lunes, 23 de octubre de 2023

El Toque de Morón


¡El término "flamenco" proviene de la expresión hispanoárabe "fellah mengu",
que significa campesino sin tierra!

Blas Infante [1885-1936] 


Paseando por la Alameda en la tierra de Villalón, nos encontramos de nuevo con la exposición “Sin Plumas y Cacareando” que nos acompaña en nuestro grato paseo por el centro histórico de la Ciudad del Gallo [con su leyenda] ubicado en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco. 



Dos grandes baluartes de la tierra de Villalón son la Cal y el Flamenco, vertebradores de la historia de Morón, considerado ambos Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

En pocos lugares podrá encontrarse una tradición tan antigua y profunda como es la elaboración de la cal y su particular forma de utilizarla. Durante muchas generaciones, el trabajo artesanal de familias que incluso tienen el apellido Calero, han mantenido vivos los antiguos hornos de herencia romana, alimentados con leña de olivos, ramas o zarzales y que podemos conocer en el Museo de la Cal situados a los pies de la Sierra de Montegil.



Al pasar por los Jardines de los Palomitos, donde se encuentra el monumento a Diego del Gastor, nuestra retina captaba varios paneles que nos ilustran sobre el Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, destacando las figuras de Silverio Franconetti, Diego Bermúdez Cala “El Tenazas" y Diego del Gastor como legado junto con el Gazpacho Andaluz, y también los valores pasados y presentes de dicho arte en la memoria colectiva de mi pueblo. Destaca sobre todo el “Toque de Morón” junto con el cante y el baile que siguen brillando con luz propia en la tierra de la Cal como un sueño blanco.



En la primera mitad del siglo XX, en plena gestación del género flamenco, existía en Morón una gran afición por el flamenco y bastantes cantaores, bailaores y tocaores que actuaban en el pueblo en espectáculos y celebraciones. Entre los precursores del arte flamenco en Morón de la Frontera destacan tres figuras fundamentales: María “la Andonda”, iniciadora del cante por soleá en Triana y su amante el Fillo, además de Silverio Franconetti quien emprende su carrera artística en Sevilla tras recibir influencias de cantes gitanos de Morón.

"El arte de la Andonda [María Amaya Heredia] no se pudo igualar, fue la cantaora más grande para la historia del flamenco que España pudo disfrutar".

Silverio Franconetti fue uno de los principales difusores del flamenco, acercándolo al gran público. Silverio Franconetti se unió a Manuel el Burrero para crear en Sevilla un café-cantante, el Café del Burrero, con el objetivo de difundir entre el gran público el cante jondo, hasta entonces muy restringido a los ambientes gitanos e interpretado únicamente en círculos familiares. Posteriormente, en 1885, fundó su propio establecimiento, el Café de Silverio, en el que continuó presentando a las principales figuras del flamenco de su época.



RETRATO DE SILVERIO FRANCONETI

Entre italiano
y flamenco,
¿cómo cantaría
aquel Silverio?
La densa miel de Italia
con el limón nuestro,
iba en el hondo llanto
del siguiriyero.
Su grito fue terrible.
Los viejos
dicen que se erizaban
los cabellos,
y se abría el azogue
de los espejos.
Pasaba por los tonos
sin romperlos.
Y fue un creador
y un jardinero.
Un creador de glorietas
para el silencio.

Ahora su melodía
duerme con los ecos.
Definitiva y pura
¡Con los últimos ecos! 

Federico García Lorca (1898 - 1936)



Nos decía hace unos años el cantaor flamenco local Antonio Gallardo Gallego “El Niño Rosa” (1922-2021) en los "Jardines de La Carrera" de Morón, que el cantaor jerezano Manuel Torres le puso a Diego Bermúdez Cala el nombre de “Tenazas” porque "atenazaba muy bien los cantes" y de ahí se le quedó el nombre artístico de Diego Bermúdez “El Tenazas”.


El Niño Rosa en el Teatro Oriente de Morón [con 91 años]


"Eso es cantar por derecho"

Esta fue la exclamación de Don Antonio Chacón, el “Emperador del cante”, cuando en la ronda preliminar del Concurso de Cante Jondo, celebrado en Granada en 1922, escuchó a un viejecillo interpretar las añejas seguiriyas de Silverio, cante perdido en el tiempo. Poco se sabía de aquel anciano, salvo que era de Morón, la tierra de donde se creía era natural Silverio Franconetti, y se rumoreaba que había hecho el camino andando desde Puente Genil.

