domingo, 10 de diciembre de 2023

La ruta del hereje en el Valladolid del siglo XVI


 Monumento a Miguel Delibes en la Plaza de Zorrilla, 
junto a la puerta de Campo Grande, en Valladolid

“Post tenebras, lux”
Tras las tinieblas, la luz

[Lema de la Reforma Protestante]

 
Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco orientamos nuestro sextante didáctico hacia la Vía de la Plata que nos acercará al Valladolid del siglo XVI donde nos espera la ruta del hereje que nos introduce en la época del Tribunal del Santo Oficio, donde la tolerancia y la libertad de conciencia brillaron por su ausencia.

Al pasar por el Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, la retina de la historia nos recuerda que en su interior se fusiona el arte gótico con el mudéjar, lo que lo convierte en uno de los conjuntos monumentales más importantes de Andalucía. El Monasterio de San Isidoro del Campo posee una verdadera carga histórica y artística con obras de Martínez Montañés, Pacheco y frescos del siglo XV.

Será durante el siglo XVI cuando se produzca en dicho monasterio uno de los primeros focos de la Reforma en España, ya que la comunidad de los monjes jerónimos practicaban las ideas reformadas. En su interior se leyeron y tradujeron libros prohibidos por el Tribunal de la Inquisición “desde Lutero a Calvino”. Los libros prohibidos llegaban a Sevilla gracias al arriero Julianillo Hernández. La Inquisición descubrió el brote herético y quemó a algunos de los “monjes propagandistas” en varios Autos de Fe. Sin embargo, algunos lograron escapar fuera de España como Casiodoro de Reina que se estableció en la Europa reformada.

María Bohórques fue una mujer muy docta, con tan sólo 24 años, fue condenada a morir en el "Quemadero del Prado de San Sebastián", en 1559 por mantener sus creencias reformadas.

Casiodoro de Reina fue el traductor de la primera Biblia castellana completa, el 28 de septiembre de 1569, hermosa versión todavía vigente (con revisiones, en especial la de Cipriano de Valera, en 1602) en las comunidades evangélicas de todo el orbe hispánico. Esta es la famosa Biblia Versión Reina-Valera, que actualmente es la más leída en español, versión de 1960.

Se la denominó la “Biblia del Oso” porque en su portada viene ilustrado un oso. La traducción a las lenguas romances o vulgares estaba prohibida por la Iglesia Católica, pero no así por las Iglesias reformadas.


Tras visitar Zamora, Toro, Tordesillas, Medina el Campo y Simancas nos espera Valladolid, una ciudad cargada de acontecimientos históricos, donde las páginas de la historia nos recuerdan alguna que otra pincelada.


  • En el año 1241 se creaba la Universidad de Valladolid, la tercera universidad más antigua de España, tras el Studium Generale de Palencia [1212] y la Universidad de Salamanca [1218].

  • El Palacio de Santa Cruz será Inaugurado en 1491 como Colegio Mayor y debe su fundación al Cardenal D. Pedro González de Mendoza, mecenas instructor del Renacimiento en España. Constituye el primer ejemplo de dicho estilo arquitectónico en nuestro país. 
Iniciado bajo patrón gótico, Lorenzo Vázquez de Segovia lo culmina en 1491 con una portada principal al gusto italiano, en la que figura el Cardenal arrodillado ante Santa Elena, primera en encontrar la Santa Cruz. Es monumento Histórico Artístico desde 1955 y en la actualidad es sede del Rectorado de la Universidad de Valladolid.


  • La muerte de Cristóbal Colón en 1506 a los 54 años de edad.
  • Carlos I será nombrado en Valladolid rey por las Cortes, reunidas a comienzos de 1518.
  • También en la ciudad del Pisuerga se fraguaron las Capitulaciones de Valladolid de 1518 donde Magallanes consiguió que Carlos I autorizara y financiara tan magna gesta de ser el primero en dar “La Primera Vuelta al Mundo” a la Tierra emprendida por Fernando Magallanes en 1519 y concluida por Elcano en 1522. Magallanes aseguró al emperador Carlos V que era posible encontrar una nueva ruta y más corta por Occidente hacia las Islas de las Especias.
El objetivo esencial del viaje de Colón había sido establecer una ruta más corta hacia Asia [Catay y Cipango] por el oeste ya que las costas africanas estaban ocupadas por los portugueses y en el este [la ruta de la seda] se encontraba bajo influencia otomana. Las preciadas especias, sustancias vegetales usadas para condimentar los alimentos, alcanzaban precios altísimos en Europa, por lo que el control de su comercio, casi monopolizado por los italianos y portugueses, llegará a convertirse en una prioridad económica. Consumir canela, jenjibre, pimienta, clavo, nuez moscada o azafrán, entre otras muchas, elevará el rango social de muchas familias.




