domingo, 9 de noviembre de 2025

La Leyenda del Gallo de Morón en la Plaza de San Miguel



El pasado viernes 8 de noviembre de 2025 a las 17:00 horas tuvimos la oportunidad de asistir a la representación teatral de la Leyenda del Gallo de Morón. Una recreación teatral bajo las órdenes de su director Raúl Cortés de la compañía La Periférica, quien ha impulsado este ilusionante proyecto contando con más de un centenar de vecinos actores del pueblo [entre ellos, la banda de música, el Coro de Vocalia Ora, la Academia de Baile de Carmen Lozano, etc.] junto a profesionales para interpretar esta leyenda.





En el Pozo Nuevo de Morón lucían colgados de las farolas los rostros de los actores anunciando que la puesta en escena de "La Leyenda del Gallo" era una cuestión de días. Han sido días de ensayos que han entusiasmado a muchos vecinos que han formado parte del reparto de esta gran puesta en escena. 

El viernes 8 de noviembre, sobre las 18:00 horas, tuvo lugar un pasacalles desde la Plazoneta Meneses hasta la feria medieval ubicada en el entorno de San Miguel, recreando el ambiente propicio para trasladarnos al contexto histórico de la obra.




Hubo dos funciones (12:00 y 17:00 horas] agotándose todas las entradas puestas a la venta, tanto vía internet como de manera física en la Oficina de Turismo ubicada en el Espacio Santa Clara. Tal ha sido la demanda, que muchas personas se han quedado sin poder asistir a tan magno acontecimiento cultural en la tierra de Villalón, aunque posiblemente la obra tras su éxito pueda repetirse cada año.




El artista moronense Alejandro Pérez ha sido el autor del cartel anunciador de esta obra de teatro inspirándose en el cuadro "La Romería de San Isidro", perteneciente a las Pinturas Negras, del universal pintor Francisco de Goya.




Óleo pintado por Alejandro Pérez que representa "La Leyenda del Gallo de Morón"



El Gallo de Morón camino de Canillas 
Ha dejado de ser Gallo para cantar a lo gallina

Foto. Ayto. de Morón



Foto. Yoryi Cruces


Como manifestamos en un anterior artículo dedicado a la película "Cuando nadie nos ve" de que Morón no se había visto nunca en otra cinematográficamente hablando, al tomar las cámaras de cine las calles de mi pueblo contando con cientos de figurantes, también se puede decir que la obra de teatro "La Leyenda del Gallo de Morón" ha hecho algo similar en la Plaza de San Miguel, poniendo ambas disciplinas, cine y teatro, a Morón como fiel referente de su historia que permanece en la memoria colectiva de nuestra tierra. 

La Leyenda del Gallo de Morón recoge el carácter de su gente, que olvida su división cuando tiene que afrontar metas más elevadas como combatir la tiranía y su derecho a existir como pueblo.

Morón con este magnífico espectáculo teatral ha vuelto en esta ocasión al siglo XVI. Unos vecinos sin experiencia previa en obras de teatro que han interpretado con sus trajes de época el papel de la gente del pueblo, otros han formado parte de la aristocracia, e incluso algunos vecinos han interpretado el papel del marqués, juez y ostentado hasta el cargo de gobernador de la villa, aunque haya sido de manera efímera. En la obra aparece la sempiterna lucha de clases junto con los abusos de la tiranía. 

Todo un elenco de actores profesionales, vecinos y hasta algunos reclusos del centro penitenciario Sevilla II que se han integrado plenamente en el reparto, sumando entre todos más de 130 integrantes que se han fusionado para plantar cara a los abusos del poder.

No cabe duda de que detrás de esta obra ha existido un gran trabajo con muchos ensayos generales participando algunos componentes de la banda de música, la escuela de baile de Carmen Lozano, carruaje y caballos de Antonio Cortés, que junto con el vestuario de la época han creado esa atmósfera que nos ha proyectado hasta tiempos muy pretéritos de nuestra historia.

Y todo ello, en el magnífico entorno que nos ofrece la iglesia de San Miguel [Catedral de la Sierra Sur la nombraría un profesor de historia en los años 70 del pasado siglo], en cuya fachada del barroco tardío de Diego Díaz [1726] se pueden observar dos escudos: el del Cabildo Eclesiástico ubicado a la derecha, y el de los Téllez-Girón, a la izquierda.

A la izquierda de la fachada se encuentra la Torre Campanario edificada por los Maestros Mayores Cristóbal Ortiz y Francisco Moreno, en el siglo XVII, quienes siguieron un proyecto de Vermondo Resta sobre los cimientos de un alminar almohade existente orientado al sureste, con una altura de 46,81 metros, rematado por un campanario con nueve campanas de bronce colocadas entre 1680 y 1700. La torre consta de tres cuerpos rematados por un último cuerpo de planta circular o linterna, culminado por una cúpula semiesférica con la veleta de San Miguel. 




Presidiendo el entorno y en su parte más elevada se encuentra su histórica alcazaba, que llegó a ser Reino de Taifa tras la desintegración del Califato de Córdoba, y que tampoco quiso perderse la función de "La Leyenda del Gallo de Morón" donde el "célebre Gallo Esquivel" no tiene más remedio que coger el Camino de Canillas "sin plumas y cacareando".




La obra de teatro ha contado en el entorno histórico con un mercado medieval que recrea las costumbres de los gremios de la época, donde han brillado con luz propia los trajes de dicho periodo histórico, diversos puestos de miel natural, especias, pan de pueblo de harina ecológica, quesos artesanales, aceite de oliva virgen extra, embutidos, artesanía, paños y sedas, incienso, jabones, dulces, y hasta cetrería, etcétera.

¡Cuando las cosas están bien realizadas, que bien se saborean!




Y nos recuerda el director de la obra que la salvación se encuentra en la comunidad, que la salvación está en lo colectivo, en un momento en el que los discursos competitivos, individualistas y narcisistas parecen hacer fortuna. La Leyenda del Gallo nos recuerda que juntos somos mejores, que juntos somos más fuertes, y que podemos hacer frente juntos con más herramientas a todas las tiranías, sea la tiranía de la soledad, de la necesidad o como en este caso, la tiranía del poder político y económico que es al fin y al cabo lo que cuenta la Leyenda del Gallo. Habla de una rebelión, la rebelión de un pueblo que se levantó para defender su derecho a existir.

 Raúl Cortés en rueda de prensa


Hace ya algunos siglos un pequeño pueblo sevillano se convirtió en un incómodo problema para la Corona más poderosa del planeta. Aquel Imperio de proporciones gigantescas, aquella potencia invencible que invadió y postró ante sí a medio mundo era incapaz sin embargo de dominar a esa diminuta villa llamada Morón de la Frontera. 

La leyenda del Gallo, porque cinco siglos después aquella rebelión sigue siendo la nuestra ya que los pueblos no tienen dueño, y sus señas de identidad permanecen durante siglos en la Memoria Colectiva.




    
Cuentan las antiguas crónicas que, allá por los años de mil quinientos, el pueblo de Morón se encontraba dividido en dos bandos, cada uno capitaneado por sus respectivos alcaldes.

   Era tal la rivalidad existente entre ellos que cualquier problema, por simple que fuera, se convertía en una cuestión de fuerza y poder, por lo que continuamente la tranquilidad y sosiego del pueblo se veía rota por estos apasionados enfrentamientos.

  Se afirma que, cuando se trataban temas relacionados con los nombramientos de las nuevas autoridades locales, las disputas tomaban entonces tintes de motín, por lo que su repercusión llegaba hasta la capital, donde se consideraba a Morón como uno de los pueblos más rebeldes y difíciles de gobernar de todo el reino.

       Es más, la Chancillería de Sevilla y de Granada, y aún en la misma Corte de Madrid, insisten los cronistas, estaban asombrados ante los asuntos de Morón, pues no sabían que hacer, ya que aunque mandaran jueces imparciales, las dos facciones, usando todas las artimañas, trucos y trampas posibles no lo reconocían, ya que afirmaban que el orgullo de Morón no admitía ningún arbitraje ajeno, aunque éste viniese respaldado por el más alto tribunal.




Pero como estas divergencias y rencores, en lugar de apagarse cada vez más eran más y más hondas, a la Chancillería de Granada no le quedó otro remedio que volver a intervenir en los asuntos de Morón. Así, en la primavera de 1597 mandó a Morón al doctor Juan Esquivel (Audiencia Regional de Andalucía) que, a tenor de las crónicas, tenía pocas luces amén de un carácter fuerte y poco tratable. Además, se dirigía de forma grosera a los señores de Morón, a quienes provocaba diciendo, entre otras cosas, que donde él estuviera no había más gallo que él, razón por la que los lugareños le comenzaron a llamar el "Gallo de Morón".

        Cansado todo el pueblo de sus tonterías y palabrerías, así como de sus insultos y provocaciones, motivó que los grandes señores de la villa se reuniesen para vengarse de todo lo que estaba diciendo y haciendo.

        De este modo, una noche con engaños fue sacado sigilosamente al Camino de Canillas el doctor Esquivel, donde le desnudaron de todas sus ropas y, dándole una paliza con varas de acebuche, le "invitaron amablemente" a marcharse con la condición de que si volvía a presentarse, lo pasaría mucho peor, ya que no lo contaría más.

        Desde ese día, en las calles de Morón se canta una coplilla que recuerda a todo el mundo este suceso, y que dice así:

"Anda que te vas quedando como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión

Fuente: Juan José García López "La Leyenda del Gallo de Morón" 2001




Como caído del cielo comenzaron a llover  sobre el escenario cientos de cuartillas que decían:
  • ¡Queremos Pan y Libertad!
  • ¡Abajo Esquivel!
  • ¡Viva el Pueblo Libre! 
  • ¡Y Fuera los Duques de la Villa!



En la representación teatral de "La Leyenda del Gallo de Morón" no ha faltado ni un perejil. Desde el doctor Esquivel en el personaje de El Gallo, la Cantonera, la Vieja, el ordenanza, el cura, duques, gobernadores, los hidalgos, las hienas hidalgas, la nobleza, las criadas de los duques, el mozo de cuadras, la caballería, los soldados de Esquivel, grupos de pordioseros, músicos, bailarinas y el coro. Un gran exito de público que abarrotó la Plaza de San Miguel y que ¡ojalá!, cada año pueda repetirse.

Desde la Plaza de San Miguel, Catedral de la Sierra Sur, escenario de la obra de teatro "La Leyenda del Gallo de Morón", para el blog de mis culpas...





P.D. ¿Será posible que el nombre de Morón provenga de nuestra Sierra de Morón, casualmente, la primera de la Cordillera Subbética?

El "hato de Morón" en la provincia de Ciego de Ávila, se refiere a un asentamiento colonial español fundado en el sitio donde hoy se encuentra la ciudad de Morón, Cuba, en 1543.

La palabra "morón" desde el punto de vista geográfico quiere decir "pequeño montículo de tierra o mambla [colina] situada a la orilla de un bosque..." tal como sucedió en el villorrio de Morón...

La escultura en bronce del Gallo de Morón en la provincia de Ciego de Ávila, en Cuba, es de vistoso plumaje, un gallo altanero y orgulloso, símbolo de la ciudad, que expresa el espíritu de lucha de su pueblo en defensa de su soberanía.

No tiene nada que ver el monumento al Gallo con un pueblo rebelde y difícil de gobernar, ni con los abusos que cometían los jueces o recaudadores que cobraban elevadas contribuciones a un pueblo sin recursos, ni que a sus habitantes le dieran varas flexibles de acebuche para que le pegaran al "Gallo" una soberana paliza y que diera posteriormente motivo a los cronistas y cantaores de la época para recitar la simpática coplilla del Gallo.

Segundo H. Leiva Casay "El Gallo de Morón" [1993]





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domingo, 2 de noviembre de 2025

Presentación del libro “Diego de Morón” en la Peña Flamenca “El Gallo”



“La guitarra de Diego del Gastor es al Flamenco lo que los frescos de Altamira a la pintura”, la Capilla Sixtina de lo Jondo, de lo puro y de lo auténtico, que produce un pellizco que traspasa la piel del que escucha, provocando un sentimiento tan intenso que puede llegar al tuétano de nuestras emociones. Y eso, tan solo está al alcance de los verdaderos genios del arte del Toque de Morón. 

¡Y Diego de Morón era su último guardián!

Blog de Antonio Cuevas



"Los conocimientos siempre son necesarios. Luego para tocar flamenco, eso ya va de dentro. Y para sentir la guitarra, después de aprender a tocar flamenco, hay que sentir".

Diego del Gastor
A compás...Revista Flamenca. Julio 2007. Nº 1

Introito

Cuando dirigía mis pasos la mañana del domingo 2 de noviembre de 2025 hacia el acto de presentación del libro “Diego de Morón”, escrito por nuestro paisano Juan Toro Barea en la Peña Flamenca “El Gallo”, pensé que casi sin darnos cuenta habíamos realizado una parte importante de la ruta del Flamenco en la tierra de Villalón, entre monumentos y murales. 





Diego del Gastor, creador del Toque de Morón, marcó un antes y un después en el Gazpacho de Morón, formando parte con Donn E. Pohren de la época Dorada del Flamenco [desde 1963, con el primer Gazpacho Andaluz de Morón, hasta el final en 1973, con la muerte de Diego del Gastor]. Diego, murió el 7 de julio de 1973, el mismo día que se iba a celebrar el XI Gazpacho Andaluz “Homenaje a Fernanda y Bernarda de Utrera”.




El XI Gazpacho Andaluz de 1973 previsto para ese mismo día quedaba suspendido. Iba a contar con la presencia de artistas de la talla de Antonio Mairena como artista invitado, Fernanda y Bernarda de Utrera, José Meneses y Joselero, entre otros grandes artistas.

Un año más tarde, el sábado 13 de julio de 1974 se rotulaba una calle de Morón con el nombre de “Diego del Gastor” y la inauguración del Monumento a Diego del Gastor en los Jardines de la Alameda.


Tras haber paseado por el Gallo de Otilio [1999] ubicado en el Paseo de la Alameda, nos encontramos con el monumento en bronce dedicado a la memoria de Diego del Gastor, creador del Toque de Morón, lo que me recordó que Morón es conocido no sólo como la tierra de Villalón, sino también como la tierra de la Cal y del Flamenco, considerados ambos por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y tan magna definición permanece en la retina colectiva de nuestro pueblo y de sus gentes.



"Si se muere la guitarra,
enterradla en el río
para que la toque el agua"

Rafael Guillén


No muy lejos, se encuentra un bello mural de Diego del Gastor ubicado en los Jardines de la Carrera, que fuera realizado por Alejandro Pérez el 16 de noviembre de 2023 coincidiendo con el Día Mundial del Flamenco [16 de noviembre] en el 50º Aniversario del fallecimiento del genial guitarrista.




El investigador flamenco Luis Javier Vázquez Morilla en su libro “Silverio Franconetti y Los Fillos. Un viaje por la historia del Flamenco” profundiza en la vida de Silverio.

En la Plazoleta Meneses nuestra mirada captaba un reciente busto de bronce colocado el 20 de junio de 2024 a la memoria de Silverio Franconetti, considerado el Padre del flamenco, Rey de los cantaores y Cantaor enciclopédico que dominó todos los cantes.

Un descendiente de Silverio Franconetti en Morón, al pasar por la esquina de la calle Rosario con Tetuán en Sevilla, me dijo que El Burrero (Manuel Ojeda) y Silverio Franconetti se habían asociado desde 1870-80 en el Café de la Escalerilla para luego romper en 1881 y salir cada uno por separado: El Burrero con su café de la calle Tarifa -que luego pasaría a la céntrica calle Sierpes-, y Silverio promoviendo un salón en la calle Rosario denominado “Café de Silverio”. Ambos marcaron la historia de los cafés cantantes donde se profesionalizó el flamenco -cante, toque y baile-.




Durante los actos del Año Silverio Franconetti 2019-2020 tuvo lugar la presentación de una placa conmemorativa que fue instalada en la calle Fernando Villalón esquina con Pozo Nuevo para recordar el lugar donde vivió Silverio durante una etapa de su vida [desde los 13 a los 22 años] con un poema de Federico García Lorca. 

¡Cómo cantaría aquel Silverio que hasta Federico García Lorca le dedicó un poema “Retrato de Silverio Franconetti”. 

¡Los viejos decían que cuando cantaba Silverio se erizaban los cabellos y se abría hasta el azogue de los espejos!




Al pasar por el Teatro Oriente, se me viene al pensamiento aquella mágica noche del sábado 26 de enero de 2013. El que escribe estas humildes letrillas tuvo la satisfacción de asistir a aquel inolvidable Recital de Guitarra de Diego Torres Amaya “Diego de Morón” [hijo de Joselero y sobrino de Diego del Gastor] acompañado del inolvidable cantaor Pepe Taranto y la guitarra de Manolo Coronado.

Diego volvía a los escenarios de Morón después de siete años de ausencia, algo similar a lo que hace el río Guadiana en su ámbito geográfico, que aparece y desaparece.


Foto. Takeshi Mine.  Diego Torres Amaya
Teatro Oriente de Morón [26 de enero de 2013]

 

Comenzó la primera parte del Recital de Diego de Morón con unas bulerías y una soleá, de la cual destacó como la composición más triste del flamenco, posiblemente porque expresa mucho sentimiento, lo que puede llegarnos al tuétano de nuestras emociones. En la segunda parte, Diego nos deleitó con unas seguiriyas junto a unas rondeñas que arrancaron los innumerables aplausos de un público entendido ya predispuesto y entregado al duende del artista.

Diego tocó magistralmente con una espontaneidad que transmitía la esencia de su arte en el Teatro Oriente. Es evidente que sus composiciones se han convertido en auténticas joyas del flamenco dejando una importante huella en la retina del recuerdo de muchos aficionados y amigos que asistieron al brillante recital y que lo arroparon con su cariño. Aquella noche se produjo una auténtica simbiosis, entre el artista y su público entregado por completo.





En el libro "La época dorada del Flamenco en Morón de la Frontera (1960-1970)", dice su autor Pedro Luis Vázquez, sobre Dieguito Torres Amaya, hijo de Joselero y Amparo, hermana de Diego, quien años después declararía con la expresividad y radicalidad –en el sentido de ir a la raíz de las cosas- que le caracteriza:

“Mi opinión particular es que el sonido del que tú hablas sale de verse con los mocos por la cara abajo y comérselos por el hambre, de la pobreza y las fatiguitas. De un cúmulo de circunstancias que te hacen desarrollar tus sentimientos a través del arte de una manera especial. Fíjate que el arte siempre nace del pueblo llano y sencillo, pocos artistas salen del capitalismo. El arte creo que nace de la pobreza y la miseria. Por lo tanto es fácil comprender que la juventud de hoy no sienta igual que antes, Afortunadamente para todos, las condiciones de vida son mucho más favorables".




Recuerdo en 2016 cuando pasé una mañana por la zapatería de Ignacio de Amparo, entonces ubicada en el Pozo Nuevo, y me encontré allí a Diego de Morón. Le pregunté si tenía el disco que acababa de salir “Flamenco y Universidad Vol. XXXIV”. Me dijo que en aquel momento no disponía de ninguno, preguntándome que dónde iba a estar para entregármelo. Le dije que si le parecía bien en Retamares donde me lo entregó al poco tiempo y me lo firmó. Le pedí una fotografía de recuerdo con él y su disco. Y ahora, en la presentación de su libro, la coloco en este artículo con el máximo respeto hacia su memoria. Siempre que salgo de viaje me acompaña el CD que guardo con el máximo cariño.


Diego de Morón, por Martin Steel




“Ese sufrimiento que te entra cuando tocas por soleá, que las lagrimitas se te caen, por la cara, por la carita abajo. La música te da alegría y felicidad, pero también tristeza”.

“Yo creo en mi guitarra que aporta a Morón la forma en la manera de tocar distinta, que toco, diferente a todos, yo no pienso ni quiero que ni mejor ni peor solamente, que les gustan mi guitarra, voy por la calle las mujeres me paran, Diego, ¿Cuándo vas a tocar otra vez? Y entonces empiezas a sentirlo y eso me da vida, me llena por dentro, me da ganas de estar vivo.

“Yo no me enfado porque me digan loco. Si a mí me dicen “loco” de buena manera, le doy abrazos y besos a quien me lo diga. Si yo no estuviera “loco”, no tocaría la guitarra como la toco, de manera que estar “loco” es el regalo más grande que me ha podido dar la naturaleza.

Diego de Morón



¡Toco la guitarra cuando estoy a gusto. Cuando no estoy a gusto, no puedo tocar!


El CD “Flamenco y Universidad Vol. XXXIV” patrocinado por el Instituto Andaluz del Flamenco estaba dedicado a Diego Torres Amaya. Fue grabado en los Estudios Domi con una portada muy bonita de Diego paseando por la Alameda [frente al Instituto donde estudié de niño y adolescente].

Tampoco me puedo olvidar de aquellas bulerías que escuché en 1990 en el programa flamenco “Puerta del Cante” de Canal Sur o "Pueblos con Flamenco", y que escucho con cierta frecuencia.

 



Y llegamos a la entrada de la Peña Flamenca “El Gallo”, en calle Ánimas, donde nos encontramos con otro bello mural dedicado a la memoria de Luis Torres Cádiz “Joselero”, natural de la Puebla de Cazalla. Dicho mural fue realizado el 20 de diciembre de 2024 por Alejandro Pérez, Laurística Ilustrada, y Antonio García.

"El cante tiene que ser espontáneo. Lo importante es la espontaneidad. Eso es como el toreo y como tó. Los toreros que son artistas no son seguros, los que torean bien no torea bien siempre, porque no se puede torear bien siempre. Y así tiene que ser el cante". 
Joselero
A compás... Revista flamenca. Julio 2007. Nº 1



El año 1980 cerraba el bar Casa Pepe por la muerte de su dueño. Había concluido definitivamente "LA ÉPOCA DORADA DEL FLAMENCO EN MORÓN"

No es necesario decir que la cercana calle Mina nos acerca a la Plaza de San Miguel y a la esquina donde estuvo la antigua Taberna "Casa Pepe", centro neurálgico de la cultura flamenca durante los años dorados del flamenco en Morón. Frente a la Taberna "Casa Pepe" comienza la calle Diego del Gastor, donde en su parte alta se encuentra un mural realizado en azulejo con Diego tocando la guitarra. Allí donde termina la calle comienza el Paseo del Gallo de Morón, referente en la memoria colectiva de nuestro pueblo.



Y posiblemente no sea el último mural, ya que se me viene al pensamiento otro de los grandes del Flamenco como fue Diego Bermúdez Cala “El Tenazas de Morón”, ganador del Primer Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922, lo que le valdría el reconocimiento ni más ni menos, que de Manuel de Falla y Federico García Lorca. 

¡Y Diego de Morón no puede faltar en un futuro mural!

Sin olvidar al Fillo, a Pepe Naranjo, al Niño Rosa, a Pepe Taranto o Antonio Ruiz “el Carpintero”, entre un amplio elenco de grandes artistas locales.

...

El 31 de agosto de 2025 muere el guitarrista flamenco Diego Torres Amaya [1947-2025], sobrino por línea materna y heredero del toque de Diego del Gastor.

Quedaba suspendida la presentación del libro “Diego de Morón” prevista para el sábado 6 de septiembre de 2025 en la Peña Flamenca “El Gallo”.


Tras realizar nuestra particular ruta flamenca por la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, tocaba disfrutar de la presentación del libro "Diego de Morón", escrito por nuestro paisano Juan Toro Barea, que nos emocionó a todos los allí presentes y que humildemente comparto con los amigos.



Guardo con cariño la dedicatoria de un ejemplar de "Diego de Morón" firmada por su autor Juan Toro Barea


Intervienen en la presentación del libro “Diego de Morón. Biografía del Duende”, como el último guardián del toque de Morón y del flamenco más puro:
  • Juan Diego Mata Marchena, bibliotecario de la Biblioteca Municipal Cristóbal Bermúdez Plata
  • Coral López Gómez, comunicadora de la Cadena SER Morón
  • Juan Toro, autor del libro
  • Y la actuación de Paco, Ignacio de Amparo y Luis Torres



En la presentación del libro "Diego de Morón" se encontraban grandes artistas y aficionados locales como Paco del Gastor, Paco e Ignacio de Amparo, Luis Torres, Antonio Ruiz "El Carpintero", Antonio Chacón, Alfonso Clavijo, Joaquín Buzón o Domi Serralbo, entre un largo etcétera.

Juan Diego Mata señaló el toque de Diego alejado del imaginario estético. Una forma de vida más profunda y más honda, señalando sobre todo las interioridades del libro, y que era el segundo libro escrito por su autor. A continuación hizo un desglose por capítulos: Diego en familia, Infancia y adolescencia, Diego como guitarrista, etcétera.

Juan Toro Barea manifestaba que siempre ha escrito con el corazón, recordando que lo ha escrito el con los auriculares puestos y escuchando la guitarra de Diego junto a sus recuerdos. Y que era tiempo de hacerle justicia a Diego, uno de los personajes más importantes del flamenco. Aunque era un genio inclasificable, era un genio. Y Diego, lo merecía.

Recordó el autor del libro a la esposa de Diego "Auri", fallecida después de Diego de Morón. En marzo del pasado año le llamó que Diego quería verlo y se presentó en su casa y le dijo con lucidez la única palabra que pudo percibir con claridad "Diego del Gastor". Diego con su guitarra y sus silencios hacia parar al mundo. Juan Toro se emocionó no pocas veces al recordar la figura de Diego de Morón, del que fue gran amigo y alumno.

"Cuando el duende, en estado de gracia máximo de inspiración se colaba por sus venas, ciertamente se tocaba la gloria. Había que rendirse y sacar a Diego a hombros por la Puerta del Príncipe de la historia del toque corto y gitano que va directo al corazón. Nunca en mi vida he escuchado una guitarra con tanto fuego y con una personalidad tan abrasadora."

"Sólo somos imparciales con aquello que no nos interesa"

Acto seguido interviene Coral López diciendo que Diego de Morón abrió las puertas del flamenco al duende más profundo y más puro. Un testimonio de amor al alma del flamenco.

Diego se forma en los patios y en las noches largas. Heredero del legado de Diego del Gastor, Diego tocaba para compartir un estado del alma en unos tiempos en que todo va muy deprisa, haciendo de su guitarra un modo de vivir, pero siempre fiel a sus profundas raíces y a sus vivencias. La guitarra de Diego mantiene una coherencia con la de su tío Diego del Gastor. El tiempo flamenco de Diego se contrae y se expande, pero siempre con la magia del toque de Morón y del toque gitano que te parte el alma. Unas vivencias y fatigas que traspasan los códigos emocionales.

El toque de Diego lo expresa con sus gestos, una atmósfera sonora entre la tierra y el tiempo. Su guitarra posee una mística sonora. Diego se partía el corazón con esas notas cuando pasaba las fatiguitas. Coral nos dio una especie de tesis sobre Diego y el toque de Morón.




En la primavera de 1980 Diego participa en la I Bienal de Arte Flamenco de la Ciudad de Sevilla. Paco de Lucía se acercó la mañana antes del concierto en el Lope de Vega, a casa de Ricardo para escuchar a Dieguito que tocará por soleá y seguiriya, con una carga de emoción tan grande, que Paco de Lucía estaba descompuesto. Se había parado el tiempo. El silencio era sepulcral, solo interrumpido por algunos oles de voces entrecortadas y casi rotas. Cuando Dieguito terminó, Paco no paraba de decirle “tócame eso otra vez, y otra vez y otra…”



Presentación del XLVII Gazpacho Andaluz en la Fundación Cruzcampo

Edición especial 50 aniversario (1963-2013) dedicado al Maestro de la guitarra flamenca recientemente fallecido Manolo Morilla.

Autora. Isabel Valle. 24 de julio de 2013


Durante las preguntas intervino Paco del Gastor recordando a Diego del Gastor, que amó la guitarra como amó la vida. Tenía una de las mejores personalidades que hayan existido en el mundo de la guitarra. Diego del Gastor tenía el secreto de la pura raza gitana. Diego Amaya Flores "Diego del Gastor" tuvo cuatro sobrinos y puntales fundamentales de su legado en la Casa de los Amaya: Tío Diego, Paco, Juan y Agustín Ríos. Cuando Diego de Morón comenzó a tocar la guitarra, él le llevaba por edad cinco años de experiencia.

Diego [refiriéndose Paco del Gastor a Diego de Morón] no tenía la paciencia que tiene que tener el tocaor para acompañar a un cantaor, aunque si lo hizo con su padre JOSELERO, uno de los mejores cantaores que cantaban en España, pero sí tenía paciencia para tocar entre cuatro amigos. Tenía un pronto como Curro Romero, y otro como Paula. Tenía como el arco íris todos los colores. Diego, no tenía nada que envidiar a nadie, tenía su personalidad innata, pura y de las mejores.


Juan Toro Barea nace en Morón de la Frontera en 1958. Es escritor, conferenciante y profundo conocedor del arte jondo. Aficionado al flamenco desde la infancia, su pasión nace del entorno singular de su tierra, donde el toque de Morón no es solo un estilo musical, sino una forma de sentir el mundo. Durante décadas ha sido colaborador habitual de revistas especializadas como Sevilla Flamenca, entrevistando a figuras de la talla de Paco de Lucía, Camarón o Enrique Morente. Fue también crítico flamenco en El Observador de Barcelona y conductor de programas radiofónicos de difusión del flamenco en Cataluña. Publicó en 1996 Memoria Flamenca de un sentir andaluz, y ha pronunciado conferencias y participado como jurado en múltiples certámenes nacionales. Su relación personal con Dieguito de Morón —de amistad, aprendizaje y admiración— le ha llevado a escribir esta Biografía del Duende, un retrato íntimo y sentido de un artista irrepetible, donde se funden la memoria, la emoción y la reivindicación.

Como dice su autor Juan Toro Barea, la biografía de Diego de Morón es un viaje emocional a través de su vida y de la historia de una dinastía flamenca, los Torres-Amaya, desde la voz de quien fue su alumno, amigo y admirador más fiel. Con una prosa vibrante y sentida, este libro recoge la memoria viva de un genio inclasificable, entre el desgarro y la inspiración, entre la marginalidad y la gloria. Entre la leyenda y la carne.

Un relato apasionado que ilumina las luces y sombras de un artista que nunca buscó el reconocimiento, pero que se convirtió en referente de una forma de tocar, de sentir, de vivir el flamenco.

Esta no es solo la biografía de un guitarrista. Es un acto de justicia. Un testamento del alma. Un himno al duende.




Finalizado el acto de la presentación, Juan Toro Barea pasaba a firmar su "Diego de Morón". Un acto muy emotivo que emocionó no sólo a los sobrinos de Diego, sino también al autor del libro, y a los muchos amigos de Diego y aficionados al Flamenco que nos dimos cita en tan magno homenaje al genio de la guitarra, el último guardián del Toque de Morón.

El acto tuvo su epílogo con la actuación de Paco e Ignacio de Amparo con Luis Torres, hijo de Andorrano, donde no faltó el Toque de Morón. Cuando terminaron saludaron al cielo en memoria de Diego de Morón. 

Manifiesto mis escasas dotes en el mundo del flamenco, pero lo cierto y verdad es que de aquella presentación del libro sobre la figura de Diego de Morón y posterior actuación de Paco e Ignacio de Amparo y Luis Torres, salimos todos emocionados, al igual que salí aquel día 26 de enero de 2013 donde Diego de Morón tocó en el Teatro Oriente de Morón.

Todos los artistas agradecieron a la Peña Flamenca "El Gallo" y a Juan Toro Barea haberse acordado de la memoria de Diego de Morón. Hago mías sus palabras porque no se puede tener mayor sensibilidad y no se puede tratar mejor a los artistas, ni con más maestría ni con mayor rigor histórico y profesional, al elegir como acompañantes del autor del libro a una musicóloga, además descendiente de la familia Amaya, junto a un experto bibliotecario con sus aportaciones. 

Y detrás de ello, no cabe duda de que existe un trabajo importante de la Peña Cultural "El Gallo". Cuando las cosas están bien realizadas, que bien se saborean. 

Ahora toca disfrutar con la lectura del libro...





Desde la Tertulia Flamenca "El Gallo" ubicada en la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco, en la presentación del libro "Diego de Morón", para el blog de mis culpas...



P.D. La realización de estas letrillas han sido realizadas escuchando varias veces el toque de Diego de Morón [Flamenco y Universidad Vol. XXIV] acompañado de sus comentarios.


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