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sábado, 21 de octubre de 2017

Recreación histórica de la Toma de Zahara de la Sierra


El pasado 20 de octubre de 2017 visitamos por enésima vez Zahara de la Sierra [que se encuentra en el noroeste de la Sierra de Cádiz] en su “Recreación Histórica de la Toma de Zahara”, bajo una gran puesta en escena por parte de los zahareños que han conseguido que su bello pueblo brille este fin de semana con luz propia al fusionarse en el mismo escenario cultura, historia y gastronomía bajo la atenta mirada de su antigua alcazaba, estratégicamente vital en tiempos pretéritos para ambos bandos -cristiano y andalusí- en antiguas tierras de fronteras. 

Una puesta en valor de su patrimonio histórico, cultural y gastronómico que contribuye a fortalecer su identidad como pueblo para disfrute del que la visita.

Este hecho histórico tuvo lugar durante la última parte del siglo XV siendo considerado por no pocos historiadores como “cassus belli” para la posterior toma de Alhama de Granada, en la última frontera andalusí; episodio que constituyó el pretexto para el inicio de la Toma de Granada, lo que traerá consigo el epílogo del último bastión del reino nazarí a comienzos de enero de 1492.


Al llegar a Zahara de la Sierra, una señalización del legado andalusí nos recuerda que estamos en el antiguo territorio de la "Ruta de los Almorávides y Almohades":

Una ruta que transcurría desde Cádiz pasando por Arcos, Zahara de la Sierra, Olvera, Setenil y Ronda hasta el reino nazarí de Granada, ensalzada como la “Damasco de Occidente”. La otra ruta transitaba desde Tarifa y Algeciras, a la que se unía Medina Sidonia que llegaba a Gaucín, Algatocín, Atajate y Ronda para proseguir hasta la antigua Elvira [Granada].



No hace falta recordar que el entorno natural de Zahara de la Sierra es considerado un verdadero patrimonio natural. De naturaleza caliza, es también el conjunto montañoso más alto y escarpado de la provincia gaditana, alcanzando en el pico del Torreón, en la sierra del Pinar, su altura más alta, 1654 m.

El ascenso a través de una carretera angosta y sinuosa por la Sierra del Endrinal parecía interminable -con pendientes que superan el diez por ciento- hasta que el viajero se puede deleitar a través de una panorámica espectacular en el “Mirador del Acebuche” donde se puede apreciar el monumento a los cinco bomberos forestales fallecidos en septiembre de 1992 por defender el monte. 

Desde el mirador observamos frente a nosotros la Sierra de Líjar y el castillo medieval de Zahara de la Sierra, -tierra de fronteras durante el siglo XIII entre los reinos cristianos y el reino nazarí de Granada-, las Cambroneras, la Garganta Verde y la Sierra de Líjar. A los pies de Zahara de la Sierra encontramos el embalse de Zahara-El Gastor construido en 1992. Todo el conjunto de una gran belleza natural. 

Por fin llegamos al Puerto de las Palomas a 1357 metros de altitud -donde varias veces ha subido la Vuelta Ciclista a España- y en el siguiente cruce de carreteras giramos hacia la izquierda en dirección a Grazalema. A la derecha nos encontramos el Puerto del Boyar, Benamahoma y El Bosque.

Durante el desfile inaugural de la Toma de Zahara, se escuchaba entre las tropas cristianas [bajo la atenta mirada de la vieja alcazaba nazarí] una repetida frase patriótica "Viva Zahara cristiana" como prólogo a lo que más tarde se convertiría en "Viva España cristiana" con la Toma de Granada el 2 de enero de 1492 cuyas filias y fobias se proyectan hasta nuestros días y de la cual dijera Federico García Lorca el 10 de junio de 1936:

“Fue un momento malísimo, aunque digan lo contrario en las escuelas. Se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza única en el mundo, para dar paso a una ciudad pobre…”.

Con la conquista del reino nazarí de Granada se legitimaba el nuevo proyecto histórico y refractario bajo la nueva liturgia del terror del nuevo Estado que erradicaba lo más importante que poseían “los vencidos andalusíes”: sus señas de identidad, la memoria y el conocimiento. En definitiva, su pasado andalusí.