  • La Controversia de 1550 entre Ginés de Sepúlveda y Fray Bartolomé de las Casas en el Colegio de San Gregorio de Valladolid será un enfrentamiento dialéctico y antagónico que enfrentaban dos posturas. La defensa de los indígenas por Fray Bartolomé de las Casas mientras que Sepúlveda invocaba la barbarie de los indígenas y la guerra justa contra los indios.
  • El Tribunal de la Inquisición en Valladolid se estableció en 1559 en la actual Calle Real de Burgos. Allí estuvieron presos, entre otros, el arzobispo de Toledo y Primado de las Españas Bartolomé Carranza de Miranda y también Fray Luis de León.
  • El reformador español Carlos de Seso fue quemado en el Auto de Fe de Valladolid el 8 de octubre de 1559.
  • También Valladolid llegaría a ser la capital de España y del Imperio entre 1601 a 1606 en que se trasladó a Madrid bajo el rey Felipe III.
  • La novela de El Quijote se publicó por vez primera en Valladolid en 1604.



Desde Zamora transitamos por Toro y Tordesillas hasta llegar a Valladolid. El Puente Mayor que cruza el Pisuerga, comienza nos recuerda la novela “El hereje” de Miguel Delibes [1920-2010], que menciona que a poca distancia se encontraba la judería donde el padre del protagonista Cipriano tenía un almacén de lanas como origen hacia Flandes a través de los comerciantes de Burgos. 

No cabe duda de que en Valladolid se respira a Miguel Delibes con su novela “El hereje” a través de los poros de su casco histórico junto con las figuras del Cardenal Mendoza y el poeta y dramaturgo José de Zorrilla.


En la entrada del Parque Campo Grande de Valladolid nos sorprende el monumento en bronce del autor de “El hereje”, con su gabardina, gorra, gafas y paraguas, cerca de la que fue su casa en la Acera Recoletos. La escultura inaugurada el 17 de octubre de 2020 es obra del escultor vallisoletano Eduardo Cuadrado.

Una de las grandes novelas de Miguel Delibes “El hereje” publicada en 1998, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 1999, siendo considerada una de las obras cumbres de la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX.

Hace ya algunos años tuve la suerte de que la novela “El hereje” de Miguel Delibes cayera en mis manos en la Biblioteca de mi pueblo ubicada en la tierra de Villalón. Pasados algún que otro lustro me la encontré en la Feria del Libro Antiguo en Sevilla para tener la oportunidad de releer a Delibes, una grata lectura complementada con nuestra reciente visita a la ciudad del Pisuerga donde realizamos la ruta de “El hereje” bajo las gélidas condiciones meteorológicas del mes de diciembre donde hasta el grajo no solo vuela bajo, porque hace un frío del carajo, sino que incluso no pocas veces se posa en los balcones por aquello del clima [un frío de cojones]. La novela de Miguel Delibes "El hereje" será la verdadera culpable de nuestra visita cultural a Valladolid. 



Nuestra particular ruta de "El hereje" comienza en la Plaza de San Pablo en cuyos alrededores nació el protagonista de la novela Cipriano Salcedo, y terminando en la Plaza de Zorrilla de Valladolid, lugar de la quema de los herejes, lo que nos ha permitido plasmar estas humildes letrillas que comparto con los amigos del blog de mis culpas. 

En el año 1517, Martín Lutero había fijado sus noventa y cinco tesis contra la venta de indulgencias en la puerta de la iglesia de Wittemberg como denuncia contra la corrupción reinante en el seno de la Iglesia de Roma cuyo trono se encontraba ocupado por el Papa León X, quien obtenía enormes beneficios por la venta generalizada de indulgencias a personajes de escasa moral y mucho dinero.

La venta de indulgencias reducía el castigo temporal del Purgatorio por los pecados cometidos por los compradores o sus seres queridos. Un negocio impío de la propia Iglesia que criticó Martín Lutero.

La situación era grave y Lutero tenía razón en sus denuncias. Aquella crítica de semejante calibre implicaría la ruptura con la Santa Sede y al mismo tiempo sería funesta para la unidad del propio Imperio. Un acontecimiento que impulsará la Reforma Protestante y provocará el Cisma de la Iglesia Romana de Occidente en un contexto histórico con la sombra de Saladino por el este y Francisco I por el norte. 

Era necesario extirpar de raíz cualquier disidencia religiosa que surgiera en cualquier punto del Sacro Imperio Romano Germánico como ocurrió con el catarismo del Languedoc entre 1209 a 1244 por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos, reyes de Francia. Los cátaros creían vivir según las verdaderas enseñanzas del Evangelio organizando su vida religiosa al margen de la Iglesia oficial de Roma. Los obispos cátaros “Perfectos” eran independientes no reconociendo al Papa de Roma. Aquel genocidio sería considerado por la Iglesia católica como una "guerra justa".

La novela "El hereje" es un canto apasionado por la tolerancia y la libertad de conciencia, una novela inolvidable sobre las pasiones humanas y los resortes que la mueven.

