“Andalucía es el resultado de un proceso
histórico con identidad histórica como base de su identidad cultural, modelada
a lo largo de siglos que nos ha dado nuestra forma de entender la vida y como resultado
final nuestra cultura que forma parte de la memoria".
Isidoro Moreno, antropólogo
Una mañana de comienzos de agosto, cuando los rayos de sol empezaban a proyectarse sobre nuestro desvencijado castillo junto al arrabal de Santa María, pusimos nuestra proa viento en popa en busca de la flor del Al Gharb andalusí “la antigua Labla al Hamra”.
Atravesamos el
cauce del legendario del río Wad al Kabir, por donde han fluido grandes
civilizaciones dejando atrás la antigua Isbiliyya, capital de la cora de Al
Xaraf durante el Emirato de Córdoba para llegar hasta nuestro destino Niebla,
la antigua Labla al Hamra andalusí que brilló con luz propia en tiempos de al
Ándalus, siendo considerada como “la flor del Al Gharb andalusí”, parte
occidental de al Andalus que abarcaba la actual provincia de Huelva y el sur de
Portugal. En contraposición, existía el término Axarquía o al-Sharq al Ándalus como la parte oriental.
Los tartessos,
fenicios, romanos y visigodos dejaron su huella de su presencia en los vestigios
arquitectónicos. La herencia de Roma ha quedado patente en su Puente
Romano sobre el río Tinto, denominado así por el color rojizo de sus aguas
debido a la cantidad de minerales con sulfuro de metales pesados a lo largo de
su cauce.
Pero no fue hasta
los siglos VIII al XIII cuando la Niebla andalusí -Labla al Hamra- consiguiera
su máximo esplendor al formar parte de la nueva división administrativa del
territorio musulmán, una cora musulmana en el
“Al Gharb al Ándalus” durante el Califato y posterior reino de taifa
-1023 a 1053- a raíz de la desintegración del Califato de Córdoba a partir de
1009 y posteriormente durante los segundos reinos de taifas -1145 a 1150- y terceros
reinos de taifas bajo Ibn Mahfut entre 1234 a 1262 siendo conquistada
finalmente por el Reino de Castilla en
1262 –Alfonso X el Sabio-.
En el año 711 los
árabes entran por el Estrecho de Gibraltar -Gebel al Tarik- y el 23 de julio se
produce la batalla de Guadalete –del río Barbate para algunos autores, cerca
del cabo de Taraf al-Ghar- en la que pierde Roderico, último rey visigodo. A
partir del año 713 Niebla fue ocupada por los musulmanes -Abd al-Aziz ibn Musa,
hijo de Musa-.
En el 844 Niebla
–Labla al Hamra- y Sevilla- Ishbiliya- sufren el
ataque de los majus –vikingos- siendo derrotados por el califa Abderramán II en la batalla de Tablada mandando construir torres vigías a lo largo de la costa.
Posteriormente una
familia de notables árabes, los Yahsubíes se hacen con el poder y gobiernan
esta plaza con fuertes murallas, configurando el reino de taifa entre 1023 y
1053, entre la parte occidental de al Andalus y la antigua Vía Augusta.
El
último descendiente de una dinastía de tres reyes, tuvo que entregar en el año
1053 sus dominios al codicioso rey de la taifa de Ishbiliya, al-Mutadid, que se
anexionó las taifas cercanas a su reino de taifa, como el Algarbe, Huelva,
Niebla, Algeciras, Morón, Ronda, Carmona
y Arcos entre otras. Niebla estuvo dividida en dos barrios, uno al sur y otro
al norte. Cada uno de ellos tenía su propia mezquita.
Los príncipes Omeyas legaron a la
antigua Córduba su máximo esplendor como ciudad más culta e importante de
Occidente pero su despotismo y opulento estilo de vida iban generando un caldo
de cultivo, en el que los antígenos lo formaban las tropas bereberes como clase
social más descontenta.
