“Cuando el hombre se da cuenta de que existe y de que va a morir, y de que no tiene nada a lo que agarrarse, entonces se crea angustia”.
Jean-Paul Sartre
En el céntrico distrito de Mitte en Berlin nuestra retina captaba la Iglesia de Santa María “Marienkirche”, una histórica iglesia gótica protestante, la más antigua de Berlín, construida originalmente en el siglo XIII. A escasos metros, sobre un pedestal de granito se encuentra el monumento al filósofo, teólogo y fraile agustino Martín Lutero, una figura trascendental que impulsó la Reforma protestante en aquellos lares.
En el monumento en bronce aparece Lutero con el rostro serio sosteniendo una Biblia abierta apoyada en su mano izquierda. El Antiguo Testamento es señalado por su mano derecha mientras que aparece el Nuevo Testamento en la página siguiente, ambas traducidas al alemán. El monumento que tiene una altura de 3,5 metros y fue realizado por los escultores MP Otto y Robert Toberentz en 1893.
Fachada de la Catedral de Berlín
Lutero, no sólo tradujo el Nuevo Testamento del griego al alemán durante su estancia en el castillo de Wartburg en 1522. Además, sino que además, completó la traducción al alemán del Antiguo Testamento entre 1522 y 1534, publicando la Biblia completa al alemán en 1534. La Biblia de Lutero tuvo un impacto importante no sólo en la cultura alemana sino en la Reforma Protestante.
La única Biblia disponible en aquella época era “La Vulgata” escrita en latín por San Jerónimo en el 382 d.C. por orden del Papa Dámaso I.
Su traducción de la Biblia al alemán contribuyó significativamente a la difusión de un alemán escrito contribuyendo a establecer una forma estándar de dicha lengua como idioma. Lutero, al usar el alemán tanto en la Biblia como en la misa en vez del latín, llegaba a un público cada vez más amplio.
Monumento a Lutero bajo la cúpula de la Catedral Protestante de Berlín
Se encuentra junto con otros Reformadores
La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1440 en Maguncia, con diversos tipos de letras metálicas móviles en relieve que se podían combinar para formar palabras y frases, darles tinta y presionar contra el papel para realizar todas las copias que fueran necesarias, permitirá que la traducción de Lutero se difunda rápidamente, lo que contribuirá a la estandarización del idioma alemán. La imprenta de Gutenberg no solo revolucionó la producción de libros, sino que facilitó la difusión del conocimiento y de la cultura.
En aquella época la Iglesia era considerada por la sociedad como el único instrumento de salvación para la Humanidad. Una Iglesia que se encontraba contaminada por la corrupción de la disciplina eclesiástica que causaba un enorme escándalo, ya que la Iglesia vendía prebendas y beneficios, como algo lógico y frecuente entre los príncipes de la época. Muchos obispos no eran más que grandes señores que no habían pisado nunca su obispado, pero percibían sus abundantes rentas. La iglesia cobraba impuestos “diezmos y pontazgos”.
A principios del siglo XVI la Iglesia solicitaba limosnas para los gastos de erección de la Basílica de San Pedro, lo que provocará protestas durante la visita de Martín Lutero a la Ciudad Eterna. Y lo que era aún peor y a vista de todos, la simonía o venta de cargos eclesiásticos o cosas espirituales, y el nicolaísmo o concubinato que rompía el voto del celibato.
En 1510, Martín Lutero con 27 años viaja a Roma en una misión como miembro de la orden Agustina para tratar asuntos internos con su superior. Aquel viaje a la «Urbs Aeterna» que duraba cuarenta días a pie tendrá un enorme impacto en su vida marcándole profundamente, lo que influirá en el inicio de la Reforma Protestante.
En 1505, Lutero ingresa en la Orden de los Agustinos, siendo ordenado sacerdote en 1507 en la ciudad de Erfurt donde había estudiado Artes. En 1508 se instala en la ciudad de Winttenberg para finalizar sus estudios universitarios. Ese mismo año comienza a enseñar Teología. En 1512 recibirá el doctorado en Teología en Winttenberg, enseñando las Sagradas Escrituras en su Universidad, donde publicará las 95 tesis el 31 de octubre de 1517 que cambiarán la concepción del mundo y de la Iglesia al provocar un gran debate religioso y político.