El mismo día de la Reforma luterana, el 31 de octubre de 1517, nace en Valladolid el hijo de don Bernardo Salcedo y doña Catalina Bustamante, con el nombre de Cipriano Salcedo. En un momento de agitación política y religiosa, esta mera coincidencia de fechas marcará fatalmente su destino.

El 3 de enero de 1520, el papa León X emitió la bula “Decet Romanum pontificem” [Para un adecuado pontífice romano] excomulgaba a Martín Lutero y a sus seguidores tras la publicación de tres libros en 1520 "Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana", "La cautividad babilónica de la Iglesia" y "La libertad del cristianismo" que añadirá más leña al fuego de la intolerancia. Lutero contará por vez primera en la historia con un medio de comunicación tan poderoso, rápido y eficaz como la imprenta.

Tendrán que pasar cerca de cinco siglos hasta que el 31 de octubre de 1999 un Papa de Roma Juan Pablo II levante la excomunión de Lutero. Y en 2016 el Papa Francisco aseguraba que Lutero dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en manos del pueblo. Lutero quedaba rehabilitado al quedar demostrado que la Iglesia de aquella época no era un modelo a imitar: corrupción, mundanismo inclinado a los placeres y frivolidades terrenales, amoralidad junto con el apego a la riqueza y al poder», como lo demuestra el cuadro de Cornelis van Haarlen “El fraile y la monja” de 1591 y posteriormente, el cuadro iconoclasta “El Pecado” de Heinrich Lossow, de 1880, relacionado con “El banquete de las castañas” que causó un gran escándalo en la Iglesia, que acusó a su autor de todos los pecados mortales habidos y por haber. El cuadro denuncia que donde más se pecaba era el lugar donde tenía que darse ejemplo en la lucha contra el propio pecado.

“En la noche del último día de octubre de 1501, Cesare Borgia organizó presuntamente una fiesta en sus aposentos del Vaticano con “cincuenta prostitutas honradas”, llamadas cortesanas, que bailaron por la tarde con los sirvientes y otras personas presentes, primero con sus ropas y luego desnudos. Después de la cena, se retiraron de las mesas candelabros con velas encendidas y se colocaron en el piso, y alrededor se esparcieron castañas, que las cortesanas desnudas recogieron, arrastrándose a cuatro patas entre los candelabros, mientras papá, Cesare y su hermana Lucretia miraban a quienes pudieran realizar el acto a menudo con cortesanas. Los ganadores fueron premiados con túnicas de seda, zapatos y otras cosas. "

Cipriano Salcedo, convertido en un próspero comerciante se pondrá en contacto con las corrientes protestantes que, de manera clandestina, comenzarán a introducirse en la Península, pero este movimiento será cortado por el Santo Oficio.

Único hijo de un acaudalado mercader que tenía un almacén de lanas en la vieja judería y terrateniente, se encontraba muy preocupado por su faceta espiritual buscando la respuesta en los nuevos movimientos reformistas de Erasmo y Lutero que llegan a la España contrarreformista del siglo XVI.

Cipriano Salcedo padece sobre sus propias carnes aquellos tiempos convulsos el libre pensamiento se castigaba con presidio en el mejor de los casos. Nacer el mismo día y año que se inicia la Reforma luterana no será buen presagio para Cipriano el protagonista de la novela.

La Santa Inquisición con los terribles Autos de Fe de 1559 muestran aquel Valladolid de la época que produce impotencia en el protagonista. El hereje nos hace reflexionar sobre lo injusta que ha sido la vida para las personas que no comulgaban con la norma establecida.

La huella de Cipriano Salcedo en aquel Valladolid del siglo XVI es un fiel retrato del Valladolid de Carlos V y de los Autos de Fe de 1559 donde predominaba el histórico cisma en la Iglesia provocado por las tesis de Lutero, el clima de sospecha y de rencor, lo que le sirve a Delibes para lanzar este grito contra la intolerancia. Para Delibes escribir sobre el pasado era describir el presente.

Bajo la mirada de Cipriano Salcedo comenzamos nuestra particular ruta por la antigua Valladolid descubriendo las antiguas calles, plazas y palacios de aquel Valladolid del siglo XVI que contaba con una población de 28.000 habitantes donde brillará con luz propia los dos grandes Autos de Fe acaecidos el 21 de mayo y el 28 de octubre de 1559 en Valladolid.



