Cuadro de "Banu Razín" en la taberna homónima
Cuando las chicharras con sus estridulantes sonidos se marchan con la música a otra parte y la tierra de Villalón se prepara para vestirse de faralaes ['farah' en andalusí significa alegría y 'lebs' significa traje], acecha el otoño que sin prisas comienza a tachar los días del almanaque [al-manäkh] mientras las hojas se disponen para ser juguetes del viento.
Es el momento de orientar nuestro sextante entre Albarracín y Teruel como referente de una peculiar arquitectura mudéjar donde los antiguos alarifes o maestros de obras musulmanes [al' arif] dejaron una profunda huella.
…Recuerdo en mis tiempos de zagal cuando el maestro nos sacaba a la pizarra frente al mapa físico de España que se encontraba colgado sobre una vieja alcayata [alcayát] encalada con la cal de mi pueblo y cercano al pupitre del docente, quien nos mandaba buscar el nacimiento del río Tajo, los Montes Universales como sistema montañoso o la Sierra de Albarracín, entre otros puntos geográficos ubicados por estos lares como las provincias de Aragón “Zaragoza, Huesca y Teruel” que ya teníamos memorizadas.
Con el paso de los años nuestras frágiles entendederas irán comprendiendo que los ríos Duero, Tajo, Guadiana y Ebro llegarán a formar parte de las líneas fronterizas naturales denominadas por los andalusíes “al Tagr” entre la antigua Al Ándalus y los reinos cristianos del norte.
- La Marca Superior “al Thagr al-A´la” estaba situada en el valle medio del Ebro “Wadi Ibro” entre 714 a 929.
- La Marca Media “al -Tagr al-Awsat" tenía como capital Tulaytulah (Toledo) ocupando los territorios de Albarracín.
- La Marca Inferior “al-Tagr al-Adna” se encontraba hacia el oeste de Al Ándalus, entre el río Guadiana y el océano Atlántico con su capital en la antigua Emérita Augusta (Mérida).
El Occidente de Al Ándalus se denominaba “Al-Garb” y la parte oriental, al-Xarq (Levante). Al-Maġrib “Magreb”era el lugar por donde se ponía el sol”.
Originalmente, el linaje bereber de los Banu Razín, se asentó en la corte emiral de Córdoba, para posteriormente asentarse entre la Sierra de Albarracín y los Montes Universales, situados entre las poderosas taifas de Zaragoza [Saraqusta] y Tulaytula [Toledo] y cercana a la taifa de Balansiya [Valencia]. Su núcleo de población pronto se transformará en medina con su correspondiente alcazaba aunque nunca llegará a acuñar moneda como otras taifas importantes.
Acuñar moneda en Al-Ándalus indicaba que su emisor ejercía un completo dominio en la Ceca [siccah] o Casa de Moneda donde ejercía su influencia. Allí se acuñaban monedas como el dinar de oro, el dírham de plata y el felús de cobre. La relación oro-plata era: 1 dinar = 10 dirham en los primeros años pasando después a 12, el felús era la sexagésima parte del dírham según el geógrafo e historiador persa Ibn al-Faqiq.
Durante el Califato de Alhaken II el caudillo Almanzor ocuparía el cargo de director de la Ceca de Córdoba en el 967 “Dar al-Sikka”, la más importante de Al Ándalus. A partir del siglo XI con la muerte de Almanzor y las fitnas posteriores se desintegra el Califato de Córdoba y comienzan a proliferar las cecas locales.
En 1085 la taifa de Albarracín [Banū Razin forma parte de una rama de la tribu bereber hawwara] se separa de Córdoba tras la desintegración del Califato de Córdoba que llegó a ser el faro de Europa con figuras de enorme talla intelectual como Maimónides, Averroes, Avempace o Abentofail, entre otros, que formarán parte del primer Renacimiento, pero en lengua árabe mientras el mundo cristiano permanecía en el más absoluto oscurantismo.
Los árabes como raza hegemónica en Al Ándalus provenían de Damasco ocupando no sólo los mejores puestos de la administración sino también eligiendo las mejores zonas para vivir como la cuenca del Guadalquivir, la fértil Vega de Granada, las mejores tierras de Málaga, etcétera, dejando las zonas montañosas y las serranías para los bereberes que provenían de África y pertenecían a un escalón social más inferior en Al Ándalus, junto con los muladíes (cristianos convertidos al Islam) y los mozárabes (cristianos en territorios árabes).
La muerte del caudillo Almanzor “el azote de los cristianos” en 1002 que vaciará de contenido la figura del califa junto con la muerte de los amiríes en 1009, traerá graves consecuencias para Al Ándalus con las fitnas posteriores, lo que dará lugar a la desintegración del Califato de Córdoba.
Albarracín será un paso obligado en la Ruta de Ruderico "El Cid"
Los primeros pobladores de las tribus “hawwara” entraron en la península durante el siglo VIII y la primera mención de la familia Banu Razín de dicha tribu en esas zonas data de la época de tiempos de Abderramán III [860-961].
De esta magnífica etapa andalusí se conservan dos importantes testimonios: la torre del Andador -situada en lo alto del recinto exterior- y el Castillo de Albarracín, que albergó la antigua alcazaba [al-qasabah o ciudadela] de los Banu Razín.