Desde los púlpitos y confesionarios se inculcaba a los fieles que las almas de los difuntos tenían en el Purgatorio un periodo de caducidad, para que su estancia fuera lo más breve posible, siendo necesario sufragarlo con abundantes misas y oraciones mediante su justo precio, donando a la Iglesia fincas y propiedades. Estaba ampliamente extendida la costumbre de realizar donaciones a instituciones religiosas a cambio de evitar el Purgatorio y el Infierno.
En Roma, Lutero observa la corrupción y el comportamiento poco ejemplar del clero, que lo llevará a cuestionar la autoridad y el mal ejemplo de la Iglesia católica con la venta de indulgencias “documentos que perdonaban los pecados temporales y su estancia en el Purgatorio, previo pago de su importe”. Un punto de inflexión que lo llevará a redactar y publicar el 31 de octubre de 1517 las 95 tesis que colocará en la puerta de la iglesia de Wintemberg como reacción y denuncia ante la corrupción reinante en el seno de la Iglesia, ocupada por el Papa. No cabe duda de que el ataque de Lutero a la Iglesia católica y su centro de poder en Roma llegará a alcanzar la línea de flotación de la Iglesia católica de la época, provocando su división.
El Papa León X obtenía enormes beneficios con la venta generalizada de indulgencias a personajes de escasa moral, pero con mucho dinero. Lutero tenía razón en sus denuncias, pero una crítica de semejante calibre implicaba la ruptura con la Santa Sede resultando funesta para la unidad del propio Sacro Imperio Romano Germánico.
Aquel acontecimiento religioso coincidirá con el sultán del Imperio Otomano Solimán el Magnífico que amenazaba con invadir el propio Imperio, mientras Francisco I asediaba España por el norte. Aquella alianza entra Francisco I y Solimán buscaba contrarrestar el poder de los Habsburgo con Carlos I, siendo formalizada en 1536, causando un enorme escándalo en el mundo cristiano. Posteriormente, la Batalla de Lepanto librada el 7 de octubre de 1571 entre la Santa Alianza y los otomanos marcará un punto de inflexión en el Mediterráneo.
Pero vayamos por partes…
El 10 de diciembre de 1520 Lutero quema la bula de amenaza de excomunión y el texto de derecho canónico ante la puerta de Elster de Wittemberg.
El 3 de enero de 1521, Lutero es excomulgado por el Papa León X.
El 27 de enero de 1521 se inicia la Dieta de Worms siendo interrogado Lutero en presencia del emperador. Pero el fraile no se retracta.
El 4 de mayo de 1521, Lutero es retenido por Federico de Sajonia, permaneciendo cautivo en Wartburg hasta marzo de 1522. En septiembre de ese mismo año se imprime la Biblia en alemán.
El 6 de marzo de 1523 el Papa Adriano reconoce la culpa del papado en la división de la Iglesia.
El 9 de octubre de 1524 se produce la primera traducción al inglés del Nuevo Testamento. Zuinglio prohíbe la misa católica en Zurich.
En 1526 se produce la Dieta de Spira. Ese mismo año Lutero insiste en la misa germánica.
En 1524, Martin Lutero decide abandonar los hábitos, casándose el 13 de junio de 1525 con Catalina von Bora en Wittemberg, una monja que había abandonado el convento en 1523 refugiándose en Wittemberg tras el comienzo de la guerra de los campesinos en el suroeste de Alemania. Quedaba implantada la Reforma Protestante en todo el territorio germano que se irá extendiendo a los Países del Norte de Europa.
Después de su matrimonio, Catalina se encargará de las finanzas y de la administración de su hogar, que incluía a sus seis hijos y a estudiantes a los que daban alojamiento. Catalina se tuvo que enfrentar a la muerte de su hija Magdalena en 1542 con tan sólo trece años de edad, lo que afectó profundamente a la familia, junto con la partida de su esposo en 1546, quedando viuda con problemas financieros.
La figura de Catalina será recordada como una mujer fuerte que supo desenvolverse en un contexto de grandes cambios religiosos y sociales, jugando un papel importante en la vida de Martín Lutero y en la consolidación de la Reforma.