En la Toma del Reino nazarí de Granada tuvo especial importancia Zahara y Alhama significando una gran victoria militar y religiosa sobre el Islam “el triunfo de la Cruz sobre la espada”.

Por tal motivo, no entró en Granada el Conde de Tendilla en primer lugar sino que lo hizo el Cardenal Mendoza, ondeando antes el estandarte de Cristo que el Pendón de Castilla en la Torre de la Vela.

Foto: Francisco Manuel Pino Benítez

Pero hagamos un poco de historia...

La Casa del Islam en Al Ándalus "Dar al Islam" actuó como verdadero hilo de transmisión entre la cultura mediterránea y andalusí. Aparte de la cultura del agua y huertas, cultivaron la literatura, la ciencia, la filosofía y el arte islámico como se pudo demostrar con la captura de Toledo en 1085 que hizo adelantar inmensamente los conocimientos de los cristianos revelando la esfericidad de la tierra 400 años antes de Colón.

A ellos le debemos también las traducciones de los clásicos griegos: la medicina de Hipócrates y Galeno, la geografía, astronomía y trigonometría de Ptolomeo, la geometría de Euclides, la física de Arquímedes, la crítica de Aristarco, y la metafísica de Apolonio, Empédocles y Aristóteles que serán traducidas posteriormente al latín en la famosa Escuela de Traductores de Toledo, protegida por Alfonso X el Sabio en la que trabajaron musulmanes, cristianos y judíos.

Traducciones del griego al árabe y de éste al latín permitieron que el conocimiento fuese conocido en Europa para dotar de base la filosofía medieval y escolástica.


Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

La apacible vida de la próspera villa nazarí de Alhama de Granada “al-Hama o baño árabe” se truncó por sorpresa en 1482 al ser asaltada en un audaz golpe de mano dirigido por el Marqués de Cádiz, en represalia por el ataque nazarí a Zahara en 1481, lo que le convertirá en el “casus belli” de la Guerra de Granada como último bastión de Al Ándalus y por consiguiente, en el epílogo del reino nazarí ocurrido el 2 de enero de 1492. Aunque sufrió varios asedios por las tropas nazaríes, nunca más volvería a manos musulmanas. Rodrigo Ponce de León la reconquistaría definitivamente Zahara en 1483.

Del Año 1282 se tiene documentalmente la primera noticia que hace referencia a la villa y fortaleza de Zahara, cuando el rey castellano Alfonso X "El Sabio" solicita una entrevista con el sultán de Marruecos Aben Yusef, a quien pide ayuda para combatir a su hijo, el futuro rey Sancho IV "El Bravo", que se le había sublevado. El rey Sabio justificó su petición:

“Ya que si mis fijos se facen mis enemigos non será ende mal que tome a mis enemigos por fijos”.

El príncipe marroquí aceptando su petición le emplaza en Zahara, a la sazón importante frontera del reino nazarí, controlado militarmente por la cora rondeña. Las crónicas, igualmente, han recogido la entrevista, celebrada en la explanada, bajo la tienda de seda y oro procedente de Bagdad. Alfonso sentado en sitial alto; el marroquí en almohadón de plumas a su lado. Aben Yussef es un venerable anciano de barbas blancas y caudales y sabe mucho de libros y de ciencia y por ello es amigo del rey de Castilla.

La ayuda consistirá en la entrega de 60.000 doblas de oro de buena ley que recibe el castellano y que éste corresponde con la entrega de vacas para mejorar las marroquíes Luego le enviaría libros escritos en árabe -que a la postre se encontrarán en Jerez al ser conquistada-.



El año 1407 corresponde a la primera toma cristiana de Zahara. También caen en la misma campaña militar Pruna y Torre Alháquime por parte del infante don Fernando "el de Antequera", tutor de Juan II y posterior rey Fernando I de Aragón, que a tenor de las crónicas de la época conquista la villa después de someterla a bombardeo. 

El infante don Fernando desde Morón y Montellano, cruzaron el río Guadalete por el vado de Puerto Serrano, plantó su Real cerca de Zahara, y desde allí con las tres bombardas, bombardea Zahara, pero nada consigue. Sin embargo, Alonso, que por ello recibirá el apellido de “Escalante”, trepa por sus murallas y consigue su rendición, que se produce el primero de octubre. Los moros que allí habitaban fueron enviados con escolta a Ronda.