Almanzor –Abú Amir- deslegitimó la
dinastía debilitando la figura del califa Hisham II, -hijo de Alhaken II- al ser demasiado
joven para reinar. La destrucción de Madinat al-Zahra–la ciudad brillante- por
el bereber al-Mustain llevó definitivamente a la ruptura o fitna. Con ello se produce el
desmoronamiento definitivo de la unidad política de al-Ándalus en reinos de
taifas que se hundirán progresivamente al ser presionados por los cristianos a
partir de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
El geógrafo al-Idrisi ya la describió
como una villa antigua con bastante comercio y al-Himyari como una ciudad
antigua de sólidas murallas con el puente romano sobre el río Tinto. Otro
geógrafo andalusí del siglo XI nacido en Huelva al-Bakri mencionaba que Niebla
era rica en olivares e higueras.
La lengua árabe
llegó a ser sinónimo de refinamiento y erudición. El saber y el conocimiento
tuvo una enorme importancia en el mundo islámico. “No hay nada más importante a
los ojos de Dios –enseñaba el Profeta- que un hombre que aprendió una ciencia y
la enseñó a las gentes”…
Se cultivaba la
filosofía y la lógica griega, sobre todo Aristóteles. Los científicos defendían
el intelecto que no estaba reñido con la revelación “la filosofía es amiga y
hermana de leche de la religión”. No contradice la revelación, sino que la
confirma., escribía Averroes, quien más influyó en el mundo islámico junto a su
contemporáneo judío Maimónides. Se estudiaron con grandes aciertos el detalle
de los movimientos de las estrellas y los planetas por medio de sofisticados
astrolabios, se avanzó en el estudio del álgebra y la aritmética, cuyo
precursor fue el oriental al-Jwarizmi (logaritmo). Se perfeccionaron las
teorías de Hipócrates y Galeno. La medicina tuvo su máximo exponente en
Averrones que en siglos posteriores fueron estudiados sus textos por hombres de
la talla de Miguel Servet o Galileo. Utilizaron algunos medicamentos con fines
terapéuticos.
La cetrería tuvo su época dorada en la Edad Media desde el siglo X hasta el XV donde la caza
con halcones y azores tuvo un importante auge. Se podía pagar por un buen neblí
hasta 1.500 maravedíes, el mismo precio que por un buen caballo. El neblí era la más noble
y mejor de todas las aves de caza que abundaba en la tierra de Niebla.
Tras la derrota de
los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, tal circunstancia histórica no hará más que reflejar que los días del reino de Granada estarán
contados, teniendo su epílogo el 2 de enero de 1492. Con ello se consolidará el
fin de la presencia musulmana en la Península Ibérica terminando con la Diáspora
morisca en 1609 obligando a la emigración forzosa de la población morisca a territorios musulmanes en el norte de África como Marruecos, Argel, Túnez,Libia, Egipto incluso Turquía.
En 1262, tras un
asedio de nueve meses, Alfonso X el Sabio conquista la ciudad, utilizando por
primera vez la pólvora en primitivos cañones con fines bélicos. Un Fuero Real
facilitó la repoblación cristiana y en 1369 pasó a formar parte de la Casa de
los Guzmanes -linaje nobiliario originario de la Corona de Castilla-.
...Atravesamos el Puente
Romano sobre el río Tinto y nos sorprende un impresionante recinto amurallado
de estilo almorávide y gótico sobre restos romanos, visigodos y árabes realizado
en varias fases, con una altura máxima de 16 metros. El perímetro consta de 16
hectáreas con 50 torreones -48 cuadrangulares y 2 octogonales- realizado
con fábrica de tapial y piedra reforzada con grandes sillares en las esquinas
que otorga gran solidez al recinto amurallado.
Los nombres de las puertas de entrada indicaban por donde fluían los caminos. Sólo se conservan
cinco puertas de acceso al recinto amurallado. Desde el norte se accede por
tres puertas: la Puerta del Socorro, del Agujero y la Puerta de Sevilla, -de estilo romano y árabe- por
estar orientada hacia el Xaraf de la antigua Isbiliyya. Desde el Sur y el este
se accede por la Puerta del Agua y la Puerta del Buey.