Diego Bermúdez Cala alcanzó en el certamen granadino, celebrado en la Plaza de los Aljibes de Granada, una merecida fama al ganar un premio extraordinario y un primer premio, dotados con 1.000 pesetas de la época cada uno. El jurado del Concurso Flamenco de Granada estaba compuesto ni más ni menos que por Manuel de Falla, Ignacio Zuloaga, Antonio Chacón, Federico García Lorca y Andrés Segovia, entre otros.

Sin embargo, Diego falleció tan pobre que ni un nicho pudo acoger sus restos, que tras un entierro de caridad fueron arrojados a una fosa común. Su vida y su obra merecieron un adiós más digno.



Destacan las figuras de Diego Bermúdez "El Tenazas como primer artista moronense reconocido en la localidad, y la figura de Luis Torres "Joselero".

La trayectoria artística de Diego del Gastor no la encontramos en los grandes festivales ni en grandes teatros, lo que a él le gustaba era esa intimidad de los cabales. En esas reuniones les tocaría a Perrate y a Joselero, a su gran amiga Fernanda de Utrera y otros artistas locales como Andorrano, Enrique Méndez, la Chica o Fernandillo, y a los de Utrera, Alcalá y Lebrija, como a la Fernanda y Bernarda de Utrera, Manolito de María, Juan Talega o el Funi.

Todavía recuerdo en mi más tierna infancia aquellos carteles colocados en las paredes de las tabernas donde se prohibía el cante. En aquellos tiempos, mucho antes de la celebración del primer Gazpacho, el cante jondo estaba en Morón a la orden del día. En la mayoría de las tabernas, se podía leer el cartel de "Se prohibe el cante". El cante jondo estaba relacionado con personas marginadas y con sectores de la población más humildes, muy lejos de ser considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.



Sirvan unas breves pinceladas…

Diego Amaya Flores (1908-1973) nació en el malagueño pueblo de Arriate un 15 de marzo de 1908, siendo la figura más representativa del arte flamenco en Morón de la Frontera, creador de la escuela del “Toque de Morón”. Su trascendencia es incuestionable, traspasando los límites de nuestro municipio e influyendo en muchos guitarristas flamencos del siglo XX.

Diego pisa por primera vez Morón a los catorce años de edad, fueron su padre y su hermano Pepe quienes lo inician en el mundillo de la guitarra, dándole durante tres años nociones de solfeo, pero, al final, abandona los estudios y continúa el aprendizaje de forma autodidacta. En los años 30 se introduce de lleno en el mundo del flamenco de la mano del guitarrista José Naranjo, como maestro del que recibe clases, y gracias a su amistad con cantaores reconocidos como Perrate de Utrera y Joselero de Morón, casado este último con su hermana.


Foto. Takeshi Mine.  Diego Torres Amaya
Teatro Oriente de Morón [26 de enero de 2013]

En los terribles años 40, años de hambre y miseria, a Diego no le quedó entonces más recurso que la guitarra para ganarse la vida en su toque, toque que luego heredarían algunos de sus sobrinos. Especialmente, el más castillero de todos, Dieguito Torres Amaya, hijo de Joselero y de Amparo, hermana de Diego.

En los años 60 hasta 1973, año en que muere, significaron el momento más dulce para Diego del Gastor y para el flamenco local. Se le reconoció por parte de mucha gente como un maestro de la guitarra flamenca. Recibió el premio a la enseñanza en el flamenco que otorga la Cátedra de Flamencología de Jerez, aunque no fuera a recogerlo. Grabó para TVE varios programas de la serie “Rito y Geografía del cante”.

Diego en un principio sólo daba clases a sus sobrinos y, fuera del círculo familiar, a algún señorito aficionado o a algún principiante. Pero fue con la llegada de los americanos, cuando Diego aumentó considerablemente el número de clases porque era parte sustancial del proyecto de Don Pohren en la finca de Esparteros, donde la figura de Diego del Gastor era imprescindible.