En el año 1410 aprovechando que el alcaide, Alonso Fernández de Melgarejo, con sus tropas habían dejado desguarnecida la plaza, pues se encontraban de algarada en la frontera, hay un intento de recuperar la plaza por parte musulmana. Según las crónicas, éstos consiguen subir al castillo ayudados por dos traidores desde el interior; pero finalmente huyen, sabedores que don Fernando se dirige de nuevo hacia Zahara, no sin antes tenerla sometida a rapiña durante varios días, durante los cuales queman el pueblo y la iglesia, degüellan a los habitantes, quedando sólo siete cristianos que se refugian en el castillo. El suceso trae como consecuencia un relevo en la alcaldía por considerar el rey castellano que ha habido negligencia en su defensa: el de Melgarejo es sustituido por su hermano, Garci Fernández. 

Durante toda esta ocupación cristiana (1407-1481), Zahara, a pesar de ser conquistada, se cedió para su defensa y ocupación a manos de la nobleza militar castellana -caso nada extraño en las repoblaciones medievales. El poder señorial fue inmenso, de tal forma que en las crónicas, hacia 1477 se nos aparece un personaje, el mariscal Fernando Arias de Saavedra, a la sazón comendador de Montalbán, que actuando como auténtico señor de Zahara ya que dicha localidad entraba dentro de su patrimonio personal, operando de manera independiente. De tal guisa sabemos que por su cuenta intenta independizar Utrera, asalta Bornos, Jerez y Arcos (por entonces posesiones monárquicas, lo que supone un enfrentamiento con las tropas del rey) y mantiene treguas con el sultán granadino. Su hijo, llamado "el mariscal Joven", heredero de la inmensa riqueza territorial, continúa la misma política, hasta que en 1481 ve reducida sus posesiones.

En 1481 Zahara es recuperada por parte nazarí. La noticia es recogida en Granada con más miedo que optimismo, pues se preludian tiempos peores. De hecho este episodio constituyó el pretexto para el inicio de la toma y Guerra de Granada.

Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

De un alfakí en la Alhambra se escuchará: 

¡Ay de Zahara. Sus ruinas caerán sobre tu cabeza, su caída en tus manos preludia el fin!.

Tradicionalmente, la historiografía castellana (Palencia, Pérez de Pulgar, Valera, Bernáldez) ha señalado, con la sorpresa (que la pérdida y toma de Zahara a manos nazaritas será el comienzo de la guerra definitiva contra el último reducto musulmán en la península. El hecho puso en alerta a los Reyes Católicos y aunque la frontera se estaba moviendo continuamente, Zahara era de vital importancia para ambos bandos, ya que, debido a su posición, ejercía un punto de vigilancia básico, amén de ser un centro operativo de primer orden en cuanto a organizar rápidas hostilidades fronterizas.

El año 1483 será la fecha definitiva de su conquista por parte castellana, personalizada en la figura de don Rodrigo Ponce de León, que saliendo de Marchena, y tras un corto asedio logra vencer la plaza en octubre de dicho año (no sabiendo exactamente el día pues las fuentes nos hablan de tales acontecimientos desde el 14 al 28). Previamente, en septiembre del mismo año hubo un intento de ganarla a cargo del conde de Cifuentes, pero fracasó en su intento. 




Independientemente de las crónicas, algo parece no tener duda: Zahara se encontraba en situación previa de guerra y en constante alerta, y actuaba como una avanzadilla militar debido a su lugar geoestratégico en la frontera: en el momento de la conquista, don Rodrigo no encontró en ella mujeres ni niños, sino hombres para la guerra, lo que evidencia dicha afirmación.

Tras las conquistas cristianas, los acuerdos de guerra se establecían a tenor de la mayor o menor resistencia que hubieran ejercitado las tropas musulmanas en la defensa de la plaza. Para Zahara, habría que estar más de acuerdo con lo reflejado por Fray Antonio Agápida en el que el marqués no deseaba continuar el asedio, al no contar con suficientes provisiones. En consecuencia, les ofreció una capitulación muy favorable, permitiéndoles salir sin sus armas, pero llevando consigo todos los efectos personales que pudieran cargar y autorizándolos para emigrar hacia Berbería. Posibilidad lógica, que también refleja Palencia en su crónica. 



Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

Por capitulación cedió Zahara y por sus cláusulas debemos entender cómo se realizó el desalojo de la población nazarí. A la capitulación se llegaba cuando tras un asedio más o menos prolongado, en el que el atacante había realizado una acción de aproximación, toma de posiciones vitales y desgaste de provisiones, los sitiados acordaban inútil continuar su resistencia y permitía la posesión de la plaza a los asaltantes previa garantía de respeto de ciertos principios básicos. La defensa capitulaba, se rendía en suma, si se aseguraba: el respeto a la vida y a las propiedades de los sitiados, que se materializaba en la salida de la población con todas sus pertenencias muebles y se fijaba un plazo para enajenar las inmuebles en los días inmediatos a la rendición, mediante "ventas justas" (independientemente que se respetaran).

En la puerta del recinto amurallado del castillo de Zahara, una vez caída el resto de la peña, es donde debemos situar esta acción, una vez que por parte castellana se comprobara lo fútil de la ofensiva y por parte nazarí lo inútil de su defensa.



Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

Zahara se mantuvo inicialmente con 150 hombres para su defensa, ya que de momento no era un lugar seguro para habitarla tranquilamente. Don Rodrigo Ponce de León en recompensa por sus servicios obtiene, por parte de los Reyes Católicos, la villa de Zahara (privilegio redactado el 16 de agosto de 1484) a la vez que se ordena que en adelante se le añada a sus distinciones nobiliarias el título de Marqués de Zahara.

El castillo de Zahara de la Sierra al igual que las restantes alcazabas nos proyecta la función estratégica que cumplían durante la Edad Media, justificando su emplazamiento, teniendo especial importancia a partir del siglo XIII “lo que tradicionalmente se ha denominado erróneamente La Reconquista”.



Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

Poco a poco irán cayendo otros emplazamientos cercanos que formaban parte un sistema defensivo de la que formaban parte Olvera, Torre Alháquime, Pruna, Jimena de la Frontera o Castellar de la Frontera. La posición de las alcazabas convertidas posteriormente en castillos cristianos a ambos lados de la frontera se erige así como protagonistas de una defensa por la supervivencia.

Zahara va a ser uno de esos centros de vital importancia para asegurar el control de paso de los ejércitos cristianos por el punto más vulnerable de la serranía; situación que se mantendrá durante el resto del siglo. La segunda mitad del siglo XIV se caracteriza por ser un periodo de reorganización y repoblación castellana de las nuevas tierras conquistadas, y aunque no podemos hablar de grandes conquistas no se puede eludir respirar cierto aire de intranquilidad. 


El castillo zahareño actúa ahora como centro operativo desde donde efectuar una serie de algaradas o razzias fronterizas, cuyo objetivo se reducía al saqueo de bienes y tierras o a la captura de botín y cautivos susceptibles de canjeo.


Recreación Histórica de la Toma de Zahara 2017

 La necrópolis musulmana

Los únicos restos arqueológicamente documentados del pasado musulmán de Zahara pertenecen a una necrópolis situada al sur del pueblo, en la colada de la Loma del Calvario (junto al depósito actual de agua), que, como es sabido, y en tanto en cuanto el pueblo se sitúa en lo alto de la peña, se localizan siempre extramuros de la ciudad "al-maqabir", como ordenaban los cánones islámicos, por razones de sanidad.


El yacimiento estuvo sometido a dos campañas de excavación, la primera coincidente con el descubrimiento accidental de un esqueleto en 1967, al hacer las obras preparatorias de dicho depósito. Tres fueron los enterramientos que por entonces se excavaron y que por su disposición -decúbito lateral sobre el costado derecho, mirando hacia el sureste - denotaba que se trataba de un cementerio musulmán. Un escaso ajuar acompañaba a estas sepulturas, dos dobles y una simple, siquiera representado por un vaso de cerámica. 