En 1530, durante la Dieta de Augsburgo, los protestantes alemanes plantearon su confesión de fe. Ante el desgobierno, Carlos V permitió a los seguidores de Lutero practicar libremente su religión hasta la convocatoria de un concilio general. Es de imaginar que Carlos V estaría ya harto de esquilmar las arcas públicas de España para inútiles guerras de religión en Europa. Gran parte del oro y plata que provenía de América en los galeones españoles estaba destinado para financiar los tercios en aquellos territorios y para pagar a los grandes prestamistas genoveses y alemanes.
En la época de Carlos V los principales prestamistas eran banqueros genoveses, alemanes, castellanos y flamencos. Los Fugger, una familia de banqueros alemanes, fueron particularmente importantes en la financiación del imperio de Carlos V, llegando incluso a tener casi un monopolio en el comercio. Otros banqueros alemanes serán los Welser.
Las guerras en Europa llevó a un incremento de impuestos en Castilla produciéndose la Guerra de las Comunidades enfrentándose las tropas de Carlos V frente a las comuneras en la batalla de Tordesillas (1520) y la batalla de Villalar (1521). Aquel levantamiento armado terminará con la derrota de los comuneros en Villalar que fortaleció la posición de Carlos V, siendo ejecutados los principales líderes comuneros, como Padilla, Bravo y Maldonado, terminando la revuelta.
En 1533, después de que el papa había rechazado la petición de nulidad matrimonial presentada por Enrique VIII, el monarca inglés precipitó su ruptura con Roma, creando una iglesia británica, la iglesia anglicana. En 1534 muere Clemente VII, el máximo responsable del cisma sin que pudiera ser frenado a tiempo.
Iglesia de Santa María “Marienkirche”
La más antigua de Berlín en funcionamiento
Lutero antisemita
Lutero fracasó en el intento de convertir a los judíos al luteranismo como parte de su Reforma, lo que le llevará a radicalizar su postura. Pensaba que fueron los judíos los que habían matado a Cristo. En 1543 publicaba un panfleto “Los judíos y sus mentiras”, donde Lutero muestra una fuerte intolerancia a la presencia de judíos en tierras alemanas recomendando su expulsión de aquellos territorios junto con la destrucción de sus sinagogas. Llegó a decir que los judíos no eran un pueblo de Dios.
En su libro escrito en 1543 “Sobre los judíos y sus mentiras” dirá que las escuelas y sinagogas judías deberían ser incendiadas, sus libros de oración destruidos, negarles a los rabinos el derecho a predicar, prohibición de la usura, la confiscación de sus bienes y propiedades, ganarse el pan con el sudor de su frente, etcétera.
La figura de Lutero tendrá una influencia muy significativa en el antisemitismo posterior de la Alemania nazi “La Noche de los Cristales Rotos” llevada a cabo entre el 8 y el 9 de noviembre de 1938 en Alemania y Austria [donde miles de negocios, hogares y sinagogas judías serán atacadas por los nazis, y casi cien judíos asesinados esa trágica noche. Miles de judíos fueron enviados a los campos de concentración. Aquella sinrazón servirá como caldo de cultivo para que los antígenos de la intolerancia y del odio nazi contra el pueblo judío crezcan exponencialmente a su libre albedrio.
Concilio de Trento
Era evidente que los cardenales de Roma tenían que actuar con rapidez para evitar una catástrofe religiosa de enorme magnitud.
Frente a la Reforma de la Iglesia nacerá la Contrarreforma que convocará el Concilio de Trento [entre 1545 a 1563] que no conseguirá reunificar a la cristiandad, lo que supondrá una profunda catarsis para la Iglesia católica.
Dicho Concilio eliminó muchos abusos flagrantes, como la venta de indulgencias o la educación de los clérigos, obligando a los obispos a residir en sus obispados, evitando la acumulación de cargos.
Era necesaria una Reforma de la Iglesia. Una de sus funciones era perdonar las penas temporales a los pecadores mediante la confesión o a través de la obtención de indulgencias, que tan sólo podían conceder los obispos o el Papa a los fieles que realicen determinadas obras, como peregrinaciones o limosnas, cuyo abuso en las indulgencias se convertirá en la espoleta que provocará la división de la Iglesia. Para Lutero el valor de las obras sin contenido ni fe, carecía de lógica.