Quizás la más importante de todas sus aportaciones fue su manera diferente de tocar por bulerías, con un sinfín de falsetas nuevas y originales remates así como una forma distinta de marcar, separar y enmarcar los compases.

A finales de los 60, venían a Morón guitarristas de todas partes para aprender la magia de la guitarra de Diego. Sus grabaciones eran comercializadas a precio de coleccionista. Con este reconocimiento universal, el toque de Diego, empieza a fluir en el mundo de la música, no solo en el flamenco, sino que músicos especialistas en otras modalidades musicales beberán del arte de Diego.


Gallo de Morón. Óleo sobre lienzo 100 x 300. Pepe Moreno Domínguez
Colección Bar Alemán

El 7 de julio del año 1973, cuando se le preparaba un homenaje en el “XI Gazpacho Andaluz” de Morón de la Frontera, festival flamenco en el que participó en todas sus ediciones, Diego del Gastor se pone malo y fallece. La comisión organizadora decide suspender la celebración del festival en señal de duelo. Su fallecimiento conmocionó el mundo del flamenco. En su Morón de la Frontera se rotuló una calle con su nombre [subida de la calle Arquillo hasta el Paseo del Gallo] y el 16 de julio de ese mismo año, en la Alameda, se inauguró un monumento con su nombre.

Sus sobrinos Paco, Agustín, Dieguito y Juan; los hijos y nietos de sus sobrinos; y otros muchos profesionales y aficionados de Morón y de todo el mundo que ama esta música, atesoran en sus manos, cada uno con su propia sensibilidad y de una forma distinta, los rasgos esenciales de este toque de Morón, que ya forma parte del patrimonio cultural y artístico de la ciudad.

El Toque de Morón se constituye como un elemento diferenciador y característico del arte flamenco moronense, configurado a través de la historia por distintos tocaores de la talla de José María Álvarez “El Niño de Morón”, Pepe Mesa, Pepe Naranjo o Manolo Morilla.


Manolo Morilla

Una escuela y tradición guitarrística que continuó con Diego del Gastor y que prosigue hoy en día con sus sobrinos -Paco, Juan, Dieguito y Agustín-; con algunos sobrinos-nietos como Paco e Ignacio de Amparo, Diego y Javier de la Chica; e incluso ya con sobrino-biznietos, como Gastor de Paco. Destacan otros guitarristas notables de Morón de la Frontera como Bernabé de Morón y Niño Ricardo.

Diego del Gastor ha contribuido, como ningún otro guitarrista, a configurar el llamado “Toque de Morón”. De manera que la ciudad es conocida en el exterior por un toque que se está convirtiendo en una de las principales señas de identidad cultural. Morón, ciudad del Gallo, ciudad de la Cal y ciudad del toque, del toque de Morón.



Steve Kahn “Flamenco Project”

La XLIX edición del Festival Flamenco Gazpacho Andaluz estuvo dedicada a Steve Kahn

Steve Kahn [1943-2018], fotógrafo, aficionado y estudiante de la guitarra flamenca, nacido en Brooklyn (Nueva York), tenía 23 años la primera vez que bajó del autobús en Morón de la Frontera en mayo de 1967:

"Bajé del autobús con mi chaqueta de pana de última moda y mi guitarra”, y fue una aventura de dos años que cambiaría el curso de su vida. “El flamenco surgió delante de mí…yo sólo hice clic”. Preguntado por su fascinación con la persona y obra de Diego del Gastor comenta Kahn: “Era una persona carismática, generosa, cálida e íntegra. Y todo eso caracterizaba su música”.

Steve Kahn conocía la mayor parte de las grabaciones comerciales de flamenco existentes por entonces, sin embargo, la experiencia de escuchar el toque único de Diego fue algo totalmente distinto (“No me llegaba simplemente, sino que se apoderaba de mi alma y me gritaba, y esto era imposible ignorarlo”).

No fue el primer extranjero en peregrinar hasta Diego, ni el último, y atribuyo a D.E. Pohren, un americano de Minneapolis, el despertar del flamenco tradicional en el resto del mundo durante aquel tiempo. 

Los 60 y 70 fueron testigos de la llegada oleada de personas de más allá de las fronteras españolas para experimentar el flamenco en su propia salsa. Muchos de ellos documentaron sus experiencias mediante fotografías personales, grabaciones de audio, e incluso películas.




Diego del Gastor fue el poderoso imán que atrajo a aficionados americanos y a lo largo de dos décadas, a decenas de aficionados extranjeros. En Morón, en el cortijo Espartero, convertido por el escritor Donn Pohren en un auténtico conservatorio flamenco, impartía sus lecciones Diego del Gastor. Periódicamente los alumnos tomaban contacto con la realidad flamenca compartiendo vino y alegría con un puñado de artistas, del entorno de Diego: Fernanda y Bernarda de Utrera. Juan Talega, Perrate, Joselero, Fernandillo, Amparo y María Torre, Anzonini…

“Esos años son de una gran frescura en todos los sentidos”, prosigue Lira. “La obra fotográfica de Steve Kahn pudo hacerse a medias entre La Cuadra y la finca de Pohren, en Morón de la Frontera... En esa finca [de Espartero] se celebraban cinco fiestas semanales para las que se contrataba a artistas de la talla de Juan Talega, Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Anzonini del Puerto, Fernandillo de Morón, Antonio Mairena, Joselero, Andorrano, Dieguito, el hijo de Joselero, Agustín Ríos, Paco, Juan y, sobre todo, Diego de El Gastor”.

Cuarenta años después de su experiencia en Morón, Steve Kahn decidió desarrollar un proyecto que unificara dos pasiones, el flamenco y la fotografía, y que al mismo tiempo reuniera un conjunto de trabajos capaces de transmitir otros lo que la vida significó para ellos en aquellos años. Durante siete años de investigación, se rescataron centenares de fotos personales, se digitalizó los negativos y se hicieron copias maestras. Un grupo de aficionados americanos tomó plena conciencia de que aquello había que grabarlo y documentarlo gráficamente, ya que disponían de la tecnología adecuada, que en España se desconocía. Los protagonistas principales fueron Moreen Silver y Christopher Carnes. Moreen Silver, “María la Marrurra” para los gitanos, realizó la mayoría de las grabaciones y copió en su magnetófono las grabaciones de otros aficionados.



En el año 2009, Steve Khan se tomó el empeño de rescatar todo o gran parte de ese material en una exposición, Flamenco Project, donde recopiló, preservó y publicó las fotografías y los documentos de aquellos memorables tiempos: una magnífica colección compuesta por más de cien imágenes seleccionadas de los archivos de más de doce fotógrafos (David George Vogenitz, Steve Kahn, William Davidson…), de grabaciones de audio de seis fiestas grabadas en Morón con Diego del Gastor, Fernanda de Utrera…; de la película Flamencología de Daniel Seymour; así como de numerosos artículos, impresiones y anécdotas de escritores y artistas como Estela Zatania, Donn Pohren, Brook Zern, Lorin Piper, etc.

Flamenco Project da fe de un fecundo intercambio creativo, cultural y personal que afectó a las vidas de todos los que se vieron envueltos en él. Presenta un moderno tapiz multimedia de imágenes visuales y registros de audio entresacados de los archivos personales de aquellos visitantes foráneos de los pueblos del flamenco entre 1960 y 1985, aportando una perspectiva exterior desde el punto de vista único en alguien que está dentro.

En abril de 2013 Steve Kahn, en representación del grupo de fotógrafos que integraban la muestra flamenca “Flamenco Project”, se dirige al Excmo. Ayuntamiento de Morón de la Frontera para hacer una donación, con la totalidad de la obra audiovisual que compone este interesante proyecto sobre el mundo flamenco de Morón y su entorno. En palabras de Steve “devolver a Morón lo que Morón nos dio”.

La huella visual de Steve Kahn y de Don Elmer Pohren permanecerán para siempre en la retina del flamenco de Morón a través de sus años dorados.

Don E. Pohren es autor de una famosa triología sobre el flamenco "The Art of Flamenco (1962), "Lives and Legends of Flamenco (1964) y "The way of life [Un camino de vida]" (1980) que hará que oleadas de giris vengan a Morón como centro topográfico del Flamenco, que él mismo se encargará de colocar en el mapa.

Cada libro venía con una hoja de reserva de quince días en la finca de Espartero que era un Centro de Flamenco que proporcionaba alojamiento y clases de guitarra y baile con frecuentes fiestas flamencas de artistas de Morón, Utrera, Lebrija como Diego del Gastor, Joselero de Morón, Fernanda de Utrera, Anzonini del Puerto o Miguel Funi entre otros.

Gracias al eco de los libros de Pohren, Morón se llenaba a partir de 1966 de aficionados en busca de Diego. Por un precio de 60 dólares a la semana tenían derecho el primer año a una habitación, pensión completa, servicio, lavanderia, transporte y tres juergas a la semana.



En 1953 vino Pohren a España por primera vez y desde entonces mantuvo una estrecha e ininterrumpida relación con el mundo flamenco. En Utrera escuchó por primera vez a Diego del Gastor en el Potaje Gitano de 1960 en el que actuaron la Fernanda y la Bernarda, Juan Talega, Antonio Mairena, Perrate, Tomás Torres y otros en el cante, y en el que Diego del Gastor intervino como único guitarrista. Enseguida se sintió sorprendido e impresionado por la figura de Diego del Gastor, por cómo destacaba entre todos los demás artistas y por la magistral lección de acompañamiento al cante que dio aquella noche. Y tan asombrado quedó por la actuación del gastoreño que "dos días más tarde estaba en Morón de la Frontera en busca de Diego, un encuentro que marcaría profundamente mi vida y la de mi familia durante los siguientes quince años"...

"Bastaron las primeras notas para comprender que jamás había oído una cosa igual. Era aún superior a aquel Diego que en Utrera había sonado con excepcional acompañante...

Al único cantaor payo de Morón al que Pohren llamaba a la finca Espartero era al Niño Rosa que intervino en muchas juergas. 

Del libro "La época dorada del Flamenco en Morón de la Frontera (1960-1970)", de Pedro Luis Vázquez García.



Los Llorones

"Me comentaba uno de sus fundadores, Indalecio Alemán, que a mediados de los años 60 pagaban cinco duros de cuota a la semana en la peña "Los Llorones" y con el dinero que recogían no había para pagar a los artistas. Por lo tanto, "siempre estaban llorando", ante las dificultades que surgían en los primeros años de su existencia. Existe otra versión, que posiblemente se acerque más a la realidad. Diego del Gastor tuvo con sus amigos fiestas en las que tuvo muchos momentos sublimes, que incluso lloraban por la emoción del momento.

La peña "Los Llorones" estaba formada por Antonio Oliva, Paco Conde, Pepe Moreno, Antonio Pastor, Angelote Camacho, Antonio Cabrera, Vicente el Barbero, Antonio García Ulecia, Antonio Jurado, Bernabé Coronado, Enrique Méndez, Pepe Hurtado, Rafael Colunga e Indalecio Alemán.

Lo que sí es cierto es que vivieron en primera persona aquellos años dorados del flamenco fielmente reflejados por el antropólogo Pedro Luís Vázquez en una de sus conferencias en Morón el 7 de septiembre de 2011.

La noche que veníamos del Potaje Gitano de Utrera a las seis de la mañana, en junio de 1963 Paco Ayala, Villalba, Indalecio Alemán, Bernabé Coronado y Luis Camacho decidimos organizar el I Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera que tuvo lugar el 31 de agosto de 1963.

En un principio se pretendía realizar dicho Festival Flamenco en el Bar Alemán, pero fue tal la expectación que tuvo que se tuvo que trasladar al Círculo Mercantil de Morón en la Alameda, siendo todo un éxito.

La cartelería del Gazpacho de Morón se podría considerar como un verdadero archivo documental desde su fundación en 1963, siendo un trozo de la Historia de Morón.



El Gazpacho Andaluz de Morón

El Gazpacho de Morón de la Frontera es uno de los festivales flamencos pioneros y de los más importantes de nuestra geografía. Cuenta con más de cincuenta años de historia y por su escenario han pasado los más grandes artistas en las tres facetas del flamenco (cante, baile y toque), celebrándose cada año en el mes de julio.

