerra Mundial.

En los Juicios de Núremberg, el entonces mariscal de la Luftwaffe, Hermann Goering, fue explícito respecto a la utilización del pueblo español en la Guerra Civil con esta finalidad: «España me dio una oportunidad de poner a prueba a mi joven fuerza aérea, así como para que mis hombres adquirieran experiencia»; preguntado por Guernica, el dirigente nazi respondió: «En efecto, fue una especie de banco de prueba para la Luftwaffe. Es lamentable, pero no podíamos obrar de otra forma. En aquel momento, estas experiencias no podían efectuarse en otro lugar».

Falacias sobre el bombardeo de Guernica

El Gobierno franquista ante semejante vergüenza tuvo que recurrir a verdaderas falacias achacando en un principio la responsabilidad a las víctimas.

La sublevación hubiese fracasado [dos tercios del territorio permanecía en manos de la República mientras un tercio en manos de los sublevados] si no hubiese sido por la intromisión de la Alemania nazi y la Italia fascista que pensaba que ayudando a Franco podía recuperar de nuevo el antiguo “Mare Nostrum” del Imperio Romano. Los alemanes facilitaron un puente aéreo desde el Norte de África a la península. Las tropas marroquíes y falangistas precedían la llegada de las fuerzas regulares sembrando el terror.

El “Glorioso Movimiento Nacional” pronto recibirá el reconocimiento sin fisuras de la Iglesia. El nuevo obispo de Salamanca Pla y Deniel ayudó a oficializar la Cruzada a finales de septiembre de 1936, evocando a san Agustín y a sus dos “Ciudades”: la divina y la mundana. La España de Franco, baluarte de la cristiandad, de la nación y el orden frente a los “Hijos de Caín”.

La propaganda que proyectaba el nacionalcatolicismo español en la década de 1930 se basaba en la figura de Cristo frente al Anticristo, [el Bien contra el Mal]. Las fuerzas clericales no habían digerido la Constitución republicana de 1931 con la pérdida de sus privilegios y la Iglesia de alineó con Franco.

El 1 de julio de 1937, el arzobispo Gomá y Tomás legitimaba a Franco y a su régimen lo que “dará incalculables beneficios morales a la causa franquista”. Franco, Mola, Queipo de Llano y Sanjurjo estaban “para restablecer el orden”.

El poeta nacionalista José María Pemán será uno de los panegiristas del “Glorioso Movimiento” cuya victoria será saludada por el Papa Pío XII.

Si España fue considerada el banco de prueba donde se probará el armamento alemán e italiano como preámbulo de la Segunda Guerra Mundial, también será el banco de pruebas donde se pruebe la resistencia contra el fascismo [Las Brigadas Internacionales]. En Guernica tendrá lugar el primer acto de la trágica escena de la Segunda Guerra Mundial que se convertirá en una guerra de exterminio.

El redentor del nacionalcatolicismo [dictadura y teocracia] Francisco Franco sería nombrado por su corifeo de panegiristas “Hijo predilecto de la ciudad” el 13 de febrero de 1946. Llegada la democracia, el 24 de abril de 1979 Guernica le retirará dicho título al fallecido Franco el 20 de noviembre de 1975.

Gernika fue completamente destruida y cientos de personas inocentes murieron bajo una lluvia de bombas, metralla y fuego. El bombardeo de Gernika fue el primer ataque aéreo indiscriminado contra una ciudad indefensa y su población civil, y como tal un anuncio de futuras tragedias que culminaron en la destrucción de Pforzheim, Dresde e Hiroshima.

El Guernica de Picasso “la mayor toma de posición política durante el siglo XX”

La destrucción de Guernica, el 26 de abril de 1937 conmocionó las conciencias de muchos artistas, entre ellos al ya universalmente conocido pintor Pablo Picasso. El Guernica ha sido definido como “la mayor toma de posición política del siglo” independientemente de ser también “la manifestación más evidente del poder del arte contemporáneo”.

 

La noticia y, sobre todo, las fotografías de Guernica bombardeada, publicadas en el periódico parisino “L´Humanité”, “Ce Soir” o “Paris Soir”, fueron para Picasso, el resorte que resolvió todas las dudas del artista, que en enero había sido nombrado director del Museo del Prado, aunque fuera de manera virtual y permaneciendo él en París quien recibió el encargo por las autoridades republicanas de decorar el Pabellón Español en la inminente Exposición Universal de Paris de 1937, prevista para el verano.

Cuando le llegó a Picasso la noticia del bombardeo de la ciudad vasca le pareció “la manifestación de la brutalidad fascista en el sentido más completo de la palabra”. Aquella noticia lo perturbó y extrajo toda la inspiración, colaborando su compañera Dora, quien tuvo parte en la decisión de regalar a la República un cuadro de denuncia. Cuando Guernica fue bombardeada, “era una ciudad de mujeres, ancianos y niños”.

El 1 de mayo de 1937 Picasso realiza el primer apunte del óleo [seis días después del bombardeo de Guernica]. Serán cuarenta y cinco bocetos y siete fases consecutivas de ejecución sobre el lienzo. 

En la parte derecha del cuadro se observa un hombre en llamas con los brazos extendidos, presa de la desesperación. En la parte superior, una mujer asomada a una ventana, con un quinqué en la mano, parece querer llevar la luz a donde solo existe la oscuridad y el pánico. En la parte inferior, otra mujer se arrastra como si fuera a desfallecer. Dominando la composición un imponente caballo herido, a sus pies, la cabeza decapitada de un guerrero, sin cuerpo. Otra mujer, con su hijo muerto en los brazos, grita su tragedia. Un toro presencia el absurdo rama, como un intruso, a su lado una paloma herida.

Guernica es sobre todo una protesta, protesta dicha a gritos y expresada en un lenguaje extremadamente violento. No es sólo un cuadro de historia al uso. Picasso no ha pintado el bombardeo, en el lienzo no hay aviones ni bombas ni ningún signo por el cual podamos identificar la villa vasca. Estamos ante una obra atemporal, atemporalidad de los hechos, personajes y cronología. De aquí su valor universal, por su significado y compromiso ante uno de los problemas más gráficos del mundo: la guerra y sus consecuencias en la humanidad. Picasso al ser preguntado por el significado del Guernica, sólo respondió: "Brutalidad y oscuridad".

Actualmente el significado del cuadro sigue siendo símbolo de protesta y acusación, una constante denuncia contra la guerra y la violencia en general, a pesar de la especulación a la que ha sido sometido en los últimos años, tanto a nivel ideológico como comercial, hasta el punto de convertirse, mediante la reproducción masiva de la obra, en un objeto más de consumo.

Fernando Martín Martín "El Pabellón español en la Exposición Universal de París en 1937". Textos entresacados de esta obra publicada por la Universidad de Sevilla en 1983.

Fueron tantas mentiras y tantas falacias las que hizo correr la propaganda franquista sobre la presunta adhesión del Picasso a la sedición militar, como también mintieron con la adhesión de Unamuno y Antonio Machado ya que la inmensa mayoría de los intelectuales y artistas se encontraban en el bando republicano. Es reveladora la declaración de Picasso en un diario estadounidense, mientras el cuadro estaba aún en vías de realización, quizás para desmentir los bulos que dejaban las cosas en su lugar. La declaración apareció en julio de 1937, cuando la obra estaba ya expuesta.

El conflicto español es la lucha de la reacción contra el pueblo, contra la libertad. Toda mi vida de artista no ha sido más que una lucha continua contra la reacción y contra la muerte del arte. ¿Cómo se podría pensar un solo momento que yo pueda estar de acuerdo con la reacción y la muerte? […] En la tela en la que estoy trabajando, que llamaré Guernica, y en todas mis obras recientes, yo expreso claramente mi odio por la casta militar que ha hundido a España en un océano de dolor y de muerte.

Guernica proyectará a la Humanidad la tragedia universal de la guerra, de la injusticia del atropello de los más fuertes contra los débiles. Nos avisa de que lo que ha ocurrido puede volver a ocurrir. Picasso intentaba poner a Europa y al mundo sobre aviso al convertir el cuadro en un mensaje y un símbolo que proclame a los cuatro vientos que no puede haber una responsabilidad más importante para el arte moderno que restituir el sentido humanitario en medio de las cenizas. No hay pintura sin denuncia de las atrocidades de la guerra.

Guernica se convertirá en el símbolo de un siglo de genocidios que el mundo no supo evitar.

En marzo de 1945 Picasso manifestó:

“La pintura no está hecha para decorar apartamentos, es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo”. Quizás nunca un comentario fue más pertinente a la gran tela del Guernica

Demasiadas familias rotas por el conflicto fratricida entre españoles, demasiado odio germinado, demasiada sangre derramada. No era posible olvidar Guernica. 

Los periódicos panegiristas del régimen franquista, para ocultar la verdad de lo sucedido, afirmaron:

“Guernica había sido destruida por los rojos [por las hordas rojas] al servicio de los separatistas vascos”

Más tarde se descargará toda la responsabilidad sobre los alemanes. La Iglesia avaló la mentira de los llamados “nuevos cruzados” colocándole una pesada lápida sobre la verdad. Era necesario esconder las mentiras ante la opinión pública ante la agresión a un Estado legítimo.

El lienzo Guernica nació para formar parte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de 1937. El motivo que impulsó a Pablo Picasso a realizar la escena representada en esta gran pintura fue la noticia de los bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca.

Cuando nos llegó la noticia del bombardeo de Guernica, Picasso quedó conmocionado […] Encargó una gran tela y comenzó a pintar [...] Trabajó febrilmente, cada día, empleando solo en negro, el gris y el blanco porque estaba demasiado enfadado como para andarse con las sutilizas del color o con problemas de armonía y de composición. Repintaba una parte de lo que había pintado el día anterior, no para mejorarlo, sino porque quería expresar otra idea que se le había ocurrido. Y pintó en una única tela. Cuando hubo desahogado una parte de su rabia y terminó la tela, continuó con dibujos brutales: cabezas de mujeres sangrantes y bestias agonizantes.

Guernica constituye un alegato genérico contra la barbarie y el terror de la guerra. Concebido como un gigantesco cartel, el gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil española, así como la premonición de lo que iba a suceder en la Segunda Guerra Mundial. La sobriedad cromática, la intensidad de todos y cada uno de los motivos, y la articulación de esos mismos motivos, determinan el extremado carácter trágico de la escena, que se iba a convertir en el emblema de los desgarradores conflictos de la sociedad de nuestros días.

Análisis del Guernica

Al analizar su iconografía, uno de los estudiosos de la obra, Anthony Blunt, divide a los actores de esta composición piramidal en dos grupos, el primero de los cuales está integrado por tres animales: el toro, el caballo herido y el pájaro alado que se aprecia tenuemente al fondo, a la izquierda. Los seres humanos componen un segundo grupo, en el que figuran un soldado muerto y varias mujeres: la situada en la zona superior derecha, que se asoma por una ventana y sostiene hacia fuera una lámpara; la madre que, a la izquierda del lienzo, grita llevando al hijo muerto; la que entra precipitadamente por la derecha; y finalmente, la que clama al cielo, con los brazos alzados, ante una casa en llamas.

En este mismo contexto, tampoco hay que olvidar que dos años antes, en 1935, Picasso había grabado al aguafuerte la Minotauromaquia, obra sintética que condensa en una sola imagen todos los símbolos del ciclo dedicado a este animal mitológico y que es, a la vez, el antecedente más directo de Guernica.

El Guernica de Pablo Picasso fue pintado en París entre los meses de mayo y junio de 1937. Fue realizado por encargo del director general de Bellas Artes, Josep Renau, a petición del Gobierno de la Segunda República Española. Estuvo expuesto en el Pabellón Español durante la Exposición Internacional de 1937 en París [donde estuvo expuesto en el Pabellón Español desde la segunda quincena de junio hasta el 25 de noviembre de 1937] con la intención de atraer a la opinión pública hacia la causa republicana en plena guerra civil española.

En julio de 1936 el pintor Josep Renau, director general de Bellas Artes, nombraría a Picasso director honorario del Museo del Prado. ​ El artista aceptó emocionado el nombramiento, que se hizo efectivo en septiembre de 1936, aunque jamás llegaría a tomar posesión de su cargo.

En la década de 1940, puesto que en España se había instaurado la dictadura militar del general Franco, Picasso optó por dejar que el cuadro fuese custodiado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando se reinstaurara la República.

En 1981 la obra llega a España. Se expuso al público primero en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente. Su valor artístico está fuera de discusión siendo considerada una de las obras más importantes del arte e icono del siglo xx, y símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos.

El crítico Robert Hughes afirmó del Guernica que era «la última gran pintura histórica», y que fue asimismo el último lienzo moderno de relevancia en utilizar un tema político para concienciar al público, labor que a finales de la Segunda Guerra Mundial pasaría a realizar la fotografía bélica.

Guernica fue una obra no sólo de pablo Picasso, sino también de Dora Maar, compañera de Picasso que compartía su angustia por la situación española.  Su sencillez hace que la obra sea universal y atemporal de la denuncia contra la guerra.

La enorme tela se pobló con aquellas figuras, aquellas cabezas, aquellos miembros despedazados, que aullaban, que imploraban piedad al espectador que se sentía tragado por ellas, impotente ante tanto dolor, que manaba irrefrenable. Aquella obra gritaba repulsa contra aquella guerra, el odio hacia los franquistas y sus partidarios nazis y fascistas, la voluntad del pueblo español de liberarse.

La negación de la autoría por el bando franquista

Al día siguiente del bombardeo de Guernica el lendakari del Gobierno Vasco José Antonio Aguirre hizo pública una nota en la que denunciaba que los autores de la acción habían sido «los aviadores alemanes al servicio de los facciosos españoles». 

La nota decía:

Los aviadores alemanes al servicio de los facciosos españoles han bombardeado Guernica, incendiando la histórica villa, que tanta veneración tiene entre los vascos. Nos han querido herir en lo más sensible de nuestros sentimientos patrios, dejando una vez más de manifiesto lo que Euzkadi puede esperar de los que no vacilan en destruir hasta el santuario que recuerda siglos de nuestra libertad y de nuestra democracia (...).

Las afirmaciones del lendakari Aguirre fueron contestadas por la propaganda franquista, que atribuyó la destrucción de Guernica al propio Ejército vasco:  ​

Son completamente falsas las noticias transmitidas por el ridículo presidente de la República de Euzkadi relativas al incendio provocado por las bombas de nuestros aviones en Guernica. Nuestros aviadores no han recibido ninguna orden de bombardear esa población. Los incendiarios son los que, el verano pasado, incendiaron Irún y ayer Éibar. En la imposibilidad de contener el avance de nuestras tropas, los rojos han destruido todo y acusan a los nacionalistas de hechos que no son más que la puesta en práctica de sus criminales designios.

¡Miente Aguirre! Miente vilmente. En primer término no hay aviación alemana ni extranjera en la España Nacional. Hay aviación española. Noble, heroica aviación española que lucha constantemente con aviones rojos que son rusos, franceses y conducen aviadores extranjeros. En segundo lugar, Guernica no ha sido incendiada por nosotros, la España de Franco no incendia. La tea incendiaria es monopolio de los incendiarios de Irún, de los que han incendiado Éibar, de los que trataron de quemar vivos a los defensores del Alcázar de Toledo. 

Los «nacionales» acusaban a los republicanos de que la destrucción de Guernica había sido obra suya. Solo a finales de la dictadura franquista se reconoció la verdad, que la destrucción de Guernica fue realizada por las tropas que apoyaban a Franco.

La Iglesia católica, completamente alineada con el bando sublevado, se sumó a la negación de la autoría franquista y además justificó la matanza, a pesar de que el cardenal primado Isidro Gomá estaba perfectamente enterado de lo que había ocurrido en Guernica por la carta que le había enviado el canónigo Alberto Onaindía en la que calificaba el bombardeo como «crimen horrendo».

En la carta de respuesta del cardenal Gomá a Onaindía le escribe: «Los pueblos pagan sus pactos con el mal y su protervia en mantenerlos». A continuación le dice: «Me permito responder a su angustiosa carta con un simple consejo: que se rinda Bilbao, que hoy no tiene más solución. Puede hacerlo con honor, como pudo hacerlo hace dos meses. Cualquiera que sea el bando autor de la destrucción de Guernica, es un terrible aviso para la gran ciudad».

Guernica de Picasso [pintado en blanco y negro con muchas tonalidades de grises] se convertirá en un símbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo. Será la mayor toma de posición política del siglo XX que supera los límites del tiempo.

El Museo Picasso de Málaga se encuentra en la Plaza de la Merced, frente a su casa natal donde se encuentra un monumento en bronce del pintor Pablo Ruiz Picasso sentado en un banco de piedra con un cuaderno y un lápiz que fuera realizado por Francisco López Hernández e inaugurado el 5 de diciembre de 2008.

La paloma de la paz picassiana que lleva una ramita de olivo en el pico se ha convertido en el símbolo universal de la paz y concordia entre los pueblos.



P.D. Existe hipótesis o interpretaciones sobre Picasso que manifiestan que llegó a utilizar como base en el cuadro “Guernica” algún que otro boceto o esbozos [el toro, el torero tendido en el suelo, el inmenso dolor de una madre, el caballo del picador o la lámpara de una enfermería que sería ampliada al bombardeo posterior de Guernica por la Luftwaffe] que tenía arrinconado como homenaje a la muerte del torero y amigo Ignacio Sánchez Mejías en 1934 que fuera inmortalizado posteriormente en el impresionante poema de Lorca “‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejias” [1935]. Pero, todo aquello quedó en el olvido por las trágicas circunstancias que se vivían en España durante los años que preceden a la Guerra Civil española.

Según dicha teoría, el origen de la obra “Guernica”, habría que enmarcarlo dentro de la ola de luto que siguió a la muerte del torero y amigo Ignacio Sánchez Mejías.

El 12 de julio de 1937, la gran pintura mural del “Guernica” de Picasso se expuso por primera vez en el Pabellón de la República española dentro de la Exposición Internacional de París de 1937.

Sobre las hipótesis, doctores tiene la historia, aunque mucho me temo que posiblemente sesgada. Todo irá en función de la ideología reaccionaria o progresista que impere en cada uno. Como en la Guerra Civil española tendrán que venir hispanistas y escritores allende a nuestras fronteras que demuestran mayor objetividad, al menos en este campo tan sensible a la memoria.

¡Todo continúa polarizado tras más de 85º años del inicio de la Guerra Civil española!

Lo que no cabe la menor duda y que nos recuerda la historia es que aquella casta militar rancia con mentalidad cuartelera y de sacristía [46 pronunciamientos militares desde 1814 a 1936 y que no serían capaz de ganar una batalla desde Blas de Lezo en Cartagena de Indias en 1741, aunque sí desangrar España en guerras intestinas contra los propios españoles] llegaría a hundir a España bajo un profundo dolor y muerte.


Lamentablemente, España sigue siendo diferente. Mientras que el Museo del Louvre de París o en el British Museum de Londres permite realizar fotografías sin flash, el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado "ni está ni se le espera" en este aspecto. Quiero entender que posiblemente, haya sido porque no seamos aquel famoso cantante de un grupo conocido ni tampoco el agente 007 que todos tenemos en mente posando con el Guernica al fondo. 

¡Valientemente!, como se dice en mi pueblo, por no emplear un adjetivo calificativo que pudiera herir la sensibilidad de los responsables. Después dirán que todos los ciudadanos somos iguales...


El HT 'Guernica' pasa junto al Arco de Triunfo con su cañón 'Mariluz'
Archivo de AHcC La Nueve.

La ironía del destino será testigo de que el primer vehículo blindado que entrara en agosto de 1944 por el Arco del Triunfo durante la Liberación de París fuera republicano y tuviera además el nombre de 'Guernica'.



En el año 2015, el caricaturista búlgaro Jovho Savov se inspiraba en el cuadro “Guernica” que Pablo Picasso pintara en 1937 para mostrar los horrores de la guerra Civil Española reutilizando los gritos de desesperación y sufrimiento de los personajes del Guernica y los ubica en una balsa hacinada de migrantes mientras un enorme barco de turistas cruza el mar sin socorrer a las víctimas.


Mural del Guernica en el IES Fray Bartolomé de las Casas de Morón [Sevilla]


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