Pero las tesis de Lutero se imprimen, se traducen y se difunden. León X firma una bula aclaratoria en 1520 y Lutero responde elaborando una crítica total del sistema religioso. Niega a los sacerdotes su papel de intermediarios y ministros de la fe, proclamando la libre interpretación personal e individual de la Biblia, rechazando los sacramentos como formulismos vacíos que afirma que será la fe y no las obras, lo que salvará al ser humano. Por último, niega toda autoridad al Papa. Cuando el 30 de diciembre el papa le excomulga, quemará públicamente la bula de excomunión.
Frente a una religión de temor y un mundo “maligno”, Lutero predica la confianza en Dios mediante la fe, que es la única que salva, sirviendo de puente entre los hombres y Dios. Dice Lutero: “Las buenas obras no hacen bueno al hombre; pero si el hombre es bueno, hará buenas obras”. Iglesia y sacramentos son arrinconados; el bautismo es sólo un símbolo, mientras que el matrimonio, un contrato.
Muchos príncipes alemanes y masas de campesinos se pasan a la Reforma de Lutero. Al predicar una Iglesia pobre, el Estado se hará cargo de las riquezas de la Iglesia; los campesinos ocuparán las tierras de los obispados y abadías, mezclándose así los anhelos de la religión con la reforma social. Los adeptos a la Reforma ven así un cristianismo más puro, más auténtico, más de acuerdo con el mundo real. Lutero permite el matrimonio entre clérigos, acabando con el celibato al que muchos consideran un motivo de escándalo que puede generar frustración. La labor de Lutero era más crítica que doctrinal. La nueva teología sería expuesta por su amigo y colega Melanchton.
El luteranismo se extiende por gran parte de Alemania y los países nórdicos, mientras que el anglicanismo se afirma en Inglaterra, el calvinismo en Suiza, Holanda, y gran parte de Francia (los hugonotes). En España se extiende el erasmismo.
Era necesario un Concilio que reconciliase las posturas y acabase con la escisión de la Iglesia. La Reforma se estaba extendiendo demasiado. Llegará la Dieta de Worms, en 1521; de Spira, en 1529, de Habsburgo, en 1530. Y nada consigue la Iglesia de Roma. Aquellas protestas de los “reformados” darán lugar al protestantismo. Los cristianos que no aceptan la Reforma de Lutero, pensaban que se trataba de una herejía. La reacción a Lutero será la Contrarreforma mediante el Concilio de Trento para frenar el avance del protestantismo y fortalecer el catolicismo.
En Trento se señala un texto único y oficial para la Biblia, la traducción conocida como “La Vulgata”. Se concretan y definen los Sacramentos, se organizan los obispados y parroquias, así como los seminarios como centros de formación para el sacerdocio; concepciones que han llegado hasta nuestros días.
El Concilio de Trento en su sección XXV aprobó el uso de escenas bíblicas tanto en la escultura como en la pintura, autorizando la representación de Dios y de los santos como instrumentos de enseñanza y veneración en las piedras de las fachadas de iglesias y catedrales, en el contexto de un pueblo mayoritariamente analfabeto que podía aprender con la mirada, ya que el conocimiento se encontraba en el interior de monasterios e iglesias. Las escenas bíblicas labradas en piedra transmitían mensajes religiosos y morales al pueblo que no sabía leer ni escribir durante la Edad Media.
El papel de la Compañía de Jesús, congregación fundada por San Ignacio de Loyola (1491-1556), actuará como punta de lanza del catolicismo. Los jesuitas “reconquistarán” Polonia y se extienden por Austria, Hungría y Baviera impulsando una piedad popular. A través del arte Barroco, los jesuitas atraen a las masas, fundan universidades y colegios en toda Europa. Sus miembros se dedican a todas las ramas del saber: las Ciencias, la Teología, el Derecho, etcétera.
El Gesú, como iglesia matriz en Roma, fue construida entre 1568-1575. Será el triunfo del Barroco frente al Renacimiento marcando una nueva época en la arquitectura. A principios del siglo XVI el protestantismo se ha hecho frío, ortodoxo y puritano. Aunque el catolicismo ha perdido el norte de Europa, pero al menos ha superado la crisis.
Pasados 500 años después de que Martín Lutero colgase sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Winttemberg, la unificación de la iglesia en cuestión de unidad de fe parece una quimera.
Aunque Lutero era teocéntrico compartió con los humanistas [antropocéntricos] el fervor por las fuentes originales de la Biblia, especialmente el hebreo y griego, los humanistas tenían una visión más optimista de la naturaleza humana, creyendo en la capacidad del individuo para la razón y la virtud. Lutero, tenía una visión más pesimista, creyendo que la corrupción de la naturaleza humana era debido al pecado original.