El Gazpacho de Morón nació en el año 1963, a iniciativa de Radio Morón-Emisora Sindical y el Excmo. Ayuntamiento de Morón, para beneficio de las Hermanas de la Cruz. El nombre tan peculiar proviene, aparte de un concurso de nombres patrocinado por Radio Sindical, de las consumiciones incluidas en el precio de la entrada: 300 pesetas, un plato de jamón, media botella de vino y un lebrillo de gazpacho.

La figura de Diego del Gastor junto con Joselero atraía a mucha gente a Morón. Cuando terminaba el Gazpacho por aquellas fechas comenzaba una fiesta entre muchos artistas. Diego del Gastor, Fernandillo, Anzonini, Joselero… se iban a comer calentitos a la Plaza de Abastos (con un intervalo entre 1976 y 1979) y el año 2020 “a causa de la pandemia”. El Gazpacho de Morón sigue conservando toda su esencia.


Diego del Gastor falleció el mismo día en que Fernanda y Bernarda de Utrera iban a ser homenajeadas, en el Gazpacho de Morón [7 de julio de 1973]



El primer Gazpacho Andaluz que se realizó en Morón tuvo lugar el 31 de agosto de 1963 patrocinado por el Ayuntamiento de Morón con figuras tan señeras como Antonio Mairena, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, Juan Peña el Lebrijano, Joselero, Bambino, Andorrano, Manolo Morilla y Paco del Gastor, entre otros artistas.


Archivo de Estela Zatania



A mediados de la década de los cincuenta empezó a funcionar otro bar que iba a tener mucha importancia en el desarrollo del flamenco local durante las dos décadas siguientes, hasta que cerró en 1980. De trataba de la “Taberna Casa Pepe” “1955-1980” regentada por Don José Rodríguez Camacho situada en la esquina de la calle Arquillos con la Plaza de San Miguel, un lugar de encuentro de artistas y aficionados locales, foro de tertulias y de reuniones de cabales apasionados del flamenco, frecuentado habitualmente por Diego del Gastor, convertido ya en el primer artífice del “Toque de Morón”, un toque que habría de convertirse en seña inequívoca de la identidad cultural y flamenca de la ciudad.



Paco de Amparo, en la presentación del XLVII Gazpacho Andaluz,
desde la Fundación Cruzcampo

Actualmente el flamenco sigue presente con artistas de reconocido prestigio en el toque, cante y baile, entre ellos podemos nombrar a Dani de Morón, una de las guitarras flamencas más laureadas de las últimas décadas. Fue solicitado por el maestro Paco de Lucía para acompañarlo como segunda guitarra en una de sus giras, experiencia que le abrirá una nueva dimensión lanzándole a la primera línea de la guitarra flamenca; Paco de Amparo forma parte de una familia con un largo linaje de guitarristas flamencos, siendo sin lugar a dudas uno de los embajadores del toque de Morón, acompañando a una extensa lista de artistas a lo largo de su trayectoria.


Pepe Torres, en la XLVI edición del Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera


Pepe Torres, uno de los bailaores que refleja lo que podríamos denominar el binomio perfecto de tradición y evolución, llevando su arte a nivel nacional e internacional, bailando en teatros de todo el mundo, así como las bailaoras Juana Amaya y Carmen Lozano; Juan Torres, guitarrista de toque añejo, mezclado con armonías y ritmos más actuales; Domi de Ángel, Gastor de Paco, y los cantaores David “El Galli”, Jesús Flores y Moi de Morón. Todos ellos, entre otros muchos artistas, forman parte del flamenco vivo de nuestro pueblo llevando el nombre de Morón de la Frontera por todo el mundo.

El Flamenco es la manifestación artística expresiva más importante de la cultura andaluza, siendo uno de los productos turísticos más atractivos de Andalucía.

El Flamenco es una industria cultural, motor económico, objeto de estudio y reclamo turístico. Es presente, pasado y futuro, tradición y vanguardia y una de las manifestaciones culturales más ricas y complejas del mundo. Por todo ello, la UNESCO le otorgaba su máximo reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad mostrando la gran importancia patrimonial que atesora.

Morón de la Frontera está considerado como un referente en el mundo del flamenco, siendo una de sus señas de identidad el denominado “Toque de Morón”, popularizado en el pasado siglo por el tocaor Diego del Gastor. Sin embargo, son muchos y variados los artistas flamencos que a lo largo de la historia han sido reconocidos más allá de nuestras fronteras y en cualquiera de sus vertientes musicales o expresivas.

Hoy el flamenco es un arte vivo en Morón de la Frontera. Morón cuenta con la Escuela Municipal de Danza, en la que imparten clases de guitarra, cante y baile flamenco, acercando este arte a los más jóvenes y ofreciéndoles desde hace varios años la oportunidad de participar en el festival de flamenco Gazpacho Andaluz, dando a conocer de esta manera los nuevos valores del flamenco.

El flamenco es la manifestación artístico-expresiva más importante de la cultura andaluza, siendo uno de los productos turísticos más atractivos de Andalucía.

La importancia de Morón en la historia de la guitarra es fundamental, siendo en enclave tocaor por antonomasia. Morón de la Frontera es flamenco y su festival “El Gazpacho Andaluz” se ha convertido junto a Tertulia Cultural Flamenca “El Gallo”, creada en 1970, en el eje vertebrador fundamental del desarrollo y difusión del flamenco en Morón.

El Gazpacho de Morón de la Frontera es uno de los festivales flamencos pioneros y de los más importantes de nuestra geografía, con más de cincuenta años de historia. El 28 de febrero de 2015 la Tertulia Flamenca "El Gallo" recibe la medalla de oro de la ciudad.

  • El primer Gazpacho estuvo dedicado a la memoria de Silverio Franconetti [agosto de 1963].
  • El segundo Gazpacho, lo estuvo a la memoria de Diego Bermúdez "El Tenazas" [agosto de 1964]...
  • El Gazpacho de 2024 estará dedicado a nuestro paisano y gran aficionado al flamenco Jerónimo Velasco Rodríguez, cariñosamente conocido como "Pecholata".
El Gazpacho Andaluz a partir del año 2016 se celebra en la Plaza del Ayuntamiento de Morón. Anteriormente, se celebraba en el Patio del Colegio Salesianos.


Diego Cano en nombre de la Tertulia Cultural Flamenca "El Gallo" recibía en 2015 la Medalla de Oro de la Ciudad, de manos del alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez


Me contaba Antonio Ruiz "El Carpintero" que Diego tocaba por solea con la templanza que tenía ese gran gitano. Diego tenía un vocabulario exquisito y cuando había que brindar, Diego decía esta frase, "Brindemos por la libertad de los pueblos" y Paco “el perfecto” empieza a recitar un poema de Lorca. Una sensibilidad para quitarse el sombrero.



Desde Morón, tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, para el blog de mis culpas...


P.D. Aprovecho estas humildes letrillas que me brinda el blog de mis culpas para recordar a aquellos escritores que han utilizado su pluma para acordarse del flamenco de Morón a través de sus libros, como Don E. Pohren "una forma de vida", Estela Zatania "El efecto Pohren", Pedro Luís Vázquez "Los años dorados del flamenco", Luis Vázquez "El Tenazas de Morón, eso es cantar por derecho"  o "Silverio Franconetti y los Fillos", etcétera.

Tampoco quiero olvidarme de grandes cantaores que ha dado Morón de la talla de Antonio Gallardo Gallego "El Niño Rosa", Pepe Taranto, Pepe Palomo, Antonio Ruiz "El Carpintero", Diego Valle, Paco Camacho y Pepe Lebrón, entre otros. Y en el toque, a Manolo Coronado, Paco Delgado "El Leri", Alfonso Clavijo, etcétera.


Porque como decía el poeta Antonio Machado “En cuestiones de cultura y saber, se pierde lo que se guarda, se gana lo que se da”.


Tres pilares fundamentales del Flamenco en Morón: Silverio Franconetti, 
Diego Bermúdez Cala "El Tenazas" y Diego del Gastor


Bibliografía

Paneles ilustrativos del Flamenco de Morón

El Tenazas de Morón. "Eso es cantar por derecho", por Luis Javier Vázquez Morilla

El efecto Porhen, por Estela Zatania

Los años dorados del flamenco, por Pedro Luis Vázquez García



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