La taifa pasó posteriormente, por cesión y no por conquista, a la familia cristiana de linaje navarro de los Azagra, que mantuvieron de facto la independencia de Castilla y de Aragón desde 1170, llegando a crear un obispado propio. También el poderoso linaje de Lara ejerció su soberanía sobre Albarracín.
Tras el fracaso de conquista por parte de Jaime I en 1220, será Pedro III de Aragón quien la conquiste en 1285 tras sitiarla, pasando definitivamente a la Corona de Aragón, en 1300. Esta serie de hechos políticos tuvieron como base la importancia de la fortaleza y del sistema defensivo de Albarracín.
Albarracín es una antigua sede episcopal denominada, primero Arcabricense y después Segobricense hasta que, tras la desmembración de las iglesias de Segorbe (Castellón) de las iglesias de Albarracín, paso a denominarse Albarracinense, tras la Bula Papal de Juan Pablo II, mantiene su independencia pero pasa a ser regida por el Obispo de Teruel que es también Obispo de Albarracín.
El 21 de junio de 1257 el rey Jaime I concedió a Teruel y a las aldeas de Albarracín el privilegio de jurisdicción sobre su alfoz o distrito.
Nuestra ruta por Albarracín
Albarracín se encuentra emplazada en una colina de los Montes Universales. Es una ciudad medieval que se asienta en el meandro que forma el río Guadalaviar que servirá de recurso hídrico para sus antiguos pobladores. El profundo tajo actuará como sólido baluarte defensivo, complementado con el recinto de murallas durante la época taifal que culmina en el Castillo del Andador.
También destaca el cuidado de las colonias de gatitos de Albarracin que permite que puedan vivir tranquilos y en armonía con los vecinos y turistas que visitan la histórica ciudad. Los antiguos andalusíes eran muy respetuosos con los gatos ya que el Profeta era muy amante de este animal y por tanto, los gatos son casi sagrados para el Islam. Es considerado Halal [bien] frente a lo impuro o Hamal.
Pasear entre la difícil orografía de Albarracín nos acerca entre sus angostas, sinuosas y empedradas callejuelas, lo que nos permiten adentrarnos en el medievo. Desde el Hotel Albarracín donde ubicamos nuestro centro logístico paseamos desde la calle Azagra hasta la calle de Santiago donde nos detuvimos en la intersección de dos cuestas empinadas, donde se encuentra la Casa de Julianeta, uno de los iconos de Albarracín. Su nombre proviene de su antigua propietaria. Es una casa de construcción irregular [siglo XVI]. Posiblemente sea la casa más fotografiada de Albarracín, uno de los pueblos más bellos de España.
Desde aquel icónico lugar de la Casa de la Julianeta, y por la Cuesta del Adarve llegamos a la Subida al Castillo que nos ofrece una bella panorámica de Albarracín.
Un hotel "Al banu racín" y una taberna "Aben Razin" llevan el nombre de la etimología de Albarracín
Un grato paseo nos acerca a la Catedral de Albarracín [del Salvador], construida sobre los restos de un antiguo templo románico del siglo XII. Frente a la Catedral se encuentra la Biblioteca de Albarracín.
Y llegamos a la Plaza Mayor de Albarracín entre viejas rejas y puertas de fachadas labradas en piedra de cantería que hunden sus raices en tiempos muy pretéritos, donde se encuentra ubicado su Ayuntamiento. Muy cerca se encuentra el Palacio Arzobispal y las Iglesias de Santiago y Santa María donde un mirador nos permite disfrutar de una bella panorámica con impresionantes vistas de uno de los pueblos más bonitos de España. También destacan numerosas mansiones señoriales entre blasones y casas de hidalgos. Todo ello, bajo una peculiar arquitectura popular que hace de Albarracín uno de los pueblos más bellos de Aragón y España.
Y como epílogo de nuestra visita, nuestro paseo fluvial por el río Guadalaviar como ruta complementaria entre tramos de piedra, puentes colgantes y pasarelas a los pies de Albarracín donde las huertas entre el sonido de las aguas estimulan los sentidos bajo un bello atardecer y donde las primeras luces del pueblo proyecta una imagen pintoresca. El Molino del Rey nos permite conectar de nuevo con el casco urbano.
Las murallas de Albarracín desde el mirador de la Catedral
Tras nuestra grato y amplio paseo por Albarracín era el momento de estimular nuestro paladar bajo el buen yantar que ofrecen los productos de la tierra, donde los huevos rotos con jamón, las croquetas caseras, el queso de Albarracín, los embutidos de la sierra o el jamón de Teruel estimulan el apetito, siempre maridados con el vino de la tierra.
Al día siguiente, y tras un desayuno cardiosaludable con aceite de oliva virgen extra y el pan de pueblo, colocamos nuestro sextante orientado hacia la Autovía Mudéjar [A-23] que nos acercará a Teruel y desde allí hasta la antigua Saraqusta andalusí. Pero eso, formará parte de otra interesante historia que compartiré con los amigos...
Desde Albarracín [de los Banu Razín] para el blog de mis culpas...
P.D. La Ciudad de Albarracín es Monumento Nacional desde junio de 1961 encontrándose actualmente propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Los Montes Universales es una zona casi inaccesible donde nacen los ríos Tajo y Júcar que forman parte de una importante red hidrológica.
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