Pizarro se dirigió a Toledo para entrevistarse con el emperador Carlos I, quien se interesó por la travesía del Atlántico. El 26 de julio de 1529 firmaría con la emperatriz Isabel [en ausencia de Carlos] las capitulaciones. En adelante, Pizarro será nombrado gobernador, capitán general, adelantado y alguacil mayor del Perú, sólo dando cuentas ante el rey. Antes de abandonar Toledo, Pizarro se entrevistó con Hernán Cortés, que andaba gestionando sus privilegios. Después, regresó Pizarro a su pueblo, Trujillo.
Cuando llegó Pizarro a Tumbes, Felipillo le informó que los incas se hallaban inmersos en una cruenta guerra civil. Si la viruela ayudó a Cortés en el vencimiento de los mexicas, también se transmitió al Imperio inca, a lo que se unirá el sarampión y la gripe. La mortandad de la epidemia, unida a la guerra civil, dejará el imperio a merced de Pizarro.
De Cuzco como corazón del imperio inca partía una compleja red de calzadas que favorecía el comercio. Los frecuentes cañones y arroyos eran salvados a través de pasarelas realizadas con sogas gruesas y tablas. El inca vivía de la agricultura de la ganadería y de la minería, trabajando con primor el oro, la plata, el cobre y las esmeraldas. Abonaban la tierra con guano o estiércol de las aves marinas, ricas en nitrógeno, fósforo y potasio, el mejor fertilizante orgánico conocido. Construían notables edificios, imponentes fortalezas y recintos sagrados. Avanzaron mucho en astronomía al servicio de los calendarios agrícolas.
Su nutrición estaba basada en las ratas de los Andes, patos y perros y maíz en las zonas más bajas y en las más elevadas, la quinua. También consumían mucha patata y cacahuetes. No comían carne de llamas ni alpacas. Sin embargo, decoraban las plazas con cabezas cortadas, manos y lenguas de sus enemigos vencidos como “los huancas” [Hernando Pizarro en Jauja].
Cuando un emperador inca quería premiar la fidelidad de un cacique, le regalaba hojas de coca [kuka en quechúa] que era considerada una planta sagrada, que calmaba el hambre e infundía la fuerza necesaria para prolongar la jornada de trabajo. Es muy buena para el mal de altura.
El imperio inca cubría una extensión cercana a los 4.000 km. de longitud poblados por unos 200 pueblos que prefirieron a los españoles antes que a la tiranía inca.
Hace poco más de 200 años que México alcanzó su independencia en septiembre de 1821 tras once años de guerra por su independencia. A partir de esa fecha, México será responsable de su propio futuro.
Podrán realizarse actos de vandalismos sobre los monumentos de Colón o Cortés, pero eso no quitará un ápice al rigor histórico que debiera prevalecer por encima de ideologías o populismos.
¡Alguien puede creerse que tan sólo 400 españoles podrían conquistar México frente a decenas de miles de mexicas [texcoco, tlacopan y méxicas-tenochtitlan] de no haber sido por la colaboración de otros pueblos oprimidos por Moctezuma como los tlaxcaltecas, tlaxcalas, huexotzincos, purépechas y totonacos entre otros, que odiaban a los mexicas.
¡O en el caso del imperio inca, tan sólo 200 españoles apoyados por huancas y chachapoyas pudieran vencer a 50.000 hijos del sol [Inti], en Cajamarca!.
Durante los fastos del V Centenario del Descubrimiento de América, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, hizo la siguiente observación:
“No hay nada que celebrar. A partir del descubrimiento, las venas abiertas de América Latina comenzaron a chorrear sangre y plata, sangre y esmeraldas, sangre y azúcar, para alimentar al capitalismo europeo. Ellos se enriquecieron empobreciéndonos. No cambiamos oro por espejitos, como dice la historia escrita por ellos. Resistimos. Nuestros indígenas resistieron. Pero la superioridad militar y el contagio de la viruela inclinó la balanza a su favor”.
Pero, los españoles no sólo conquistaron buscando honra y fama sino que también fundaron universidades, como por ejemplo, en 1551 la Universidad de San Marcos en Lima, la más antigua de América y lo que es más importante, la lengua española en el continente americano como legado.
El filósofo Gustavo Bueno distinguía entre imperios generadores e imperios depredadores.
Ejemplos de imperios depredadores: el inglés, el francés, el alemán, el belga, el holandés y el portugués.
Ejemplos de imperios generadores: el de Alejandro Magno, el romano, el otomano y el español.