El humanismo se enfocaba en la educación y las buenas obras como camino hacia la salvación eterna. Lutero, creía que la salvación se obtiene solo a través de la gracia de Dios y no por méritos humanos.
Los humanistas, como Erasmo de Rotterdam, mantenían la idea de un cierto grado de libre albedrío en la capacidad humana para discernir entre el bien y el mal. Lutero, negaba el libre albedrío, argumentando que la voluntad humana se encuentra esclavizada por el pecado y solo la gracia divina podría liberarla.
Los humanistas aunque críticos, no rechazaban la autoridad de la Iglesia de manera tan radical, buscando reformar la Iglesia desde dentro, a través de la educación. Lutero sin embargo creía en la autoridad de la Biblia sobre la autoridad de la Iglesia, lo que le llevará a una ruptura radical al desafiar a la autoridad papal, creando una nueva religión “luteranismo”.
Monumento a Dante Alighieri en la Iglesia de la Santa Crocce de Florencia
P.D. La Iglesia Católica ya tenía establecidas las doctrinas del Purgatorio y del Infierno antes de que Dante escribiera "La Divina Comedia" entre 1304 y 1321. La obra de Dante contribuyó a su difusión, que con el invento de la imprenta por Johannes Gutenberg a partir de 1440 se difundirá por toda Europa.
Dante Alighieri [1265-1321] en su obra "La Divina Comedia" realiza un viaje a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado por el alma del poeta romano Virgilio [autor de la Eneida en el siglo I a.C., encargo del emperador Augusto con el fin de atribuirle un origen mítico al Imperio Romano].
“La Divina Comedia” hará reflexionar sobre la importancia del Infierno y del Purgatorio en la mentalidad medieval.
El ser humano siempre ha necesitado de un barquero que le ayude a atravesar sus propias sombras y angustias. Y es ahí donde interviene el brujo, el hechicero o el chamán al cumplir un papel fundamental al actuar como presunto intermediario entre la tribu y la divinidad, entre la comunidad y el Trascendente.
Desde los púlpitos y confesionarios se inculcaba a los fieles que las almas de los difuntos tenían en el Purgatorio un periodo de caducidad, para que su estancia fuera lo más breve posible, siendo necesario sufragarlo con abundantes misas y oraciones mediante su justo precio, donando a la Iglesia fincas y propiedades. Estaba ampliamente extendida la costumbre de realizar donaciones a las instituciones religiosas a cambio de evitar el Purgatorio y el Infierno.
Monumento a Dante Alighieri
La Divina Comedia es la creación más importante de Dante Alighieri, escrita entre 1301 y 1321, siendo una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval (teocentrista, que consideraba a Dios el centro de todas las cosas) al renacentista (antropocentrista, que consideraba al ser humano como el centro y medida de todas las cosas).
Dante, se encuentra perdido en medio de una selva oscura. Al amanecer, llega a una montaña iluminada, donde es asediado por tres animales simbólicos: un leopardo, un león y una loba [lujuria, soberbia y avaricia]. El alma de Virgilio, el poeta latino, acude en su auxilio y le hace saber que su amada Beatriz le ha encomendado llevarlo hasta las puertas del Paraíso. Para eso, deberán pasar primero por el Infierno y el Purgatorio como reinos del Inframundo.
En la primera parte de la travesía, Virgilio acompaña el alma de Dante a través de nueve círculos infernales, en los cuales vislumbra los escarmientos que sufren los pecadores impíos.
En la segunda parte, Dante conoce el Purgatorio, lugar donde las almas pecadoras purifican sus pecados para ascender al Cielo.
En la tercera parte, Dante es recibido por Beatriz a las puertas del Paraíso, ya que Virgilio tiene la entrada prohibida por haber sido pagano. Dante conoce el firmamento y atestigua la victoria de los santos y la gloria del Altísimo.
Dante, limpio ya de pecado regresa a la Tierra para dar testimonio de su viaje en un poema que tiene como propósito didáctico salvar a la Humanidad del pecado.
La representación del Purgatorio en la Divina Comedia de Dante tuvo un gran impacto en la cultura occidental.
Desde la Catedral de Berlín frente a la Iglesia Marienkirche, para el blog de mis culpas...
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