El hereje es una novela dividida en tres partes:

Preludio

Parte I. Capítulo I al VI "Los primeros años"

Parte II. Capítulo VII al XIV "La herejía"

Parte III. Capítulo XV al XVII "El auto de fe"


Preludio de El hereje

La novela comienza con un preludio donde conocemos a Cipriano Salcedo, que regresa de Alemania en el barco “Hamburg” entablando conversaciones con el capitán Berger sobre la situación religiosa en Europa. Su objetivo, según le comenta a Isidoro Tellería, sevillano con ideas calvinistas que coincide con Cipriano en el “Hamburg”, era recabar información sobre la situación del protestantismo en Europa. Para ello, ha adquirido libros prohibidos de Lutero, Erasmo y Calvino que sirvieran de guía a los miembros del foro herético de Valladolid sobre los diferentes aspectos de la Reforma y se ha entrevistado con diferentes personalidades. Llegan al puerto de Laredo donde le esperaba su criado Vicente, con dos caballos y una mula para el equipaje, para trasladarse a Valladolid.


Parte I – Capítulo I

En el primer capítulo de El hereje Miguel Delibes nos presenta a Bernardo Salcedo, un rentista que vivía en Valladolid junto a su esposa Catalina de Bustamante. Nos cuenta el autor que a esta pareja le costó tener hijos, ya que él era estéril. Sin embargo, gracias a la ayuda de un ginecólogo el matrimonio terminó concibiendo al pequeño Cipriano. El parto dejó a Catalina cansada y sin fuerzas para amamantar al pequeño, por lo que contaron con la ayuda de Minervina como nodriza. A los pocos días de dar a luz, Catalina murió.

Capítulo II

Quedarse viudo hizo que Bernardo empezase a odiar a su hijo, al que consideraba culpable de la muerte de Catalina no mostrando a su hijo muestras de afecto alguno. Cipriano fue criado con mimo, cariño y respeto por Minervina, que adoptó el papel de madre.

Finalmente, tras recibir una carta de su socio Néstor, Bernardo recuperó su audacia y retomó sus negocios.

Capítulo III

Bernardo se encaprichó de Minervina, a la que decidió seducirla gracias a su condición de hombre mayor con dinero. Pero, la joven nodriza a riesgo de perder su trabajo, le rechazó. Desconsolado, el padre de Cipriano acude a la mancebía para buscar alguna prostituta con la que acostarse, pero sale pronto de ahí al ver las condiciones higiénicas.

Bernardo pide ayuda a una alcahueta, quien le presenta a Petra, con la que Bernardo inicia una relación y a la que mantiene económicamente.

Capítulo IV

Con la llegada de Carlos V a España comienza la hostilidad entre los españoles y los flamencos. La situación explota cuando asesinan al procurador de Segovia, que era afín a los flamencos. Estalla entonces la revolución de los comuneros, un grupo de castellanos contra los abusos del emperador Carlos V, y al que Bernardo apoya.

Al mismo tiempo, Bernardo se entera de que Petra le es infiel con otros hombres, así que decide abandonarla y devolvérsela a la celestina que se la había buscado.

Capítulo V

Cipriano cuenta ya 7 años, por lo que Minervina empieza a enseñarle cosas sobre religión, ya que ella es muy devota. El niño enseguida da muestras de su inteligencia, por lo que su padre toma la decisión de mandarlo interno a un colegio de niños huérfanos, Cipriano lo acepta porque le permite permanecer lejos del odio de su padre.

Los niños huérfanos pagan su estancia en el internado pidiendo limosna en la calle. Sin duda, la estancia en este colegio hace que Cipriano vea las partes más desagradables de una vida en la que ya no tiene la protección de Minervina, y recibe malos tratos.

Capítulo VI

Cipriano, cuenta ya con catorce años, y comienza a platearse conflictos espirituales. Será en ese momento cuando se desarrolla la Conferencia de Valladolid entre Fray Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda, en la que surgen enfrentamientos entre erasmistas y anti erasmistas “Controversia de Valladolid”.

Sepúlveda actuaba como portavoz de los ricos encomenderos defendíendo el imperialismo tradicional, mientras que Bartolomé de las Casas defendía a ultranza a los pacíficos indios y su evangelización por medios pacíficos, tal como recogía el testamento de Isabel la Católica.

Al mismo tiempo, la peste se convierte en una gran amenaza, especialmente para los niños del internado, que son los encargados de enterrar a los muertos y quemar sus casas y pertenencias para evitar más contagios. Cipriano es testigo de cómo esta enfermedad se lleva por delante a compañeros suyos y también a su padre.

Cipriano huérfano, se va a vivir con su tío Ignacio, el cual le abre las puertas al mundo de la cultura y la literatura. Ya fuera del internado, Cipriano se reencuentra con Minervina, que aún es bastante joven. Surge entonces entre ellos un amor carnal y sexual que enseguida es cortado por el tío Ignacio.


Parte II – Capítulo VII

Cipriano ya es mayor de edad, por lo que puede tomar sus propias decisiones y determinar sus objetivos vitales. Uno de ellos es recuperar a Minervina y el otro elevar su posición económica y social. Estudia Leyes y rápidamente se licencia. Además, toma posesión de todo lo que perteneció a su padre. Su siguiente paso es ganar relevancia social. Para ello, convence a la gran mayoría de los habitantes de su pueblo (a 37 de 39) para que lo conviertan en hidalgo. Cambia el nombre de la empresa de su padre por el nombre de «El zamarro de Cipriano», forros de pieles curtidas, lo que se convierte en un gran éxito entre la clase media.