La Corona española consideraba al Nuevo Mundo como una extensión de Castilla. Dictaba leyes protectoras de los indios y fomentaba el mestizaje con los colonos llegados de España. La formación de parejas mixtas contribuyó al mestizaje desde los mismos tiempos del descubrimiento. En los colegios franciscanos compartían aulas los hijos de la aristocracia criolla con los de los caciques indios.
La Corona hará consultas a los principales teólogos, sobre todo, los de la Universidad de Salamanca. Las ideas del padre Vitoria son sumamente ilustrativas. Es por ello por lo que (a diferencia del segregacionismo europeo posterior) España consideró a los indios como súbditos de la Corona, en igualdad de derechos con los peninsulares. Las sucesivas Leyes de indias son un ejemplo de consideración ética.
Los criollos [de sangre indígena y española] de la generación de Bolívar no solo se sublevaron para ahorrarse los impuestos que les extirpaba el rey de España. También lo hicieron porque eran hijos de la Ilustración y creían firmemente en la libertad, la igualdad y la fraternidad, los tres principios de la Revolución francesa. Los criollos declararon a los indios ciudadanos de pleno derecho reivindicando con orgullo su pasado indígena.
Promulgación de la Constitución de 1812. Óleo de Salvador Viniegra [Museo de Cádiz]
Las Cortes de Cádiz en 1812 declararon a los indios como ciudadanos de pleno derecho. La Constitución de 1812 declaraba:
“La nación española es la unión de todos los españoles de ambos hemisferios”.
Si los españoles veneraban la memoria de Viriato que luchó contra Roma, y la del Cid Campeador, que lucho contra los moros, ellos reivindicaron a los caudillos indios que resistieron a los españoles: Cauhtémoc en México, Tupac Amaru II en Perú…
Pero, el exterminio indio por los nuevos gobiernos criollos comenzó apenas expulsados los españoles, complementado con las oleadas de emigrantes europeos a los países del Cono Sur.
El subdesarrollo debe achacarse a la mala administración de los gobiernos criollos y no a la herencia española. El acceso al poder de líderes indígenas como Evo Morales o Hugo Chávez, fue un gran disgusto para la aristocracia criolla. Un ejemplo conmovedor de la deriva indigenista es Venezuela, uno de los países más ricos del mundo en materias primas, cuya población emigra hoy masivamente para escapar de la hambruna y que dedica más tiempo a criticar la herencia española que afrontar la grave deriva de su rico país.
Recientemente, el presidente de México López Obrador pidió al rey de España "Felipe VI" y al Papa Francisco que pidieran perdón por las presuntas arbitrariedades cometidas durante la conquista, contribuyendo a aumentar el desencuentro entre dos grandes pueblos mediante su retórica populista en este asunto.
Cortés se encontró en el Imperio Azteca con una civilización antropófaga que eliminaba a decenas de miles de seres humanos de otros pueblos sometidos que ayudaron a Cortés en la conquista de México.
Es evidente que España cometió errores en América. Pero sin embargo, decide fundar 32 Universidades fomentando la gramática de la lengua náhuatl y quechúa, fundó cientos de pueblos y ciudades, muchas de las cuales han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, evangelizó y construyó iglesias y catedrales desde su llegada al Nuevo Mundo, fomentó el mestizaje y defendió a ultranza de la población indígena al considerarlos como súbditos libres de la Corona española. También funda hospitales para la población india, mestiza y negros, funda también colegios gratuitos e introduce en el Nuevo Mundo uno de los inventos que más influyeron en el transcurso de la historia "la imprenta".
Habría que preguntarles a aquellos que crearon la Leyenda Negra contra España:
¡Cuantas universidades, hospitales y colegios fundaron en América los holandeses, franceses e ingleses cuya filosofía se fundamentaba no pocas veces en el desafortunado dicho "el mejor indio es el indio muerto"! como parte del reverso de la moneda en el Nuevo Mundo.
...
La otra cara de la moneda
En el otro lado de la balanza se encuentra el genocidio y etnocidio europeo. Los primeros pobladores ingleses jamás intentaron mezclarse con los indígenas. Ocuparon sus tierras desalojando y eliminando de ellas al indio. En el siglo XVIII se ponía precio a las cabelleras del indio en el convencimiento de que “el mejor indio es el muerto”. En 1763 el jefe de las fuerzas británicas en Norteamérica, sir Jeffrey Amherst, escribía al coronel Henry Bouquet comandante de Fort Pitt:
Hará bien en tratar de inocular a los indios [la viruela] por medio de mantas, así como en probar cualquier otro método que puede servir para extirpar esta execrable raza.