Puerta del Buey |
Existió una puerta
denominada del Embarcadero que daba acceso al río Tinto navegable hasta las
mismas puertas de la ciudad cuando el río era navegable. Era la única puerta
pura de origen islámico ya que nunca fue restaurada.
La primera puerta
que observamos se denomina la Puerta del Agujero que da al exterior del recinto
amurallado. Su estado actual se debe al
último rey de Niebla Aben-Mahfot antes de ser tomada la ciudad por Alfonso X el
Sabio.
La Puerta del Agua
de estilo almohade-mudéjar con un arco de herradura enmarcado por un alfiz,
debe su nombre a los manantiales de agua que desde Bonares llegaban a la
ciudad.
En la Puerta del Buey destaca un arco de herradura dentro de un alfil esbelto, decorada en su parte superior con tres arcos poli-lobulados. Debe su nombre según la leyenda al cerco de la ciudad por Alfonso X el Sabio que intentaba conquistar Niebla, soltaron un buey bien alimentado por esa puerta para que creyeran las tropas cristianas que tenían alimentos para subsistir.
La Puerta del Socorro es de estilo romano
aunque queda patente lo mudéjar.
Rodeando las defensas de la antigua Niebla emerge una barbacana con seis torres que refuerzan su lado exterior y se funde con la muralla almohade otorgando un soporte defensivo al conjunto.
Durante la visita
al castillo de Niebla nos hemos sumergido de algún modo en la vida, costumbres
y sociedad de la Niebla del Bajo Medievo. En la planta alta visitamos la Torre
del Homenaje y el mirador hacia el puente romano con el río Tinto, testigo de
su historia paseando a través de la "Ronda de Jerusalén". La Torre del
Homenaje fue destruida por el terremoto de Lisboa en 1755.
En el interior del
castillo podemos observar la división del recinto en dos zonas bien diferenciadas:
el Patio de Armas convertido en Festival de Teatro y Danza durante la época
estival y el Patio de Caballerías.
En estas murallas
se utilizó por primera vez en occidente la pólvora negra como arma militar.
Niebla fue la pionera de la pólvora en el uso bélico, durante el asalto en 1262
de las tropas cristianas durante la Reconquista. A finales del siglo XVI, la
fabricación de la pólvora era un monopolio del estado.
Según consta en
una de las dependencias del castillo junto al Patio de Caballerías, la pólvora negra contenía un
75% de nitrato potásico, un 15% de carbón y un 10% de azufre aprox. La pólvora
fue descubierta por los chinos, que ya la utilizaron varios siglos antes en la
fabricación de fuegos artificiales. Se introdujo en Europa desde Oriente
Próximo.
Descendimos por
una incómoda escalera hacia la parte subterránea del castillo donde se
encuentran las lúgubres mazmorras ubicadas junto al muro de la barbacana. Se
pueden observar abundantes instrumentos de tortura de la Santa Inquisición y
del Santo Oficio creado para “suprimir la herejía”. Es curioso a lo largo de la
historia como se han utilizado artilugios para provocar sufrimientos a los
seres humanos por el simple hecho de pensar.
...El potro en
escalera para estirar a los reos en una escalera inclinada para dislocar los hombros
y abrasamiento de los costados mediante ascuas incandescentes.
...El suplicio del agua para engullir inmensas cantidades, por medio de un embudo embutido en la boca y crear angustia al preso.
...La horquilla del hereje, hierros ardientes para marcar, garrote vil, collar penal de púas, rueda para despedazar, sierra de dientes grandes donde se colocaba a la persona invertida, con los pies atados a una viga de madera, para ser cortada verticalmente desde la entrepierna hasta la parte superior del cuerpo, tenazas ardientes para arrancar, narices, dedos, pies o pezones, la cuna de Judas era una especia de potro terminado en punta que se hacía coincidir en el ano para desgarrarlo con abundante peso en las extremidades para que el sufrimiento fuera mayor...
...El suplicio del agua para engullir inmensas cantidades, por medio de un embudo embutido en la boca y crear angustia al preso.
