“Te he
dicho Platero que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No; el alma de Moguer
es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro como el
migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!- como la blanda corteza”.
Juan
Ramón Jiménez
Muy cerca de Niebla,
considerada como la flor andalusí del antiguo al Gharb se encuentra Moguer, la cuna Platero y del poeta universal y Premio Nóbel de literatura en 1956 Juan
Ramón Jiménez que tanto influyera en la
generación del 27.
El pueblo blanco de Moguer fue
definido por Juan Ramón Jiménez en su obra “PLATERO Y YO” como un pan de trigo, “blanco por dentro como el migajón” y siempre estuvo
presente en la inspiración del poeta ya que Juan Ramón amaba a la tierra que lo
vio nacer describiendo el color blanco de su pueblo, el olor de sus campos, sus
gentes etcétera.
A través de sus calles se puede realizar una ruta literaria y
observar los azulejos ubicados en las esquinas de las calles de Moguer donde
queda reflejada fielmente la poesía y las vivencias del poeta.
Paseando por sus blancas calles llegamos hasta el monumento en bronce de Platero y Juan Ramón Jiménez en la Plaza del Cabildo para seguir hasta otro monumento de Platero jugando con los niños muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada y la calle Almirante Pinzón. Desde la Plaza del Marqués llegamos hasta la Casa-Museo “Zenobia y Juan Ramón” para terminar la ruta junto a la casa natal del inmortal poeta.
Bajo un sol de justicia,
pusimos viento en popa hacia Palos de la Frontera, Cuna del Descubrimiento de
América al gestarse y prepararse el primer viaje de Colón el 3 de agosto de 1492 hacia “las
Indias”.
Visitamos el Muelle de las
Carabelas construido en 1992 con motivo del V Centenario del Descubrimiento de
América y ubicado en Palos de la Frontera donde se pueden observar las réplicas
de las dos carabelas “La Pinta y La Niña” que fueron capitaneadas por los
Hermanos Pinzón junto a la nao “Santa María”.
Tan magna empresa marcó un
antes y un después en la historia de Huelva, Andalucía, España y la Humanidad.
La Ruta Colombina o del Descubrimiento adquiere una dimensión universal al convertirse en génesis del Descubrimiento
de América.
En el Muelle de las
Carabelas destaca la figura del vigía Rodrigo de Triana quien el 12 de octubre
de 1492 a las 2 de la madrugada avistó “tierra” subido a la cofa del palo mayor
en la carabela “La Pinta” que iba delante del Almirante Colón.
Por tanto, la
recompensa de los 10.000 maravedíes que ofrecieron los Reyes Católicos a la
primera persona en descubrir tierra no la cobró Rodrigo de Triana sino
Cristóbal Colón, con lo que su comportamiento en este caso fue desleal a la
vista de las informaciones que el historiador Francisco López de Gómara narra en su libro “Historia General de las Indias” escrito en 1552 relatando al respecto lo siguiente:
…Al día siguiente, que era 11 de octubre del año 1492, dijo Rodrigo de Triana:”¡Tierra, tierra!”…
…Y así, el marinero de Lepe se pasó a Berbería, y allí renegó de su fe, porque ni Colón le dio albricias ni el Rey merced ninguna, por haber visto él antes que nadie de la flota, lumbre en las Indias.
Monumento a Colón en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba
|
Así como el primer avistamiento narrado en el diario de a bordo de Cristóbal Colón, compendiado por Fray Bartolomé de las Casas.
“Y porque la carabela Pinta
era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que
el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía
Rodrigo de Triana…
Restos del Almirante D. Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla |
La isla en concreto era conocida por los indígenas como Guanahaní y fue bautizada por Cristóbal Colón como San Salvador, en honor a Jesucristo y a la salvación que implicaba encontrar tierra tras aquella larga travesía.
En el libro de Francisco Gómez de Gómara "Historia General de las Indias" escrito en 1552 aparece el término "cacique" en referencia al cacique taíno Guacanagari como jefe de una comunidad taína de las Antillas.
La hora del descubrimiento según el diario de a bordo de Cristóbal Colón serían "dos horas pasada la media noche", esto es las 2 de la madrugada del 12 de octubre de 1492, cuando se encontraban a dos leguas (marinas) de la costa, unos 11 kilómetros.