En 1830, el Gobierno norteamericano dictó la Ley del Traslado Forzoso que obligaba a los indios a migrar al oeste del Misisipi. El 20 de junio de 1837, el Ejército de los Estados Unidos emprendió otra campaña de distribución de mantas, procedentes de enfermos de viruela del hospital militar de St. Louis, a los indios en torno a Fort Clark (Dakota del Norte). Cuando enfermaron, se les aconsejó apartarse de los otros enfermos, para extender la pandemia a las otras tribus del territorio. Después de la expansión norteamericana hacia el Oeste, volvieron los indios a ser un estorbo y los colonos y el Ejército exterminaron poblados enteros. Hoy los indios se encuentran estabulados en reservas, en las que viven del turismo.
Los ingleses que colonizaron Australia en el siglo XVIII arrebataron a los indígenas las tierras fértiles de la costa y los empujaron al interior del desierto donde terminaron de extinguirse. Los que sobreviven son una exigua minoría que no pasa de ser una curiosidad antropológica. Los aborígenes tasmanos habían conservado, como en una cápsula del tiempo, una sociedad pre-neolítica de cazadores y recolectores, pero resultaban extremadamente feos y bajitos para el gusto de los ingleses que los descubrieron. Consecuentemente, los oficiales de su graciosa majestad decidieron que aquellos impresentables no servían ni para esclavos, y los exterminaron a partir de 1803 a fin de despejar el territorio para sus colonos. El gobernador pagaba a los cazadores por cada piel de tasmano presentada. En 1860 el consejero de la Royal Society of Tasmania, George Stokell, se hizo forrar una maleta de piel del último tasmano. En otros lugares del mundo, esos mismos hijos de la Gran Bretaña demostraron igual amplitud de conciencia en su relación con los nativos que consideraban (y consideran) inferiores: Nueva Zelanda, Bengala o Kenia. Su historia es ignorada, estando esmaltada con episodios tan espeluznantes como la Guerra del Opio en China.
En el apartheid en Sudáfrica, los indígenas eran tratados como seres inferiores. Engendraban muchos hijos y se necesitaban como mano de obra barata.
Nuestra particular ruta entre Guadalupe, Trujillo y Medellín
Desde Monesterio orientamos nuestra proa en busca de Medellín [la tierra natal de Hernán Cortés]. No muy lejos se encuentra Trujillo, tierra natal de Pizarro y Orellana. La mayoría de los conquistadores estaban movidos por dos temibles motivaciones: la ambición y la desesperación por salir de su propia miseria. Salvo Pizarro y Cortés, que alcanzarían la gloria, los demás sólo obtendrían fatigas y sinsabores.
Hernán Cortés había cursado estudios en la Universidad de Salamanca, aunque nunca se licenció. Era bastante culto [podía expresarse en latín, la lengua de las personas instruidas] en comparación con las primeros pobladores que se encontraba en Las Indias. En Salamanca, Hernán Cortés se familiarizó con Virgilio y Tito Livio, con Alejandro Magno y Julio César o con las novelas de caballerías.
Francisco Orellana participaría en 1533 en la conquista del imperio de los Incas fundando en 1537 la ciudad de Guayaquil. En febrero de 1542 -buscando tal vez “El Dorado” como una constante entre los exploradores españoles o “la canela” que brillaba por su ausencia-, descubre un gran río al que bautiza con el nombre de “Amazonas” en honor a unas mujeres guerreras armadas con arcos y flechas con las que se encontró.
Para salir de la miseria en España, la conquista de América se presentaba para muchas personas como un punto de inflexión o al menos, una forma de obtener, la categoría de hidalgos y colocar en su nombre “don”, que en la España de la época nunca lo lograrían.
Es conocido en nuestra tierra el dicho “don sin dín, cojones en latín”. Pero, también será necesario traer algo de plata del Nuevo Mundo para otorgar cierta cohesión a la propia vanidad. Etimológicamente el término “don” proviene del latín “dominus” [propietario, señor o dueño de algo] que otorgaba cierta merced, aunque nunca se le otorgaba a los plebeyos.
En 1611 Felipe III mandó que el uso del don estuviese limitado a los obispos, condes, mujeres, hijas de hidalgos e hijos de personas tituladas. Más tarde, para aumentar los ingresos de la Corona, se ponen en venta los títulos de hidalguía como el derecho al uso del "don o doña". Por seiscientos reales se podía conseguir el título de "don" e incluso un escudo de armas, lo que elevaba el “ego” de quien lo ostentara, elevando sus cotas de vanidad.