La campaña arqueológica de 1972 fue más fructífera. Junto con las piernas de un esqueleto, aparecieron tres tumbas más, perfectamente delimitadas por piedras de diferentes tamaños con, a tenor de la presencia de clavos, sus correspondientes ataúdes. La tipología árabe es incuestionable, más si cabe al constatarse restos de cerámica esmaltada (de dos tipos: una verde y otra blanca con dibujos azules) que acompañaba a los difuntos. 



El escudo de Zahara se retrotrae a 1483, fecha en la que Rodrigo Ponce de León la conquista; el hecho le valió el título de Marqués de Zahara y el escudo de armas que actualmente pertenece al pueblo. Tal escudo toma como marco el escudo de dicha familia nobiliaria, y en él una torre con escalera representa la fortaleza del lugar y un león blandiendo una espada, la legendaria escalada de don Rodrigo.

El pendón o estandarte, que se conserva en el Ayuntamiento, desde hace 500 años, está envainado en un asta con terminal de hierro y acabado en punta de lanza. Es de raso de seda conchal, color grana.



Sobre el balcón principal del Ayuntamiento se encuentra el escudo de la villa, que figuraba en el edificio anterior. Las armas de Zahara fueron propuestas por José Antonio Delgado y Orellana y quedaron aprobadas por la Corporación Municipal en marzo de 1969. Dice así:

De plata, la torre en su color con un león de gules, naciente de sus almenas, que sostiene una espada de oro, desnuda, en la mano diestra, siniestrada la torre de una escala, también de oro, que en ella se apoya.





Después de haber concluido la Recreación Histórica por el casco histórico de Zahara entre la angostura de sus sinuosas y empinadas callejuelas de casas encaladas, las tropas andalusíes y cristianas se dirigieron a sus respectivos campamentos.

Con nuestra cámara fotográfica colocamos nuestro sextante en busca del campamento andalusí en dirección a las primeras cuestas que nos llevan a antigua Alcazaba para realizar alguna que otra foto e ilustrar este humilde artículo en el blog de mis culpas para compartir con los amigos.



Durante la grata tarde paseamos entre los puestos ubicados a lo largo del casco histórico donde pudimos tomarnos un té moruno bajo el aire puro de la sierra e impregnar nuestra retina de productos de la tierra como la miel, el queso, el pan tradicional en horno de leña, el vino, las chacinas y los dulces tradicionales como el turrón o las almendras garrapiñadas entre efluvios de incienso que impregnaba el ambiente medieval. La cetrería ocupaba un lugar de privilegio cerca del campamento andalusí, al ser considerada un arte por los soberanos musulmanes.


Desde el entorno inigualable de Zahara de la Sierra, para el Blog de mis culpas...



Enlaces de interés








jueves, 5 de febrero de 2015

Una mirada retrospectiva entre Cádiz y la Serrania de Ronda

Promulgación de la Constitución de 1812 en Cádiz. 
Óleo de Salvador Viniegra. Museo de Cádiz. Foto: A. Cuevas

Después de haber visitado Cádiz “de la Pepa” pusimos viento en popa a toda vela transitando desde la Puerta de Tierra hacia Ronda por la costa gaditana a través de la A-48 hasta Vejer de la Frontera para tomar la N-340 que nos llegaba a Tarifa "la madre que parió el viento".

La retina del recuerdo nos proyectaba imágenes de tiempos pretéritos reflejadas en los vestigios arquitectónicos como antiguas tierras de fronteras y repoblación. Dos maneras de entender la vida: el mundo cristiano y el musulmán donde Vejer de la Frontera, Medina Sidonia, Arcos de la Frontera, Tarifa, Castellar, Jimena y Cortes de la Frontera o Gaucín entre otros muchos pueblos con momenclatura andalusí son un ejemplo de sus efluvios y reminiscencias.

Pueblos blancos salpicados a lo largo de la verde serranía, la angostura de sus calles sinuosas a los pies de alguna fortaleza con sus baluartes o alguna que otra torre albarrana como fiel testigo de su paso por la historia.