...La horquilla del hereje, hierros ardientes para marcar, garrote vil, collar penal de púas, rueda para despedazar, sierra de dientes grandes donde se colocaba a la persona invertida, con los pies atados a una viga de madera, para ser cortada verticalmente desde la entrepierna hasta la parte superior del cuerpo, tenazas ardientes para arrancar, narices, dedos, pies o pezones, la cuna de Judas era una especia de potro terminado en punta que se hacía coincidir en el ano para desgarrarlo con abundante peso en las extremidades para que el sufrimiento fuera mayor...
Según cuentan
crónicas antiguas, las sentencias emitidas en la villa, cuando no sobrepasaban
los 6000 maravedíes, podían ser apeladas al tribunal del concejo.
Por otro lado, en la época medieval el arco y la
ballesta eran armas eficaces a largas distancias disponiendo los caballeros de espadas
y armaduras de acero articulada aunque el arma ofensiva de la caballería era la
lanza y la albarda como arma terrible: mezcla de lanza y hacha.
En otra dependencia del castillo
medieval, las crónicas antiguas nos recuerdan que existía un régimen
alimentario para ricos y nobles y otro para pobres y campesinos existiendo una rica tradición culinaria musulmana donde el pan era el alimento por
excelencia consumido en forma de sopas,
gachas y tortas.
Se identificaba a la nobleza
con el consumo de carnes que aportaba fuerza física y moral. La penitencia a
pan y agua supone un oprobio salvo que se produjera en la época de Cuaresma. El
vino era considerado una bebida revitalizante para los enfermos, soldados y trabajos duros.
Por otro lado el pescado era otro producto
cargado de simbolismo dentro de la cultura cristiana medieval al identificar
los primeros cristianos al pez con el Salvador. Era utilizado este alimento durante los
días de abstinencia y en la Cuaresma, para sustituir a la carne.
Esta costumbre fue decayendo con la compra-venta de bulas de exención. La actividad pesquera era privilegio en Andalucía de los Duques de Medina Sidonia.
Esta costumbre fue decayendo con la compra-venta de bulas de exención. La actividad pesquera era privilegio en Andalucía de los Duques de Medina Sidonia.
Paseando por el recinto
amurallado llegamos a la Plaza de Santa María donde nuestra retina capta al
instante el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Iglesia
gótico-mudéjar que conserva el encanto original andalusí con sus galerías y
arcos de herradura y una fuente para las abluciones con su arco de herradura. También
se conserva también la silla visigoda realizada en piedra. Normalmente las
mezquitas y los cementerios -mapbaras- estaban ubicados en disposición noreste-sureste, hacia La Meca.
El campanario mudéjar del siglo XI guarda en su interior el alminar o minarete de la antigua mezquita donde el almuecín llamaba a los fieles a rezar. En el siglo XIII es cristianizada la mezquita y transformada en iglesia gótico-mudéjar.
En definitiva, el castillo de Niebla ha formado parte en la época andalusí como residencia para los emires del Califato de Córdoba y Reyes de Taifas. Durante la época cristiana también fue residencia de don Enrique de Guzmán, IV Conde de Niebla.
El campanario mudéjar del siglo XI guarda en su interior el alminar o minarete de la antigua mezquita donde el almuecín llamaba a los fieles a rezar. En el siglo XIII es cristianizada la mezquita y transformada en iglesia gótico-mudéjar.
En definitiva, el castillo de Niebla ha formado parte en la época andalusí como residencia para los emires del Califato de Córdoba y Reyes de Taifas. Durante la época cristiana también fue residencia de don Enrique de Guzmán, IV Conde de Niebla.
Durante la Guerra de la
Independencia sirvió de alojamiento para las tropas francesas a las órdenes del
Mariscal Soult que destruye en 1812 la torre del
homenaje.
En definitiva, notables vestigios legados que nos han dejado diferentes pueblos a largo de la historia como sinagogas, mezquitas y catedrales para deleite de nuestra retina...
En definitiva, notables vestigios legados que nos han dejado diferentes pueblos a largo de la historia como sinagogas, mezquitas y catedrales para deleite de nuestra retina...
Desde Niebla seguimos la
ruta hacia Moguer de Platero y Juan Ramón Jiménez, pero eso forma parte de otra
historia del “blog de mis culpas”…
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