El conquistador se encontraba entre dos mundos: Medievo y Renacimiento. Era un hombre de profundas convicciones religiosas bajo la mentalidad de la Contrarreforma, curtido en la lucha contra los “infieles” y las cruzadas.
Después de haber visitado la cuna de Cortés, transitamos hasta Guadalupe. La Avenida de Juan Pablo II nos acerca a la Plaza de Santa María de Guadalupe donde se erige el Real Monasterio de la Virgen de Guadalupe [Patrona de la Hispanidad]. Una mezcla de estilo gótico, mudéjar y barroco. En el Monasterio existen obras de Zurbarán, el Greco y Goya.
Los orígenes del Santuario de la Virgen de Guadalupe hay que remontarse al siglo XII cuando a un pastor se le perdió su vaca mientras pastaba. "Cuando el pastor fue en busca de su vaca se la encontró muerta y éste le hizo la señal de la cruz en el vientre. En ese instante la vaca resucitó, lo que le hizo pensar al pastor que en ese preciso lugar, debería de ser el mismo donde según la leyenda, en su día se apareció la Virgen. Excavó un metro de profundidad, encontrando la talla de la Virgen yéndose a ver a los clérigos a Cáceres para contarle en hallazgo, pero no le creyeron, hasta que parece ser, que la Virgen resucitó al hijo del pastor, que acababa de morir".
Entonces, decidieron levantar una ermita dedicada a la Virgen, dando paso con el tiempo a convertirse en Real Monasterio, fundamental para la denominada “Reconquista”.
A unos 77 km. se encuentra “Trujillo”, cuna de Francisco Pizarro [descubridor del Perú], Francisco Orellana [Descubridor del Amazonas] y Diego García de Paredes y Torres “El Sansón de Extremadura”. La casa de Pizarro es una casa museo y la de Francisco Orellana se ha convertido en un hotel.
El barrio judío de Guadalupe
Desde la fuente de la plaza de Santa María de Guadalupe, entre sinuosas y angostas callejuelas, llegamos al barrio judío que forma parte de la antigua ruta de Sefarad y que se encuentra muy bien conservado. Destacan las casas porticadas en madera de castaño. En el Arco del Chorro Gordo da comienzo la antigua judería donde nos encontramos con la Fuente de los Tres Chorros.
La presencia de los judíos en Guadalupe se remonta a los años finales del siglo XIII. Los conflictos de 1391 y de 1476 marcarán el declive del judaísmo con la conversión de muchas familias al cristianismo obligadas por el antisemitismo eclesial. En los años anteriores a la llegada de la Inquisición, los judíos y los conversos estaban en muy buenas relaciones en muchas ciudades. Hay pruebas de que muchos judíos no veían a los conversos como personas ajenas a ellos.
El Papa Sixto IV en 1478 concedió una bula que autorizaba a los Reyes Católicos a instaurar una Inquisición, llamada Tribunal del Santo Oficio para eliminar a los marranos [judíoconversos] y moriscos [musulmanes obligados a la conversión o al exilio]. Los nuevos inquisidores disfrutaban con el olor a sangre y la carne asada de los reos.
Había caído en manos de los Reyes Católicos una fuerza de policía de tal magnitud que ni la propia Iglesia ni la Corona estaban dispuestos a dejarla de lado. La Iglesia dictaba las sentencias y su brazo secular las ejecutaba, repartiéndose los bienes de los acusados, la inmensa mayoría inocentes.
El primer gran inquisidor será el dominico Tomás de Torquemada, En Guadalupe será instalado un tribunal de la Inquisición al igual que en Ciudad Real y Toledo. A muchos conversos les había dado tiempo a huir a Portugal pero otros serán procesados, encarcelados o quemados en efigie. La imposición del estatuto de limpieza de sangre desde 1487 a 1835 hará temblar a los presuntos conversos.
Desde Guadalupe [Extremadura], lugar de encuentro entre Cristóbal Colón y los Reyes Católicos, donde se pactaría la entrega de las primeras carabelas que surcarían el océano Atlántico en busca de las Indias, para el blog de mis culpas...
P.D. Cuando Hernández de Toledo y Rodrigo de Jerez, trajeron del Nuevo Mundo las semillas del tabaco a España, seguro que no eran conscientes en aquel momento de los malos humos que traería consigo dicha planta en tiempos posteriores. Los colonizadores europeos observaron el hábito de fumar entre los indígenas americanos cuando éstos aspiraban el humo de hojas encendidas.