Capítulo VIII

Cipriano comienza a acercarse al erasmismo a través de Agustín Cazalla, un doctor de la Iglesia y gran orador cuyas misas el protagonista adora. Al no poder recuperar definitivamente a Minervina, Cipriano termina saliendo con Teodomina, también llamada la «Reina del Páramo» por su gran técnica esquilando. Finalmente, se casa con ella.

Capítulo IX

Tras la boda, el matrimonio con Teodomina parece feliz, aunque pronto Cipriano se desencanta porque su esposa insiste demasiado en tener hijos ya. A nivel religioso, su interés por la doctrina de Erasmo es cada vez mayor, especialmente después de conocer a Pedro Cazalla, hermano de Agustín y también cura.

Capítulo X

Cipriano y Teodomina van al médico para ver porque los hijos no llegan. El doctor les recomienda una infusión natural que Cipriano ha de tomarse para mejorar su fertilidad. Cipriano está cada vez más obsesionado con el erasmismo y lee con interés “El beneficio de Cristo”, el cual le presta Pedro.

Capítulo XI

Teodomina demuestra ser una mujer caprichosa que siempre está gastando dinero en ropa y demás banalidades. Además, le pide a Cipriano dormir en camas separadas con la excusa de que eso es más higiénico.

En lugar de preocuparle, el protagonista permanece impasible a los cambios tan raros que solicita su mujer, pues está más interesado en todo lo que le cuenta Pedro Cazalla, el cual acaba de confesarle que no existe el Purgatorio.

Capítulo XII

Tras tiempo coqueteando con el erasmismo, Cipriano acude a su primera reunión clandestina en casa de los Cazalla donde los asistentes hablan y debaten sobre sus creencias. Lo hacen con mucho cuidado, ya que la Inquisición acecha. También leen textos prohibidos. Cuando sale de allí, el protagonista se siente eufórico y confiado por tener gente con la que compartir sus preocupaciones.

Su papel dentro de la religión es cada vez mayor y decide incluso emprender un viaje para conectar con otros núcleos luteranos y difundir la doctrina.

Capítulo XIII

Tras su viaje Cipriano vuelve a casa y se encuentra a Teodomina furiosa, pues se ha dado cuenta de que su marido no ha estado tomando las infusiones recetadas por el doctor. Esto le hace montar en cólera y tratar de asesinar a Cipriano con unas tijeras. Por suerte, no lo consigue y el protagonista consigue pedir ayuda y sedarla. Luego, la interna en el Hospital de Orantes.

Doña Leonor y Agustín, dos integrantes de su grupo religioso, le confiesan a Cipriano lo preocupados que están porque Padilla, otro de los compañeros, ha adquirido mucho poder y no está teniendo suficiente cuidado. Por ejemplo, está decidiendo él solo hacer reuniones en pueblos vecinos pero a la luz del día. Además, también le comentan que el aislamiento del grupo, pues cada vez reciben menos noticias, apoyos o incluso libros desde Alemania, el gran foco del luteranismo.

Teodomina termina falleciendo en el hospital, donde ha permanecido drogada y en estado vegetativo desde su ingreso. Cipriano se siente culpable por su muerte, así que acude a la Iglesia a redimirse y allí siente la presencia de Cristo. A él le promete renunciar a su sexualidad y a sus riquezas como redención.

Capítulo XIV

Tras enterrar a Teodomina en su pueblo natal, Cipriano vuelve a Valladolid para llevar a cabo su promesa con Dios y conectar con su interior, tal y como marca el protestantismo. Decide así compartir sus negocios con uno de sus empleados e intentar mejorar las condiciones laborales del resto.

Fallece Doña Leonor, en cuyo funeral se oyen gritos de «Doña Leonor a la hoguera», lo que demuestra que la gente sabía que era una hereje. Pocos días después, ese mismo mensaje aparece pintado en la fachada de la que era su casa, por lo que el grupo deciden acabar temporalmente con las reuniones como medida de protección.

No obstante, Cipriano viaja a Alemania con la excusa de que es por su negocio, aunque el verdadero objetivo de entrevistarse con el teólogo y reformador religioso alemán Melanchton y así reavivar el núcleo luterano.


Parte III – Capítulo XV

De Alemania a su vuelta Cipriano trae muchos libros nuevos, lo que sirve como impulso para retomar nuevas reuniones clandestinas. Al poco tiempo le llegan noticias de que Padilla ha sido detenido, lo que asusta al resto de miembros de grupo, que enseguida se deshace de todos los documentos que pudiesen incriminarles.