Desde la costa de Trafalgar, -inmortalizada la batalla que lleva su nombre un 21 de octubre de 1805- entre ingleses y españoles en tiempos de Carlos IV y que llevara a la España de su época a un desastre político y militar al abrir una brecha profunda en nuestro poderío naval por donde se nos fue el mayor y más frágil Imperio que jamás haya existido-, transitamos por la costa de Vejer, Barbate, Zahara de los Atunes, Bolonia y Tarifa, donde los dichosos vientos del levante y del poniente ejercen su influencia protagonizando la vida de sus habitantes.




El Faro de Camarinal nos indica la ensenada de Bolonia, una playa de aguas transparentes con dunas de arenas doradas y bosques de pinos piñoneros, desde donde podemos observar el Estrecho de Gibraltar y las primeras montañas del continente africano.

Una zona privilegiada de pesca gracias a la migración anual del atún rojo cuyo ciclo reproductivo se produce entre mayo y julio en aguas cálidas. El atún rojo forma grandes bancos y se traslada hasta las aguas superficiales costeras procedente de las proximidades del Círculo Polar Ártico, pasando por el Estrecho de Gibraltar en dirección al Mar Mediterráneo entre mayo y julio para realizar el desove en el Mare Nostrum y en otoño se dispersan a aguas profundas.




Baelo Claudia nace a finales del siglo II a.C. y su origen está muy ligado al comercio. La industria del salazón del pescado y de las salsas derivadas del mismo (garum) fueron sus principales fuentes de riqueza convirtiéndose en la salsa gastronómica más apreciada en Roma y según Plinio, con un valor sólo comparable sólo al de los perfumes.

Los restos de vísceras del atún en salazón se dejaban en salmuera al sol y se envasaban en ánforas para ser exportadas por mar al resto del Imperio Romano.


El emperador Claudio (41-54 d.C. ) le otorga el rango de municipio romano. A partir de ese momento se produce el periodo de máxima prosperidad de la ciudad y de mayor intensidad en la actividad constructiva. A lo largo del siglo V d.C. la ciudad se abandona progresivamente.


Los fenicios, griegos y cartagineses observaron que llegando la primera luna de mayo, los grandes atunes rojos migraban desde las frías aguas del Océano Atlántico a las cálidas del Mare Nostrum para desovar, cruzando el Estrecho de Gibraltar como paso obligado, muy cerca de las costas y regresaban de nuevo en otoño al punto de origen. Para los romanos de Baelo Claudia constituyó su principal fuente económica aunque su origen es de época fenicia y púnica, alcanzando gran desarrollo en el mundo romano.

La antigua Gades romana -anterior Gadir fenicia- situada estratégicamente estaba vertebrada por vía terrestre mediante la Vía Augusta que unía Roma con Gades enlazando capitales de la Bética: Hispalis (Sevilla), Astigi (Écija) y Corduba (Córdoba) y por vía marítima desde su puerto a Roma. Las naves romanas recorrían en nueve días en trayecto entre Gades y Roma. Estrabón nos recuerda que la población gaditana permanecía en el mar más tiempo que en tierra. La fama de la Gades romana se extendió por su extraordinaria situación y por el culto al templo de Hércules, uno de los grandes mitos de la época.

En Tarifa visitamos el castillo de Santa Catalina y el puente de la isla de la Paloma como punto más meridional de Europa que separa el Atlántico y el Mediterráneo.




En Tarifa me acordé del dicho popular «la madre que parió al poniente y la madre que parió al levante» que a veces, desarbolaban nuestros sentidos al no estar nuestras naves aptas para luchar contra los elementos.

El Estrecho de Gibraltar -Gebel al-Tarik- desde tiempos remotos ha sido considerado un privilegiado enclave geoestratégico y cruce de culturas. Al mismo tiempo una encrucijada de pasos migratorios como el atún rojo de almadraba, un arte de pesca cuya etimología es de origen andalusí "lugar donde se golpea y lucha" así como el término arabizado attûn que procede del latín thunnus. Los árabes heredaron este ancestral y noble arte de pesca creando el término almadraba.

En el año 711 los árabes cruzan en Estrecho de Gibraltar-Gebel al-Tarik- y tras la batalla del río Guadalete, Barbate ó de la Janda -ya que los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el lugar-, en la que Tarik derrota el rey visigodo Roderico, Vejer pasa a manos musulmanas con el nombre de Besher. Durante más de cinco siglos formó parte del dominio musulmán volviendo a manos cristianas en dos ocasiones. La primera, en el año 1250 con Fernando III el Santo, volviendo a manos musulmanas en agosto de 1264 para volver definitivamente en 1285 con Sancho IV que la concede a la Orden de Santiago. En 1307, después de una segunda repoblación, pasa a ser señorío de Guzmán el Bueno –dueño de las almadrabas de toda la zona del Estrecho de Gibraltar y Tarifa- hasta que heredaron de él los Duques de Medina Sidonia…

Entre aerogeneradores dejamos atrás la Tarifa de Guzmán “el Bueno” y subimos por el Alto del Cabrito, desde donde divisamos el Estrecho de Gibraltar observando a tan sólo 14 kilómetros el continente africano. El peñón de Gibraltar (Gebel al-Tariq, Monte de Táriq), está situado geoestratégicamente en la angostura que lleva su nombre y ha sido un referente importante como encrucijada de culturas.




Un 4 de agosto de 1704, una flota anglo-holandesa bajo el mando del almirante Rooke tomó la ciudad de Gibraltar desprotegida en nombre del archiduque Carlos de Austria pretendiente al trono español durante la Guerra de Sucesión Española. El 13 de julio de 1713 se firmaba el Tratado de Utrecht. España cedía a perpetuidad el Peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo.

San Roque, fundada en 1704 por los españoles expulsados después de la invasión británica de Gibraltar para introducir ciudadanos del imperio británico. Desde San Roque llegamos al castillo de Castellar de la Frontera en el Parque de los Alcornocales, donde visitamos su fortaleza nazarí del siglo XIII junto al río Guadarranque que forma una panorámica de gran valor paisajístico.


Castillo de Castellar de la Frontera

Dejamos atrás Castellar de la Frontera y transitamos por la A-405 por Jimena, San Pablo de Buceite, Gaucín, Algatocín, Benadalid, Atajate hasta llegar a Ronda. Esta ruta ha sido denominada “la Ruta de los Almorávides y Almohades” que evoca la profunda relación existente entre la antigua Al-Ándalus, territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán entre el año 711 y 1492 y los pueblos del norte de África separados por el estrecho de Gibraltar. 


Castillo de Jimena de la Frontera

Pueblos de origen andalusí que parecen manchas de leche derramada a lo largo de la serranía bajo el encantador laberinto de sus calles entre cuestas angostas y empinadas en busca de la protección de su alcazaba.




La antigua Gaucín -Sair Guazan- “la roca fuerte” de los andalusíes, apiñada al pie del desafiante castillo del Águila, -donde encontrara la  muerte de Guzmán “El Bueno” en su asedio el 17 de septiembre de 1309 en poder de los musulmanes. Desde el castillo se puede apreciar con buen tiempo una vista impresionante del Peñón de Gibraltar, el Mar Mediterráneo y la costa africana.

Sin embargo, los arrieros que transportaban desde Gibraltar productos como el tabaco, azúcar, café, etc…sin pagar impuestos y dormían en cualquier punto de la ruta con su manta en tierra junto a las albardas que le servían como almohada bajo la noche estrellada. Las dos rutas de los almorávides y almohades fueron dos arterias importantes en las comunicaciones que desembocaban por la Puerta de Almocábar "al-maqabir" por encontrarse cerca del antiguo cementerio musulmán en la antigua Ronda musulmana para llegar a través de Antequera y Alhama a la antigua Garnatha denominada la “Damasco de Occidente”–Granada-.





Una ruta transitaba desde Cádiz hasta Arcos, Zahara de la Sierra, Grazalema, Olvera y Setenil de las Bodegas hasta llegar al corazón de Ronda para proseguir hasta el reino nazarí de Granada. La otra ruta nos lleva desde Tarifa y Algeciras –a la que se unía Medina Sidonia- nos lleva hasta Gaucín, Algatocín, Atajate y Ronda para proseguir hasta Granada.



Existieron también otras rutas importantes en Al-Andalus como la ruta del Califato, la ruta de los Nazaríes o la ruta de las Alpujarras-, pero a partir del siglo XI -en que desaparece el Califato de Córdoba- todas confluían en Granada hasta su eclipse en 1492.



Posteriormente dicha ruta fue denominada entre el siglo XVIII y XIX “el camino inglés” que iba desde Gibraltar a Ronda pasando por Gaucín como ecuador de la ruta. Allí paraban las diligencias para pernoctar y proseguir a la jornada siguiente. Fue considerada por los románticos como una de las grandes rutas históricas y literarias de Europa.





Los bellos paisajes abruptos de la Serranía de Ronda y Grazalema se proyectan en nuestra imaginación en busca de la convulsa Andalucía de los siglos XVIII y XIX, donde existió una peculiar ruta denominada. La escarpada topografía de Ronda y su comarca ha sido convertida por los viajeros románticos en aventuras y bellas estampas pintorescas. Personajes que la literatura popular convirtió de alguna manera en mitos como los bandoleros, contrabandistas, estraperlistas, arrieros con sus faltriqueras, albardas, alforjas y mantas acompañados de las tradicionales reatas de mulas y recuas de borricos cargadas de fardos con productos que escaseaban en la Península como el tabaco, café, azúcar y telas -que no pagaban impuestos- atravesando peligrosos desfiladeros entre senderos y ríscos.




Transitamos por la A-397 a través de la Serranía de Ronda y Sierra Bermeja en dirección a San Pedro de Alcántara  para desviarnos por la MA-526 para encontrar el nacimiento del río Genal enclavado en el pueblo de Igualeja que perteneciera en tiempos pretéritos a la cora de Takoronna, en el reino nazarí de la antigua Garnatha. 



El agua brota en un escarpado macizo calizo desde el cual inicia su curso dando nombre a todo el Valle del Genal donde los castaños brillan con luz propia en toda la comarca. Una señal nos indicaba el Sendero de las Caleras. Paseando por muchos pueblos andaluces se puede observar como se construyeron algunas iglesias a partir del siglo XVI sobre los restos de las antiguas mezquitas, una vez conquistada esta zona del reino nazarí de la antigua Garnatha tras la caída de Ronda en 1485. También se pueden apreciar algunas torres que fueron alminares en tiempos pretéritos cristianizados posteriormente al añadirle un nuevo cuerpo para soportar mejor el peso de las campanas.



De vuelta a Ronda regresamos a través de la A-374 a nuestro punto de origen, con la Sierra de Grazalema y el castillo de Zahara de la Sierra como testigos de nuestra visita. Desde el embalse nos encontramos una bella panorámica que impregna nuestra retina. Es evidente que la Sierra de Grazalema nos recuerda las partidas de bandoleros durante el siglo XVIII con el popular José María Hinojosa “El Tempranillo” que dejara profunda huella en la retina popular. Zahara de la Sierra está enclavada en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema bajo un emplazamiento privilegiado.




Desde su fortaleza árabe de origen nazarí se divisan los pueblos vecinos como Algodonales y Olvera hasta llegar a Morón, que también fue antigua tierra de fronteras llegando a ser un importante alkevirato en tiempos de Abd al-Rahman I ben Muawiya al-Dajil (el Inmigrado 756-788) según el libro de Ramón Auñón “Los alkevires de Morón”,  y posterior reino de taifa entre 1013-1066.

En definitiva, el Valle del Genal, del Guadiaro junto al Parque de los Alcornocales impregnan la retina del viajero que no puede quedar indiferente ante tanta belleza natural y que fuera frecuentado en tiempos pretéritos por la ruta de los almohades y almorávides, el camino inglés sin olvidar el bandolerismo que fuera considerado como razón de Estado al poner en peligro las rutas y caminos desde Despeñaperros hasta Andalucía la Baja y el Camino inglés.

Tampoco podemos olvidar que el bandolerismo fue el resultado de tanta miseria moral del propio Estado que permitía fuertes contrastes sociales beneficiando siempre a las clases privilegiadas como la nobleza y el clero mientras al mismo tiempo la miseria y hambruna actuaba como detonante para que muchas personas se pusieran al "margen de la ley" en las sierras de Andalucía como verdadero territorio donde ejercer su influencia.




Desde Cádiz a la Serranía de Ronda para el Blog de mis culpas...