Por su parte, Francis Drake llevó a Inglaterra la costumbre de fumar en pipa, que había aprendido de los pieles rojas de Virginia, convirtiéndose el tabaquismo en una de las enfermedades más serias del principio del nuevo milenio. Recuerdo como curiosidad haber leído en una entrevista hace ya algunos años al escritor cubano Guillermo Cabrera Infante sobre el tabaco y contó una historia sobre Rodrigo de Jerez, cuando éste fumaba en el último cuarto de su casa. Un día su mujer lo descubrió y observó que su marido echaba humo por todos los orificios de su cara. Creyéndole embrujado lo denunció a la Santa Inquisición, que después de torturarlo lo hizo confesar que tenía un pacto con el diablo.
Así de este modo perdió la cabeza por el humo (el tabaco lo descubrió Rodrigo de Jerez el 28 o el 29 de octubre de 1492, según Guillermo Cabrera Infante.
Algunas palabras legadas:
Del náhuatl:
Aguacate [ahuacatl], cacahuete “cacahuatl o nuez de cacao”, chicle [tzictli], chocolate “chocauatl”, cipote [tzipotl], tabasco, tiza [tizatl], tomate [tomatl]…
Del taíno
Batata, barbacoa, cacique, caimán, Caribe, canoa [caná-oua], cayuco, guacamayo [guakamayo], huracán, iguana, maíz [mahis], piragua, tiburón…
Del quechua
Caucho [kawchu], coca [kuka], cóndor, cancha [kancha o cercado], gaucho [wakcha “pobre”], papa [patata] …
Teorías alternativas
Dice alguna que otra página de la historia que cinco siglos antes de que Colón llegara a América, un vikingo islandés llamado Leif Erikson [hijo de Erik el Rojo que fundó el primer asentamiento en Groenlandia en el 985] llegó en torno al año 1000 con 89 hombres y mujeres a la actual L’Anse aux Meadows [La ensenada de las medusas] en la isla de Terranova.
Un navegante islandés Bjarni Herjólfsson, 14 años antes, había divisado por casualidad unas tierras extrañas rumbo al oeste, cuando se perdió su nave camino de Groenlandia. Leif Erikson le pidió que le describiera la ruta que había tomado para llegar a esa tierra conocida, con el fin de emprender el viaje en sentido contrario.
Durante
el segundo viaje, Colón fue informado por los indios de la Española [Haití]
de que personas de raza negra habían estado en la isla antes de su llegada. Es
posible que fuera la expedición que realizara Abubakari II de Malí a comienzos
del siglo XIV y que jamás regresara. También cabe la posibilidad de
que hayan existido otros africanos que navegaron y regresaron para comunicar el
hallazgo. El maní que existía en Malí desde hacía unos cientos de años era la
prueba de que fue traído desde una tierra desconocida más allá del Océano.
...
Existe una hipótesis de que los chinos disponían de grandes barcos y de los conocimientos necesarios para llegar a América. Eso es algo que está fuera de toda duda ya que disponían también de la “brújula y de la pólvora”.
Es cierto que el Almirante chino "Zheng He" realizó siete grandes expediciones entre los años 1405 y 1435 a más de treinta países de Asia y África. Parece documentado que llegó a arrivar su flota en Sumatra, Java, Ceilán, India, Persia, Arabia, Egipto y el sur de África (posiblemente el actual Mozambique). Pero nada se dice de haber avistado América.
Es posible que de haber seguido con sus expediciones, lo más probable es que hoy en el sur de EE.UU. se hablase chino y no castellano [lo mismo que si Blas de Lezo el 13 de marzo al 20 de mayo de 1741 en la batalla de Cartagena de indias no hubiese expulsado a los ingleses, en Hispanoamérica se hablaría actualmente inglés.
Parece ser que los confucionistas, con su nueva visión del mundo, fueron partidarios del aislacionismo, comenzando a ganar terrero e importancia en la corte del emperador Yongle [1360-1424], tercer emperador de la Dinastía Ming. Y como resultado, la construcción de nuevos barcos comenzó a decaer.
Pero existe una máxima en Historia "todo es falsable mientras no se demuestren las fuentes". Y Colón fue el primero que documentó su presencia en América.
Desde Guadalupe [Extremadura] bajo el marco incomparable de su parador, para el blog de mis culpas...
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