Cipriano intenta además huir, pero la Inquisición da con él en Navarra y lo detiene junto a otros de sus compañeros. Mientras son dirigidos hacia la cárcel, pasan por diferentes pueblos que les profieren insultos y piden que les quemen en la hoguera.

Capítulo XVI

Cipriano llega a la cárcel, donde los luteranos son cada vez más, especialmente en comparación con los judíos y los moriscos también detenidos allí.

El protagonista consigue sobornar a uno de sus carceleros para que este le diga qué es lo que están confesando el resto de sus compañeros. Así descubre que todos se están acusando mutuamente, algo normal teniendo en cuenta las torturas a los que les estaban sometiendo.

Recibe entonces la visita de su tío Ignacio, que ahora es presidente de la Chancillería. En un acto de compasión, le proporciona algunos objetos para mejorar su situación. Cipriano también recibe torturas para que confiese, pero los inquisidores no logran sacarle absolutamente nada y terminan condenándolo a la hoguera, igual que el resto de su grupo.

Capítulo XVII

Cipriano y sus compañeros son quemados vivos, aunque el protagonista, gracias a su tío, recibe una última visita antes de su condena: la de Minervina.


El protagonista muere así por sus ideales, recordándonos de alguna forma el libro de Miguel de Unamuno “San Manuel Bueno, mártir ”.


La ruta del hereje 

Nuestra ruta particular de “El hereje” comienza en la Plaza de San Pablo para dirigirnos a la Plaza de las Brígidas, delante del Palacio de Fabio Nelli hacia la Plaza de la Trinidad, calle Santo Domingo de Guzmán, San Benito, Plaza Mayor y Plaza Zorrilla como epílogo donde se quemaban a los herejes.


En los alrededores de la Plaza de San Pablo, en la actual calle Angustias, estaría el hogar de nuestro protagonista, Cipriano Salcedo, quien vendría al mundo el 21 de mayo de 1527. Cerca de la Plaza de San Pablo encontramos el Palacio de Pimentel, lugar donde naciera Felipe II el 21 de mayo de 1527 siendo bautizado el 5 de junio de 1527 en la iglesia de San Pablo, en medio de una fastuosa celebración. 

El Palacio de Pimentel pasa en 1530 a propiedad de los Condes de Rivadavia, por cuyo apelativo es igualmente conocido. Su elemento más notable es la ventana esquinada de estilo plateresco de la fachada. Actualmente es la sede de la Diputación Provincial de Valladolid.


Felipe II sería proclamado rey el 28 de marzo de 1556 “Castilla por el Rey don Felipe nuestro señor”.

El Palacio de Pimentel, situado al final de la Calle Angustias y junto a la Plaza de San Pablo, tiene un zaguán [del andalusí, istawán] de acceso da acceso al patio, donde se instaló entre los años 1939 y 1940 un zócalo de doce azulejos [azzulayg] realizado por el artista talaverano J. Ruiz de la Luna, en el que recrea episodios relevantes de la historia de Valladolid, desde la primera visita del rey Carlos I a Valladolid hasta la llegada a la ciudad de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.


Muy cerca se encuentra el Palacio de los Vivero, donde se casaron los Reyes Católicos el 19 de octubre de 1469, y que pasaría a ser propiedad de la Corona y habilitado para Chancillería.

Muy poco después de nacer Cipriano Salcedo, nace Felipe II, quien a la postre sería el culpable del trágico final del protagonista, en el palacio que hacía esquina entre la plaza de San Pablo y la Corredera, perteneciente a la familia de los Pimentel y actualmente sede de la Diputación Provincial de Valladolid.

La Casa de los Salcedo es el primer alto, al que sigue el de La Corte y la Iglesia, en el magnífico entorno de la plaza de San Pablo, donde destaca el conjunto de la Iglesia de San Pablo, y el Palacio de Pimentel, de estilo renacentista y construido en el siglo XVI, que ha sido residencia de familias nobles y de monarcas a lo largo de su historia.

El Palacio de Pimentel se convirtió en la residencia habitual del emperador Carlos I, durante su estancia en Valladolid.

En la Plaza de Santa Brígida se encuentra el Convento homónimo que da nombre a la plaza y en la esquina, entre ésta y la calle de San Diego, lo que fuera el Palacio del Licenciado Francisco de Butrón, abogado de la Real Audiencia y Chancillería.

En torno a la plaza de Palacios se ubicaron las principales mansiones y casas palaciegas de Valladolid. Hoy todavía se mantienen en pie, además del citado palacio, el de los Valverde.

En la Plaza de la Trinidad, presidida por la iglesia que lleva su nombre y por la Biblioteca Municipal, se hace la siguiente parada conocida como el almacén de la Judería y el Hospital de Expósitos. La Plaza de la Trinidad era el lugar donde Salcedo tenía su almacén de lanas.

El Convento de Santa Catalina, encabezando a los implicados en la Reforma, dista unos 30 metros. Las religiosas también cobran vida en la narración que explica cuál era su función en la época.