De acuerdo con el diario del primer viaje de Colón, los Reyes de España prometieron una recompensa de 10.000 maravedís al primero que avistara tierra. Al estar resultando el viaje mucho más extenso de lo inicialmente previsto Colón ofreció además como recompensa por su parte un jubón de seda.
Por otro lado, a pesar de lo logrado por el Almirante Cristóbal Colón, murió sin pena ni gloria al ignorar su propia hazaña ya que nunca supo que había descubierto otro continente. Además le quitaron el mérito de dar su nombre a las nuevas tierras descubiertas ya que Américo Vespuccio identificó esas tierras como un Nuevo Continente, por lo cual esas tierras descubiertas se le llamó América en su honor, usurpándole ese honor al Almirante Cristóbal Colón.
Por tanto, una visita
obligada a seis veces centenaria "La Rábida" era necesaria, un edificio gótico mudéjar del siglo XIV-XV sobrio pero al mismo tiempo bello,
donde estuviera Cristóbal Colón antes de iniciar su viaje.
A finales de 1527 coincidieron en la Rábida los capitanes Hernán Cortés y Francisco Pizarro: el primero camino de Sevilla, Guadalupe y Toledo tras la conquista del Imperio Azteca y el segundo con una Real cédula del emperador para conquistar el imperio Inca.
Existe una interesante hipótesis de que Rábida puede venir de Rápita o torre almorávide de monjes guerreros que vigilaban la costa, como serían los monjes-soldados del Temple que debieron permanecer aquí hasta la Reconquista de Huelva por Alfonso X en 1258 quien le encargara la defensa de este estratégico lugar hasta su disolución papal en 1312.
En el exterior se encuentra el busto de fray Antonio de Marchena quien recibiera a Cristóbal Colón en su primera visita al monasterio franciscano y fray Juan Pérez, confesor de la reina católica, que prestara su apoyo al proyecto del Almirante en la Corte en unos tiempos muy difíciles.
Colón de alguna manera se creía ser un elegido por Dios para llevar el cristianismo a los nuevos territorios por descubrir. Sólo así, justificaría su afán de conseguir todo el oro posible en dichos territorios de cara a la conquista de Jerusalén, obsesión ésta que mantuvo hasta su muerte.
A finales de 1527 coincidieron en la Rábida los capitanes Hernán Cortés y Francisco Pizarro: el primero camino de Sevilla, Guadalupe y Toledo tras la conquista del Imperio Azteca y el segundo con una Real cédula del emperador para conquistar el imperio Inca.
Existe una interesante hipótesis de que Rábida puede venir de Rápita o torre almorávide de monjes guerreros que vigilaban la costa, como serían los monjes-soldados del Temple que debieron permanecer aquí hasta la Reconquista de Huelva por Alfonso X en 1258 quien le encargara la defensa de este estratégico lugar hasta su disolución papal en 1312.
En el exterior se encuentra el busto de fray Antonio de Marchena quien recibiera a Cristóbal Colón en su primera visita al monasterio franciscano y fray Juan Pérez, confesor de la reina católica, que prestara su apoyo al proyecto del Almirante en la Corte en unos tiempos muy difíciles.
Colón de alguna manera se creía ser un elegido por Dios para llevar el cristianismo a los nuevos territorios por descubrir. Sólo así, justificaría su afán de conseguir todo el oro posible en dichos territorios de cara a la conquista de Jerusalén, obsesión ésta que mantuvo hasta su muerte.
"...en siete años de andar por Castilla, sólo dos frailes me fueron constantes".
Por último, después de una grata jornada con mis amigos, nos dirigimos a la playa de Mazagón para recuperar fuerzas deleitándonos con las exquisitas sardinas, boquerones y chocos fritos descansando algunas horas en la playa hasta retomar de nuevo el viaje hacia Sevilla. Sin darnos cuenta nos pusimos con la brisa marina “colorao como un tomate”.
Hablando de tomate, durante la
época de al-Andalus se conocía el gazpacho originario con pan a pellizcos sin
tomate ni pepino que no se incorporaron hasta el Descubrimiento de América.
El gazpacho es una bebida muy sana y tiene un
gran aporte nutricional siendo considerado como el plato estrella de la dieta mediterránea, ideal para el estrés y moderando el consumo de aceite de oliva y
pan contribuye a llevar una dieta equilibrada al poder tomarse en cualquier
época del año.
Desde Moguer y la Cuna del Descubrimiento para el Blog de mis culpas...
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