viernes, 28 de febrero de 2025

Prólogo


 Foto. Antonio Ramos 

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¡Que cada uno leyese lo que quisiese y quién no quisiese, que no leyese!

miércoles, 26 de febrero de 2025

De ruta por el Algarbe [al-Gharb]

 

“Ay, María la portuguesa, desde Ayamonte hasta Faro, se oye este fado por las tabernas”… “Que la canta María, al querer de un andaluz. María es la alegría, y es la agonía que tiene el sur”…

Carlos Cano


Breve introducción

Mientras don Carnal con sus disfraces de colores ejerce su influencia en las calles de mi pueblo ubicado en la tierra de Villalón [desde el 20 de febrero hasta el 2 de marzo] dando rienda suelta a la fiesta, alegría y desenfreno entre tabernas y tascas, siempre en grata compañía de Dionisos, Baco o la diosa Ceres "cerevisiae", se  acerca sin prisas el tiempo de ceder el paso a doña Cuaresma como tiempo de reflexión interior para que los presuntos pecadores puedan arrepentirse de sus faltas y volver al espíritu original que proporciona el ayuno, la abstinencia junto con la elevación espiritual que les permitan renunciar a los placeres terrenales. Sólo así, podrán evitar que el Infierno o en su caso el Purgatorio en el que nos introdujo Dante, nos pueda sorprender con el miedo a lo eterno desconocido.

Don Carnal y Doña Cuaresma representan la lucha entre los dos lados antagónicos del ser humano. Don Carnal, fuertemente protegido con su ejército de peones con perdices, jamones, cecinas y escuderos con quesos y odres de vino, mientras que doña Cuaresma [que dura cuarenta días] se encuentra armada desde el Miércoles de Ceniza, tan sólo con frutas y verduras, hasta la llegada de la Semana Mayor, la Semana Santa.

Don Carnal únicamente pensaba en comer grasas saturadas y beber hasta perder sus frágiles entendederas, mientras que Doña Cuaresma era fiel cumplidora de sus obligaciones, especialmente las religiosas. Al final, ganará la batalla Doña Cuaresma, debido a que don Carnal pensaba que todo lo bueno era inmoral o engorda, y por ello, se da un enorme banquete la noche anterior con su resaca correspondiente. Aquella presunta derrota le llevará a hacer penitencia y arrepentirse hasta que se le presente una nueva oportunidad y comenzar un nuevo ciclo.


Cuando el grajo vuela bajo en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco enarbolamos nuestras frágiles naves en busca de vientos alisios propicios que acerquen nuestra frágil nave didáctica hacia las costas del Algarbe [Algarve en portugués], en el sur de Portugal. Comenzamos a soltar amarras preparando nuestro particular cuaderno de bitácora que siempre nos acompaña en nuestra ruta, y poder así compartir nuevas y gratas vivencias con nuestros amigos del blog de mis culpas.

Con nuestra mochila cargada de ilusión seguimos aprendiendo [Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber, y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender, diría nuestro querido poeta Antonio Machado].



Hicimos un alto en el camino en la Venta de la Vega para realizar nuestro desayuno cardiosaludable a base de café [descafeinado para el que escribe estas humildes letrillas] con tostadas de pan de pueblo acompañadas del tradicional aceite de oliva virgen extra y tomate triturado que estimulan nuestros sentidos [zurrapa de lomo en manteca blanca o colorá para aquellos que hayan sido dotados con mejor yantar].




Al atravesar el río Guadalquivir, nuestra retina captaba en el lado contrario al sentido de la marcha el Monasterio de San Isidoro del Campo, que fuera mandado a construir por Guzmán el Bueno en 1301. 

Allí brilla con luz propia el Retablo de San Isidoro y San Jerónimo de Martínez Montañés, 1613 [con policromía de Francisco Pacheco], el Coro y el Retablo Mayor.

En San Isidoro del Campo se encuentran enterrados D. Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno y Dña. María Coronel, cuyos sepulcros fueron realizados entre 1609 y 1613, en lo que fue “Sevilla La Vieja” ubicado junto a las faldas del Aljarafe “al-Xaraf”, cerca de las Ruinas de Itálica, que llegó a formar parte en tiempos pretéritos de la “Vía de la Plata” y también de la “Vía de la Bética Romana”, siendo además la cuna de emperadores como Trajano y Adriano.




Al pasar por Huelva recordamos nuestra visita a su cuenca minera en las entrañas de la tierra, con sus trenes gotosos y de viejos humos cargados de óxido y de nostalgia; una visita complementada con el Muelle de Carga y el Barrio Reina Victoria como último legado británico en Huelva, sin olvidar nuestra visita a Niebla, Moguer, La Rábida, Palos de la Frontera y la Sierra de Aracena, donde Almonaster, Alájar, Linares de la Sierra, Jabugo, El Repilado o Santa Olalla de Cala, forman parte por derecho propio del legado ibérico de bellota [ballúṭa].





Itinerario de nuestro viaje desde Ayamonte al Algarbe

Decía el geógrafo e historiador griego Estrabón, que era el punto más occidental de la ecúmene (III, 1, 4) o mundo conocido. Sobre sus acantilados chocaban las fuertes olas a sotavento dominadas por enormes ráfagas de viento con fuerza considerable. 

Ayamonte nos acerca a la frontera con Portugal, donde el río Guadiana [wadi-ana] forma una frontera natural entre España y el país luso, lo que nos permite introducirnos en el Algarbe [al-Gharb o parte más occidental de la Península ibérica] con 200 km. de costas con arenas finas y doradas.

Ya no es necesario pagar peaje en las autovías del Algarbe

“Al-Andalus consiste en dos Andalus basados en la diferencias que marcan el régimen de sus vientos, la precipitación de sus lluvias y el curso de sus ríos: una occidental [Garb] y otras oriental [Sharq]. Garb al-Andalus es aquella cuyas corrientes de agua fluyen hacia el Atlántico y cuyas lluvias están dominadas por los vientos del Oeste… En cuanto a Sharq al-Andalus, conocida también bajo el nombre de al-Andalus al-adqsa [extrema], sus ríos fluyen hacia Oriente y su régimen de lluvias está gobernado por los vientos del Este”.

Al Razi [Abū Bakr Muhammad ibn Zakarīyā al-Rāzī],
gran pensador del siglo X

 

A grandes rasgos esta división "entre al Garb y al Sharq", es casi la misma que ya distinguían los romanos entre Hispania Ulterior e Hispania Citerior a partir del 197 a.C. Los musulmanes llamarán “Al Bahr al Muhit”, al mar más allá de las Columnas de Hércules o Mar de las Tinieblas de al-Idrīsī “m. 1166” [Océano Atlántico].

"Al Gharb" al-Ándalus será denominado por los antiguos andalusíes el "occidente de Al Ándalus, mientras que el término "al Sharq" se consideraba la parte más oriental. De ahí proviene que la Algarbía sea considerada la parte occidental o poniente de la provincia de Málaga mientras la Axarquía, su parte más oriental.

“Al Gharb” incluía cinco importantes territorios: Coímbra, el Estuario del Tajo, el Alto Alentejo, el Baixo Alentejo y el Algarve, además de Extremadura y las coras de Huelva y Niebla, destacando ciudades como Lisboa “al-Lixbuna”, Santarém, Silves, Mértola, Faro, Mérida y Badajoz.

Al Gharb será un frágil territorio poroso e inestable de Al Ándalus donde comenzarán las incursiones cristianas tras la desintegración del Califato de Córdoba. Las antiguas fronteras naturales del valle del Duero [siglos IX y X], del Tajo [siglo XII] y del Guadiana [segunda mitad del siglo XII] irán siendo conquistadas por las tropas cristianas.

Al-Maġrib [Magreb] será para los musulmanes el lugar donde se pone el sol, el poniente o la parte más occidental del mundo árabe.

En la parte más occidental del Algarbe se encuentra Sagres y el Cabo de San Vicente donde las ráfagas del fuerte viento forman grandes olas que actúan como gubias naturales tallando cuevas y arcos en la piedra arenisca.

En nuestro vocabulario existen unas cuatro mil palabras de origen andalusí que engrandecen la gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija y nos proyectan Al Ándalus cuando era una civilización admirable llegando a ser el germen del primer Renacimiento en Europa, pero en lengua árabe, donde aparecen los primeros centros de enseñanza e investigación científica con Averroes, Maimónides, Abentofail, Ibn Firnás, entre otros. 

Palabras tan bellas como albahaca, alcorque, aceite, aceituna, azafrán, azúcar, guitarra, limón, etcétera, y topónimos tan bellos como Sevilla, Guadalquivir, Aljarafe, Trafalgar, Algarbe o Axarquía son un ejemplo de ello.

Loulé/Portimao/Carvoeiro [Cueva de Benagil]/Lagos, donde se ubicó primer mercado de esclavos en Europa, establecido en 1444 por el Príncipe Enrique el Navegante de Portugal/Sagres y Cabo de San Vicente, en el sudoeste de Portugal que marca el "FinisTerrae" de Europa meridional. Y Albufeira  y Faro en la ruta de vuelta.




A lo largo de nuestro recorrido por las calles de pueblos y ciudades del Algarbe capta nuestra mirada sus aceras labradas por los tradicionales calceteiros, que en difícil postura en cuclillas o arrodillados con su martillo en el costado, continúan colocando pequeños trozos de piedra caliza blanca, gris y rosa [de unos 5 cm.] con bellas figuras geométricas. Una profesión que se encuentra en vías de extinción ya que muchos profesionales superan los cincuenta años de edad, y que han forjado golpe a golpe y piedra a piedra las calles y aceras de los caminos de Portugal.

Para evitar su desaparición ha sido necesario crear la "Escola de Calceteiros" para continuar su legado. Una profesión que si no se dignifica con salarios dignos tiene los días contados.




Primer día: Loulé, Portimao y el  Algar o Cuevas de Benagil, en Carvoeiro 

Hicimos un alto en el camino en Loulé, cuyo mercado de origen árabe es el más bonito del Algarve. Destaca también su castillo con su perímetro amurallado y torres almenadas con grandes sillares. El castillo es el vestigio arquitectónico más antiguo que se conserva en pie. Fue construido en 1268 tras la conquista cristiana de Alfonso III de Portugal, quedando casi destruido por el terremoto de Lisboa de 1755.
  



La tarde la dedicamos a visitar la Cueva de Benagil o Algar Seco como icono del Algarbe es una gruta natural que se encuentra en la playa homónima, en Carvoeiro. Tiene en su parte superior un óculo natural de grandes dimensiones [sima en geomorfología] que permite que se inunde de luz y por el que se observa una playa privada, a la que se accede por mar durante la marea baja o bien nadando unos 150 metros desde la playa [aunque no es recomendable], cuando el mar está en calma o en kayak. Se puede decir que es una catedral natural esculpida por la gubia del tiempo. 

El interior de la Cueva de Benagil con sus aguas turquesas nos recuerda de alguna forma  la novela de Robert Louis Stevenson "La isla del Tesoro" [1883], con aquel viejo mapa de una isla desierta en el Caribe de los piratas que cae en manos del joven Jim Hawkins o la novela "El conde de Montecristo", de Alejandro Dumas [1846] con Edmundo Dantés, ambas nos recuerdan algún tesoro escondido en alguna cueva o gruta frecuentada por piratas. 

Tan sólo falta en la arena de la cueva de Benagil un cofre semienterrado y un viejo barco pirata merodeando por la zona para introducirnos en el túnel del tiempo.





Segundo día: Lagos, Sagres y el Cabo de San Vicente

Desde 1444 fue la puerta en Europa del comercio de esclavos, en tiempos de Enrique el Navegante.

Los desafortunados esclavos eran adquiridos con la complicidad de los caciques tribales que les facilitaban los esclavos a cambio de telas y otras baratijas. Las páginas de la historia nos recuerdan que en esa fecha una expedición al mando de Lançarote de Lagos raptó a 235 esclavos negros en las costas de Senegal y Gambia.

Los barcos negreros llegaban al puerto de Lagos y los esclavos pasaban al Fuerte da Ponta da Bandeira y de ahí, al recinto del Castillo del Gobernador donde se les colocaban los grilletes para posteriormente ser vendidos en la plaza frente al castillo donde esperaban los mercaderes ingleses, franceses y españoles para ser adquiridos al mejor lote.





El Cabo de San Vicente con su "faro del fin del mundo"

Su primer faro data del siglo XVI en tiempos de Manuel I de Portugal, siendo destruido en 1587 por el corsario Francis Drake, y reconstruido por Felipe II de Portugal en 1606, aunque nuevamente destruido por el terremoto de Lisboa en 1755. El nuevo faro data de la época de María II de Portugal, entrando en funcionamiento en octubre de 1846.





No muy lejos de Portimao y Lagos se encuentra el cabo de San Vicente, en la costa occidental del Algarbe, testigo de numerosos enfrentamientos entre la Armada española y británica [ésta última dedicada a cortar la navegación de los barcos españoles, y a ser posible su expolio].


Breves pinceladas históricas sobre el Cabo de San Vicente

  • El 16 de junio de 1602, España se enfrentó a dos naves corsarias holandesas.
  • 21 de diciembre de 1719. Armada española al mando de Rodrigo de Torres y Morales, frente a la Armada Británica comandada por el comodoro Philip Cavendish. Victoria española.
  • 16 de enero de 1780. Escuadra británica al mando de George Brydges Rodney, frente a una escuadra española al mando de Juan de Lángara. Victoria británica.
  • 14 de febrero de 1797 entre José de Córdoba frente a John Jervis, contraria a los intereses españoles.
Cuando los barcos provenientes de las Indias alcanzaban las costas del cabo San Vicente, los mercaderes podían respirar tranquilos, porque sus intereses arribaban a buen puerto.




Tercer día: Albufeira y Faro

Durante el viaje de vuelta visitamos Alfufeira. Una bella rotonda como homenaje a los Descubridores captaba nuestra retina. No muy lejos se encuentra la playa de los Pescadores donde nos encontramos otro monumento en piedra como homenaje homónimo.

Albufeira fue conquistada a los musulmanes en 1249 bajo el reinado de Alfonso III. Don Manuel I le concede en 1504 la Carta Foral permaneciendo con Estatuto de Villa durante siglos. En 1986 se le concede el título de Ciudad, convirtiéndose en un importante centro turístico.

El término Albufera o Albufeira también proviene del andalusí al-buḥayra “lago”, diminutivo de Al Bahr “el mar”.



Avenida de la Libertad, cercana a la Catedral de la Sé


Algunas pinceladas de su gastronomía


En el Algarbe podemos degustar los pescados a la brasa, los arroces con mariscos, las exquisitas sardinas [sardinhas assadas], cataplana o el bacalao [bacalhau] en sus diversas variedades, que junto al pulpo son los grandes protagonistas en la gastronomía del Algarbe sin olvidar los calamares, chocos, jureles, lenguados, salmonetes, pez espada, doradas, lubinas, langostinos, almejas, mejillones, etcétera, que estimulan los paladares más exigentes. Las hogazas de pan acompañan los diversos manjares algarbienses que hacen que nuestra ruta tenga sus migas correspondientes para recuperar energías y volver a nuestro lugar de origen ubicado en la tierra de Villalón.

Una exquisita gastronomía maridada con vinos D.O. del Algarbe: Lagos, Lagoa, Portimão y Tavira o una buena cerveza fría.



Y de postre, el tradicional pastel de Belem [de hojaldre y crema de huevo], una receta proveniente del monasterio de los Jerónimos de Lisboa o el Dom Rodrigo, un dulce cuya receta proviene de un antiguo monje de Lagos a base de almendras, azúcar y hebras de yemas de huevo, entre otros manjares. Y para bajar la comida, un grato paseo por sus playas y observar sus bellos atardeceres.

Gastronómicamente hablando, el Algarbe es una extensión de Andalucía, donde en cualquier lugar se come de diez.


Pero el Algarbe es mucho más, siendo recomendable volver para disfrutar de sus bellas playas y exquisita gastronomía que estimulan nuestros sentidos. 



El Puente Internacional del Guadiana nos introduce de nuevo en España en busca de Ayamonte/Huelva hacia nuestro lugar de origen ubicado en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco. 

Ha sido un grato fin de semana conociendo un poco el Algarbe donde Loulé, Portimao, Carvoeiro, Lagos, Sagres, el Cabo de San Vicente, Albufeira y Faro como epílogo de nuestra ruta brillan con luz propia.


Desde el Algarbe “antiguo Al Gharb andalusí” brindo por el progreso y la libertad de los pueblos.




Enlaces interesantes



martes, 25 de febrero de 2025

Visita al Museo de Esclavos en Lagos, Algarbe “un viaje sin retorno”

 

Enrique el Navegante fue el promotor de la Ruta de los Descubrimientos, pero también lo fue de la Ruta de la Esclavitud en Portugal, uno de los capítulos más oscuros no sólo de Portugal, sino de la historia de la Humanidad.


Breve introducción

A partir de 1444, predomina el comercio portugués con la costa Occidental africana. El infante Enrique [1364-1460] era el quinto hijo del primer rey portugués de la dinastía de Avis, João I. 

Enrique el Navegante fue nombrado administrador de la Orden de Cristo, que sucedió a la Orden del Temple, cargo que ostentaría hasta el final de sus días. El hermano mayor de Enrique “El Navegante” sube al trono tras la muerte de su padre y le entrega a éste un quinto de todos los beneficios comerciales de las zonas descubiertas, así como el derecho a explorar más allá del Cabo Bojador.

Enrique el Navegante favoreció las investigaciones científicas y el desarrollo de la cartografía, patrocinando viajes de exploración para construir nuevas colonias en el Atlántico y África Occidental. Reunió en Sagres a un grupo de científicos y navegantes que diseñaron la carabela, lo que ayudó a iniciar la Era de los Descubrimientos.

Enrique el Navegante impulsó la Escuela de Navegación de Sagres, donde al parecer estuvo Vasco de Gama [quien abrió la Ruta del Cabo al llegar a la India el 20 de mayo de 1498] Cristóbal Colón [descubridor de América el 12 de octubre de 1492] y Fernando de Magallanes [quien dio la Primera Vuelta al Mundo con Juan Sebastián Elcano], ya que su puerto servía no sólo de abrigo para las naves siendo que además, era un lugar geoestratégico para el inicio de muchas expediciones marítimas.

Pero, también Enrique el Navegante amparó la esclavitud y contribuyó a la despoblación de numerosos pueblos africanos con el apoyo de las razzias portuguesas que permitían la captura de sus habitantes como esclavos. De ahí vendrá la superioridad de los blancos sobre los negros y el posterior racismo, cuyo fundamento se amparaba en la crueldad que permitía a unos seres humanos la captura de otros, para ser tratados como animales y ser subastados como esclavos para trabajar hasta su muerte. Muchas familias fueron separadas y destrozadas, siendo las esclavas objeto de violencia sexual.

Aunque Enrique el Navegante fuera considerado un héroe durante su vida, su reputación ha decaído durante los últimos años con la reevaluación del daño que ha producido la colonización europea y la esclavitud en las poblaciones locales de todo el mundo.




Unas gaviotas tan libres como el viento nos daban cada mañana la bienvenida en nuestro balcón de Portimao, recordándonos que no se nos debe de olvidar nuestra visita al Museo de Escravos, en el vecino pueblo de Lagos. 


En nuestra particular ruta por el Algarbe [Al Gharb o parte occidental de la Península ibérica en tiempos de Al Ándalus] colocamos nuestro sextante didáctico en Lagos, ciudad histórica del suroeste de Portugal, famosa por sus bellas playas y exquisita gastronomía. 

Aprovechamos los vientos alisios que nos acercaron a Sagres y el Cabo de San Vicente como el "finis terrae" de Portugal y de Europa Meridional.

Pero lo que actualmente es un paraíso natural para los turistas y autocaravanas llegó a ser en tiempos pretéritos un lugar donde atracaban grandes barcos negreros. No todo era oro y marfil lo que transportaban los barcos portugueses durante la Era de los Descubrimientos, sino que también transportaron esclavos. 


Fortaleza Ponta da Bandeira, en Lagos



Detalle de la garita. Fachada principal de la fortaleza


Los desafortunados esclavos entraban desnudos desde el puerto de Lagos hasta el Fuerte da Ponta da Bandeira [construido entre 1680 a 1690], una de las fortalezas más avanzadas de todo el Algarbe. 

De planta cuadrangular cuenta con gruesas murallas y una única entrada con fosos defensivos y un puente levadizo con garitas defensivas cilíndricas en sus esquinas como baluarte defensivo.

Desde la fortaleza los esclavos eran pasados en fila india hasta el recinto del Castillo del Gobernador donde se le colocaban los grilletes para posteriormente ser vendidos en la plaza frente al Mercado de Escravos [actual Museo homónimo] donde esperaban los mercaderes ingleses, franceses y españoles para su compra.

Es curioso como una sociedad tan fervientemente católica no considerara pecado el comercio de esclavos movido por intereses económicos.

Postura de la Iglesia

Durante la Edad Media y Moderna, la esclavitud llegó a justificarse por parte de la Iglesia apelando a la concepción aristotélica que la mencionaba con naturalidad en la organización socioeconómica de las polis griegas de su tiempo y la servidumbre natural de los hombres.

El comercio de esclavos reportó a Enrique el Navegante riquezas y gloria, siendo felicitado y aplaudido por haber encontrado una nueva fuente de riqueza, dañando a las redes comerciales islámicas y dando a los paganos la oportunidad de conocer la fe cristiana. Unos argumentos que se utilizaron para justificar el colonialismo de quienes lo llevaron a cabo en los siguientes 400 años. Es significativo que el papa [Calixto III], en una bula, mencionaba a Enrique como “nuestro querido hijo” y un “verdadero soldado de Cristo” (Cliff, 99).

Con la mentalidad de la época sostenida bajo la influencia aristotélica, las altas instancias del Estado, la aristocracia y la Iglesia verán con normalidad que la sociedad del siglo XVI tuviera esclavos, considerándolos como bienes materiales y signo de distinción social.

Los esclavos negros que procedían de Lisboa y el Algarbe llegaban también a Sevilla a través del Guadalquivir hasta el Puerto de las Muelas y desde allí, hasta las gradas de la Catedral y Plaza de San Francisco, donde los mercaderes realizaban sus "operaciones mercantiles".

En 1537 la Iglesia prohibió la esclavitud de los amerindios. Pero, no será hasta 1839 cuando haga lo mismo con la esclavitud africana.

Enrique el Navegante fue incluso felicitado por Ia Iglesia "por dar a los paganos la oportunidad de conocer la fe cristiana”.



Antiguo Castillo del Gobernador de Lagos


Al pasar por la Plaza de Enrique el Navegante nos sorprendía lo que fue el primer Mercado de Esclavos [Escravos] de Europa, lo que nos daba a entender que Lagos ha tenido su cara oculta en la trastienda de la historia, que al igual que Lisboa, permanece en la amnesia colectiva: la esclavitud de seres humanos durante su expansión colonial obliga a Portugal a enfrentarse con su lacerante pasado.

El edificio conocido como el antiguo Mercado de Escravos de Lagos se encuentra ligado a la Era de los Descubrimientos.



Grilletes con cadenas de hierro para los esclavos
Museo de Escravos, en Lagos [Algarbe portugués]



Argolla en el puerto de Lagos, similar al material usado para los grilletes de los esclavos.


Al entrar en el Museo de Escravos de Lagos se me vino al pensamiento la película "Raíces":

Una novela escrita por el escritor estadounidense Alex Haley que fuera publicada en 1976, que nos cuenta la historia familiar de Haley a lo largo de siete generaciones.

Kunta Kinte es secuestrado de su África natal por cazadores de esclavos y lo envían a América del Sur donde es humillado, vendido, comprado, martirizado y explotado. Aprende a la fuerza un nuevo idioma y se casa con Bell, otra esclava con quien tendrá descendencia: Kizzy. Desde muy pequeña la niña escucha una y otra vez la historia de su familia en África porque Kunta Kinte no quiere que su hija olvide sus orígenes: Kunta Kinte viene de Juffure, donde hay un río cerca llamado Kamby Bolonga... Pero quiere el destino marcado por el hombre blanco sin escrúpulos que Kizzy sea separada de sus padres, violada por su nuevo amo y convertirse en la madre de un mulato: Gallito George. Gracias a la insistencia y el amor que Kunta Kinte tuvo con sus orígenes, la historia familiar permanece viva en generaciones futuras…

Todo comienza en agosto de 1415, cuando una flota portuguesa compuesta de 200 barcos, comandada por Enrique el Navegante, zarpaba de Lagos para atacar Ceuta. Será el comienzo de la expansión portuguesa. Ceuta será tomada por los portugueses el 21 de agosto de 1415 dando comienzo el colonialismo en África.

La Era de los Descubrimientos desencadena el tránsito del comercio, técnicas e ideas que darán lugar al comienzo de la globalización. Una de las primeras consecuencias será el comercio y tráfico de esclavos desde Lagos y Lisboa hasta Europa y, en mayor medida, su transporte a las colonias americanas.



Monumento a Gil Eanes en Lagos "Algarbe" [10 de mayo de 1969]

Gil Eanes descubrió el Cabo de Bojador en 1434, denominado hasta entonces "El Cabo del Miedo".


En 1434, el navegante y explorador portugués Gil Eanes, natural de Lagos, doblaba por vez primera el cabo Bojador, que hasta entonces ningún europeo se había atrevido a rodear, siendo el punto más lejano conocido por los europeos en África. A partir de esa fecha los portugueses comenzaron a establecerse en las zonas costeras de África occidental protegiendo su emporio comercial e importando no sólo especias, marfil y oro, sino también esclavos. 

Desde que Mansa Musa I (r. 1312-1337), gobernante del Imperio Malí [Tombuctú] visitó El Cairo en 1324 y sorprendió a todos con la cantidad de oro que llevaba su séquito, los europeos daban vueltas a la idea de que el corazón de África contenía minas de oro fabulosamente ricas. Se dice que con Mansa Musa entró tanto oro en El Cairo que se desplomó el precio del oro durante una década.


Réplica de una carabela portuguesa del siglo XV
Puerto de Lagos, Portugal


Para mayor ignominia de la historia lusa, también los barcos portugueses transportaban esclavos hacinados en las carabelas. A partir del siglo XVII se utilizarán los barcos negreros que podía acumular en sus bodegas una cifra cercana al millar de seres humanos.

Las ágiles y rápidas carabelas estaban armadas con poderosos cañones fabricados en bronce contra posibles piratas musulmanes, a los que barrían sin piedad, pudiendo navegar contra el viento y realizar viajes oceánicos con abundante mercancía. Estos navíos comenzaban a reemplazar a las rutas de caravanas existentes a lo largo de la costa africana que atravesaban el tórrido desierto del Sahara y el Sahel.



Una figura sin rostro simboliza a todos aquellos que sufrieron la esclavitud pero cuyos nombres se han olvidado con el paso del tiempo.

Museo de Escravos en Lagos, Algarbe


A partir de 1444 Lagos tuvo el dudoso honor de ser el primer lugar donde se vendió el primer cargamento de esclavos africanos, posiblemente el primer mercado de seres humanos de Europa. Las páginas de la historia nos recuerdan que en esa fecha una expedición al mando de Lançarote de Lagos raptó a 235 esclavos negros en las costas de Senegal y Gambia.

En Lagos se construyeron navíos para proseguir la Ruta de los Descubrimientos portugueses.



Torre de Belem en Lisboa [entre 1515 a 1519]
Obra de Francisco de Arruda


Símbolo de la época de la expansión marítima portuguesa. Cabe imaginar que lo primero que verían los navegantes y desafortunados esclavos al llegar a Portugal sería el Cabo de San Vicente y la Torre de Belem, al llegar a Lisboa por mar. 

En 1512 el rey Manuel I emitió un decreto por el cual todos los esclavos tendrían que desembarcar en Lisboa.

Si Lagos fue pionero en la Era de los Descubrimientos como logro de la navegación, también será tristemente conocido por haberse instalado el primer mercado de esclavos de Europa proveniente de África Occidental bajo el patrocinio del Príncipe Enrique el Navegante en el año 1444, quien tendría derecho a una quinta parte del valor de la mercancía.

No se debe confundir la Era de los Descubrimientos con la esclavitud de los pueblos.

 


En 1526, Portugal transportó su primer cargamento de esclavos a Brasil, iniciando así el comercio transatlántico de esclavos. 


Lagos desempeñó un papel fundamental en el tráfico de esclavos debido a su situación estratégica a lo largo de las principales rutas esclavistas de la época donde se descargaban aquellos desafortunados capturados en África Occidental, que para más sufrimiento eran separados de sus propias familias. 

Los hijos de las esclavas nacían esclavos

Unos hechos históricos que llevarán a Portugal algún día a afrontar su pasado colonial y esclavista con rigor [al igual que Francia, Inglaterra, Holanda y España] mediante un debate real sobre la esclavitud, trabajos forzados posteriores y el racismo actual. Un verdadero negocio lucrativo para la Corona portuguesa,  dueña de aquel tráfico humano. 

Mientras que los reyes de Portugal estimulaban el comercio de esclavos, la reina Isabel la Católica dictaba su testamento el 12 de octubre de 1504 ratificado en posterior codicilo en Medina del Campo el 23 de noviembre de 1504 [tres días antes de morir], que servirá de base para las Leyes de Indias:

  “Que los indios sean bien y justamente tratados”

Carlos V continuó con la misma política al prohibir esclavizar a los indios bajo cualquier circunstancia.

Y Felipe II promulgó una Real Cédula del 29 de noviembre de 1593: «Ordenamos y mandamos que sean castigados con mayor rigor los españoles que injuriaren, ofendieren o maltrataren a los indios, que si los mismos delitos se cometiesen contra los españoles».

Con la mentalidad esclavista de la época, sería impensable que en Portugal e Inglaterra se dieran circunstancias similares al testamento de Isabel la Católica o a la Controversia de Valladolid, ocurrida entre el 15 de agosto de 1550 al 4 de mayo de 1551 en el Colegio de San Gregorio

En Valladolid se enfrentaron dos formas antagónicas de concebir la conquista de América:

Sepúlveda como portavoz de los ricos encomenderos defendía el imperialismo tradicional, la de un pueblo dominador que ejerce la explotación sobre el dominado. Defendía incluso la guerra contra los indios para lograr su conversión forzosa al cristianismo con la finalidad de equiparar sus costumbres a las de las sociedades europeas. La postura de Sepúlveda era importada del pensamiento de Aristóteles, que justificaba la esclavitud. Para Sepúlveda los indios eran gentes bárbaras que se encontraban situados en un escalón inferior, lo que justificaba la dominación de un pueblo civilizado como España. Sepúlveda presentaba a los indios como caníbales que no conocían la rueda siendo causa de una guerra justa.

Bartolomé de las Casas sin embargo defendía a ultranza a los pacíficos indios que de repente se vieron violentados por una jauría de codiciosos y sanguinarios encomenderos que veían en el indio una mano de obra esclava. De las Casas sostenía que la única causa que justificaba la presencia española en América era la evangelización, tal como recogía el testamento de Isabel la Católica. Y dicha evangelización no podía sostenerse por la fuerza sino por medios pacíficos. Ampararse en la fe para conquistar a unos pueblos incultos tergiversaba el espíritu de la conquista. De las Casas ponía como contraargumento que ningún castigo podía aplicarse a los indios bajo la jurisdicción de la Iglesia y súbditos de la Corona. Los indios necesitaban una convivencia pacífica con los españoles bajo una importante labor evangelizadora.

De las Casas contradecía los argumentos de Sepúlveda manifestando que en muchos aspectos los indios estaban más adelantados que los europeos como en medicina, astronomía o matemáticas.

La Controversia llegó hasta tal punto que Incluso Carlos V le llevó a plantearse abandonar las Indias si se demostraba que la actuación a nivel moral de España era ilícita.



Lugares de habla portuguesa en la Ruta de los Esclavos

Los caciques africanos esclavizaban a las tribus locales más débiles. En otras ocasiones serán los propios europeos quienes organicen verdaderas cacerías humanas separando familias enteras. Los esclavos africanos serían exportados a las plantaciones de las Antillas, Guayanas, Brasil y el sur de los Estados Unidos. Aunque entre el 12 y el 15% de los esclavos morían durante la travesía, el exceso de carga amortizaba "la inversión" de carne humana. Un trágico negocio que era muy rentable para el comercio de los barcos negreros y de los hacendados.

La posesión de esclavos en Portugal y posteriormente en España e Inglaterra,  marcará un signo de elevado estatus social.



Rutas del tráfico negrero
En rojo los millones de cautivos africanos


Portugal obtuvo el monopolio del comercio y la exclusividad de navegar hacia el sur, confirmado mediante la bula papal “Aeterni regis”, que fuera otorgada por el papa Sixto IV con fecha de 21 de junio de 1481. Portugal se había adjudicado en el mismo tratado las islas Azores y Madeira, ambos archipiélagos sin nativos. Los esclavos provenientes de África, servirán más adelante para las plantaciones de la caña de azúcar, tabaco y algodón.

En 1455 el Papa Nicolás V le concedió a Portugal mediante la bula "Romanus Pontifex" la propiedad exclusiva de todas las tierras y mares en las regiones que se extienden «desde los cabos de Bojador y de Nao a través de toda Guinea y más allá hasta la orilla meridional»

En 1471, el portugués Fernando Poo pasó por el Golfo de Guinea en ruta hacia la India.

En la firma del Tratado de Alcáçovas  en 1479, se acordó el reparto de los territorios descubiertos por ambos reinos en el océano Atlántico. Portugal mantuvo el control sobre sus posesiones de Guinea, Costa del Oro, Madeira, las Azores, Flores y las islas de Cabo Verde. A Castilla se le reconoció la soberanía sobre las islas Canarias.

En 1487, Bartolomé Díaz dobla el cabo de las Tormentas, al que llamará el Cabo de Buena Esperanza.

Alejandro VI (Rodrigo de Borja) estableció mediante la bula “Inter Caetera” una línea imaginaria situada a 370 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde, que dividiría al mundo otorgando a los Reyes Católicos el dominio y monopolio del comercio de las nuevas tierras conquistadas. Las tierras descubiertas al Este de ésta línea imaginaria, serían de propiedad portuguesa, y las del Oeste, serían de propiedad españolas. América quedaba en manos de España mientras Brasil pertenecería a Portugal.

El 7 de junio de 1494 quedará plasmado el acuerdo en el Tratado de Tordesillas entre los representantes de los Reyes Católicos y los del rey Juan II de Portugal.

El 8 de julio de 1497, el explorador portugués Vasco da Gama zarpa de Lisboa con una flota de cuatro embarcaciones, logrando cruzar el Cabo de Buena Esperanza abriendo una nueva ruta marítima desde Europa occidental hasta Asia [Calicut] llegando el 18 de mayo de 1498, y aumentando la zona de influencia portuguesa. Los portugueses habían ejercido una verdadera talasocracia "dominio marítimo".




Monumento al Descubrimiento en Lisboa

Fue construido en 1960 sobre el río Tajo, en Belem, Lisboa. Conmemora los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante. Los autores de la obra fueron el arquitecto José Ángelo Cottinelli Telmo y el escultor Leopoldo de Almeida, en 1960. 

Entre otros exploradores y navegantes destacan:

Perfil Oriental: Vasco de Gama, Álvarez Cabral, Fernando de Magallanes y Bartolomé Díaz, entre otros.

Preside el Monumento: Enrique el Navegante.

Perfil Occidental: Gil Eanes y Luis de Camoens

Los portugueses hasta el siglo XV creían que no se podía pasar el cabo Bojador, porque tan sólo existía el vacío y que grandes monstruos marinos hacían desaparecer los barcos.

Desde mediados del siglo XV, cientos de esclavos africanos serían exportados anualmente para Portugal, desde las costas africanas, sufriendo un proceso de culturalización, que incluía el aprendizaje de la lengua portuguesa, catequesis, bautismo, e integración en la sociedad portuguesa. Los esclavos domésticos eran destinados a las actividades domésticas y actividades productivas.

Después de 1500, con el descubrimiento de Brasil, se inicia un desplazamiento de esclavos desde África hacia aquel territorio luso-africanas. Muchos esclavos de las costas de Angola e islas de Santo Tomé y Príncipe, en el Golfo de Guinea serán enviados a Brasil.

A partir del siglo XVII se utilizarán navíos negreros para enviarlos a América, barcos más grandes y más rentables para los esclavistas. Hacinaban un 40% más de carga por aquellos infelices que se arrojaban al mar.

El monumento en Lisboa al Descubrimiento nos da una idea de las rutas de los descubridores entre los siglos XV y XVI que conformaban su emporio comercial. 

El monumento tiene forma de una proa de barco donde destaca al frente Enrique el Navegante con una carabela en sus manos. Acompañando a Enrique el Navegante se pueden observar 33 personas entre navegantes, cartógrafos, reyes, frailes y misioneros, matemáticos o pintores, destacando nombres tan ilustres como el poeta Luis de Camoens, Gil de Eanes, Vasco de Gama, Pedro Álvarez Cabral “descubridor del Brasil”, Fernando de Magallanes, Bartolomé Díaz “descubridor del Cabo de Buena Esperanza”...

Al norte del monumento se encuentra situada en el suelo una “Rosa de los Vientos” de 50 metros de diámetros, que fuera regalo de Sudáfrica en 1960. El diseño pertenece al arquitecto Cristino da Silva (1896-1976).


Portugal en la Era de los Descubrimientos ejercía su influencia en medio mundo:

1418 Madeira, 1427 Azores, 1434 Cabo Bojador, 1444 Cabo Verde, 1460 Guinea, 1471 Golfo de Guinea, 1475 Santo Tomé y Príncipe, 1483 Congo, 1483 Angola, 1486, Cabo de Buena Esperanza, 1488 Cabo de Buena Esperanza, 1497 Natal, 1498 Calicut (India), 1500 Madagascar, 1500 Terranova, 1500 Porto Seguro (Brasil), 1502 Cananea, 1505 Ceilán, 1506 Madagascar, 1507 Mauricio, 1509 Damao, 1509 Malaca, 1510 Cantón, 1511 Malasia, 1512 Molucas, 1512 Timor, 1514 Río de la Plata, 1514 Río Perla (China), 1516 Río Ganges y 1525 Palau, 1557, Macao y 1570, Nagasaki, en Japón.



Cabo de San Vicente en el Algarbe portugués
Testigo del tránsito de esclavos desde Lagos hasta Lisboa


Museo de Esclavitud en Lagos, Algarbe

El Museo de Escravos se encuentra en la Plaza del Infante Don Henrique, muy cerca del Forte da Ponta da Bandeira. Su visita nos introduce en un tenebroso túnel del tiempo donde el tráfico de seres humanos era visto con normalidad en las sociedades esclavistas. Una visita que pone los bellos como escarpias, muy difícil de asimilar con la mentalidad actual y que debiera ser tratado con el máximo rigor histórico. Un oscuro capítulo no sólo de Portugal sino de toda la Humanidad.

El Museo de Escravos  profundiza en la historia de la esclavitud en Portugal desde su primer transporte en 1444. A través de paneles ilustrativos, mapas y documentos históricos, donde no faltan grilletes con sus cadenas que apresaban a seres humanos como mercancía, nos ilustramos en la medida de lo posible. Una visita que nos demuestra que el hombre siempre ha sido un lobo para el hombre como nos recuerda la locución latina «homo homini lupus».



Acta Notarial de 1671 por la cual un niño obtiene su libertad


El Museo de la Esclavitud nos da a entender que Lagos fue un pilar fundamental en la apertura de la ruta esclavista hacia Europa. Los esclavos provenían de Guinea, Cabo Verde, Senegal, el Congo y Angola, siendo cómplices los caciques de los poblados. Los portugueses les daban prebendas como caballos, telas, armas y baratijas a cambio de oro y esclavos como capital humano. Los portugueses no se internaban en el interior de África sino que se asentaban en las costas protegiendo sus emporios comerciales [desde las islas Azores y Madeira hasta la India y Macao], siendo los caciques los que les acercaban los esclavos.

En 1595 se produce una sublevación en Santo Tomé y Príncipe. Un esclavo llamado Amador Vieira desafió al régimen colonial portugués. El 4 de enero fue declarado día festivo en honor a Amador Vieira, quien movilizó a los esclavos de las plantaciones para hacer una nación libre.

 


"Los Negros", la película que cuenta la historia de los esclavos de Sevilla


Don Gonzalo de Mena y Roelas, arzobispo de Sevilla funda en 1393 el Hospital de la Gracia [para personas de raza negra] y una Hermandad para integrarlos en la sociedad de la época, convirtiéndose en la primera congregación religiosa de estas características en el mundo. Será conocida a partir del siglo XVIII como la "Hermandad de los Negritos siendo anteriormente conocida como la Hermandad "de los Morenos".

Hasta el siglo XIX no podían pertenecer a esta hermandad personas que no fueran de raza negra.

Terminada conquista de Granada, España necesitaba encontrar una vía marítima que les permitiera llegar a las especias por el poniente sin tener que bordear África [en manos de los portugueses que navegaban hacia Asia sin tener que financiar nuevas vías], mientras que el Imperio otomano ejercía su influencia en la ruta terrestre de las especias y Ruta de la Seda, cerrada por completo para el mundo cristiano a mediados del siglo XV.

En España y Europa era necesario conservar la carne y para ello, existía una gran demanda de sal y de pimienta, ésta última procedía de Oriente y de África Occidental en manos portuguesas.

En la Europa medieval se codiciaba como producto de verdadero lujo las especias de Oriente considerada “oro vegetal” cuyo comercio se encontraba monopolizado por las repúblicas italianas y cuyo valor crecía exponencialmente al pasar de mano en mano durante las largas rutas terrestres. Las especias [clavo, canela, nuez moscada, jengibre y pimienta] alcanzan entonces un precio desorbitado, lo que servirá de estímulo para atravesar los océanos desconocidos. Y en eso llegó Colón...

Durante el tercer viaje, Colón mandó cinco buques cargados de indios para España [a 4.500 maravedíes por cabeza]. La llegada de aquel cargamento viviente enfadó a la reina Isabel que sintió gran compasión y una indignación sin límites.

La reina Isabel la Católica había dejado en su testamento tratar a los indios como súbditos castellanos, sin maltratarlos ni esclavizarlos, sino cristianizarlos y civilizarlos. Aunque la Corona intentaba proteger a los indios con leyes humanitarias para la época [Cédula de los Reyes Católicos a Nicolás de Ovando, 16 de septiembre de 1501], cuando los documentos llegaban a América, se convertían en papel mojado, continuando los patrones explotando a los indios en las minas y en los campos de cultivo.

Si los indios no podían ser esclavizados, entonces se puso la vista en el comercio de esclavos negros de Portugal. En 1518 España otorga licencia para transportar esclavos negros desde puertos españoles imponiéndose la conveniencia económica frente a la moral.

Durante el siglo XVI Lisboa exportaba esclavos provenientes del Congo, Senegal, Guinea y Angola. A Sevilla llegaban esclavos negros de Portugal por varias vías: a través del Guadalquivir en naos andaluzas o portuguesas desembarcando en el Puerto de las Muelas [por ser su pavimento muelas de molino] para ser conducidos y encadenados hacia las gradas de la Catedral o en la Plaza de San Francisco donde eran vendidos en pública subasta. O por vía terrestre desde Lagos hasta la frontera onubense, o bien por la frontera de Extremadura «Extrema Dorii».


¿Qué se me da a mí que mis vasallos sean negros? ¿Habrá más que cargar con ellos y traerlos a España, donde los podré vender y adonde me los pagarán de contado, de cuyo dinero podré comprar algún título o algún oficio con que vivir descansado todos los días de mi vida?

Capítulo XXIX de la primera parte del Quijote [1605]


La "S" acompañada de un clavo [esclavo] o DSA [de Sevilla] serán las terribles letras con las que se marcaba en la mejilla de los esclavos con la intención ser identificados.


Miles de barcos negreros con sus bodegas hacinadas de esclavos procedentes de África llegaban a Lisboa y desde allí ponían rumbo a los puertos americanos, donde se vendían los esclavos como mano de obra barata para las plantaciones de azúcar en el Caribe y de algodón en el sur de los Estados Unidos. El precio aumentaba veinte veces, desde África a los puertos de América. Todo el negocio sería financiado por las aseguradoras, grandes hacendados y los grandes bancos.

Muchos esclavos padecían enfermedades como la disentería, el escorbuto, sarampión, malaria y gripe. Y otros, al no poder soportar semejante ignominia contra la dignidad humana se arrojaban por la borda para que la muerte los liberase de tanto sufrimiento. Para evitar que se arrojaran al mar, los esclavistas colocaron redes en el perímetro de los barcos.

Los esclavistas tenían la mentalidad de que "a mayor número de esclavos, mayor sería la cantidad de dinero a embolsar". Las mujeres esclavas eran maltratadas sexualmente por la tripulación y bien vistas por el traficante ya que si quedaban embarazadas tendrían dos esclavos por el precio de uno.

Durante los siglos XVI y XVII Holanda creará su propio monopolio comercial a través de la Compañía de las Indias Orientales y de las Indias Occidentales, con mano de obra esclava, que les proporcionaba enormes beneficios [oro, tabaco, azúcar, cacao, café y algodón], desde Nueva Guinea y sus posesiones en Indonesia y Oceanía.

Los esclavos serán considerados por sus amos como bienes muebles. En 1794, la Francia revolucionaria abolió la esclavitud en las colonias pero será de nuevo reintroducida en las plantaciones del nuevo mundo.

Fue el comerciante de esclavos John Hawkins [1532-1595], quien ejerció a gran escala su “gran carrera como negrero”. Tras su “exitosa primera expedición” [1564-1565], la reina de Inglaterra Isabel I [1533-1603] le prestó un barco para una segunda expedición, cuyo nombre para más inri será “Jesús of Lübeck”. En sus bodegas transportaría cuatrocientos esclavos en 1564. La reina Isabel I sería socio de tan "magna empresa". John Hawkins sería nombrado caballero y en su blasón heráldico llegó a colocar la figura de un negro encadenado.

La demanda de esclavos en las plantaciones de azúcar, café y algodón era tan elevada y el negocio de carne humana tan "fructífero" que los esclavistas fletaban barcos negreros de manera clandestina  desde África hacia América. Los barcos negreros iban sobrecargados para amortizar pérdidas mientras que los traficantes de esclavos amasaron ingentes fortunas.

Pero el Museo sobre la Esclavitud de Lagos no sólo nos muestra una importante lección de historia, sino que también honra la memoria de los millones de víctimas sin retorno que han permanecido en la amnesia colectiva de las páginas de la historia. No obstante, la visita al Museo de Escravos nos aporta no sólo un valor emocional sino también esperanza en el futuro, porque se atreve a romper el silencio en torno a la esclavitud.

Muchos países han sido y siguen siendo reacios para afrontar la historia del colonialismo. El tráfico de esclavos debió haber sido considerado siempre como un crimen de lesa humanidad y no haber sido apoyado por las monarquías de las diversas épocas. Por desgracia, muchas legislaciones miraban hacia otro lado e incluso había reyes que se llevaban como socios una parte de las ganancias apoyando esta incalificable empresa que iba contra la dignidad humana.

Un sistema económico de países esclavistas perverso que estuvo basado durante varios siglos en el tráfico de esclavos como mano de obra gratuita en sus colonias. No hace falta recordar las plantaciones de algodón en Norteamérica a partir de 1714 cuando Inglaterra obtuvo el monopolio de esclavos en sus colonias  o en el Caribe con plantaciones de azúcar, té, café, cacao, tabaco y algodón, que necesitaban abundante mano de obra esclava.

Eltis estima que entre 1500 y 1840, cerca de 12 millones de esclavos viajaron a América. Mientras que sólo 3,4 millones de europeos viajaron al mismo destino durante ese mismo periodo, lo que nos da una idea de la magnitud de la tragedia.

En 1761, Portugal también será pionera en la abolición del tráfico de esclavos en la metrópoli [no así en sus colonias], declarando libres y emancipados a los esclavos que entraran a Portugal, siendo el primer paso para la abolición de la esclavitud en 1869.

  • Inglaterra suspende el tráfico de esclavos el 1807 y la esclavitud el 1833.
  • La esclavitud será abolida definitivamente en Francia en 1848.
  • La abolición de la esclavitud se convirtió en “casus belli” durante la Guerra de Secesión americana entre la Unión de los estados del Norte frente a la Confederación [11 estados esclavistas del Sur]. En 1865, la 13ª enmienda de la Constitución decretaba el final de la esclavitud en todo EE.UU.
  • El 19 de enero de 1880 el Congreso de los Diputados votó la abolición de la esclavitud en Cuba [el último esclavo será liberado en 1886] poniendo así a uno de los hechos más ignominiosos de nuestra historia.
La Doctora en Historia de América por la Universidad de Sevilla Vila Vilar estima que los portugueses transportaron entre 250.000 y 300.000 esclavos africanos, solo entre 1595 y 1640. El puerto de Veracruz, Cartagena de Indias, Buenos Aires y el Caribe serán testigos de la llegada de esclavos negros en la América española.

La abolición legal de la esclavitud traerá durante algunos años el contrabando de seres humanos.

Monumentos a la memoria de millones de personas que perdieron su libertad



Monumento al Renacimiento Africano en Dakar, Senegal


En el barrio Ouakam de Dakar se encuentra el monumento en bronce a la Resistencia Africana, considerado un símbolo de África. Tiene 49 metros de altura y fue diseñado por el arquitecto senegalés Pierre Goudiaby siendo inaugurado el 4 de abril de 2010. 

Representa a tres miembros de una familia, que salen de la cima de una montaña: una mujer joven, un hombre, y un niño sentado sobre su brazo derecho que señala con su dedo al mar, y a los africanos al otro lado del Atlántico.



En Gorée existe una escultura de un hombre y una mujer con unas cadenas rotas, simbolizando el fin de la esclavitud. La escultura fue realizada por dos descendientes de esclavos, Jean y Christian Moisa. Fue regalada a la Isla de Gorée de Senegal por el gobierno de una de las islas que recibieron esclavos procedentes de Senegal. No cabe duda de que el monumento enfrenta a Portugal con su pasado colonial que debe ser tratado con el máximo rigor y asepsia.



La isla de Gorea en Dakar, Senegal

Posee una superficie de 17 Ha y se encuentra ubicada frente a la costa senegalesa, a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Dakar. La Casa de los Esclavos, es el símbolo de la tragedia de la esclavitud, siendo el lugar más visitado de Senegal, que acoge cada día a centenares de visitantes.

Nombres de calles, casa del gobernador general, fuertes militares, plazas, casas, monumentos y el Museo Casa de los Esclavos dan fe de la trata de esclavos durante los siglos XV al XIX.

La “isla de la memoria” es un símbolo para la conciencia universal de la trata esclavista, con su rastro de sufrimiento, lágrimas y muerte”, reza la descripción del sitio. Numerosas personalidades, como el presidente sudafricano Nelson Mandela, el papa Juan Pablo II o el presidente estadounidense Barack Obama, también han contribuido al renombre de la isla que durante más de tres siglos aprovisionó a los mercados esclavistas de los Estados Unidos, el Caribe y Brasil.

Desde 1444, los portugueses la utilizarán la isla de Gorea “Good Rade o refugio seguro” como puerto de atraque para sus barcos, construyendo en 1536 una de las primeras casas de esclavos. Llegaron a funcionar hasta 28 casas de esclavos siendo la más grande construida por los holandeses en 1776.

Tras la abolición de la esclavitud en Francia y sus colonias en 1848 comienza el declive económico de la isla.



Monumento Nacional por la Paz y la Justicia en Montgomery, Alabama, en honor a las víctimas de la supremacía blanca en Estados Unidos.



Consecuencias

La esclavitud de hombres y mujeres jóvenes también afectó la demografía de África occidental como inmenso crisol de pueblos, culturas y civilizaciones. Además, algunos países y tribus africanas, principalmente por ganancias financieras o políticas a corto plazo, también participaron en la trata de esclavos, un hecho que arruinó para siempre las relaciones interafricanas. Los efectos de la esclavitud en los pueblos de África fueron devastadores, al perder su población varios millones de personas.

La esclavitud jugó un papel importante en la prosperidad de los países europeos involucrados, particularmente de Reino Unido, lo que contribuyó al rápido desarrollo de las industrias financieras, marítimas y manufactureras que financiaron su progreso tecnológico [la máquina de vapor de James Watt, fue financiada por propietarios de plantaciones de azúcar en el Caribe].

Sin embargo, el legado más duradero, inmoral e inhumano de la trata transatlántica de esclavos será el racismo como consecuencia de la esclavitud. Para legitimar la esclavitud, el imperialismo occidental presentó a los negros como "subhumanos" incivilizados e inferiores. Esto fue siglos antes de lo que hicieron los nazis para justificar su genocidio del pueblo eslavo y judío.

Tras la abolición de la esclavitud, comenzaba la segregación racial...

La Asociación de los Descendientes de Africanos [DJASS], promueve la construcción de un monumento en Lisboa como homenaje a las personas esclavizadas. Entre 1501 y 1866 más de 12,5 millones de esclavos fueron llevados a la fuerza de África a las Américas. Casi la mitad salieron de tierras bajo dominio portugués.


En 1997, la UNESCO estableció el día 23 de agosto como el Día Internacional de la Memoria del Tráfico de Esclavos y de su abolición como homenaje a todos los que lucharon por la libertad.

El Observatorio Internacional de Derechos Humanos de Portugal le otorgó el título al Museo de Escravos de Lagos dentro de la Ruta del Esclavo de la UNESCO como “Centro Internacional de Memoria Viva de la Dignidad Humana”.


Desde el antiguo Mercado de Escravos en Lagos, en el Algarbe portugués, para el blog de mis culpas...



Rota da Escravatura "Ruta del Esclavo"


P.D. Actualmente jóvenes negros entre 18 a 25 años de edad tienen un 50% menos de posibilidades de ir a la universidad, lo que nos lleva a reflexionar si el racismo actual se encuentra impreso en la Memoria Colectiva de la sociedad portuguesa.

Al salir del Museo de Escravos le manifesté a la señora que me atendió de que los paneles ilustrativos no vienen en español, sino en inglés y portugués, contestándome que cuando ella estuvo en Sevilla tampoco observó información alguna en portugués. Le contesté que tan mal está una cosa como la otra, y más siendo buenos vecinos. ¡Pelillos a la mar!


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