Entre la plaza de Fuente Dorada y la calle Cánovas del Castillo se encontraba la desaparecida taberna de Garabito de la calle Orates, que fuera un lugar donde Cipriano alternaba con los amigos disfrutando de los excelentes vinos de Rueda. Aquí también aparece la casa de Orates y el cruce con la comitiva real.

Los condenados por la Inquisición eran montados en borriquillas con sambenitos puestos en procesión desde la Plaza de San Pablo donde se dictaba sentencia y a través de la calle Santiago eran trasladados hacia el lugar de ejecución en la Plaza Mayor “el quemadero o brasero de la villa” en el Campo Grande, para "tan magno y cristiano acontecimiento”. Era la culminación de una liturgia del horror justificado por “La Inquisición” como instrumento en nombre de la unidad religiosa.



La Plaza Mayor, punto neurálgico de la vida de la ciudad, sería el escenario de la celebración del Auto de Fe en el que se condenaría a Cipriano. Una plaza muy cambiada (debido sobre todo a un incendio ocurrido en 1561). 


El 21 de septiembre de 1561, día de San Mateo, padeció Valladolid el más horroroso incendio que prendió en la ciudad. En las cincuenta horas que duró, destruyó 440 casas.


Felipe II ordena la construcción de la parte incendiada modernizando el trazado urbanístico de la ciudad, todavía medieval. Las calles se trazan ahora a cordel y se hacen más anchas y con soportales.

El primer Auto de Fe tuvo lugar el 21 de mayo de 1559 y el siguiente, el 8 de octubre del mismo año.

En la Plaza Mayor se llevaba a los condenados (entre los que se encontraban los personajes de la novela incluyendo el Doctor Cazalla) hasta la plaza cubiertos con capirotes y sambenitos en el pecho. Desde la plaza eran llevados los “herejes” en procesión por la calle de Santiago (donde se encuentra una placa conmemorativa del libro “El hereje” y que recuerda que era allí donde el doctor Cazalla predicaba cada viernes) al lugar donde se ejecutaba la condena, fuera de los muros de la villa.


A poca distancia se encuentra el Puente Mayor que cruza el río Pisuerga. Muy cerca se encontraba la judería donde el padre de Cipriano tenía el almacén de lanas y desde donde partían hacia Burgos, para vender la lana a Flandes a través de los comerciantes de la ciudad burgalesa.


Entre la Plaza Mayor y la Plaza de Zorrilla se encuentra la iglesia de Santiago, donde una placa recuerda que el doctor Cazalla impartió más de un sermón en su interior. Por la calle Santo Domingo de Guzmán se encuentra el Convento de Santa Catalina de monjas dominicas, las cuales estuvieron muy implicadas en todo el proceso del Doctor Cazalla que irá a la hoguera el 21 de mayo de 1559 con otros trece reos más.

Agustín de Cazalla nació en 1510. Era hijo de Pedro de Cazalla, contador real, y de Leonor de Vivero. Llegó pronto a bachiller y estudió en la Universidad de Valladolid con Bartolomé de Carranza [procesado por la Inquisición], siendo licenciado en 1533. También estudió en la Universidad de Alcalá de Henares, donde su tío Juan, antiguo capellán del Cardenal Cisneros, mantenía una reputada fama de humanista y erasmista. En Alcalá fue condiscípulo de Diego Laínez, uno de los fundadores de la Compañía de Jesús, permaneciendo en esta universidad hasta 1536.

Sus tíos, el obispo Juan de Cazalla y María de Cazalla pertenecían al grupo de alumbrados, que fue detectado en Guadalajara en 1525. Entró al servicio del emperador Carlos V, y en 1542 fue nombrado predicador de la corte y capellán personal, lo que le permitirá viajar con el rey por toda Europa.

En 1552 residió en Salamanca, donde fue elegido canónigo de la catedral. Regresa a Valladolid en 1556. De tendencia erasmista formó un “conventículo” estrechamente relacionado con los focos de Zamora, Toro y Logroño, y del que formará parte la élite social y religiosa de la ciudad, que presuntamente expresaban opiniones religiosas consideradas heréticas.


La ruta tuvo su epílogo en las inmediaciones de la Plaza Zorrilla, presidida por una estatua del célebre escritor, más en concreto en la Puerta del Campo, puerta de salida y entrada de la antigua ciudad. 

Dependiendo del caso, los herejes eran quemados vivos o bien, si se habían arrepentido y confesaban, eran ejecutados con el garrote vil antes de ser enviados a la hoguera. Todo un detalle por parte de los inquisidores como “buenos cristianos”. Con la muerte del reo terminaba tan cristiano proceso.

El paseo por aquel Valladolid inquisitorial del siglo XVI, que llegará a ser incluso efímera capital de aquella España de sotana y sacristía desde el 11 de enero de 1601 al 4 de marzo de 1606 demuestra la existencia de un enorme fervor religioso que fusionado con nuestra ruta literaria de la novela “El hereje” de Miguel Delibes, nos sumerge a través del túnel del tiempo.



Terminada nuestra visita a Valladolid orientamos nuestro sextante en busca del cementerio del Carmen, donde se encuentra enterrado Miguel Delibes en el Panteón de Personas Ilustres de Valladolid junto al poeta y dramaturgo español José Zorrilla.


Desde la Plaza de Zorrilla de Valladolid, en compañía del monumento a Miguel Delibes como testigo de nuestra presencia por aquellos lares, para el blog de mis culpas...



P.D. Cipriano Salcedo representa a todas esas personas del siglo XVI que se abrieron a lo nuevo y que lo hicieron desde una posición privilegiada que les permitía leer o viajar. Por esta razón Cipriano es un comerciante rico y culturizado. Cipriano se enfrenta a un gran conflicto interno entre Fe y Razón.

La novela “El hereje” se vertebra en la vida de su protagonista Cipriano Salcedo. Cipriano representa la renovación de España mientras su padre Bernardo Salcedo representa los valores tradicionales que se están desmoronando. El hereje nos recuerda la importancia de ser fieles a las ideas que defendemos.

Miguel Delibes a través de su prosa nos introduce en la locura de la Inquisición y de la intolerancia, que nos hace testigos de la crueldad humana.

Herejes eran consideradas todas aquellas personas que no practicaban la religión católica ni seguían los preceptos de la Iglesia. Surgen en el seno de la propia Iglesia al plantearse otras maneras de vivir su fe. La Inquisición detenía y torturaba a los herejes “apóstatas y blasfemos” para que confesasen, siendo los casos más graves condenados a la hoguera. Los juicios eran públicos para servir de ejemplo al resto de la población.


Algunos personajes ilustres perseguidos por la Inquisición

Bartolomé de Carranza [1503-1576]

El Tribunal de la Inquisición inició uno de los procesos más controvertidos de la historia contra un brillante teólogo dominico doctorado en Roma, durante los primeros años del Concilio de Trento (1543 y 1551) que defendía la pureza del dogma católico y la disciplina de la Iglesia frente a la reforma protestante. Fue Predicador del Emperador Carlos al que asistió en sus últimos momentos en Yuste y de su hijo el rey Felipe II, quien le encumbraría a la más alta dignidad del mundo cristiano después del Papa, el Arzobispado de Toledo y Primado de las Españas, para abandonarle poco después “Proceso contra Bartolomé de Carranza Miranda”.


Monumento a Felipe II en Valladolid


En 1557, Felipe II le obligó a aceptar la silla de Toledo, que también quería rechazar. Allí sorprender por su manera de ejercer la caridad. Pero Valdés, el Inquisidor General, que se consideraba con más derecho a la sede de Toledo, hace que se le acuse de hereje. Es detenido y a partir de entonces será un juguete de la pugna entre Roma y las autoridades españolas. Pío IV pide que se le entregue el prisionero pero Felipe II se niega. Pío V logra que sea trasladado a Roma bajo amenaza de excomunión. Allí permanece nueve años. Finalmente, escucha una sentencia de compromiso: no es absuelto, pero tampoco es condenado por hereje. Murió a los 17 días de su puesta en libertad después de pasar 17 años en la cárcel.



Santa Teresa de Jesús [1515-1582]

Descendiente de judíos conversos. En 1575 su obra “Vida” fue objeto de sospecha, siendo examinada por la Inquisición en el Tribunal de Sevilla, que no dejó que se publicara hasta su muerte en 1582. En 1576 ella y las carmelitas reformadas fueron denunciadas de nuevo ante el Tribunal de Sevilla por una novicia expulsada, pero la Inquisición no siguió adelante.



Fray Luis de León [1527-1591]

Célebre poeta del Siglo de Oro, pertenecía a la orden benedictina y era doctor en Teología. Con antepasados conversos, fue denunciado a la Inquisición por León de Castro, catedrático de griego y rival suyo, por preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina. También por traducir “El Cantar de los Cantares” a la lengua vulgar, cosa prohibida por el Concilio de Trento. Pasó 5 años en las cárceles de la Inquisición, el tiempo que duró su proceso. Por empeño personal del Inquisidor general fue absuelto, lo que era muy raro, ya que la Inquisición, para no reconocer que se había equivocado, solía suspender el procedimiento y liberar al reo.

Sor María de Ágreda [1602-1665]...

Ante el extraordinario fenómeno de bilocación de María de Ágreda [en lugares distintos y muy distantes], intervino ya formalmente la Iglesia tomando su órgano represor "La Inquisición" cartas en el asunto [1649-50]. Abrió causa, e interrogó varias veces a sor María, quien bajo juramento no se apartó un ápice de lo dicho. La temible Inquisición se vio obligada a absolver a sor María y archivar su causa.


Enlaces interesantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario